Casa Loud, sala de estar, martes, 8:23
La mayoría de los hijos Louds se hallaban en el vehículo familiar, preocupados ya sea por la hora o por el hecho de que el único miembro masculino de los hermanos Louds en ese momento se encontraba sentado en el sofá con un termómetro en la boca y una preocupada Rita dándole una última mirada.
La madre de 11 contemplaba a su hombrecito por última vez antes de sacar el termómetro de su boca, viendo que este ponía 38C.
- (Preocupada) Mi pobre bebé.
- (Débil) No te preocupes mamá, para cuando vuelvan estaré bien.
- No sabes cuánto quisiera estar aquí contigo Lincoln, pero no puedo faltar hoy. - La expresión de Rita cambio de preocupación a molestia. – Ese doctorcito, justo cuando mi bebé está enfermo.
- Solo necesito mi medicina y descanso, estaré bien.
La tenue sonrisa de Lincoln pudo con el corazón de su madre, quien parecía estar al borde del llanto.
- Intentare volver antes Lincoln. – Sip, era una madre preocupada. – (Susurrando) Quédate así... en pijama... sudoroso... débil... azotable...
Lincoln no había alcanzado a escuchar las palabras de su madre, siendo que solo pudo ver como esta relamió rápidamente sus labios antes de volver a poner su expresión de preocupación, darle un beso en la frente y despedirse por última vez, ingresando dentro de la van y marchándose con las muchachas aún ante la protesta de varias quienes querían quedarse "cuidando" a su hermano.
El muchacho solo veía desde la ventana como se alejaba la van, tirando sin ningún cuidado la manta con la que estaba cubierto una vez no pudo escuchar el notorio sonido del motor del vehículo.
Creí que no se irían nunca, uff... hoy sí que estaba al pendiente.
¿Qué? Solo fingí estar enfermo para faltar a clases y tener algo de libertad en mi propia casa, sé que probablemente también lo hiciste alguna vez.
Aunque... tengo una razón para ello y creo que la conocen bien... mis hermanas.
Verán, yo soy un lector, alguien aficionado a las historias de ciencia ficción siendo Ace Savvy mi preferido por sobre todos los demás, diablos... me encantaría poder ser Ace Savvy en ocasiones, pero bueno que me estoy desviando.
Como ávido lector, sé que las condiciones en las que leas puede influir bastante en tu apreciación de la lectura, razón por la que necesito estar en plena sintonía con el universo para eso. – Decía mientras comenzaba a quitarse la camisa de su pijama.
Por lo que, para encontrar dicho punto de paz y sincronía, debo ser uno con el universo. – Decía mientras comenzaba a quitarse el pantalón.
Y así poder disfrutar en su máximo esplendor de este hermoso medio visual. – Básicamente iba a leer comics en ropa interior.
Y sé lo que dirás, "pero Lincoln, podrías hacer eso en tu habitación o cualquier otro momento, no es necesario que faltes a clase para eso", si es el caso, eres una persona muy, muuuuuuy inocente.
Mi habitación no es un lugar muy seguro que digamos, y fuera de ella... uh... ¿Alguna vez has sentido como saborean tu cuerpo con solo la mirada? Bueno, me sentí como si fuera una paleta helada.
La cosa es que si quiero realmente disfrutar de una buena lectura es necesario una ocasión como esta... así que no perderé más el tiempo en explicaciones... - Tono seguro. – Y dejare que la fiesta comien...
Lincoln estaba por lanzarse al sofá donde le esperaba su comic cuando el sonido de su móvil le distrajo.
El muchacho molesto saco el móvil notando que era su madre, por lo que rápidamente acomodo su garganta para usar su tono enfermo.
- Lincoln, olvide decirte algo.
- ¿Qué mamá?
- Olvide mencionarte que...
