No puedes escapar del Dominio Oculto.
Sinopsis: En su familia la apariencia lo es todo, y Yuuji Itadori lucha por seguir sus sueños mientras su hermano, Sukuna, desea controlarlo ferozmente, dejándose consumir lentamente por su verdadera naturaleza abusiva. Atrapado entre la opresión familiar y el deseo de libertad por perseguir sueño, Yuuji se enfrenta a un peligro creciente mientras algunos hombres, cada uno con sus propios deseos e intenciones, compiten por ganarse su afecto, desafiando el dominio de Sukuna. ¿Podrá Yuuji encontrar el coraje para enfrentarse a su hermano y seguir sus propios sueños, o sucumbirá al control abusivo de Sukuna?
NOTA: Comencé este fanfic antes de que se volviera canon que Sukuna es tío de Itadori, o lo que sea, me gusta más la idea de que sean hermanos por eso en este fanfic son hermanos jajajaja
Advertencias, no lo sé, hoy en día cualquier cosa es motivo de quejas, en mis tiempos esto no pasaba tanto, aunque sea ficción y la verdad no me importa, pero dejaré las advertencias previamente para que luego no se quejen. Sé que no todos los lectores de fanfics son así, pero ya he visto casos donde atacan a escritores de fanfics por tonterías.
La historia irá escalando en cuestión de sucesos, empezaré suave y luego se pondrá más pesado. No me gustan las historias cursis jajaja pero sí me gusta el romance y el erotismo, tampoco me gusta la violencia así que no voy a romantizar esto.
Va a tener escenas de abuso físico, mental o emocional. Soy prima de Gege Akutami así que, lo siento Yuuji, vas a sufrir pero voy a darte momentos bellos y un buen final jajaja
Habrá por supuesto parejas de dudosa moral, con respecto a la diferencia de edad. En la realidad estoy en contra de esto, pero aquí nos manejamos con la ficción y si no es capaz de separar esto, tiene problemas con la percepción de la realidad y no es culpa de los escritorios de fanfics, así que evite leer si no le gusta. Es muy simple.
No me gusta la ship de Megumi x Itadori para nada, así que no vas a encontrar esto aquí, solo serán amigos.
Agregaré más advertencias a medida que avance en los capítulos.
Si no te gusta, por favor, no continúes leyendo.
Acepto sugerencias y comentarios que sean respetuosos, ignoraré cualquier comentario cuyo único propósito sea insultar.
¡Espero lo disfrutes! Este mi primer fanfic después de MUCHOO TIEMPO, solía escribir muchos fanfics, algunos sin terminar pero era mi hobbie número uno jajaja estuve mucho tiempo sin tener ships ni anime favorito que me impulsara a shippear o escribir hasta que apareció Jujutsu Kaisen a devolverme la motivación y amor por los fanfics. ¡Gracias!
Capítulo 1
Un día más en la mansión de los Itadori, justamente a la hora de la cena, donde los 4 miembros de la familia se reunían para degustar los platillos preparados por su chef privado.
Cualquiera pensaría que no puede existir tal familia tradicional en la actualidad, pero la hay, las hay, y esta no es la excepción, suelen ser círculos exclusivos de familias, que bajo las apariencias solo era un día más reuniéndose a comer. Pero para el miembro más joven era otra tortura que debía soportar, por su propio bien y por la ignorante paz de sus padres.
Yuuji Itadori, el menor de los cuatro miembros, con una mirada ansiosa, jugueteaba con los cubiertos, tratando de evitar la mirada gélida de su hermano mayor que lo atravesaba como dagas afiladas.
Ese día, Yuuji había faltado a la clase extracurricular de negocios que sus padres le habían pagado como parte de su futura formación para ingresar a una de las universidades más caras y por supuesto, la misma a la que habían asistido sus padres ¿cómo un hijo suyo no iba a ingresar también? Debían prepararlo, estas clases abarcan la gran mayoría de temas asociados a los negocios, desde finanzas, administración de empresas, mercadotecnia, contabilidad, negocios internacionales, entre otros temas bastante avanzados para un estudiante de 15 años que apenas estaba decidiendo qué hacer en el futuro, aunque eran clases exclusivas todo miembro de la familia debía pasar por ellas, y aunque sus padres no se habían enterado de que su hijo menor había faltado a esta clase, su hermano mayor sí lo sabía y estaba muy molesto.
