Ootani Tsukushi x Kira Hiroto (Inazuma Eleven Orion)

Bueno he vuelto a revisar el anime de Inazuma Eleven y encontré fics sobre esta pareja (eran solo dos, pero buenoo) y me gusto la dinámica que manejan y me quería unir, espero que les guste

Cuando Ootani decidió ser la manager del equipo no fue por la creciente fama que estaba agarrando el club, ni menos fue por la popularidad que le traería estar entre los mejores jugadores de todo Japón; todo fue por su mejor amiga Kino Aki la pionera de las managers.

Desde que inicio su amistad ella había notado cuanto se esforzaba Aki en su trabajo como manager, cuantas veces llegaba temprano para tener las cosas lista y cuantas veces se iba tarde por terminar todo; ella sabia que no era la única encargada en el equipo, pero por cómo se esforzaba parecía que lo era.

Podía contar las veces que Ootani le traía un café a su amiga porque no dejaba de bostezar y como tenia que arrastrarla en las tardes para que se no se fuera en la oscuridad.

Un dia se animo a preguntarle a Aki ¿Por qué hacia todo eso? No veía que los jugadores le agradecieran con mas que un simple Gracias o cuando salían las tarjetas coleccionables de los jugadores nunca salían las managers, pensó que era perdida de su talento y con confusión le pregunto

¿Porque tanto esfuerzo? Y Aki con una sonrisa maternal, con calma solamente le respondió:

" Porque yo también soy parte del equipo"

Al inicio no entendió, pero desde ese día empezó a ver el trabajo de las chicas con otros ojos, empezó a observar cómo los ojos de Aki se olvidaban de los desvelos anteriores cuando animaba a los chicos en las practicas o cuando los chicos le agradecían, la sonrisa de Aki se volvía más brillante y ahí entendió que no es necesario jugar para ser parte del equipo.

Aun que se siento triste cuando el equipo se tuvo que disolver y pensar en todo el trabajo de su amiga desperdiciado se le ocurrió ser ella la siguiente manager y acciono su plan cuando escucho unos nuevos compañeros remplazarían al viejo Inazuma de inmediato fue con el director para pedirle ser la manager del nuevo equipo, cosa que accedió contento.

Y cuando conoció a todos los chicos por fin sintió lo que impulsaba a Aki a dar lo mejor de ella aun no estuviera al frente, quería verlos ganar como parte de ellos.

Todo lo que vivieron para poder salvar el futbol y exponer a Outei Tsukinomiya fue una montaña rusa de emociones, y aun que todo se solucionó gracias a los chicos, Ootani se sentía un poco triste de que toda la aventura se acabara, claro que estaba feliz de todas las nuevas amistades que tenía, sobre todo de Anna, quien pensó que nunca la miraría dos veces, una pequeña parte de ella se sentía mal de no querer que terminara la aventura.

"Oye Ootani ¿estás bien? Te quedaste mirando a la nada mucho tiempo"- Pregunto Anna preocupada, las dos estaban almorzando debajo de un árbol.

"¿Eh? ¡Ah! Disculpa Anna me quede pensando, perdona"- Respondió Ootani rascándose la nuca apenada.

"¿Esta todo bien? -Dijo Anna mirándola con preocupación.

Ootani negó con la cabeza: "!Si¡ No te preocupes, mejor cuéntame sobre esa noticia super importante"- Dijo Ootani cambiando el tema.

Anna la miro unos momentos para suspirar: "En realidad el entrenador Zhao Jinyun nos eligió para ser las managers del nuevo equipo de los representantes de Japón"- Dijo en voz algo baja Anna en secreto.

"!¿QUE?!"-Grito Ootani llamando la atención de los que pasaban por ahí.

"Shh, no alces la voz se supone que es un secreto"-La regaño Anna tapándole la boca a su amiga.

"Disculpa, me emocione"-Ootani se rasco la mejilla- "!Que increíble¡"-Grito para ella misma.

"Estas muy emocionada"-Dijo con una sonrisa tranquila Anna acostumbrada a los arranques de su amiga.

