Era un nuevo día y una nueva oportunidad de brillar aparecía, eso pensaba Liam, pues estaba bastante optimista ante el nuevo año, el día anterior había sido bastante tranquilo.

El segundo día del séptimo año también parecía ser tranquilo, solo había dos clase, Herbología y Encantamientos, por lo que los chicos estaban emocionados a más no poder, aún que Liam lo estaba por una razón diferente.

El profesor Neville explicaba como siempre, la primera lección del trimestre era aburrida, al menos para Liam, porque Jack estaba escuchando con atención los secretos del Asfódelo. Mientras tanto, Liam y Amanda jugaban con los dedos, pues Liam le había enseñado un juego muggle de niños, y a su lado, Emma veía muy divertida.

Pero esa aburrida clase paso, y Encantamientos llegó. Liam no fue el primero de la clase, pues todos los chicos estaban ya en el salón de clases.

—sí, y hoy quiero ir — le decía Amanda a Liam

—te acompaño — sonrió Liam — la verdad suena interesante hacer la tarea en la torre de Astronomía

—es muy tranquilo, de verdad — Amanda asintió con la cabeza

—pues yo les dejo — dijo Emma — tengo que ponerme al corriente con unas cosas del equipo de Quidditch

—de acuerdo, nos veremos después — Liam tomo la mano de la chica — solo… eh… no van a… ir chicos, ¿verdad?

—jojo, Liam Baker, estás celoso? — Emma río

—sabes que siempre me pasa — dijo Liam apenado

—tranquilo, ya te dije que no pasa nada — Emma le sonrió a su novio — yo debería de estar más celosa de que te vayas todo el día a solas con Amanda

—lo siento — Liam bajo la mirada

—buenos días jóvenes! — la profesora Alice entro animadamente al salón

—BUENOS DÍAS! — saludaron los chicos al unísono

—ay, qué bien educados — dijo la profesora con una risa sonora — muy bien, muy bien, vamos a empezar la clase de hoy. El día de ayer vimos el encantamiento de levitación, hoy vamos a aprender un poco de lo teórico, bien, ¿quién puede decirme cómo se inventó? ¿Nadie? A ver… si, nuestro premio anual debe de saber

—ah… eh… yo… — Liam miro a Amanda

—el encantamiento de levitación en realidad no se inventó para levitar objetos — Amanda empezó a contar — su creador planeo originalmente utilizarlo para levitarse el mismo, pero cuando quiso exponer su invento, se dio cuenta de que solo logro hacer levitar su ropa

—muy bien, señorita Granger — la profesora volvió a reír animadamente — bueno, no, en realidad yo no iba con esos tres, pero a veces a los profesores se les quedaba, ejem, ese no es el tema

La clase continuo como una rueda en una cuesta abajo, y cuando Liam menos de dio cuenta, la campana de fin de clase sonó.

No había más clases, pero había tarea, no tan agobiante como Raine se lo había advertido, lo cual Liam agradecía que no fuera así. Cómo fuera, ahí estaban, Liam y Amanda, en la tranquila torre de Astronomía. El sol iluminaba casi todo el lugar, y un lento pero agradable aire rosaba la piel de los jóvenes, junto a un silencio solo interrumpido por el momentáneo silbido del viento entre alguna rendija. Los chicos estaban sentados en el suelo, los libros estaban a su alrededor, y enfrente tenían sus pergaminos, con las plumas listas para ser remojadas en tinta.

—bien… entonces es con tierra especial — Liam miro a Amanda antes de escribir en su pergamino

—sip

—yo pensé que salían de la tierra — dijo Liam anotando — ah, creo que está listo

—ves? ¡Terminamos rápido, todo gracias a la torre! — Amanda sonrió

—jaja, sí, es muy tranquila — Liam observo la estructura del lugar — creo que la voy a extrañar cuando salgamos

—yo también…

—sabes, es agradable estar así — dijo Liam mirando a Amanda — como dos amigos, tranquilos, y sin temas complicados!

—es agradable, si — Amanda asintió — a mí también me gusta, ya que te estoy dejando ir, resulta ser algo liberador… y… em… hablando de eso, tengo que decirte algo

—soy todo oídos! — Liam saco la varita y transformó sus orejas en orejas de conejo

—jaja, Liam! — Amanda río animadamente — jaja, basta! ¡Quítatelas!

—pero así te escucho mucho mejor — Liam movió las orejas

—jajaja, ya! — Amanda se secó una pequeña lágrima de felicidad, y Liam se quitó las orejas de conejo con una risita — bueno, lo que te quería decir es… ah, cuando… salgamos de Hogwarts, yo… dejaré gran Bretaña

—cómo dices?