Una tos llamó la atención de todos, Sukuna Ryomen, el hermano mayor
"¿Sabes, mocoso?" comenzó con voz burlona y ese apodo que parecería de cariño pero en estos momentos no lo era, "A veces me pregunto cómo puedes llamarte mi hermano. Tan insignificante... ¿Qué puedes ofrecer a esta familia aparte de tu ridículo interés en los deportes?".
Sukuna dio en el clavo, se dio cuenta que su hermano menor no asistió a la clase porque prefirió ir a una práctica de béisbol.
Yuuji tragó saliva, sintiendo el nudo en su garganta mientras las palabras hirientes de Sukuna lo golpeaban una vez más. "Yo... yo solo quiero seguir mis propios intereses", murmuró en voz baja, con un dejo de culpa, fue Sukuna quien convenció a sus padres de pagar por esta clase y aunque no se arrepentía de no haber ido, también se sentía culpable por no cumplir con las expectativas de sus padres.
Sin embargo, Yuuji sabía que sus padres eran indiferentes, por supuesto que tenían expectativas sobre él, pero no eran tan asfixiantes como su hermano mayor.
Sukuna soltó una risa despectiva. "¿Tus propios intereses? Mientras tú mocoso, pierdes el tiempo, parece que soy yo el que es responsable de llevar el nombre de nuestra familia a nuevas alturas, ¿quieres ser recordado como el fracaso de esta familia?"
Yuuji se sintió herido, es solo un chico de 15 años que simplemente nació en una familia cuya reputación, educación y apariencia es más importante que cualquier otra afición, y debe llevar el peso de continuar con el legado, a costa de renunciar a sus propios intereses y sueños.
El hermano menor echó una mirada a sus padres, suspiró, es lo mismo de siempre.
Sus padres seguían comiendo indiferentes a la tensión entre los hermanos, el padre Jin Itadori no era más que un inútil ante los ojos de su hijo menor simplemente por no llevar las riendas de su propia familia y cederla a su hijo mayor.
Lo que dijera Sukuna, era aprobado.
Su madre Kaori Itadori, siempre estaba inmersa en otros asuntos, siempre demostrando favoritismo hacia su hijo mayor, tampoco lo cuestionaba porque simplemente piensa que los hermanos mayores siempre quieren lo mejor para sus hermanos menores. Así que, si Sukuna dijo que Yuuji debería estudiar Negocios a una edad temprana, entonces así debe ser.
Itadori se sintió aplastado bajo el peso de la humillación, pero se obligó a mantener la compostura frente a su hermano y sus padres. De todas formas, quejarse no iba a cambiar nada, cada día se volvía un fantasma en su propia familia.
La cena continuó en silencio. Con cada bocado Itadori recordaba que no era más que el último escalón en la pirámide familiar, siempre ha sido así, aunque cuando era más pequeño sus padres le brindaban más protección y cariño, a medida que crecía la falta de apoyo se fue haciendo evidente, y en cuanto a su hermano mayor...
Nunca ha sido un hermano mayor para mí. Pensó Yuuji, su hermano siempre lo había mirado con desprecio, a pesar de ser hermanos de sangre, un odio irracional creció entre ellos, sobre todo de Sukuna hacia él. Yuuji no podía decir que lo odiara, solo le lastimaba no tener un hermano normal, si bien los hermanos se pelean también hay algo de amor fraternal, pero en caso de ellos, parece que lo único que tiene Sukuna para él es desprecio, a veces no puede entenderlo.
Después de la cena. Yuuji se fue a su habitación, encendió su portátil para conectarse y jugar con sus amigos.
"Ese idiota se enteró que no asistí a las estúpidas clases de negocio" escupe Itadori con molestia, "Además, ¿cómo lo supo?"
"Tal vez te colocó un chip rastreador" se burla su amiga Nobara, "eso es denunciable, ¿sabes?"
"No tengo ningún chip" respondió, aunque con un poco de duda, su hermano lo desprecia y a veces sí es un poco controlador.
"Concéntrense" dice Megumi, "debemos acabar la partida antes de que regrese mi padre"
"¿Acaso te regaña por jugar tan tarde? Ustedes dos son tan sobreprotegidos" menciona Nobara.
"Las abuelas tienden a ser más consentidas con sus nietas, no te aproveches de eso Kugisaki" le dice Junpei con una risita.
"Mi padre usa la computadora por las noches, es la única que tenemos" menciona Megumi.
"A diferencia de Itadori que tiene como 5 computadoras, niño rico debía ser" sigue molestando Nobara.