"Claro que sí, ¿Acaso tu no quiere volver a ver a Nosaka?"-Dijo Ootani sin dobles

Anna se quedó callada pero poco a poco su cara empezó a sonrojarse.

"!¿E..eh?! ¡No digas tonterías Ootani¡"-Dijo muy nerviosa una sonrojada Anna.

Ootani se quedó mirándola sin entender su reacción tan exagerada en su opinión.

"¿Porque reaccionas así?¿Te sientes bien?"- Pregunto preocupaba e ingenuamente Ootani.

Anna solo tosió para recuperar su calma: "S..si solo me sorprendiste, eso es todo-Ya más calmada Anna miro con tristeza su bento- "Aunque creo que aún no es el momento de enfrentarlo

"Eh, ¿Porque dices eso? ¿Se pelearon?"-Dijo Ootani sin saber el contexto real.

"No, solo que aún no es el momento"-Contesto tranquilamente- "Cuando sea Hablaremos de eso"

"Hm ¿Hablar de qué?"-Dijo Ootani inclinando la cabeza sin entender nada.

"Nada importante"-Dijo Anna negando con el cabeza sonreído.

A lo lejos se escucha el timbre que terminaba la hora de comer, Anna fue la primera en guardar sus cosas ya gradecida por el cambio de tema.

"Mejor volvamos a clases"-Dijo Anna sacudiéndose la falda.

"Espera Anna ¿Me estas ocultando algo verdad? Dime Anna"- Insistía Ootani frunciendo los labios.

"No, solo es algo complicado de explicar"- Anna miraba a otro lado disimulando su pequeño sonrojo.

"¿Porque sería complicado?"

"Porque las cosas del corazón nunca son fáciles"- Contesto Anna en voz baja

"¿Eh?"-Soltó sin entender Ootani.

Anna negó con las manos sonriéndole "Olvídalo mejor apurémonos que ya sonó la campana"

Ootani se quedó quieta mientras su amiga se apresuraba al salón, miro al cielo azul pensando en lo que dijo su amiga y aunque quisiera ayudar a su amiga, ella no podía hacer mucho, ella nunca se había enamorado.

"Enamorarse "-Pensó mirando al cielo- " Me pregunto que se sentirá"- Se quedo sumergida en sus propios pensamientos hasta que se dio cuenta que llegaba tarde y se fue corriendo detrás de su amiga.

"!Espérame Anna¡"

Después de clases Ootani se dirigía a su casa pensando en la plantica que tuvo con Anna, nunca se le paso por la mente el enamorarse más que nada porque no tenía de quien, en Raimon había muchos chicos guapos, pero nunca le llamo la atención en hablar con alguno, tampoco es que tuviera muchos amigos varones y con los que hablaba eran sus amigos del equipo y no podía imaginar en salir con alguno de ellos.

Cuando sus amigas hablaban sobre los chicos que les gustaban siempre tenían una mirada de felicidad que le daba un poco de envidia, incluso su mejor amiga Aki tenía ese brillo especial cuando contestaba su teléfono a escondidas de todos, aunque nunca dijera de quien se trataba siempre parecía más feliz después de eso.

Ootani suspiro mientras caminaba por el camino dentro del parque que daba para su casa sin darse cuenta de nada a su alrededor.

" Me gustaría saber que se siente enamorase"- Pensó con calma mirando a sus pies hasta que vio un balón, deteniendo su andar.

"! Oi¡ ¡Pasa el balón¡"- Grito una voz masculina.

"¿Que?"- Respondió Ootani confundida mirando a todos lados hasta que miro hacia abajo del camino a una cancha de Futbol.

El dueño de la voz masculina era un chico de su edad, con el cabello rizado gris, estaba vestido con pantalones negros y una camisa de rayas, pero lo que le llamo la atención fue su cara, era bastante guapo aun que tenía una marca de rayo azul en su cara.

