—es algo bastante tranquilo — decía Anne rasgando un poco la guitarra, conectada a un viejo amplificador del señor Baker

—yo quisiera tocar un instrumento — suspiro Amanda

—te enseño — Anne sonrió — aún que no se si te vea tanto como para hacerlo…

—y que más tocas? — pregunto Raine

—estoy aprendiendo esto… — Anne empezó a tocar una canción un poco más movida

Liam se levantó del sillón, tenía un poco de sueño. Mientras Raine veía a Anne con ojitos de amor, Liam le indicó a Emma que subiría, y la chica se quedaría otro rato más. Su habitación estaba tranquila, así que Liam se dirigió a su clóset para dejar sus prendas y tomar su cómoda piyama. Pero se encontró con un cuenco mediano de metal, lo saco. Vio varias botellitas de cristal, con hebras azules brillantes, tomo una de las que no estaban rotuladas y la observo con atención.

—Liam? — Annelie tocaba a la puerta — puedo pasar?

—qué pasa?

—Sabes cómo… — Annelie entro a la habitación, y vio el pensadero — es… ¿un recuerdo de Jacob?

—sí, lo es — Liam asintió

—lo… vas a… ver?

—así es

—puedo acompañarte? — pregunto — hace mucho no veo a Jacob, me gustaría…

—pues… — Liam vio a Annelie y al pensadero, entonces asintió con la cabeza

—bien! — Annelie se acercó al pensadero, mientras Liam vertía el recuerdo

—solo que no sé qué haya en este recuerdo — le dijo Liam — así que… lo que sea que haya…

—no importa — Annelie sonrió, optimista — vamos a verlo!

Ambos cayeron sobre el gran comedor de Hogwarts. Los alumnos pasaban de un lado a otro, y todo parecía normal. Liam vio a la joven señora Baker, sentada tranquilamente en la mesa de slytherin, a su lado, un joven de Hufflepuf, Liam decidió dejar de ver esa desagradable vista, y volteo a otro lado.

—mira! ¡Ahí estamos! — Annelie apunto a la distancia, en la orilla de la mesa de slytherin, estaba una joven Annelie, junto a otro chico

—hmmmm, veamos… las propiedades de las hojas de mandrágora? — pregunto el chico

—no lo sé, Jacob — la joven Annelie suspiro, y mordió su almuerzo

—y las…

—Jacob, déjame comer

—es que leí que cuando uno come, es el mejor momento para estudiar! — dijo Jacob Fisher muy contento

—ah, amaba cuando era insistente — Annelie suspiro con una sonrisa

—tal vez, a ver, la mandrágora puede usarse para…

—Jacob! — una chica de Ravenclaw se detuvo enfrente de la pareja

—ah, hola, Cho, que pasa? — Jacob sonrió

—tienes lo de Encantamientos? — pregunto la joven

—sí, es un ensayo de Obliviate, y sus usos recomendados — explico Jacob

—fiu, gracias, tengo tantas cosas en la cabeza últimamente — la chica sonrió de vuelta y salió rápidamente del gran comedor

—que fue todo eso? — la joven Annelie fulmino a Jacob con la mirada

—me pidió la tarea

—aja, te desvistió con la mirada — gruño

—no creo que…

—ya, ahora nos arreglamos en privado — la joven arranco un pedazo de pollo de un mordisco

El lugar se emborrono, y Liam empezó a visualizar lo que no quería. Una habitación se materializó, con una cama al fondo, y todo bastante bien arreglado, sin embargo, parecían seguir en Hogwarts. Annelie daba vueltas en la habitación, y Jacob la miraba sentado en la cama.

—dos chicas — dijo Annelie — dos chicas te hablaron hoy, y para qué? Solo para verte, y creen que me engañan

—Anne, no creo que…

—CALLATE! — la joven Annelie le cruzó la cara a Jacob de una cachetada

—yo… — la Annelie adulta retrocedió — no hagas eso…

—Anne… — Jacob miro a la chica — yo no…

—tu no, tu no, estúpido, pero no te vas a liberar de mi — Anne saco la varita — ya te había dicho, nada de hablar con esas estúpidas putas

—no les digas así! — Jacob se puso de pie

—ah, las defiendes! — Annelie le dio un puñetazo a Jacob

—oye… — la Annelie adulta avanzó

—Anne, perdóname…

—sí, pero sabes tu castigo — la joven Annelie alzó la varita — DESMAIUS! — conjuro, y un rayo rojo impacto en Jacob, que cayó al suelo

—déjalo! — la Annelie adulta intento tomar a su versión joven, pero solo la atravesó

—TE DIJE — Annelie pateó a Jacob — NO — un puñetazo — MAS — un hechizo aturdidor — CHICAS!