"¿Quieres parar con lo de niño rico?" Responde Yuuji con un bufido, "No es mi culpa haber nacido en Cuna de oro"
"¿Querrás decir Jaula de oro?", Nobara se ríe, Megumi solo un poco y Junpei no puede soportar reírse fuerte también, Itadori pretende responder a Nobara, pero en eso la puerta de su cuarto se abre.
"Mocoso, ve a dormir ya" le dice Sukuna.
Yuuji frunce, una vez que Sukuna se retira, dice de mala gana "terminemos pronto la partida".
"¿Lo ves? Una jaula de oro" se burla Nobara.
¿Para qué enemigos si tiene amigos como estos?
¿Por qué debía obedecer a Sukuna? Es solo su hermano mayor, no tendría que obedecer si su padre no le hubiera dado tanta autoridad. Yuuji deseaba algún día armarse de valor y darse su lugar dentro de la familia, pero la presencia dominante de su hermano mayor simplemente lo intimidaba. Cuando era pequeño solía ser diferente, al menos Sukuna se comportaba como un hermano mayor pero si sacaba cuentas, empezó a cambiar cuando Itadori cumplió 11 años, justo entrando en la pubertad, tal vez pensó que ya no era un niño al que tenia cuidar y con el que debía jugar.
Quisiera o no, Yuuji recordaba con nostalgia cuando su hermano mayor lo protegía y le daba todo lo que quería, lo adulaba y le decía que iba a ser el mejor empresario de la ciudad; no, del mundo. Bueno, tal vez por eso Sukuna dejó de elogiarlo y apoyarlo, porque simplemente un día dijo ¡Quiero ser el mejor beisbolista!, en lugar de 'Quiero ser el mejor empresario'. Sí, eso debió ser.
Sukuna se dio cuenta de que no podía moldear a Yuuji, y por eso escupió odio y palabras de menosprecio hacia él en lugar de apoyarlo, no lo apoyaría si decidía tomar un camino diferente al que él quería desde el principio.
Con su cabeza llena de dudas, y las repetitivas frases humillantes de su hermano, Yuuji se quedó dormido profundamente hasta la mañana siguiente.
…
Despertó con gran energía, después de las clases tendrían prácticas de béisbol de la escuela, el día de ayer él solo había ido a practicar con sus amigos al parque ya que las verdaderas prácticas habían sido pausadas durante un mes debido a que el entrenador anterior murió lamentablemente en un accidente, así que el día de hoy conocerán al nuevo entrenador.
Yuuji empacó sus libros, cuadernos, y también su uniforme de béisbol del equipo de la escuela, envió un mensaje a sus amigos recordándoles que no se olvidaran de sus uniformes y bajó al primer piso para desayunar.
Pero. Oh no, otra vez...
La misma dinámica.
"Esta vez no olvides asistir a la clase extracurricular, mocoso" le recuerda Sukuna también desayunando para irse a trabajar. Su padre ya se había ido, y su madre apenas se estaba arreglando.
"Pero... hoy tenemos práctica..."
"Yuuji, obedece a tu hermano" menciona su madre pasando por su lado, revolviendole el cabello como saludo de buenos días.
"Te permitimos practicar béisbol como hobbie, tómate tu futuro un poco en serio" le dice Sukuna molesto, tan típico de él.
"El béisbol es en serio para mi" responde Yuuji, en un tono de voz firme, pero una vez vio la mirada de disgusto de Sukuna, bajó la cabeza "Solo... quiero probar que puedo tener futuro con el béisbol"
"Puf" Sukuna deja escapar una carcajada burlona "Deja de perder el tiempo con tonterías, más te vale ponerte en sintonía mocoso, no hagas perder tiempo y dinero a nuestros padres"
"Yo no... Esa no es mi intención, y no creo que..."
Un golpe fuerte a la mesa y un "¡Cállate!" salió de la boca de Sukuna que dejó a Yuuji pasmado y sin palabras.
"Sobretodo, no me hagas perder mi tiempo y paciencia mocoso" la mirada de Sukuna era intimidante "Asiste a las clases, y eso es todo"
Sukuna se retira, ni siquiera terminó de desayunar.
Yuuji perdió el apetito, también dejó el desayuno, en cuanto a su madre que estaba tomando una taza de café mientras los veía discutir solo negó con la cabeza
"Yuuji, te dije que obedezcas a tu hermano, él sabe lo que es mejor para ti"
Él no sabe nada de mí, mamá. Pensó Yuuji.
No se atrevía, qué falta de valor para defender en lo que cree. Yuuji solo asintió hacia su madre y salió de esa casa.
