Con cada segundo, la deslumbrante luz comenzó a suavizar su resplandor permitiendo que sus sentidos se agudizaran tras el breve lapso de ceguera; El entorno se tornaba frío, con una mezcla de fragancias a pino y tierra mojada, aunque un nuevo y fresco aroma inexplicable también prevalecía en el aire.
Las ráfagas heladas besaban su rostro, mientras su cuerpo permanecía abrigado por una chaqueta cálida y unas gruesas botas que pisaban una suave y ligeramente irregular superficie.
Después de unos segundos, la imagen se aclaró revelando un mundo de esponjosas nubes que se extendían por kilómetros de territorio, terminando en distintos niveles del mismo material. El entorno parecía sacado de un sueño, tan puro y limpio, con ángeles que paseaban a su alrededor.
—¿Morí? —Preguntó Hawks genuinamente confundido, admirando sus alrededores, viendo varios ángeles volar por los aires. —Definitivamente muerto.
—¡¿Como fue que te metiste en problemas?! —Se escuchó una autoritaria y molesta voz.
—¡Fue una emboscada! ¡No quería que las lastimaran! ¡Es mi deber proteger a quienes no pueden hacerlo! —Respondió a la defensiva una voz familiar.
—¡ES TU DEBER PROTEGER A LOS TUYOS!
—¡PUES SON MIS AMIGAS!
—¡APENAS LAS CONOCES! —Gritó alterado por como se refería a las heroínas. —¡ES SUFICIENTE! —Finalizó la discusión presionando su sien en frustración.
—Al menos encontraste a uno de los nuestros que te ayudara... —Dijo calmándose, refiriéndose al héroe que no podía creer que murió en un abrir y cerrar de ojos.
—¡SI! ¡Te lo presento! —Celebró Mira orgullosa, tomando a Hawks de los hombros, guiándolo frente al bello arcángel.
—El es... —Dudó por unos segundos al percatarse que desconocía su nombre. —¡Rojito! Le puse así porque tiene las alas rojas.
Hawks confundido y desesperanzado, sin saber que pasaba dedicó su mirada a la morena que le veía con una amplia sonrisa.
—Solo para confirmar... ¿Estamos muertos?
—Jajajajaja no, no... Perdón debió ser muy rápido. —Se disculpó agitando constantemente sus palmas negando su declaración. —¡Bienvenido a tu tierra natal Rojito! Esta es una de las muchas islas del cielo. ¡Birka! —Señaló los alrededores con entusiasmo, tomándolo de las mejillas para ver mejor su tono de piel.
—Siento su tacto... Realmente estoy vivo.
—Vaya, que fanática tan directa, pero debe comportarse...
—¿Fanática? —Preguntó confundida por su comentario. —Como sea, definitivamente este tono es de esta región... Tus ancestros deben ser de este hemisferio del planeta... ¿Cómo te tiñes las alas? Debe ser mejor que cortarlas de nacimiento para vivir entre humanos. —Preguntó curiosa jugando con las plumas, mientras sus serpientes intentaban comerlas, por lo que les golpeo la cabeza a manera de regaño.
—¡Quietas niñas!
—¿Ancestros? Todos son... ¿Ángeles?... —Cuestionó impresionado, viendo efectivamente que todos los residentes sin importar su tamaño, poseian alas. —Para que todos tengan el mismo Quirk deben tener genes puros...
—¡Maldita sea, se reproducen entre primos! —Su pensar se escapó sin querer, cubriéndose la boca instantáneamente arrepentido.
—¿Quirk? —Preguntó Nataniel —De pura casualidad... ¿Por qué ayudó a mi pequeña y rebelde aprendiz?
—Estaba en problemas, es lo que un héroe hace.
—¡¿QUE?! ¿ME SALVASTE POR SER UN HÉROE? ¡Pensé que era porque somos de la misma especie!
—Bueno... Lo somos. —Dijo Hawks. —Diferentes formas y apariencias, pero misma especia.
—Mira... No tienes alas... ¿Por qué dedujiste que pensó eras un ángel? —Señaló Nataniel, dejando a la chica sin palabras y avergonzada por el malentendido.
—¿Uno de ustedes?
Mira desabrochó para quitarse la blusa que le habían regalado, y abrió un poco los vendajes que cubrían su espalda, revelando el bulto que escondía.
—Me llaman alitas de pollo. —Dijo graciosamente moviendo los restos de sus humeros con unas pocas plumas que llamaron la atención de sus serpientes, cuales intentaron alimentarse de ellas nuevamente apenas las vieron. —Tambien soy un ángel, aunque no lo parezca.
—Ángel... —Repitió confundido y asombrado. —Ya veo... Sus serpientes debieron comerse sus alas...
—Me lo temía... Es un humano con uno de esos poderes que mutan su apariencia. —Comentó Nataniel.
—¡Eeeeh! ¡No sabía!
—No te preocupes, tampoco lo habia notado... Su silueta marca la de un ángel... Pero dices sus alas no son comunes.
—¡Así es! Son rojas, el color de la sangre.
—Hmmm... No percibo ningún olor referente a ese color provenir de él...Así que descarto sea un ángel camuflajeado para pasar por humano.
—Veo que estan confundidos... En lo personal tambien lo estoy, así que... ¿Que les parece si los invito a mi humilde morada a conversar sobre esto y resolver el malentendido?... Tengo unos tes que conseguí de Malasia exquisitos.
—Hay que ejecutarlo. —Dictaminó el Arcángel
—¡¿NO ES DEMASIADO?! —Reaccionó alterado el héroe, retrocediendo un paso.
—¿En serio?... Ejecutar... —Quejó Mira de brazos cruzados, dudando de la decisión de su mentor.
—Es un forastero en nuestro territorio.
—Espero no sea muy imprudente de mi corregirlo. —Hawks interrumpió cual sabelotodo, con un indice en alto. —Soy una victima de secuestro en su territorio.
—Tiene razón... Y hasta el momento, hemos sido terribles anfitriones. —Añadió la gorgona tratando de evitar la muerte a un inocente.
—No importa si fue mi error... No puedo permitirle regresar. —Dijo extendiendo su mano para crear uno de sus portales que naciera en su cuello.
—¡SUFICIENTE! —Clamó una voz profunda desde las alturas, seguida por el descenso grácil de la silueta de un ángel, quien presentaba dos pares de alas.
—Es hermosa. —Hawks no pudo contener sus palabras al ver tan delicada y divina creatura, que le miró ofendido con una vena saltona en su frente, mientras forzaba su sonrisa.
—...
—Soy hombre...
Apenas los delicados pies del monarca tocaron las suaves nubes, ambos ángeles se arrodillaron en señal de respeto ante el rey.
—Mis más sinceras disculpas, Lord Zadquiel... Cumpliré cualquier condena que me otorgue por mi error. —Declaró el líder de la guardia real, aceptando sus actos, mientras mantenía su cabeza agachada, con su rodilla y puño incrustados en la nube.
Zadquiel levantó la mano para detener su solicitud y volteó con sus grande y avellanados ojos al forastero.
—Joven humano... ¿Cuál es tu nombre?
—Keigo Takami. —Se arrodilló imitando a ambos súbditos. —Su majestad.
—Me maravilla con su astucia, joven Takami.
—Me halaga su majestad; solo usé es el sentido común.
—Ninguno de los forasteros de la última visita tuvo la deferencia de inclinarse como usted lo ha hecho.
—¿Otros forasteros? —Temía preguntar y que la respuesta fuera negativa.
—Disculpe mi irrupción su majestad Zadkiel sama... Mi presencia aquí no es mas que un accidente y desearía realmente regresar a mi hogar.
—No tiene de qué preocuparse, comprendo su situación perfectamente. —Pronunció, señalando con su palma se pusiera de pie.
