Si desean intensificar la experiencia, escuchen su música bailable favorita mientras leen.


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C2: Besos

Esa mañana Sakura se preparó como de costumbre. Se despertó a las 6:30 para su ducha diaria, encremar su piel y tomar un desayuno tranquilo. Su madre tenía un turno de 6:00 a 18:00, por lo que no desayunaron juntas. Comió mientras escribía en su diario lo que turbulentamente pasaba por su cabeza, que estaba intranquila debido al fin de semana recién pasado y su encuentro con Izumi. Era su manera de encontrar paz mental y enfrentar de manera "tranquila" los días.

Ante los hechos que tenía frente a ella, que eran básicamente el regreso inesperado y adelantado de Itachi, además de la comunicación que sostenía este con Izumi, decidió lo más obvio: ignorarlo lo más que pudiese una vez llegara a la ciudad.

Se vistió su uniforme con rapidez, preparó su bolso y tomó el almuerzo que su madre amablemente la había dejado en el refrigerador. Se estiró una vez más y emprendió camino lento a su destino. El aire frío refrescaba sus pulmones, la música calmaba su mente, permitiéndole divagar entre mundos fantásticos que solo ella y nadie más conocía.

Unos minutos después un bocinazo corto la distraería de su tranquilidad, el jeep blanco de Hinata bajó la velocidad a su lado y la sonrisa de la joven la invitaba a subirse. El olor a cuero y vainilla inundó sus sentidos, se recostó contra el asiento cuando la pelinegra partió el auto. Ambas tenían japonés en el primer periodo, por lo que al llegar al establecimiento, emprendieron camino juntas.

—¿Qué te inquieta, Hinata-chan? —Hinata le hizo un puchero en respuesta. —mmh, ¿es lo que creo?

—Me mandó un texto antes de salir de casa. Quiere verme después de clases.

Sakura giró sus ojos.

—Es un tarado, probablemente se disculpe y te dé una explicación.

Hinata le dio una mirada corta. La semana pasada Naruto se le había declarado y le había propuesto comenzar a conocerse más, sin embargo, durante la fiesta que Konan dio el mismo fin de semana en que Sakura habló con Izumi, Hinata vio a Naruto demasiado cerca de una chica de segundo año. Ninguno de los que conocían tenía idea de quién la había invitado.

—Quizás Naruto lo hizo. —Sakura frunció el ceño ante lo dicho por su amiga. Estaba segura de que no había sido él quien la invitó, pero guardó silencio.

—Asumo que accediste a verle.

—Probablemente le crea cada palabra que me diga. –aseguró resignada la pelinegra.

Al llegar al salón, le dio un apretón de manos a Hinata y se dirigió a su asiento, cuando Naruto se cruzó por su vista, le frunció el ceño con irritación y él le devolvió una mirada derrotada.

Se sentó y justo al comenzar la clase le llegó un papel desde atrás.

"qué tan cierto es que itachi-kun vuelve?"

Sakura se volteó y le frunció el ceño a la pelirroja, quien aparentemente estaba teniendo algo más serio de lo que pensó con Hidan si es que el albino le estaba comentando sobre sus amigos. Por supuesto que no la juzgaba, Karin había tenido una pésima suerte en el amor para solo tener 16 años. Cuando se enamoró de Sasuke, este la rechazó brutalmente y aunque nadie estuvo allí para verlo, los rumores se desataron ferozmente contra la pelirroja apuntando de haber intentado hacerle una felación al Uchiha a cambio que dijese que sí o que estaba dispuesta a hacerlo con él si es que aceptaba. Esto había sido posterior a que Karin la hubiese golpeado con un balón en la clase de gimnasia.

Cuando Karin estuvo una semana completa sin ir a la escuela por la vergüenza de los comentarios malintencionados, Sakura e Ino consiguieron su dirección y fueron a exigirle que le hiciera frente a los rumores. "¡Eres la chica que nos enfrentó a nosotras cuando creyó que íbamos tras Sasuke! ¡Si haces eso por el amor de un hombre entonces tienes que hacer mucho más por el amor a ti misma!". Karin lloró y ellas la contuvieron, era primera vez que la pelirroja se sintió tan comprendida y en el plazo de los meses el odio que se tenían entre ellas se transformó en un compañerismo que fue agradecido de ambas partes.

Meses más tarde, comenzó una relación con Suigetsu que terminó catastróficamente mal. El día en que su relación terminó, fue extrañamente normal para ambos, generalmente se dedicaban palabras agresivas que desencadenaban peleas tontas y hacían que se viesen como una pareja dispar. Para Karin, la gota que quebró el vaso fue cuando Suigetsu decidió compararla con Tayuya, otra pelirroja de su generación que era precisamente su prima. Karin se enfadó tanto que le tiró el borrador del pizarrón en la frente y Suigetsu le gritó de vuelta que no sea una perra y no se tomara las cosas personales. Karin rompió toda posibilidad de volver con él y optó por no volver a tener una relación seria después de esa experiencia.

Sakura devolvió ágilmente la notita a Karin evitando que los ojos de la maestra la vieran.

