Despertó como siempre..

Se levantó de su cama como siempre lo hacía tras una gran noche de sueño...

Sonrió como una niña pequeña cuando supo lo que su pareja le estaba preparando por su natalicio...

Su madre cuando le vio parada debajo de aquel marco que le separaba sonrió también y con pasos lentos fue al encuentro de su hija tomando entre sus brazos a la niña que tanto quería.

El día de la pequeña pajarita y modista amante de las alpacas comenzó como siempre... Aunque este día sería un poco diferente por el pequeño presente que su pareja le tenía preparado. Sabiendo que el chico que había conquistado su corazón era un enamorado del mismo amor, un romántico como pocos la jovencita de mirada dorada sonreía como una tonta al saber o imaginar lo que su amado podría estar preparando para ella en un día tan especial, un día donde solamente ellos dos existían en un mundo perfecto, arrogante como ninguna, alegre como siempre, ingenua como pocas la amante de las alpacas conocida como Kotori Minami salió de su hogar rumbo a la escuela donde encontraría con sus amigas quienes ya a su muy particular forma de ser la felicitarían

Llegando a la misma se podía ver como las chicas de primer año emocionadas fueron las que saltaron literalmente sobre la cumpleañera, Rin a su modo felicitaba a su amiga frotando su mejilla contra la ajena, una tierna escena.

La amante de los tomates siendo algo más reservada y teniendo un poco de vergüenza a paso lento se acercó donde la niña amante de las alpacas para darle su obsequio, una pequeña cajita de dulces que Kotori había aceptado con gusto sonrió de forma tierna provocando que su tsundere amiga se sonrojara desviando avergonzada su mirada por mientras Hanayo o la venadita de suaves mejillas tímida como ella misma se aproximó a su senpai escondiendo algo detrás de su espalda.., incluso Rin miraba curiosa a su amiga que no dejaba de murmurar cosas en voz baja siendo tan buena como un ángel que vino a este mundo para iluminar a todos con su sonrisa la jovencita que ama a las alpacas dejo caer su mano sobre la cabeza de la castaña quien chillo como un ratoncito y nerviosa extendió sus brazos descubriendo lo que tenía detrás de su espalda.. Un lindo pastel con forma alpaca, un lindo detalle por parte de la venadita que sonrió siendo correspondida por su superior

Las felicitaciones continuaron en otro lado. Ahora mismo se encontraban en el interior de la escuela donde las conocidas y amigas cercanas de la pajarita le felicitan por su cumpleaños, la amante de las alpacas correspondió a esos sentimientos con un tierno "gracias" dicho con tanta ternura con tanta amabilidad que parecía increíble que alguien fuera tan tierna y amable como lo era la modista de pelo grisáceo quien continuo su andar junto a sus compañeras hasta el club de investigación idol donde ni bien al entrar la pajarita fue recibida por una gran cantidad de confeti, las palabras de amor por parte de sus amigas de la infancia, las felicitaciones y abrazos por parte de la madre de las musas entre otras pequeñeces que para la amante de las alpacas eran como haber sido recibida por su segunda familia

Las risas y las bromas por parte de todas las chicas que amaba, que quería, aquellas chicas que hicieron los días de la pajarita mucho más brillantes

A pesar de que a veces tenían sus diferencias la jovencita de ojos dorados nunca dejaría de querer a esas alocadas chicas que considera como sus amigas, sus hermanas y su segunda familia con quien reía y lloraba, sin embargo en ese momento el celular de la cumpleañera sonó, en ese preciso momento una sonrisa se hizo con el rostro de la pequeña modista con tan solo un mensaje, unas palabras dedicadas por su gran amor sus ojitos se iluminaron

Sus amigas al darse cuenta de esto sonrieron de forma picara provocando que la amante de las alpacas se sonrojara pintando sus cachetes de rojo

Kotori-chan con el corazón latiendo a mil por hora salió del salón del club dejando a sus amigas mirándose cómplices con sonrisas que decían todo y a la vez nada, los pasos de la modista resonaban por todo el pasillo, ella sonreía como una niña pequeña a quien le darían su dulce favorito... Teniendo su celular en mano la pequeña amante de las llamas recorrió los pasillos, subió escaleras, descanso un poco para luego seguir con su camino hasta encontrarse con la puerta que le separaba de su verdadero amor aquel chico que le había robado el corazón, aquel jovencito que era dueño de los labios, los ojos, las miradas, las risas, berrinches, palabras de amor y sobre todo del corazón de la cumpleañera quien dejaba escapar un pesado suspiro tomando el pomo de esa puerta que al girar se abre dejando que se mirara la figura de esa persona que tantas veces le había jurado amor eterno a la pequeña modista de ojos dorados. Sus pasos se hicieron escuchar resonando por todo el lugar hasta que se detienen y su respiración agitada era la campana que sonaba en el corazón de ambos chicos que se vieron como si fuera la primera vez que se veían sonriendo como un par de tontos enamorados, el chico que fue la primera vez de la pajarita, aquel que fue el primer beso de la modista, el chico que era su caballero y su todo con algo de nervios tomaba con cuidado las manos pequeñas de su amada sonriendo sintiendo el corazón que hablaba casi a gritos pidiendo que este momento no terminara..