—DETENTE, ¡ESTÚPIDA NIÑA! — la Annelie adulta revolvió todo lo que pudo a su versión joven, que seguía golpeando a Jacob — DEJALO, DEJALO, YA!

—AH! — la Annelie joven soltó un último golpe — ah, listo, aprendiste, Jacob?

—sí, Anne — Jacob se recostó en el suelo, con sangre saliendo de su nariz, boca y demás

—recuerda que esto lo hago por los dos — Annelie se sentó al lado de Jacob — tú tienes la culpa por coquetearles, ¿verdad?

—sí, perdón por equivocarme — Jacob miro a Annelie

—no, no te equivocaste — sollozo la Annelie adulta — no tienes la culpa de nada, mi amor

—ya es hora — le dijo Liam, y los dos empezaron a ascender, hasta llegar de nuevo a la habitación de Liam, entonces Annelie cayó al suelo, pero no se levantó

—maldita estúpida… — dijo Annelie con lágrimas en los ojos — maldita niña…

—eras… mala — suspiro Liam, sentándose a su lado

—lo sé, lo sé! — Annelie sollozo — lo amaba tanto… que… pensaba que era la única forma… — Anne negó con la cabeza — pero no la era, en absoluto

—pero… supongo que funciono? — dijo Liam confundido

—funciono porque lo manipule — suspiro — si Jacob hubiera sido más consiente… Raine no estaría aquí, ni yo tampoco… pero… a pesar de eso, yo lo amaba, Liam, de verdad, lo amo aún hoy en día

—pero… paraste, ¿verdad? — Liam miro expectante a la mujer

—sí, en séptimo decidí cambiar — Annelie miro a Liam — nos fue genial, hasta que finalmente nos casamos, oh, cielos, fui tan feliz ese día, de los días más felices de mi vida! Y el otro día feliz fue cuándo nació mi pequeña, Jacob también estaba feliz, el escogió el nombre

—y después… te fuiste — dijo Liam cabizbajo

—sí, yo… ah, era una niña inmadura todavía, después de que nos casamos a pesar de que estaba feliz, no pude… ya sabes — Annelie soltó más lágrimas — llegaba tarde, no llegaba, me iba por días… y… las agresiones no faltaban, hasta que me fui… y cuando quise volver, ya estaba mejor sin mi

—lo siento mucho — le dijo Liam

—no, no, tiene mucho sentido — Annelie suspiro — entiendo por qué Raine no me perdona, la verdad es que yo tampoco lo haría si fuera ella…

—lo haría — dijo Raine parada en la entrada de la habitación

—hija! — Annelie miro sorprendida a Raine

—te estabas tardando mucho, así que vine a ver qué pasaba — suspiro Raine, se acercó a la rubia y se sentó a su lado — de verdad estás arrepentida?

—sí — Annelie bajo la mirada de nuevo — haría lo que fuera por regresar en el tiempo y cambiar lo que hice, si tan solo yo… pudiera

—ah, vaya — Raine suspiro — papá me dijo que hiciera las pases contigo, así que… está bien, mamá

—cómo me…

—mamá — repitió Raine

—hija… yo… — los ojos de Annelie se llenaron de lágrimas — te quiero!

—yo también te quiero, mamá — Raine abrazo con fuerza a Annelie — solo espero que no te vayas otra vez, por favor

—no me iré, pequeña, no me iré — Annelie correspondió el abrazo

—qué bonito — dijo Liam con un suspiro — pero sigo siendo tu hermano?

—jaja, claro — Raine se limpió una lágrima — siempre serás mi huroncito — dijo desordenándole un poco el cabello

—LIAM! — Amanda subió rápidamente las escaleras — LIAM MIRA LO QUE ME LLEGÓ!

—oye, no arruines nuestro bonito momento — dijo Annelie cabizbaja

—lo siento — Amanda levantó una carta — ven a ver!

—qué pasa? — Liam se puso de pie y camino hacia Amanda, entonces la chica lo llevo corriendo hacia abajo

—no lo puedo creer — dijo Emma en la sala — y yo que pensé que no se podían tardar tanto

—pero que pasa? — pregunto Liam

—ok, mira esto — Amanda abrió la carta, saco algo y enseño una insignia — SOY PREMIO ANUAL!

—que?! — dijo Liam sorprendido — pero… ah, bueno, no es Ilvermorny

—EXACTO! — Amanda abrazo a Liam contenta — somos compañeros!