"¿No escuchaste? Que me pases el balón, tch que molestia"- Respondió con molestia el peligris, el solo estaba practicando sus tiros, pero calculo mal y se fue la pelota, le daba mucha pereza subir las escaleras para recogerlo, lo bueno es que estaba esa chica cerca, si tan solo le pasara el balón de una vez.

"Oh perdona ahora te lo paso"- Dijo Ootani dejando su mochila aun lado para tomar el balón del suelo para bajar a las escaleras e ir con el chico.

Pero el chico le grito desde abajo: "!No bajes, te vas a tardas demasiado¡"-Dijo molesto el chico.

"Entonces ¿Cómo quieres que te pase el balón?"-Pregunto confundida Ootani sin estar ofendida del tono brusco del chico.

"Solo lánzalo"-Dijo rodando los ojos ante lo obvio.

"¿Seguro? No creo que puedas atraparla desde aquí"-Respondió Ootani mirando entre la pelota y la distancia tan amplia que tenían el chico con ella.

Pero el chico se lo tomo con burla y solo resoplo divertido: "Je, no subestimes al dios...-Fue interrumpido por Ootani, quien lanzo la pelota sin oportunidad de dejarlo terminar.

"Ahí va"-Dijo Ootani con simpleza al chico esperando que no lo atrapara.

El peligris dio un brinco desde su lugar elevándose a varios metros del suelo, sorprendiendo a Ootani, el chico sin dificultades atrapo la pelota entre sus piernas para proceder a patearla con fuerza hacia dentro de la portería para luego caer con gracia en el pasto como si no fuera gran cosa lo que acababa de hacer.

Ootani estaba asombrada por la habilidad del chico misterioso para manejar el balón como si fuera una extensión de su propio cuerpo, claro que había visto jugadas increíbles con su equipo y sus oponentes, pero era de esperarse de jugadores de alto rendimiento.

"!Guau¡ Eso fue increíble, eres muy bueno"-Dijo Ootani emocionada al chico que subía las escaleras hasta su lado.

"Je, eso no es nada"-Dijo con una sonrisa presumida el chico con el balón en su brazo.

"Eres asombroso, esa patada es de un jugador profesional, ¿Eres de algún equipo?"-Pregunto Ootani al chico que sacudía sus pantalones.

"Te diste cuenta, soy el dios del campo"-Dijo mientras con su pulgar se apuntaba a la cara que tenía una sonrisa presumida.

"¿Dios del campo? Mm porque me suena conocida esa frase"-Pensaba Ootani tocándose la barbilla con el dedo.

Ootani golpeo su puño con la palma: "¡Ah! Ya lo recuerdo, tu eres el delantero de Eisei Gakuen"-Dijo emocionada.

El chico parecía inflar su pecho por cada saltito que daba Ootani, sonriéndole con los ojos cerrados.

"Pero ¿Qué estás haciendo en el parque a estas horas? Si quieres entrenar deberías ir a la cancha de tu escuela"-Dijo Ootani confundida.

"Me gusta practicar mis tiros lejos de los mirones"-La miraba fijamente con una sonrisa confianzuda. Ootani sintió como sus orejas se sentía un poco calientes, pero lo ignoro.

"La pregunta a qui es"-El chico giro su cuerpo completo para estar en frente de Ootani- "¿Qué hace una chica en un abandonado parque a estas horas de la noche?"

Ootani parpadeo hasta que miro al cielo y soltó un jadeo dramático haciendo reír al chico por su reacción.

"!Ah¡ ¡Ya oscureció¡"-Grito Ootani con la manos en su cabeza sin dejar de mirar el cielo.

"No se supone que las niñas lindas se duerman temprano"-Dijo coqueto el ojigris sacándole un ligero sonrojo a Ootani.

" Me dijo linda"-Pensó la Ootani para después sacudir la cabeza.

"B...bueno creo que será mejor que me vaya"-Dijo Ootani inclinados- "Fue un gusto conocerte, adiós"-Se despidió Ootani trotando a la salida.

