El último día de Yggdrazil había llegado y los servidores dejarían de funcionar.
En una tumba, el único miembro restante del legendario gremio Ainz Ooal Gown, se encontraba sentado en un majestuoso trono.
Desde hace unos días, se había dedicado a reconstruir cada uno de los pisos destruidos de su hogar. Cada piso, que alguna vez representó un símbolo de su poder, había sufrido graves daños. La restauración también había consumido gran parte de su tiempo y de su vida.
Fue muy meticuloso, y gracias a su esfuerzo cada piso volvió a su esplendor original. Las paredes se reconstruyeron con los mismos materiales mágicos y decoraciones finamente elaboradas que se usaron en su construcción inicial. Las trampas y mecanismos de seguridad fueron reinstalados y ajustados para funcionar como antes.
Aunque la restauración era costosa, Momonga aún tenía suficiente oro gracias a la riqueza acumulada para derrotar a los Enemigos Mundiales. Después de varias horas de trabajo, finalmente logró restaurar Nazarick a su antigua gloria.
Exhausto después de varios días sin dormir, decidí descansar por unas horas. Programó una alarma para despertarlo unos minutos antes de que los servidores cerraran y dejó a sus dos supervisores a carga del cuidado y administración de Nazarick.
Cuando la alarma sonó varias veces, Momonga se despertó de inmediato y tomó unos segundos para recuperar la compostura. Miró su reloj virtual y vio que quedaban solo diez minutos, lo que le dio tranquilidad al saber que aún tenía tiempo y no estaba solo.
A su izquierda, se encontró una figura cuya belleza parecía haber sido esculpida por los mismos dioses.
Era Albedo, la supervisora de los guardianes, tenía un largo y sedoso cabello negro azabache que caía sobre sus delicados rasgos faciales, perfectamente proporcionados. Sus ojos dorados cautivaban a cualquiera que los mirara, y su piel, suave y pálida como la porcelana más fina, no mostraba ninguna imperfección. Además, dos alas negras y unos cuernos elegantemente curvados adornaban su frente, acentuando su aura única.
A su derecha se encontró otra figura divina: Hikari Takahashi, la vice supervisora de los guardianes. Con un par de alas blancas que parecían emanar pureza. Su sonrisa iluminaba el espacio a su alrededor, mientras sus curvas exquisitas y su piel prístina realzaban su apariencia celestial. Su cabello rubio caía en cascada como rayos de sol, acentuando más su esplendor.
Hikari fue creada después de la invasión, cuando la salud de Momonga comenzó a deteriorarse un poco. Momonga aún tenía muchos niveles sin usar, así que decidió crearla para que lo ayudara a reconstruir Nazarick y para poder tomarse algunas horas de descanso.
Ambas figuras permanecían inamovibles junto a su señor. El reloj virtual marcaba la cuenta regresiva de los últimos diez minutos antes del cierre de los servidores.
Momonga: Así que esto se termina aquí, todo el esfuerzo de mis amigos, mi esfuerzo, va a desaparecer en unos minutos.
Luego de terminar aquellas palabras sentí que alguien lo estaba mirando. Momonga miro a los costados y juraría que vio una expresión de tristeza en los rostros de ambas mujeres.
Momonga: Debo estar volviéndome loco, jugar mucho Yggdrazil me está afectando mucho.
Apenas termino esas palabras, vio un objeto que portaba Albedo, un objeto que nunca debería haber salido de la sala del tesoro.
Momonga: Albedo, ¿quién te dio un objeto mundial sin mi permiso? Ahora que recuerdo, Tabula hacía lo que quería, nunca respetaba las normas que establecimos los miembros del Gremio. También utilizó un objeto mundial en la creación de Rubedo.
Dijo Momonga mientras comenzaba a mirar a Albedo.
Momonga: Vaya que te esmeraste mucho en crear a Albedo. La palabra "perfeccionista" te queda corta. Veamos qué escribiste en su historia de fondo…Ese maníaco, esto parece el contenido de un libro. A ver, veamos qué dice. Albedo, gran intelecto, una mujer que sabe cocinar, sabe limpiar…¡Sí que te luciste, Tabula! Querías crear a la esposa perfecta, pero es demasiada información. No hay tiempo, le daré una ojeada rápida. ….¿Cómo? ¡Ella es una perra!
