-DIALOGOS-

"PENSAMIENTOS"

LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN SIN EMBARGO LA ADAPTACION ES MIA Y NO PERMITO SU USO SIN MI PREVIA AUTORIZACION

Capitulo 24

Maldición, ¿dónde estaba? se preguntó Neji al ver que todo era blanco. ¿Es que acaso así era la muerte? ¿Por eso todo el mundo decía que no caminaras hacia la luz?

No podía creer cómo había terminado su vida. Había sido asesinado de una forma tan ridícula que le daba vergüenza y además... sentía que no había hecho nada.

Sí, había defendido a la aldea cuando se necesitó, pero a su clan... Maldición, aún tenía muchas cosas que hacer, muchas personas por proteger, pero por sobre todo habia una persona de la que aun no estaba listo para despedirse

Quería decirle a Sakura que estaba enamorado de ella, que quizás desde la primera vez que la vio a lado del Uchiha en los exámenes chunin habia despertado un interes, un interes que se esforzó en ocultar cuando se entero que su compañero de equipo tenia el mismo

Solo podía pensar en que ya no recibiría más un "bienvenido a casa" por parte de la pelirosa

No, aun no podía morir, la vida no podía ser tan injusta con el. No cuando toda su vida se sintio como si estuviera ahogándose y al fin comenzaba a respirar

Y fue cuando todo se comenzó a aclarar

Su mirada se sentía pesada, pero cuando ladeó el rostro pudo observar a la pelirosa dormida en sus piernas.

Habia vuelto

—Sak... —mencionó muy débilmente; su garganta parecía cerrada y apenas sentía que podía hablar.

—¿Neji? —pregunto ella despertando de apoco y tallando su rostro. Pero de inmediato su mirada cambió a una de alivio al ver que no era un sueño esta vez. De verdad, el Hyuga estaba despierto.

—¡Neji! —gritó mientras sentía cómo el alivio inundaba su cuerpo, lanzándose en un abrazo hacia el castaño.

No puedo respirar... Sakura —murmuró. Sakura entonces levantó la vista y Neji se dio cuenta de que ella... estaba llorando.

—¿Qué pasa? —preguntó preocupado, abrazándola como podía.

—Creí... creí que te perdía —añadió, y de nuevo sus orbes jade se llenaron de lágrimas.

Neji sintió su corazón latir de forma diferente a como usualmente se sentía cuando estaba con Sakura, pero esta vez más intenso. Además... se sentía feliz.

Neji sonrió y la acarició del cabello.

—No me iré a ningún lado, Sakura —añadió sin dejar de acariciar su cabellera.

Júralo —soltó en un murmullo.

—¿Qué?

Sakura entonces levantó la vista para encontrarse con esos orbes blancos.

Jura que no irás a ningún lado.

Neji miró a Sakura. La forma en la que lo decía... hasta parecía que tuvo miedo de perderlo. Su corazón comenzó a latir de una forma más deprisa, y era como si todo lo de alrededor no importara, solo él y ella.

No te abandonaré, Sakura —musitó, limpiando las lágrimas que resbalaban por sus mejillas—. J amás —prometió.

Sakura cogió la mejilla de Neji. Jamás había experimentado la desesperación como estas últimas noches. El miedo que tuvo por perder a Neji fue real, muy real, y era algo que no deseaba volver a experimentar nunca.

No quería perder a Neji.

Fue ella quien terminó por acortar la distancia que había entre sus rostros, y por primera vez lo besó ella.

Neji solo sintió su beso fue interrumpido por la puerta abriéndose.

A veces se me olvida que son una pareja de recién casados —murmuró Ino, sin borrar el rastro de diversión que había en su voz.

Sakura separó su rostro del de Neji. Mantuvo su vista por un par de segundos en la de él, mirándolo con infinita ternura, y finalmente observó a su amiga.

Deberías aprender a tocar —musitó con tranquilidad Sakura, mientras su mano buscaba la de Neji.