[…]

Azotea de la escuela

Minutos más tarde ese mismo día...

—Lamento haberte hecho esperar —dijo la pajarita quien estaba a tan solo pasos de su amado que le miraba nervioso— estuve con mis amigas y-

Las palabras de la pequeña modista de ojos dorados se quedaron en sus labios ya que sus cerezos fueron sellados por labios de su amado. Una vez que se separaron las mejillas de la niña amante de las alpacas estaban rojas como dos tomatitos maduros

—Ritsu-kun.. —Susurro la modista

—Kotori sé que no es mucho... pero por ser tu día especial... yo quería decirte que te amo como no tienes idea —dijo el chico sonriendo nervioso fijando sus ojos en la figura de su novia—, me hiciste la persona más feliz de todo el mundo cuando me dijiste que querías pasar el tiempo conmigo que no se merece estar con alguien como tu... Sé que las palabras no son suficientes pero quiero decirte que te amo mi pajarita. Espero que podamos seguir juntos hasta que envejezcamos

—Una risita se escuchó escapar de los labios de la cumpleañera—. Ritsu-kun sabes que eres mi todo, mi vida, el chico con el que estaba destinada a encontrarme, sinceramente estoy feliz de haberte conocido, mi idiota.. Te amo y no me importa el tiempo que pase o si estamos separados lo que siento por ti no cambiara.. —Hizo mención la jovencita amante de las alpacas para luego abrazar con fuerza el cuerpo de su amado quien había quedado sorprendido por esas palabras—. Cuida de mi por siempre, Ritsu

—Por supuesto que lo haré, siempre cuidaré de ti, daré hasta mi vida por verte sonreír Kotori.. Siempre voy a cuidarte pajarita —susurra el chico de melena revuelta correspondiendo el abrazo de su novia

Ambos se separaron quedando sus ojos fijos en la figura del otro mostrando una tonta sonrisa y lentamente fueron acercando sus labios hasta que sus cerezos se tocaron, un tierno contacto, un tierno beso que decía mucho más que las palabras de ambos enamorados era lo que había sellado esa promesa que se hicieron en la azotea de esta escuela

Tras separarse manteniendo el sabor de los labios del otro sobre los suyos propios se miraron por unos cuantos segundos mismos que habían convertido este lugar, en el mejor lugar, el mejor sitio donde ambos amantes pudieron decirse todo y nada a la misma vez que sus corazones agitados por la emoción deseaban estar juntos y unidos por unas palabras que siempre serán...

"Te amo y siempre lo haré"

Eso fue lo que ambos se dijeron casi en voz baja escuchando las palabras de sus corazones que seguían latiendo como si fuera la primera que se miraban a los ojos emocionados por haberse encontrado iluminando el camino del otro con las dulces palabras que solamente dos amantes podían decirse y nunca cansarse de las mismas, ese día en el lugar menos pensado dos chicos que se habían jurado amor eterno compartían un momento para ellos dos solos hasta que las amigas de la modista llegaron, rompiendo aquel momento mágico..

—Pero saben a pesar de todo nunca cambiare este momento mucho menos olvidaré este momento, estoy con las personas que amo, me encuentro con el chico que es mi todo y ¿saben qué? Soy feliz —me dije en mis pensamientos mientras una sonrisa se hacía con mi rostro pintándose en mi persona. Apreté con un poco de fuerza la mano de mí amado Ritsu tras entrelazar nuestros dedos— gracias por todo, Ritsu-kun

— ¿Qué sucede? —Pregunto mi pareja que me miraba de reojo y yo con mi mirada al frente sonreía haciendo un poco más fuerte mi agarre

—Negué con mi cabeza manteniendo mi sonrisa. Gire un poco mi cabeza encontrándome con mi novio—. No es nada, solamente quise decírtelo nada mas ¿vamos? —dije

—Vamos —contesta él

—A quien sea gracias por haber puesto en mi camino a estas personas, sin ellos no sabría qué hacer, gracias por haber dejado que me enamorara de un chico tan maravilloso como Ritsu-kun y sobre todo por dejarme estar al lado de mis amigas —pensé mientras caminaba lentamente con mi pareja hasta que ambos corrimos hasta ir donde mis amigas

Estando al fin junto a mis amigas todas ellas y mostrando una brillante sonrisa acompañadas de mi novio. Todas las maravillosas personas que conocí, que amo, quienes me quieren por como soy me dijeron:

¡FELIZ CUMPLEAÑOS KOTORI!

—Muchas gracias a todos, de veras —respondí

Fin