THOR: EL DIOS DEL TRUENO

Nuevamente los saludo, damas y caballeros. Muchos estarán diciendo: Como es posible que hace unos días hice una historia en donde Lincoln era uno de los villanos más poderosos de DC Comics, ¿Y ahora hago un fic en donde encarna a uno de los héroes más poderosos de Marvel, la editorial rival?

Es porque esta historia es parte de un reto de Wattpad hecho por mi amigo Dasher1275 que consistía en hacer en Septiembre una historia de temática de superhéroes, un reto que no podía pasar por alto al ser una de mis especialidades.

Además, de que en estos últimos años he hecho fics Crossovers de TLH con DC en donde Lincoln es Superman y los demás personajes de la caricatura son héroes o villanos de esa editorial y con esto puedo romper un poco el molde y probar un estilo de Crossover diferente.

¿Por qué diferente? Pues quédense y échenle un ojo a esta historia llena de acción, aventura, drama y algo de humor por ahí y por allá XD

The Loud House no es mío, es de Nickelodeon y Marvel es… ya saben el resto del cuento, ¿No? Aunque aclaro, que aquí los personajes serán un poco más grandes que en la serie Canon.

Decenas de personas corrían por sus vidas por las calles de Royal Woods gritando como animales presas del pánico que son perseguidos por el más mortífero depredador que desea devorarlos o por el más grotesco monstruo que ansía por derramar sangre.

No siendo algo que dista de la realidad porque un bestial rugido resonó hasta el último rincón de la ciudad acompañado de violentos temblores que sacudían todas las estructuras y desquebrajaban la acera y todo el terreno también seguidos del sonido de golpes y explosiones.

Y desde atrás de unas edificaciones se produjo un estallido eléctrico que dispersó varias centellas junto con un objeto que salió disparado como un meteoro a la inversa.

Pero ese "objeto" soltó un largo grito al volar por los aires rodeado por un aura de rayos hasta que comenzó a descender sin modo de detenerse y chocar contra la carretera con tanta fuerza que creó un largo y profundo cráter dispersando a los vehículos cercanos.

Algunos curiosos se acercaron a la humeante zanja porque de esta salían algunos rugidos y quejidos iguales a los que generaría alguien que recibe la peor de las golpizas.

Todos ellos retrocedieron cuando de la zanja lentamente se incorporó alguien haciendo a un lado los escombros que lo cubrieron enderezándose por completo.

Siendo un hombre muy alto y de musculosa condición física sobre la que tenía una coraza negra con seis círculos metálicos en el torso divididos en dos hileras verticales, plateadas cotas de malla que cubrían sus brazos y piernas, brazales y botas oscuras, gran capa roja y raro casco con alas a los costados del que sobresalía por debajo una larga cabellera blanca.

Sosteniendo en la mano derecha un martillo de guerra de mango corto, doble cabeza, cinturón en el pomo y una rara inscripción impresa en un lado.

-¡PUFT! No hay dudas, Lisa mientras más furiosa esté más fuerte se vuelve…- escupió unos trozos de concreto que se le metieron en la boca y sacudió la cabeza haciendo una mueca.

-¡RRRUUUAAARRRG!- pero enseguida espabiló cuando este nuevo gruñido se hizo presente.

-Tengo que detenerla como sea, pero sin herirla de gravedad. ¿Cómo lo lograré?- con la mano izquierda se sacudió la suciedad que tenía en el pecho.

-Deberé saber lo que mejor sé hacer- hizo una pausa y miró el martillo para hacer un asentimiento -¡IMPROVISAR SEGÚN LA MARCHA!

Hizo girar rápidamente esa arma como una hélice al sujetarla por la correa creando electricidad que lo envolvió por completo y una fuerte brisa arremolinada para impulsarse hacia arriba con tanta fuerza que sacudió el lugar en donde estuvo tendido derrumbando a las personas cercanas.

Regresó volando a la velocidad de un rayo de al lugar del que había salido expulsado y creó otro sismo al aterrizar formando varias grietas bajo sus pies.

-¡Lisa, no estás poniéndome las cosas fáciles! Así que te lo diré solo una vez más: cálmate y ríndete a las buenas, ¡O me veré obligado a usar todo lo que tengo para detenerte!

Advirtió al causante de haber vuelto la cuidad un campo de batalla viéndole salir de unas llamas que se crearon por la explosión de una gasolinera que hacía una alta e intensa humareda.

A lentos pasos que también generaban sacudidas y sin verse afectado por el fuego a su alrededor, el responsable traspiraba soltando más bramidos roncos que evidenciaban una desmedida ira que lo consumía desde su interior y se manifestaba a través de su sombra al expandirse y llegar hasta él tapándolo por completo y sujetase el martillo con ambas manos, alistándose para pelear contra la fuerza destructiva más poderosa del mundo.

Siendo representada por un ser humanoide de una altura superior a la de cualquier persona y con una exagerada masa muscular con palpitantes venas teniendo una piel de verde pasto que le hace distinguirse fácilmente de las llamas que la envolvían.

Careciendo de cualquier tipo de vestimenta, si no fuese por unos pantalones morados rasgados que le apretaban al igual que un suéter café que solo le cubría la parte superior de tu torso, gafas redondas desquebrajadas, cabello castaño desordenado con reflejo verde y, extrañamente y a pesar de su grotesca apariencia, tenía una morfología levemente femenina.

Detuvo su andar al estar a solo unos veinte metros de distancia de ese guerrero peliblanco que frunció el ceño haciendo que su arma fuese rodeaba por energía eléctrica.

-Gr… gr… ¡GRUUUAAAHHHH!

Esa cosa hizo otro de esos bestiales rugidos que rompió los cristales de las estructuras cercanas y apagó las llamas de ese incendio para golpearse el pecho varias veces como un gorila para inmediatamente correr a una velocidad no esperable para alguien de su tamaño.

-Por favor, que no deba llegar hasta medidas extremas.

Resignándose, el peliblanco se empujó hacia delante de un salto tomando impulso con su arma para golpearla a medida que expresaba un rugido de esfuerzo.

-¡POKRAAAAMM!

Una violenta onda expansiva se produjo porque una vez que ambos estuvieron de frente el puño derecho del monstruo verde chocó contra el martillo del guerrero generando más relámpagos y dañando las ya muy agraviadas edificaciones.

Rugiendo ahora de agonía, la bestia retrocedió sujetándose la muñeca debido a que su mano se reventó por el impacto volviéndose una amorfa masa de carne verde de la que sobresalían sus huesos y chorros de sangre quedando inutilizable.

No pudiendo defenderse de un martillazo directo a la quijada que él le asestó, luego otro en el estómago, uno más en la mejilla derecha.

El guerrero peliblanco siguió pegándole de todas las maneras posibles creando un trueno con cada golpe y más temblores dejándole graves y humeantes marcas de su martillo del cual no se podía defender dando la impresión de que en cualquier instante todo su cuerpo sería destruido.

Pero luego de esa avalancha de golpes demoledores, el coloso esmeralda sujetó esa arma con su mano izquierda ante la vista asombrada del fiero luchador que no pudo liberarse por más que lo intentaba.

Eso no fue todo, sino que todas las heridas que le produjo empezaron a curarse generando el sonido de tejido y huesos reponiéndose hasta estar totalmente recuperado.

Incluyendo su dañado puño derecho con el que le asestó un golpe haciendo que soltase su martillo impulsándolo en reversa no pudiendo detenerse igual a como pasó cuando cayó como meteorito.

Atravesando edificio tras otro destruyendo todo interior contra el que chocaba deteniéndose solo cuando impactó contra un camión blindado cercano a un banco.

-Y tanto que me quejaba de las prácticas de Lucha Libre que hacía con Lynn…- volvió a sacudir la cabeza y escupió un poco de sangre.

Fue alertado por otro de esos monstruosos alaridos porque su enemigo lo siguió al dar un largo salto con el propósito de aplastarlo con ambos pies.

Se echó un lado y el vehículo contra el que chocó terminó por destruirse al ser machacado y no se demoró en hacer un leve brinco y darle un derechazo, luego un puñetazo en el estómago, tomarlo de la cabeza y hacer que su cara verde colisionase contra su rodilla izquierda y sujetarse su propio puño derecho con el cual le dio más potencia al codazo que conectó en el centro del pecho.

El monstruo se hartó de ser agredido así y lo sujetó de las muñecas inmovilizándolo y así darle un contundente rodillazo en el abdomen dañando su coraza y se inclinase hacia adelante y escupiese más sangre.

Empezó a darle varios cabezazos que deformaban su casco y que el suelo sobre el que estaban de pie se hundiese y agrietase generando más sacudidas.

El hombre de capa roja gritó para que del cielo cayese un rayo e impactase contra la espalda del gigante verde electrocutándolo con miles y miles de voltios y que sus gritos ahora fuesen de agonía y caminase erráticamente humeando (Y milagrosamente sus muy dañadas prendas no terminaron por pulverizarse)

Extendió el brazo derecho a un lado e hizo una seña con el índice como lo haría alguien que le pide a otra persona acercarse y en su caso fue para atraer su martillo que voló por sí mismo pasando por los agujeros que él creó en los edificios que atravesó anteriormente para regresar a su poder.

-¡CÁLMATE DE UNA VEZ POR TODAS, LISA!

Sin pensarlo dos veces, lo volvió a golpear sujetando el martillo con ambas manos en el rostro impulsándolo en reversa como a él le pasó y también atravesando estructuras como si estas estuviesen hechas de papel.

-Debo llevar esta lucha a un lugar despoblado. No sé por cuánto más pueda contenerla sin que nadie salga lastimado- amañó con ir tras esa aberración.

Pero se detuvo al sentirse observado y se giró para mirar a los lectores que se habían impresionado por lo que presenciaron de su parte hasta este momento.

-¡Ah, discúlpenme por no haberlos saludado antes! Pero como habrán visto ya, tengo las manos muy ocupadas- pidió perdón sonriendo apenado al quitarse el casco dejando libre su melena blanca que se agitó junto a su capa.

-¿Cómo es que soy así de grandote? ¿Cómo es que tengo increíbles superpoderes? ¿Y por qué estoy teniendo esta difícil lucha contra una de mis hermanas menores que se volvió un enorme monstruo que destruye todo a su paso? Me gustaría contestarles todas sus preguntas, pero…

-¡OOOUUUAAARRRMMM!- otro rugido de la bestia acompañado de pisadas sísmicas que iban en dirección suya interrumpió lo que iba a decir.

-Ya se dieron cuenta, ahora no tengo tiempo para dar explicaciones, ¿Cierto? Pero creo que si les puedo mostrar como llegamos a esto:

Hace girar como hélices el martillo ante la pantalla de la PC en el sentido contrario a las manecillas del reloj para así dar un vistazo de las cosas que sucedieron que lo llevaron hasta este punto…

(…)

Todo inicio hace un mes para este hombre que responde al nombre de Lincoln Loud, bueno, para ese joven albino al poseer apenas unos 16 años.

Y a pesar de a tan corta edad, debía lidiar con desafíos que pueden ser tan exasperantes como lidiar contra un monstruo destructor que aparentemente nadie puede detener.

Debido a lo que lidia el día a día lidia con las locas travesuras que hacen sus hermanas.

-¡LUAN! ¡¿Qué le hiciste a mi guitarra?!- escuchó los reclamos de Luna a la otra castaña porque su instrumento musical fue pintado de todos los colores del arcoíris teniendo un poni rosa.

-Solo la modifiqué un poco para que vaya de acuerdo a lo que simbolizas, ya que tú perteneces a ese colectivo que tanto se queja porque "la sociedad nos oprime y no nos deja ser como somos" ¿No te das cuenta de que así todos te podrán ver como eres en verdad? ¡JAJAJA! ¿Entiendes?

-¡AHORA SI TE VOY A…!- estuvo a punto de tirársele encima.

-¡NO, LUNA! ¡NO VALE LA PENA!- el peliblanco se puso en medio para evitar una masacre.

-¿Qué pasa contigo, Luan? Últimamente has estado más intensa que de costumbre. ¿Crees que ganas mucho al hacernos caer en tus tretas tontas?- aunque era menor en edad, la regaño como lo haría un hermano mayor.

-Pues…- ella cruzó los brazos tras su espalda y balanceó una pierna pareciendo arrepentida -¡Si logro quitarles la amargura que llevan dentro y alzarles un poco los ánimos entonces puedo darme por bien servida!- solo había fingido y sacó una tarta para arrojársela a la cara.

-Juro que un días de estos le voy a…- refunfuñó la castaña Rockera -¿Estás bien, Brother?

-Sí, descuida. Nada con lo que no haya lidiado antes- pasó ambas manos por su cara limpiándose -ven, busquemos a Lucy para que te ayude a quitarle todos esos colores de la guitarra.

Pidió para que se le pasara el mal genio y cortar de raíz el problema para que no empeorase y no se formase una tormenta de un vaso de agua al buscar la solución más pacífica posible.

No se sabe cómo lo logra, pero ha sido capaz de arreglárselas ante cada una de las bolas curvas que todas ellas les ha mandado demostrando tener una paciencia y perseverancia dignas de elogios al igual que un gran ingenio para idear varias formas de resolver los problemas que ellas son expertas en hacer… aun cuando en más de una ocasión el tiro le sale por la culata.