—Es libre de regresar a su hogar cuando guste... Nosotros no lo detendremos —Proclamó, extendiendo sus alas y agitándolas delicadamente para levantarse en vuelo señalando así a su arcángel para que le acompañara.
—Lord Zadkiel...
—Cruel... pero sabio. —Aceptó Nataniel, finalizando su reverencia ante la decisión del rey.
Hawks, por un momento, se sintió aliviado ante la decisión del monarca de no ejecutarlo; sin embargo, al ver cómo las sombras de los altos seres celestiales se alejaban, comenzó a reconsiderar el veredicto.
—¡Espere! ¿No va a regresarme a Japón?
—Las órdenes del rey fueron claras. Eres libre de regresar. —Reiteró el líder de la guardia siguiendo al monarca y dejando a Hawks de pie, confundido y acompañando a la joven sin alas. Ambos observando al par desaparecer entre las nubes.
—Lo siento... fue mi culpa...
—No te sientas así. Solo debo regresar... Por lo que debo buscar mi camino. —Dijo entrando a la aplicación de mapas en su teléfono, más este no registraba ningún tipo de señal. —¿Dónde dijiste que estamos exactamente?
—Ay... No es tan sencillo— Pronunció arrepentida chocando sus índices —Básicamente te condenaron a muerte bajo tu propia mano.
—Pero me dieron libertad de irme...
—Verás... Tus probabilidades de sobrevivir el camino... —Dijo jugando nerviosamente con sus manos. —Eto... Son bajas... —Su confesión hizo que el héroe volteara curioso.
—Muuuuuy bajas. —La exageración en el adverbio logró que perdiera el color.
—Extremadamente bajas... Casi nulas... Es mas, no saldrías ni de la nube. —Su afirmación con total seguridad, provocó que la silueta de Hawks pareciera dibujada por un niño de kínder con su mano izquierda.
—¡AAAAAAAAAAAAAH! ¡PERO NO CERO! ¡NO SON SERO! —Mira trató de componerlo en voz alta para que recuperara la fe.
—¿Dónde estamos?
—Bueno... Eto, no sé por dónde comenzar... sígueme.
Hawks, aún confundido por la situación, no dudó en seguir la invitación de la aprendiz, admirando su entorno que parecía sacado de un cuento de hadas, mientras la chica comenzaba a explicarle con lujo de detalle dónde se encontraba, comparándolo con su propia realidad. Lo que inicialmente parecía ser una respuesta simple a su pregunta, se convirtió en una lección histórica que culminó con un tour guiado por la ciudad celestial.
Al final del recorrido, llegaron a un área acordonada por varios ángeles y dos Arcángeles, que podían ser distinguidos por sus armaduras blancas y mangos lustrosos de sus lanzas celestiales.
—Está bien... Viene conmigo —Anunció Mira, mientras les concedían el acceso, adentrándose en un orificio que conducía al cementerio de aviones.
—¿Son la guardia real?
—Afirmativo, los Arcángeles se involucran en la seguridad del país y todo lo que pueda ocasionar un desequilibrio en su interior provocado por el exterior.
—Como por ejemplo yo...
—No solo personas... sino también historia como esta. —Dijo presentando el cementerio repleto de cadáveres dentro de los aviones. —Esto estuvo oculto por cientos de años y fue revelado recientemente al público por un investigador extranjero que acaban de desterrar de nuestro territorio...
—Pero eso es lo que hacen los investigadores...
—Si... Pero hay historia que debe permanecer oculta por la paz mental de todos.
Mira lo guio para que reconociera los vuelos perdidos, con lo que pudo continuar con la versión sobre las nuevas expediciones por parte de Minks y tritones que terminaron siendo ejecutados en sus tierras y cómo descubrieron de esa manera que ese odio a sus razas permanecía después de milenios.
Hawks no podía creer lo que escuchaba, pero su historia hacía sentido. Percatándose de que incluso había sido participe de ello por los trabajos en las sombras que realizaba por la sociedad de héroes, quedando profundamente callado y repugnado por sus acciones pasadas.
—Si planeas moverte por aquí, te sugiero que seas cauteloso con tu identidad como humano. Mejor, podrías decir que eres un mestizo, de esa manera podrás explicar el origen de tus alas. Queríamos mantener este lugar en secreto, pero después de su revelación, los ángeles han tomado un cierto desprecio hacia tu raza. Pero, no tienen objeciones hacia los mestizos... De hecho, estamos considerando traerlos a vivir con nosotros para su protección. —Advirtió con cautela, antes de girarse para regresar a la ciudad celestial entre las nubes, con Hawks quién le seguía en silencio.
—Por eso me trajeron sin consultármelo.
—Error nuestro. Supusimos mal... Nataniel debió temer que por tus alas fueras ejecutado y te trajo con nosotros.
—Y ahora estoy atrapado en este lugar...
—Básicamente.
—¿Alguien puede ayudarme con el regreso?
—Puedes intentarlo, pero solo los Arcángeles son aptos para emprender y liderar ese tipo de viajes.
—Tu eres uno... Asi que me puedes ayudar.
Mira tomó aire, y juntó sus yemas de los dedos, para señalar su comentario.
—Además de que no puedo volar...
—Lo siento...
—Como arcángel en entrenamiento, tengo prohibido abandonar el territorio sin una orden real.
—Entonces ¿Que hacían dos de ustedes en Japón? ¿Qué puede ser tan importante para que los enviaran?
Las serpientes de su cabeza se alteraron comenzando a sisear ante el héroe que no se sintió intimidado por la amenaza.
—No hay necesidad de reaccionar asi señorita Mira.
La joven calmó de nuevo a "cabello" rebelde. —Solo registramos las coordenadas... Nataniel no puede abrir portales donde no ha estado... Y antes de que preguntes con que objetivo... Tampoco lo sabemos.
—Mmm... ¿Debería preocuparme?
—En realidad no lo sé... Pero si te soy sincera, me tiene un tanto intranquila... Nos tiene, intranquilos. —Confesó con la piel erizándose por cada rincón, tratando de apaciguar su instinto frotándose de brazos. —Bueno... ¿Qué te parece el lugar?
—Parece un sueñ... —Sus palabras fueron interrumpidas cuando un repentino jalón lo enterró en las nubes, dejando su cabeza salir como una florecilla.
—¿Y este? ¿Ya conseguiste pareja? —Bromeo la princesa brotando de entre las nubes y tomándo al héroe por la cabeza para admirar sus facciones.
—No... Es un mestizo de Japón. Lo trajimos por accidente y ahora se quedará con nosotros.
—No me quedaré con...
—¡¿MESTIZO?! —Se escuchó un gruñido acompañado de una proyección de una gran sombra cornuda.
—Ay no. —La gorgona perdió dos tonalidades de piel más clara y no dudó en jalar el cabello de Hawks para sacarlo de las nubes que lo aprisionaban lo más rapido posible. —¡VAMONOS! ¡VUELA! ¡VUELA!
El héroe, sin vacilar, se elevó en el aire, alejándose del rango de una criatura de 6 metros de altura que lo veía como una presa, donde aterrizó la princesa descansando en su hombro esperando ver correr sangre.
—¡PENSÉ QUE SERÍA BIENVENIDO!
—¡DIJE QUE SERÍAS BIENVENIDO POR LOS ÁNGELES! ¡NO POR LOS ONIS!
—¿Onis? ¿Como los demonios?
—¡Si! ¡No se llevan bien con los humanos...! ¡Si quieres que te respeten, debes vencerlos y eres muy débil para eso! ¡Y AHORA ERES SU OBJETIVO ASÍ QUE VUELA MAS ALTO! ¡PUEDE SALTAR HASTA CIEN METROS!