—bueno, ahora que mis mejores amigos tienen puestos de poder, puedo hacer lo que se me dé la gana, ¿no? — Emma río contenta

—sí, pero solo tú — le dijo Amanda

—bueno, felicidades, Amanda — Liam sonrió — espero poder hacerlo bien

—claro que lo harás bien — Amanda tomo a Liam del hombro — Liam y Amanda juntos de nuevo! ¡Llevaremos a Hogwarts a la cima!

—que reino de terror nos espera — suspiro Emma tumbándose en el sillón — ay, oigan, quieren ir a dormir?

—podemos hacer una pijamada — dijo Anne guardando la guitarra

—sí, todas al cuarto de Liam! — dijo Amanda, y las chicas subieron las escaleras corriendo

—oigan… — Liam se quedó solo en la planta baja, no le quedó más remedio que subir

Las chicas ya habían hecho un encantamiento duplicador al colchón de Liam, y ya se estaban acomodando a lo largo de la habitación. Annelie y Raine ya habían regresado a su habitación, y el señor y señora Baker descansaban tranquilos, así que las chicas podrían hacer todo lo que quisieran. Aun así, el ambiente no desentonaba mucho con el cuarto de Liam, que parecía bastante femenino de todos modos.

—obviamente yo voy a dormir con el — decía Emma, pues Liam había caído rendido

—hmmm, no, creo que yo debería — Amanda se acercó a la cama del chico

—no, yo soy su novia — Emma se acercó también

—pero está es mi primera noche aquí — dijo Amanda con la mano en la cadera

—lo van a despertar — susurro Anne

—estará bien, a veces tiene un sueño muy profundo — dijo Emma

—aja, bueno, buenas noches — Amanda puso una mano en el colchón

—no — Emma se sentó

—lo siento — Amanda también lo hizo. De repente, se escucharon arañazos en la puerta, Anne fue a abrir, y aura entro a la habitación

—oh, hola — Anne le sonrió a la gata, que maulló un poco y corrió a acostarse con Liam

—bueno, como ya está aquí — Emma se iba a acostar, pero Aura le gruño y le lanzo un arañazo

—ella sabe — Amanda río un poco, hizo el intento, pero aura se lanzó a arañarla

—vaya — dijo Emma, mientras Aura les gruñía a las dos

—derrotadas por una gata — suspiro Amanda — ya se, y si la transformamos en una copa?

—hazlo, Liam te va a matar — Emma río

—que linda — Anne se acercó a aura — no sabía que Liam tenía una gatita, hola! — dijo acariciándola

—parece que le caes bien — dijo Emma, aura correspondía a las caricias de Anne

—los gatos son muy lindos — dijo Anne con una sonrisa — casi nunca me arañan

Emma y Amanda suspiraron, y duplicaron un tercer colchón.

Tom era lo suficientemente listo como para saber que no debía interferir en la vida amorosa de otras chicas, pero le resultó muy difícil no hacerlo cuando descubrió a dos chicas solteras vestidas con una camisa en el comedor. Para su suerte, Liam le calmo las ansias, recordándole que una apuesta chica latina lo esperaba a las doce para ir a comprar al callejón Diagon.

—vaya, cuántas chicas — dijo la señora Baker viendo la mesa del comedor

—soy un chico, mamá — suspiro Liam, sirviendo el desayuno

—ya se, ya se — la señora Baker ocupo un lugar, y Liam le sirvió una torre de hot cakes

—hoy tenemos planeadas bastantes cosas — dijo Amanda — vamos a ir al callejón Diagon, y luego…

—pero pensé que iríamos de compras — dijo Anne apenada

—sí, eso haremos, ¿no? — Amanda miro a Anne confundida

—iré con ustedes?

—claro, tenemos que practicar para que te mezcles con los magos — dijo Liam

—bastaría decir que es nacida de muggles, ¿no? — dijo Emma

—para alguien de once años, si — Amanda asintió — pero ya tenemos diecisiete, hasta Liam ya es un mago!

—no es tan difícil — dijo Liam — solo no actúes tan impresionada, como si conocieras eso desde antes

—lo intentaré — suspiro Anne

—y si dicen que es una squib y ya? — pregunto la señora Baker

—una qué? — pregunto Liam

—squib — repitió Amanda — son personas que nacen de magos, pero no tienen magia, nada de nada

—oh… que triste — dijo Liam cabizbajo

—ahora llevan muggles a nuestro mundo — alegó Annelie con la boca llena de tocino — estos jóvenes de hoy en día, irresponsables…

—mamá… — Raine suspiro

—ya, perdón!