"no quiero saber nada del tema, no lo saques a flote"

Karin leyó y se guardó la nota con manos nerviosas, odiaba quedarse con la duda. No era tan chismosa como otras personas de su salón, sabía de primera mano lo que le hacían los chismes a las personas, pero se aseguró de pensar en una ruta para saber qué le molestaba a la pelirrosa. Su primer paso fue hablar con Hidan de eso. Sí, se estaban encontrando de vez en cuando, pero nada serio, todo casual. Su segundo paso sería hablar con Konan.

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Sasuke estaba en su clase de cálculo, que gracias a dios no tenía junto a Naruto, quien el año anterior no paraba de hablarle cuando llegaba el tiempo de resolver problemas. Como los asientos no estaban asignados, generalmente se sentaba con Ino, quien solía copiarle los resultados. Apenas "terminaron" de hacerlos, Ino se volteó para hablarle.

—Supe que Sakura se metió en problemas por taparnos —Sasuke suspiró y le pidió más información. Ino dio vuelta los ojos. —el sábado en la fiesta de Konan, Izumi le dijo a Sakura que le dijo a Itachi que ella y tú estaban juntos.

Sasuke se pasó la mano por la cara disgustandole que su hermano supiese siquiera una pizca de su vida sexual. Volvió a suspirar. —Por qué eso sería un problema.

Ino pareció meditar un poco —Bueno, Sakura odia que hablen de ella. Y supongo que le debió molestar que le contaran a Itachi mentiras, pero al mismo tiempo, ella sabía que hablarían de ella apenas "revelara" que fue ella quien estaba contigo y no yo.

Sasuke suspiró. Esto se remontaba a la semana anterior, cuando el maestro de gimnasia, Guy, pilló a ambos en una situación demasiado comprometedora que involucraba la ropa interior de Ino perdida entre los balones de volleyball y a Sasuke con los pantalones mal puestos. Los llevó a detención inmediatamente y los rumores comenzaron cuando alguien vio solo a Sasuke salir del camarín de deportes y las dichosas prendas femeninas ahí mismo.

El problema no sería tanto si no fuese porque Ino tenía un novio con la fama de ser un poco psicópata. Cuando Sai enfrentó a Ino en el receso del tercer periodo, Sakura salió a su rescate.

—Yo estuve con Sasuke-kun. —Sakura se sonrojó. Más por la implicación de que creerían que estaba en ese mismo momento sin ropa interior, que porque sus compañeros pensaran que se acostó con Sasuke. Los rumores se dispararon con una declaración concreta: Sakura había admitido la responsabilidad. ¿De qué manera eso llegó a los oídos de la recién llegada Izumi? Sakura no lo sabía, pero asumió que su amiga Konan tenía algo que ver.

Después de que Sai le pidiese disculpas a Ino y mirara incómodamente a Sakura, esta última se llevó a la rubia de allí. Sacó de su casillero sus shorts de gimnasia y en el baño se los extendió a la rubia, quien hasta ese momento llevaba falda sin ropa interior debajo.

Después de que la rubia le informó al pelinegro la situación del fin de semana, miró hacia adelante y sacó su teléfono.

"Sigo agradecido de que me cubrieras del raro de Sai, pero ahora explícame cómo es que mi hermano se enteró."

Al minuto tuvo una respuesta.

"asumiendo lo peor, Izumi es una bruja que lo sabe todo y busca mi destrucción"

"pensando con la lógica, puede que Konan le haya dicho a ella y ella a Itachi-kun. la semana pasada estuvimos juntas y le comenté lo sucedido (a konan, duh)…"

Sasuke guardó el celular y pronto terminó el primer periodo. Recordó que no le había dicho a Sakura que su hermano volvía a la ciudad, por lo que se le ocurrió ir a buscarla.

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La semana había transcurrido sin mucho revuelo. Hinata había creído en la palabra de Naruto sobre no haber tenido intención de coquetear con la chica de segundo año, Ino terminó con Sai por sentir demasiada culpa (aunque ella se excusó con lo horrible que fue escena que le hizo frente a todos) y Sasuke le contó a Sakura que su hermano volvía a la ciudad, noticia que ella tomó con bastante indiferencia, según él.

Ya el viernes en la tarde las cuatro se juntaron en casa de Tenten a pasar tiempo juntas.

El cuarto de Tenten representaba de forma muy íntima a la morocha. Tenía un sofá naranjo con cojines de colores cálidos de todos los tamaños y formas, frente a este en una mesa baja de madera habían velas y flores, algunas marchitas y otras rebosantes de vida; un par de jarrones de vidrio grueso morado sin nada en su interior. El computador de Tenten estaba abierto y Hinata estaba controlando la música, decidiéndose por una cantante de voz hipnótica, suave y profunda.

Ino estaba completamente estirada sobre la alfombra con un cojín debajo de su cabeza dirigiéndose a todas. Apuntó a Tenten y expuso: –Soltera, —apuntó a Sakura — soltera —apuntó a Hinata —¿semi soltera?

—Con Naruto-kun ya nos arreglamos —anunció la mencionada con una sonrisa tranquila y sin quitar los ojos de la pantalla del computador.