El chico la miro desconcertado, normalmente las chicas se le lanzan cuándo coqueteaba con ellas, pero esa chica lo ignoro, su orgullo picaba y pensaba irse, pero algo le llamo la atención, a lo lejos se veían una bola de chicos que miraban a la chica de cabello café de forma lujuriosa y ella no se daba cuenta que la empezaron a seguir detrás de ella.

El chico soltó un suspiro cansado, pensaba irse a su a casa descardar, pero como buen ciudadano haría su buena acción del día.

Ootani tenía la mente en las nubes, aunque el chico que acababa de conocer pareciera ser presumido, le daba la impresión que realmente le gustaba el futbol, le daba alegría encontrar otro jugador emocionado por mejorar y no tenía dudas que el seria uno de los seleccionados para representar a Japón.

Mientras la jovencita se sumía en sus internos pensamientos no se dio cuenta que el chico de quien se despidió se acercaba a paso firme y seguro a ella, solo se dio cuenta cuando el chico rodeo su brazo con su cuello sorprendiéndola y avergonzándola de la pose tan intima que tenía con este chico

"!Oye¡¿Qué estás haciendo?"-Dijo una avergonzada Ootani pero sin intentar zafarse.

"Cálmate, no estoy haciendo nada raro"-respondió calmando el chico sin dejar de caminar.

"Pero si es raro, te acabo de conocer"-Argumentaba Ootani aun que ignoraba que seguía caminando sin ánimos de soltarse.

"Tu solo aguanta hasta que lleguemos hasta la otra calle"

"Pero..."

"Confía en mi"-Dijo mirándola fijamente.

Ootani se fijo en esos ojos grises y no vio ninguna maldad en ellos, tal vez después se arrepienta, pero en contra de su mejor juicio decidió hacerle caso.

"Está bien, solo no hagas nada raro"-Acepto la chica mirando a otro lado apenada e intentado verse dura.

"Claro claro"-Respondió el chico con una media sonrisa.

Siguieron caminado hasta que llegaron hasta la salida, el chico se dio media vuelta y vio como aun con el cerca los pandilleros los seguían.

Pensó en que hacer para zafarse de ellos, pero tampoco no quería asustar a la chica en su brazo al iniciar una pelea, aunque normalmente no le importaría, la chica no parecía que soportaría tanta violencia, mejor solo volteo a verlos con la mirada más intimidante que tenía, asustándolos dejándolos en paz.

" Entonces por eso me acompaño, es muy amable"-Pensó Ootani al mirar disimuladamente a su compañero y como asusto a unos chicos de aspecto peligroso.

El chico por fin viendo el peligro lejos soltó a Ootani sintiendo una sensación de lastima por no poder seguir sintiendo el calor del chico en la fría noche; Ootani se avergonzó por pensar así y dejo que su cara se sonrojara.

No muy diferente a su compañera, el chico sintió una molestia al tener que soltar a una chica con tan bonito aroma y como mejor volteo la mirada a otro lado para que no se viera su sonrojo en sus mejillas.

El sonido de un auto pasando saco de su ensoñación a los jóvenes, los dos se miraron sin saber que hacer.

"Supongo ahora nos despedimos"-Dijo Ootani apretando las correas de su mochila.

"Si"-Dijo el chico rascándose la nuca.

"..."-Ninguno de los dos decía nada, pero tampoco se movían de su lugar.

"¿Entonces por donde es tu casa?"-Pregunto abruptamente el chico sorprendiendo a la chica.

"¿Eh? ¿Me vas a acompañar? -Dijo Ootani sorprendida.

"Si ya me tomé las molestias de acompañarte hasta acá, puedo asegurarme que también llegues bien a tu casa"-Se excuso el chico tranquilamente por fuera, pero algo nervioso por dentro.

"Pero y ¿tú?"-Pregunto la chica con curiosidad

"¿Acaso te preocupas por mí? Que linda eres"-Contesto coqueto el chico sacándole otro sonrojo a Ootani.

"Bueno, es que tus padres te podrían regañar por llegar tarde"-Dijo con una mirada preocupada, sorprendiendo momentáneamente al chico.

"¿S e preocupa por un extraño? Que rara es esta chica"-Pensó el chico, pero sin darse cuenta le saco una pequeña sonrisa.