—uy, y eso? — la señora Baker miro sorprendida a las dos — ya se llevan bien?

—sí, ahora tengo dos mamás — dijo Raine apenada

—es como si me hubiera casado con Mike — Annelie río, hasta que sintió la mirada de la señora Baker — o mejor con Beatriz, si, mejor con ella

—como sea… — Liam por fin ocupo su asiento — caray, deberíamos comprar conde chocula

—te dije que te gustaría! — Amanda hizo un gesto de victoria

Era un buen día, perfecto para las compras escolares. Cuando Liam termino de desayunar, y estuvo listo para salir, escucho algo en la puerta, así que fue a revisar. Ahí se encontró con una joven de tez morena, cabello largo castaño y una sonrisa alegre.

—ah, hola, Liam! — dijo la joven — me alegro de no haberme equivocado de casa

—hola, Sofía — Liam saludo con la mano — que necesitas?

—a tu hermano — contesto Sofía Hernández López, una chica de origen latino, que Liam conoció desde aquellos tiempos en los que tenía once años, y que era la novia de Tom

—ya, está…

—HOLA SOFÍA! — Tom salió de detrás de Liam — Sofía, estoy aquí, Sofía!

—Hola cariñito — Sofía saludo contenta, y Liam se apartó

—te estaba…

—oh, ¿quién es, Tomi? — Amanda se acercó por detrás, y abrazo a Tom

—Amanda, que estás haciendo? — dijo Tom sorprendido

—A—Amanda?! — Sofía miro incrédula a la castaña

—oh, hola, Sofía — Amanda saludo con la mano — necesitas algo? Por qué Tom y yo estamos algo… ocupados

—pero…

—shhhh, Tom, no tienes que fingir — Amanda acaricio un poco el cachete de Tom

—oye! — Sofía cruzó la puerta — pensé que te gustaba Liam, que haces…

—bueno, una cambia de opinión — Amanda le dio un beso a Tom en el cachete

—AMANDA! — Tom se sonrojo — S—SOFIA E—ESTO N—NO…

—QUE?! — Sofía salto

—JAJAJAJAJAJA — las chicas rieron desde el comedor, y Amanda tampoco pudo contener la risa

—jajaja, que idiota — río Amanda, soltó a Tom y fue a la cocina

—oigan! — Sofía siguió a Amanda a la cocina — uy! ¡¿Por qué hay tantas chicas?!

—te da miedo que tú cariñito este entre tantas mujeres atractivas? — río Emma

—a ti también te da miedo! — alego Sofía, y las chicas rieron de nuevo, menos Emma

—ok, ok, tranquilas chicas — dijo la señora Baker — como encontraste nuestra casa, estás acosando a mi hijo?

—no… Tom me envió una foto de la casa — dijo alzando una fotografía y una carta

—ya veo, y que quieres aquí? — la señora Baker junto las manos, muy seria

—ah… vine… para comprar los útiles y eso… — dijo Sofía apenada

—y quién te dio permiso, Tom? — la señora Baker miro a su hijo

—puedo ir con Sofía ah…

—no

—pero…

—no, ya dije, te vas a quedar en casa, y si ella se quiere quedar, entonces van a estar en la sala y conmigo todo el tiempo — dijo la señora Baker un poco molesta

—eh… donde está tu padre, Tom? — Sofía miro al chico

—trabajando — respondió — a veces lo llaman en vacaciones

—oh…

—mamá, no te preocupes, va a ir con nosotros — dijo Liam

—hmmmm, no se…

—estará bien — dijo Emma — no nos separaremos de ellos!

—ah, ya que — suspiro la señora Baker — pero quiero que estén aquí a las cinco!

—ah, mamá, voy a ir con Emma después — dijo Liam apenado

—COMO?! — la señora Baker se levantó de un salto — PERO QUE TODOS SE MANDAN SOLOS EN ESTA CASA O QUE?!

—perdón… — dijo Liam cabizbajo

—no, está bien — la señora Baker se acomodó el cabello y se volvió a sentar en su asiento central, asiéndola ver cómo una reina hablando a sus súbditos — puedes hacerlo ya, después de todo ya eres mayor, pero tienes que avisarme de esas cosas, cariño

—de acuerdo — Liam asintió con la cabeza, todavía cabizbajo

—bueno, de todos modos, necesitas regresar por tus cosas — la señora Baker volvió a juntar las manos, como una mafiosa italiana — quiero que traigas a tu hermano, y sin… esa

—tiene nombre, mamá — dijo Tom con un tono algo exasperado

—ugh, sí, claro — la señora Baker negó con la cabeza — váyanse entonces

—Oh! — Emma miro a Anne — y si tú también vienes a casa con nosotras?

