El cuarto progenitor
En el cuarto de la residencia donde se quedaban, el ambiente era sofocante y pesado, como si el aire mismo estuviera cargado de incertidumbre y miedo. El equipo RWBY y JNPR estaban allí reunidos, todos excepto Jaune. Su ausencia era más que palpable; cada rincón del lugar parecía más frío y vacío sin su presencia. Desde su enfrentamiento con Cinder en lo más profundo de la bóveda de Haven, no habían vuelto a saber de él. La batalla había sido feroz, y el derrumbe posterior de la bóveda había dejado pocas esperanzas de que Jaune hubiera podido escapar ileso. Cada uno de los presentes estaba perdido en sus propios pensamientos, luchando con la idea de que su amigo pudiera estar atrapado, o peor.
Todos estaban en silencio, absortos en su propia angustia. Ninguno se atrevía a hablar, temiendo que cualquier palabra pudiera dar forma a los peores temores que se cernían sobre ellos. Ruby y Pyrrha estaban sentadas al borde de la cama, con las manos entrelazadas y la mirada perdida. Recordaban cada momento de la batalla, cada golpe que Jaune había intercambiado con Cinder y se lamento no haberse percatado de la ira que carcomía a Jaune después de la muerte de kojo. Y aunque sabia que Jaune no podía morir, todavía sentía un inmenso vacío en su pecho por su desaparición.
A su lado, Weiss inconsciente a esa realidad como todos a acepción de ella y Pyrrha mantenía una postura rígida, como si su propio cuerpo fuera un escudo contra el miedo. Pero el leve temblor de sus manos delataba la ansiedad que sentía por dentro. La mente de Weiss, normalmente tan lógica y fría, no podía aceptar la posibilidad de que Jaune, alguien tan bondadoso y decidido que habia recibido, literalmente, un golpe mortal , pudiera haberse perdido bajo los escombros de Haven.
Blake y Yang estaban de pie junto a la ventana, observando la oscuridad del exterior. Blake, con los brazos cruzados, intentaba mantener la calma, pero su mirada delataba que en su interior también luchaba con el dolor. Yang, por su parte, apretaba los puños con fuerza, su mandíbula tensa. La frustración la consumía por dentro, incapaz de hacer algo para cambiar la situación. Era alguien acostumbrada a actuar, a luchar, pero en ese momento, se sentía impotente, algo que le resultaba insoportable.
Ren y Nora, los compañeros cercanos de Jaune, estaban sentados juntos en el sofá. Ren, con su característica calma, trataba de mantener la serenidad, aunque en su interior sentía una profunda preocupación por su amigo. Sabía que Jaune era fuerte, pero también conocía, o por lo menos creían conocer sus límites. El derrumbe de la bóveda había sido masivo, y la idea de que Jaune pudiera estar atrapado o herido lo perseguía sin cesar. Nora, por su parte, había perdido toda su habitual energía. Estaba callada, una imagen inusual para alguien que siempre había sido la chispa del equipo. Jugaba nerviosamente con sus dedos, tratando de evitar que las lágrimas cayeran por su rostro. La idea de perder a Jaune era demasiado dolorosa para considerarla, pero en el fondo de su corazón, el miedo era ineludible.
Nadie hablaba. El silencio era un muro impenetrable, lleno de miedo e incertidumbre. Cualquier palabra parecía superflua frente a la realidad que enfrentaban. Ninguno quería ser el primero en mencionar lo que todos temían, que tal vez Jaune no hubiera sobrevivido a la batalla y al colapso de la bóveda. Los minutos pasaban lentamente, llenos de angustia, hasta que el sonido de pasos acercándose por el pasillo rompió la quietud de la habitación. Todos levantaron la vista al mismo tiempo, esperando ansiosamente algún tipo de noticia.
La puerta se abrió lentamente, y Qrow Branwen, el cazador experimentado, entró en la habitación. Su semblante era sombrío, y la ausencia de su habitual actitud relajada no auguraba nada bueno. Cerró la puerta tras de sí, y por un momento solo se quedó parado en silencio, observando a los jóvenes que lo miraban con esperanza y miedo a partes iguales. Sabía que sus palabras no serían fáciles de escuchar, pero también sabía que no podía mentirles.
Ruby fue la primera en hablar, su voz temblorosa pero llena de esperanza. "¿Has encontrado algo, tío Qrow? ¿Sabes dónde está Jaune?" Los ojos de todos estaban fijos en él, esperando una respuesta que pudiera aliviar el peso que sentían en el pecho.
Qrow suspiró, pasándose una mano por el cabello desordenado antes de responder. "No he encontrado nada," dijo en voz baja, pero lo suficientemente clara como para que todos lo escucharan. "Busqué en los alrededores de la bóveda, entre los escombros... pero no hay señales de Jaune." Su mirada estaba llena de cansancio y frustración. Había querido encontrar algo, cualquier cosa que les diera una pista sobre el paradero de Jaune, pero todo lo que había encontrado era destrucción.