Ino dio vuelta sus ojos y se apuntó a sí misma: —Soltera. Y ya que todas lo somos —le dio un rápido vistazo a Hinata, quien solo hizo un puchero — deberíamos salir todas mañana en la noche. —Sakura se tapó la cara con un cojín y emitió un ruido parecido a gruñido —Diosssss, ¿a quién tengo que matar para tener una salida de amigas decente? —se exasperó la rubia.

Estamos teniendo una noche de chicas —expuso su punto la dueña de casa— pero me uno a tu plan. Creo que necesito besar a alguien y estoy cansada de los aburridos de nuestra escuela.

—¡Decidido! —Ino se incorporó e inmediatamente fue al closet de Tenten por si había algo que pudiese tomar prestado para la noche siguiente.

Mientras Ino y Tenten se ocupaban de eso, Sakura se acercó a la más tranquila del grupo por más detalles. —Así que… ¿qué pasó? —Hinata le dio una mirada nerviosa y le contó en profundidad sobre cómo Naruto se veía muy sincero al pedirle perdón, pero ella no podía sentirse en total confianza de su palabra. La interacción que vio el sábado pasado no le había dado buena espina. —Entiendo que es un buen motivo para desconfiar de Naruto, pero sé que es un chico honesto. De todas formas, todo queda a tu criterio, te apoyaré en lo que decidas.

La conversación fue interrumpida por el abrir de la puerta de madera de Tenten, su madre se asomó con una sonrisa. —¿Alguna se queda esta noche? estoy haciendo la cena. —Ino rápidamente levantó la mano, mientras que tanto Hinata y Sakura negaban con cortesía. —Bien, ustedes dos bajen en 40 minutos. —apuntó a su hija y a la rubia.

Pasado el tiempo y quedando en juntarse en casa de Tenten la noche siguiente, Hinata llevó a Sakura a casa y luego pasó a casa de Naruto, quien le había propuesto temprano verse para ver una película.

Ya daban las nueve de la noche y mientras la pelirrosa entraba a su hogar, vio un auto negro estacionarse unas casas más allá, detrás del auto de Hinata, y de él bajarse a los dos hermanos Uchiha. Solo Sasuke atrapó su mirada, Itachi entró directamente y no se percató de su presencia. Sakura, quien ya estaba molesta con él, se molestó muchísimo más. No solo no le había dicho que llegaba a la ciudad, tampoco le dijo cuándo llegó. Dio un portazo y subió directo a su habitación sin saludar a su madre. Afuera había comenzado a llover.

Al día siguiente, lo primero que hizo Sakura fue leer el mensaje en su celular. Le había llegado en la madrugada al momento en que ella ya estaba dormida. Era Itachi contándole que su madre la había invitado a cenar el sábado en la noche. Antes de levantarse Sakura tipeó en su teclado: "no puedo, voy a una fiesta" y se lo envió con una rabia que últimamente era normal que se dirigiera hacia él. Odiaba sentirse así pero no era algo que pudiese controlar en ese momento, por lo que decidió soltar el sentimiento poniendo su lista de canciones más femeninamente agresivas. Courtney Love, Amy Winehouse y algo de Alexandra Savior. Rabia, rabia, rabia.

Cuando llegó la noche, Sakura se encontraba lista para salir de casa con un bolso con un poco más de ropa, por si cambiaba de opinión a último momento sobre que usaría. Se sentía relativamente bien, esta noche se propuso besar a mínimo 3 personas. Se rehusaba a que alguien que no se había tomado la molestia de anunciarle su regreso después de años de amistad -y algo más- le revolviera la cabeza, peor aún, alguien que permitió que se enterara a través de otra persona.

Cuando le llegó el mensaje de Hinata, salió para subirse al auto de su amiga, aunque fugazmente alcanzó a ver a su amigo rubio varias casas más allá corriendo directamente hacia la casa de los Uchiha. Se frotó las manos para entrar en calor y gracias a la calefacción del auto lo logró exitosamente —¿Todo bien? —Hinata asintió con mirada fija al frente, firme, enfocada y enfadada, mirada que raramente lograba surgir en ella. Una de cólera. Sakura soltó una carcajada a la par que daba un aplauso y comenzaba a contarle sobre el mensaje de Itachi para distraer a la pelinegra.

Cuando llegaron donde Tenten, entre las cuatro se maquillaron, cambiaron su elección de prendas y comenzaron a beber una botella que la dueña de casa había robado de la oficina de su padre para ponerse a tono. Cuando habían pasado casi 2 horas, decidieron que se veían lo suficientemente bien. Labiales oscuros, ojos delineados y minifaldas. Implícitamente acordaron tener una noche indómita.

—¿Me repites quién te invitó a esta fiesta, Ino?

—Deidara —tres curiosos pares de ojos sobre ella —hemos estado en algo esta semana.