—a casa? — Anne se encogió — bueno es que… necesito volver a mi casa, todavía soy menor así que…

—pero ya tienes diecisiete, ¿no? — pregunto Emma

—es mayor para los magos — dijo la señora Baker — pero no para los muggles, recuerda mi pequeña yo

—es verdad — Emma suspiro — y como vendrá con nosotros al mundial?

—QUE?! — Annelie puso una mala cara, y su cabello se elevó un poco — COMO QUE VAN A LLEVAR A ESTA MUGGLE AL MUNDIAL?! NO, NO, NOOOOOO

—tranquila anciana — le dijo Emma — ella ya es una bruja, ¿verdad?

—sí, lo es — dijo Raine — y si no te parece, Annelie…

—ah, está bien, está bien — Annelie inhaló y exhalo — ah… estúpidos muggles… — susurro sin susurrar

—Anne, deja eso — le dijo la señora Baker — te recuerdo que mi esposo es uno?

—ya, ya — Annelie se tallo la cara con las manos

—en fin, ya veremos cómo hacerle — dijo Emma — verdad Liam?

—ah… eh… si — dijo Liam todavía cabizbajo antes los ojos de la matriarca de los Baker

—bueno… entonces… — Sofía se meneo un poco de delante a atrás sobre sus pies — nos vamos?

—a las cinco, señorita — gruño la señora Baker — y Liam, mantén los ojos sobre tu hermano

—sí, mamá — suspiro Liam sin subir la mirada

—de acuerdo… — la señora Baker se relajó un poco — pueden irse jóvenes, pueden irse

Liam, Emma, Amanda, Sofía y Tom fueron al jardín, aún que Anne se preguntó por qué habían ido ahí.

—dame la mano — le dijo Liam

—QUE?! — Anne miro sorprendido a su amigo — pero…

—vamos — Liam tomo la mano de Anne — listos?

—listos! — dijeron los demás al unísono

Entonces Liam giro sobre sí mismo, y se dejó envolver por la nada, fijando su destino. Así sintió una breve sensación de opresión, hasta que el fresco aire del callejón Diagon lleno sus pulmones. Estaban en la zona común de aparición del callejón Diagon, a su lado estaban las chimeneas de la red flu, de dónde salían personas acompañadas de un fuego verde. Anne no resistió su primera vez apareciéndose, y la pobre chica soltó su desayuno.

—lo siento — dijo Anne con lágrimas en los ojos

—no te preocupes — dijo Liam, saco la varita y con un meneo, la mancha de vómito del suelo desapareció

—aquí tienes — Amanda le extendió una servilleta de tela a Anne, la chica la tomo y se limpio

—gracias — sollozo Anne — caray… y… donde…

—el callejón Diagon! — Emma tomo a Liam de la mano — vamos, ya quiero comprar!

—ah, Liam, podrías… ya sabes — Tom miro a su hermano, y luego a Sofía

—claro Tom, vayan — dijo Emma con una sonrisa

—pero mamá dijo…

—vamos, Liam — Emma le lanzo una mirada optimista al chico — déjalos estar solos!

—ow… — Liam miro a su hermano — ok… pero nos veremos aquí diez minutos antes de las cinco, ¿sí?

—claro — Tom tomo la mano de Sofía — muchas gracias, Liam!

—si… — Liam vio como Tom y Sofía se alegaban contentos

—bueno, ahora nosotros — Emma empezó a avanzar — vamos mis amigos!

—Vamos — Amanda le hizo una seña a Anne, y la chica empezó a caminar

El callejón Diagon estaba tan vivo como siempre, incluso más de cuando lo había visto por primera vez a los once años. Aunque esa visión probablemente venia de estar completamente solo en el callejón, o al menos sin ninguno de sus dos padres, lo cual le provocaba una sensación vigorizante y liberadora.

No había tantos libros que comprar como la primera vez que compro en el callejón, pues ya en su séptimo año llevaba relativamente menos clases que al principio. Pero antes de empezar a comprar, los chicos tenían que ir a Gringotts, el banco de los magos. Al llegar, después de que Anne terminara de maravillarse con el callejón, vieron a dos duendes a los lados, que con una simple mirada los dejaron pasar.

Era un edificio enorme, lujoso y ostentoso, con duendes a los lados contando monedas de oro, cambiando dinero con los padres muggles, muy atemorizados, y yendo de un lado a otro. Fueron al fondo del banco, en donde un duende hacia cuentas, ahí, Emma se acercó.

