Capítulo 12
Eran las 5 de la tarde, Yuuji no podía creer que había pasado todo el día con su entrenador, ni siquiera vio su celular y estuvo conociendo más a este hombre, no podía creer lo que decían los rumores, considera que todos estaban exagerando, el entrenador no pudo haber estado fingiendo ser amable todo el día, lo trató muy bien como si fuera su propio hijo, aunque bueno, no sabe cómo Toji trata a Megumi.
Quizás deba ser como él con su padre, Jin, el hombre no es tan cariñoso con él y no es que sienta que tienen una relación de padre e hijo, seguramente si Jin conociera a Megumi lo trataría diferente, tal vez es lo mismo, Toji lo trata bien porque es diferente a su hijo. Megumi es tan serio, y puede imaginar que la dinámica entre los dos es igual de seria y aburrida.
Antes de irse, Toji lo lleva a una tienda deportiva, le pide que pruebe varios uniformes sin comprometerse, solo quiere que vea y elija cuál le gusta para que pueda comprarlo más adelante cuando tenga el dinero. Yuuji está de acuerdo, se prueba varios uniformes, ansioso por tenerlo, Toji en realidad está tomando nota mental, va a regalarle el uniforme completo más adelante pero quiere hacerlo como una sorpresa.
Yuuji se estaba divirtiendo, y de regreso en el metro todavía se sentía lleno de energía, Toji estaba sorprendido por esto, pensó que el chico se quedaría dormido en el trayecto y recostaría su cabeza sobre su hombro, lo había deseado tanto, pero de todas formas mirar al chico tan feliz lo hacía sentir bien.
Luego de salir de la estación, Yuuji recordó que debía volver al instituto y esperar a que Sukuna lo fuera recoger, faltaba media hora para la hora de salida.
"Tengo que irme" le dice Yuuji.
Toji lo mira no muy seguro. "Todavía es temprano, ¿no quieres algo más?"
Yuuji niega con la cabeza, realmente se siente agradecido con el entrenador, piensa que no es justo mentirle, así que decide decirle la verdad, "En realidad me escapé del instituto incluso antes de entrar a clases, después de que mi hermano me dejó en la entrada, así que debo volver antes de que se de cuenta"
Toji abrió los ojos con sorpresa, este chico acaba de hacer una travesura muy arriesgada, aunque él mismo lo había incentivado a escaparse de clases no esperaba que el chico fuera incluso más osado, de alguna forma esto le gustó y le sonrió, "Los buenos chicos no hacen ese tipo de cosas"
Yuuji baja la mirada, preparándose para un regaño, pero no tenía sentido, fue él quien lo incentivó.
"Vamos, te acompaño"
"Pero... luego, mi hermano..."
"Tranquilo, solo quiero asegurarme de que no te quedes solo esperando, ya pronto va a oscurecer"
Yuuji acepta que le acompañe, a decir verdad le gusta la compañía de este hombre, no puede pensar nada malo de él, no después de este día. El entrenador se portó muy bien, no hubo nada extraño ni nada que lo hiciera sentir incómodo, o tal vez no se dio cuenta, de todas formas, se siente a gusto.
Mientras iban en camino, Yuuji le envió un mensaje a Sukuna para que lo fuera a recoger. Al llegar al instituto, ya estaba cerrado, pero se quedó esperando en un banco cercano.
Toji se quedó en la cafetería, mirándolo desde la ventana, los minutos pasaban y Sukuna no llegaba. Miró al chico revisar su celular varias veces, y podía ver la preocupación en su rostro, pero decidió que esperaría un poco más, hasta que el chico tomara la iniciativa de decidir qué hacer, de todas formas le dijo que no se iría hasta que él se fuera.
20 minutos, 30 minutos, 45 minutos...
No va a llegar nadie a recogerlo, esperó una hora. Ya eran las 7:00 de la noche.
Yuuji caminó hacia la cafetería, Toji salió, "¿Aún tienes esperanza de que venga a recogerte?" Pregunta el pelinegro, un poco satisfecho, así podría pasar más tiempo con el chico.
Yuuji asiente, no esperaba que el entrenador se preocupara tanto por él como para también quedarse esperando a que lo recogieran. Bien podría tomar el autobús o el metro, pero de alguna forma se sentía decaído, a pesar de escribirle a Sukuna que lo viniera a recoger, ni siquiera parecía que había leído el mensaje. Desde esta mañana sospechó que Sukuna se iría de fiesta, pero no esperaba que no fuera a recogerlo.
"Quita esa cara, no ha pasado nada" Toji la pellizca la nariz, Yuuji lo mira con un gesto de dolor.
¿Qué clase de hermano tienes, niño? Simplemente dándome la oportunidad de llevarte conmigo a donde quiera. Piensa Toji, bueno, se le ocurrió una buena idea.