Momonga se llevó su mano a su rostro, era demasiado cruel poner esa historia de fondo a las creaciones que tanto esfuerzo costaba hacerlos.
Momonga: Esto es demasiado, Tabula. Entiendo que seas un fan del Gap moe, pero hacerle eso a Albedo es cruel. Aunque sea un NPC, fue tu creación. Esto tiene que cambiar.
Momonga borró la última línea de la configuración de Albedo.
Momonga: ¿Qué podría añadirle?... Ehhhhhh,ya se "Ella está locamente enamorada de Momonga".
Escribio Momonga mientras se reía un poco.
Momonga: Así está perfecto. Sé que estarías furioso, pero la verdad es que ya no me importa.
[11:59:56]
Momonga: Así que aquí termina todo.
Dijo Momonga con una voz temblorosa y llena de tristeza.
Momonga: Fue bueno mientras estaba duro.
[11:59:57]
Momonga: Desearía poder quedarme en Nazarick para siempre.
Mientras los servidores se acercaban al cierre, las lágrimas llenaron los ojos de Satoru. Había encontrado en Yggdrazil un refugio y una alegría que ahora se desvanecerían de su vida.
[11:59:58]
Cada segundo que pasaba era un golpe doloroso en su corazón. La tristeza lo envolvía, y la realidad de la pérdida se hacía más cercana con cada instante que se acercaba al final.
[11:59:59]
A un segundo del cierre, Momonga cerró los ojos, dejando que las lágrimas de su forma humana fluyeran. En ese último momento, sentí el vacío y la soledad envolviéndolo una vez más.
[12:00:00]
Momonga abrió los ojos, pero se encontró sentado en la sala del trono. Algo había cambiado.
Momonga: ¿Los servidores se retrasaron? No entiendo por qué sigo conectado. Esto no está bien. ¿Por qué puedo sentir el ambiente en la sala del trono? ¿Y este olor? ¿A qué se debe este perfume floral? Yggdrazil jamás hubiera permitido simular estas sensaciones. ¿Qué está ocurriendo? ¿Qué está pasando?
Momonga estaba tan alterado que alzo la voz inconscientemente, sus palabras fueron escuchadas por las dos supervisoras. Sin embargo, una fuerza desconocida lo obligó a calmarse.
Albedo: ¿Señor Momonga, se encuentra bien? ¿Hay algo que pueda hacer por usted?
Momonga:" ¡Ella habló? ¡Ella acaba de hablar! ¿Qué demonios está pasando? Ella también tiene un olor, y esa expresión en esa cara. Los NPC no pueden hacer eso. Todo se siente tan vivo. Es como si fuera todo "Tengo que responder."
Momonga: Sí, Albedo, todo está bien. Solo no funcionan las llamadas con los administradores.
Albedo: Disculpe, mi señor. A pesar de ser la guardiana de los supervisores, desconozco a lo que se refiere. Le ruego que me disculpe por mi incompetencia.
Momonga: Albedo, no te preocupes.
Momonga observaba cómo los labios de Albedo se movían al hablar. A pesar de lo avanzada que era la Inteligencia Artificial, nunca lograría replicar por completa las complejidades del comportamiento humano. Además, había notado que algo apaciguaba sus emociones. Aunque desconocía qué era exactamente, agradecía que existía.
Momonga:" Debo confirmar si esto es real. Yggdrazil prohibía contenidos +18, así que, si el sistema me lo permite, significa que no estoy en Yggdrazil y Nazarick se ha vuelto real."
Albedo: ¿Qué ocurre, mi señor?
Momonga: "Adelante. Es solo para verificar si todo esto es real". Acércate, Albedo.
Albedo se acercó despacio con su aliento cálido rozando el cráneo de Momonga. Sus labios quedaron a unos pocos centímetros de los de él, y con un movimiento, parte de su piel suave se mostró por el escote.
Momonga: "Está muy cerca, puedo ver parte de su pecho... ¿lo está haciendo a propósito?"…Ujum, Albedo, ¿me permite tocar tu pecho?