—hola — dijo la pelirroja — venimos por dinero

—todos vienen por eso — le dijo el duende — quienes vienen?

—los Brown — contesto Emma

—imposible, no hay ningún…

—los otros Brown — dijo Emma exasperada — solo lléveme a la Bóveda de los Bannister

—ah, los Bannister, claro — el duende asintió — su llave?

—aquí está — Emma saco una llave del bolsillo de su pantalón de mezclilla — y también vamos a ir a la bóveda de los Baker y de los Hill

—su llave?

—aquí está — Liam también saco una llave de su pantalón, que le había dado su madre antes de salir

—también — Amanda mostro otra llave

El duende hizo una seña, y abrió la puerta que tenía detrás. Los jóvenes caminaron detrás del duende, y vieron una sala mucho menos ostentosa que la anterior, hasta llegar a la entrada de una caverna. El duende silbó, y en menos de cinco minutos un carrito vino a ellos, iba sobre un riel, y solo parecía bajar.

Afortunadamente, todos cupieron en el carrito, pero Anne estaba temblando en su asiento. El carrito empezó a avanzar a una buena velocidad, zarandeando a todos, tanto que Anne estuvo tentada a sacar su desayunó de nuevo. Afortunadamente solo pasar por tres niveles, en el cuarto, el carrito se detuvo, y Liam reconoció la puerta de la bóveda de su familia.

—la llave — dijo el duende en cuanto bajaron del carrito, Liam se la dio, y el dunde la introdujo en la puerta

Dentro de la bóveda había una cantidad moderada de galeones, aunque, a lo largo de los años, no la había visto reducirse mucho, pues generalmente usaban el cambio de libras a galeones en el mundo mágico. Liam tomo cuarenta galeones de una torrecita, al lado de otra de knuts, que estaba alejada de, lo que Liam sospechaba, eran quinientos galeones, probablemente acumulados a lo largo de la historia familiar.

Pero vino un cambio radical de niveles en cuanto continuaron el camino, bajaron más de diez niveles, y Liam empezó a ver estalactitas y estalagmitas. Anne estaba prensada de Liam, temblando de arriba a abajo, y Liam le daba palmaditas en la cabeza. La siguiente bóveda fue la de Emma, y cuando bajo, aparte de pedirle la llave, el duende toco ciertas partes de la puerta.

—hmmm, cuanto debería tomar… — dijo Emma viendo las torres de galones, mucho más altas que ella — tú que crees, Liam?

—cuarenta, no vamos a comprar tantos libros, ¿no? — dijo Liam intimidado por la cantidad de galeones

—de acuerdo — Emma tomo la cantidad tranquilamente, y Liam se tentó a tomar una torrecita de quince galeones — adelante, tómalo si quieres, cariño — dijo con una sonrisa

—eh… — Liam dudo un poco, pero al final los tomo

Liam y Emma subieron de nuevo al carrito, y Anne se volvió a prensar del chico. Unas cuantas bóvedas más adelante, después de que una enorme cascada los empapara, Amanda bajo a su bóveda. La joven dio la llave, y el duende, nuevamente, presiono ciertos puntos de la puerta. Cuando entro a su bóveda, llena de, aparte de galeones, copas, artefactos, y demás cosas lujosas, Amanda saco la varita, con un movimiento, se acercó a los galeones y tomo la misma cantidad que sus amigos, entonces movió de nuevo la varita y salió.

—un encantamiento de seguridad — suspiro Amanda — lo puso papá, mamá y yo no hemos podido quitarlo

—y que fue todo eso de la varita? — pregunto Emma

—eso lo desactiva por solo cinco minutos, pero créanme, es mejor reanudarlo que dejar que se acabe el tiempo — Amanda subió al carrito, y el recorrido continuo, esta vez para arriba

El sol brillaba de nuevo para los jóvenes, y Anne aspiraba cuanto aire pudieran sus pulmones. Liam reviso de nuevo la lista de útiles, se concentró en la varita, ya la tenía, pero le hizo gracia una imagen de él comprando una segunda varita. De ahí en fuera, todo parecía normal, los libros de encantamientos fueron fáciles de encontrar en Flourish y Blotts, pero los chicos notaron un nuevo libro para historia de la magia: Historia moderna de Hogwarts, de Hermione Granger.

Anne estaba fascinada con el callejón, incluso con las ranas viscosas de la tienda de animales, y confundida con las costosas escobas. Así paso el día, y lo último que hicieron fue comprar nuevas túnicas, una talla extra, pues siempre crecían de nuevo al final de las vacaciones.