Las palabras de Qrow cayeron como una losa sobre los presentes. El silencio que siguió fue aún más denso que antes, cargado de tristeza y desolación. Weiss se llevó una mano a la boca, tratando de contener el dolor que sentía. Yang cerró los ojos con fuerza, apretando los puños hasta que sus nudillos se pusieron blancos. Ren bajó la cabeza, y aunque su rostro no mostraba emoción, era evidente que estaba luchando por mantener el control. Nora no pudo contener más las lágrimas y dejó escapar un sollozo suave mientras se cubría el rostro con las manos.
El miedo que todos habían estado reprimiendo comenzó a filtrarse. La posibilidad de que Jaune hubiera sido aplastado bajo los escombros o de que hubiera sucumbido a las heridas de la batalla se hacía cada vez más real. "No puede ser," murmuró Ruby, con la voz quebrada. "Él no puede haberse ido." Las palabras apenas eran audibles, pero todos sintieron el dolor que las acompañaba.
Pyrrha apretó su agarre firmemente tratando de tranquilizar a la niña, pero ella misma se sentía en una encrucijada, es cierto que jaune no podía morir, pero no tener noticias de el no era algo bueno, y para colmo tampoco podía decirle nada a los demás sobre la inmortalidad de el joven Arc, no sin parecer dementes por lo menos.
Blake, con la mirada baja, susurró, "Jaune es fuerte, pero... tal vez no fue suficiente esta vez." El comentario, aunque realista, hizo que el dolor en la habitación se hiciera aún más tangible. La idea de perder a un amigo tan cercano era algo que ninguno estaba preparado para enfrentar.
Qrow, viendo cómo la desesperación comenzaba a apoderarse de todos, decidió intervenir antes de que los sentimientos de culpa y tristeza los hundieran más. "Escuchen," dijo con firmeza, su tono más decidido. "Sé que esto es difícil, pero no podemos quedarnos aquí lamentándonos. Necesitamos movernos, y pronto. Tenemos que dirigirnos a Atlas. Jaune querría que siguiéramos adelante, y eso es lo que debemos hacer."
La mención de Atlas trajo un pequeño respiro de claridad en medio del dolor. Atlas era su próximo destino, el lugar donde esperaban encontrar respuestas y, con suerte, algún tipo de ayuda para enfrentar a las fuerzas oscuras que se cernían sobre ellos. Qrow tenía razón, quedarse estancados en Haven no ayudaría a nadie, y mucho menos a Jaune.
Weiss, siempre la más pragmática, fue la primera en asimilar las palabras de Qrow. "Atlas es lo que sigue," dijo con un tono más firme, aunque su tristeza seguía evidente. "Jaune querría que cumpliéramos con nuestra misión, incluso si... incluso si no está con nosotros."
Ruby asintió, mordiéndose el labio mientras trataba de contener todo lo que sabia. "Tienes razón" murmuró, intentando recobrar la compostura. "No podemos rendirnos. Se que... Jaune está ahí fuera, pero creo que... No podemos detenernos ahora."
Yang, aún frustrada pero más serena, agregó: "Entonces vámonos. No podemos quedarnos aquí esperando respuestas que tal vez nunca lleguen." Sus ojos reflejaban una determinación aunque un poco tambaleante, definitivamente diferente a la misma que había mostrado en tantas otras batallas.
Ren y Nora, aún abatidos por la ausencia de su amigo, también asintieron. Sabían que la única que estaban en una situación complicada, pero Jaune los hubiese animado a seguir adelante, estuviera donde estuviera.
Qrow observó a los jóvenes, viendo cómo, poco a poco, recuperaban algo de fuerza y determinación. Sabía que el dolor no desaparecería tan fácilmente, pero también sabía que ese grupo tenía algo especial. No se rendían, no importaba cuán sombrías fueran las circunstancias. "Nos vamos al amanecer," dijo Qrow finalmente. "Empaquen lo que necesiten. Atlas es nuestro próximo paso."
Aceptando la resolución de los demás, Qrow asintió antes de lanzar la advertencia que todos temían escuchar. Su voz resonaba con la gravedad de alguien que sabía de lo que hablaba, su experiencia como cazador veterano añadiendo un peso extra a sus palabras. "La reliquia atraerá a los Grimm," dijo, su tono firme, "y eso pondrá en grave peligro a los ciudadanos." Sus palabras cayeron como un martillo sobre los jóvenes presentes, que ya aun estaban lidiando con la angustia de no saber qué había sido de Jaune. Aún no podían procesar completamente la desaparición de su amigo, pero la realidad no les daba tregua. Ahora debían enfrentarse a otro desafío, uno que implicaba mucho más que sus propias vidas.
El silencio que siguió fue devastador. Todos sabían lo que significaba la presencia de la reliquia, el poder que contenía y la atracción que ejercía sobre los Grimm. Ninguno de ellos estaba preparado para la magnitud de la amenaza que representaba, y mucho menos en un momento tan vulnerable. Blake cruzó los brazos, mirando al suelo con el ceño fruncido, mientras Yang mantenía la vista fija en su tío, sin saber cómo responder. Ruby, que normalmente era la primera en hablar y ofrecer una solución, estaba completamente callada, procesando lo que eso significaba para su misión y para los ciudadanos a los que habían jurado proteger.