"No te preocupes por eso linda, mejor deja que te lleve a tu casa"-Rápidamente contesto seguro para que no notara su desliz.

"B...bueno si no te molesta vamos"-Dijo Ootani sonriendo contenta.

Los dos empezaron a caminar por las bulliciosas calles de Japón a ritmo calmado.

"Disculpa que apenas te pregunte, pero ¿Cómo te llamas?"-Dijo Ootani rascándose la mejilla apenada de sus modales.

El chico le sonrío de lado coqueto: "¿No es descortés preguntar primero el nombre de alguien sin presentarse primero?"-Pregunto burlón.

Ootani asintió sin entenderle: "Soy Ootani Tsukushi, mucho gusto"-Se inclina ligeramente sonriéndole.

"Soy Kira Hiroto, pero me puedes decir dios..."

"El dios pateador, lo sé "-Interrumpió la chica sin quitar su sonrisa

"¿Oh?, ¿Acaso eres una fan mía? -Dijo algo burlón Hiroto para recibir una pequeña risa de Ootani.

"Jaja No, soy manager así que debo informarme sobre todos los jugadores"-Dijo Ootani

"Con que manager"-Dijo fijando su mirada en su uniforme.

"Eres de la secundaria Raimon"-Afirmo Hiroto apuntándola con su dedo.

"Si"-Dijo Ootani feliz- "Nos enfrentamos en el anterior torneo, recuerdo tus jugadas, son geniales"

Hiroto soltó un resoplido: "Claro que lo son"-Dijo orgulloso sacando el pecho.

"Aunque hayan ganado el campeonato, no creas que ganaran el siguiente"-Dijo Hiroto sin malicia, sino como una afirmación.

"No esperaba menos de un dios"-Dijo Ootani sonriendo y con el puño levantado sacándole una ligera risa a Hiroto.

" Tiene bonita sonrisa"-Pensaron los dos al mirarse.

En el camino siguieron platicando sobre futbol y la próxima elección de los seleccionados, el viaje se les hizo muy corto, pero al fin llegaron a su destino.

Se detuvieron afuera de la casa sin saber que hacer o decir.

Ootani se inclina "Muchas gracias por acompañarme hasta mi casa"

Hiroto la mira y mueve la mano restándole importancia.

"No fue gran cosa"-Dijo Hiroto para sonreírle- "Solo ten más cuidado, no siempre estaré para salvarte"-Contesto burlón.

Ootani rio: "Supongo que no".

Los dos se quedaron en silencio algo incómodo.

" Supongo que es el adiós"-Rompió el silencio Hiroto metiendo sus manos en los bolsillos.

"No es un adiós"-Dijo de repente la chica.

"¿Mm?"-Hiroto estaba confundido

"No es un adiós porque yo seré la gerente de los seleccionados y definitivamente te veré entre ellos"-Dijo tocándose el pecho y mirándolo con seguridad en su mirada.

Hiroto estaba impresionado y se podía notar en su cara, sus ojos más abiertos mirando fijamente a esta chica que sin realmente conocerlo creía completamente en que entraría, era una chica realmente interesante.

"Mph, tienes razón"-dijo volteándose con una sonrisa ladina.

"Que no se te olvide, nos volveremos a ver"-Voltea a verla de reojo con una sonrisa confiada.

"Manager-san"

Ootani lo miraba irse a paso calmado sintiendo su cara un poco caliente, no sabía porque, pero estaba segura que esa promesa se cumpliría y eso la hacía sentir contenta, su corazón no dejaba de latir ante esa idea y sin saber que era este nuevo sentimiento decidió ignorarlo y entrar a su casa, solo para ver por última vez la ancha espalda del Hiroto esfumarse por las calles de Japón.

"Ya llegué"-Dijo la Ootani sacándose los zapatos en la entrada.

En seguida se asoma dos cabezas de la cocina, eran sus padres con caras muy preocupadas.