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Itachi se encontraba en el salón de té de su casa después de la cena, su madre se encontraba bajo el brazo de su padre, quien le daba un abrazo posesivo. Fugaku se iría en un par de días, mientras que él ya había dado por terminada una pasantía exitosa en el área de finanzas de la empresa. Sasuke se encontraba comentando sobre las clases que había tomado para ese semestre de tercer año y cómo creía que le servirían para el curriculum universitario cuando fue interrumpido por gritos afuera de su casa. Con una mueca de fastidio, Sasuke se levantó a recibir a su molesto amigo. Itachi alcanzó a identificar algunas palabras: "teme", "fiesta", "Hinata", "Deidara" y "acompáñame". Juntó los hilos en su cabeza y supo cuál era su siguiente paso.

Se excusó con sus padres y se dirigió a la puerta, en donde los dos menores discutían.

—Yo te llevaré, Naruto. —aseguró el Uchiha mayor —Voy a buscar mi chaqueta y nos vamos.

Al rubio se le iluminó el rostro y asintió efusivamente. Sasuke suspiró y subió las escaleras para ir a buscar una chaqueta para sí mismo, se miró al espejo para asegurarse de que estaba todo en orden con su apariencia y se fue a subir al auto de Itachi. Este lo interrumpió.

—Vamos en tu auto Sasuke, esta noche estaré beberé.

Sasuke alzó una ceja —Entonces tú no llevarás a Naruto, yo lo haré. —Su hermano le dio una sonrisa en respuesta y todos acataron.

En el camino, Itachi comprendió mejor qué era lo que estaba diciendo Naruto en la puerta de su casa. Había tenido una fuerte discusión con su novia Hinata, quien había visto que se estaba mensajeando con una chica de un año abajo y decidió salir a la fiesta de Deidara con sus amigas. Itachi tenía muy claro quienes eran las amigas de la pelinegra. Ya sabía de esta fiesta, sus amigos le habían invitado y por supuesto estaba el asunto de que cierta pelirrosa le había comunicado "cordialmente" esta mañana que también iría a una fiesta. Para él, fue cosa de sumar 2+2 para saber a quién vería una vez llegara.

Aunque, cuando llegó, no la vio por ningún lado. A quien sí vio, fue a Izumi, quien se mostró exageradamente alegre de verle.

Durante la primera hora en el lugar, cada vez que personas cruzaban la puerta de entrada, se fijaba si ella era una de ellas. El rubio, que se encontraba más cerca de la puerta, también lo hacía, pero de una manera más… afligida. Itachi no aceptó verse de esa forma, si Sakura llegaba a entrar por esa puerta, no había forma de que ella lo viera de la misma manera penosa en que Hinata vería a Naruto. Decidió beber con más ahínco, después de todo, hacía meses que no estaba en una fiesta organizada por sus escandalosos amigos. Pronto estaban todos borrachos, gritando y jugando juegos que hacía que bebieran más.

El ambiente era levemente oscuro, Deidara había situado luces led verdes en el techo del salón, habían lámparas prendidas en los extremos que tenían a su vez ampolletas con papel transparente morado sobre ellas. Había dos sillones grandes que estaban enfrentados y en medio una mesa de ping pong repleta de botellas de licor. Aparte de Sasuke y Naruto, vio a un par de chicos de su edad bebiendo cerca de las ventanas, entre ellos al amigo de ellos, Shikamaru, que estaba saliendo con una de las amigas de Deidara y el chico con el que Sakura salió, Kiba. Se preguntó por un momento si seguirían juntos y la respuesta llegó como una obviedad en su cabeza. No. Si algo conocía de la chica, era que cada capricho se le iba apenas se aburría. Luego pensó en el mensaje de rechazo a su invitación que recibió esta mañana y se preguntó si él también fue parte de un capricho de la chica. Tomó un sorbo largo a su trago de whisky con Coca-Cola.

Otra hora había pasado y estaba jugando beer pong en la mesa contra un Sasori desorbitadamente animado por la competencia, lo que le hacía reír. A un lado, en el sillón que daba hacía la puerta, Izumi y Konan animaban cada una a un chico en la reñida competencia. Cuando Sasorí le ganó, el Uchiha tuvo que tomar su vaso, casi lleno, hasta el fondo. Al terminar y mirar al frente, se topó con una escena que le paró el corazón por un instante. A solo un par de metros Sakura bailaba con sus amigas; movía su pecho de forma hipnótica en un vaivén contrario a su cadera, que estaba cubierta por una falda demasiado corta, tenía un vaso en una de sus manos y un cigarrillo en la otra, Sasuke le estaba diciendo algo al oído por detrás y ella rió con ganas. Se dieron un apretón de manos y Sasuke se fue por un lado y ella por otro.

Itachi siguió con la vista a la joven, quien entró por la puerta del baño y desapareció por allí.

Izumi lo sacó de sus cavilaciones, le estaba pidiendo que le acompañara a rellenar su vaso a la cocina. Itachi accedió un poco vacilante, entre aproximarse a la pelirrosa o acompañar a la castaña.

Cuando él entró a la cocina, Sakura salió del baño con mirada determinada. Había hecho una apuesta con Sasuke, el que lograra besar a 3 personas esa noche, antes que el otro, tendría que hacer el proyecto de biología en su totalidad, sin ayuda del otro. De todas formas ya se había propuesto estar con esa cantidad de personas esa noche. ¿Qué era una fiesta sin un par de besos? Decidió que empezaría por algo sencillo.