Una casa tan grande y hermosa, pero en su interior no es más que un tormento. Una vez que llegó a la escuela, Yuuji se sintió realmente libre y en su lugar favorito, si pudiera se quedaría todo el día en la escuela. Si bien para muchos, se trataba de una cárcel para niños, para Yuuji comparándolo con su hogar, era un paraíso.
"¡Yuujiiii!"
"Ay no..."
Mientras pasaba por la sala de profesores para ir a su salón, tuvo que ser visto por nada más que el profesor más pegajoso e insoportable del Instituto Kaisen, con su apariencia despreocupada, siempre sonriendo y luciendo guapo y fresco, el profesor Satoru Gojo, el favorito en toda la escuela se acercó apresurado una vez vio a Yuuji cruzar, y lo atrapó del cuello revolviendole el cabello. Otra persona más que le daba los buenos días de esa forma además de su madre.
"Gojo-sensei basta" se resistía Yuuji, pero el profesor le pellizcó sus mejillas.
"¡Basta!" Exclamó Nobara detrás de ellos dándole un golpe en la cabeza al peliblanco "Esto es acoso estudiantil, voy a denunciarte"
"¿Qué es esta falta de respeto a tus mayores, Kugisaki?" responde Satoru acariciando su cabeza, "solo estaba saludando"
"Usted nos dio confianza Gojo-sensei, no se queje, y puede saludar a distancia" Nobara lo mira de reojo.
"Pero Yuuji es tan lindo, no lo puedo evitar" bromea el profesor, usando incluso el nombre de Yuuji para referirse a él, no es muy común que los profesores llamen a sus estudiantes por su nombre.
Yuuji se ríe, casi siempre era lo mismo. Sus amigos lo protegían de Satoru Gojo, no es que fuera un mal profesor, en realidad es uno de los mejores, cuando es serio todos lo escuchan pero hay ocasiones en las que simplemente le gusta bromear con sus estudiantes y ser cercano a ellos.
"No es más que un pervertido" menciona Megumi acercándose, "Vamos a clases ya"
"Auch, eso dolió Megu-chan" finge estar herido para luego despedirse de los tres. Satoru sonrió hasta que los tres estudiantes ya no estuvieron a la vista, su expresión luego cambió a una de seriedad y suspiró volviendo a la sala de profesores. Si tan solo volviera a ser un estudiante de nuevo.
"Gojo-sensei es demasiado pegajoso" menciona Nobara sentándose en el puesto al lado de Yuuji "Te lo advierto, te tiene bajo la mira", coloca su bolso sobre el escritorio con una expresión digna.
"Deja de mal pensar, Gojo-sensei es así con todos", responde Yuuji sentándose y colocando el bolso en el piso a su costado izquierdo que daba al lado de la pared.
"Conmigo lo es, pero le preocupa que lo acuse de confianzudo con mi padre" menciona Megumi, colgando su bolso detrás de la silla, no sin antes sacar su cuaderno y libro para la primera clase del día.
"Piensan demasiado..." Yuuji suspira "Además, es mucho mejor que mi hermano"
Nobara y Megumi se miran en silencio, parecía que cada día las cosas empeoraban en casa de Itadori, y más con su hermano. Desde que pasaron a décimo grado, Yuuji les contó cómo su hermano ha estado interviniendo para forzarlo a elegir una carrera, aunque todavía no estaban cerca de graduarse eventualmente debían elegir una carrera, pero por como es la familia de Yuuji elegir lo que quiere ser a futuro es muy importante.
"¿No te va a dejar asistir a la práctica de esta tarde?" Pregunta Nobara curiosa.
"Hm, voy a asistir, no se preocupen"
Megumi suspira "Deberías ser firme, te apoyamos"
Yuuji sonríe, se alegra de tenerlos como sus amigos a pesar de que la noche anterior se estaban burlando de su situación.
Antes de que empezaran las clases, una pregunta los inquietó y fue lanzada por el mismo Yuuji, "¿Saben quién es el nuevo entrenador?"
Los dos negaron con la cabeza, pero también sentían mucha curiosidad. ¿Sería tan bueno como el anterior? ¿O sería exigente? Después de todo, este año asistirán a un torneo intercolegial y debían dejar el nombre del instituto en lo alto, para poder aspirar a torneos nacionales. La escuela tenía muy buena reputación pero en los últimos años no salía un buen equipo que pudiera competir a nivel nacional.
¿Escucharon sobre el nuevo entrenador?
¿Es guapo?
¿Será que podrá llevar al equipo a la victoria?