"Vamos, ven a visitar a Megumi, le diré que te encontré en el camino porque el desalmado de tu hermano te dejó abandonado"
No sabía si eran las palabras correctas, pero pudo notar el ceño fruncido del pelirosa.
"De acuerdo" Responde Yuuji enojado, Toji lo nota, es perfecto.
Yuuji es un adolescente después de todo, no piensa en las consecuencias, sabe que Sukuna se enojará si no llega a casa temprano pero es su forma de vengarse por no venir a recogerlo, podría fácilmente tomar el autobús como siempre lo ha hecho pero está molesto, quiere demostrar que puede hacer lo que quiera sin que Sukuna intervenga.
Además, quiere ir a visitar a su mejor amigo. Obviamente no le puede contar la verdad, Yuuji se siente un mentiroso compulsivo, pero luego le dirá la verdad. Yuuji solo pensó en las consecuencias sobre Sukuna, pero no imaginó las consecuencias sobre sus padres, simplemente quería hacer lo que quisiera.
...
¿Cómo iba Sukuna a ver el mensaje? Si estaba dentro de la piscina con sus amigos y tomando junto a algunas amigas, no se considera un tipo mujeriego, pero si tiene la oportunidad no le importaría divertirse un poco, la fiesta había empezado a descontrolarse poco a poco y no le importaba absolutamente nada en estos momentos.
Aunque llamaran tampoco iba a contestar, porque estaba cómodamente atrapado por las chicas que querían un poco de él, que le tocaban e invitaban a alejarse de todos para hacer algo más. Sukuna no tuvo problema con ello, siempre estaba dispuesto, eligió a la chica que le pareció más atractiva y se fueron a una de las habitaciones del club, por supuesto que hizo alarde de sus habilidades y complació a la chica sin perder esa rudeza con la que siempre lo hacía. Luego del placer, volvió para el brindis por el cumpleañero. Kenjaku estaba tan ebrio que se burló un poco de él, Sukuna la estaba pasando excelente, después de todo era lo que se merecía luego de una semana llena de trabajo.
...
Megumi miró con desaprobación a su padre.
Cuando vio llegar a su padre con Yuuji, imaginó lo peor y casi reacciona como no debería, si no fuera porque Yuuji lucía tan tranquilo y feliz pensaría que Toji lo acaba de secuestrar.
"Mira qué coincidencia que justo cuando venía en camino, tú mejor amigo también venía para acá a visitarte" dice Toji, luego de entrar e ir a la cocina por un poco de agua.
Megumi no estaba tan convencido, pero Yuuji afirmó lo que dijo su padre, así no lo cuestiono en el momento, lo haría más tarde cuando no estuviera Yuuji.
Su padre los dejó a solas, mientras él iba a su habitación a descansar un rato.
"¿Por qué viniste?" Pregunta Megumi.
"Salí de las clases y no quería ir a casa de inmediato, así que pensé en visitarte, hace tiempo no vengo acá"
De hecho hace un año, Megumi solo lo invitaba cuando no estaba su padre en casa. Por eso Yuuji no lo conocía antes de convertirse en el entrenador, ni Nobara, ni Junpei.
"¿Qué quieres hacer? ¿Avisaste en casa que vendrías a visitarme?" pregunta Megumi, él conoce un poco la dinámica familiar de los Itadori, así que sabe que probablemente Yuuji no le ha dicho nada a sus padres.
En realidad, Yuuji casi no le avisa a sus padres sino a Sukuna, ese había sido el trato siempre. Si Sukuna no le avisaba a sus padres, no era su problema, después de todo sus padres estuvieron de acuerdo con esto, Sukuna aún no había visto su mensaje, así que era su culpa.
"No te preocupes, me iré más tarde, ¿jugamos un rato?"
Megumi está de acuerdo, van a su habitación y comienzan a jugar, pero el tiempo transcurre muy rápido y pronto se hacen las 10 de la noche, ni siquiera Megumi se dio cuenta ya que se estaba divirtiendo, siempre es emocionante jugar con su mejor amigo, Yuuji es tan activo y siempre lo hace reír, ambos perdieron la percepción del tiempo, no es hasta que Toji se asoma, "¿No piensan comer? Pedí pizza"
Megumi mira la hora "Mierda, ¿no deberías irte?"
Yuuji mira su celular, Sukuna no ha visto el mensaje, le vuelve a escribir, diciéndole que está en casa de Megumi pero antes de enviar, se arrepiente, Sukuna se enojaría, debería mejor volver a casa pero ciertamente tiene hambre y no quiere rechazar la pizza. Le dice a Megumi que ya avisó a su hermano, y que quizás pasará a recogerlo más tarde, ambos van al comedor, Toji divide los trozos y les sirve limonada.