Buscó con la mirada a su amiga pelirroja y la ubicó conversando con Hidan, Ino y Deidara. Se aproximó intentando no pensar en el tipo de cosas que estaban hablando, si estaban ellos 4 juntos no podía ser nada inocente. —Karin —todos voltearon a verla, tenía una sonrisa seria en su rostro y una mano extendida—vamos a bailar.

Ino negó con su cabeza. No sabía que planeaba la pelirrosa pero supo de inmediato que tenía que ver con Sasuke, así que lo buscó con la mirada y lo vio susurrándole al oído a Kin, una de las amigas del grupo de Deidara. Soltó una carcajada que hizo que los dos hombres le miraran raro. —No es nada. —negó Ino agitando una mano y vio como su amiga y Karin ya se encontraban bailando. Estaban tan pegadas una de la otra que las luces moradas hacía que sus sombras se difuminasen, sus rostros peligrosamente cerca. Un poco más lejos de ellas, Ino no estuvo segura de si vio a Itachi Uchiha correr el rostro hacia otra dirección cuando las chicas comenzaron a besarse.

Itachi se movió al sillón más cercano, donde Kisame y Obito gritaban sobre cuáles eran las reglas de un juego de beber llamado pirámide, el primero le preguntó si iba a jugar y le extendió 4 cartas. —¡Son 5! —gritó Obito. El Uchiha consideró que quizás beber más no era la mejor idea considerando su estado y cómo no podía dejar de darle vistazos rápidos a la pelirrosa. Recorrió sus piernas, cubiertas en unas botas hasta la rodilla, y su abdomen, cuya blusa no tapaba demasiado, era verde clara y de un velo casi transparente. Le vio los hombros desnudos y se preguntó si tenía frío, un sentimiento de protección le instaba a que fuese a abrigarla, eso, y ver como varios pares de ojos se posaban sobre ambas chicas.

—¡Uchiha! —Obito gritó —¡Ya es tu turno!

Itachi despabiló, no entendía qué juego estaban jugando así que sólo le dio un largo trago a su bebida. Cuando miró nuevamente a la pelirrosa, ella lo miró de vuelta. Era primera vez en la noche que se habían reconocido mutuamente. Ella no mantuvo por mucho tiempo su mirada.

Sakura tenía el corazón acelerado. Lo había visto antes por unos segundos acompañado de Izumi, pero en ningún momento cruzaron miradas. Dejó de besar a Karin y le susurró al oído: —Voy a rellenar mi bebida. Puedes ir con Hidan de nuevo, gracias, Rojita. —Karin se carcajeó y se marchó, obediente. Realmente se llevaban genial. Tanto, que hubo un momento el año anterior que creyeron que podría pasar algo entre las dos. Durante ese periodo, Karin había asumido que no solo le gustaban los chicos. Por otra parte, Sakura no estaba segura, por lo que no pudo comprometerse realmente con Karin. Pese a eso, fue un tiempo divertido y educativo para ambas.

Sakura se sirvió gin con Sprite y caminó buscando a Sasuke, quien estaba en un rincón hablando con Ashina, una chica un año mayor que era indiscutiblemente la más guapa de ese grado. Caminó hacia ellos justo a tiempo para verlos besarse. Sakura giró los ojos, si Sasuke iba a ese ritmo ella ganaría fácil. Sasuke se volteó y cuando compartieron una mirada, él le hizo un gesto de paz. O mejor dicho, un número 2. Sakura estrechó sus ojos. Maldito Uchiha y su poder de seducción. Iba uno por delante.

Se dirigió hacia las personas que sabía que habían estado viéndola bailar instantes antes. Fingió cansancio y se sentó en uno de los sillones a un costado de la mesa de ping pong. Había más bullicio en ese lado, en donde estaban jugando con cartas, gritando, bebiendo. Vio justo a tiempo cuando, en el otro sillón, Izumi pasó una carta con la boca a Itachi, y el cartoncito al caerse, provocó un beso casto entre ambos, la gente alrededor gritó y aplaudió. Sakura hizo un gesto de repulsión y sintió como el sillón se hundía a su izquierda, Sasori se estaba sentando a su lado.

—Estoy demasiado ebrio como para intentar seducirte.

—¿Es esa una invitación?

—Creo que puedes tomártelo como quieras, Pinky. He visto que esta noche estás más desatada de lo normal. ¿Qué tomas?

—Gin y Sprite. —Sasori ojeó su vaso —50 y 50.

—Te cambio de vaso

—¿Qué estás tomando tú?

—Whisky con Coca-Cola.

Sakura sonrió con sorna y aceptó la propuesta—Está bien. —Sasori, algo errante, cambió sus vasos mirándola fijamente. —No le has echado nada raro, ¿no?

—Esta noche no hay ninguna droga líquida querida, solo polvos mágicos no solubles.

Sakura asintió. Había algo magnético en el pelirrojo, o quizás es solo era el hecho de que era pelirrojo. Pese a que estaba el mito de que estos tenían una pésima suerte, Sasori se veía como el tipo de persona a la que el destino le sonreía. Tenía un rostro de ángel y un cutis envidiable.