Dicen que solía ser un exconvicto.
Debe ser un rumor, ¿por qué la escuela contrataría a un ex convicto?
Ya sabes, las leyes que favorecen que se integren nuevamente a la sociedad.
Eso es una mierda, un delincuente siempre será un delincuente.
Bueno, dicen que fue un exjugador de béisbol y ganó varios campeonatos en el pasado, pero supongo que eligió mal su camino en algún punto.
Jaja, solo me interesa si es guapo.
…
"No puede ser"
Megumi se cubrió el rostro en cuanto el nuevo entrenador apareció junto al director en el campo para ser presentado.
"Eh... ¿qué pasa Fushiguro?" Pregunta Junpei.
Yuuji estaba tan ansioso por saber quién sería el nuevo entrenador, que al verlo no pudo evitar emocionarse. Cabello negro, alto, ojos hermoso y llenos de convicción, sus brazos grandes y pecho musculoso. Si Yuuji fuera una chica habría chillado, pero su euforia se vio interrumpida cuando escuchó las palabras de Megumi.
"Es mi padre"
"Eh... eh..." Yuuji miró a Megumi, luego al hombre parado frente a ellos con una sonrisa arrogante, luego miró de nuevo a Megumi, sí, se parecían, la diferencia era el tamaño, ¿el tamaño?
"Mi nombre es Toji Fushiguro" cuando el hombre habló, todos se sintieron intimidados, ¿por qué contrataron a una persona que obviamente se ve muy fuerte, exigente y que inspira miedo?
El director sonrió satisfecho "Muchachos y muchachas, él será el nuevo entrenador que nos guiará a la victoria este año" lo presentó con orgullo.
Megumi miraba con sospecha, él sabía mucho y a la vez tan poco de su padre, pero estaba seguro que había obtenido este trabajo por medio de alguno de sus trucos sucios.
"¡Ah! Y también es el padre de uno de sus compañeros, ¡Fushiguro!" Exclamó el director sin disimular, logrando que el chico muriera de vergüenza mientras su padre le daba una mirada de burla.
"JAJAJAJAJA" las risas de sus compañeros no se hicieron esperar, sobre todo la de Yuuji y Junpei.
"No puedo creerlo jajaja, finalmente conocemos a tu misterioso padre" menciona Yuuji con diversión.
El peculiar cabello palo de rosa, llamó la atención de Toji, observó con atención la expresión divertida en el muchacho, él debía ser ese tal Yuuji Itadori que varias veces mencionaba su hijo, que lo hacía llamar su mejor amigo, pero nunca lo llevó a casa o lo presentó.
"Bueno, bueno, ya basta de risas" menciona el director, "los dejo con su nuevo entrenador" se inclina ante Toji, Toji también se despide, si Megumi no lo conociera diría que tiene unos modales excepcionales.
"Ya que estamos de ánimo, vamos a presentarnos uno por uno" interrumpió Toji, "empecemos por ti" señaló a Yuuji.
Itadori sintió que se le erizaba la piel, bueno, hace un momento se había emocionado al ver al nuevo entrenador, luego se burló de Megumi, pero ahora su corazón casi se detiene, la voz de este hombre realmente es intimidante.
"Ah... sí, sí, mi nombre es Itadori Yuuji, quiero ser el mejor beisbolista del mundo"
"Jum..." Toji sonrió burlón, Yuuji pensó que también se iba a burlar de él como lo hacía Sukuna, así que bajó la mirada queriendo arrepentirse de sus palabras "Si quieres serlo entonces levanta la mirada y dímelo a los ojos" lo retó Toji.
Yuuji se sorprendió, alzó su mirada, solo unos segundos le bastó para saber que este nuevo entrenador hablaba en serio, así que tomó aire y le dijo a los ojos "¡Voy a ser el mejor beisbolista del mundo!"
Toji asiente "Muy bien, lo mismo va para todos" echó una mirada a cada uno, aunque si pudiera, sus ojos no se despegaron del muchacho de cabello rosa, "aunque, no deberían sonar como el personaje de un anime cliché"
Todos comienzan a reír, Itadori se ruboriza, bien, tal vez se equivocó al pensar que el nuevo entrenador sería un tipo serio.
Había algo en el adolescente de cabello palo de rosa y sonrisa radiante que atraía la atención del nuevo entrenador, le recordaba a su esposa fallecida, su esposa fue la única persona que lo miró con una sonrisa sincera e igual de radiante, la única persona que lo comprendió y le corrió el telón pesado y oscuro que lo rodeaba para brindarle algo de claridad y tranquilidad.