-¡Es mía, yo la tomé primero!

-¡Pero yo la pedí antes!

Lana y Lola se disputaban la última rebanada de un delicioso pastel jalando el plato en direcciones opuestas amenazando con tirarlo y ninguna pudiese degustarlo lo que generaría otra de esas disputas rompedoras de paciencia.

-¡Ya, ya, ya! Cálmense las dos- les pidió tomando el aperitivo para mantenerlo lejos de su alcance -ya saben la mejor solución para esto: que el azar lo decida- metió una mano a sus bolsillos buscando algo -¿Tienen alguna moneda?

-Tengo esta, Linky- la gemela de ropas rosas le pasó ese objeto -si sale cara, la rebanada es mía- le sonrió con arrogancia a la rubia de gorra roja.

-Eso lo veremos.

Echando un volado, Lincoln no despegó los ojos de la moneda dejando que cayera al suelo para ser lo más justo e imparcial posible y así ninguna de sus hermanitas dijese que favoreció a la otra.

Una gran sonrisa se formó en la cara de Lola cuando la moneda al dejar de girar mostró como quedó.

-¡JA! ¡Salió cara! La rebanada es mía- sin desperdiciar segundo alguno, tomó el postre.

-¡No es justo!- su gemela ardía del coraje e impotencia.

-No te quejes, Lana. Perdiste limpiamente y Lola se ganó esa rebanada de manera justa, así que no puedes reclamarle de ninguna manera- él le puso un mano en el hombro.

-¿No podemos hacer un dos de tres?- tomó la moneda no dispuesta a ceder así de fácil.

Pero al verla minuciosamente abrió mucho los ojos.

-Es falsa… ¡ESTA MONEDA TIENE DOBLE CARA!- gritó enfurecida y se la enseñó.

-Es verdad… ¡LOLA!- también muy molesto, llamó a la blonda rosada que ya se había terminado de comer el trozo de pastel y elegantemente se limpiaba las migajas con una servilleta.

-Eh… no me pediste que te diera una moneda normal, ¿O sí?- sonrió con cinismo.

-¡TE VOY A…!- causando que su gemela se le tirase encima para pelear como leonas formando una exagerada lucha de humo de la que sobresalían sus puños, patadas y gritos.

-Recordatorio: Siempre tener una moneda a mano- rascándose exasperado su blanco cabello, se puso a pensar que hacer a continuación para resolver este predicamento que se agravió más.

Aunque no es del todo un Santo de Devoción porque también las ha metido en aprietos y a sus padres más de una vez, especialmente cuando quiere conseguir algo que anhela, pero también es de admirar que cuando se da cuenta de que obró mal, no se detendrá hasta remediar su error y nadie más pague por sus errores remarcando unos valores morales y éticos que pocos poseen.

-¿Y bien? ¿Nos pueden explicar cómo es que Vanzilla se terminó chocando contra el local de Flip?- Rita y Lynn Sr. esperaba a que se explicaran viéndolos con severidad.

A lo que Lincoln y sus hermanas menores se vieron entre sí para ver quien contaba lo que pasó y eso se debía a que debido a mucha insistencia de ellas por ir a comprar golosinas en la tienda del viejo malandro desconcentraron a Lincoln tanto que este perdió el control del vehículo.

Fácilmente podría echarles la culpa y no tener que afrontar una reprimenda grave, pero no podía ser tan vil y deshonesto porque al ser el mayor debe ser responsable y cargar con la culpa de lo que hacen quienes están bajo su cuidado (Reconociendo que también deseaba comprarse alguno que otro dulce como ellas)

-Es que yo les quise comprar unos dulces, pero sin darme cuenta me pasé un semáforo en rojo y… ya saben el resto- dijo dando un paso al frente y sin titubear.

-Entonces sabes que esto amerita una semana de castigo, ¿Cierto jovencito?- su madre lo vio acusadoramente a lo que asintió manteniendo gacha la cabeza.

-Y trabajarás para Flip para pagar el daño que le hiciste a su negocio, ¿Entendido?- volvió a asentir por el remate que le dio su padre.

-Ahora vayan a sus cuartos y piensen en la suerte que tuvieron porque no les pasó nada grave ni a él- madre y padre se fueron dejándolos solos.

-Linky… ¿Por qué no le dijiste la verdad y que nosotras te distrajimos?- cuestionó la pequeña Lily tan perpleja como las otras niñas por tal loable acción.

-Porque mamá y papá ya sufren muchos dolores de cabeza con las travesuras que ustedes hacen y de haberles dicho la verdad les hubiera dado un castigo mucho peor que el que me acaban de dar- palmeó su cabeza sonriendo ligeramente.

-¡Tú sin dudas eres el hermano más noble que cualquiera puede tener!- Lana brincó para abrazarlo y darle un tierno beso en el cachete.

-No hay de qué… pero hasta que finalice mi castigo, ustedes deberán hacer mis quehaceres.

Que haya decidido cargar todo el saco de la responsabilidad y ahorrarles un duro llamado de atención no significa que no les hará pagar a su modo la mala acción que hicieron.

-Tanta cortesía no podía ser gratis…- Lola se quejó a pesar de no tener derecho de alegar.

¿Cuántas personas están dispuestas a hacer lo correcto aún sabiendo las posibles consecuencias que eso les podría traer? Siendo un tipo de coraje y valentía que si bien no es del tipo que hace que uno se arroje de cabeza directo al peligro o a los problemas, es muestra de su responsabilidad y del buen ser humano que es.

Cualidad que siempre se refleja cada vez que ve a alguna de sus hermanas en un apuro y buscaba lo mejor para ellas aun cuando estas no se lo pedían.

-¡AUCH, RAYOS!

Mientras leía un comic en la sala de la casa, vio como Lola al practicar un baile con listón se enredó y cayó duramente de cara al suelo.

-¿Estás bien? ¿Te lastimaste muy feo?- la ayudó a pararse viéndola minuciosamente para asegurarse de que no haya sufrido una herida grave.

-Sí, lo estoy, no es para tanto- desagradecidamente rechazó su ayuda y de dispuso a seguir con su ensayo, pero hizo una mueca de dolor.

-Lola, ¿Por qué ese afán? Estás peor que Lynn al estar practicando desde hace una semana tus rutinas casi sin descansar. ¿Qué pasa?- no le molestó su forma de contestar y la tomó del hombro.

-Ah…- refunfuñó fastidiada -por el próximo certamen de Pequeña Miss Michigan en dos meses. Oí que participaran concursantes verdaderamente hábiles y debo perfeccionar hasta el último detalle mi rutina- quiso proseguir, pero se frotó la espalda.

-No, Lola- le quitó el listón haciendo que lo viese de mala manera -lo que menos necesitas es ser como Lynn que por querer ser la mejor atleta de todas prácticamente se rompe la espalda y la espalda de los demás o como Lisa que por su obsesión por la ciencia y el conocimiento descuida su propio bienestar. Sé que quieres ser la mejor en lo que te gusta, pero si sigues exigiéndote así, cuando llegue el día del concurso no podrás mover ni un dedo, ¿Entendido?

-Gr…- rugió resignada, pero no se quejó y respirando agitada fue a beber algo en la cocina.

A lo que él sonrió complacido retomó su lectura esperando que su consejo resonará en su mente, porque siempre busca lo mejor para todos.

Y evitar que aquello que hagan no los perjudique a ellos… o a quiénes los rodean.

-Décima prueba con Rayos Gama en tres… dos… uno… ¡YA!

En la no muy convencional seguridad de su cuarto, Lisa hacia uno de sus locos experimentos.

Que consistía en meter a una rata de laboratorio en una rara máquina cuyas paredes internas tienen unas antenas que le apuntaban al pobre roedor y brillaban de color verde para dispararle intensas descargas que al dar contra él hicieron que se mostrasen flashes de su esqueleto.

Pero a pesar de eso, no murió, ni sufrió alguna herida grave visible o desarrolló alguna anomalía, ni siquiera chilló de dolor o algo parecido limitándose a moverse algo inquieta dentro de su jaula deteniéndose para alzar la nariz y respirar la leve humareda que se produjo por esa energía.

-Veamos que dicen los análisis.

Mediante la pantalla de una PC vio detenidamente una tomografía del interior del animal y todos los datos de su organismo y su estructura celular mientras movía ansiosa de arriba abajo su índice derecho muy ansiosa por saber si tuvo éxito en lo que sea que intenta hacer.

Para fruncir el ceño cuando se manifestaron en letras mayúsculas la palabra "NEGATIVO"

-Volví a fallar… ¡DEMONIOS!- golpeó con ambos puños el panel de controles.

-¡LISA!- justo en ese momento, Lincoln entró sin ninguna precaución a su habitación.

-¿De nuevo continúas con tus pruebas? ¡¿No te habíamos dicho que lo hicieras en tu búnker?!

-Mira, Sexta Unidad Fraternal, ahora mismo no estoy de humor para llamados de atención- ella se mantuvo ante la pantalla frotándose los ojos luego de quitarse sus redondas gafas.

-Todd aún no ha terminado de limpiar el desastre que se formó como efecto residual de mi último experimento con radiación y hasta que lo haga mi búnker está demasiado contaminado para proseguir con mis pruebas. Por eso debo continuarlas en la privacidad de mis aposentos, así que te pido que por favor me dejes trabajar en paz sin más interrupciones- presionó unos botones.

-¡De ninguna forma!- él rápidamente se le aproximó y la tomó de una muñeca.

-Lisa…- respiró hondamente para saber cómo hablarle sin tener que regañarla -no entiendo del todo lo que estás tratando de lograr ahora, ¡Pero no puedes seguir así! ¿Te has detenido para verte en el espejo lo mal que estás?

Le dio un leve empujón para que ahora estuviese de pie ante un espejo en la pared.

Horrorizándose al percatarse de lo mal que está.

Si antes poca atención le ponía a su apariencia física al considerar esto como una tontería que solo llena de complejos e inseguridades a personas vanidosas que les gusta desperdiciar el tiempo en banalidades, tuvo que replantearse sus opiniones por las profundas ojeras que posee siendo indicios de una seria falta de descanso, facciones demacradas que dicen que casi no ha comido nada en varios días, como su de por sí desordenado cabello ahora parece una maraña de pelo que indican una falta de limpieza corporal y como su piel tenía un tono pálido que dice que no ha salido de su cuarto y tomado aunque sea un poco de sol y aire fresco.

-Imposible… ¿Tanto tiempo ha pasado desde que trabajo en esto?- con manos temblorosas se tocó la cara y luego su reflejo.

-Mucho más de lo que crees. Ahora vamos a comer algo, ¿Quieres que te prepare uno de mis ricos emparedados?- ofreció tomándole una mano dirigiéndola hacia la salida.

-Pero… pero yo debo seguir con…- quiso objetar, pero él la cargó como a un bebé.

-¡Pero nada! No dejaré que tú también te exijas más de la cuenta y te dejes consumir por lo que te apasione hacer. ¡Así que vamos!- sin importarle sus quejas y forcejeos se la llevó.

Lo que es increíble para los que saben que en un futuro para nada lejano ellos protagonizaran una encarnizada contienda que sacudirá hasta el último rincón de la ciudad, pero que seguía siendo una muestra del gran corazón que busca lo mejor para quiénes lo rodean.

Y no únicamente para su familia.

-Clyde, por favor, deja de torturarte así. ¿No te das cuenta del daño que te haces?

Decidió ir de paseo con sus amigos y luego ver alguna película para alzarle los ánimos al pelinegro porque su chica lo dejó, pero por desgracia, se hallaba tan mal que no se unía a las charlas de los demás y se mantenía al margen hundiéndose en su miseria.

-Es que no lo entiendo… soy atento, culto, servicial y doy los mejores consejos… ¡Y aun así Chole me cortó!

No podía controlar sus emociones y se quitó sus lentes para ir a un rincón y llorar sin control.

Algo que le estrujó el corazón al albino que no dudó en darle un abrazo reconfortante y compartir su dolor, porque al quererlo tanto como un hermano, le parte el alma verlo sufrir así y no podía permitir que se siguiese autoflagelando de ese modo.

-Jamás pude ganarme el corazón de Lori… lo mío con Penélope no llegó a nada… ¡Y AHORA CHOLE TIRÓ A LA BASURA TODOS LAS ATENCIONES QUE LE DEDIQUÉ! ¡¿Qué tipo de perdedor soy para que todas las chicas que amo me den la espalda?!

Esas palabras discriminatorias a sí mismo hicieron que Lincoln lo sujetase de los hombros y lo viese con la misma severidad que suele usar con sus hermanas.

-¿Perdedor? ¿Tú? ¡ESTÁS ENLOQUECIENDO, CLYDE! ¿Te estás escuchando? ¡No te vuelvas a tratar así!- lo agitó para que reaccionase.

-Entiendo lo mal que debes sentirte por lo que te pasó, ¡Pero no es el fin del mundo! No porque las chicas que te han tocado el corazón te hayan dicho "NO" signifique que seas un fracasado. Tienes cualidades que muchas mujeres consideran idóneas del hombre de sus sueños.

Deberá usar la sabiduría y experiencia que ha ganado en todos sus años tratando con chicas revoltosas para saber qué decirle para alzarle la moral y no se vuelva un cascarón sin alma.