—¡¿SALTA CIEN METROS?!
El ambiente en el territorio sagrado era impregnado de una serenidad profunda, donde la paz reinaba como un mandato divino que prohibía cualquier confrontación; donde lograron tomar un respiro, despues de la insistente bestia que parecía empeñada en confrontarlos por el simple placer de luchar.
La majestuosidad y la pureza del templo capturaron la atención del héroe, quien se detuvo un momento para admirar la belleza que lo rodeaba. La elegancia de la arquitectura y la atmósfera serena resonaban en cada rincón, atrayendo la mirada del héroe hacia los elegantes vitrales que parecían contar una historia.
—¿Es el dios de su religión? —Preguntó, observando la figura tallada en los cristales antes de quedar hipnotizado por el gran poneglyph en el centro de la sala. —Este es uno de los monumentos que aún no han logrado descifrar.
—No es una religion... Te encuentras en el templo de un antiguo guerrero que se encargó de cambiar el mundo. —Explicó para despues ver como el joven rosaba sus dedos sobre la gran estela.
—¿Son capaces de leerlo?
—Investigadores y arqueologos.
—Si se encuentra en este sitio... —Intrigado, Hawks dejó la estela y volteó hacia la morena. —Debe relatar la historía del guerrero que mencionas.
Mira se percató por la reacción e interes, de como el humano desconcía la existencia del Dios y las antiguas escrituras que revelaban la historia que sabía les habian negado; por lo que golpeó con ambas manos las mejillas del rubio para que se enfocara en ella y distraerlo de sus alrededores.
—No menciones a Nika con tu gente... No querrás que quienes te celebran y halaban, sean los mismos que te quiten la vida.
Hawks cambió su expresión de sorpresa por una más seria, incapaz de aceptar fácilmente las palabras de su guía. —No te preocupes... No hay información que revele la existencia de su dios... o héroe...
—¿Tu por que crees que asesinan a nuestra gente? No desean que nuestro conocimineto llegue a su población. —Confesó con angustia, soltando al héroe. —La historia con la que crecen, no es más que una mentira para protegerlos de saber de sus acciones de su propio pasado. Todo lo que se les ha enseñado son versiones falsas que ocultan los secretos que oculta el mundo... ¿O acaso tú eres capaz de explicarme de dónde vienen sus poderes?
—¿¡Lo saben?!
—Sabemos su origen y trascendencia... También cómo es que su mundo terminó así... Pero revelarte esos secretos solo te pondrá en peligro. Tu ignorancia es la llave para tu libertad, para ser uno más del montón.
—¿Que motivos exactamente tuvieron para construir cientos de civilizaciones partiendo de una mentira? ¡Simplemente no tiene sentido!
—¡Este templo está despertando muchas dudas que no estoy dispuesta a responder! Si quieres respuestas... Buscalas por tu cuenta en tu tierra.
—No me vas a responder, ¿Cierto?
—¿Que veracidad tendrían mis palabras, si no buscas las respuetas por tu cuenta?... Si investigas en tu tierra, serás capaz de descubrir quienes son tus aliados y enemigos. —Expresó indicando qué camino debía tomar, señalando hacia el sureste mientras salían del imponente templo.
—Cuando partimos, fue en esa dirección... Pero no te confíes de tu entorno... Los vientos y los climas son extremadamente cambiantes por aquí, así que podrías perderte fácilmente. Necesitarías una Log Pose para viajar de manera segura, pero no puedo dártela. Sería un gesto que violaría el exilio.
—No te preocupes, soy muy hábil... No por algo soy el numero dos del top de héroes.
—¡¿Numero dos?! —Mira no podía creer lo que escuchaba, mientras Hawks sonreía orgulloso rascando su nariz al ser reconocido, despues de haber sido ninguneado constantemente.
—¿Y cuantos héroes son? ¿Dos?
—¡¿Ahhhh?! —Reclamó ofendido.
—¿Dos? Mínimo unos diez talvez... Aunque si los comparo con los chicos que nos visitaron... No... Si tiene sentido. —La chica pronunció decepcionada, regresando su preocupación con Hawks. —¿Seguro que no te quieres quedar? Tienes mas oportunidades de sobrevivir siendo cazado diariamente por Onis, que salir por cinco minutos al Mar Azul.
—Debo regresar...
—Mmmm... —Chilló con un puchero mostrando su preocupación en la mirada. —De acuerdo. No te guíes por el sol y no vueles a nivel del agua... Puede ser peligroso. Si todo sale bien, será un viaje de medio día...
—Tendré en cuenta tus indicaciones. Muchas gracias, joven arcángel. —Al haber sido llamada de esa manera, Mira sonrió y corrió a la orilla para despedirlo mientras lo veía volar entre el mar de nubes.
Hawks comenzó su vuelo y descendió sobre lo que parecían simples nubes, pero al entrar en contacto, se percató de que en realidad era una especie de mar blanco. Sin embargo, al sumergirse, se llevó una sorpresa al descubrir que las "Nubes" eran en realidad agua que lo obligó a salir de nuevo, dejándolo confundido por la extraña experiencia.
—¿Agua? Será vapor concentrado que da la sensación de...
El agua se agitó con furia mientras una inmensa masa oscura se alzaba desde las profundidades, formando montañas de espuma que se estrellaban contra el cielo del cual salió una enorme aleta dorsal que cortaba el agua como una hoja afilada mientras su cuerpo masivo se erguía sobre las olas proyectando una sombra intimidante hacia Hawks que observaba atónito la magnitud de la bestia marina.
—¿Tiburón? Aquí?! —Asombrado por la presencia de un bizarro tiburón en el cielo, extendió sus alas y se elevó rápidamente para evitar el peligro. Observó cómo la criatura intentaba devorarlo de un solo bocado, pero antes de que pudiera lograrlo, una poderosa onda de aire atravesó al depredador, separando su cabeza del resto de su cuerpo que, tras el corte, explotó como un globo.
El rostro del héroe no mostraba expresión alguna, mientras sus movimientos parecían detenerse brevemente aun procesando la extraña situación. Volteó a ver a la joven ángel, que sostenía una espada apoyada en su hombro quien no paraba de agitar su mano y saltar en la orilla efusivamente.
—¡BUEN VIAAAJE!
—¡¿CINCO MINUTOS?! —Gritó haciendo alusión a su referencia de no sobrevivir el corto periodo de tiempo.
—¡AUN NO COMIENZA TU TIEMPO! ¡NO HAS BAJADO AL MAR AZUL! ¡ERES PEOR DE LO QUE PENSABA!
—¡NECESITARÉ UN GUIA! —Gritó alarmado al ver como apenas salio casi era devorado por una extraña bestia, pero la chica se levantó de hombros, haciendose la sorda.
—Está bien, puedo dar una vuelta perimetral para ver a lo que me enfrento y si no me siento preparado, regresar. —Se dijo a si mismo, continuando con la ruta hasta el final de la nube donde pudo ver de bajo el basto mar azul.
El héroe bajó a una altura considerable, buscando desesperadamente alguna señal de vida en los alrededores: Islas, barcos, cualquier indicio de civilización, pero sus esfuerzos fueron en vano. Siguiendo las advertencias de la gorgona, decidió regresar para no perderse, pero al volver la enorme nube blanca ya no estaba a la vista.
Desorientado, volteó a su alrededor buscando el suroeste, tomando como referencia la posición del sol, y continuó avanzando en línea recta. Mientras tanto, en la superficie del mar, comenzaron a formarse espejos de los cuales salieron disparadas potentes columnas de agua que se dirigían hacia las nubes.