Albedo: ¿Cómo dice, mi señor?
Momonga: "Es una idea terrible. ¿Cómo se me ocurrió pedir tocar su pecho así nomás? Además, ¿qué es ese sonido que escucho? ¿Gemidos? ¡Me olvidé por completo de Hikari! ¿Qué le sucede a Hikari? ¿Por ¿Qué tiene esa expresión y actúa de esa manera?"
En ese momento, Albedo se perdió en sus pensamientos, su mente llena de deseos. Lentamente, deslizó sus manos por su rostro, acariciando su piel con una ternura sensual. Con cada movimiento, sus pechos se alzaban y se movían suavemente, y Momonga no podía apartar la mirada.
Albedo: Sí, mi señor. Puede tocar lo que desee.
Momonga: "¡Ella accedió! Debo hacerlo, es por el bien de Nazarick". Voy a tocarte, Albedo…
Momonga dijo mientras sus manos recorrían suavemente el pecho de Albedo. Sentía el latido de su corazón bajo la piel cálida, un pecho que era suave, pero a la vez firme al tacto.
Momonga: "Puedo sentir sus latidos y su piel... Es tan suave".
Su mente, normalmente fría y calculadora, comenzaba a confundirse. Sus dedos se hundieron ligeramente en la piel suave de Albedo, y cada caricia le enviaba un escalofrío de emoción, una mezcla de nerviosismo y deseo que nunca había experimentado antes.
Momonga: "Nazarick se volvió real, no hay duda de eso, pero no entiendo cómo pasó. Debería ser imposible. Además, cada vez que siento una emoción intensa, algo me detiene".
Albedo: Ahhhh, sí, mi señor.
Albedo jadeó, su voz estaba cargada de deseo mientras su cuerpo temblaba bajo el toque de su señor. Sus caderas comenzaron a moverse instintivamente, acercándose más a él en un desesperado anhelo de su contacto. El suave temblor de su pecho, subiendo y bajando con cada respiración, acentuaba el calor que se acumulaba en su cuerpo, entregándose por completo al placer que la envolvía.
Albedo: Por favor... no se detenga.
Momonga: "Ehhhhhhhhh… ¿Hasta cuándo seguiré tocando el pecho de Albedo? Parece que a ella también le gusta"…... Lo siento, Albedo, me distraje con mis pensamientos.
Albedo: No se preocupe, mi señor. Más bien, ¿me tomará en la sala del trono? ¿Debería quitarme la ropa o prefiere que usted, mi señor Momonga, me la quite?
Hikari: ¡Ehhhh! ¿Qué está ocurriendo aquí? Momonga-sama, sé que no debería interrumpir, pero ¿no deberíamos resolver su problema primero? Aunque, si aún lo desea, yo también estoy disponible, Momonga-sama.
Momonga: "¿Por qué están actuando así? ¿Será por sus configuraciones? Modifiqué la configuración de Albedo, pero Hikari no fue programada para esto. No es el momento para pensar en estas cosas."
Momonga: Albedo, Hikari, no es momento para eso. Algo está pasando en la Nazarick.
Tanto Hikari como Albedo se disculparon y procedieron a escuchar a su señor.
Momonga: Quiero que en una hora reúnan a todos los Guardianes de piso en el coliseo….."Primero tengo que comprobar su lealtad conmigo, al parecer Albedo y Hikari parecen muy leales a mí".
Si Momonga-sama – Respondieron ambas guardianas, luego comenzaron a retirarse de la Sala del Trono.
Momonga: "Primero debo encontrarme con alguien, tal vez mi creación más leal "
Pensó Momonga mientras se alistaba para teletransportarse a la tesorería, tenía que asegurar que la lealtad del NPC más poderoso de Nazarick estuviera con él, pues si en el peor de los casos los NPC se volvieran contra él, solo ellos dos tendrían posibilidades de hacerle frente. a todo Nazarick.