-Exacto, ¡Solo mírame a mí! Yo tampoco he tenido la mejor de las suertes con las chicas y no me ves tirado por ahí lamentándome como un Emo llorón. Si tan mal te sientes, digamos que tengo un escondite desde el que podemos ver a las porristas del último año cuando se cambian la ropa.

Pero es muy difícil hacer sentir mejor a alguien que pasa por una difícil etapa emocional cuando se tiene la compañía de un atolondrado como lo es Rusty que cree que con hacer acciones para nada loables con connotaciones eróticas será suficiente para reconfortar a un chico al que le rompieron el corazón.

-Y ese es el motivo por el que todas esas chicas te han dejado tirado, Rusty- lo regañó Stella, ofendida de que haya sugerido tal acción digna de un pervertido.

-Además, Rocky me cuenta como lloras por las noches cada vez que regresas luego de una de tus conquistas fallidas. ¿Cuántas bragas debes ver para alzarte los ánimos?- agregó Zach con toda la intención de hacerle mofa y dejase de creerse el más conocedor de ese tema.

-Suficiente- Lincoln con solo hablar con dureza evito que dijesen más tonterías -creo que mejor vamos a comprar los boletos antes de que se agoten. ¿Te parece bien, Clyde?

Solo se limitó a asentir sin cambiar su estado de ánimo a lo que Lincoln le palmeó la espalda y todos fueron a las salas de cine.

Excepto Liam, que extrañamente, se mantuvo totalmente al margen de la charla no diciendo algo referente a su granja como suele hacer al haber estado frente a una tienda de electrodomésticos.

Viendo una TV de plasma que transmitía las noticias.

-"… dentro de cinco minutos el altamente conocido y respetado Profesor Charles Xavier dará una charla en la ONU sobre los derechos de los mutantes"- decía un reportero ante el edificio de la Organización de las Naciones Unidas en New York.

Pudiendo apreciarse a sus espaldas a una multitud que protestaba teniendo carteles que decían cosas como "¡FUERA MUTANTES!" "¡ELIMÍNENLOS!" "¡ERRADIQUEN A ESAS PLAGAS!"

-"Como lo pueden ver, muchas personas no están de acuerdo que los mutantes sean tratados como iguales y afirman que deben ser controlados para que no usen sus habilidades en contra de los humanos normales. Lo que se diga tras esas puertas seguramente decidirá el destino de todos aquellos que…"

-¿Todo bien, Liam?- tuvo un sobresalto cuando Lincoln también le palmeó la espalda.

-Sí, sí. Descuida, Linky. Solo pensaba en lo mucho que voy a tener que compensar mañana en la granja y que no pude hacer ahora por venir a divertirme con ustedes. Solo falta que mi abuela me dé con el látigo como a los bueyes cuando no quieren caminar sobre el lodo.

Se juntaron con los demás mientras reían por esa analogía, pero el granjero se detuvo y volvió a ver la televisión que daba ese comunicado sobre los mutantes.

Expresando una gran angustia y se vio las manos para cerrarlas al igual que los ojos soltando un pesado suspiro.

(…)

Lo revelado en este lapso de tiempo demuestra lo noble, justo y buena persona que Lincoln es, pero no explicaba de dónde sacó esos increíbles superpoderes y porqué se enfrasco en una lucha sin tregua contra su hermana más inteligente.

Para eso habría que ver lo que él sentía en su interior, más en específico, dentro de su cabeza.

Ahora jugaba con Lily en la sala de la Casa Loud mientras en el televisor ahora se informaba que un asteroide llamado T-96283 iba a pasar por la Tierra lo suficientemente cerca para que se pudiera apreciar en el cielo como una estrella fugaz.

-¡¿Quién podrá salvarme ahora?!- la niña hacía que una muñeca fuese una princesa rehén del peluche de un dragón atrapada en la torre de un castillo de Legos.

-No os preocupéis, mi bella damisela- al seguirle el juego, él usaba un juguete de un caballero -yo la salvaré de esa horrible bes…

Detuvo su bien fingido tono heroico al sentir un malestar comparable a una migraña, siendo tan intenso, que soltó el muñeco y se llevó una mano a la frente apretando con fuerza los párpados.

-¡Pobres debiluchos insignificantes! ¡¿Realmente creyeron que eran rivales para el guerrero más poderoso de todo el universo?!

Al abrir los ojos ya no estaba en su hogar, sino en un páramo.

Aterrándose porque ahí hay incontables cuerpos, no de personas, sino de criaturas de todas las formas y tamaños y que serían dignas de cuentos de fantasía y horror e incluso entre todos ellos se hallan justamente dragones alados que varias veces fueron antagonistas en historias medievales pero que en lugar de escupir fuego soltaban ahogados gemidos de agonía.

No entendía como llegó a ese sitio, pero una brisa al golpearlo por la espalda hizo que se viese las manos descubriendo que estaban manchadas con diferentes tonos de sangre.

¿Él había hecho eso? ¿Orquestó tal carnicería? ¡ESO ES IMPOSIBLE! Si él es solamente un joven, una persona común y corriente. ¿De qué manera podría haber…?

-¡¿Qué no aprendes nunca?!

Otro grito lo sobresaltó e intentó hallar al dueño de esa voz que resonó como un eco, pero pareciera ser que salió de la nada o que fue creada por el mismo ambiente.

-Nunca volverás a tocar la grandeza de Asgard ¡Y mucho menos aspirarás al trono!

El cielo sobre ese campo de muerte se arremolinó oscureciéndose sumergiéndolo todo en la más absoluta oscuridad que solo podía ser interrumpidas por millares de relámpagos y de truenos ensordecedores que creaban violentos temblores.

-¡ESTÁS DESTERRADOOOO!

Soltó un grito de espanto al ver como uno de esos rayos se dirigía justamente a él y por instinto alzo las manos para cubrirse justo antes de…

-¡LINKY!

Al dejarse de sujetar la cabeza y volver a abrir los ojos descubrió que seguía en su hogar y que Lily se paró a su lado viéndolo sumamente preocupada.

-¿Qué te pasó? ¿Estás bien?- la pequeña rubia le tomó suavemente una de sus manos.

-Oh cielos… descuida, Lily. Solo me dio un leve mareo- palmeó su cabeza para que no se angustiase -¿En qué quedamos? ¡Ah sí! No seguir asustada, mi lady, ¡Yo os salvaré de tal terrible bestia!

Retomó el juego e hizo que su figura luchase contra el dragón de peluche y ella rápidamente volvió a su papel de la princesa en apuros.

(…)

-Cuidado con eso, Lincoln. Tiene muchos libros invaluables que son bastante delicados.

Con la mayor de las sutilezas, cargaba un pesado y viejo baúl para dejarlo en el cuarto de su única hermana pelinegra que lo abrió dejando libre una pequeña nube de polvo.

-Muchas gracias, Lincoln. Realmente he esperado mucho leer estos viejos escritos que tenía la biblioteca y que me costó en convencer para que me los prestase- tomó uno y lo sopló.

-De nada, hermanita- palmeó su cabeza recuerda que siempre puede contar con…

Paró su hablar porque uno de esos libros llamó la atención y también lo sujetó para verlo de arriba abajo.

El lomo tenía una rara escritura que no entendí que decía pero que a la vez se le hacía familiar, en la portaba estaba la silueta de un hombre empuñando lo que parecía ser un arma contundente parado en la cima de una montaña teniendo encima un cielo tormentoso del que caían rayos y como fondo está una criatura que parecía ser una gran serpiente.

En el reverso estaba el perfil de una persona que tenía una sonrisa que era casi de oreja a oreja poseyendo sobre la cabeza un casco dorado con largos cuernos curveados hacia arriba parecidos a los de un carnero.

Extrañándole mucho que justo al pasar los dedos sobre esa imagen sintiese otra violenta punzada adentro de su cabeza.

-¿Lincoln? ¿Qué te sucede?- dejando el tomo que tenía, Lucy lo vio extrañada.

-Nada, nada. Solo un leve mareo que seguro me causó el polvo de este baúl. ¿De qué se trata este libro?- se lo ofreció.

Con sus pálidas manos cubiertas por guantes de red que llegaban hasta los codos, ella lo sujetó con cuidado de no tocar las de él y miró fijamente el escrito.

-Veo que las leyendas que giran en torno a Thor, el dios del trueno de la mitología nórdica, te han llamado la atención.

-Thor…Thor…- ese nombre le resultaba tan familiar como ese idioma e imágenes a pesar de ser la primera vez que lo oía -¿Era como el Zeus de la mitología griega?

-Sí y no. Aunque también tenía el poder de controlar los rayos y el clima en general no era el dios regente de su panteón, sino Odín, su padre. Los vikingos le rendían tributo y adoraban porque era su dios de la guerra y al que siempre le pedían su bendición antes de entrar en alguna guerra.

-Ya veo, ya veo…- volvió ver minuciosamente el libro -¿Y era alguien que le gustaba pelear?

-¿Gustarle?- hizo lo más parecido a una pequeña risa irónica -esa era su especialidad, lo que más le apasionaba a en la vida al ser poseedor de un ego del tamaño de una montaña por querer siempre demostrar que era el mejor de todos sin importar las consecuencias; hacía quedar a Lynn como una santa paloma incapaz de matar a una mosca- esta vez sí río ligeramente.

-Eso no es decir poco- le contagió ese buen humor -aunque siempre me pregunte… esos seres de mitologías y leyendas antiguas, ¿No era como los mutantes de las noticias? Ya sabes, que nacieron que un dichoso Gen X que les da habilidades que ninguna persona normal posee.

Ese cuestionamiento bastó para que la pequeña sonrisa de la gótica se volviera un gesto más frío y apático que el que normalmente posee y soltó uno de esos pesados suspiros que tantas veces suelta, y para quién tiene buen oído, se percatará que son un sinónimo de gran preocupación.

-¿Lucy? ¿Qué te pasa?- bastante rara se le hizo esa acción por justamente tener ese bue oído.

Un ruido fuerte en el primer piso combinado con gritos molestos llegó a los oídos de ambos, lo que le hizo resoplar fastidiado y tuviera que dejar a la pelinegra pidiéndole disculpas.

-Suspiro… estuvo cerca… cada vez es más difícil de disimularlo… demasiado.

Se acomodó uno de los guantes para dirigirse a su cama ataúd y meterse cruzando los brazos sobre su pecho y cerrar la tapa para descansar totalmente alejada de cualquier tipo de contacto humano.

(…)

Desde que vio ese viejo libro, las ilusiones y jaquecas de Lincoln se incrementaron de forma exponencial y sin parar siendo algo que cada vez se le hacía más difícil de disimular, pero tenía un arma secreta para eso, y es que cada vez que tenga un fuerte dolor de cabeza se debe al estrés al que es sometido por las diabluras de sus hermanas (Siendo un pretexto que no suena para nada descabellado)

-¿Cuándo terminará esto…?- con ambas manos se frotó las sienes.

Se hallaba en Vanzilla con sus hermanas y sus padres rumbo a unas merecidas vacaciones, parecidas a esas por las que pasaron por un sinfín de adversidades llegando incluso a tener que subirse a un viejo avión piloteado por Rita para llegar a su destino.

Y aunque no están pasando nuevamente por situaciones de lo más delirantes ni contaban con la compañía de Lori y Leni, no se podía relajar debido a esas visiones combinadas con la bulla nata de sus hermanas que eran como si alguien le hiciese un agujero en la cabeza con un taladro y luego le vertieran ácido corrosivo.

-¿Qué mosca te picó, apestoso? ¿Acaso volviste a comer panecillos ofrecidos por la dientona estúpida de Luan?- le preguntó Lynn Jr. que sostenía en lo alto una pelota haciendo que Lily saltase para tratar de quitárselo.

-No es eso, es que me está dando jaquecas la bulla que están haciendo hoy. ¿No pueden quedarse quietas y en silencio por lo menos unos cinco minutos?- solicitó sin dejar de sobarse la cabeza.

-Si con apenas 16 años ya te está dando migraña, ¿Qué tendrás cuando seas tan viejo como el abuelo?- no dudó en hacerle mofa -¡Oigan, ya cierren sus bocotas! ¿No ven que le van a estallar la cabeza a Lincoln con sus tonterías?- pero tuvo al cortesía de pedir que guardaran silencio.

-¿Qué la cabeza le va a explotar? ¡Descuida, hermanito! Aquí tengo el mejor de los remedios para eso- Luan sacó lo que parecía ser un disparador de agua.

-Ahora abre bien la boca y di: ¡AAAAA!

Le apuntó cerrando un ojo y sacando la lengua de medio lado para dispararle, solo qué en vez de ser un chorro de agua, era de pintura de diversos colores.

Algo que él pudo evitar al agacharse, pero Lynn no reaccionó a tiempo y su cara fue manchada ahora pareciendo un ridículo retrato abstracto.

-¡Oh no! ¡Lo lamento mucho, Lynn!- Luan dramatizó al fingir estar aterrada viendo cómo se quitaba esa pintura de los ojos con las manos -la medicina que iba a darle a Lincoln para curar su dolor de cabeza no sirve para curarte de tu enanismo, ¡Pero tampoco te preocupes! Porque justamente también tengo algo para que dejes de ser un gnomo- ahora lo que sacó fue unos globos llenos de lo que parecía ser salsa picante.