Megumi se sorprende un poco de lo hogareño que está siendo su padre, todo debe tratarse por Yuuji, simplemente está actuando como un buen padre para impresionarlo, Megumi no se deja engañar tan fácilmente y lo que sigue es aún peor.
"Si no vienen a buscarte, puedes quedarte a dormir, a Megumi no le importaría compartir su cama, ¿verdad?" Le pregunta Toji.
Megumi lo mira con sospecha.
Viendo que no responde Toji continua, "O puede dormir en mi cama, por supuesto, yo dormiré en el sofá"
¡No, eso no! Maldito descarado. Piensa Megumi.
En cambio Yuuji se ríe, y se siente un poco avergonzado, ¿dormir en la cama del entrenador? No, santo cielo, sus mejillas se ruborizan y trata de controlarse
Justo en ese momento tiene que pensar en lo que le dijo Mahito, ¿realmente es como él? ¿Le gustan los hombres? Justo después de escuchar lo de dormir en la cama del entrenador su corazón casi se sale de su pecho, pero no sintió lo mismo cuando le sugirió dormir en la cama de Megumi, el sentimiento es tan diferente, no le gusta Megumi de esa manera pero... ¿acaso le gusta el padre de Megumi? No, no, no.
¿Por qué tiene que pensar en eso en estos momentos?
"Puede dormir en mi cama" dice Megumi, aunque en realidad espera que vengan a recoger a Yuuji pronto, no le importa compartir su cama, ni le incomoda dormir con otro chico al lado, además es su mejor amigo, no siente nada romántico por él. Solo le preocupa los pensamientos de su padre, es tan obvio que le encanta tanto la idea de que Yuuji esté en su casa y se quede a dormir, se asegurará de cerrar bien la puerta o ponerle seguro, no confía en su padre, no, conociendo su historial.
Después de comer la pizza, tanto Megumi como Yuuji se dieron cuenta de que no vendrían a recogerlo, aunque Toji ya estaba seguro de ello, si no lo fue a recoger a la hora que debía hacerlo, ya no lo haría.
Megumi y Yuuji fueron a la habitación.
"Te prestaré esta camiseta para dormir, hace tiempo no la uso y... estos..." Megumi observa unos pantalones cortos que hace tiempo tampoco usa, suele dormir con sudadera siempre, no puede darle a Yuuji algo así, hace frío por la noche.
Yuuji observa "No tengo problema en usarlos"
"No digas tonterías, no puedes usar esto"
"La camiseta es lo suficientemente larga, ven, no soy una chica" Yuuji se cambia de ropa, Megumi frunce el ceño. No es porque sea o no una chica, simplemente es consciente de que su amigo es bastante atractivo y cierto individuo en su casa es un pervertido que le ha echado el ojo. Ha visto a varias chicas pasar por su casa, invitadas por su padre, siempre les hace usar sus camisetas grandes y ellas no usan nada debajo más que su ropa interior.
Megumi está expuesto a esta clase de cosas por culpa de su irresponsable padre y por eso sabe que no puede permitir que Yuuji, que descaradamente es el objetivo de su padre, lo vea usando también una camiseta y unos pantalones que le llegan un poco más encima de las rodillas.
Pero Yuuji es tan ingenuo, "Voy al baño"
"¿Qué?" Megumi le grita "¡Debiste ir antes de cambiarte!" ¿No está siendo muy obvio alarmándose?
Yuuji lo mira sorprendido "Pues, se me antojó ir a mear ahora mismo"
"Bien" Megumi suspira "Te acompaño", no puede permitir que su padre vea a Yuuji.
"¿Hm?" Yuuji levanta la ceja, "¿estás bromeando? ¿No está el baño justo al lado? ¿Qué pasa?"
Bueno, debería calmarse un poco, sí, el baño está al lado, su padre seguramente todavía está en la cocina limpiando, no debería levantar sospechas, ¡aunque debería! Así le demostraría a Yuuji que su padre no es una buena persona.
Yuuji sonríe, no entiende por qué Megumi luce tan preocupado, sale de la habitación y entra al baño. Megumi se asoma y vuelve a su cama. Yuuji solo debe salir y volver a la habitación, luego la cerrará y dormirán tranquilos.
Bien, no todo resulta como quiere.
Cuando Yuuji sale del baño, Toji está parado en la esquina con una toalla alrededor de su cuello, seguramente esperando que saliera para darse un baño, la cosa es que... su pecho está al descubierto, solo está usando su sudadera que además está un poco floja.