A pesar de sus intentos por esquivarlas, el viento de las columnas era devastador, por lo que necesitó de toda su energía y fuerza para poder alejarse de ellas, donde después de minutos de constante lucha, y habiendo perdido algunas de sus plumas prostéticas, lo que le hizo perder un poco el equilibrio debido al desbalance de peso, vislumbró una densa mancha verde en la distancia, la cual asoció con una isla a la que decidió dirigirse para investigar. Sin embargo, el cansancio lo invadía y terminó por desfallecer bajo la sombra de un árbol de copa alta.
La suave brisa y la temperatura tropical arrullaron al héroe, quien cayó dormido al instante al posar su cuerpo en una hoja gigante que parecía capaz de soportar su peso. Sin embargo, fue despertado de golpe por un gruñido aterrador y completamente distinto a todo lo que había escuchado durante su vida.
Hawks se levantó y se movió entre el follaje, abriendo las hojas para descubrir un mundo prehistórico. Ante sus ojos se desplegaba un paisaje donde un par de Allosaurios cazaban a una manada de Parasaurolophus que corrían en grupo, haciendo temblar todo a su alrededor.
—¡¿PERO QUE?!
—¡Esos dos me mintieron! ¡Fue un viaje temporal!
El árbol en el que se encontraba se sacudió salvajemente debido al choque de dos Triceratops que luchaban entre sí, ocasionando cayera al descubierto ante los Allosaurios que lo vieron como una presa fácil. Por lo que desplegó sus alas, elevándose justo a tiempo, evitando el peligro... o eso parecía, ya que el cielo no ofrecía un refugio seguro, debido a que estaba plagado de pterodáctilos que lo perseguían sin descanso.
Con el agotamiento acumulado y el hambre que comenzaba a hacerse presente y desconfiando de las frutas prehistóricas, Hawks decidió abandonar el territorio, poniendo fin a su extenuante jornada y buscar su regreso a Birka donde pudiera recuperarse.
El héroe alzó el vuelo, sorteando las corrientes de aire salvajes en las cuales apenas podía mantener el rumbo. La dirección del sol, su único punto de referencia, había cambiado considerablemente debido al paso del tiempo, lo que le hizo dudar de la ruta a seguir.
Con el ala perforada y las heridas comenzando a debilitarlo, tomó una decisión difícil: Abandonar la dirección original y buscar refugio, donde pudiera descansar y recuperar fuerzas.
Con el cuerpo agotado y al borde de la deshidratación, experimentó alucinaciones. Su mente se volvió confusa y la línea entre la realidad y la imaginación se desvaneció. En medio del vasto océano, avistó un extraño y enorme foso con champiñones gigantes emergiendo de él. A pesar de su naturaleza surrealista, la visión era tan vívida que no pudo distinguir si era real o producto de su fatiga.
Una espina penetró su ala, desestabilizando su vuelo y haciéndolo precipitarse hacia el mar. A pesar de sus esfuerzos por mantenerse en el aire, perdió la conciencia en plena caida, dirigiendose en picada hacia las turbulentas aguas del océano, con la oscuridad envolviéndolo mientras perdía la conciencia.
Los ojos del héroe se entreabrieron lentamente, revelando un paisaje de colores vibrantes y siluetas borrosas a su alrededor. El aire estaba impregnado de fragancias húmedas y florales, mientras percibía claramente el aroma fresco de las hierbas. Voces suaves y murmullos llenaban el aire, preocupadas por su bienestar.
Con la visión cada vez más clara, se dio cuenta de que estaba rodeado de seres de aspecto peculiar: Tenían cuerpos redondeados, cabezas grandes y narices puntiagudas, además de colas esponjosas que ondeaban a tras ellos. Estos seres se acercaron para atender sus heridas, ofreciéndole alimento y bebida mientras se preocupaban por su estado.
Aunque se sentía confundido, aceptó la ayuda tratando de levantarse, más fue detenido por una de las enfermeras de aspecto delicado y cabezota.
—No... descansa, necesitas recobrar energía. —Pidió la enfermera.
—¿Dónde estoy?
—Amanita... El reino champiñón
—¿Qué sucedió?
—Te derribamos por cruzar el perímetro sin permiso —intervinieron tres guardias con apariencia de abejas, que se acercaron al grupo.
—Ya veo... Lamento mi intrusión, estoy perdido —Se disculpó con sinceridad, volviendo su mirada hacia todos los presentes. —Gracias por su atención y cuidado.
—Es bastante amable despues de que lo derribamos... Que agradable sujeto.
—Sí, es cierto. Y sus alas son muy interesantes... ¿Qué haces tan lejos del territorio de Zadkiel? ¿Eres un desterrado?
Hawks negó con la cabeza.
—No, en realidad soy un mestizo que fue traído por error y ahora busco regresar a mi hogar... Pero no sé si sea posible.
—¿Por qué no sería posible?
—Creo que no es una distancia kilométrica lo que me separa de mi hogar...
—¿?
—Parece que la falta de oxígeno le dañó el cerebro.
—No fue eso... —Se sentó, sintiéndose mareado.
—Mi hogar no existe...
—Pobrecillo. —Se escuchaban los murmuros de los presentes.
—¿Como se llama?
—Japón
—¿Japón? —Inclinaron la cabeza desconociendo el nombre.
—Y dijiste que eres mestizo... —Preguntó la enfermera, revisando las pupilas del héroe.
—¡Bittini! ¡Ve por el rey! —Ordenó uno de los guardias a un pequeño niño que montó apenas recibió la orden, un escarabajo gigante, doblándole incluso la altura de héroe.
Los alrededores, envueltos en un resplandor iridiscente, dejaban a Hawks completamente hechizado. Las casitas, con sus cúpulas esféricas, parecían nacer del suelo como si fueran champiñones, todas entrelazadas por senderos de hojas y enredaderas que brillaban con luz propia. Cada rincón estaba adornado con estanques de agua cristalina donde se reflejaban destellos de luz, y fuentes que esparcían su agua en danzas hipnóticas. Las flores, en una variedad deslumbrante de colores, completaban la escena, como si todo estuviera impregnado de la esencia irreal.
—¿Dónde estamos?
—Nuestro hogar milenario... El interior del árbol Adam.
—Dentro del árbol... Es incluso más grande por dentro.
Los presentes comenzaron a reír a carcajadas sin dar explicaciones, más el héroe no comprendía la razón.
—Si... Algo así.
Un efecto caleidoscópico cambió los colores del entorno convirtiéndolos en hermosos tonos pastel, reminiscentes de un arcoíris, provocado por las translúcidas y coloridas alas de una mariposa, que descendió con gracia y belleza, llevando sobre su cuerpo a un anciano.
Los habitantes que rodean al joven de complexión delgada, se arrodillan ante la presencia del anciano que sobresalía en altura sobre todos los demás, siendo el doble de grande que ellos.
Hawks, que aún estaba sentado, inclinó la cabeza en un gesto de respeto ante la presencia del líder.
—Con ustedes... El rey Odder el grande. —Proclamó el niño, postrándose sobre una rodilla al igual que los demás.
—Otro rey... los países aquí se constituyen por monarquías...
—No hay necesaria tanta formalidad. —Pidió bajando de su mariposa que usó una de sus alas como resbaladera.
—Me comentaron que desea regresar a su hogar, pero le es imposible... ¿A qué se debe?
—No pertenezco a este tiempo.
—¿Otro? —Preguntó uno de sus guardias con brazos cruzados.
—Otro... —Concluyó el rey
—¿Otro? —Cuestionó confundido el forastero.
—Parece que los tours temporales se estan haciendo tendencia. Yorororori
—¿No soy el único?
—¿Tendrás el nombre de tu isla, país o en que mar solías habitar?
—Mi país... Japón en el Oceano Pacifico.
—...
Un silencio abundó en el centro de Adán, tras su respuesta.