-¡AHORA SÍ TE LO GANASTE!

No tiene ni la décima parte de la paciencia de Lincoln, por lo que no dudó en arrojársele para darle su merecido incrementando a la enésima potencia el desorden de las demás Chicas Loud que ahora les gritaban para que se calmasen mientras Vanzilla se agitaba con violencia amenazando con volcarse.

-Ah… como me encantan nuestros viajes en familia, ¿Y a ti no, Rita?- Lynn Sr. suspiró sonriendo.

-Solo cuando no nos perdemos o terminamos en el otro lado del mundo por accidente, querido- contrario a él, la matriarca estaba frustrada por el caos hecho por sus hijas.

Una hora después, decidieron detenerse para en un local para comer y descansar (Y en el caso de Luan atenderse las heridas que Lynn le dejó)

Pero mientras esperaban que les trajeran los pedidos, Lincoln se fijó como Lily jugaba con otros niños de su edad en el pequeño parquecito que había en el lugar.

Aunque río al ver a uno de esos nenes surgir de la piscina de bolas emulando ser un horrible monstruo que surgió del suelo, rápidamente su risa se volvió una enorme angustia y dolor.

-¡MUUUAAARRGG!

Porque ahora lo que veía era efectivamente un gigantesco monstruo que emergió de un congelado suelo dispersando en todas direcciones trozos de hielo al mismo tiempo que del cielo oscuro caían más de esas centellas que se fusionaron con su bestial rugido.

-¡CRIATURA IMBÉCIL! ¡¿Nunca has oído que mientras más grande es más duele la caída?!

No sabía cómo explicarlo, pero empezó a volar en dirección a ese coloso que abrió su boca para expulsar un también sinfín de estalactitas como dagas en dirección suya.

Tampoco entendió como delante suyo se formó algún tipo de viento huracanado creado por algo que se movía como una hélice que disperso esas cuchillas gélidas sin dejar de avanzar hacia el titán, por desgracia, este alzó su gran puño derecho para golpearlo y estamparlo contra el suelo.

Y por más que fuese solo una alucinación, podía sentir cada uno de los puñetazos que ese gigante de hielo le asestaba embutiéndolo en el gélido terreno amenazando con reducirlo a una gran mancha roja de carne y huesos triturados.

-¿Qué te pasa, hermano? ¡¿Se te congelaron los pensamientos y no sabes que hacer ahora?!

Cuando el coloso gélido dejó de golpearlo, pudo ver con dificultad a alguien que en todo este tiempo había estado admirando como lo estaban matando a golpes.

Debido a que estaba tan herido que lo veía todo borroso no supo de quién se trataba, pero pudo apreciar como ese ser tenía dos largos cuernos curveados hacia arriba y una amplia sonrisa despiada igual a la que tenía la imagen del reverso de ese libro, porque su sufrimiento le era el espectáculo más maravilloso de presenciar para sus ojos.

-¡LÁRGATE DE AQUÍ, FENÓMENO!

Esa ilusión desapareció y volvió a la realidad por este grito que provino de quién parecía ser el dueño del local amenazaba con una escoba a un chico de la edad de Lucy.

Bastante diferente a cualquier joven debido a que tenía una piel verde y escamosa parecida a la de un reptil y sucia al igual que sus desgastadas prendas que solo pueden ser usadas por un indigente.

-¡Pe-pero si yo no vine a robar! ¡AQUÍ TENGO DINERO PARA COMPRAR COMIDA!- ese chico le mostró unos billetes que le cayeron por el escobazo que recibió en las manos.

-¡No me importa si tienes todo el dinero del mundo! ¡LOS MUTANTES SON PEORES QUE LAS CUCARACHAS! ¡AHORA LÁRGATE Y NUNCA VUELVAS!

Le asestó una literal patada en el trasero sacándolo de su propiedad sin importarle las miradas de los clientes y regresó de dónde vino murmurando muchas groserías.

-¿Por qué señor trató así a ese chico? ¿Solo por ser verde y oler mal?- Lily no comprendía nada y se paró junto a Lincoln sosteniendo una de las pelotitas de la piscina de bolas.

-No, mi princesa- Rita le tomó una mano -es solo que… hay muchas personas que temen y odian a lo que sea diferente y no se aplique a los estándares de normalidad. Es algo difícil de explicarte ahora, pero cuando tengas más edad lo comprenderás.

Podría intentar decirle porque al parecer hay tantas personas que odian a los mutantes, pero no quería acabar su inocencia y menos crearles complejos o algo parecido.

-Pues me parece bien que haya echado así a uno de esos asquerosos mutantes. Nunca se sabe que podrían hacerles a nosotros, los humanos normales.

Muy contrario a ella, Lynn Sr. mostró abiertamente su aberración hacia los mutantes, tanto así, que cuando el dueño del local había empujado a ese chico y pasó cerca de ellos tomó a Lola y Lana para ponerlos a sus espaldas manteniéndolas lo más lejos de él.

Algo que le sacó una mueca de inconformidad a Lincoln que decepcionado negó la cabeza. ¿Cómo es posible que un hombre que se caracteriza por ser muy amoroso con su basta familia pueda tener esa clase de prejuicios xenofóbicos? ¿No se supone que les ha inculcado la idea de ser respetuosos con todas las personas sin importar los que estas sean?

Pero ni él ni ninguna de sus hermanas se percató de como Lucy ante toda esa escena apretó los labios haciendo un gemido ronco bajo agachando un poco la cabeza.

Sintiendo un temor que ningún ente sobrenatural le ha podido engendrar.

(…)

Nada más fuera de lo usual pasó y llegaron a su destino: un pequeño centro vacacional en medio de un bosque llamado Villa Asgard que tenía cierto parecido al campamento del Abuelo Leonard y las personas que se alojaban ahí podían pasarla bien divirtiéndose con lo que la naturaleza ofrece.

-¡MIRA LO QUE HACES, LANA!- gritó una muy enfurecida y adolorida Lola.

Debido a que ambas tenían muchas ampollas rojas que recorrían sus cuerpos desde la cabeza hasta los pies porque fueron picadas por abejas.

-¡¿Ahora resulta que yo tengo la culpa?! ¡Si hubieses atrapado el Frisby no habría golpeado ese panal y no estaríamos peor que mi trasero cuando me da picazón por revolcarme en hierba mala!- reclamó solo para enseguida aullar del dolor y sobarse las picaduras en su brazo derecho.

Pero si se toma en cuenta lo inquietas que pueden ser las Chicas Loud, cualquier posible sana diversión se puede volver un acto de locos que las puede perjudicar a ellas y a otras personas.

-No han pasado ni 10 minutos desde que llegamos…- Rita, al igual que su único hijo varón, se masajeó las sienes para reunir paciencia -Lincoln, ¿Puedes cuidar de tus hermanas en ese tour mientras tu papá y yo atendemos esto?

Él aceptó riendo por las quejas que Lola soltaba al ser untada por las pomadas que Lynn Sr. le echaba y se fue con el resto de su familia y otros visitantes que recibían un recorrido por parte de un guía que les contaba la historia del lugar.

Afirmando que hace cientos de años este terreno fue colonizado por los primeros Vikingos en llegar a América del Norte, pero contrario a la creencia popular que afirma que ellos eran unos complejos salvajes que arrasaban con todo a su paso sin miramientos, lo que ellos hicieron fue alzar una comunidad pacífica que no deseaba entrar en conflictos con los nativos americanos ni con colonos ingleses ni nadie más.

Debido a que adoraban lo que consideraban la encarnación terrenal de una de sus deidades más sagradas.

-… y aquí está, la joya de la corona: Mjolnir, el martillo que le perteneció a Thor, el Dios del Trueno.

El guía se detuvo y señaló una zona que parecía ser un antiguo altar de roca maciza rodeado de diferentes runas y símbolos nórdicos que serían inentendibles para la persona promedio.

Teniendo encima justamente un martillo de mango corto inclinado ligeramente a un lado.

Una reliquia digna de un museo y que no debería de estar al aire libre al estar cubierta de suciedad generada por el paso del tiempo, pero a pesar de lo supuestamente vieja que es, no mostraba signos de desgaste, oxidación o corrosión como cualquier otra arma antigua.

Y algo más que la diferencia de cualquier otra reliquia, es que podía ser tocada por cualquier persona porque a su lado hay una pequeña fila de visitantes que se turnaban para tomarla por la empuñadura e intentar alzarla del altar.

Pero nadie podía moverla, aunque fuese un milímetro, y de uno en uno todos desistían y se alejaban frotándose los brazos y espaldas porque ese esfuerzo era más de lo que sus músculos podían ejercer.

-¿Dejan que cualquier persona manosee así un artefacto antiguo histórico en lugar de mantenerlo en un lugar seguro lejos de manos malintencionadas?- Lisa enarcó una ceja incrédula de las pocas medidas de seguridad que poseen.

-No es que no queramos dejarlo al alcance de cualquier persona, sino porque esa arma es inamovible. La leyenda cuenta que el propio Thor dejó el Mjolnir en la Tierra antes de desaparecer del mundo de los mortales e ir a dónde residen los dioses hasta que su presencia sea nuevamente requerida y su martillo solo podrá ser empuñado por alguien que sea digno y cualquier persona es libre de intentar alzarlo y quién lo logre tendrá todos sus poderes, pero como ya se habrán dado cuenta, hasta el momento nadie ha sido capaz de lograr tal hazaña- explicó el guía con toda ilusión como lo haría un fanático al defender lo que adora con pasión.

-¡PURF! A mí se me hace que eso es pura cháchara para atraer a más turistas a este agujero- pero para Lynn eso solo era únicamente un cuento de hadas.

-Un pedazo de fierro oxidado dejado por un "dios todopoderoso" y que solo puede ser alzado por quién sea digno, ¿A quién se le puede ocurrir un relato tan ridículo?

Miró con burla el martillo al acercarse al altar luego de que un hombre muy grande y fuerte se fuese sobándose los brazos al también fracasar.

-Verán como en un abrir y cerrar de ojos voy a romper los cuentecitos que les tiran a los idiotas que creen que esto es el arma de un…

Detuvo sus burlas porque al tomar el martillo con la mano derecha y hacer el ademan de alzarlo tampoco fue capaz de moverlo de su lugar.

-¿Pero qué diablos?- tiró un par de veces consiguiendo el mismo resultado.

-¡¿Qué pasa con esta porquería?!

Con la misma impaciencia que tuvo ante la treta de Luan, sujetó el Mjolnir con ambas manos y empezó a jalarlo con todas las fuerzas que ha ganado realizando diversas deportes y actividades físicas que la han vuelto una gran atleta.

Ni así pudo lograr algo más allá de temblar rugiendo del esfuerzo apretando los dientes casi al punto de romperse, con todas las venas de su cuerpo marcadas al hincharse pareciendo a punto de estallar por la fuerza que ejercía y la piel optó por un tono rojizo indicando que está llegando hasta sus límites.

Lo que dejó sin habla a sus hermanas, porque cuando se trata de demorar poderío físico y hacer hazañas que van hasta los límites del cuerpo de un humano normal siempre ha salido reluciendo y se cuestionasen si ese era un martillo de verdad o si estaba unida a ese altar siendo parte de una elaborada escultura.

-¡TAAANNNG!

Todo llegó a su fin cuando las manos de Lynn resbalaron del mango del arma causando que toda su espalda se arquease para atrás y en consecuencia su nuca chocase contra el suelo generando el sonido de objetos duros colisionando.

-¡SISTER!- Luna enseguida fue a ver si se lastimo de gravedad seguida de Lisa y Lily.

-Siempre se ha dicho que hay que saber usar la cabeza para solucionar los problemas de la vida, ¡Pero no pensé que fueses tan literal, Lynn! ¡JAJAJAJA! ¿Entienden?- Luan no se demoró en decir una de sus idioteces y a su lado Lucy se permitió sonreír levemente.

Lincoln no dijo ni hizo nada porque desde el primer momento que vio ese martillo esos dolores de cabeza de nuevo se potenciaron por mil y se alejó un poco de sus hermanas sujetándose otra vez los costados de la cabeza sintiendo que estallaría tanto como las venas de Lynn traspirando al igual que ella.

-¡¿Creen que sus insignificantes armas son rival para el arma más poderosa de todo el universo?!

Ahora mismo sentía que estaba flotando en el aire, más bien, en medio de nubes de tormentas teniendo danzando a su alrededor esos ensordecedores relámpagos.

Delante suyo también hay un número incalculable de bestias aladas que iban en dirección suya actuando justamente como las abejas que picaron a sus hermanas emitiendo un sincronizado rugido agudo combinado con los truenos.

No supo cómo, pero ahora tenía en su mano derecha ese martillo que empuñó en lo alto haciendo que los relámpagos hicieran su voluntad y cada uno de ellos se dirigiesen hacia esos monstruos estallándolos formando un grotesco espectáculo de fuegos artificiales.

-¡JAJAJAJA!

Se llevó su mano libre a la boca después de la carcajada que soltó.

¿Se regocijó por haber matado a esas criaturas? ¿Por asesinar a otro ser vivo sin piedad alguna?

¡QUE HORROR! ¡¿AHORA EN QUÉ TIPO DE PESADILLA SE METIÓ AHORA?!

-¡No es eres y nunca serás digno de esta arma!