Toji solo recuerda haber amado a una persona en su vida, y esa había sido su esposa, aunque no era el hombre más sentimental, en sus ratos privados con ella podía mostrar ese lado vulnerable y sensible, añoraba ese tiempo cuando estaba junto a ella, pero ahora ya no está. Aunque le había dejado una bendición, su bendición tenía una personalidad muy diferente a la de su esposa, claro, no podía culpar al niño, él mismo no ha sido el mejor padre del mundo, estuvo ausente los primeros años de vida de Megumi, sentía miedo en lo profundo de su ser, miedo a no poder cumplir con un rol tan importante, si su esposa no se hubiera ido ¿Megumi hubiera crecido de manera diferente? La energía positiva de su madre y esas ganas de vivir tal vez hubieran sido imitadas por Megumi, pero todo lo contrario, parecía que había enfermado a su propio hijo con su oscuridad.
Megumi Fushiguro es un chico tranquilo, un poco aburrido a su parecer, y también tiene una mirada melancólica, no tiene la mejor comunicación con su hijo y lo sabe, no sabe hablar con él ni expresar los sentimientos que debería transmitir un padre.
Puede saber esto, pero llevarlo a la práctica es muy complejo. Como se había perdido tanto tiempo y escapado de su obligación, cuando decidió volver, Megumi ya había formado una personalidad y un caparazón difícil de atravesar, bueno, al menos se parece en algo a su hijo.
En cierto momento sintió curiosidad por conocer a esos amigos de Megumi que a veces mencionaba, no los mencionaba porque conversara sobre ellos con Toji, en realidad solo era cuando avisaba que iba a salir y decía sus nombres.
A Toji podía importarle menos los nombres o quiénes eran, al menos agradece que su hijo no se hubiera vuelto un antisocial. Ahora puede ver y conocer de cerca a los amigos de su hijo, y ciertamente estaba más que agradecido, sobre todo con ese chico, Itadori Yuuji.
Yuuji, qué lindo se escucharía pronunciarlo suavemente en sus labios.
Las prácticas iniciaron, los ejercicios de estiramiento de Toji fueron exigentes, no comienzan a practicar sin antes estirarse correctamente ya que si no se hacía podrían lastimarse, y no quería tener lesionados en su primer día como entrenador.
"Nmmm" Yuuji y Megumi estiraban juntos, Yuuji siempre curioso iniciando la conversación, "Pensé que tú papá sería un ogro, habías dicho que era una mala persona"
"No lo conoces" es lo único que tiene Megumi para decir, provocando la curiosidad en su compañero, "No te adelantes a sacar conclusiones, más tarde podrías decepcionarte"
"Hm" Yuuji asiente, estirando su espalda hacia atrás, echando una mirada al entrenador, bueno, tenía curiosidad, además de haber escuchado que era un ex convicto, también escuchó que había sido un jugador ejemplar y muy fuerte, cada vez que pisaba la cancha provocaba miedo en el equipo contrario. Si él mismo quiere ser el mejor beisbolista y demostrarle a su familia que puede salir adelante en el deporte entonces tiene que apuntar a los mejores, y Toji es el más cercano a este objetivo, tal vez algunos consejos le vendrían bien.
Mientras se estiraba hacia delante y hacia atrás, accidentalmente la mirada de Toji se encontró con la suya, solo fue un segundo pero casi se queda sin aliento, ¿fue miedo? ¿O fue una corazonada? Después de eso, sintió que durante toda la práctica el hombre no le quitaba la mirada de encima, y no sabía si sentirse incómodo o halagado.
…
"No, Itadori Yuuji no estuvo presente en la clase"
El puño de Sukuna se apretó contra las llaves de su auto, ese mocoso mentiroso no fue a las clases de negocio, seguramente fue a su estúpida práctica de béisbol ¿qué debería hacer para que lo entienda? Si no tuviera un hermano tan testarudo, no tendría que recurrir a usar la fuerza para hacer que asista a las clases. Bueno, aún no había utilizado la fuerza pero si su apestoso hermano volvía a fallar tendría que hacerlo.
Sukuna salió de aquel establecimiento educativo de alta reputación, todas las tardes ofrecían cursos y clases extracurriculares para jóvenes principalmente hijos de políticos, empresarios y terratenientes, o cualquier persona con el suficiente poder adquisitivo para darle a sus hijos una excelente educación y preparación para el futuro.