—Oh setas... No muchacho. —Trató de recuperar el aire despues de casi ahogarse por la confusión. —Japón está por allá. —Apuntó a una dirección. —O allá. —Apuntó a otra —...No se.
—Mmmm... ¡Siegel!
—¡Si su majestad!
—Ve por un Log Pose... Joven... acompáñeme. —Ordenó, dando pequeños pasos que lo guiaron por un camino formado por grandes hojas verdes, llevándolos hasta una formación gigantesca de hongos amanitas, en la cual entraron.
—¿Por qué pensaste que estabas en otro tiempo?
—Bueno... Casi me devoran unos dinosaurios...
—Oh, encontraste una de las tres islas olvidadas por el tiempo... Que desafortunado.
—Vaya que sí... bajé a descansar y solo terminé más hambriento y exhausto.
—Yorororoi
—Así que ... Otro de japón... ¿Te perdiste del grupo?
—No... vengo solo
—¿Cómo fue que llegaste acá?
—Me transportaron al reino de Birka por error... No quiero sonar mal agradecido, se que fue por buenas intenciones... Pero tengo pendientes en mi hogar.
—Debió ser Nataniel, líder de la guardia real. —Rascó su barba, mirándole de reojo. —¿Y Te dejó que regresaras solo?
—Así es.
—Yorororoi, te condenó a muerte muchacho... Dime... —Su paso se detuvo en seco. —¿En realidad no eres un mestizo como le hiciste creer a mi pueblo?
Hawks recordó la historia que Mira había contado sobre cómo los humanos eran responsables de la extinción de otras especies, y cómo el reino se había desarrollado un profundo desprecio una vez que se enteraron de ello. Por lo tanto, trató de llevar su mentira aún más lejos.
—Si lo soy.
—A bueno —Continuo su paso con una sonrisa mientras silbaba.
—¡¿EN SERIO ME CREYÓ?!
—Entonces... ¿Me pueden ayudar?
—No sé si debería... Sus motivos debió tener para dejarte a tu suerte... Talvez solo te puso a prueba muchacho.
El suave silbido del viento acarició las hojas de una mimosa púdica, que se cerraron en fila permitiéndoles entrar en una sala que exhibía un mapa en su área interior. Keigo observó el salón de navegación asombrado, descubriendo dos regiones compuestas por varias islas en un area donde en sus mapas del mundo solían mostrar solo agua; mientras que donde normalmente se encontrarían los continentes, se veían manchas amorfas vagamente similares, dibujadas como de memoria por un adolescente.
Hawks rápidamente comprendió lo que sucedía. Ambas áreas, trazadas meticulosamente y con gran complejidad, se encontraban en las únicas dos zonas inexploradas por los humanos debido a sus registros de desapariciones de barcos y vuelos, algo que había confirmado en Birka. Mientras tanto, lo que él conocía como su mundo con sus siete continentes, estaba vagamente representado debido al desconocimiento de la tribu.
Keigo buscó entre las manchas, donde creía serían rusia y Australia para tomar un aproximado para distinguir la ubicación de Japón.
—Rey Odder...
—¡ODDER SAMA PARA TI! —Reprendió un guardia.
—Odder sama... —Corrigió jovialmente. —¿Tiene alguna herramienta con la que pueda trazar?
—Oh, por supuesto. —Tomó un trozo de carbón de un cajón, cual le hizo entrega.
El héroe extendió sus alas y comenzó a trazar por el mapa, empezando por Japón y dibujando de memoria el resto del mapa, dejándolo un poco incompleto.
—Aún hay más extensión de tierra, pero es lo que recuerdo. —Orgulloso, el héroe se limpió el sudor de la frente y se embarró de carbón el rostro.
—Oh setas... Ni siquiera nos acercamos.
—Entiendo que no es seguro para ustedes aventurarse afuera. Pero puedo ofrecer algo de conocimiento sobre el exterior como una forma de agradecimiento hacia su gente.
—Y es muy bien recibido.
—Odder sama... El log pose.
—Acércate muchacho... Te diré como desplazarte en este territorio.
Odder explicó cómo los magnetismos de las islas movían las agujas de las brújulas hacia su dirección y a su vez, detalló cómo el movimiento de estas agujas indicaba el peligro que representaba cada territorio. Poniendo como ejemplo, una brújula que no dejaba de moverse señalaba el territorio de Onis, mientras que la más tranquila apuntaba hacia la zona jurásica y finalmente, la brújula que apuntaba hacia el cielo representaba su antiguo objetivo, que utilizó como referencia para saber la dirección hacia la cual debía dirigirse.
—Lo siento, pero no puedo permitirte que algo de Amanita sea portado por alguien de Japón... Permitir que uno de los log pose o eternal pose guíe a los humanos por nuestros reinos puede ser muy peligroso y desencadenar una confrontación.
—Así que, chico... Te dejo que elijas tu ruta —Dijo señalando el mapa. —Tú vienes de acá. Estabas adentrándote en terrenos peligrosos; debes salir de ellos. No puedo hacerte entrega de esta herramienta, pero te puedo explicar esto... Come, descansa y parte cuando estés listo.
—¿Como sabre que estoy cerca?
—Vuela bajo... Deja que tu sombra se proyecte en el mar. Si tratan de deborarte... Créeme, estás cerca de tu hogar.
—¿Que exactamente tratará de comerme?
—¡Yoororororoi! Vaya, si te digo eso le quitaría lo interesante.
—Mira dijo que no volara cerca de la superficie... Debió ser por esto... pero si es la manera de salir de aquí, no tendré otra opción.
Despues de tomar provisiones y prepararse para emprender el viaje; salió del gran árbol de Adán, percatándose que una vez fuera, su cuerpo aumentó de tamaño, entendiendo por qué las plantas, como los animales eran de tamaños colosales. Durante su estadía había sido víctima de un quirk manipulador de tamaños.
Se sorprendió al ver que todos los que le ayudaron no pasaban de los 25 cm de estatura, siendo el rey el único que medía 40 cm de altura, entendiendo por qué le llamaban "El Grande". Por lo que no pudo evitarlo y dejó salir una risilla que enfureció a un par de guardias, quienes salieron disparados cual proyectiles en búsqueda de dañarlo, más sus instintos le ayudaron para esquivarlos a ultimo momento, por lo que sus cuerpos chocaron contra una de las pierdas en el borde del foso en medio del mar, cuales destruyeron con un simple impacto.
—¡ESAS PULGAS SON FUERTES! —Su pensamiento intrusivo, se expresó en voz alta, retirándose antes de que continuaran con sus ataques.
Con su batería recargada, provisiones y una idea de como era el terreno, descansó en una isla del cielo cercana, tomándolo como Checkpoint, para poder continuar con su camino.
El camino continuaba en ZigZag para así buscar donde aterrizar... Sus alas incompletas no le permitían volar largas distancias, por lo que debía tocar tierra apenas la veía... Sin embargo, esta misma discapacidad le metía en mas líos, que deseaba seguir en linea recta.
Entre sus múltiples paradas de alto riesgo, destacaba la isla de los Onis, donde estuvieron a punto de matarlo antes de siquiera acercarse a la isla... Otra que le dejó marcado, fue la Isla gobernada por rayos, y aunque no necesitaba urgentemente descansar, la tempestad lo obligó a subir hasta la nube tormentosa, donde vió gigantes bailando, que eran quienes provocaban los rayos abajo. Sus miradas se cruzaron, pero Hawks desconociendo su naturaleza e intimidado por sus tamaños, simplemente voló en reversa y desapareció entre las nubes.
—Definitivamente el grupo de Luffy son los visitantes que mencionó... Los chicos de primero A perdidos una semana en altamar y el barco pirata. Ahora todo hace sentido... No me vendría mal un poco de ayuda del capitán. —Lamentó arrepentido, volando a un metro de la superficie del agua, viendo su reflejo que poco a poco se fue distorsionando debido a una aleta dorsal que comenzó a brotar de ella.