El bullicio era tal que Sakura necesitó acercarse a hablarle. Miró hacia la dirección en que estaba Sasuke, quien parecía acechar por el salón camino hacia afuera. Debía apresurarse. —Con respecto a lo que me estabas diciendo —le dio un sorbo a su bebida.

Sasori la imitó y le sonrió —¿Percibo tensión sexual de tu parte o debería dejar de beber?

—Lo primero. —Sasori miró al cielo, fingiendo que agradececía a Dios y se acercó a Sakura, quien se hizo levemente hacia atrás, quedando apoyada en el brazo del sofá. El chico dejó su trago en el piso y apoyó su brazo izquierdo al costado de su cintura, se irguió sobre ella y atrapó sus labios en un beso ebrio. Tosco, divertido, manoseado y brusco. En un mal movimiento, Sasori dio vuelta su vaso y el grito de Deidara atrajo su atención.

—¡Danna! —el pelirrojo suspiró y se puso de pie camino a la cocina a buscar toallas de papel para limpiar el desastre.

—Vuelvo enseguida. —Sakura hizo una mueca y apenas salió de su vista, tomó el vaso de whisky que dejó en el piso. Se puso de pie, perdiendo levemente el equilibrio y fue en dirección al jardín con paso acelerado, por donde había visto que desapareció Sasuke.

Los ojos de Itachi la siguieron, al igual que los ojos de Izumi, quien acababa de comentar que ya no era tan pequeña como la recordaba. Izumi no quiso sonar venenosa, pero un viejo rencor dentro de ella sí lo quiso.

Cuando Sakura llegó al jardín vio a Sasuke terminándose un cigarrillo. Sakura prendió el suyo propio. —Terminaste muy rápido con Akasuna. No es muy tu estilo, Haruno. —Sakura sonrió y se sentó a su lado.

—Tuve que acelerar las cosas—respondió sin ocultar sus intenciones y ojeó a su amigo que solo miraba hacia el frente. La larga piscina generaba un ambiente etéreo, solo maximizado por las luces neón que se reflejaban en ella.

Sasuke bufó. Ambos se quedaron mirando hacia al frente, mareados pero despabilando con los cigarrillos. Sasuke apagó el suyo. Parecía que el clímax de la competencia estaba comenzando. —Solo me queda besar a Ino.

Esta vez fue el turno de Sakura de bufar —Vil tramposo. Está con Deidara. —Sasuke se paró y Sakura lo miró por el rabillo del ojo, sin mover un músculo de su rostro.

—Estar de novia con el otro idiota no la detuvo. Soy algo así como su debilidad. —Sakura rió. Sasuke ebrio era divertido.

—Pareciera que no la conoces en absoluto. Ino no tiene debilidades.

Sasuke sonrió y se encaminó hacia dentro con paso confiado. La pelirrosa se quedó en soledad en el banco del jardín. Su cigarrillo estaba por acabarse y pensó en prenderse otro, después de todo, era casi seguro de que Sasuke ganaría. Tenía razón en que Ino querría besarlo sin importar con quien estuviese. Suspiró y prendió su siguiente cigarro. Pensó en el beso que presenció entre Itachi e Izumi y se le revolvió el estómago. La última vez que les vio besarse tenía 10 años y Mikoto la consoló. Esta vez no estaba la Uchiha para abrazarla y decirle palabras suaves.

A su mente se le vino el segundo y último beso que le dio a Itachi, aquella vez en que el chico cumplió 18 y había estado de visita. Habían pasado la tarde completa en su cuarto besándose y él le aclaró que no podría besarla de nuevo, ya que ahora era mayor de edad y no sería apropiado. Recuerda que se enfadó, le anunció que no pensaba esperar un año más para besarlo de nuevo y que si decidía eso, no volvería a besarle jamás. Itachi se había tapado el rostro con una mano, resistiéndose a su propio enamoramiento y la tomó del cuello para volver a besarla. —Lo siento. —Le había dicho, antes de parar definitivamente.

Como si hubiese salido directamente de sus pensamientos, Itachi apareció a un costado, mirándola desde arriba. Sakura rápidamente evitó su mirada, su rostro se había calentado y estaba segura de que no era efecto del alcohol. No le había escuchado aproximarse. Le dio una calada a su cigarrillo y se atrevió a mirarlo, Itachi se había acercado un poco más y aproximó su dedo índice a su hombro izquierdo, desnudo y erizado, lo paseó por el cuello de la chica y terminó en su quijada, en un movimiento ágil le arrebató el cigarro de la boca y se lo llevó a la suya propia.

—Había querido hacer eso toda la noche —le dijo exhalando el humo y sentándose a su izquierda. A Sakura le recorrió un premioso escalofrío y le dio una mala cara.

—Hola a ti también —Itachi le acercó el cigarro de vuelta a sus labios y ella los abrió para recibirlo. Mientras exhalaba el humo, el Uchiha se puso de pie y se sacó la chaqueta para ponerla sobre ella. Sakura le alzó una ceja y volvió a mirar al frente mientras él se sentaba a su lado nuevamente. Su aroma la embriagó y cubrió todo su cuerpo. Pimienta y bergamota.