Ah... cielos
Yuuji se sonroja, no pudo evitar no mirar los pectorales bien trabajados de su entrenador y su abdomen marcado hermosamente, tiene muy buenos músculos y su aspecto varonil hace que el chico se ponga un poco ansioso, pero debe comportarse, no es una chica, ¡es un hombre también! Es normal admirar el cuerpo atlético de otros pero mirarlo con el deseo de tocarlo, ya es cruzar una línea y Yuuji no está seguro de lo que siente, "Buenas noches entrenador" le dice con una sonrisa, no puede ocultar su expresión de vergüenza.
Toji le devuelve la sonrisa como si nada, Yuuji se da vuelta y lo mira entrar en la habitación de su hijo, por supuesto, sus ojos se posaban en las piernas y el trasero del chico. Esta noche en su mente se ha quedado guardada una imagen que solo pensó que vería en sus fantasías. Más tarde agradecerá a su hijo por darle una pijama a Yuuji tan linda para su placer, además también notó la reacción del chico, es una señal o solo fue curiosidad, pero no estaba solo mirando su cuerpo, estaba babeando y pretendió ocultarlo inútilmente, tal vez pueda atraerlo físicamente.
...
A las 7 de la mañana, su celular comenzó a sonar bastante fuerte para la resaca que tenía. Con fastidio, Sukuna abrió los ojos, al menos estaba solo, pero seguía en el club.
Agarró el celular, mirando quién le llamaba a esta hora y un domingo tan temprano, su mente se despertó por completo cuando vio que era su madre, se preguntaba por qué le estaba llamando. No contestó de inmediato, luego se dio cuenta que había varios mensajes pero en lugar de revisarlos decidió devolver la llamada a su madre.
"Sukuna... hijo..." su madre se escucha preocupada, de hecho parece que está llorando ¿pasó algo?
"Sí, madre, ¿qué pasa?" No le gusta escuchar a su madre llorar, ni hablar desesperada, a ningún hijo le gusta ver a su madre sufrir, incluso tratándose de alguien como él.
"Yuuji... no está, no ha vuelto a casa, dime que está contigo, cariño..."
Sukuna siente un nudo en su estómago, ¿cómo que Yuuji no está? Ese mocoso...
Mierda, olvidó por completo ir a recogerlo, pero no quiere preocupar a su madre más de lo que ya está, así que por el momento la tranquiliza.
"Mamá... deja de llorar, no te preocupes, ya te llamo, ¿sí?" Sukuna recién se levantó y no puede pensar con claridad.
"Solo dime si está contigo, cariño... Estoy tan preocupada" Kaori se escucha muy mal, al fondo escucha la voz de su padre consolándola.
No sabe dónde está Yuuji, no sabe a dónde fue, tiene que averiguarlo primero, pero debe mentirle a su madre para que esté tranquila "Si mamá, está conmigo, puedes calmarte" Sukuna le habla en un tono bajo, su madre pronto se alivia gimoteando por el teléfono.
Una vez cuelga, Sukuna frunce el ceño, se levanta y va al baño a lavarse la cara. Maldito mocoso, ¿dónde mierda te metiste? Piensa Sukuna molesto, y al salir del baño revisa los mensajes.
Los mensajes de su madre estaban desde las 11 de la noche preguntándole si fue a recoger a Yuuji y a qué hora iban a llegar. Luego a las 3 de la mañana preguntándole si había pasado algo y por qué no respondía. Sukuna se siente un poco mal por no haberle respondido, con razón su madre estaba tan angustiada, seguramente no durmió en toda la noche preocupada por Yuuji y por él. Si le hubiera respondido no estaría tan mal, pero también es culpa del mocoso ¿por qué no ha llegado a casa?
Sukuna se arregla, es el único que sale del club ya que todos aún dormían, más tarde llamaría a Kenjaku para explicarle por qué se fue sin despedirse. Al salir del club en su auto, condujo rápidamente al instituto, no puede creer que el mocoso se haya quedado esperando, pero leyó el mensaje donde le pedía que lo recogiera, el mocoso no puede ser un estúpido, debió tomar el autobús o el metro como hace otras veces, ¿por qué se quedaría esperando?
Sukuna trata de calmarse, no es que esté demasiado preocupado pero le acaba de decir a su madre que el mocoso está con él cuando en realidad ni siquiera sabe dónde está. Al llegar a las afueras del instituto, no logra ver a nadie, ni a los alrededores, entonces Sukuna comienza a preocuparse. Toma su celular y comienza a llamar a su estúpido hermano, no contesta. Sukuna se enfurece, ¿dónde está?
Jura que cuando lo encuentre lo va a matar por hacer que su madre se preocupe e incluso la haga llorar.