Hawks se inquietó, esperando que el aviso de Odder signifique algo más. Tomó distancia, voló más alto para prestar más atención, descubriendo así una enorme silueta de tres metros.
La parte inferior de la criatura mostraba una cola de tiburón con la aleta superior más larga de lo normal, marcada por una gran cantidad de cicatrices. Su torso, sin embargo, era femenino, esculpido y decorado con tatuajes imitando el color verde cerceta de su cola, creando un marcado contraste con su cabello rosa pálido en forma de martillo.
—Una sirena tiburón... —Pensó preocupado deseando solicitar ayuda, mas el hecho que fuera parte tiburón le incomodaba de sobremanera.
Antes de que llegara a una respuesta. La figura de la dama tiburón martillo, giró sobre su eje, para ver al individuo que le llamó la atención e hizo asomarse a la superficie.
La mujer esbozó una sonrisa juguetona y empezó a jugar con el agua, dibujando ondas en la superficie. Sin embargo, al ver de sus abundantes hileras de dientes solo sirvió para estremecer al héroe.
Al no recibir una respuesta positiva del rubio, la mujer se sumergió en el mar mientras giraba en espirales, desapareciendo en la oscuridad del océano. Dejandolo un poco más tranquilo.
Tras él, emergió un gran pez del agua, por lo que alerta, tomó una de sus plumas largas y afiladas para defenderse, pero solo se encontró con la sirena que había saltado sobre él para verle mejor. La mirada de ojos amarillos de ambos se cruzó durante unos segundos que parecían minutos... Los de él eran claros, mientras la esclerótica de la sirena era negra al igual que sus labios, haciéndola ver más feroz.
A pesar de que el héroe estaba preparado para defenderse, la sirena no intentó ningún ataque. Solo continuó nadando en la misma dirección sobre su espalda, justo a la misma velocidad, permitiendo que el reflejo del héroe se proyectara sobre su persona, haciéndola ver como si tuviera alas rojas.
—¿Me veo angelical? —Preguntó volteando con el héroe y sonriéndole cual cómplice. —¿O me sigo viendo intimidante?
—Lo siento. —Dijo apenado, colocando su pluma en su sitio, aun temiendo fuera una trampa. —Todo por este rumbo no ha parado de atacarme.
—Te ves desecho... —Lamentó la sirena; más, antes que el rubio pudiera responder ella interrumpió. —¡Presa fácil! —Sonrió divertidamente, mostrando las hileras de dientes afilados accidentalmente.
—Creo que tienes razón... Jajaja —Río nervioso
—No lejos de aquí hay un area de descanso... Creo que lo necesitas.
—Muchas gracias en serio... Pero estoy bien... Solo deseo llegar a mi destino, no falta mucho.
—Creo que sigo intimidando... —respondió avergonzada. —No me sorprende si todo aquí te quiere comer.
—O matar por gusto. —Agregó el rubio.
—jajaja de seguro te cruzaste con los Onis. Si... Ellos se llevan pesado... Pero la posibilidad de que te dejen gravemente herido, solo es un ocho por ciento.
—Vaya... con lo agresivos que eran no creí que solo el ocho.
—Es que el otro noventa y dos, es que te asesinen, ¡Sha-sha-sha!
Keigo dejó salir unas gotas de sudor manteniendose conflictuado por su sentido del humor.
—¿Y los gigantes?
—Ellos si se miden más, solo lo juegan hasta dejarte inconsciente... depende de tu cuerpo si resistes o visitas a tus ancestros permanentemente.
Guardó silencio al percatarse de que la mayoría de las razas era un potencial peligro, dudando así incluso de la sirena frente a él.
—Oye tranquilo... No pienso comerte... Ya comí. —Dijo deteniéndose y dejando expuesto su torso saliendo del agua, mientras el mantenía su distancia.
—Estas perdido... necesitas de un guía... ¿Y que mejor que un desterrado para eso?
—¿Tambien te desterraron? ¿Eres un mestizo?
—¿Mestizo? No, no... Las especies tiburón somos genéticamente grandes... No tan grande como las sirenas del otro lado del hemisferio... Pero si para una promedio.
—Oh... No me refería a eso.
—¿Por que te desterrarían por ser un mestizo? A menos que... ¿Mestizo de humano?! ¡¿ERES MESTIZO DE HUMANO?! ¡¿DEL EXTERIOR?! —La sirena mostró su entusiasmo, exhibiendo su dentadura completa, dejando al héroe serio e intranquilo.
—¡Debes contarme todo!
—Te cuento si prometes no comerme.
—De acuerdo... ¡Pero a todos!
—¿Todos?
—Si... No puedes sobrevivir en estas aguas solo... Me sorprende que duraras tanto...
—No me conoces. —Quejó ofendido.
—Cariño... Si quisiera, te pude haber decapitado en cuatro diferentes momentos. —Burló nadando usando sus manos para acercarse. —Los desterrados debemos apoyarnos. —Extendió su mano esperando fuera aceptada su invitación.
—Vamos, no juzgues por mi apariencia.
—Los destierran por alguna razón. —Recordó intranquilo las palabras de Odder.
—¿Por qué te desterraron?
Ella continuó con la mano extendida manteniendo su sonrisa.
—Depredación.
Su respuesta, provocó que Hawks no respondiera a su gesto, dejándole con la mano en espera de la suya.
—Me comí a mi expareja... —Dijo afilando la mirada, sus ojos amarillos brillaban peligrosamente por el contraste de su esclerótica oscura.
—Soy divorciada... Mi nueva pareja asesinó a mis hijos para comenzar una nueva descendencia conmigo... Llamé a las autoridades para que se hicieran cargo, pero no pude controlarme antes de que llegaran... La adrenalina desencadenada por mi ira se apoderó de mi cuerpo.
La sirena bajó su mano, entendiendo que no le acompañaría, y cambió su gesto por uno de tristeza.
—Todos los dias juego mi vida en este lugar. —Dijo nadando en otra dirección, exhibiendo las cicatrices en su cuerpo y ausencia de algunas aletas pectorales. —Pero no me arrepiento de haberlo cobrado por mi cuenta... No podría vivir tranquila en la incertidumbre de si seguia vivo o muerto fuera de Otohime.
Hawks intrigado y cauteloso, la siguió tomando su distancia. —¿Los demás tambien fueron exiliados por depredación?
—No... ¡Hay de todo! Un popurrí de degenerados... Te van a encantar.
—No lo creo...
—¡En serio! Hay una ninfómana hermosa... Quiere acostarse con todas las especies... estará feliz de darte la bienvenida, mestizo de humano~.
—Gracias por la invitación, pero creo que paso. —Agitó las manos, más su acompañante ya habia desaparecido.
—¿A donde...?
La sirena capturó sus pies y lo sumergió. La velocidad de Keigo disminuyó debido a la densidad del agua que limitaba sus movimientos. Intentó tomar sus plumas para defenderse, pero la criatura tenía la ventaja en su entorno acuático.
Sin embargo, no tenía intenciones de dañarlo, pues sopló una burbuja de resina sobre su cabeza, permitiéndole respirar bajo el agua.
—Vamos mestizo... No podrás salir sin ayuda.
La enorme tiburón lo tomó por los hombros y nadó a gran velocidad cerca de la superficie cambiando de dirección y llevándolo hasta una formación rocosa de colores pasteles, adornada con corales.