Momonga se teletransportó a la sala del trono y, mientras avanzaba por los pasillos, sus ojos se deslizaron por cada detalle que lo rodeaba. Todo se veía exquisitamente hermoso desde que Nazarick se había vuelto real. Los techos, increíblemente altos, parecían perderse en las sombras, dando la impresión de extenderse hacia el infinito. Las paredes, cubiertas de oro puro y metales preciosos, reflejaban la suave luz mágica que llenaba la sala, mientras que el suelo de mármol negro era tan pulido que hasta parecía un espejo.
Momonga: Me pregunto cómo verá El Actor de Pandora. Recuerdo que era un Doppelganger divino. Ahora, debería ser el NPC más poderoso en la Tumba., capaz de copiar las habilidades y poderes de todos mis amigos al 100%.
Momonga se acercaba cada vez más a la sala del tesoro. En unos segundos, se encontró dentro y quedó asombrado por lo que vio: una gigantesca montaña de oro se levantaba ante él, con millones y millones de monedas apiladas. A su alrededor también se encontraron, millas de artículos mágicos que estaban esparcidos por todo el lugar.
A un lado de esa cordillera dorada estaba su creación, el Actor de a Pandora, estaba sentado en una silla, observando y clasificando cada objeto con cuidado.
Momonga caminó hacia uno de los lujosos sofás y, por un momento, sintió la increíble comodidad que ofrecía. Era algo celestial, un lujo que, en su antiguo mundo, habría sido un tesoro codiciado por los más ricos. Pero de repente, un pensamiento lo invadió: ¿Cómo era posible que pudiera sentir la comodidad del mueble si era un no-muerto? Estas dudas lo abrumaban hasta que vio que Pandora se acercaba lentamente y decidió ignorarlas.
El Actor de Pandora se acercaba como si estuviera marchando, lo que provocó que Momonga sintiera un poco de vergüenza, pero luego esa sensación desapareció al notar la vestimenta elegante de su creación.
Momonga seguía perdido admirando el traje de Pandora hasta que éste comenzó a hablar.
Actor de Pandora:Mein Vater, der letzte Oberste, der besuchteste und weiseste aller Obersten, dem ich seinen Besuch verdanke
Momonga: "Dios, esto es vergonzoso, no puedo creer que lo haya creado con esa personalidad, en ese tiempo me parecía genial esa personalidad, aunque su ropa, aún me sigue pareciendo genial "….. Pandora, primero deja de hablar en alemán .
Actor de Pandora: Ehhhhh…Entiendo Momonga -sama, el último supremo, el más ilustre y sabio de todos los supremos, a que debo su visita
Momonga: Vine para ver cómo estabas ya informarte que Nazarick está en una situación desconocida.
Actor de Pandora: Gracias padre, no se hubiera molestado, ya fui informado por Albedo-sama, en estos momentos estoy organizando todos los armas y objetos, que usted, mi creador, me ha encargado; sin embargo, mi creador, hay un problema, hay demasiados objetos, cómo, por ejemplo, hay un exceso de anillos Doppelganger, varitas de Resurrección de nivel medio, y muchas otras cosas más.
Momonga: No te preocupes, ya solucionaremos ese problema después, primero iremos al sexto piso a reunirnos con los demás guardianes, te necesito a mi lado.
Actor de Pandora: Ohhh, acompaña a mi creador, estaré listo inmediatamente Momonga-sama
X
Habían pasado algunos días desde que Nazarick había sido transportado al nuevo mundo. Momonga se encontró en su habitación, observando el espejo de visión remota mientras intentaba explorar los alrededores de la Tumba. En un momento, logró ver una pequeña aldea siendo atacada por soldados. Los aldeanos sufrían mucho, y Momonga, aunque veía todo eso, permanecía tranquilo, sintiendo que sus emociones estaban siendo suprimidas.
Momonga se preguntaba si su otra forma podría experimentar emociones, y era muy posiblemente que sí. También pareció la posibilidad de disfrutar de las comidas de Nazarick con esa forma, pero recordó que las NPC femeninas no debían descubrir su cuerpo.
Momonga no quería intervenir, pero vio como los soldados que atacaban eran débiles, con habilidades de espada deficientes y movimientos torpes, claramente no eran una amenaza para él. Siguió observando los alrededores en busca de posibles soldados más poderosos, pero no encontró a nadie, era la oportunidad perfecta para salir y conocer el nuevo mundo.