—vamos Anne, tenemos que irnos — suspiro Liam

—me da miedo — dijo Anne con la voz temblando

—solo será un segundo — le dijo Amanda — puedes venir conmigo si quieres

—no quiero… hacer eso de nuevo! — Anne se aparto

—UGH! ¡VEN AQUÍ! — Emma tomo a Anne del brazo, y con un simple "zas" se desapareció del callejón

—espero que este bien — dijo Liam

—se le pasara rápido — dijo Amanda — la verdad, yo también vomite en mi primera vez…

—yo no — dijo Sofía — todavía tengo que repetir mi examen de aparición este año…

—pero puedes aparecerte de todos modos — dijo Amanda — así que… vamos, o tu suegra te matara

—tienes razón — Sofía tomo a Tom de la mano, y con otro "zas" se desapareció

—quedamos los dos — dijo Amanda — algo que decir?

—sí, todavía te gusto? — pregunto Liam

—hmmmm, sí, todavía — Amanda sonrió — pero que tiene que ver?

—bueno, solo pensaba, esta es nuestra última vez comprando cosas de la escuela aquí — dijo Liam con un suspiro — seis años conociéndonos, y sigues teniendo esos sentimientos

—ya veo, es nostalgia! — Amanda rio un poco y se acercó a Liam — bueno, me seguirás gustando, pero creo que es hora de seguir con mi vida, no hablo de alejarme de ti ni dejar de ser amigos, solo… no sé, seguir

—genial! — Liam sonrió — me alegra mucho que lo digas, yo… tal vez suene un poco… narcisista, pero… creo que yo era el que te retrasaba en eso

—sí, tal vez — Amanda soltó un pequeño suspiro — pero no es tu culpa, yo soy la obsesionada con nuestro amor… nuestro… ya sabes

—lo sé — Liam le puso la mano en el hombro — antes de ser pareja fuimos excelentes amigos, ¿no? ¿Recuerdas cuando me enseñaste a escribir con una pluma de verdad?

—jaja, si! Casi llenas la pluma con toda la tinta del frasco — Amanda rio animadamente — es verdad, éramos… somos grandes amigos, estos tontos sentimientos llegaron a arruinar todo

—pero está bien, tampoco me arrepiento — Liam sonrió

—yo tampoco — Amanda también esbozó una bonita sonrisa — ya que dijimos esto… porque no empezamos de nuevo?

—empezar de nuevo? — pregunto Liam

—sí, ya sabes, como el primer año — Amanda se meneo un poco de forma optimista — sin raros sentimientos ni eso, amigos, solo eso!

—me alegra la idea — Liam asintió con la cabeza — empecemos de nuevo, señorita Hill

—hagámoslo — Amanda soltó una sonrisa de confianza — ahora regresemos a tu casa, antes de que Emma venga

—claro, lista? — Liam suspiro un poco, Amanda asintió con la cabeza, y los dos se desaparecieron

—ah, ya iba a ir por ustedes dos — dijo Emma a punto de salir de la puerta de cristal — se estaban besando?

—si — respondió Amanda — Liam dijo que le hacía falta probar unos buenos labios, y resulta que eran los míos!

—imposible — Emma rio animadamente — a Liam le encantan mis labios, ¿verdad?

—cuando dicen cosas bonitas — dijo Liam un poco apenado

—como mierda, puta zorra, estúpida idiota, maldita mustia, y eso? — dijo Emma tranquilamente

—eso no! — Liam negó con la cabeza — que te dije de ese lenguaje?

—tener un vocabulario amplio es bueno, Liam — Emma rio un poco — ya, entren, tu mamá hizo una sopa increíble!

—oh, genial, me encanta la sopa de mamá! — Liam avanzo contento, y Amanda le siguió el paso

Sofía ya se estaba despidiendo de Tom, pues la señora Baker la había corrido. Mientras eso pasaba, Liam fue a dejar todo su nuevo material a su habitación, justo para escuchar toda una discusión abajo.

—VETE DE MI CASA! — gritaba la señora Baker

—NO ME VOY A IR! — gruñía Sofía

—ey, que pasa? — Liam se interpuso entre las dos mujeres

—mamá piensa que no nos cuidaste — dijo Tom

—pero lo hice, ¿verdad? — Liam miro a su novia en busca de apoyo

—sí, estuvimos con ellos todo el tiempo — mintió Emma

—es verdad — Amanda asintió con la cabeza — no hicieron nada indebido

—NO ME IMPORTA! — grito la señora Baker — VETE YA DE MI CASA!