Sukuna condujo sin rumbo, no podía llegar a casa sin Yuuji, tenía que encontrarlo pero estaba enojado, así que tuvo que calmarse un poco y pensar, aquella vez que tampoco fue a recogerlo, el mocoso estaba con sus amigos, el hecho es que no tiene el número de ninguno de ellos, y el idiota tampoco contesta su celular.
Volvió a llamar, miró el reloj, eran las 9 de la mañana, ha estado buscándolo desde las 7 de la mañana y su madre ya debe estar preguntándose por qué no regresan, es tan estresante, debió ir a recogerlo. Por un lado es su culpa pero por otro lado, no tiene sentido que Yuuji no se hubiera ido a casa por su cuenta, ¿acaso le estaba jugando una broma? ¿Para hacerlo quedar mal frente a sus padres?, si es así, no sabe lo que le espera.
Finalmente Yuuji responde por mensaje.
"Estoy en casa de Fushiguro, se hizo tarde y me quedé a dormir"
Sukuna no siente alivio, todo lo contrario, su ira aumenta, ese mocoso estuvo todo el tiempo durmiendo tranquilamente mientras su madre se trasnochaba por él.
Maldito mocoso.
Sukuna está muy enojado, por tantas cosas pero principalmente por haber hecho preocupar a sus padres, una vez Yuuji le envía la ubicación, se marcha de inmediato.
...
Yuuji despertó gracias a Megumi, en realidad su celular lo había apagado. Megumi le recordó que debería volver a casa, cuando Yuuji encendió su celular se asustó al ver varias llamadas perdidas, de su madre, de su padre y de Sukuna. No esperaba que su madre o padre lo estuvieran llamando, bueno, ¿cómo no lo harían? Se quedó a dormir en casa de un amigo y no avisó, anoche no lo hizo porque quería fastidiar a Sukuna, ya que es su responsabilidad avisar pero ahora que vio los mensajes de su madre preocupada por él, sintió el peso de la culpa en su estómago. Primero le respondió a Sukuna, luego saludó a su madre y le dijo que no se preocupara, que estaba en casa de Megumi.
Yuuji se colocó su ropa del día anterior, bajó con su bolso ya puesto, esperando a Sukuna para irse.
"Muchas gracias por dejarme dormir aquí" agradece a Toji y a Megumi.
"No hay problema palo de rosa, siempre puedes venir cuando quieras" responde Toji tomando una taza de té.
Megumi suspira "¿Ya viene por ti?"
Yuuji asiente, aunque no está seguro de si Sukuna no va a estar enojado, su expresión ansiosa pronto se hace notar y Megumi se da cuenta. Cuando escucha el auto afuera, Yuuji sale, Megumi va detrás de él.
En efecto, Sukuna sale del auto, y no lucía tan feliz, juraba que podía ver la ira en sus ojos.
Yuuji se sorprende un poco cuando Sukuna lo tira del brazo con rudeza y lo lleva al auto.
"¡¿Por qué mierda no te fuiste a casa?!" Le gritó sin importarle la presencia de Megumi, o de Toji que se asomaba un poco viendo cómo el mayor empujaba dentro del auto al más pequeño, lo vio cerrar la puerta con fuerza que el golpe se escuchó en todo el barrio.
Sukuna ni siquiera miró a las dos personas, abrió la puerta del asiento delantero, y solo se volvió cuando escuchó la voz de Toji
"No te enojes hermano mayor, tu hermanito estuvo sano y salvo, Megumi lo cuidó todo el tiempo"
Megumi frunce el ceño, no tenía por qué decir aquello, ¿no ve que Sukuna está enojado?
Sukuna lo mira con repulsión, por un momento, Megumi piensa que se va a acercar y va a golpear a su padre, aunque sabe que su padre se defendería, no quiere que haya alguna clase de pelea solo por la lengua entrometida de su padre, sólo está empeorando la situación de Yuuji provocando la ira de Sukuna.
"Basuras" murmura Sukuna entrando al auto, dando marcha de inmediato. Tanto Megumi como Toji lo escucharon, Megumi se dio vuelta juzgando con la mirada a su padre.
Toji simplemente se rió y entró a la casa, como si nada, ¿acaso no ve que Yuuji se metió en problemas?
"Dime la verdad" Megumi no se había creído el cuento de anoche. Su padre salió muy temprano, y Yuuji no había escrito al chat grupal que tienen entre ellos en todo el día, por supuesto, no está tratando de decir que su padre estuvo con Yuuji pero sí que seguramente pasó un tiempo mientras lo traía a casa.
"¿Cuál verdad?" Pregunta Toji indiferente.
"¿Dónde encontraste a Itadori? No creo que haya sido en el camino"
Toji puede ver que su hijo no es un tonto, es tan astuto como él, pero igual no le va a decir nada y mantendrá su versión.