Momonga:[Mensaje: Albedo, ¿me oyes?]
Albedo: [Mensaje: Sí, mi señor Momonga, lo escucho. ¿En qué puedo servirle?]
Momonga:[Mensaje: Incrementa la seguridad de la tumba al máximo. Saldré por un momento y quiero que me acompañes. Ven equipado con tu armadura, serás mi escudo.]
Albedo: [Mensaje: Entendido, mi señor Momonga. Informaré a todos los habitantes de la Tumba acerca de su partida.]
X
En medio de un bosque, un portal se abrió, liberando una figura esquelética de casi dos metros de altura. El ser irradiaba una oscuridad maligna, como si hubiera surgido de las profundidades infernales. Su apariencia era terrorífica, con túnicas exquisitas adornadas con hilos de oro y un báculo dorado serpenteante.
Tanto las mujeres como los soldados quedaron petrificados, incapaces de respirar ante la presencia del ser no muerto. En ese instante, todos sintieron como si la muerte misma viniera a reclamar sus almas.
Momonga: Muy valientes al atacar a una joven ya una niña indefensas. Pero, cuando alguien tiene el poder para enfrentarlos, muestra miedo … Verdaderamente patético, seres como ustedes me repugnan.
Soldado: Aléjate monstruo, o de lo contrario serás eliminado, contamos con la bendición de los seis grandes Dioses.
Momonga: ¿Seis grandes Dioses?..." Ehhh¿Existen Dioses en este mundo?, debo tener más cuidado para la próxima."
Momonga:[Agarrar el corazón]
Un pequeño corazón se materializa en las manos esqueléticas de Momonga, Momonga presionó el corazón y de pronto una de los caballeros cayo boca abajo dejando un charco de sangre debajo de su cuerpo.
El otro soldado comenzó a correr, no quería morir, según el solo estaba cumpliendo la voluntad de sus dioses, no entendía por qué le estaban pasando estas cosas.
Momonga: [Cadena de dragones]
Una cadena de rayo en forma de dragón salió disparado de las manos esqueléticas de Momonga, impacto de lleno al soldado dejándolo muerto al instante.
Momonga: Patético, ni siquiera aguantaste un hechizo de nivel 5.
Momonga se volteo para encontrarse con las miradas de ambas niñas, ambas niñas lucían aterradas, creían que las siguientes en morir eran ellas, pero las siguientes palabras las se sorprenderían.
Momonga: Pueden estar tranquilas, niñas. Tus agresores están muertos y ya no te harán daño.
Joven Aldeana: ¿No nos matarás?
Dijo la jovencita mayor abrazando a su hermana más pequeña.
Momonga: ¿Por qué habría de hacerlo después de haberles salvado la vida? Toma, bebe esta poción, sanará tus heridas.
Joven Aldeana: La tomaré, pero no le haga daño a mi hermana.
La hermana mayor agarro la pocion y comenzo a tomarla. Al instante la herida causada por la espada de uno de los soldados se cerró. La joven aldeana se sorprendió e inmediatamente se arrodilló junto a su hermana.
Joven Aldeana: Muchas gracias, nunca lo olvidaré, siempre estaráé en deuda con usted por salvar mi vida y la de mi hermanita, gracia...
De repente, un portal se abrió, y de su interior emergió una guerrilla con cuernos coronando su frente. Su apariencia revelaba la belleza de una mujer, portando un cuerpo esculpido y seductor.
Albedo escucho esas palabras y avanzando para sí misma.
Albedo: Tus palabras son acertadas. Las formas de vida inferiores deben sentir gratitud por la misericordia otorgada por mi señor Momonga.
Momonga se aproximó hacia las dos niñas y pregunto.
Momonga: ¿Cuáles son sus nombres?
Joven Aldeana: Mi nombre es Ennri Emmot y ella es mi hermana, Nemu Emmot, por favor ayuda a mi aldea, unos soldados empezaron a atacar a la aldea, nosotras logramos escapar, pero los demás aldeanos no pudieron escapar, ayúdalos, haremos lo que mar.