Vieja estúpida — dijo Sofía en español — ¡usted es una idiota, lo único bueno que ha hecho es tener a Tom!

—OYE, ¡NO LE HABLAS ASI A MI MADRE! — dijo Liam igualmente en español, Sofía podía darse el crédito de habérselo enseñado durante esos seis años

lo siento — suspiro Sofía

—que tanto hablan?! — la señora Baker gruño

—ugh, mamá, porque te cae tan mal Sofía? — pregunto Liam

—porque solo quiere aprovecharse de Tom — dijo — solo es su chico de turno, conozco a las de su tipo!

—mamá, te estas portando como mi abuela — Liam suspiro — ella tampoco apoyaba tu relación con papá, ¿verdad?

—no, pero… es… diferente — la señora Baker aparto la mirada — ugh, solo vete por hoy, Sofía o como te llames, puedes regresar mañana

—bien — Sofía se acomodó la mochila — nos vemos mañana, Tom

—lo siento — Tom se acercó a la chica y le dio un beso en la mejilla

—no te preocupes, no todas le podemos caer bien — Sofía le dio un breve vistazo a Emma y se dirigió al jardín, una vez ahí, un "zas" resonó

—ah, niños — la señora Baker negó con la cabeza, meneo la varita y la mesa se empezó a poner sola — acomódense, ahora traigo la sopa

Todos empezaron a comer, un poco incómodos, pues la señora Baker parecía no estar tranquila. Cómo fuera, después de la rica comida, Liam empacó, se despidió de momento de su hermana mayor, de Tom y de Annelie.

—cuando regresas? — pregunto la señora Baker

—en agosto — respondió Liam — después del diez

—ok, ok — la señora Baker suspiro un poco — cuídate, hijo

—lo haré — Liam sonrió, y la señora Baker le dio un abrazo

—ya, vayan — la señora Baker soltó a Liam

—nos vemos! — Emma tomo a Liam de la mano, y con un "zas" dejaron el jardín

—su casa es bonita — dijo Amanda con una sonrisa, entonces también desapareció

—se fueron — Annelie se acercó a la señora Baker

—ah, si — la señora Baker suspiro

—así es la vida, Beatriz — Annelie le puso la mano en el hombro

—ya… — la señora Baker miro a Annelie y las dos entraron a la casa

Mientras tanto, Liam, Emma y Amanda se aparecían fuera de una enorme mansión. Emma saco la varita y abrió la reja de la mansión, todos entraron, y Emma volvió a cerrar la reja.

—ah, hogar dulce hogar — Emma aspiro el fresco aire — bienvenido, Liam!

—gracias — Liam sonrió — tus padres están en casa?

—no sé, a veces llegan muy tarde, ya sabes, como siempre trabajan… — Emma apartó un momento la mirada — pero están ustedes aquí, y está James, así que tenemos la casa para nosotros solos!

—genial — Amanda se estiró un poco — ah, ya quiero ver a James, que pequeño!

—deja a mi hermano en paz — río Emma — se llevan muy bien — le dijo a Liam — ahora siempre quiere jugar con ella

—a todos nos cae bien Amanda — Liam soltó una risita

Los jóvenes continuaron su camino a la mansión, era un jardín muy grande. Emma abrió la puerta, los demás entraron sin problemas, y Liam pudo ver de nuevo la lujosa propiedad de los Brown. En eso, un niño pequeño se acercó corriendo a Emma.

—hermana! — dijo muy contento — hermana!

—JAMES! — Emma sonrió, y James Brown, el hermano de cuatro años de Emma, le dio un abrazo en las piernas — que pasa hermanito?

—te extrañe! — dijo con una sonrisa — Amanda!

—hola! — saludo la chica

—y… oh! — James miro sorprendido a Liam — Hola… — James miro a los lados — y Julie?

—oh, ella no viene — le dijo Liam — pero pronto podrás jugar con ella

—siiii! — James salto de emoción — Emma, mira, mira! — James saco una flor roja de su bolsillo del pantalón — como tú cabello!

—jaja, si, se parece — Emma río contenta

—para ti — James le extendió la flor, y Emma la tomo — jugamos?

—hmmm, pues ha sido un día largo — Emma suspiro un poco — pero claro, vamos a jugar!

—SIIIII! — James tomo a Emma de la mano — todos vamos a jugar!

—pues a jugar — Liam se estiró — vamos, Amanda, tenemos que jugar!

—jaja, de acuerdo! — Amanda corrió hacia Emma, y Liam la siguió