"Ya te lo dije, deja de pensar de más" Toji se acerca revolviendole el cabello, Megumi se aparta golpeando su mano.
"Aléjate de Itadori"
"¿Por qué? ¿celoso?"
Megumi vuelve a fruncir "Sabes muy bien por qué"
"Como digas, eres el único que ve cosas donde no las hay, Itadori es un buen chico, deberías ser más como él, ahora permiso, voy a darme un baño" Toji se va a su habitación. La conversación terminó, no pudo sacar más información. Sabía que algo no estaba bien.
También estaba preocupado por Yuuji, Sukuna estaba muy furioso y la forma en que lo agarró le hizo ver que le había lastimado, también lo vio empujarlo, entiende que estuviera enojado pero no es motivo para tratarlo así, Megumi envía un mensaje a Yuuji, "Me cuentas si todo está bien, no me gustó la forma en que Sukuna tiró de tu brazo"
...
Yuuji estaba ansioso, por supuesto que estaba asustado. Sukuna no dijo nada en el camino, hasta que tomó su celular para leer el mensaje de Megumi, en ese instante Sukuna le arrebata el celular y lo arroja al asiento trasero.
"¡Por qué no volviste a casa por tu cuenta!"
"Cre...creí que ibas a recogerme"
"¿Y te quedaste cuánto tiempo esperando, eh? ¡¿Eres idiota?!" Sukuna conduce muy rápido, Yuuji está preocupado por la velocidad, realmente no tiene excusa, sabía que si hacía esto Sukuna se enojaría, solo debía soportarlo, pero no pensó que su madre también se vería involucrada.
"¡Mamá estaba llorando! Ni siquiera le avisaste que te quedarías a dormir afuera, ¡y por qué en casa de esas basuras!"
Yuuji no tiene ni siquiera la fuerza para defender a Megumi, no cuando sabe que se equivocó e hizo preocupar a su madre, no tiene ninguna excusa.
Sukuna quisiera poder frenar el auto y darle unos buenos golpes como castigo, primero por hacer llorar a su madre y segundo por quedarse a dormir justo en casa de ese sujeto que no le da buena espina.
Al llegar a casa. Yuuji sale del auto y su madre estaba afuera, su padre detrás de ella consolándola. Le dolió su pecho ver a su madre llorando, pero también tenía una expresión de severidad en su rostro, todo le hizo sentir culpable. Quería que culparan a Sukuna, pero él también debió ser responsable y pensar en las consecuencias.
Adentro, tanto Sukuna como Yuuji estaban sentados en el sofá.
"No puedo creer que ninguno de los dos atendiera o respondiera a los mensajes de su madre" Jin los mira a ambos, su tono de voz es firme y se escucha decepcionado.
Yuuji mantiene su cabeza baja, asintiendo, no tiene que argumentar nada porque lo que hizo no estuvo bien. Sukuna sí escuchaba a su padre, en parte sabe que debió ir a recogerlo y de responder también, pero esto no hubiera pasado si Yuuji no se hubiera quedado a dormir afuera sin siquiera avisar, todo es culpa de Yuuji.
Luego de las palabras de Jin sobre lo mucho que su madre se había preocupado, Kaori se dirigió a ellos, sus ojos lucían cansados y las lágrimas secas sobre su piel eran lamentables. Ambos hijos se sentían muy mal, ambos aman a su madre y por supuesto que no la quieren ver sufrir, pero es más duro saber que sufre por culpa de ellos.
"Sukuna, debiste al menos responderme"
"Lo siento mamá, lo sé, sabes que estaba en el cumpleaños de Kenjaku, te lo dije, pero no sabía que estaba pasando esto"
Kaori asiente, Sukuna le dijo antes que Yuuji se había quedado en casa de su mejor amigo, y que él tampoco sabía esto, se enteró por la madrugada antes de que ella lo llamara, por supuesto que esta última parte era mentira, pero debía limpiar su nombre, y tenía razón. Él no sabía que Yuuji no había regresado a casa por su cuenta, ni sabía que se había quedado a dormir en casa de esas basuras, si Yuuji le hubiera avisado no lo hubiera permitido. Kaori entendió esto, así que el regaño para Sukuna no fue tan fuerte, solo le molestó que no le contestara los mensajes ni las llamadas.
Ahora, Kaori se dirigió a su hijo menor, cambiando su expresión.
"Yuuji, mírame"
Yuuji levanta la mirada, no puede soportar ver a su madre enojada, tiene razón en estarlo, todo es su culpa.
"¿Sabes lo que hiciste mal, cierto?"
Yuuji asiente.
"Responde con tu boca jovencito" exige su padre.
"Sí, mamá, me equivoqué" responde Yuuji con su voz un poco temblorosa.