—sí, quiero viajar — dijo la chica — tal vez regrese a América, ya sé que es un poco contradictorio, pero en realidad solo odiaba Ilvermorny, no el resto del continente

—bueno… está bien — Liam bajo un poco la mirada — si eso es lo que quieres, no te detengo

—es… justamente por eso, Liam — Amanda suspiro — creo que tengo que intentar expandirme, y no cerrarme a cosas, es por eso que quiero ir un par de años haya, ¡quién sabe lo que me encuentre!

—pues mucha suerte — Liam inhaló y exhalo — espero que encuentres lo que buscas, pero no cortes comunicación con nosotros, estemos informados!

—claro, de eso ni se preocupen — Amanda sonrió, sintiendo confianza — te quiero, Liam

—yo también te quiero — dijo Liam con una sonrisa — vaya, este lugar sí que nos hace reflexionar

—tiene esa propiedad — Amanda soltó un suspiro de alivio — Liam… tú crees que podré seguir?

—a que te refieres?

—seguir, ya sabes, sin… ti — Amanda bajo la mirada apenada

—claro que puedes! Eres una chica capaz — dijo Liam contento — y una excelente bruja

—gracias — Amanda sonrió — y… em… ya que estamos aquí… puedo preguntarte algo más?

—adelante

—cómo era la otra Amanda? — pregunto — la del Hogwarts maligno

—ya te lo dije — Liam aparto la mirada

—no, Liam, vamos, tengo curiosidad — Amanda se acercó un poco a Liam

—no quiero recordarla

—pero…

—ah, está bien! — Liam gruño un poco y miro a Amanda — era muy diferente a ti, era… mala, creía en la pureza de la sangre como tu padre, y sabía hacer las imperdonables, no solo lo sabía, las hacia… ella lo hacía mucho conmigo, quiero decir… con el otro yo, le hacia la maldición imperius

—yo nunca haría eso! — dijo Amanda de inmediato

—lo sé, pero ella si — suspiro — incluso hizo avada kedavra, entiendes? AVADA KEDAVRA, por eso me moleste contigo

—entiendo, aunque no lo hice yo…

—si… ella y el otro Liam también parecían quererse — Liam se estremeció un poco — aunque dudo que mi otro yo la quisiera al principio, o si, lo que si se es que uso la maldición imperius para… tú sabes… tener… encuentros…

—pues sería una buena idea…

—AMANDA!

—ok, ok, lo siento — Amanda suspiro — yo… bueno no niego que no quiera, pero… no de esa forma

—déjalo — Liam bajo la mirada — lo último que se de ella es que se quedó sola con un montón de dementores, no sé nada más

—estará bien? — dijo Amanda preocupada

—tal vez no esté — dijo Liam — desde que regresamos, no eh vuelto a tener esos sueños extraños

—yo una vez soñé que estábamos juntos — Amanda sonrió — yo estaba aquí, pero tú eras de Hufflepuf

—yo también lo soñé — Liam suspiro — pero era un sueño, un simple sueño — dijo, y se tumbó bocarriba

—un sueño — Amanda gateo hasta el lado de Liam, y se acostó ahí, reposando su cabeza en el pecho de Liam — podemos quedarnos así un rato? — susurro

—solo un rato — dijo Liam, cerro los ojos y escucho el paso del aire, a la vez que sentía como el aire movía se fleco, su túnica, y también podía sentir la cabeza de Amanda

No tardó mucho en dormirse, y no supo si Amanda había hecho lo mismo en ese momento, pero cuando despertó de nuevo, ya en la tarde, Amanda estaba dormida.

La escuela parecía tranquila, por los pasillos se oían leves conversaciones de alumnos, tranquilizados por la hora. En las mazmorras era más evidente, pues casi siempre estaba algo silencioso ahí, y fresco. Pero las cocinas estaban cálidas, aun así, seguían teniendo esa ausencia de ruido, solo interrumpida por los momentáneos sonidos de utensilios siendo trasladados, estufas prendiéndose o apagándose, y el característico sonido del fuego.

—ya estoy aquí — dijo Cass dejándose ver por Liam

—oh, genial — Liam dejo en paz una manzana — lista para tu primera clase?

—claro — Cass asintió, y esbozó una débil sonrisa

—bien, ponte un delantal — Liam señalo a un perchero, en donde un par de delantales descansaban, uno era de mezclilla con bolsillos de cuero, y el otro era rosa y con un bolsillo de corazón

—el de mezclilla se ve bien…

—ese es mío — dijo Liam apenado, camino un poco y se lo coloco, ese delantal ya tenía un par de encantamientos agrandadores encima, pero, aun así, Liam lo seguía usando

—pues ya que — Cass tomo el rosa

—muy bien, primer platillo, huevos revueltos! — dijo Liam contento — ve por un par de huevos, aceite, una sartén y deja esa manzana

—ya voy — suspiro Cass, dejo la manzana en la mesa y se puso en marcha — podrías tráelos tu con magia