La misma voz que tantas veces le ha gritado se volvió a manifestar y vio como los rayos dejaban desintegrar a esos monstruos voladores y se juntaron para formar una gran cara en el cielo.

Las descargas eléctricas al serpentear no permitían apreciar bien sus facciones, pero la mirada que transmitía le heló el alma igual a lo que sentiría alguien acusado del peor crimen de la historia al oír su sentencia.

Emoción que se intensificó cuando del ojo izquierdo de ese individuo salió disparado todo el poder de los rayos que impacto contra su pecho haciéndole sentir toda la agonía que sintieron todos aquellos que han muerto por sus manos y gritase antes de estallar en millares de pedazos.

-¡LINCOLN! ¡¿NO NOS ESTÁS ESCUCHANDO?!

El llamado de Luna fue lo que ahora le hizo espabilar y vio como cargaba con ayuda de Lily y Lisa a Lynn que balbuceaba incoherencias teniendo los ojos girando en espiral y unos pajaritos volando alrededor de su cabeza.

-Ah… ¡LYNN! ¡¿Estás bien?!- al darse un golpecito en la frente fue a ver como estaba.

-Mi cabeza…- ella recuperó el conocimiento sobándose la nuca -esta maldita porquería…- vio con ira el martillo -¡ES UNA PLASTA D MIER…!

-¡PROMK!

Pateó con todas sus fuerzas el altar creando el sonido de huesos fracturándose y comenzó a dar saltitos sujetándose el pie derecho soltando aullidos de dolor.

-¿Qué decías sobre que eso era pura chachara para atraer más visitantes, jovencita?- el guía reía sin pena alguna por verle tragarse sus palabras.

Antes de que ella pudiese responderle con altanería o desquitar en él su humillación y dolor, un trueno a la lejanía resonó por todo el campamento asustando a más de uno.

El guía les pidió a todos que volvieran a las cabañas para resguardarse de la lluvia y que al día siguiente terminarían con el recorrido.

Con Luna, Lincoln ayudaba a una quejumbrosa y adolorida Lynn a caminar, pero giró la cabeza hacia atrás para ver el Mjolnir.

¿Por qué? ¿Por qué esa reliquia es igual a la que suele ver en sus visiones? ¿Por qué estas se potenciaron tan violentamente?

Miles de preguntas como esas transitaban por su cabeza también amenazando por partírsela, ¿Qué deberá hacer para contestarlas y dejasen de hostigarlo?

Tal vez… ¿Intentar alzarlo también?

(…)

La noche en ese lugar era digna de un relato de horror por culpa de la tormenta que se creó.

Fue algo repentino porque ninguno de los informes meteorológicos pudo prever ese fenómeno ambiental debido a que se suponía que el clima estaría despejado.

A algunas personas eso les daba igual y podían dormir tranquilamente no perturbándose por los rayos y truenos, como Luan que estaba profunda acompañada de su títere el Señor Cocos teniendo puestos unos antifaces, pero otras se asustaban con los destellos que se reflejaban en las ventanas.

Siendo el caso de la pequeña Lily que dormía junto a Lincoln estremeciéndose con cada uno de los estruendos que retumbaban apegándosele.

Totalmente opuesto a él que se mantenía inmutable teniendo su antebrazo derecho apoyado contra la frente viendo sin parpadear el techo de la cabaña en la que se hospedó su familia.

No podía dormir aún por más que quisiera y no se debía a la menor de sus hermanas.

Sino justamente al pensar en ese martillo. Sentía… que lo llamaba, que esta tormenta era un grito con el que le decía que fuese a reclamarlo, como algo suyo al que se le arrebató.

Cuando Lily se quedó dormida, se incorporó para asegurarse de que sus padres y hermanas también estuvieran durmiendo (Apreciando como Lola se removía por las pomadas que le echaron para las picaduras de abejas)

Un rayo al caer hizo volviera a sentir como le taladraban la cabeza y se la sujetase al escuchar esas voces que tantas veces lo han atormentado en sus alucinaciones.

Al mirar por una ventana vio que un rayo al caer tomó la silueta de ese martillo.

Llámenlo loco o lo que quieran, pero esa reliquia de cientos de años de antigüedad es la clave para dejar de tener esas visiones delirantes.

Con el mayor de los cuidados salió de la habitación luego de tomar sus ropas y un paraguas para irse de la cabaña y afrontar la lluvia de tormenta.

Difícilmente pudo caminar debido a los fuertes vientos que más de una vez casi le hacen caer y que ya le habían arrebatado el paraguas cuando se dobló al revés.

Hasta llegar al fin a dónde reside la supuesta arma legendaria del Dios del Trueno nórdico viéndola fijamente de arriba abajo y se cuestionase que era lo que estaba haciendo en verdad.

¿Cree que esa antigüedad está relacionada con sus visiones que tantas jaquecas le generan y que al tomarla estas desaparecerán?

Una reverenda desfachatez digna del más fantasioso niño amante de las tiras cómicas, pero, ¿Qué puede perder si lo intenta? Lo peor que puede pasarle es que aparte de seguir alucinando pesce un resfriado.

Tomó la empuñadura con la mano diestra estremeciéndose por el destello generado por un rayo y vio como las gotas del agua de la lluvia escurrían por la cabeza del arma.

-Aquí vamos… a ver si no me lastimo la cabeza y espalda como Lynn- respiró hondamente y jaló teniendo bien presente que fallaría de una manera tan ridícula como su hermana deportista.

También retrocedió casi cayéndose, pero no por haber fracaso en su intento, sino porque sin ningún problema y usando solamente esa mano pudo retirar el martillo de su altar.

Sus ojos no cabían en la cara de la impresión y tragó varias gotas de lluvia por como abrió la boca al perder el aliento dejando escapar un gemido ahogado.

¿Lo logró? ¿Con una sola mano y sin esfuerzo alguno pudo alzar esa supuesta arma legendaria que le perteneció a una deidad con poderes más allá de la comprensión de cualquier mortal?

Esto… ¡ESTO NO ERA POSIBLE! ¿Acaso se quedó dormido junto a su hermanita y estaba metido en un sueño irreal?

No podía ser verdad, ¿Cómo pudo hacer algo así? Aunque ya no es un niño flacucho, tampoco es precisamente un súper atleta como Lynn para haberlo alzado por mera fuerza física.

Entonces… ¿Es digno? Con imperfecciones como las que tendría cualquier otra persona, ¿Era considerado digno de tal arma?

La acercó a su cara para apreciar mejor sus detalles a pesar de la lluvia, apreciando como en un lado se formó un raro símbolo y en el otro un pequeño texto que intentó leer.

De repente, el martillo empezó a emitir un brillo azul claro que se intensificó generando un raro sonido electromagnético.

-¡¿Pero qué le pasa a esta co…?!

-¡PICHUM!

Fue interrumpido porque un rayo le cayó encima destruyendo el altar reduciéndolo a una nube intensa de polvo reventando el suelo cercano.

-Auch... ¿Qué fue lo que acaba de pa…?

Detuvo su hablar al percatarse del importantísimo detalle de que en vez de morir o quedar gravemente herido, seguía vivo y totalmente sano.

No solo eso, sino que ahora toda su perspectiva cambió al ser mucho más alto de lo que era y porque su voz se hizo más gruesa y al caminar generaba el sonido de piezas metálicas moviéndose.

Al ver el martillo que aún sujeta en su mano diestra notó que ahora tenía en el brazo un guantelete y una cuota de malla que se ajustaba perfectamente a la gran musculatura que ahora poseía.

Con la mano zurda se palmeó el pecho descubriendo que también llevaba puesta una rara armadura, parecida a la del tipo en la portada de ese libro, incluyendo una gran y elegante capa roja que le llegaba hasta los tobillos.

Por último, sintió algo sobre su cabeza siendo un casco que no le tapaba toda la cara al permitir dar vistazo a sus facciones.

-Qué… ¿Qué es lo que me pasó?- abrió y cerró lentamente esa mano ante sus ojos.

También apreció como la tormenta se detuvo de golpe como si jamás hubiera existido, por lo cual se acercó a un charco perdiendo otra vez el aliento por ver su reflejo.

-Ese… ¡¿En serio ese soy yo?!

Se quitó el yelmo para apreciar como su cara agarró rasgos mucho más maduros y varoniles ya no siendo un adolescente de 16 años al ser un hombre al menos dos metros de estatura y su blanco cabello se volvió una larga melena que cubría una parte de su espalda superior.

-¿O me golpeé la cabeza como Lynn y estoy alucinando?- se pellizco una mejilla y soltó un pequeño grito de dolor.

-No es un sueño… ¡REALMENTE AHORA ME VEO ASÍ! Y… no veo nada mal- fanfarroneó al flexionar su bíceps derecho -¿Pero entonces como voy a…?

Un intenso haz de luz compuesto por diferentes colores ahora fue lo que le cayó encima asustándolo como antes.

-¡¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ PASANDO AHORA? ¡AAAAHHHH!

Gritó cuando empezó a levitar agitando los brazos y piernas antes de volverse un punto luminoso que fue atraído hacia las nubes desapareciendo completamente de la faz de la Tierra.

(…)

-Mi cabeza… ahora que ocurrió… ¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar?

Parpadeó confundido percatándose de que ahora se hallaba dentro de lo que parecía ser una bóveda dorada con símbolos y runas parecidas a las que habían en el altar en dónde reposaba Mjolnir y a sus espaldas se hallaba una rara máquina que si pudiera compararla con algo sería con un gran telescopio que expulsaba de su punta esa energía multicolor que antes lo envolvió.

-Lo saludo, Príncipe Odinson. Cuanto tiempo sin verlo en persona.

Una firme voz lo alteró y se giró rápidamente sujetando de modo defensivo el martillo para ver a un hombre de tez negra portando una ostentosa armadura dorada que sujetaba con ambas manos una espada de doble filo que había incrustado de forma invertida en un encaje que al ser retirada causó que el armatoste dejase de crear esa energía de los colores de un arcoíris.

-Quién... ¿Quién es usted?- no pudo evitar intimidarse por la mirada que le dedicó, porque el iris de sus ojos es del mismo color oro de su armadura sintiendo que veía su interior.

-Veo que no me recuerda todavía, Príncipe Odinson. Descuide, todo se le será explicado, así que acompáñeme por favor- hico una seña respetuosa para que lo siguiera.

El primer instinto de Lincoln fue el de negarse y preguntar quién era, dónde está y si lo secuestró, pero algo en su interior le decía que podía confiar en ese sujeto porque se le hacía tan familiar como era el martillo que levantó.

-Cómo diga, señor… ah…

-Heimdall, el protector y guardián del puente arcoíris Bifröst de Asgard, ¿Le suena familiar?

-Eh… creo que sí, pero yo no sé qué… espera, ¿Asgard? ¿El reino de los Dioses Nórdicos?

Su expresión de perplejidad hizo que sonriese levemente por lo divertido que le pareció.

-Jamás me cansaré de ver esa cara de asombro de parte suya, Príncipe Odinson. Sígame.

Todavía con miles de dudas, Lincoln fue tras él a pasos cautelosos y salieron de ese sitio.

Los ojos casi se le vuelven a salir por lo que tenía en frente.

Se caracterizará por tener una gran imaginación, creatividad y muy seguidor de comics, series, películas y videojuegos, pero nada lo que haya visto en esos medios de entretenimiento se puede comprar con la magnificencia de lo que veía:

Una ciudad, un reino como jamás ha visto.

Con edificaciones que brillaban como joyas tan grandes que hacen ver pequeños a los rascacielos más altos de la Tierra, de formas y variedades que nunca podrían ser concebidas ni por las mentes de los mejores arquitectos humanos al igual que diversas estatuas y bellos monumentos.

Hermosos paisajes hasta dónde alcanzaba su vista, praderas que parecían ser infinitas al igual que cascadas que caían por los bordes de este reino, un cielo que permitía apreciar las estrellas en el Firmamento junto a innumerables cuerpos celestes que ningún astrónomo podría pensar que tan siquiera son posibles de existir.

Criaturas mitológicas como Pegasos y Grifos volando a la lejanía junto a seres humanoides con alas de ángel y cercanos a estos transitaban raros vehículos levitantes de también apariencias que la ciencia ficción jamás dislumbraría y menos poder crearse.

Siendo lo más llamativo, la estructura más grande de todas que era una conformación de varias torres dándole la apariencia de una punta de lanza siendo un castillo que casi rozaba las estrellas.

¿Acaso ese rayo en verdad lo mató y ahora se hallaba en el Cielo o algo así?

-¿Qué se siente volver a nuestra bella Asgard después de tantos años, Príncipe Odinson?- Heimdall seguía riendo por el semblante de asombro que posee.

-Yo no sé… espera, ¿Príncipe Odinson? ¿Por qué me llamas así? Mi nombre es…

-Lincoln Loud, sé bien cuál es tu actual nombre humano, pero ahora que has recuperado todos tus poderes y regresado debo llamarte como se debe. Ven, todos te esperan.

Ahora con muchas más preguntas que respuestas, el albino lo siguió hasta una elegante carroza parecida a una de la antigua roma y que es impulsada por cabras gigantes.

-¡AAAAIIIIIAAAAHHHH!- que gritaron de un modo agudo que podría reventar fácilmente tímpanos.

-En marcha- el guardián tomó las riendas y las agitó para que se moviesen.