La familia de Itadori no era la excepción, generación tras generación han sido grandes empresarios, Sukuna no podía permitir que la próxima generación fuera un fracaso, si tan solo Yuuji no fuera su hermano. Es lo que repetía Sukuna siempre, por qué tiene que ser su hermano, no es más que un inútil soñador.
Cuando Sukuna llegó a casa por la noche, vio a sus padres en la sala de estar tomando café y leyendo seguramente artículos en sus dispositivos.
"Buenas noches" Sukuna se acerca a saludarlos, su madre lo recibe con un beso y abrazo, su padre con un abrazo y continúan con lo que estaban haciendo.
Sukuna no pudo empezar a hablar cuando la puerta de la entrada se abrió, y Yuuji entraba todo sudado y sucio, con el uniforme de béisbol y su bolso en su hombro izquierdo.
"Ah... buenas" Yuuji se inclina, sus padres lo ven sorprendidos.
"Yuuji..." A su madre no le gusta lo que ve, y Sukuna solo puede fruncir el ceño, sin darle oportunidad, toma a Yuuji de la muñeca con fuerza haciendo tambalear al muchacho.
"¡Otra vez! No asistes a la clase y llegas a casa apestando, estás avergonzando a mamá" Sukuna le regaña, Yuuji intenta zafarse mientras habla en el tono más firme que puede.
"N...no me dio tiempo de cambiarme, perdón mamá" Yuuji solo se dirige a su madre, bajando la cabeza con pena, no le gustaba ver a su madre decepcionada pero Sukuna lo empeoraba todo, era un fastidio.
"Tch..." Sukuna lo mira con desdén, con un poco de asco, y vuelve a tirar de su muñeca para arrastrarlo arriba "Vamos a tener una charla al respecto idiota!" Exclama.
Yuuji siente dolor en su muñeca, definitivamente Sukuna le estaba apretando demasiado fuerte, podía sentir la ira de su hermano mayor en su muñeca, miró a sus padres esperando que esta vez hicieran algo, pero como siempre, no hicieron nada. Solo vio a su padre suspirar, volviendo a leer algo en su celular, siempre es más importante que su propio hijo, y su madre solo negaba con la cabeza decepcionada, bien, eso sí le dolía. Yuuji no quiere lastimar a su madre así, pero realmente no le dio tiempo de cambiarse, puede parecer algo estúpido, pero ¿un miembro de la familia Itadori caminando por la calle con un uniforme sucio y sudado? ¡¿Qué dirían los vecinos?!
Sukuna tiró de Yuuji con más fuerza, haciendo que el menor se quejara de dolor.
"¡Suéltame! Me duele" le dice Yuuji poniendo un poco de resistencia mientras subían las escaleras, pero a Sukuna no le importaba, estaba enojado y con razón. Tiene un hermano tan desobediente, debería castigarlo, debería sacarlo de esa maldita escuela y llevarlo a la misma a la que él estudió, pero sus padres cedieron porque Yuuji es un buen estudiante así que le permitieron elegir su escuela. Si tuviera la potestad sobre su hermano, le obligaría a obedecer, definitivamente a Yuuji le hace falta disciplina.
Con pasos incómodos, finalmente Sukuna llevó a Yuuji a su habitación, lo empujó y perdió el equilibrio cayendo justo al lado de la cama.
"¡Ya basta! Mañana voy a la clase" exclama Yuuji sí, sentía miedo, su hermano se había vuelto un poco brusco e imponente, pero aún se atrevía a responderle.
"¿Mañana? Mañana no vas a salir de esta casa, estás castigado" Sukuna le habla desde arriba, mirando con desprecio. Yuuji no lo entendía, ¿por qué hay tanto odio en su mirada? Simplemente no asistió a la clase, no tiene que enojarse tanto.
"No puedes castigarme" dice Yuuji.
Hubo otras veces en las que Sukuna se enojaba pero no escalaba a un nivel que incluso mirara a Yuuji con odio o incluso lo empujara, las cosas habían empezado a cambiar drásticamente justo cuando cumplió 15 años.
"Soy tu hermano mayor, claro que puedo hacerlo y papá y mamá están de acuerdo"
Yuuji lo recuerda. En su cumpleaños número 15, Sukuna le regaló un enorme pastel y un reloj de oro, aunque ya había cambiado con respecto a ser cariñoso como cuando eran pequeños, desde que cumplió 11 años ya no lo trataba como a un niño, Sukuna le dijo que lo apoyaría, pero lo que Yuuji no sabía era que se refería a la carrera que el mismo Sukuna había elegido para él y no a ser un jugador profesional de béisbol.