No sabía que estabas aquí y tampoco sabía si Neji estaba despierto —agregó—. Bueno... —su mirada se fijó en la del Hyuga, quien lucía igual de atractivo que siempre incluso después de haber vencido a la muerte—. Veo que Neji está muy bien. Añadió al mismo tiempo que Sakura se ponía de pie y la abrazaba

—¿Eh?

—Gracias. Por salvar a mi esposo.

Ino suspiró.

—Bien, no creo que sea necesario que Neji pase más tiempo aquí. Su estado de salud no es el mejor, pero su vida ya no está en peligro.

—¿Estás segura?

—Sí —añadió la Yamanaka—. Hay un brote de gripe en el hospital, correrá más riesgo si se queda aquí. Además, tendrá a la mejor enfermera cuidándolo las 24 horas.

—Si hay un brote de gripe...

—Nosotras podemos hacernos cargo porque es eso, gripe —aclaró la Yamanaka con completa tranquilidad.

Sakura mordió ligeramente su labio inferior antes de asentir. En otras circunstancias se habría negado, pues su deber como médico era primero. Pero con la sola persistencia de su pecho de incomodidad por Neji... - esta bien-

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-¡Neji!- gritaron al unisono Hinata, Hanabi y Hannah al ver al Hyuga entrar en silla de ruedas a la mansión Hyuga

- hermano me alegra saber que estas bien- añadió Hinata dedicándole una sonrisa reconfortante

-crei que no la contabas- añadió Hanabi con una sonrisa triste

-¡Neji!- Hannah no pudo resistirse y lo abrazo mientras las lagrimas le salían a llamaradas.

Hanabi solo le sonrio nerviosa a Sakura quien no veia la escena con molestia. Para Sakura Hannah era un familiar mientras que para Hannah Sakura era una persona detestable que solo estaba buscando como deshacerse de Neji, palabras dichas por ella misma.

-ven Hannah- Hinata cogio sumamente a la castaña para evitar que la escena tomara otro giro. - Neji necesita descansar-

-una de nosotras debe de cuidarlo en todo momento

-Su esposa lo hara. Dijo Hanabi remarcando esas palabras

Sakura solo arqueo una de sus cejas pbservando como el trio de hyugas se retiraba. Podria jurar que el comentario de Hannah quería llevarlo hacia otro lado

Neji observo como el semblante de Sakura cambiaba a uno mas serio. Le preocupaba que la actitud de Hannah la hubiese incomodado

-¿pasa aglo?- pregunto mientras la mirada nívea se encontraba con la jade de ella

Sakura negó con la cabeza mientras comenzaba a empujar la silla por los pasillos. Hiashi habia salido asi que dspues de dejar a Neji tendria que escribirle una carta para informarle la situación. Que Neji no podria hacer misiones por un par de semanas.

-¿algo paso mientras yo… fui débil? -

Sakura entonces detuvo el andar de la silla - No digas eso nunca Neji, no fuiste débil y nada paso… yo me hizo cargo- añadió mientras Neji la miraba y desviaba la mirada, no podia evitar dejar de sentirse culpable.

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-Hannah ya basta- dijo Hinata tomándola de los hombros para que lograra verla -Neji esta bien-

-es que no lo entiendes Hinata yo de verdad lo amo, yo deberia de estarlo cuidando, no ella quien te dice que lo cuidara como s debe

Hanabi rodo los ojos ante esa escena y era en momentos como estos que no se sabia quien le caia peor, su hermana por ilusa alimentando esas esperanzas, o Hannah.

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- esa no es…- Neji agrego al ver que Sakura no lo llevaba hacia su habitación si no a la de ella

-neji, espero que no te ofendas pero no debes de dormir en un fuuton, ahora debes de estar comodo- añadió ella abriendo su habitación y llevándolo hasta la cama para que el castaño se recostara - esta medicina te dara sueño, mientras tu descansas yo me encargare de arreglar algunos asuntos del clan

-¿asuntos del clan?- pregunto ligeramente preocupado mientras Sakura solo le sonria débilmente

- No es nada de lo que debas de preocuparte, solo le avisare a tu tio lo que paso y que ya estas fuera de peligro-

-Sakura- Neji la sujeto de la mano y la mirada de ambos se encontraron

- Yo…-

-tienes que descansar- añadió ella sonriéndole y dándose media vuelta para retirarse. Una vez fuera de la habitación se recargo en la puerta mientras su corazon latia de forma presurosa. No sabia como actuar cuando estaba con el.