"!Hija¡¿Dónde estabas? Es muy tarde"-Dijo preocupado su padre

"Si hija, nos preocupaste mucho, pensábamos que te había pasado algo"-Dijo igual de preocupada su madre

"Disculpen por preocuparlos estaba ayudando en algo del club y no me di cuenta de cuanto había tardado"-Se disculpaba apenada Ootani sin querer confesarles que realmente se distrajo y fue acompañada por un chico muy guapo que la hacía sentir cosas nuevas.

Sus padres aceptaron la excusa de su hija y le advirtieron que si volvía a suceder los llamara para poder saber dónde estaba y no tenerlos tan preocupados, acepto y fueron todos a cenar tranquilos, al terminar fue a darse un baño para irse acostar.

Ootani miraba por la ventana de su cuarto el cielo estrellado con su pijama que consistía en un short amarillo con una blusa del mismo color y con dibujos de estrellas.

" Con que Kira Hiroto"-Pensaba mientras buscaba en su teléfono cualquier información sobre el guapo chico.

Rápidamente le salió mucha información sobre los partidos que ha jugado, sean oficiales o no, muchos foros hablando sobre sus jugadas y estrategias para poder enfrentarlas.

Parecía que todo lo relacionado con su nombre fuera futbol y su nuevo equipo, pero entre el mar de comentarios estaba una foto de él, la foto solo se enfocaba en él y pareciera que fue tomada cuando metió un gol, su sonrisa era una que ya había visto, esa sonrisa altanera que la hizo tomarle captura y guardarla en su galeria.

Seria normal verlo con esa sonrisa y pensar que no le importaba haber metido un gol, pero ella pudo notar que en la foto sus ojos parecían brillar, era un tipo de mirada llena de emoción, una que ha visto en los jugadores, el deseo de seguir jugando.

" Pronto lo volveré a ver"-Pensaba Ootani mirando la foto fijamente.

"Espero que me recuerde"-Pensó para poder acostarse y al fin poder dormir un poco, sin darse cuenta se acostó con una ligera sonrisa.

En otra parte de la cuidad, se podía ver una mansión donde en una de sus múltiples habitaciones la luz seguía prendida, la habitación estaba decorada de forma muy moderna, las paredes estaban pintadas de color gris oscuro, los sofás eran de cuero negro, el escritorio de caoba, una tele de plasma y una computadora de última generación.

En la gran cama King Size se encontraba un joven acostado que vestía un pantalón de pijama a cuadros oscuros con una camisa de resaque negra, dejando en descubierto sus musculosos brazos, ejercitados por el arduo entrenamiento, que sostenía un celular que revelaba el rostro de su dueño, era Kira Hiroto.

Hiroto miraba sus redes sociales sin realmente poner su atención a las tonterías que salían, su mente estaba en unos ojos cafés y una sonrisa muy dulce, no se la podía sacar de la mente y sin darse cuenta busco su nombre en su celular, cuando salieron los resultados vio su cara entre ellos, le dio click y salió el perfil de Ootani, empezó a ver sus fotos.

La mayoría de ellas eran ella con sus amigas, pero las ultimas actualizaciones mostraban a ella con el equipo de Raimon, eran algunas con los jugadores y otras eran con la otra manager del equipo, nada importante pero una foto le llamo le atrajo más, en la foto se encontraba Ootani sonriendo y haciendo la señal de victoria ante la cámara, pero de fondo se podía ver que los demás jugadores celebraban el a ver ganado el campeonato, pero ella parecía tan alegre como si también hubiera ganado, sus ojos brillaban y su sonrisa era enorme.

Al parece miro fijamente la foto mucho tiempo, porque salió de su transe para ver la hora, era ya tarde y aun que se durmiera hasta más entrada la noche, ese día se sentía muy cansado y decidió por fin dormir.

"Ootani más te vale que tu seas la manager, porque yo definitivamente estaré en el equipo"-Pensaba Hiroto girándose para ver la luna por la ventana.

"Nos volveremos a ver"-Fue el último pensamiento de los dos antes de quedarse dormidos.

Era el inicio de un encuentro predestinado.

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