Lincoln se giró para ver cómo se alejaban de la bóveda en la que estuvo, que era en realidad un enorme domo parecido a un observatorio de techo corredizo, pero luego notó como delante de ellos no hay nada que lo conectase con el resto de ese reino solo habiendo un gran vacío.

-Un momento, ¡No hay ningún camino! ¡NOS VAMOS A CA…!

Su grito murió en sus labios porque varios cristales se juntaron sobre el abismo creando un puente que también brillaba con el color de un arcoíris que aguantaba su peso sin problemas.

Al adentrarse en el reino podía admirar mejor sus edificaciones y a los ciudadanos que eran iguales a las personas de la Tierra poseyendo las mismas diferencias raciales y étnicas pero con prendas diferentes a las que usaría cualquier sociedad que haya visto en persona.

No habiendo indigentes o malvivientes y se notaba un aire pacífico y armónico en el ambiente, pero todos detuvieron sus quehaceres cuando lo vieron en la carroza.

Cuchicheos, murmuros, charlas y conversaciones no se hicieron esperar pudiendo distinguir palabras de admiración y de desaprobación siendo las más comunes frases como: "No puede ser, ¡Al fin ha vuelto con nosotros!" "¿Cómo es posible que lo hayan dejado regresar después de lo que hizo? ¡No merece estar en la gloria de Asgard!"

-¿Lo que yo hice? Oye, eh… ¿Heimdall? ¿Por qué todos me ven así?

-Lo sabrás muy pronto, cuando estés ante tu padre, El Padre de Todo, que te lo explicará todo.

-¿Mi padre?- creyó que se refería a Lynn Sr.

La carroza se detuvo ante en el castillo que es custodiado por muchos soldados que portaban armaduras con cierto parecido a la de Heimdall pero menos ornamentadas y de color cobre llevando armas cuerpo a cuerpo como espadas, lanzas, hachas y escudos y también armas que parecían ser de fuego pero que al igual que las edificaciones son diferentes a las creadas por manos humanas.

-¡LO VEO Y NO LO CREO! ¡REGRESASTE, THOR!

Apenas puso un pie fuera de la carroza, fue recibido por una mujer de rasgos parecidos a los de Stella que se bajó de un salto del Pegaso en el que volaba para llegar hasta él y darle un fuerte abrazo y beso directamente en los labios que le encendió toda la cara.

-¡Siempre supe que volverías tarde o temprano!- le rodeó el cuello con el brazo derecho y frotó el puño izquierdo contra su cabeza luego de quitarle el casco.

-¡Y yo que decía que los saludos de Ronnie Anne eran muy bruscos!- chilló adolorido -¿Quién es usted? ¿Por qué me llamó Thor?- quiso saber cuándo lo liberó.

-¿Cómo dices? ¡¿No te acuerdas de mí?!- ella se molestó e indignó -¡Soy yo, Brunnhilda! ¡Una Valquiria! La capitana del escuadrón Doncella Escudo de las Valquirias a las que quisiste unirte hasta que supiste que solo puede ser conformada por mujeres, ¿No recuerdas?

-Eh… no, no. Lo siento, pero no sé de qué me habla- desvió la mirada rascándose la nuca debido a la pena que le dio ese descarado beso.

-Brunnhilda, el Príncipe Odinson aún no está listo y podrías confundirlo si le hablas de sus vivencias pasados. Resérvate tus comentarios hasta el momento adecuando- Heimdall intervino causando que se cruzase de brazos y soltara un "¡BAH!" ofuscada.

Al adentrarse en el castillo, cada uno de los guerreros con los que se cruzaban le hacían una respetuosa reverencia recibiendo en su mayoría palabras de apoyo y admiración, pero también podía distinguir comentarios no muy amistosos que rayaban lo acusador y denigrante.

Solo aumentando más su confusión y se preguntase qué habrá hecho para ganarse opiniones divididas, pero eso pasó a segundo plano al admirar los lujos que hay y que haría quedar como una simple choza al castillo de Loch Loud al que fue con su familia hace años y en el que actualmente residen los fantasmas de sus antepasados.

-Si esto no es el Cielo entonces no sé qué será…- estaba maravillado por lo que veía girando sobre sí mismo apreciando todo lo que está a su alrededor.

Incluyendo un gran guantelete dorado también postrado en un altar que poseía seis aberturas en las que, usando la imaginación, podrían ser adosadas gemas o alguna joya.

-Ya llegamos a la Sala del Trono, Príncipe Odinson- se detuvieron ante unas grandes puertas dobles -mucha suerte y… bienvenido a Asgard.

Su sonrisa ahora fue de confianza también haciéndole referencia y la entrada lentamente se abrió justo cuando Lincoln iba a hacerle otra pregunta.

-¡THOR! ¡THOR ¡THOR ¡THOR!

Fue lo que se oyó cuando las puertas estuvieron totalmente abiertas, potentes gritos de ovación que repetían una y otra vez ese nombre y al ver el interior de esa zona del castillo notó no solo a personas, sino también a alienígenas de diferentes formas y tamaños ante unas largas mesas llenas de alimentos al estar haciendo un gran banquete.

Volvió a tener el impulso de echarse para atrás y escapar, pero la forma en cómo todos esos seres le hablaban, como si precisamente fuese una deidad a la que adoran, lo llenaban de un gozo y júbilo que jamás ha sentido antes, pero que también se le hacía sumamente familiar.

Con pasos cautelosos ingresó e inmediatamente fue rodeado por todos ellos que lo bombardearon con un millar de preguntas haciendo quedar en ridículo el escándalo al que sus hermanas lo han acostumbrado siendo incapaz de responderlas o de formular aunque sea una palabra.

¿No puede golpearse a sí mismo la cabeza con ese martillo para no tener que oír tal escándalo?

-¡MI HIJO HA REGRESADO!

La bulla fue interrumpida por este grito femenino y la muchedumbre se hizo a un lado también reverenciando al que lo creó resultando ser una bella mujer con prendas dignas de una reina que se acercó a paso veloz al peliblanco que retrocedió creyendo que lo iba a agredir.

Una mala suposición porque saltó a sus brazos dándole un beso y amoroso abrazo que solo una madre podría dar llorando sobre su hombro derecho causando que ahora fuesen gemidos de conmoción los que resonasen en toda la sala.

-¡Empezaba a creer que jamás volverías a tu hogar junto a nosotros, hijo mío!- lo tomó de las mejillas para verlo directamente a los ojos.

Lincoln ya no sabía que pensar al respecto. Primero es capaz de alzar un arma que supuestamente le perteneció al Dios de la Guerra de los Vikingos, un rayo le cayó cambiando su apariencia física, es transportado a un lugar que se supone nunca ha visto y que aun así le es familiar, aprecia un bello reino más allá de los sueños, es recibido como un héroe por muchas personas, lo llaman príncipe y con el nombre de justamente esa deidad y ahora esta mujer se refiere a él como hijo.

¡¿Qué más locuras le ocurrirán ahora?!

-¡TODOS GUARDEN SILENCIO!

Otro grito, ahora masculino y firme, resonó como eco callando a todos los ahí presentes y algunos incluso llegaron a estremecerse del susto.

De uno en uno hicieron reverencia mirando en la misma dirección, en dónde estaba el trono, para que así Lincoln pudiese ver de quién se trataba.

No pudiendo evitar también intimidarse por lo que ahora vio.

Se trataba de un hombre, qué pese a sus rasgos de anciano, también era muy grande y corpulento poseyendo una armadura dorada y azul con capa hecha de la piel de un animal teniendo en la mano izquierda una lanza, un casco con dos grandes cuernos curveados hacia arriba y en su hombro está postrado un cuervo.

Lo más atemorizante era la expresión de su cara poseedora de abundante barba blanca teniendo un parche dorado en el ojo derecho sintiendo la mirada del izquierdo.

Enarcó ambas cejas porque se trataba del mismo rostro que ha visto en esas alucinaciones.

-Thor, van hasta mí- pidió con el tono que usa un monarca al dar una orden.

-¿Yo? Pe-pero…- de nuevo tuvo el afán de dar media vuelta y escapar, pero la mujer le tomó con delicadeza una mano.

-No temas, hijo mío. Todo estará bien ahora que estás aquí.

Su tierna sonrisa maternal tuvo el mágico efecto de calmarlo y no opuso resistencia dejando que lo llevase hasta ese tipo pasando entre las demás personas y extraterrestres que seguían arrodillados manteniendo la cabeza gacha.

Al estar a los pies de los escalones del trono, se levantó y con firmes pasos que resonaban también por toda la sala al igual que el sonido de la parte inferior de su lanza cada vez que esta chocaba contra el suelo hecho de mármol fue hasta él.

Estando frente a frente con Lincoln reveló ser más alto sumándole otro factor de imponencia junto a la dura expresión que sostenía.

Lentamente sus labios se curvearon hacia arriba sonriendo con orgullo.

-¡Bienvenido seas a casa, hijo mío!- lo tomó con el brazo derecho dándole unas palmaditas en la espalda al abrazarlo.

-¡Que se corra la voz por todo Asgard! Que cada uno de sus habitantes sepan que Thor Odison, uno de mis hijos, ¡AL FIN HA REGRESADO!

Al extender una mano hacia adelante, el cuervo sobre su hombro se fue volando y sus súbditos se pusieron de pie volviendo a gritar eufóricos el nombre de Thor como lo hicieron anteriormente.

-¿No tienes algo que decir, hijo?- la mujer lo alentó para que hablase y todos guardaron silencio atentos a lo que dijese incrementando su pena e incomodidad.

¿Qué se supone iba a decir?

-Este… yo… ¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué estoy aquí? ¿Quiénes son ustedes?- formuló algunas de las muchas preguntas que tenía.

Causando que todos cuchicheasen entre sí desconcertados porque esperaban cualquier cosa menos esos cuestionamientos, pero el hombre del parche y la mujer se vieron haciendo un asentimiento.

-Todos sigan divirtiéndose. Mi esposa y yo tenemos muchas cosas de qué hablar con nuestro hijo.

-Ven, Thor. Vamos a responder a todas tus preguntas- ella le volvió a tomar una mano.

Reacio, pero sin negarse, aceptó acompañarlos a la salida de la Sala del Trono volviendo a recibir reverencias, y apenas estuvieron afuera, los súbditos siguieron celebrando comiendo como si no hubiese mañana alguno continuando con su escándalo monumental.

(…)

-Y… ¿Ya me van a explicar que está pasando?- preguntó cuando estuvieron en otra sala.

-Claro, hijo. Permíteme presentarnos: yo soy tu madre, Frigga, y este viejo gruñón es Odín, tu padre y el autodenominado "Padre de Todo"- con humor se presentó haciendo reír al viejo.

-¿Mis padres? No… ¡Eso no es verdad! Mis padres son Lynn y Rita Loud.

-Si, son tus padres actuales, pero no los primeros ni los únicos que has tenido. Verás hijo, tú no siempre fuiste el actual Lincoln Loud, originalmente eras Thor, el Dios del Trueno, teniendo cientos de vidas en cientos de años- dijo el ya conocido Odín.

-¿Cientos de vidas? No los entiendo- solo se confundía más con cada cosa que le decían.

-Hijo, ¿En Midgard no tienen el concepto de reencarnación?

-¿Reencarnación? ¿Se refieren a que alguien al morir su alma reencarna en otra persona?

-Sí, a eso nos referimos. Tú en inicio eras Thor, nuestro hijo, como te estás viendo ahora mismo- Frigga le pidió que se viese en un elegante espejo.

-El Dios de la Guerra para esas antiguas culturas, como la Vikinga, que te veneraban. Un guerrero muy hábil, valiente y poderoso que jamás se echaba hacia atrás ante un desafío siempre dispuesto a luchar sin temor alguno y mostrar que era el mejor.

-Eso significa…- miró el martillo en su mano derecha y luego su reflejo -que yo… ¿Qué yo soy la reencarnación de un dios?

-Efectivamente- afirmó quién dice ser su padre original.

Era algo difícil de asimilar y que seguramente a cualquier otra persona le haría pasar por un grave caso de crisis existencial que podría llevarla a la locura.

Pero no a él, cuya expresión de perplejidad y Shock se volvió una de desmedido entusiasmo.

-Soy un dios… ¡SOY UN DIOS! ¡YUJUJUIIII!

Tanta fue su emoción que dio un salto, no midiendo sus fuerzas, porque fue tan alto que chocó contra el techo golpeándose bien duro la cabeza.

-¡AUCH!- se quitó el yelmo para sobarse la frente luego de caer sentado.

-Se lo está tomando mejor de lo que creí- a Frigga eso le generó mucha risa.

-Es increíble… si soy un dios… ¿Significa que tengo poderes sobrehumanos?

-Más de los que cualquier habitante de Midgard pueda imaginar. Fuerza, resistencia, velocidad más allá de lo posible al igual que la capacidad de controlar el clima en especial el rayo, una habilidad de combate sinigual y larga longevidad siendo tus habilidades más características.

-Todos esos poderes son propios de tu ser, pero algunos solo pueden ser canalizados mediante Mjolnir, tu martillo, el arma más poderosa de Asgard que también te otorga más habilidades y que está estrechamente relacionado a ti por todas las experiencias que han vivido, siendo su poder más grande, no poder ser empuñada por alguien que sea indigno de ella por lo cual no podría ser usada en tu contra.