Ella tomó su mano y lo sumergió, provocando que la presión del agua hundiera el estómago del humano, casi dañando sus órganos. Avergonzada, la sirena se dio cuenta de su malestar y sacó un coral de entre sus pechos con el que creó una burbuja alrededor de él, permitiéndole ahora sí, ver y disfrutar de un paisaje fantástico que lo dejó extasiado por la inmensidad del mundo submarino que se le abría ante los ojos.
El agua se volvía cada vez más clara y cristalina a medida que descendían, permitiéndole ver peces de todos los colores y tamaños nadando junto colonias de tritones entre las algas y corales. Los rayos de sol penetraban en el agua, creando destellos de luz que lo hacían sentir como si estuviera inmerso en un sueño.
Hawks quedó cautivado por el mundo submarino que se desplegaba ante él, pero eso era solo el comienzo de su asombro. La sirena manipuló el agua con sus manos como si fuera una extensión de sí misma, creando un pilar acuático que se extendió hasta fuera del agua, en el cual se transladó hasta llegar a una serie de islas de formas caprichosas y pastizales exuberantes en su cima.
Sobre la serie de islas flotantes, diversas razas convivían en armonía, cada una marcada por cicatrices que contaban historias de sus aventuras y batallas por el tempestuoso mar.
—Bienvenido a Peccatum, donde envían a todos aquellos quienes han pecado. —Exhibió girando sobre su burbuja de resina flotante.
—Tenemos revoltosos, asesinos... —Señaló a un tritón y un Oni.
—No es mi culpa que no aguanten un hachazo en la cara. —El Oni respondió ofendido.
—Gatas Rompehogares. —Presentó a una sensual Mink felina. —Este te hace falta. —Susurró la sirena.
—Meeeeeow ~
—Aaaa~busadores de sustancias.
—Vivía en un hongo alucinógeno ¿Qué esperabas? —Quejó el Tontatta rastafari
—Que no te comieras tu casa... —Reclamó el tritón.
—¡Obsesionados con las peleas! —Gritó para que la escuchara el gigante.
—ESTÁ EN MI SANGRE...
—Ladrones incomprendidos. —Se dejó caer dramáticamente con la mano en la frente, sobre los brazos de un ángel anciano.
—Ya les dije que soy cleptómano... No lo puedo evitar.
—Recházaste la ayuda.
—Y caníbales. —Finalizó señalándose a sí misma. —Hamma, mucho gusto, por cierto. —Hawks finalmente aceptó su apretón de manos al ver la diversidad del grupo que, a pesar de llevar el título de criminales, parecían haber superado sus manías al enfocarse en ayudarse a sobrevivir.
—Es un Disneylandia para degenerados...
—¿Y este quien es y que hizo? —Preguntó el Tontatta.
—Bueno, el es mi amigo... ¿Cómo te llamas?
—Keigo...
—¡NI SIQUIERA SABES SU NOMBRE!
—Mi amigo Keigo, es un mestizo ángel con humano —Dijo dramáticamente, con una luz iluminándola, agradeciendo con la mirada al gigante, que le ayudó a cubrir el sol con su cuerpo y manos para dar esa entrada dramática. —Y lo exiliaron por...
—¡¿MESTIZO DE HUMANO?!
La reacción del grupo no hizo más que preocupar a Keigo.
—¡¿VIENES DEL EXTERIOR?! —Todos se acercaron con interés.
Los dos dedos del gigante lo tomaron de la chaqueta dañada y lo sentaron en una comoda sillita, mientras el Oni usó el calor de su cuerpo y aspereza de sus manos para frotarlas y crear fuego en una improvisada fogata.
Hawks permanecía perdido sentado en su silla donde solo le eran lanzadas mantas a la cara, mientras cargaban comida y bebida... Para cuando descubrió su rostro retirando la tela; encontró a todos los exiliados sentados cual adolescentes en una pijamada, balanceando sus pies, patas y colas como traviesas niñitas chismosas, mientras el gigante jugaba girando las largas trenzas en su barba.
Sorprendido y confundido por la escena, Hawks expresó su sentir.
—Pensé que me terminarían amenazando a muerte como Nataniel... —Dijo quitándose un gorrito de pijama que le pusieron.
—Nataniel a veces puede ser un sobreprotector hijo de puta. —Quejó el ángel cleptómano. —No es mal sujeto, pero toma decisiones drásticas por el bienestar de Birka.
—¿Es cierto que se reproducen entre primos? —Preguntó el tritón al héroe.
—¡Como tu familia Eliott! —Señalaron al ángel
—¡AAAAHHH, ¡QUE SOMOS LEJANOS MALDITASEA! ¡¿CUANTOS AÑOS MAS ME VAN A MOLESTAR CON ESO?!
—Agradece que solo robaste cosas y no más cromosomas, cleptómana de mierda. —Retó el problemático tritón pulpo
—¡Nada mas no te parto el culo en cuatro porque no sé dónde empieza y donde termina!
—¡Acércate anciano decrepito!
—¡SUFICIENTE USTEDES DOS! —Detuvo el gigante, provocando que todos los cuerpos vibraran por su grave voz.
—¡¿Te quieres reproducir conmigo?!
—¡DEJA DE ESTAR DE ARRASTRADA CON TODO LO QUE TENGA BULTO ENTRE LAS PIERNAS!
—Dijeron que solo le falta un humano... —Pensó Keigo preocupado viendo al gigante.
—¿Son ciertos los rumores que cazan gyojines para comer su carne?
—¡Claro que no! ¡Ni sabemos de su existencia!
Todos sin excepción inclinaron la cabeza, desconociendo ese hecho.
—¿Qué quieres decir exactamente con eso?
—Si no saben de nuestra existencia... ¿Que hace un mestizo aquí? —Cuestionó la sirena.
—Debió revelar el mensaje del Poneglyph y desea regresar con los suyos. —Añadió la Mink
—¿Vendrán tambien los demás? —Preguntó el Tonttata.
—¿Que... Que mensaje?
—El que dejaron en los siete mares... —Explicó la Mink tratando de que el llenara los espacios. —Ya sabes... El que comenzará la nueva era.
—Parece que lo desconoce. —Comentó el anciano
—Error mío, me equivoque. —Detuvo el tema Hamma.
—ENTONCES SI NO DESCIFRASTE EL MENSAJE... ¿QUÉ HACES AQUÍ? —Cuestionó el gigante.
—Dos de sus arcángeles fueron a mi tierra y por una confusión me trajeron a su reino.
—¡¿QUE?!
—¡¿INVADIERON TU TIERRA?!
—¡Eso es algo inaudito!
—¿No es común?
—Eso es ilegal... ¡NO! ¡MAS QUE ILEGAL! —El ángel se mostró mas que alterado, debido a que eran de su tierra natal quienes rompieron las reglas sagradas.
—DURANTE MILENIOS SE HIZO UN PACTO ENTRE LOS REINOS DE NO INVOLUCRARSE CON LOS HUMANOS. —Explicó el gigante de manera tranquila.
—Aunque ellos intentan de vez en cuando entrar a nuestro territorio. —Quejó el Oni, presionando sus antebrazos en frustración.
Hawks, atento, escuchó cómo ninguno de los barcos lograba siquiera cruzar los anillos de la calma... Entendiendo perfectamente el por qué, cuando le explicaron con detalle cómo funcionan los límites del Triángulo del Dragón.
Intrigado por la información, comentó como pareciera que recientemente una expedición había hecho una visita al territorio inexplorado por los humanos. Noticia que sorprendió al grupo de criminales, especialmente porque los humanos habían desarrollado una nave capaz de navegar por los mares, un sistema de navegación que les permitiría entrar y salir y, sobre todo, un equipo capaz de manejar cualquier situación que surgiera durante el viaje.