Momonga: No te preocupes, prometo por mi nombre que voy a salvar tu aldea, Albedo, vámonos.
De repente, con un simple movimiento de su mano, Momonga invocó a un Caballero de la Muerte. De la nada, surgió una masa oscura, devorando rápidamente uno de los cuerpos caídos. El cuerpo, ahora corrompido, se levantó, deformándose y expandiéndose hasta convertirse en una criatura de más de dos metros de altura. Su presencia era tan aterradora que parecía estar rodeado por un aura de muerte. Sus ojos, vacíos como pozos sin fondo, hicieron que las dos mujeres retrocedieran, paralizadas por el terror. Sin embargo, recordaron las palabras del hechicero y comprendieron que, por más aterrador que fuera, ese ser estaba allí para salvar su pueblo.
Momonga: Ve y asesina a cualquiera que esté matando a los aldeanos.
El Caballero de la Muerte obedeció sin vacilar, lanzándose hacia la aldea con una velocidad inhumana, dejando a su paso un rastro de muerte.
De repente Momonga comenzó a retirarse junto a Albedo, pero fue detenido por las palabras de la joven aldeana.
Enri: Antes de que se vaya, me podría decir su nombre.
Momonga: ¿Mi nombre?, mi nombre es... mi nombre es Ainz Ooal Gown, espero que lo recuerdes, vámonos Albedo.
Y así desaparecer ambas figuras dejando asombradas a ambas niñas. Mientras tanto el Caballero de la Muerte que había invocado masacraba a todo soldado que estaba atacando la aldea, sin embargo, se escucho una voz poderosa desde lo alto que se hizo que se detuviera.
Ainz: Alto Caballero de la Muerte
De repente, el Caballero de la Muerte se detuvo. Los aldeanos, sorprendidos, comenzaron a buscar el origen de la poderosa voz que se escuchaba en toda la aldea. No veían nada, hasta que alzaron la vista al cielo. El sol les cegaba, pero pronto distinguieron a dos figuras descendiendo lentamente. Ambos vestían atuendos y armaduras de una exquisitez asombrosa, dignas de la realeza. Sin embargo, había algo en su presencia, especialmente en el hombre con la túnica, que los hacía temblar, como si la misma muerte hubiera llegado. Pero al mirarlos de nuevo, solo veían a un hombre con una máscara, acompañado de una guerrilla imponente.
Momonga: ¿De qué nación son ustedes?
Nunca te lo diremos monstruo – Grito uno de los soldados al hechicero que tenía su vida en sus palmas.
Ainz: [Agarrar el corazón].
Un hechizo de noveno nivel y el favorito de Momonga fue lanzado hacía unos de los soldados que hizo que uno de ellos cayera sin vida.
Ainz: Última oportunidad, a que nación pertenece y por qué están atacando a los aldeanos.
Pregunto Momonga mientras liberara un poco de aura, los suficientes para hacerlos sentir terror y orinarse en sus pantalones.
Soldados: Somos de las Teocracias Slane, pero no sé el motivo por qué los altos mandos nos mandaron a atacar las aldeas, pero puedo suponer que, si estamos vestidos como soldados del Imperio, supongo que querían culpar al Imperio y generar una guerra.
Los aldeanos observaban con repulsión y desprecio cuando escuchaban las palabras del soldado. Se suponía que la teocracia debía proteger a los humanos, pero esa nación traicionera estaba planeando crear una guerra entre dos países y escapar sin consecuencias. El odio era visible en los ojos de los aldeanos.
Ainz: Iniciar una guerra usando métodos cobardes para enfrentar a otras naciones... Eso es demasiado. ¿No piensan en los inocentes?
Dijo Momonga mientras los aldeanos los miraban con desprecio y apoyando las palabras de su salvador.
Ainz: Solo dos de ustedes podrán irse para anunciar a sus superiores que esta aldea está bajo mi protección. Si descubres que planean atacarla, traeré la destrucción a su nación. Ahora váyanse, y no quiero volver a verlos... Algunos de ustedes vendrán conmigo.
Los soldados escucharon esas palabras y quedaron estupefactos; Creían que atacaban a las aldeas por el bien de la humanidad. Ahora rezaban a sus dioses para ser liberados de ese no-muerto.
