Hola a todos! Lo sé, he tardado pero por razones artísticas. Pueden ver esas razones en los últimos dos fics que he publicado, Medias y Bella tortura, no podía concentrarme sin primero escribir estas. Pero ya regresando a la historia… COMENZAMOS!
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Capítulo 12.
La subasta.
…
Félix se daba cuenta que Luka no era lo que parecía a primera vista. Lo supo cuando, en menos de lo esperado, él averiguó el punto donde iba a hacerse la subasta y consiguió las "invitaciones". Se había relajado demasiado con él, ahora, lo tendría en la mira.
—Usen estas máscaras todo el tiempo —les dijo el trovador en un callejón mientras se ponían las capuchas—. Esas son sus invitaciones. Así que no se las quiten.
Cada máscara era distinta, pero tenían un patrón de líneas doradas que las hacían lucir elegantes. La máscara de Félix era completamente negra, la de Bridgette rosa, Claude tenía una azul, Nathaniel una blanca y Luka una verde azulado.
—Las identidades deben respetarse, si alguien pregunta su nombre o intenta quitarles las máscaras llamen a los guardias, ellos se encargarán.
—Estás muy bien informado, amigo —dijo Claude sintiendo la misma desconfianza que su amigo por el trovador. Luka subió los hombros.
—Tengo mis contactos.
«Supongo que tan peligrosos como tú»
Pensó Félix observando a las figuras que avanzaron por la calle. Las luces en las farolas habían sido apagadas, facilitando así a que no fueran vistos. Pero gracias a la luz de la luna podía verse bajo las capas ropas elegantes y joyas, lo que daba a entender que cada persona pertenecía a una familia de alcurnia. Ellos no fueron la excepción.
—Cualquiera puede ser conocido nuestro —dijo Claude observando desde el callejón a quienes pasaban—. En alguna fiesta o evento. ¿Te lo puedes imaginar?
—Nunca he confiado en la gente, Claude. Ya deberías saberlo.
—Sí, lo sé. Me alegra estar en tu lista de privilegiados —Félix exhaló bajo la máscara una risa.
—¿Allan estará listo?
—Nada más espera la señal y ¡toma! Los guardias arrestarán a todos los que asistan.
Félix asintió complacido al escuchar ello. Allan era alguien en quien podía confiar en las peores situaciones y lo mejor de todo era que Allan, era un poderoso mago. Por ello era representante de los magos del reino, y se había ganado su lugar a pesar de que los más viejos intentasen hacerlo menos.
Miró a Bridgette de reojo, su larga capa cubría su vestido y susurraba algo al otro dragón que sólo escuchaba y asentía. No le gustaba verlos tan juntos.
—¿De qué hablan? —preguntó Félix sin mucha delicadeza.
—Oh, solamente le decía a Nathaniel el trabajo que me costó arreglar el vestido que tengo para que no se viera tan anticuado —dijo abriendo su capa y mostrando el precioso vestido rojo de corte sirena con pliegues al final que se pegaba a su figura—. Aunque fue una lástima que tuviese que quitarle tantas capas, pero las polillas siempre han sido una lata —Bridgette tenía una figura envidiable, y por supuesto, Luka no le quitaba la mirada de encima.
—Te ves preciosa —le felicitó el trovador y Claude pareció pensativo.
—¿Puedes hacer uno igualito pero para vestido de novia? Creo que ese estilo le pegaría perfecto a mi futura novia —tras la máscara, Félix les fulminó con la mirada, cosa que Nathaniel notó y le pareció gracioso exhalando una pequeña risa.
—¿De qué te ríes Nath? —preguntó Bridgette.
—Nada, disfruto del espectáculo —escucharon ruido y los dos kwamis se asomaron en la esquina.
—Ya pueden sssalir.
—Anden, muevan esas piernas.
—Bridgette —la joven se volvió a Félix y lo vio ofrecer su mano—. Es hora, vamos —todos miraron curiosos la escena. Bridgette tomó su mano, algo extrañada por el gesto y él le dio un pequeño jalón antes de guiar su brazo para que se enredara con el suyo y ser los primeros en salir.
—Mira, esas mañas no me las sabía —musitó Claude sorprendido y deseoso de decirle a Allan.
Caminaron guardando su distancia, Luka se puso a la cabeza para guiarlos y llegaron hasta otro callejón el cual era resguardado por un hombre con una vela.
—Pasen al frente —ordenó el hombre y pasó la vela cerca del rostro de Luka—. Pase —aquello era raro, cuando Bridgette y Félix pasaron al frente, el sujeto hizo lo mismo y les dio el pase. Ya estando adentro se sorprendieron de encontrar un pasillo iluminado en blanco y elegantemente decorado con ornamentos de oro, Bridgette le jaló la manga a Luka.
—Oye, ¿por qué hizo eso? —Luka sonrió detrás de su máscara.
—Cada máscara tiene un código secreto inscrito y sólo es visible con una luz especial. Esa vela, no es una vela normal —más gente comenzó a llegar—. Vamos, que esto está a punto de comenzar.
Llegaron hasta lo que parecía un teatro. Todos eligieron sus lugares dispersos uno de los otros y pronto les proporcionaron las paletas para comenzar la puja.