—Estamos en pleno otoño, no deberías estar así de descubierta. Ni siquiera la cantidad de alcohol que has consumido te salvaría de un resfrío —Sakura no se molestó en mirarlo, causando que él ladeara su cabeza hacia ella. —Estás molesta.

Sakura bufó —Qué astuto —Itachi suspiró y la miró hasta que ella lo miró de vuelta. —Pudiste al menos avisarme que venías. Estábamos a un mensaje de texto de distancia. O a una llamada —murmuró lo último. Itachi no le quitó la vista de encima y le atrapó un mechón de cabello, con el que se distrajo un momento.

—Lo siento —le pidió con un gesto un cigarrillo a la pelirrosa—Pensé que una vez nos viéramos, nada más sería importante.

Sakura no pudo evitar volver a sonrojarse mientras acercaba el fuego del encendedor a los labios del pelinegro.

—La verdad es que creí que me hablarías cuando Sasuke o mi madre te contara. Supongo que no conté con que te enfadarías.

—Bueno, quizás te hubiera hablado si hubiese sido uno de ellos quien me hubiera contado. —la chica atacó

Itachi alzó una ceja. —¿Quién te lo dijo?

—Izumi.

—Ya veo.

Sakura rodó los ojos. El silencio se hizo parte del ambiente, en donde el único movimiento era el acercamiento de cigarrillos a sus bocas. Sakura se sintió por un momento sobrepasada por la situación y levemente mareada.

—¿Qué han estado haciendo Sasuke y tú esta noche?

Sakura le miró de reojo, percibió genuina curiosidad de su parte, además, había estado observándolos. —Competimos por quien besa a 3 personas primero. El que pierda debe hacer el proyecto de biología por sí solo.

Itachi asintió con lentitud. Ahora entendía la actitud distante y enfocada de ambos. —¿Cómo van los números?

—Dos a dos. Quien bese a la siguiente persona gana. —Sakura apagó el cigarrillo con una de sus botas y se preparó para sacar uno más, mientras lo hacía, se giró a mirarlo. Al hacerlo, su cuerpo se pasmó. Sintió el ambiente cambiar de súbito, percibía que Itachi la miraba distinto a como recordaba que lo hacía. La miraba como esa última vez que estuvieron juntos y solos. Sintió la tentación de taparse aún más con la chaqueta que él mismo había puesto sobre sus hombros, repentinamente estaba desnuda ante sus ojos y el familiar sentimiento de profundos nervios que solo sentía en su presencia la envolvió. Los ojos de Itachi recorrieron su cuerpo con mesura, detallándolo, permitiéndose por primera vez hacerlo y guardando cada espacio de él en su memoria. Sin tener tiempo para detenerse, su mano se alzó y sus dedos empujaron su propia chaqueta de uno de los hombros de Sakura. Un sentimiento de deseo recorrió su cuerpo cuando vio su figura delinearse debajo de la blusa traslúcida.

Sakura no pudo quitar la vista de encima del hombre a su izquierda, cuya mano intrépida emprendió un camino desde su hombro a su cuello y lo acunó. ¿Alcohol o deseo? Su mano libre se posó en la rodilla de la chica y subió con parsimonia, Sakura instintivamente se acercó un poco hacia él y se dejó acariciar. Rozó una caricia por el brazo que se posaba en su pierna sin quitar la vista de los ojos negros que devolvían la mirada. Como si fuese la única señal que necesitara, Itachi rompió la corta distancia entre ambos y acercó el cuerpo de la joven haciendo que quedase levemente sobre él. Él la miró desde su altura, los ojos de ella levemente abiertos en sorpresa. Disminuyó la distancia entre ambos sin quitar sus propios ojos de los de ella.

Pese a la cantidad de alcohol que circulaba en sus sistemas, no fue un beso descuidado ni tosco, hubo fuerza, descontento y añoranza, las emociones se trenzaron en un vals que sus lenguas impetuosamente entablaron. En algún momento de la acción, Sakura se encontró en el regazo de Itachi mientras él la abrazaba con una fuerza posesiva. Sus labios bajaron a su cuello y la pelirrosa recordó un sueño que tuvo años atrás con el Uchiha. Inconscientemente jaló de su cabello y lo enredó entre sus manos, con un placer desconocido escuchó al pelinegro susurrar —ganaste —mientras repartía besos en su clavícula. Sakura sonrió, Itachi tenía razón. Mientras él seguía regalando besos en su piel, ella sacó el teléfono y mandó un mensaje corto a su amigo:

"gané! juego terminado"

—Me alegra haber sido útil —no se cansó en un buen rato de acertar con sus labios las zonas sensibles de la joven. Quiso embeberse en ella. El zumbido del celular de ella fue lo único que lo sacó de su trance.

"Quién?"

Leyó de su celular y vio cómo respondía apresuradamente: Itachi.

En un movimiento ágil la levantó de encima y la puso de pie frente a él, recogió su chaqueta del piso con una mano y acarició su cintura con la otra. Estaba seguro de que llovería en cualquier instante. Era pleno otoño y ella había decidido salir sin una pieza de ropa que abrigara su cuerpo decentemente, le propuso volver a entrar, después de todo todavía quedaban horas de fiesta y nunca había estado en una con ella. Estaba intrigado por ver un poco más de ella en acción. Ella se limpió las rodillas del pasto que se pegó a ellas por estar a horcajadas del Uchiha.