-Sakura- Neji recargo su cabeza en la almohada mientras que el aroma a cerezos inundaba sus fosas nasales.

La quería

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Sakura observo al Hyuga quien dormia plácidamente. Tenia miedo de que tuviera una complicación o que algo pasara. Hace unos días se dio cuenta de lo importante que Neji era en su vida y de sin importar que no queria perderlo.

Sakura observo como los parpados de Neji comenzaron a temblar hasta que sus ojos abrieron y sus miradas se encontraron

Neji de inmediato ladeo su rostro hacia la ventana y se dio cuenta que la luz solar prácticamente se habia esfumado

-¿Qué hora es?- pregunto intentando reincorporarse pero un mareo lo azoto

-son casi las 8- contesto Sakura con simpleza mientras que lo ayudaba a que tomara asiento

-¿tan tarde?-

-te dije que la medicina era muy fuerte- añadió ella

—Iré a mi habitación ahora que me encuentro mejor —añadió el Hyuga, intentando ponerse de pie.

—¿Por qué no te quedas aquí? —preguntó Sakura, deteniéndolo—. Esta también es tu habitación. Digo, quiero decir que es la habitación de ambos —añadió de forma nerviosa. ¿Qué estás sugiriendo, Sakura? ¿Que duerman juntos? Los colores se le subieron al rostro solo de pensarlo. ¿Neji pensaba que ella estaba sugiriendo eso?

—Tú puedes quedarte aquí; yo dormiré en tu cama —dijo, intentando corregir su error. Pero cuando quiso ponerse de pie, la mano de Neji la detuvo.

—No tienes que irte —dijo mientras sus miradas se encontraban—. Me acostumbré a tu presencia. Neji negó con la cabeza para sí mismo mientras el corazón de Sakura latía deprisa. — No, lo siento, no quise decir eso —añadió, y Sakura se sintió triste.

—Me gusta contar con tu presencia —dijo, provocando que todos los sentimientos de la pelirosa se removieran. Y por un momento se sintió idiota. En lo más recóndito de él estaba esperando que Sakura dijera algo.

—A mí también me gusta tu presencia, Neji —añadió Sakura, llevando una de sus manos a su pecho.

Ambos se quedaron en silencio, como si estuvieran analizando las palabras del otro y sus propias palabras.

Es tiempo de que tomes una ducha —añadió Sakura, en un intento de ocultar su nerviosismo—. Tengo que...

—Me gustaría bañarme solo —añadió el castaño. Dejarse limpiar por una enfermera que era una completa desconocida era una cosa, pero dejarse limpiar por Sakura era una completa vergüenza.

No puedes, digo, no es que no puedas, es que hay partes de tu cuerpo que no debes estirar. Lo mejor es que te ayude yo —dijo, y juraría que vio un sonrojo en Neji—. Tengo un par de hierbas que pueden hacer que el agua se vuelva turbia. De esa forma, no podré ver nada —dijo, recordando que cuando estuvieron en las aguas termales, Neji no parecía avergonzado de que estuvieran juntos desnudos—. Además, tienen propiedades medicinales que te ayudarán, y como doctora te lo recomiendo.

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Sakura tragó grueso mientras sentía su rostro completamente caliente. No sabía si era el vapor del agua caliente que emanaba de la bañera o lo que sentía al ver la espalda desnuda de Neji.

Tragó mientras comenzaba a limpiar esa espalda blanquecina. Su piel aún tenía ligeros hematomas a causa de sus heridas y algunas cicatrices que indicaban todas las batallas que el Hyuga había vivido.