En ese momento el muchacho pudo sentir como su cuerpo se erizaba, activando su mero instinto de supervivencia y comenzaba a temblar, pues había sentido como una mano comenzaba a acariciar suavemente su espalda.
- Hola Linky.
- ...deje la medicina con Luna, ya que ella te va a cuidar... – Tras eso la llamada fue cortada por Luna, quien quito el móvil del oído de Lincoln quien ya estaba petrificado.
- (Tono suave) Vaya que debes tener una gran fiebre para quitarte así toda la ropa hermanito.
¿Ustedes creen que si no me muevo se vaya?
- Eso no está bien, nada bien. – Luna acerco lentamente su cabeza a la de Lincoln, dejando su boca justo a la altura del oído del niño, susurrándole con un tono meloso. – Alguien así debería estar en cama.
Mmm...
Creo que debí de usar esa granada cuando Rusty me acorralo.
Lincoln abandono la realidad.
Habitación de Lincoln, 9:19
Bien, al menos tuvo la decencia de solo traerme a mi habitación e irse, eso fue raro.
Era una oportunidad perfecta, juro que creí que perdería algo más que mis calzoncillos en ese momento, ¿Por qué mamá olvidaría decirme algo tan importante como que alguien se quedaría a cuidarme?
¡¿Y por qué dejo a alguien a cuidarme?! La regla es que si tienes más de 10 te quedas solo hasta que lleguen los demás de clase... ¡Y con la más peligrosa de mis hermanas!
No sé si me tuvo piedad porque realmente cree que estoy enfermo o si está jugando conmigo, he leído en internet que hay depredadores a los que les gusta jugar con sus presas, ¿Soy su presa acaso? ¿Está esperando el momento indicado para saltar encima de mí?
¡No tengo un plan para una situación así!
¡Mis planes estaban diseñados para evitar situaciones así!
Bien, respira Lincoln, eres el hombre del plan, alguien que ha evitado el último año caer en las sucias trampas de sus hermanas, puedes evitar a una durante un día... tendré que ponerme serio al respecto.
En ese momento el espantado espíritu de Lincoln revivió, llenándolo de determinación.
Lo primero es investigar... ver cómo piensa tu enemigo, introducirte en su mente y ver sus perversas intenciones.
Mientras pensaba en esto Luna toco la puerta de su habitación suavemente, haciendo que si bien el muchacho externamente solo se arropo más, interiormente dio un grito que dejaría en vergüenza a cualquier niña pequeña del estado de Michigan.
- (Tono suave) Little bro, ¿Puedo pasar?
No temas, eres un hombre, pues enfrenta la adversidad y averigua su plan.
- (Tono decaído) S..Si... pasa Luna.
Con suavidad la puerta fue abierta por su hermana rockera, quien traía consigo una bandeja con leche caliente y un sándwich con mermelada.
- No creo que tengas muchas energías para bajar, así que te traje el desayuno, puede que quieras descansar pero es necesario que te alimentes si quieres sanar.
- G..Gracias.
Lentamente Lincoln se incorporó apoyándose sobre el respaldo de su cama, momento en el que Luna dejo la bandeja en sus piernas, le dio un beso en la frente y se retiró, despidiéndose amablemente de él.
Debe ser una trampa, ¿La leche tendrá somníferos? ¿La mermelada será de algún estupefaciente? ¡¿La bandeja tiene pegamento y ahora estoy atrapado?! – Al final se comió el desayuno.
Estaba bueno.
Habitación de Lincoln, 10:36
Bien, el desayuno estaba bueno y no tengo ningún efecto secundario, tampoco descubrí nada... en fin, tendré que pasar a la fase dos, poner a prueba... no me gusta mucho, pero necesito tantear cuanto peligro hay y siempre puedo abortar haciendo una maniobra de escape... espero sea funcional.
