Capítulo 1

En que estaba pensando, son las tres de la mañana pensé mientras pongo una almohada en mi cara y trato de dormir. Solo tengo cuatro horas antes de que suene la alarma y tenga que alistarme para ir a la universidad, me quede hablando con mis compañeras de cuarto hasta tarde, y ahora tengo insomnio, y solo puedo culparme a mí misma, nunca ha sido fácil para mi Dormir y si no me acostaba temprano sabía que no descansaría en toda la noche. Es una mala costumbre que desarrollé desde que tenía quince años, mi mamá acababa de morir, y tuve que mudarme con su tía quien era la única familia que tenía, ella era una mujer mayor que no tenía paciencia, ni mucho menos la voluntad de cuidar. a una niña, y la única razón para quedarse conmigo fue por lastima, algo que no podía olvidar porque mi sola presencia era suficiente para enojar a la mujer, realmente creo que se quedó conmigo por el dinero que le daba el gobierno por cuidarme. Para mantenerme a mí misma, aceptaba cuidar a los hijos de mis vecinos, fui cajera de algunas tiendas de comida rápida, y en general tenía cualquier trabajo que pudiera hacer siendo menor de edad, las únicas horas que tenía "libres" las aprovechaba para estudiar , por lo que dormía muy poco.

Extrañaba mucho a mi madre, y fue por ella que jamás pensé en rendirme, sé que me hubiera dicho que saliera adelante sin importar nada. Cuando mi padre nos abandonó yo tenia ocho años y no entendía porque se había ido, mi mamá siempre que estaba triste me dijo "Mi cielo, la vida es un conjunto de momentos buenos y malos, todos pasando al mismo tiempo. Puede ser difícil de entender, pero, si solo miras el lado malo, te perderás de las sorpresas inesperadas y del viaje tan increíble que puede llegar a ser". La verdad es que en ese momento no la entendí, pero, con el tiempo supe que mi padre nunca fue bueno con ella y nunca se atrevió a dejarlo por mí. Fue entonces, que me alegre que él se fuera.

Cuando cumpli dieciocho años me mude de la casa de mi tía abuela y nunca mire atrás. Ahora estoy en la universidad con una beca completa y tengo un trabajo los fines de semana en un bar, como camarera, no es mucho, pero soy independiente, tengo buenos amigos y aunque no tengo familia cercana me siento contento con todo lo que he logrado en estos años, y si por supuesto a veces tengo mis momentos de tristeza, pero bueno nada ni nadie puede ser perfecto.

Mañana tengo que reunirme con mi tutor de tesis y después de clases iría al parque de atracciones con mis amigas, sería un día largo y ya debería estar dormida, pero estoy segura que ya es un caso perdido. Supongo que veré una película, murmuré, mientras enciendo el televisor. Están pasando "Crepúsculo" mi película favorita cuando tenía trece años, fueron buenos tiempos, vampiros increíblemente guapos que brillaban, todo lo que una chica podía soñar, pensé con nostalgia.

Ahora me aburre, pero quizás me ayude a dormir… "el león se enamoró de la oveja" blablablá, la verdad es que lo único bueno de la película, es mirar lo guapo que era Robert Pattinson. Honestamente la historia deja mucho que desear, porque si lo piensas bien, es muy raro que un tipo que tiene más de cien años se enamore de una adolescente de diecisiete, cuando tenía trece años me había parecido muy romántico, pero ahora, siendo una adulta eso es bastante perturbador. Tengo veinticuatro años y definitivamente jamás saldría con alguien de diecisiete, pero bueno solo es una historia, con esos pensamientos poco a poco me quede dormida, sin imaginar la sorpresa que me esperaba la mañana siguiente.

Escucho la alarma de inmediato, Dios tengo tanto sueño pensé, con mis ojos aun cerrados trato de apagarla, pero mi teléfono sigue sonando, y por más que lo intento no puedo alcanzar la mesita de noche, mi mente esta lenta y sigo tratando de despertarme, poco a poco abro los ojos y de inmediato noto que hay algo raro, mi cama es demasiado suave, la luz del sol me deslumbra, y me cuesta acostumbrarme a la repentina claridad, ¿Qué es esto? Es todo lo que puedo pensar, yo no tengo ventanas.

