Mientras que Bluey recibía consuelo de parte de la madre de Mackenzie, Una pastora ovejera de originaria de Australia entró al Hospital donde preguntó por Mackenzie
—Oh, Señora Pastor Ovejero, ¿Es amiga de la familia? —indagóla enfermera de la recepción.
—El chico fue mi alumno en la primaria.
—Bien, puede pasar, aunque solo están los padres del chico —comentó viendo pasar a Calypso cuando añadió—: Oh, su novia está aquí y la madre de esta misma. —Calypso sonrió preguntando—. ¿Bluey Blue Heeler está aquí?
—Si, creo que así se llama.
—Muchas gracias, «quiero verlos, no los he visto desde la graduación de la primaria» —agradeció Calypso mientras pensaba, cuando de pronto recordó… NO SABÍA DONDE ESTABA MACKENZIE, entonces volvió a preguntar—. Oh, Eh… perdón, pero ¿qué habitación es la del joven Border Collie?
—Terapia intensiva.
La Profesora le impactó al saber que su exalumno ahora se encontraba entre la vida y la muerte por causa del accidente que había tenido, Calypso no se le notaban muchos cambios a pesar de estar cruzando los 40 años. Con paso apresurado entró a la zona de terapia intensiva donde pronto vio a los Border Collie que estaban sentados alrededor de su hijo mientras Bluey tomaba la mano izquierda de Mackenzie, para Calypso esto se le hizo tierno, pero ella sabía que esto sucedería tarde que temprano, pero no era lo que ella esperaba que terminara así de mal.
—Hola, Buenas tardes. —Calypso vio que todos estaban muy tristes por lo sucedido con el Border Collie—. Animó, a Mackenzie no le gustaría saber que estamos tristes por su situación, Mackenzie es fuerte, él saldrá del coma, tenga fe en que así serán las cosas.
—¡Oh, Calypso! —exclamó Bluey para abrazar a la pastora ovejera—. Nunca creí que él sería capaz de dar su vida por mí.
—Bluey, no llores, él te ama, yo los conozco desde que eran unos cachorros de 4 años, siempre han jugado juntos, además de que recuerdo la vez que Winston les dijo que se iban a casar y mírense ahora, tu preocupada por él, pero es ahora él te necesita más que a nadie en el mundo. —reveló Calypso para limpiar las lágrimas del Bluey quien no paraba de llorar.
—Tienes razón, haré todo lo posible para que esté con… Nosotros nuevamente.
—Ja, ja, ja, Bluey, no tienes por qué ocultarlo, te dije que yo ya sé de su relación "amistosa" —río Calypso simulando las comillas con sus dedos.
Mackenzie que observó recordó que en ese mismo momento llegaron él y Capitán a ver a Mia y a Bluey.
—¿Cómo olvidarlo? Estaba furioso porque me había obligado a ir pasar a esta parte de la escuela, ellos realmente se veían enamorados, si tan solo…
—¿Hubieras sabido de esto?, ¿el jardín pudo haber sido más grande o hermoso? —le preguntó Calypso.
—Las dos cosas, pero era tan inmaduro para admitir que la amaba con todo mi corazón.
—Si logras salir de aquí tal vez puedas cambiar las cosas para tener un mejor futuro con Bluey, pero es hora de esconderse.
—Si, ¿Espera que?
En ese momento Calypso desapareció dejando solo al Border Collie, el chico comenzó a caminar cuando se dio cuenta de que estaba siendo seguido por alguien, fue que se le ocurrió meterse entre los árboles para ver pasar de largo a un dálmata amarillento que se cubría con un manto negro mientras llevaba consigo una hoz la cual no dudo en usar para cortar los árboles, no obstante, Mackenzie había huido de ahí, el dálmata era la representación de la muerte misma personificándose en alguien como ellos (furro).
—Tus días están contados Mackenzie.
Mientras tanto, en la sala de terapia intensiva, el cardiograma estaba comenzando a dar señales de que Mackenzie se estaba yendo de este mundo.
—No, por favor, no, no te vayas macky —chilló Bluey viendo como su amado podía estar perdiendo la batalla.
Mientras la muerte buscaba a Mackenzie para llevárselo. El Border Collie ya se encontraba en la casa de los Heeler donde pronto oscureció, Mackenzie entró a la casa de los Heeler para ver que la muerte pasó de largo buscando al Border Collie. El Border Collie pasó su mano por la frente como señal de alivio. En el plano terrenal los médicos vieron que Mackenzie se había estabilizado, su corazón estaba funcionando con normalidad. El doctor que lo atendía salió de la habitación para hablar con todos.
—Al parecer fue una falsa alarma, Mackenzie aún está en nosotros, pero no debemos estarlo cuidando.
—Yo me comprometo…
—Bluey… Tienes que ir a la secundaria mañana.
Chilli sabía que su hija tenía buenas intenciones, pero no por eso iba a estar en vela y por consecuencia faltaría a la escuela.
—Vamos Bluey, tienes que volver a casa para la cena y también hacer tus tareas al igual que dormir, mañana después de clases podrás venir a ver a Mackenzie.
—Está bien mamá —se entristeció la joven Heeler al no poderse quedar con su amado Border Collie.
—Adiós Bluey —se despidió Calypso.
Las dos Heeler volverían a su hogar donde tenían que preparar la cena y también sus actividades restantes para concluir su día. En el hospital la persona que se había quedado a cuidar a Mackenzie fue su padre, mientras que Calypso, la señora Border Collie y los Heeler se despidieron del señor Border Collie, una vez que ellas salieron del hospital se despidieron la una a la otra, mientras que Calypso se despedía de Bluey le dijo "No te rindas, pueden estar juntos no es imposible". Bluey el brazo con fuerza para agradecerle por su comentario.
Una vez que Bluey terminó su cena y sus tareas, Bluey se fue a dormir: cerrando sus ojos por un momento para abrirlos nuevamente en otro lugar.
—Ok, ¿Ahora porque no puedo dormir? —se preguntó.
Bluey se levantó de la cama cuando recordó que era un murciélago, pasando por un espejo se dio cuenta de que aún era una adolescente, pero escucho a alguien que estaba en la planta baja de su casa.