-Sigo sin poder creerme esto…- Lincoln miró nuevamente el martillo ahora si apreciando mejor los símbolos que tiene impreso y la frase que dice que solo alguien digno de él podrá levantarlo.

-Pero… si soy la reencarnación de Thor, ¿Significa que morí?

Odín y Frigga ahora se vieron con la angustia que cualquier otro padre y madre tendrían cuando le deben explicar una dolorosa verdad a su hijo.

-Ahora viene la parte difícil de explicar, hijo- su padre le palmeó la espalda para que caminasen.

-Verás, si bien eras un guerrero valiente que nunca se echaba para atrás y con tu gran coraje motivabas a tus aliados a nunca rendirse, también eras muy impetuoso, arrogante, creído, vanidoso y ególatra.

-Alguien que recurría a la violencia como primera opción y que se dejaba dominar fácilmente por sus deseos de lucha nunca midiendo las consecuencias de sus actos y que pocas veces mostraba piedad hacia sus enemigos disfrutando de vencerlos y humillarlos.

-¿Yo era alguien violento que gozaba de lastimar a los demás?- esas palabras mitigaron por completo la euforia que tuvo hace unos momentos.

-Aunque tú no lo creas. ¿Recuerdas esas visiones que tantos dolores de cabeza te han generado?

Lincoln bajó la mirada al hacer memoria de esas alucinaciones que le causaron tantas jaquecas, de cómo en ellas se veía a sí mismo masacrando sin piedad alguna a todo monstruo o enemigo que se le ponía en frente divirtiéndose a lo grande.

Ahora sintiendo un desmedido sentimiento de horror en su pecho y empezó a traspirar.

-Significa… ¿Qué mataba por diversión a toda persona que se me cruzaba en el camino?

-No seas tan duro contigo mismo, hijo. La guerra no es un tema ajeno a Asgard y hemos estado en lucha con otros reinos desde mucho antes de que tú nacieras- Frigga quiso calmarlo.

-Pero ciertamente tu pasión por la lucha nos metió en más conflictos y problemas de los que podíamos manejar. Por eso tomé la decisión de imponerte un castigo.

Con una señal, Odín atrajo a Mjolnir sujetándolo con su mano derecha.

-Ese castigo consistía en que perdieses todos tus poderes y cualidades como deidad y vivieras una vida mortal en Midgard para que aprendieras valores de humildad, compasión, justicia, prudencia y respeto que tantas veces te hizo falta.

-Y cada vez que morías como cualquier otro hombre, reencarnabas en una nueva vida aprendiendo de todas las experiencias por las que pasabas volviéndote un mejor dios… una mejor persona de lo que eras en un inicio- el Padre de Todo le volvió a sonreír.

-Hasta llegar a tu actual vida como Lincoln Loud, qué si bien de chico siempre tratabas de salirte con la tuya y que las cosas salieran a tu conveniencia, eres atento, prudente, altruista, responsable, considerado y todas las demás cualidades que antes eras escasas en ti y que se han solidificado al lidiar con las travesuras que tus 10 hermanas terrenales hacen a diario- la broma de su madre le sacó una pequeña risa y ya no se acomplejase tanto.

-Lo que significaba que ya estabas listo para recuperar todos tus poderes como Thor, el campeón de Asgard y el guerrero más poderoso de los Nueve Reinos y por eso el destino te llevó hasta el Mjolnir en ese lugar.

Finalizaron su explicación cuando llegaron a un mural con relieve en el que está retratado Lincoln con su verdadera apariencia teniendo un pie apoyado en una roca y empuñando en lo alto a Mjolnir del que salían miles de rayos mientras hacía un grito de poder y a su alrededor estaba lo que parecía ser todo el ejército de Asgard siguiéndolo a la batalla.

-Entonces esto es lo que soy realmente…- posó una mano sobre la superficie.

Tantas revelaciones que procesar que le hicieron experimentar diferentes emociones, pero extrañamente, se sentía bien consigo mismo porque en comparación a lo que fue antes ahora es alguien realmente digno de admirar y un ejemplo benigno para los demás.

Pero todavía quedaba una vital pregunta que hacer.

-Entonces… ¿Qué pasará conmigo ahora? ¿Debo quedarme aquí y no podré volver a la Tierra con mi familia y mis amigos?

-Eres libre de estar en dónde quieras. Ahora que has regresado a ser Thor puedes ir a cualquiera de los Nueve Reinos y más allá y si deseas volver con tu actual familia, hazlo siempre y cuando regreses aquí con los que tanto te hemos extrañado, hijo. También debes tener en claro que como Thor tanto el mundo en el que vives actualmente como los demás están bajo tu protección y debes cuidarlos de toda amenaza.

-Eso se oye bien- vio el Mjolnir, visualizándose como un superhéroe encargado de ayudar a quién esté en apuros -no puedo esperar para ver de qué soy capaz y… no, un segundo, ¡No puedo volver a la Tierra! ¿Cómo le explicaré a mi familia como me veo ahora?- extendió los brazos y se miró el cuerpo.

-Descuida, con Mjolnir puedes cambiar tu apariencia y volver a ser un jovencito. Pero debes tener cuidado, porque si pasas más de un minuto sin tener el martillo en tus manos, perderás todos tus poderes y serás un humano promedio.

-Oh, que alivio. ¿Podría irme ya? Se van a preocupar mucho si no me ven en ese campamento.

-¿Te vas tan pronto como llegas, hijo? Es que quería que te quedases un poco más- su madre verdadera se entristeció por eso.

-Sí es lo que quieres, entonces hazlo. Debes asimilar muchas cosas en especial como tu vida ya no volverá a ser la misma- Odín fue más comprensivo y le volvió a sujetar el hombro.

-Gracias por entenderme. Les aseguro que intentaré visitarlos cuando pueda para que expliquen más cosas sobre mí y mi vida aquí- como muestra de afecto, les palmeó los hombros.

-Sé que lo harás. Ya puedes irte.

El ojo izquierdo de Odín brilló intensamente y disparó una energía igual a la que lo envolvió antes para desaparecerlo por completo gritando de igual manera.

Para reaparecer afuera de la cabaña en la que está hospedada su familia siendo aún de noche.

-Que viajecito…- sacudió la cabeza -veamos sin en verdad puedo disimular las apariencias.

Empuñó en lo alto el Mjolnir y se concentró deseando regresar a su apariencia de Lincoln Loud y otro rayo le cayó encima y al verse nuevamente en un charco sonrió porque en efecto volvió a ser un adolescente.

-¡Funcionó, soy el Lincoln de siempre!- celebró viéndose de nuevo el cuerpo.

Notando que el Mjolnir también se encogió y ahora colgaba de una cadenita en su cuello.

-Si esto en verdad es un sueño, por favor que nadie me despierte- puso ante su cara el martillito y con cuidado ingresó a la cabaña.

(…)

-¡AAAAAHHHHHH!

A la mañana siguiente todos fueron despertados por este grito de horror que se pudo escuchar por todo el bosque y creyeron que alguien era atacado por un oso o animal salvaje.

Pero se trataba del guía de ayer que estaba horrorizado al ver como el altar de Mjolnir fue reducido a escombros.

-¡NO PUEDE SER, NO PUEDE SER! ¡HA SIDO DESTRUIDOOOO!- dramatizaba llorando a cántaros.

-¿Tanto escándalo solo porque destruyeron esa cochinada?- Lynn Jr. se deleitaba debido a la humillación que tuvo el día anterior.

Negando, Lincoln reía sintiendo algo de pena por ese sujeto, pero no podía decirle la verdad a él o a alguien más y deberá guardarse su revelación para sí mismo, al menos, por el momento.

-Oye Brother, ¿Y ese colgante? ¿De dónde lo sacaste?- Luna fue la primera en darse cuenta de la cadena que cuelga de su cuello.

-De la tienda de recuerdos. Este martillito es tan parecido al que había en ese altar que decidí comprarlo para sentir como se siente ser digno de él- fue la excusa que se le ocurrió para explicar porque ahora llevaba ese "adorno" encima.

-Lincoln, niñas, es hora de desayunar. Hoy comienza un nuevo día tenemos muchas cosas que hacer- llamó Rita teniendo a sus lados a Lana y Lola que seguían rascándose las picazones.

-Como digas, mamá. Este es el comienzo de un nuevo y maravilloso día.

Con una gran sonrisa de ilusión, su hijo reencarnación de una poderosa deidad miró su camuflada arma ya no pudiendo esperar para descubrir que cosas será capaz de hacer a partir de ahora.

(…)

-… y ese es el motivo por el cuál poseo estos increíbles superpoderes, por ser la reencarnación del poderoso Dios del Trueno- finalizó su relato cuando dejó de girar el martillo.

-Lo sé, bien loco e irreal, ¿No? Pero si en este mundo nacen humanos con también asombrosos poderes a los que llaman mutantes, hay dragones que custodian antiguos castillos habitados por fantasmas de antepasados, deidades precolombinas que tienen el poder de la chancla a su favor, hábiles espías capaces de realizar las misiones más difíciles y alguien tan inteligente como Lisa que es capaz de crear los inventos más increíbles que puedan existir, entonces eso ya no suena de lo más disparatado, ¿O sí?- pudo permitirse reír un poco.

-Y a propósito de Lisa, también querrán saber cómo ahora se volvió este monstruo verde iracundo, ¿Cierto? Me encantaría explicarles esto, pero…

-¡MOOOAAARRRGGG!

Otro grito de la bestia esmeralda lo interrumpió y tuvo que correrse hacia atrás para evitar que ella lo aplastase con ambos puños cuando llegó a su posición de un solo salto que desquebrajó el suelo haciendo temblar toda Royal Woods y que las ventanas de edificios cercanos estallasen.

-¡Cómo ya se los dije antes ahora mismo no tengo tiempo para charlas!

Giró nuevamente el Mjolnir ahora sobre su cabeza para arrojárselo y golpearla en el centro del pecho, pero ella extendió las manos deteniéndolo antes del impacto que generó otro sismo.

Por más fuerza que tuviese no pudo sostener esa arma que cayó duramente al piso. Eso no la detuvo y la sujetó de la empuñadura para alzarla y usarla en su contra.

Pero le pasó lo mismo que a Lynn y no lograba moverlo ni un centímetro generando más temblores debido a la fuerza que ejercía con todo su cuerpo, especialmente con sus piernas hundiendo la planta de los pies en el demacrado terreno, porque como Odín se lo hijo a Lincoln, solo alguien que sea digno de Mjolnir podrá levantarlo y un indigno jamás podrá empuñarlo sin importar que posea la fuerza física más absoluta de todas.

-¡KAPOM!- el peliblanco no desaprovechó esa distracción y le dio un derechazo que le volteó la cara y escupiese mucha sangre verde.

-¡WEKAM!- Lisa se vio muy afectada por ese golpe, pero frunció el ceño y se enderezó para devolverle el derechazo también haciendo que expulsase sangre aboyándole el casco.

-¡HUTON!- Lincoln juntó sus manos y las movió hacia arriba dándole un doble golpe en la quijada.

-¡RITRAK!- Lisa alzó su brazo derecho y lo bajó dándole un codazo en la parte superior de la cabeza.

-¡CREIM!- él le sujetó ese brazo y se lo alzó para así darle un contundente gancho al hígado.

Cerrando los ojos gritando del dolor por tal agresión que nadie podría soportar, la castaña lo tomó de la cabeza con su mano izquierda y lo alzó para darle un puñetazo en el centro del pecho tan fuerte que aparte de romperle la pechera lo mando a volar nuevamente en reversa y atravesara ahora la cima de uno de los edificios más altos de la ciudad y dispersara escombros que podrían matar a cualquier persona al que les cayese.

Al no tener Mjolnir en sus manos, Lincoln no podía detenerse en pleno aire por lo cual no pudo evitar que Lisa se le tirase encima al volverlo a seguir de un brinco.

Lo tomó de los hombros y comenzó a darle violentos cabezazos a medida que caían terminando por reventarle también el yelmo colisionando contra un edificio a medio construir destruyéndolo por completo alzando una intensa nube de polvo.

Todo permaneció en silencio por unos segundos y varios curiosos se acercaron a la estructura en ruinas preguntándose que pasó.

Para enseguida retroceder cuando se produjo un estallido eléctrico que dispersó los restos en todas direcciones al igual que miles de relámpagos que fácilmente pulverizarían a cualquiera de ellos reduciéndolos a menos que nada.

En el centro del sitio en ruinas Lincoln tenía los ojos y puños envueltos por esa energía con la que golpeaba a Lisa sin darle oportunidad de defenderse y contraatacar, pero por más heridas que le generaba, estas se curaban casi a la misma velocidad a la que se las hacía.

Cuando ella lo tomó de la cabeza con ambas manos para machacársela, le puso las suyas contra el estómago para generar otra explosión que la mandó disparada nuevamente por los cielos mientras gritaba y giraba de forma errática.

-Ay Santo Asgard…- inclinó a los lados su cabeza tronándose el cuello mientras se lo sobaba con la mano izquierda y con la derecha hizo una seña para atraer a Mjolnir.

-Si sigo conteniéndome ella podrá destruir por completo la ciudad. Vamos, cerebro, crea algún plan improvisado para solucionar esto sin tener que llegar a medidas extremas.