Con cuidado, pasó su mano una y otra vez enjabonando cada parte de él. Tragó nerviosa hasta que finalmente se atrevió a deslizar su mano un poco más allá, primero por sus brazos y después hasta su pecho. Su barbilla se apoyó suavemente sobre su hombro. Su piel se sentía tan suave, tan tersa, y sus sentidos comenzaron a nublarse.

¿Es que Neji siempre había sido tan atractivo?

Y en un momento de arrebato, besó la piel expuesta de su hombro.

Neji cerró los ojos, extasiado por ese toque. Si aún estaba en coma y esto era un sueño, definitivamente no quería despertar.

Sakura iba a retirarse, avergonzada, pero Neji notó sus intenciones, así que la cogió suavemente del brazo, manteniéndola en la misma posición.

Sus rostros se encontraban a la altura y sus labios se unieron en un beso. Al principio fue un simple roce; ambos tenían los ojos abiertos y parecían estar tanteando el terreno hasta que Neji acortó la distancia y se besaron de forma torpe, que fue cobrando intensidad, empezó.

Cuando Sakura se alejó, Neji dejó escapar un gemido de frustración. Pero el sonido del cierre de la blusa deslizándose y, posteriormente, el de la blusa mojada al caer al suelo lo extasió.

—¿Sakura? —tanto Neji como la pelirosa se alejaron al escuchar que Hinata los llamaba desde el otro lado de la puerta.

—¿Sí? —cuestionó con el corazón a mil.

—¿Está todo bien?

—Sí, ¿qué pasa?

—Solo… quería saber si querías que les trajera la cena.

—Espera, Hinata —dijo, recordando que Neji tenía una dieta especial—. Voy contigo; espérame afuera de la habitación —añadió, y le dedicó una mirada rápida a Neji. Una vez que escuchó la puerta corrediza del cuarto cerrarse, finalmente salió.

Neji dejó escapar un suspiro de sus labios. La presencia de Hinata no pudo ser más inoportuna.

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—Muy bien, la cena —agregó Sakura, acomodando la comida en una mesa plegable junto a la cama.

No tenías que hacer todo esto. Pude haber caminado hasta el comedor.

—El primer día tiene que ser de descanso absoluto, no puedes estar haciendo grandes esfuerzos —añadió, mientras un ligero sonrojo cubría sus mejillas al recordar lo que había pasado en el baño.

Si Hinata no hubiera llegado, ¿qué habría pasado?, se preguntó.

—¿Pasa algo? —preguntó Sakura al ver la mirada fija del Hyuga en ella.

Neji entonces suspiro.

Estoy desarrollando sentimientos por ti más allá de una amistad —aceptó el castaño, mientras que sus ojos níveos la miraban con intensidad —. Necesito comenzar a tomar algo de distancia de ti. Tú no sientes lo mismo y yo saldré herido en algún punto.

—¿Qué? —preguntó Sakura, completamente sorprendida por la franqueza del Hyuga y por lo inesperado que había sido.

—Sé que amas al Uchiha. Cuando nos casemos, acepté eso, pero... las cosas han cambiado, no puedo fingir indiferencia ante eso y

—Neji... —Sakura entonces lo cogió de ambas manos para que la mirara—. Yo no quiero a nadie… —dijo, y por un momento pudo ver un destello de tristeza en esa mirada opalina—. Que no seas tú —dijo, y verde contra blanco chocó—. Yo te quiero. No sé cuándo comenzó, pero te quiero, te quiero tanto que el solo pensar en perderte hizo que me sintiera morir —se sinceró.

—Sakura… —Neji llevó una de sus manos al rostro de la pelirosa y lo acarició con suavidad, limpiando la lágrima traviesa que había escapado —. Déjame cuidarte —dijo mientras acercaba su rostro hasta finalmente besar esos labios con los que llevaba meses soñando.

—Neji —Sakura se separó, y una ligera sonrisa se formó en sus labios—. Yo soy quien te cuida —dijo, y Neji solo sonrió antes de que ambos se besaran.