N. A.-
Hola a todos, siglos sin estar activo aquí, pero de repente me sentí aliviado de algo y la inspiración surgió. Esta Historia es para recordarnos que la vida siempre nos da algo mejor. Sin más a Leer, que los disfruten, este es solo el prólogo. Hay muchos más capítulos por delante.
Prólogo
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, era cierto, dolorosamente cierto, más aun cuando el principal causante de todo fue uno mismo… interesante hecho ¿No?
En la gran y multi-especie ciudad de Zootopia. Todos podían ser lo que quieren, y aunque antes no era más que una tonta frase vacía, ahora por fin las cosas parecían ser ciertas. Llevaba su tiempo claro, a su ritmo, pero al fin la esperanza parecía ser contagiosa. Y todo gracias a cierto par de mamíferos. Que pese a todo lo que estuvo en su camino, perseveraron y no solo superaron expectativas propias y ajenas, sino que salvaron a todos los habitantes de vivir en una conspiración sin que lo supieran. Ahora ¿Dónde estaban ese par de valientes? Pues…
— ¡Alto en el nombre de la ley! —Judy Hopps Grito a todo pulmón mientras seguía a un coyote a toda velocidad.
El depredador en cuestión huía entre los grandes mamíferos con agilidad mientras se aferraba a un bolso que obviamente no era de su propiedad. Estaba preparado para doblar en una esquina y al ver su escape al fin al alcance de su pata no pudo evitar voltear para burlarse de la hembra.
—Buena suerte para la próxima pelusa—Su sonrisa dentada alardeaba-.
Lo que no esperaba era que la coneja sonriera con superioridad y antes de que se diera cuenta fue tacleado con fuerza y sometido.
—Mierda— dijo desde el suelo y no pudo luchar antes de que sus patas fueran aseguradas-.
—Lo siento amigo pero solo yo puedo llamarla pelusa—Un zorro rojo le dijo desde su espalda, quien no era nadie menos que Nick Wilde-.
—Buena tacleada socio— fue lo que la coneja le dijo cuando llego con ellos poco después—Pero Pudiste hacerlo menos brusco.
—Lo siento pero mi territorio inicia con tus apodos—Le dijo el vulpino guiñándole un ojo.
Judy no puede evitar rolar los ojos ante su repuesta pero su sonrisa traiciona su actitud. Una vez con el criminal bien asegurado y con la evidencia en su posesión van de regreso a su vehículo que Nick dejo lo suficiente cerca para llegar rápido pero lo suficiente oculto para no delatarlo. Una vez con el infractor dentro de la patrulla Judy al fin puede relajarse.
—Buen trabajo Nick— le dijo al darle un sorpresivo abrazo al depredador, pero antes de que Nick pudiera disfrutarlo más esta lo soltó-.
—Es práctica zanahorias, tanto tiempo que esto ya puedo sentirlo como rutina—dijo con seguridad-.
— ¿Tres años se te hace mucho tiempo? —Pregunto escéptica-.
—Casi cuatro y no podría negarlo, tú vives tan rápido que me sorprende que no te de algo cuando caes en cuenta.
—Me gusta lo que hago, eso significa que el tiempo vuela además eso significa otra fiesta por otro año juntos.
—Claro que si zanahorias—Nick retuvo un profundo suspiro—Es hora de ir al precinto, tenemos que guardar a nuestro nuevo amigo.
—Vamos— dijo con jovialidad y se dirigía a su puerta del lado del conductor.
El zorro más calmadamente se dirigió igual a su lado del vehículo.
Gracioso como las cosas a pesar de los años no habían cambiado sustancialmente, Bogo seguía de gruñón, Ben era todo amor, sus compañeros los seguían respetando igual o más. Judy también no había sido "corrompida" por la ciudad sino lo contrario, la ciudad cambio por ella, pero seguía siendo la torpe coneja pero igualmente astuta de siempre. Nick igualmente, un poco mayor pero no dejo de ser el mismo zorro astuto y algo torpe con ella. Algunos pensarían que esta estabilidad podría ser soñada, y en cierta manera lo era. Pero no todo era tan bueno.
Una vez que llegaron a la estación después de un camino bastante tranquilo Nick bajo primero— ¿Por qué no te adelantas? Tu inicias lo burocrático, mientras yo me encargo de llevarlo a su cómoda celda—le dijo desde la puerta-.
—Trato hecho Nick—Judy le sonríe antes de bajar ella también y dirigirse al edificio de la ZPD-.
Lo que ella no notó fue la mirada del zorro sobre ella. Nick la miraba melancólico, con anhelo, el mismo que lo ha acompañado por años. ¿Cómo llego a esto? Bueno, admite que empezó a verla diferente desde que su disculpa bajo el puente, en ese momento él la comenzó a ver como una igual, lo que empezó a la fuerza, se convirtió en una sincera amistad, lo que llevo a quererla y eso derivo en amor. Un fuerte sentimiento romántico nació de él por su mejor amiga, y como buen macho quiso conseguir lo que su corazón exigió junto a sus instintos. A Judy, por desgracia eso nunca pudo completarse, claro que intento de manera sutil tratar de iniciar un cortejo, pero la coneja parecía ajena a muchas cosas de sus estrategias, unas bien disfrazadas y otras un tanto descaradas, pero no parecía poder llegarle nada. Hasta que comprendió que Judy estaba completamente enfocada en su carrera, su trabajo, ella quería llegar lejos dentro de la policía, y eso estaba bien, pero al parecer cerro todo lo demás con tal de solo enfocarse en la ZPD. Ni siquiera era consciente de ello pero es como todo en la vida, sino lo necesita o lo quiere entonces no tiene cabida en su vida. Y Judy había puesto en esa posición al amor. Era obvio que lo quería a él, ella se lo había dicho y demostrado en muchas ocasiones, pero solo platónicamente era su mejor amigo, su confidente. Hacían muchas cosas juntos, desde entrenar hasta divertirse, parques de diversiones, comidas, noches de películas, pero nunca pudo avanzar, sin saberlo su amiga lo dejo en la Friend Zone. Aunque decepcionado y triste lo respetaba. No podía obligarla a amarlo y ser novio. Si han de ser amigos, serán los mejores, aunque el zorro no podía evitar el sentimiento de vació. ¿Podría ser hora?
Negando con la cabeza—"Tranquilo, no llevas ni dos años enamorado de ella, tal vez el tiempo pueda cambiar algo, tampoco somos unos viejos. Sin duda puede haber esperanzas"
¿Esperanzas? Tal vez, lo que Nick no sabía era que el destino tenía otros planes y sin duda eran todo pero menos sencillos. Esto está por empezar.