Se cruzó de brazos moviendo inquieto el índice derecho de arriba abajo tratando de pensar.

La boca se le torció siendo un gesto de que algo se le ocurrió, pero que no quería llevarlo a cabo.

-Espero que esto funcione, porque de lo contrario…- luego de gemir resignado, giró rápidamente Mjolnir para impulsarse por los aires volando en directamente al cielo.

(…)

-Definitivamente esos fenómenos son unos expertos en causar problemas.

Desde su local, el viejo malandro de Flip veía las noticias que cubrían los destrozos que Lisa hacía y su enconada lucha contra la reencarnación de Thor siendo capaz de reír porque era un espectáculo digno de avistar desde su punto de vista.

-¡PUMMP!

Deleite que fue interrumpido porque la colosa verde aterrizó precisamente en su negocio destruyendo por completo su insalubre mercancía.

-¡¿PERO QUÉ DIABLOS…?!- retrocedió aterrado y su mapache mascota se subió a su cabeza teniendo todos los pelos de su cuerpo erizados como un gato.

Lisa se incorporó sobándose el abdomen que se recuperó sin dejar cicatriz alguna y se dispuso a retirarse mediante uno de sus grandes brincos.

Pero al ver de reojo a Flip se detuvo y se giró para mirarlo mejor haciendo que se estremeciese y abrazase a su mapache temblando como conejito asustado.

Sus verdes ojos, que aún tenían puestos sus características gafas redondas que a pesar de seguir desquebrajadas no se han terminado por destruir, se afilaron al analizarlo detenidamente.

Porque lo reconocía como alguien cercano, alguien con ya ha tenido alguna que otra experiencia que se le ha grabado en lo profundo de su ser (Como esa vez que lo usó como un experimento)

-Flip…- dijo con tono bajo, rasposo y gutural dando unos pasos hacía él extendiendo una mano.

Unos disparos dieron contra su amplia espalda que a pesar de no lograr herirla bastaron para volverla a poner de mal humor y se volteó para ver al responsable.

-¡ARRÓJESE AL SUELO Y NO SE MUEVA!

Le gritó un militar con un altavoz porque el ejército fue solicitado para ponerle un alto a la amenaza que representa tanto para la ciudad como para el resto del país y decenas de soldados junto con varios vehículos militares la rodearon dispuestos a acabar con ella.

Grave error porque de un salto salió del local y cayó sobre un jeep aplastándolo con sus enormes pies verdes casi machacando también a los soldados que estaban cerca.

Todos empezaron a abrir fuego atacándola con armas de diferentes calibres, pero todas esas balas al dar contra su dura piel se embutían sin siquiera dejarle marca alguna.

Incrementando su ira irracional y otra vez se golpease el pecho como un gorila para dirigirse corriendo hacia dos transporta tropas como una fuerza imparable que nadie podría detener.

Dándole una patada a uno de esos vehículos tan fuerte que le hizo perderse en el horizonte, tomó al otro para arrojarlo hacia un tanque de guerra.

No lo pudo dañar debido a su grueso blindaje y esa maquinaria le apuntó con su torreta para dispararle, a lo que recurrió a otro salto para evitar ese cañonazo que terminó por reducir a escombros el establecimiento de Flip que huía gritando: "¡Maldito gobierno que cree que puede hacer lo que quiera!"

Cayó frente a ese tanque para sujetarlo de la torreta, alzarlo fácilmente y usarlo como una porra golpeando varias veces a otro carro de guerra dispersando en todas direcciones trozos de metal y empezó a girar sobre sus talones tomando impulso y también mandarlo por los aires.

Un cañonazo dio de lleno contra su espalda casi tumbándola y al girarse gruñó apretando los dientes viendo al tanque responsable de eso que nuevamente le disparó.

Extendió el puño derecho hacia adelante chocándolo contra el misil causando una explosión que alzó una humareda parecida a la que causó cuando destruyó ese edificio.

Todos los soldados estuvieron a la expectativa listos para seguir atacando y algunos estuvieron totalmente seguros de que al fin vencieron a esa aberración que tanta destrucción generó.

-¡BUUUAAAAHHH!

Tuvieron que tragarse sus palabras porque este otro endemoniado grito Lisa dispersó el humo mostrando estar todavía ilesa y sin signos de desgaste (Y milagrosamente sus dañadas gafas y prendas también se mantenían para no dejarla totalmente desnuda)

-¡RETROCEDAN! ¡TODOS RETROCEDAN!- ordenó el mismo militar que le exigió rendirse.

Lisa no los iba a dejar huir así de fácil y no se detendría hasta exterminar a quiénes han intentado lastimarla y acabar con su existencia, así que saltó para caer en un transporta tropas, que a diferencia de los anteriores que destruyó, estaba lleno de soldados que no sobrevivirían a su arremetida.

-¡VOMT!- pero el Mjolnir chocó contra su estómago en pleno aire sacándole el aire alejándola de los soldados y de esa zona de Royal Woods.

Para que cayese cerca del lago en dónde viven los Fishman, esos peces por los que Lana tanto batalló para que no destruyeran su hogar y el de sus múltiples hijos.

-¡Es hora de acabar con esto, Lisa!

Advirtió Lincoln aterrizando a unos pocos metros de distancia y atrajo su arma legendaria.

-Dios… Odín… ¡A todas las deidades existentes! Por favor, que esto funcione.

Miró el Mjolnir y asintió para extender hacia arriba la mano con el que lo sujetaba invocando un rayo que al caerle lo devolvió a su forma original de joven de 16 años ya no teniendo heridas o signos de la lucha que tuvo contra una de sus hermanas menores.

Por algún motivo, esta vez no tenía colgado del cuello el collar en forma de martillo en el que se supone debe volverse Mjolnir cada vez que no esté usando sus poderes de deidad nórdica.

-¡IIIAAARRRGGG!

La gigante esmeralda no se demoró en agredirlo al apresarlo con sus manotas en los hombros comprimiéndolo lentamente para aplastarlo como a una lata de gaseosa.

-Ah… ah… Li-Lisa… es-espera… soy yo, Li-Lincoln, tu hermano mayor… no… ¿No me reconoces?- habló con dificultad sintiendo como sus huesos estaban a punto de triturarse.

Consiguiendo que pasase lo mismo que pasó ante Flip y que lo viese minuciosamente soltándole en la cara su aliento verde.

Provocando que su expresión de ira pura y desmedida se suavizase y se transformara en una de arrepentimiento igual de inmensa al percatarse de que lastimaba a alguien que quiere mucho.

-Li… ¿Lincoln?- susurró con voz mucho más suave que la usada con el viejo malandro y sus ojos regresaron a ser los cafés de siempre.

-Sí, soy yo, tu hermano mayor favorito- pudo hablar con libertad y sonreírle porque ella lo soltó ya no teniendo deseos de lastimarlo.

Caminó de forma errática sujetándose la cabeza con ambas manos murmurando incoherencias en las que podía apreciarse palabras de arrepentimiento, hasta cuestionamientos de porqué ha estado haciendo todo el caos y destrucción que ha realizado hasta este momento.

Alcanzando tal nivel de culpa que comenzó a darse varios puñetazos en las sienes.

¿Qué le habrá pasado para volverse tremendo monstruo destructor dejando de ser una niña super genio que era cualquier cosa menos un ser irracional?

-¡AHORA!

Lincoln la señaló haciendo que del cielo le cayese un relámpago.

No era uno de los rayos que ha usado antes, este se veía más poderoso y potente porque Lisa al ser impactada gritó con mucha más fuerza que antes y agitase las manos para tratar de apartar la electricidad que la envolvía y que terminó por desintegrar sus harapos quedando desnuda.

Eso no fue todo, porque cursando la misma trayectoria que transcurrió el relámpago, cayó el Mjolnir en línea recta generando una estela de fuego por la velocidad en la que se movía como la que generaría un meteoro al entrar en la atmosfera del planeta.

-¡POOOOOAAAAAAMMMMMMM!

Chocando contra la parte superior de su cabeza creando un sismo que superaba y con creses a cualquiera de los anteriores al igual que el sonido de impacto que resonó más allá de Royal Woods y deformando el silvestre terreno por la onda expansiva resultante.

-¡¿Funcionó?!- apenas atrajo el martillo Lincoln brilló volviendo a ser Thor con toda su armadura restaurada deseando que eso haya dado resultado.

Su idea fue alejarse de la ciudad para concentrar la energía de miles de rayos en el martillo y hacer que este le pegase con todas sus fuerzas en un lugar alejado de las personas esperando a que ella al calmarse perdiese resistencia y no pudiese soportar semejante golpe destructor.

Tambaleándose, Lisa siguió balbuceando cosas incongruentes agitando débilmente las manos casi cayéndose por la torpeza de sus pasos teniendo la mirada perdida debido a que sus ojos estaban desubicados viendo en direcciones opuestas… y lentamente se le formó un gran chichón redondo.

Hasta no poder mantenerse más en pie y caer de espaldas haciendo una última sacudida.

-Esta locura… por fin terminó.

Suspirando aliviado, Lincoln se acercó a la colosa que al quedar inconsciente lentamente se encogió de tamaño y dejó de ser verde para volver a su forma normal de niña de 9 años.

Removiéndose inquieta y continuando balbuceando como alguien que sufre una pesadilla y cubierta de diferentes tipos de suciedad.

-Mi hermanita…- con cuidado la cargó al acobijarla con su roja capa apegándola al pecho y acarició su castaño cabello porque su ahora pequeño ser temblaba.

-¿Qué se supone voy a hacer contigo?

Miró el Sol del ocaso y luego la ciudad a lo lejos apreciando las estructuras que fueron dañadas en su pelea que alzaban grandes columnas de humo y oyendo a la perfección el sonido de diferentes tipos de sirenas y de personas pidiendo ayuda.

Decisiones difíciles requieren voluntades fuertes y esta es sin dudas una decisión muy difícil.

Podría entregarla a las autoridades capacitadas en asuntos mutantes porque tendrán seguramente los medios para contener a alguien con el poder que posee y no lastime a nadie más si se vuelve a convertir en esa monstruosidad verde.

Pero monstruo, mutante o lo que sea, seguía siendo su hermana, carne de su carne y sangre de su sangre, por lo que no puede darla así como así a manos de desconocidos en especial si no sabe que intenciones tendrían estos y en el peor de los casos la usarían para experimentos mucho más demenciales de los que ella alguna vez ha hecho.

¿Qué decisión sería digna de una deidad como él que entiende mejor que nadie cómo funciona el mundo de los mortales?

(…)

-Hijo mío… espero que realmente estés listo para los desafíos que el destino te pondrá en el camino a partir de ahora, porque este solo es la punta del iceberg.

Odín desde un portal en su sala del trono junto a Frigga presenció desde el inicio hasta el final la brutal lucha que él tuvo contra la científica esperando que sus diferentes experiencias como humano le den la sabiduría para saber que hacer a continuación.

Porque incluso aquellos que son vistos como deidades todopoderosas más allá del entendimiento de cualquier mortal pueden no estar preparados para los caprichos del destino y menos prever lo que este les traerá y las consecuencias que generen sus decisiones.

Historia completada el 27/09/2024.

De este modo termina mi Crossover de TLH con Marvel en dónde Lincoln es Thor… ¡Cómo me duele la cabeza y los dedos por escribir casi 18 mil palabras! (Me pongo una bolsa de hielo)

Perdón si me quedó así de grande o si fue difícil de leer por tanto texto, pero realmente me costó mucho hacerlo teniendo que borrar y reescribir varias veces hasta dar con este resultado final.

Al principio quise basarme totalmente en la primera película Live Action de Thor, luego quise que esto ocurriese en un mundo alterno en donde los héroes principales del UCM murieron y Lincoln fuese el nuevo Thor al ser digno del Mjolnir por las cualidades que posee, pero nada me convencía.

Y decidí que él fuese justamente una reencarnación de él que estuviese ya listo para ser de nuevo el Dios del Trueno al haber aprendido lecciones de humildad y diferentes valores morales. Por eso me enfoqué tanto en mostrarlo como persona antes de reclamar el martillo.

Lo sé, sé perfectamente que algunas cosas sobraron y que no llegaron a ningún lado como el asunto de los mutantes, cuál es la preocupación de Lucy y Liam sobre eso, la depresión de Clyde y no mostré como fue que Lisa se convirtió en el Increíble Hulk.

Por lo que se me ocurrió tocar esos temas en otros fics que sean Spin Off de este, por lo que sí, tal vez en algún momento haga un Metaverso Crossover de TLH con Marvel, aunque muy diferente del que ya tengo de THL con DC porque en este los personajes principales ya son de entrada héroes o villanos mientras que en este caso se respeta más el Canon de la caricatura y de a poco los personajes se volverán héroes o villanos de la Casa de las Ideas (Solo hay que ver al propio Lincoln y a Lisa como Thor y Hulk respectivamente)

Así que espero les haya gustado lo que escribí, qué como toda historia de superhéroes, debe tener combates reñidos (Imaginándomelo algunas veces como si estuviese viendo las páginas de un comic) junto con alguna que otra referencia y sátira y un poco de humor por ahí y por allá XD

Por lo que me despido y estén atentos cuando vuelva a subir las grandes locuras tan características de mí ;D