.- Deberías ir a ver a tu mamá, Al.
Albus estaba pensativo.- si creo que iré.
.- Yo te aviso cuando aparezca Penny.
.- Aunque pueda que tía Mione esté ahí.
Scorpius suspiró.- tienes razón. Pero si llego contigo se darán cuenta que estabas en casa.
.- Yo te aviso si está en San Mungo.
Scorpius asintió.
SM/HG
Harry se paseaba de un lado al otro.
Él y Ginny habían tenido una discusión luego de la fiesta cuando llegaron a casa.
Le había reclamado por todo y nada, desde Albus hasta el baile con Hermione.
Harry era pacífico y no le gustaban las discusiones, pero tampoco se iba a dejar ningunear por ella.
Y en uno de sus arrebatos ella le lanzó la azucarera de vidrio y le pegó en la cabeza.
Harry tuvo que atarla para que ya no hiciera mas daño ni a ella ni a él. Luego llamó a Arthur y la llevaron a San Mungo porque no se tranquilizaba.
Lo acusó de querer estar con Hermione ahora que se había divorciado.
Incluso llegó a afirmar que se veían a escondidas.
Y claro, llegó a saber que ella estaba embarazada. Le achacó el niño a Harry.
Como si eso fuera un hecho.
.- Señor Potter.- Una Sanadora salió.- internaré a su esposa. Su mente en este momento es un caos.
.- ¿Ella mejorará?
.- No puedo asegurarle nada, Señor Potter, la mente es demasiado compleja. Lo importante ahora es mantenerla tranquila.
Harry suspiró con cansancio.- ¿puedo verla?
.- No es posible, por el momento debe permanecer en una sala especial para evitar que se dañe.
Él asintió.
.- Harry.- Arthur llegaba con Molly.- ¿que te dijo?
.- La internarán, está alterada todavía y la tienen en una habitación especial para que no se lastime.
.- Papá.- Albus llegó.
.- Albus, ¿dónde rayos te habías metido?
.- Lo siento, tuve trabajo. ¿Que pasó?
.- Vamos a casa. Debo hablar con Ted y James también.
SM/HG
.- ¿Dónde estás, Hermione?.- Scorpius estaba nervioso.
Si seguía ahí se iba a volver loco.
Entró a la red flu y apareció en la chimenea del Caldero Chorreante.
Quería perder el tiempo en lo que tenía noticias.
Había poca afluencia de gente.
Con los niños en Hogwarts el Callejón estaba mucho mas tranquilo.
.- Scor!!
Él se giró e hizo una mueca.
.- Glenda.
.- ¿Como estás? Tengo mucho que no te veo.
.- Bien ¿y tu?
.- Muy bien.- Glenda se sonrojó.- ¿te parece ir a un café?
.- Lo siento Glenda, solo estoy de paso.
Ella tomó su brazo.- por favor acompáñame.
.- No puedo, solo vine a comprar unas flores para llevarlas a San Mungo.
.- ¿San Mungo?.- Glenda puso cara seria.
.- Si. Ya voy tarde, saludame a tus padres.- Scorpius se alejó casi corriendo.
Lo bueno de esto era que su padre jamás firmó el contrato matrimonial con los Pucey.
Levantó la vista y vió a una Señora salir de una tienda con un bebé en brazos.
Sonrió al recordar que sería padre.
Y ahí dentro de la tienda vió lo mas hermoso.
Entró atraído tomando unos zapatitos de bebé tan diminutos.
.- Buenas tardes, puedo ayudarlo?
Scorpius se giró.- ¿cuánto cuestan?
.- 20 Galeones, son de piel de Dragón.
.- Los quiero y, por favor envuélvalos para regalo.