Entraron al ambiente con ella siendo tomada de la cintura por él. Se aproximaron a Deidara e Ino, quienes conversaban a gritos con Karin y Hidan y se envolvieron en la conversación más estúpida que habían presenciado en largo tiempo. Ino, Karin y ella compartieron una mirada cómplice.

—Mierda. Lo digo, lo afirmo y lo repito. Un maldito cruce entre un humano y una cucaracha sería la destrucción definitiva del humano. —Hidan hipó —no habría posibilidad de una puta salvación.

Karin se carcajeó —Nunca he escuchado una estupidez de tal tamaño. ¿Cómo puedes siquiera pensar en esa idea? —Ino cerró los ojos con poca paciencia e imaginó que estaba en otra parte, como besando a Sasuke quien se lo propuso hace diez minutos.

Itachi salió en defensa de su amigo —Sí es estúpido, pero supongo que metafóricamente tiene sentido. Las cucarachas no mueren. Al menos no convencionalmente.

En la siguiente ronda de tragos, perdieron el interés en cucarachas y se enfocaron en chismear sobre Tenten y Neji.

—Llevan MESES. No, miento —Ino hipó y siguió enfatizando. —, AÑOS, intentando. No, miento —rió, borracha. —Tenten es la que lleva años intentando.

—¡Sí! —Sakura gritó. —Debería dejar de intentarlo

Las chicas asintieron.

—La voy a buscar AHORA MISMO. Le diré lo que todos pensamos. Sip. —Sakura le sirvió más alcohol a su amiga, quien le acercó el vaso vacío. Hace ya una hora que se habían apropiado de una botella de ron.

—¡Noooo...! —Deidara berreó —prohibido irse.

Pronto estaban demasiado borrachos como para mantener una conversación decente e Itachi no desaprovechó la oportunidad de besar a la pelirrosa e internar una de sus manos por debajo de la falda de ella, acariciando sin torpeza la parte más sensible de esa zona. Su otro brazo estaba firmemente atado a su cintura.

La chica le mordisqueó el hombro al Uchiha y vio como a un lado del salón Hinata y Naruto discutían con poca gentileza. Encontró que era una situación rara y le pareció que ya era hora de irse, por lo que le susurró una corta despedida al chico, que tenía el rostro escondido mordisqueando su cuello y se negaba a soltarla. Después de lo que pareció un trato, dejó al Uchiha recostado sobre la pared, con el rostro levemente ladeado y con una mirada que parecía mortalmente seria. Buscó con la mirada al resto de sus amigas, a Tenten no la había visto en casi toda la noche y la logró hallar besándose con Sasori. Un giro inesperado de la noche. Decidió que la buscaría al final para que no se vea mal, se dirigió hacia Ino que estaba riéndose encantada entre los amigos de Deidara y ante un gesto de "vámonos", la rubia se despidió, cada una fue donde una de sus amigas y salieron en un instante de la gran casa.

La luz de la madrugada les pegó directamente. Ya eran pasadas las 5.

Las cuatro emprendieron camino a pie hacia la casa más cercana con el maquillaje corrido y gritos errantes que despertaron a más de un vecino. Sakura pensó en mandarle un mensaje coqueto a Itachi y descartó la idea. Y si hubiese visto a Itachi sentarse al lado de Izumi y Kisame después de que ellas se fueran, para seguir bebiendo con ellos, ni siquiera se le hubiese cruzado por la cabeza. Más por la primera persona que por la segunda.

Itachi se encontraría besando a Izumi el resto de la madrugada y Sasuke mirando a su hermano como si fuese el ser más estúpido del planeta.

Al menos así es el Itachi borracho.


o—

Ahora bien, ¿Itasaku o Sasusaku? eso ni yo lo sé tot. Veré como están los ánimos JAJAJA.

Tengo otro par de capítulos escritos y supongo que estaré subiéndolos la próxima semana. Creo que este es el más lento de todos, pero me divertí muuuuuucho escribiendolo porque estuve escuchando Grimes y canciones bastante hot mientras escribía. De hecho, hago playlists por capítulos y dejo que la música me guíe y resulta fantástico.

Con respecto a sus comentarios (me puse tan feliz cuando vi que tenía comentarios!):

Guest 1: me alegro mucho que te encante, cuéntame qué es lo que más te gusta, así tengo noción y hago fan service muahahah.

Guest 2: llevo años solo leyendo y escribiendo sasusaku, es mi pairing favorito, aunque nunca me ha gustado narusaku. Quise incursionar en algo itasaku porque creo que son relaciones que son muuyyy intensas (en los fics que he leído). De todas formas, aunque se vea que es itasaku, está pasando de todo! espero que sigas leyendo! para que me cuentes tu opinión.

Les invito también a que comenten con sus cuentas, así podemos mandarnos DMs!

Gracias de nuevo, les leo en el siguiente capítulo n.n