Lincoln en ese momento abrió lentamente la puerta de la habitación de Luna, encontrándola sentada en su cama con una guitarra acústica tocando una suave canción de cuna, una que el pequeño peliblanco pudo sentir le devolvía a su más tierna infancia, sintiéndose casi como un bebé siendo arrullado en los brazos de una gentil madre solo por aquella melodía.
El niño no dijo nada hasta que Luna termino la canción, siendo esta quien noto a su hermano parado en la puerta.
- Dude, deberías estar en cama descansando.
- Eso... eso... fue hermoso...
- Oh, ¿Hablas de la canción? Mamá solía cantarnos esa canción, pero cuando vio que fallo con Lucy por... bueno, su peculiar forma de ser, dejo de hacerlo, en fin, ¿Necesitas algo hermanito?
El pequeño se sentía cómodo, su hermana le había tratado con genuino cariño y respeto, cuidándolo mientras se sentía en confortado.
- Yo... ¿Puedes tocar eso de nuevo para mí?
- Por supuesto hermanito, vamos a arroparte y te la tocare en tu cuarto mi pequeño angelito.
- (Avergonzado) G..Gracias...
Habitación de Lincoln, 10:41
- Estas arropado, tienes a bun bun a tu lado y parece que te bajo la fiebre, iré a buscar mi guitarra y listo.
- Esta bien ma...
Ese fue el momento en que Lincoln supo que algo andaba mal, muy, pero muy mal, pues aquella pequeña confusión de palabras le recordó algo muy importante.
Ellas no juegan limpio.
- (Preocupada) ¿Estás bien dude?
En ese momento Lincoln miro bien los ojos de Luna, notando que en ellos no había una cálida bondad de una madre.
Sino los ojos de un lobo que ya había acorralado a su presa.
¡Miserable y astuta hija de...!
¡Así que ese era tu plan!
- E..Estoy bien.
- ¿Seguro? Si quieres puedo mimarte un poco más aprovechando que estamos solos... solo tu y yo... y nadie tiene por qué enterarse de ello...
El rostro de Luna podía presentar una ternura digna de una gentil madre, pero esos ojos llenos de lujuria eran algo que Lincoln no pudo pasar por alto.
¿Así que ese fue tu juego? Bien, dos pueden jugar lo mismo.
- (Con dificultad) Bueno... la verdad me cof, cof, cof, me duele un poco el pecho.
- (Preocupada) ¡Hermanito!
- Yo... cof, cof, cof, yo creo que necesito...
Sala de estar, 13:28
La van que venia a gran velocidad se detuvo de golpe en el estacionamiento de la casa, momento en el que una desesperada Lori salió rápidamente del vehículo e ingresando tan rápidamente a su hogar que ni siquiera había pensado en recoger o esperar a sus hermanas para venirse juntas, sino que en su mente su dulce y tierno hermanito estaba en las garras de una perversa mujer, enfermo y débil, razón por la que pateo la puerta de entrada para abrirla.
- ¡Lincoln! ¡¿Dónde...?! – Observa la sala de estar, quedando visiblemente confusa - ¿Estás?
El mismo niño se encontraba vestido con una playera hawaiana, rodajas de pepino en los ojos y chocolate en el rostro, toalla en su cabello, con los pies en agua burbujeante mientras sostenía una limonada en una mano y el control de la tv en la otra con un capítulo de ARGHHH de fondo.
- ¿Lori?
- ¿Qué demonios? ¿No estabas enfermo?
- Pues... Luna me quería hacer sentir bien.
- Y... ¿Cómo te sientes?
- Pues... me siento bien.
- ¿Y Luna?
Lincoln hizo una mueca pensativa por un momento antes de volver a mirar en dirección a la pantalla.
- Mmm... ni idea. – Y luego sorbio un poco de su limonada.
Lori estaba lo suficientemente confundida que ni siquiera noto que Luna estaba desmayada detrás del sofá, exhausta por el cansancio.
Al final todo el esfuerzo de aquella mañana causo que esta se enfermase de verdad.
Lincoln no la cuido.