En las afueras de la aldea, un grupo de guerreros se acercaba rápidamente. Al llegar, el capitán del grupo saltó de su caballo y adoptó una postura defensiva. Dos figuras habían aterrorizado al capitán hasta lo más profundo de su ser. La sola presencia de esos seres despertó en él un miedo que creía olvidado, un miedo tan intenso que sintió que podrían derrotarlo solo con estar allí. Al volverse hacia sus hombres, notó que varios de ellos también temblaban, era un miedo que solo los guerreros experimentados podían sentir. El capitán se acercó al jefe de la aldea, lo saludó y le preguntó por su compañero.
Antes de que el jefe pudiera responder, Ainz ya se había adelantado...
Ainz: Mi nombre es Ainz Ooal Gown, Capitán Guerrero. Es un honor conocer al guerrero más poderoso del Reino de Re-estize.
Gazetf: Mi nombre es Gazetf Stronoff, Capitán Guerrero y Guardia Personal del Rey. ¿Podrías explicarme qué ha ocurrido en esta aldea?
Respondió el Capitán Guerrero. Sus palabras parecían como si lo estuvieran acusando, sutil pero lo suficientemente claro como para que el Overlord lo captara.
Ainz: No te equivoques, Capitán Guerrero. No fui yo quien atacó esta aldea. Los responsables están en la plaza, inmovilizados.
Ainz alzó su mano y con un movimiento de sus manos todos los culpables fueron transportados.
Ainz: Son soldados de la Teocracia Slane. Tenían la orden de asediar las aldeas fronterizas de Re-estize, incendiarlas y matar a sus habitantes. Se les ordeno que vistieran las armaduras del Imperio para provocar una guerra entre ambas naciones. Eso es lo que me dijeron, aunque sospecho que aún me ocultan más información.
Estas palabras dejaron a los guerreros atónitos. No podía creer que la Teocracia Slane estuviera detrás de estos ataques.
Gazetf: Yo... yo no puedo creerlo. ¿Por qué cometer un crimen tan atroz solo para iniciar una guerra? ¿Por qué lo harían?
La respuesta de Gazetf dejó a Ainz un tanto molesto. Sin embargo, de su dimensión de bolsillo extrajo un objeto, un objeto mágico que le permitiría ver los recuerdos de otra persona.
Ainz: Usa este objeto mágico. Tiene tres usos. Úsalo con prudencia, es invaluable para mí. Permite ver los recuerdos de una persona.
Después de pronunciar estas palabras, Ainz se acercó a uno de los prisioneros y se acercó al objeto a su rostro. De repente, el objeto comenzó a brillar intensamente, y apareció una pantalla rectangular, mostrando imágenes. En un instante, vio y escuchó a otra persona, aparentemente el líder de la operación, dando órdenes. Era evidente que pertenecían a la Teocracia: sus túnicas blancas y plateadas, los símbolos de los seis dioses, y la presencia de numerosos ángeles, hechiceros e invocadores lo dejaban claro. Sin embargo, algo llamó especialmente atención la: el líder y sus acompañantes no eran simples soldados, sino veteranos de élite. No era común que guerreros de tan alto rango se involucraran en un simple asalto a aldeas.
Gazetf: Sin lugar a duda la Teocracia está detrás de estos ataques. Pero es extraño. Podría asegurar que ese grupo de élite es una de sus Escrituras, pero ¿por qué la Teocracia enviaría a una de sus Escrituras sola para matar a aldeanos?
Momonga: Creo que no eres muy querido, Gazetf Stronoff. La Teocracia no solo quería fomentar la guerra entre el Imperio y el Reino Re-Estize, sino que también buscaba eliminar al mejor guerrero de Re-Estize. Parece que desean que Re-estize desaparezca del mundo.
Las palabras del Overlord resuenan en las mentes de los soldados y el jefe de la aldea. Se podía ver el resentimiento en sus ojos y un odioso ardiente consumía sus almas. Una nación deseaba la aniquilación de su reino, con millones de vidas en juego, y esa nación se iría impune de sus crímenes.