Sukuna cambió cuando el mismo Yuuji comenzó a decidir por su cuenta lo que quería hacer y lo que le gustaba, simplemente, Sukuna odiaba el hecho de no tener el poder de tomar decisiones por Yuuji, pero este odio ya parecía irse a lo personal.
"Debo ir mañana a clases de todas formas" respondió Yuuji.
Sukuna frunce el ceño y habla apretando los dientes "Te dije que estás castigado"
Yuuji arrugó las cejas, se levantó dejando el bolso en la cama "No tengo por qué obedecerte" Yuuji le da la espalda, y esto solo provoca que la ira de Sukuna estalle, ¿cómo se atreve a responderle? ¿Incluso a darle la espalda? Su hermano menor está siendo muy osado, entonces, ante tal osadía debería enfrentar las consecuencias.
Sukuna estira su brazo agarrando a Yuuji de los mechones más largos de cabello y jalándole con tal fuerza que el chico solo puede gritar de dolor.
"¡Aahh! ¡Sukuna suéltame! " grita Yuuji agarrando la mano que sostenía con fuerza su cabello "Me duele, ¡no tires!"
"Te atreves de nuevo a darme la espalda y no voy a arrepentirme de lo que pueda hacerte" le amenaza mirándolo directamente a los ojos, Yuuji tiembla un poco, Sukuna no había soltado su cabello, al contrario le apretó con más fuerza mientras decía esa frase, las lágrimas se estaban acumulando en la esquina de los ojos de Yuuji.
"Pe...perdón..." dice Yuuji entrecortado, era miedo lo que estaba sintiendo, la última vez que tuvo una discusión con Sukuna, este en lugar de tirar de su cabello tiró de su oreja y le habló al oído del mismo modo, una amenaza que aunque no era explícita dejaba abierta la duda de qué podría hacerle si se atrevía a desobedecer.
"Yo... solo... podrías cambiar el horario de las clases" Yuuji no es tonto, aunque tenga miedo, todavía puede negociar con Sukuna.
Sukuna sonríe sarcásticamente "Discúlpate de nuevo y lo consideraré"
Yuuji lo mira, sí, hay rabia en los ojos de Sukuna pero también un fuerte deseo de control y humillación.
"P...perdón, no lo volveré hacer, tienes razón" Yuuji solo quería que lo soltara, sentía que Sukuna en cualquier momento podía tirar nuevamente y esta vez arrancarle su cabello desde la raíz, pensar en ello era demasiado aterrador, aunque no lo creía capaz de hacerle algo así, la fuerza con que aún sostenía su cabello le atemorizaba.
"Jum... bien" Sukuna suspira, suelta el cabello de Yuuji despacio. El menor se siente aliviado pero ahora le duele la cabeza, "Entonces asistirás a las clases nocturnas, te recogeré después de tus estúpidas prácticas, si te atreves a irte antes de que llegue, le diré a papá que te saque de esa escuela" Sukuna dice esto mientras arregla el cabello de Itadori, revolviendolo un poco. Yuuji estaba aliviado, al menos había logrado calmar la ira de su hermano y también habían llegado a un acuerdo, se quedó quieto mientras Sukuna frotaba justo donde le había jalado hace un momento.
"¿Te duele?" Le pregunta Sukuna.
Yuuji solo responde con un "hm", evitando mirarlo, pero Sukuna lo miraba fijamente, "¿Estás sordo?" Presiona un poco su mano, Yuuji se estremece y niega con la cabeza.
"Es...estoy bien"
"Bien, que no vuelva a ocurrir" Sukuna finalmente quita su mano, Yuuji se relaja, no le gusta ese tipo de tacto amenazante.
"Buenas noches"
"Buenas noches..."
Sukuna sale de la habitación, en realidad seguía enojado, pero ver que logró que Yuuji se disculpara le hizo relajarse un poco, además, ¿no es Yuuji un mejor hermano cuando es dócil y obediente? Debería ser siempre así, así no tendría que maltratarlo.
Yuuji se dejó caer en la cama, su corazón latía muy rápido pero ya estaba calmandose, el miedo que provocaba Sukuna era demasiado abrumador, se supone que solo es su hermano, pero por qué le da miedo como si se tratara de un desconocido. Yuuji miró su celular, escribiéndole a sus amigos "Vamos a jugar esta noche, ¿sí?"
Luego, se dispone a bañarse y cambiarse de ropa por una más ligera para jugar unas horas con sus amigos.
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