Y sobre todo, dejar atrás al joven Arc
Ren y Nora, por su parte, estaban extrañamente callados. Siempre había sido Nora quien rompía los silencios incómodos con algún comentario enérgico o una broma, pero en ese momento, su chispa se había apagado. Ren, quien normalmente mantenía una actitud serena, ahora tenía la mirada perdida, como si su mente estuviera muy lejos de la habitación. Quizás estaban lidiando con la incertidumbre sobre el paradero de Jaune, o tal vez era la perspectiva de lo que les esperaba lo que los había sumido en un silencio poco habitual. El hecho de que incluso Nora, con su energía aparentemente inagotable, estuviera en un estado de reflexión silenciosa, decía mucho sobre la gravedad de la situación.
Después de varios minutos de silencio incómodo, fue Pyrrha quien finalmente habló. Su voz, suave pero firme, rompió la tensión que se había acumulado en la sala. "Deberíamos seguir moviéndonos," dijo, su tono reflejando la determinación de alguien que había estado meditando sobre la mejor manera de proceder. "Quedarnos aquí solo pondrá a más personas en peligro. Los Grimm están cada vez más cerca, y cuanto más tiempo permanezcamos en un solo lugar, más difícil será para nosotros y para todos los que nos rodean."
Ruby abrió los ojos, sorprendida por la sugerencia de Pyrrha. Durante unos segundos, intentó encontrar las palabras para refutar la idea. No quería abandonar Haven tan rápido, no cuando Jaune seguía desaparecido y cuando la idea de que pudiera regresar en cualquier momento aún flotaba en su mente. La culpa la invadió, sabiendo que Jaune se había arriesgado tanto por ellos. Pero antes de que pudiera responder, Pyrrha la interrumpió con una voz calmada pero firme. "Esto es lo que Jaune haría," le dijo, mirándola directamente a los ojos. Las palabras de Pyrrha resonaron profundamente en Ruby, quien siempre había visto en Jaune a alguien que ponía a los demás antes que a sí mismo. Sabía que tenía razón, pero aceptar esa realidad era doloroso.
Pyrrha se inclinó ligeramente hacia Ruby y, en un susurro apenas audible que solo Ruby pudo escuchar, añadió: "No puede morir, Ruby. Después de todo, es inmortal." La declaración, aunque pronunciada en voz baja, regreso a Ruby a la realidad como un relámpago.
Ella asintió, sin dejar de preocuparse por su amigo, así que tomo un respiro antes de continuar.
"Está bien," dijo Ruby finalmente, con voz temblorosa pero decidida. "Nos preparamos para partir de inmediato." Yang, que había estado observando a su hermana en silencio, asintió lentamente, sabiendo que, aunque la decisión era dolorosa, era lo correcto. Weiss, comenzó a hacer un inventario mental de lo que necesitarían para el viaje. Blake, aunque reticente a abandonar Haven sin más respuestas sobre Jaune, comprendió la necesidad de moverse. No era solo por ellos; era por las personas que dependían de ellos para detener el avance de Salem y su ejército de Grimm.
Ren y Nora intercambiaron miradas, y aunque no dijeron nada, la aceptación era evidente en sus rostros. Sabían que no podían quedarse allí indefinidamente. Si había alguna posibilidad de que Jaune estuviera vivo, encontrarlo en medio de un caos lleno de Grimm no sería la mejor opción. Moverse hacia Atlas les daría una oportunidad de planificar mejor y quizás, de encontrar respuestas. Aunque la tristeza por la incertidumbre seguía presente, la esperanza de que Jaune pudiera reunirse con ellos en el futuro les dio la fuerza necesaria para seguir adelante.
Antes de partir y sin que nadie lo supiera a excepción de Pyrrha, Rubi dejo una nota para su amigo desaparecido, una simple explicación por si Jaune regresaba a la residencia y no encontraba a nadie.
Después de prepararse para el viaje, con la nota lista y las mochilas Hechas, el grupo comenzó a alistarse para partir. El peso de la decisión seguía pesando sobre ellos, pero sabían que quedarse no era una opción. Cada minuto que permanecían allí era un riesgo mayor para todos. El viaje hacia Atlas no sería fácil, pero estaban dispuestos a enfrentar lo que fuera necesario para cumplir con su misión y, en el fondo, para encontrar a Jaune.
"¿Listos?" preguntó Qrow mientras observaba al grupo con una mirada mezcla de orgullo y preocupación. Sabía que no sería un viaje fácil, pero también confiaba en las habilidades de los jóvenes cazadores.
"Listos," respondió Ruby, con la mirada firme pero el corazón aún lleno de emociones conflictivas.
Y otro capitulo para la cuenta jajaja tengo uno mas en el cargador para publicar, así que en unos días actualizare nuevamente jajaja, increíble barios capítulos en tan poco tiempo, necesito una vida XD