Momonga: Guarda ese objeto que te di y úsalo con sabiduría. Quién sabe, tal vez en algún momento será útil para tu nación.
Gazetf escuchó las palabras de Ainz. Ese objeto podría ser una ayuda valiosa para su nación. Debía protegerlo con su vida hasta que llegara directamente a manos de su rey.
Gazetf: Muchas gracias por todo. No olvidaré su ayuda...
Mientras Gazetf agradecía a Ainz por su ayuda fue interrumpido por uno de sus exploradores.
Capitán Gazetf, estamos rodeados. Más de una docena de hechiceros se están preparando para atacarnos-informó al explorador. Sin embargo, Gazetf y sus soldados ya estaban al tanto.
Gazetf: Lord Ainz, le pido que luche con nosotros, dígame su precio, lo que sea. Intercederé por usted y hablaré con el rey para que lo recompense...
Ainz: No puedo
Gazetf no supo cómo responder asi que hizo algo de que se arrepintió inmediatamente.
Gazetf: Yo. Yo…No me queda otra opción de obligarlo. Si no hace lo que digo…
Momonga: ¿Te atreves a amenazarme? ¿Crees que tienes alguna oportunidad contra mí?
Estas palabras llenaron de terror al guerrero, era consciente de que no era rival para el hechicero, pero al menos lo había intentado.
Gazetf: Dudo que pudiera siquiera estar a la par de usted, era mi último intento de persuadirlo a la fuerza para que peleara. Lamento mucho si te ofendí. También quiero agradecerte por defender esta aldea. Solo te pido una última cosa, protege esta aldea.
Con esas palabras, Gazetf se retiró junto a sus soldados. Sabían que las posibilidades de sobrevivir eran escasas, pero tenían una responsabilidad con su nación, defenderla con sus vidas.
Gazetf no estaba lo suficiente lejos y gracias a eso se detuvo un momento al escuchar las palabras de Ainz.
Ainz: No te preocupes, prometí proteger esta aldea en mi nombre. Nada le sucederá mientras yo esté aquí, te lo aseguro.
Esas palabras tranquilizaron el corazón de Gazetf y avanzaron hacia el campo de batalla sin dudar.
Los minutos pasaban mientras Ainz, desde una de las casas de la aldea, observaba cómo el capitán guerrero luchaba junto a sus hombres contra los Archangel Flame. Algo en Gazef llamo su atención: sus labios se movían, pronunciando palabras que apenas entendía, y de repente vio como su velocidad se disparó. Gazef comenzó a moverse con una rapidez sorprendente, esquivando los ataques de los arcángeles fácilmente. Cada paso que parecía más veloz que el anterior, y sus golpes se volvieron más poderosos, cortando a sus enemigos con una fuerza inhumana.
Ainz: Interesante. Nunca había visto una magia como esa. ¿Podría ser una magia del guerrero? Algo propio de este mundo…
Albedo estaba a su lado, también seguía la pelea.
Albedo: Ainz-sama, ¿cómo se dio cuenta de eso?
Ainz: No soy solo un hechicero puro, Albedo. También tengo algunas clases de guerrero. Gracias a eso puedo ver lo que está haciendo Gazef. Ahora mismo… está incrementando su velocidad… cua… no, 5 veces….Fascinante.
Los dos continuaron observando la batalla, mientras los guerreros que acompañaban a Gazef caían uno a uno. Finalmente, solo unos pocos permanecían en pie junto a su líder, quien continuaba luchando.
Albedo: ¿Va a intervenir, Ainz-sama?
Ainz: Sí. Necesito un Gazetf vivo…. "Esa magia o lo que sea que está utilizando… podría pedirle que me la enseñanza. Tal vez los guardianes, o incluso yo, podamos aprenderla. Eso haría a Nazarick aún más poderosa."
Pensó Ainz mientras se imaginaba las posibilidades si obtuviera tal magia, pero Albedo malinterpretó sus palabras.
Albedo: Ya veo, ya veo… "Tendré que avisarle a Demiurge y al Actor de Pandora que Ainz-sama acelero los planos de conquista mundial".
Ainz: Es hora, Albedo.