—Estoy nerviosa —admitió Bridgette a lo bajo.
—No te preocupes. Cuando rescatemos a la chica muchos soldados vendrán y arrestarán a todos los implicados —ella asintió a las palabras de Félix.
Las luces fueron apagadas quedando sólo las luces del escenario encendidas. Un hombre joven vestido con un extravagante traje morado con vivos blancos y dorados y sombrero de copa apareció, y así como ellos tenía una máscara de color dorado.
—Damas y caballeros, bienvenidos sean a una nueva subasta. Hoy tenemos varios especímenes que podrían gustarles. Y cerraremos la noche con algo muy especial.
Todos en el público estaban intrigados y entre ellos, Marinette que estaba al frente con una máscara roja apretó la paleta entre sus dedos.
—¡Comencemos la subasta!
Fueron primero pasando a grupos de personas, esclavos y extranjeros, muchos de ellos se veían en mal estado pero la gente pujaba igualmente por ellos. Pronto, fueron pasando de uno en uno, siendo estos los que mejor estaban físicamente, guerreros en su mayoría. Para evitar sospechas, pujaban al principio y luego lo dejaban a otro. Y con el pasar de los minutos, Félix se ponía cada vez más furioso.
No podía creer que todo eso estuviese pasando bajo las narices de la familia real. Iba a hacer una investigación profunda de ese caso, jurándose encontrar a todos y cada uno de las víctimas y hacer pagar a los responsables.
Claude estaba impacientándose, no había rastro de su amada y sentía que podría partir la paleta en cualquier momento.
—Ahora vamos con la siguiente, esta es algo especial —en ese momento apareció Juliet. La joven fue cegada por la luz del escenario, no se veía mal, sólo algo sucia y su cabello se había soltado—. Este bombocito es una ricura, bonita ¿no es verdad? Y lo mejor, no ha estado con ningún hombre —muchos exclamaron interesados—. ¡Así que den su mejor oferta!
Pronto las paletas se levantaron. La joven se mostró asustada en el escenario, pero las cadenas en sus pies y manos le hacían imposible escapar.
—2 mil, 2,500, 3 mil, ¡5 mil de ese lado! —Claude ofreció sin problema los 5 mil—. ¡Tenemos 10 mil por allá! —el castaño se volvió y vio a un hombre obeso y gordo sentado junto a Nathaniel—. 11 mil, 12, 13, ¡estamos en una pelea!
Bridgette le hizo una seña a Nathaniel y este asintió.
—¡15 mil! —cuando el hombre estuvo a punto de levantar su brazo, Nathaniel se lo rompió y antes de que gritara lo dejó inconsciente—. ¡Vendida por 15 mil! ¡Excelente compra! ¡AAAAGH! —la joven movió ambas manos arriba propinándole un buen golpe en su cara, la máscara ahora lucía abollada—. ¡Maldita!... ¡Llévensela! —ordenó rápido a sus hombres conteniéndose en golpearla y se acomodó la máscara. Félix era el más cercano y pudo notar parte de sus rasgos.
—Podría ser…
—¡Y ahora sin más interrupciones! ¡Pasemos a la penúltima subasta! —esta vez arrastraron una jaula cubierta, y al quitarle la cubierta Bridgette y Nathaniel quedaron fríos—. ¡Tenemos una niña dragón!
La pequeña de piel morena y ojos ambarinos miraba temerosa a la multitud. No tenía cuernos, al menos no aún, pero tenía alas y estaban atadas con fuerza con alambres. Usaba un saco de patatas como vestido y emitió un gruñido.
—Proveniente de una tierra lejana, esta pequeña fue encontrada en el desierto y es capaz de derrotar a diez hombres ella sola. Será una buena mascota o guardiana siempre y cuando la eduquen bien —alguien le pasó un látigo y con este asustó a la niña—. Comencemos con 25 mil.
De repente Félix sintió calor, en serio algo se quemaba a su lado. Y al volverse a Bridgette notó que debajo de su capucha sus cuernos estaban creciendo.
—Bridgette, no. Tienes que calmarte —intentó tranquilizarla pero ella no le hizo caso. Vapor emergió de las laterales de la máscara—. ¿Bridgette?
Un grito a sus espaldas hizo que girara y viera parte del muro y techo arder. Nathaniel se levantó como su nada y al quitarse la máscara su rostro mostraba unas escamas amarillas rodear su rostro y ojos rojos, rugiendo al tiempo que revelaba sus alas y garras. Bridgette también se levantó, la máscara cayó de su rostro y Félix se paralizó al ver que las orillas de su rostro se había cubierto de escamas rojas mientras que sus ojos se volvían por completo azules y emitía un grito feroz.
—¡AAAAH! —Plagg salió disparado de las ropas de Bridgette hacia Félix tras no poder aguantar el calor.
—¡Plagg!
—Chico, ¡retrocede! ¡Esto se va a poner feo! ¡Que alguien traiga un extintor! —rugidos bestiales salieron de ambos y todo el mundo intentó huir, pero las salidas ardieron en segundos y pronto todos estaban atrapados y a merced de la furia de los dos dragones.
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Y… espero que les haya gustado! Gracias a todos por leer. Dejen review, nada de tomatazos, acepto bebidas de temporada y dulces y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!