Después de solicitar más detalles sobre el susodicho equipo, todos permanecieron en silencio al escuchar la descripción detallada: Un barco pirata de madera supuestamente proveniente del pasado y liderado por un joven alegre con sombrero de paja, les hizo relacionar instantáneamente el por qué los reinos habían comenzado a movilizarse y decidieron llevar al "Mestizo" a su territorio por error.
—Ha comenzado. —Susurró el Tontatta
—Roger. —Dijo el gyojin con una sonrisa, moviendo sus tentaculos ansioso.
El gigante se puso de pie, y el ángel voló hacia su hombro. —CREO ES MOMENTO DE REGRESAR... Y TU TAMBIEN, JOVEN HUMANO.
Hawks tragó saliva al escuchar como el gigante se refirió a él como humano y no mestizo, lo que sorprendió al crédulo Tonttata.
—¡¿Humano?!
—RESCATAR A UN MESTIZO PARA DESPUES CONDENARLO A MUERTE AL VAGAR POR EL MAR... SOLO MUESTRA QUE DEBIÓ SER UNA EQUIVOCACIÓN Y TRAJERON A UN HUMANO PURA SANGRE... Y NO LOS CULPO. NATANIEL SOLO FUEDE PERCIBIR TU FORMA... Y SI QUITAMOS EL COLOR DE TUS ALAS, BIEN PODRÍA CONFUNDIRTE CON UN ÁNGEL.
—¡Pero sabe demasiado! —Señaló el anciano ángel.
—Yo opino que lo destripemos. —El Oni sugirió tranquilamente levantando la mano cual niño de preescolar.
—¡Esperen! —Hamma detuvo al grupo. —Olvidan que conoce sobre Sombrero de Paja lo suficiente para poderlo describir de manera mas personal... Eso lo convierte en un aliado ¿No lo creen?
—¿Como es que conocen a sombrero de paja? —Preguntó Hawks —¿Es un personaje importante?
La pregunta del héroe detuvo la discusión sobre su destino, e hizo que todos sin excepción estallaran en risa.
—JAJAJAJAJAJA
—Solo es el hombre que cambió al mundo. —Dijo el Oni con un dedo en alto en señal de respeto.
—Literalmente. —La sirena tiburón respondió dejando caer su cabeza a un costado.
—Respetan a un humano...
—¿Qué fue lo que hizo?
—¿Por qué no se lo preguntas cuando lo veas? —Sugirió la sirena. —¿Qué les parece chicos? Ayudémosle a cruzar el anillo de la calma.
Tras la pregunta de Hamma, los desterrados estallaron en bulla.
Hawks fue guiado por un grupo de 7 gyojines que lo protegieron de los depredadores y evitaron zonas de riesgo. Finalmente, se detuvieron en seco, emergiendo de la superficie del agua.
—Estamos aquí... Vuela en dirección recta a una gran altura... Reconocerás que vas por buen camino por el aire y las corrientes —indicó uno de los gyojines.
—Véalo por ti mismo —añadió otro.
Hawks alzó el vuelo, y observó que había una marcada diferencia en las corrientes. Donde estaban los gyojines, el agua tenía movimiento, pero el camino adelante parecía un perfecto espejo de agua. Demostrando que no había corriente de agua ni aire.
—¡Sigue adelante y cuando veas movimiento en el agua, es que estas fuera de peligro! ¡Pero vuela lo suficientemente alto para que tu sombra no se proyecte o llamaras la atención de los Reyes Marinos! —Advirtió su guia.
El aire se volvió frío y gélido, indicando la proximidad de la estación en su país de origen. Intrigado, Hawks observó la superficie del agua, que permanecía inmóvil como un espejo gigante. De repente, vio sombras colosales casi kilométricas que nadaban por las tranquilas aguas. Las sombras se movían libremente, provocando ondas en el agua a su paso.
Keigo sintió una mezcla de sorpresa y miedo ante la majestuosidad y magnitud de las criaturas. Sus ojos se abrieron completamente al reconocer la razón detrás de la advertencia de los gyojines sobre nadar cerca de la superficie y el motivo de que nadie pudiera pasar el primer obstáculo: los reyes marinos. Admirando pero exhausto, continuó su camino intentando no perturbarlos, aunque sentía una intensa curiosidad por verlos de cerca.
Hawks, desconcertado por el tiempo transcurrido y su teléfono inservible debido al agua salada, observó el cielo estrellado que parecía un patrón monótono. Sin embargo, una ligera brisa helada en contra de su vuelo lo llevó a prestarle más atención, notando que las nubes se movían con rapidez, lo que indicaba que estaba cerca de su destino y, con suerte, fuera de peligro.
No tardó en toparse con embarcaciones iluminadas, yates y barcos levantaron su ánimo, descendiendo finalmente para volar a nivel del mar y observar el interior de las naves. Su aspecto descuidado, con traje dañado, olor a pescado y completamente desarreglado, no pasó desapercibido para los pasajeros que lo observaron con sorpresa.
—¡ES HAWKS!
—¡HAWKS SAN! ¡¿ESTA BIEN?! ¡TIENE TRES DIAS DESAPARECIDO, ¿DONDE ESTABA?
Con su entorno distorsionado, Hawks pidió agua para rehidratarse y, sin contestar a las miradas de sorpresa, volvió a emprender vuelo.
En un llamativo barco de madera ubicado en tierra firme, los piratas celebraban con los estudiantes el ultimo día oficial de pasantías y el inicio de clases.
—Coman y celebren todo lo que quieran, porque mañana comienza el verdadero entrenamiento. —Gritó Luffy con un tarro en alto y un hueso de Res en el otro.
—¡YOSH! —Gritaron los chicos.
—¡PLUS ULTRA! —Llamaron en respuesta los piratas.
La bulla de la celebración fue interrumpida por el fuerte golpe de una persona que no logró mantenerse en control de su agotado cuerpo, chocando contra el mástil y cayendo en descontrol sobre el césped.
Hawks sintió un fuerte golpe al caer frente al grupo, su cuerpo exhausto apenas podía mantenerse en pie. Cada músculo protestaba con dolor por el esfuerzo sobrehumano al que lo había sometido. El aliento agitado y pesado apenas le permitía respirar mientras yacía allí, incapaz de moverse. La fatiga lo envolvía como una pesada manta, haciéndolo sentir como si estuviera sumergido en un mar de agotamiento del que no podía escapar.
—¡HA-HAWKS! —Exclamaron los estudiantes abalanzándose sobre el héroe, para ver que le sucedía.
—¡Abran paso! —El reno tomó cargo de la situación.
—Te ves terrible. —Señaló Sanji con desdén
—Y huele horrible... O espera... ¡YO NO TENGO NARÍZ! ¡SKULL JOKE!
—¿Qué quieres ahora Hawks? —Gruñó Zoro
—¿No que ya no querias saber nada de nosotros? —Quejó Nami con brazos cruzados.
Keigo escuchó las reacciones de los piratas, pero enfocó su atención a los estudiantes, volteando a su dirección.
—Ahora entiendo porque necesitaron de su ayuda para salir del mar.
—¡¿Que?!
—No puede ser. —Susurró Midoriya entre dientes.
—¿De que estás hablando? —Agregó Iida
—Accidentalmente terminé a Birka. —Respondió tomando asiento en el cesped con sus energias restantes, mientras presionaba su cabeza.
—¡EEEEEEEEEEEEEHHHHHHHH! —Gritaron héroes y piratas, haciendo temblar al Sunny por la resonancia.
—¿Lo rajo? —Preguntó Zoro al capitán en el fondo desenfundando su katana, mientras continuaba el escándalo.
Sundancer aquí:
Este es el ultimo capitulo hasta ahora en ambas plaformas que lo publico. Reanudaré el 20 de Mayo n.n
Gracias a todos por su paciencia, regreso en un mes. Cualquier cosa, me pueden encontrar por Mensaje Privado