Me levanto de inmediato de la cama y miro mi alrededor, es un cuarto pequeño, las paredes están pintadas de un suave color amarillo, la luz del sol traspasa las cortinas blancas con dibujos de flores de distintos colores, en una esquina observo un estante de color caoba lleno de libros que parecen haber sido leídos muchas veces, en un rincón un escritorio con una computadora de aspecto antiguo, y al lado de la cama una mesita de noche con un despertador, una lámpara y la foto de una niña y una mujer abrazadas.

¿Acaso me secuestraron? Pienso dando vueltas, creo que voy a vomitar, pero, ¿Quién haría algo así?, no soy rica, no tengo familia y lo más loco y arriesgado que he hecho en mi vida es trabajar en un bar de noche. Tratando de descubrir que está pasando intento no entrar en pánico, de repente suena la alarma en la mesita de noche, no era mi teléfono, me paralizo, pero nadie llega y solo veo fijamente esperando que una voz hable por unos altavoces escondidos en alguna parte diciendo que tengo que pelear por mi vida como en esa película que vi la semana pasada, pero finalmente todo lo que puedo escuchar por varios minutos es el sonido ensordecedor del aparato, al ver que nadie venia, decido apagarlo y camino hacia una de las dos puertas que están en la habitación, dentro de una de las puertas hay un baño de color blanco bastante normal y ordenado, pero cuando giro a la derecha veo en el espejo a una persona desconocida, que me mira de vuelta, la niña me mira con la boca abierta, tiene el cabello largo y castaño, ojos marrones y piel pálida, parece tener alrededor de trece o quizás catorce años, y fácilmente podría ser mi hermana pequeña. Pero cuando volteo no hay nadie detrás de mí y la chica en el espejo sigue mis movimientos. Entro en pánico y salgo corriendo de vuelta al cuarto. Definitivamente estoy soñando, seguramente es un sueño lucido, pienso, tomo aire y regreso, me miro en el espejo, hago muecas y ella los sigue todos. Dios definitivamente he perdido la cabeza, decido regresar a la cama, y cierro los ojos, esperando despertarme.

¿Cómo me he metido en esta situación? No sé cuánto tiempo paso, pero sigo aun en la cama, totalmente paralizada, tengo demasiado miedo para salir, y enfrentar lo que está pasando. Lo sé, mi mama no apoyaría esta aptitud, pero estoy segura que ella también hubiera entrado en pánico si despertará en una habitación desconocida y en su cuerpo de trece años. Lo que está pasando simplemente no es algo posible, esto tiene que ser un sueño, esto es un sueño. Solo tengo que despertar, pienso una y otra vez, mientras aprieto una almohada en mi pecho. ¿Acaso había enloquecido? Porque la cara de la niña en el espejo no podía ser ella, es decir, si me veo como yo, pero definitivamente más joven, el cabello más largo de lo que recordaba haber tenido en esa edad y faltan las mechas color rosa que había portado con orgullo en ese entonces, pero el resto de ella definitivamente luce igual a mi yo de trece años, vestida con una camiseta azul oscuro y un short color lila. Cierro los ojos de nuevo, y golpeo mis mejillas tratando despertar de este loco sueño, pero todo lo que logro es sentir dolor, Dios quiero vomitar.

Después de enterrarme como un avestruz por lo que me pareció una eternidad, me propuse salir y registrar toda la habitación y luego la casa, necesito saber que está pasando.

Vamos se valiente, te han pasado cosas peores. Aunque definitivamente no tan raras.

La habitación sigue igual, aunque ahora no me parece tan pequeña, decidí buscar cualquier cosa que me ayude a saber dónde estoy. Así que registro rápidamente todo el cuarto, pero aparte de muchos libros, no hay realmente nada extraño y nada que me diga que mierda ha pasado. Solo me falta una cosa por revisar, en una esquina, sobre una silla esta un bolso gris, cuando lo abro la respuesta llego.

Dentro de la mochila encuentro algunos cuadernos, un par de billetes, y una identificación, "Isabella Marie Swan" leí en voz alta, 17 de septiembre de 1987, tipo de sangre O positivo, mi foto estaba en ella.

¡ Mierda! Definitivamente perdí la cabeza fue todo lo que pude pensar.