"No sabes lo preocupada que estaba" la voz de su madre se quiebra un poco, pero se mantiene firme "Estaba pensando lo peor, y en realidad estabas bien, me siento una tonta"
"No, mamá... yo, es mi culpa" Yuuji se siente tan mal, demasiado que podría vomitar, no soporta ver el dolor de su madre.
"Estás castigado, no tienes permitido salir más durante el mes, solo irás a la escuela y no vas a ir a esas prácticas"
Yuuji abre sus ojos sorprendido, bueno, estas son las consecuencias ¿no? Aunque le duele mucho, no puede perderse las prácticas siendo que el otro mes comenzaría el torneo. Por el momento no iba a quejarse, aceptaría el castigo, quizás en unos días pueda compensar a su madre y convencerla de dejarlo ir a las prácticas.
Sukuna sonrió un poco, es un buen castigo, pero está un poco decepcionado de que sus padres no utilicen la violencia para darle una lección, el mocoso se merece unas buenas nalgadas por ser un mal hijo. Si sus padres no son capaces de usar ese método, él podría tomar el lugar.
Sukuna esperó que terminaran de regañar a Yuuji. Tanto su madre como su padre saldrían a visitar a unos amigos, es una invitación que ya tenían y estaban llegando tarde debido a esto, por supuesto que avisaron que llegarían tarde. Su madre debía maquillarse, no lo había hecho justamente porque estuvo llorando sin parar hasta que llegaron.
"¡Que no vuelva a pasar! ¿Entendido?" Les dice su madre a ambos.
"Si mamá " responden ambos.
Sukuna se va primero a su habitación, sigue enojado, no ha dejado salir su ira. Sus padres solo saben que Yuuji no avisó. Pero Sukuna sabe que Yuuji solo lo provocó yendo a dormir justamente en la casa de esa familia que detesta, sabe que lo hizo a propósito, y él también debe reprenderlo, las palabras lindas no son efectivas en situaciones así, Sukuna no piensa dejarlo pasar.
Yuuji se dio un baño, se cambió de ropa, todavía se sentía tan mal, ni siquiera tenía apetito para desayunar, vio y se despidió de sus padres. Su madre le volvió a advertir, esta vez no se despidió tan cariñosa como otras veces, por supuesto, ¿qué más podía esperar después de haberla hecho enojar?
Sus padres no son tan estrictos, pero cuando lo son, sabe que tienen razón.
Yuuji cerró la puerta y fue a la cocina, solo estaba pensando en su error y más que todo en su madre. Al llegar a la cocina, solo tomó un vaso con agua, no tenía ganas de hacer nada realmente, así que volvió a su habitación. Pero antes de entrar, Sukuna lo llamó.
Mierda, casi se olvidaba que su hermano estaba enojado y seguramente volvería a reprocharle su acto de desobediencia.
Al girar, Sukuna lo golpeó en la mejilla con su palma. Yuuji retrocedió tocando su mejilla, bueno, no podía quejarse, se lo merecía, pero puede decir que lo siguiente era demasiado.
"¿Crees que no sé cuál era tu intención? Querías que me culparan, ¿no?" Sukuna lo mira con severidad, Yuuji evita mirarlo, si va a golpearlo que lo haga de una buena vez, ya había pensando en esta consecuencia cuando decidió no avisarle, pero estaba olvidando algo importante...
"Llamé al instituto" dice Sukuna.
Yuuji traga en seco, se asusta, lo sabía, él sabía que Sukuna iba a descubrirlo, sabía que habría consecuencias, sus padres no saben esto, pero su hermano sí, y ahora solo le queda soportar el castigo.
"No fuiste a las clases" Sukuna lo mira fijamente, Yuuji sigue sin verlo, lo evita, retrocede hasta que su espalda toca la puerta de su habitación.
Un golpe.
La mano de Sukuna golpea la puerta al lado de su cabeza, Yuuji se sorprende y levanta la mirada.
"¿Dónde mierda estabas? No me digas que estuviste todo el puto día en casa de esas basuras"
Yuuji no puede hablar, tiene miedo, solo quiere que Sukuna haga lo que tenga que hacer y se vaya, si tiene que golpearlo que lo haga, lo soportará, pero no puede soportar que le pregunte, no le va a decir la verdad.
"¡Habla maldita sea!" Le grita.
"Yo... si... estaba con Megumi" responde Yuuji rápidamente.
"Mentiroso" Sukuna le agarra del cabello agitándolo, "Dime la verdad, o la descubriré y te ira peor"
Yuuji no piensa decirle la verdad. Sea más tarde o más temprano, lo hecho está hecho, se escapó de clases para ir a la jaula de bateo.
Sukuna se harta, "¡¿No vas a hablar?! Bien, no me digas nada" comienza a pegarle, Yuuji se cubre agachándose cada vez más.
"Eres un mal hijo, cómo puedes hacer llorar a mamá" Sukuna lo sigue golpeando.
Yuuji solo se queja, los golpes de Sukuna eran fuertes, le va a dejar moretones si sigue así, pronto se siente débil y termina en el suelo pensando que se detendría pero entonces Sukuna lo patea.
"¡Eres una basura igual que esos dos! ¿Cómo puedes ser mi hermano? No sirves para nada" Sukuna lo patea con saña, Yuuji ya no puede soportarlo e intenta levantarse.
"¡Ya basta... ! Me equivoqué, ¡lo sé!" Exclama Yuuji.
Sukuna sonríe, lo agarra del brazo tirando de él.
"Aahhh suéltame, Sukuna, ¡basta!" Yuuji grita intentando soltarse, Sukuna abre la puerta de la habitación y lo arrastra hacia dentro.
"Suku... na" Yuuji vuelve a intentar pararse, pero Sukuna lo vuelve a patear, lo arroja a la esquina.
"No es suficiente castigo para ti, ¿verdad? Aún no sé dónde mierda estabas, pero te voy a sacar la verdad a golpes si eso es lo que quieres"
Yuuji lo mira asustado, debería decirle la verdad, si lo descubre más tarde de todas formas también lo castigará, debería decirlo, pero no la verdad completa.
"Yo... solo... quería ir a la jaula de bateo..."
Sukuna lo escucha, le cree, pero sabe que falta algo más y no es necesario preguntarlo, la ira aumenta en el interior de Sukuna, incluso su cuerpo tiembla un poco, lo sabe, no dejan entrar a un menor de edad sin la compañía de un adulto.
Yuuji no sabe esto, pero Sukuna sí, y solo piensa que su hermano menor es un estúpido.
"...bien..." la mirada de Sukuna se pierde por un momento, desliza su mano por su cabello. Yuuji piensa que ya acabó, ya lo golpeó y le dijo parte de la verdad, debería ser suficiente, solo ve a Sukuna darle la espalda, pero en lugar de salir de la habitación solo se acerca al closet.
"...qué haces..." pregunta Yuuji aún sentado en la esquina junto a la cama, a punto de pararse. No tiene un buen presentimiento, su instinto le dice que debe salir. Cuando ve que Sukuna toma en sus manos un cinturón de cuero, su cinturón del uniforme de la escuela, Yuuji se levanta, su mente y cuerpo le dicen que debe salir de allí, pero Sukuna lo agarra de la muñeca con fuerza tirando de él, casi de inmediato lo golpea en las piernas con el cinturón.
"¡A dónde crees que vas! ¡¿Me crees estúpido?!" Exclama Sukuna, volviendo a pegarle.
"¡Ahh! ¡No! ¡No me pegues!" Exclama Yuuji, una cosa eran golpes con las manos y otra con un objeto, y más con algo que pega tan fuerte, cuyas marcas aparecen más rápidamente en su piel.
Sukuna lo arroja a la cama, Yuuji se mueve pero luego siente el golpe cortante en su espalda, arde mucho, y se derrumba, vuelve a sentir otro golpe, y luego otro.
"¡Bastardo! ¡Mentiroso!" cada insulto iba a acompañado de un correazo, y cada sonido de golpe acompañado de los gritos y quejidos de Yuuji.
"¡Qué crees que haces yéndote con esas basuras!"
Otro golpe.
Yuuji se retuerce, su espalda le dolía, le quemaba la piel, Sukuna le estaba golpeando muy fuerte.
Sukuna solo había pensado que se había ido con Megumi y su padre, tal vez no quería pensar que había ido solo con ese hombre, si lo pensara, solo pegarle con el cinturón no sería suficiente.
"¡Deja de llorar! ¡Es lo menos que te mereces!" Le gritaba azotando su espalda, cada golpe era más fuerte y se escuchaba como el cuero golpeaba su piel. A pesar de que lleva puesta su camiseta Yuuji siente como cada golpe pareciera que le cortara, seguido del ardor, poco a poco siente su espalda entumecida mientras llora resistiendo.
"Ya... es suficiente... Ugh... Su...sukuna" Yuuji súplica, gimoteando.
"No creo que hayas aprendido la lección, mocoso, bastardo, mentiroso" vuelve a pegarle, el sonido de los golpes era una melodía para él.
De repente se detiene, observa la espalda del chico, unas manchas de color rojo se filtran a través de la tela, acerca su mano y levanta la camiseta, su piel está muy roja, las marcas de cada azote se ven y algunas tienen heridas de las que brotan puntos e hilos de sangre, debería detenerse, pero Sukuna solo sonríe.