—sí, pero la que aprende ahora eres tú — explicó Liam — tienes que familiarizarte con tu lugar de trabajo, saber en dónde están las cosas, además, así aparecen más fácil cuando los invocas con magia

—me enseñaras esos encantamientos? — dijo Cass con una mirada emocionada, aunque no le duro mucho la apariencia

—si aprendes lo suficiente

—aprenderé! — Cass tomo una sartén, pero tiro una torre de hoyas al mover el brazo, alertando a los elfos — uy…

—no te preocupes — Liam saco la varita, con una floritura, las hoyas se acomodaron de nuevo

Resuelto que Cass era un poco más torpe de lo que Liam se imaginó, pero podía con eso, la chica aún era nueva en la cocina, no debía de perder la paciencia. Así paso el tiempo, hasta que llego el atardecer, fue entonces que alguien más llego a la cocina. Odette estaba lista para cocinar una orden de delicias Baker.

—Liam? — Odette miro al chico, junto a la joven, que intentaba menear la sartén

—ah, hola! — Liam miro a la francesa

—y esta quién es? — pregunto Odette

—se llama Casandra — respondió Liam — la atrape ayer intentando cocinar algo, así que ahora le enseño a cocinar

—y por qué trae mi delantal?! — dijo Odette, y puso mala cara

—es que no había otro — Liam aparto la mirada, apenado — oye, cocina bien… o al menos lo intenta

—no me agrada — gruño Odette — que quieres niña?

—cocinar — respondió Cass moviendo el huevo con la espátula

—ves? — Liam sonrió — está llena de energía!

—yo no lo dirá así — suspiro Odette

—además, ella quiere entrar a delicias Baker — le dijo Liam

—esa no solamente es decisión tuya — Odette hizo un puchero

—vamos, no te enojes — Liam camino hacia la chica, y le desinflo los cachetes con los dedos — jeje, linda…

—basta! — Odette le dio un manotazo — bueno, está bien, cocina con ella, al fin y al cabo, ya no quería ser tu compañera

—estás celosa? — Liam rio un poco — vamos, sabes que no cambiaría de compañera de cocina!

—ya lo hiciste — Odette se cruzó de brazos

—solo le estoy enseñando — dijo Liam tomando las mejillas de Odette — no te voy a cambiar

—eso le dices a todas — suspiro Odette

—claro que no — Liam empezó a pellizcar un poco las mejillas de la chica — además, si le enseñamos los dos, puede que aprenda más rápido!

—no se…

—vamos, yo sé que tiene potencial — dijo Liam sin dejar de jugar con las mejillas de Odette — ya verás, ¿sí?

—ah, está bien — Odette bajo los brazos — y ya deja mis mejillas! — dijo, pero las susodichas se sonrojaron

—son como masa — Liam rio un poco

—ya! — Odette le dio pequeños golpes a Liam en el pecho

La tarde continuó, mientras Odette y Liam le enseñaban a Cass a cocinar. Odette había probado la primera creación de la chica, le pareció bastante bien, así que aprobó la decisión de Liam.

Liam había hecho un rico pan de naranja, planeaba comerlo con Emma, así que buscaba a la joven por todos lados. Pero la joven lo encontró primero, estaba un pasillo cerca del gran comedor, cuando Emma le tomo el hombro a Liam.

—que tienes ahí? — pregunto la pelirroja

—ah, Emma, te estaba… — Liam se dio la vuelta, vio a Emma, tenía puesto su uniforme de Quidditch, aún que no estaba completo del todo; estaba sudorosa y tenía una sonrisa muy agradable — buscando…

—aquí estoy — Emma río un poco — que tanto me ves?

—vienes de entrenar? — pregunto Liam

—sip, aún que… quedamos solo tres… — Emma suspiro — en fin…

—eh… no estés triste — Liam se acercó a la chica — es pan de naranja, que te parece si vamos afuera y lo hablamos?

—sí, me gustaría — Emma asintió, Liam sonrió y le dio un pequeño beso — uy, y eso?

—me gustas mucho — le dijo Liam, sonrojado — seguro ahora estás más fuerte…

—algo así — Emma movió un poco la cabeza

—vamos — Liam tomo a Emma de la mano

—que inquieto estás, ¿eh? — dijo Emma soltando una risita

La noche era tranquila, las estrellas brillaban en el firmamento y algunos alumnos las contemplaban, al igual que Liam y Emma. Los jardines, iluminados por las luces del castillo, eran perfectos para hablar a la luz de la luna, y Liam estaba de suerte, pues estando junto a Emma, no sufriría de frío.

—ah, qué día — suspiro Emma sentándose en la hierba, y recostándose en los muros del colegio

—¿qué hiciste? — pregunto Liam, desenvolviendo el pan de naranja

—pues hicimos un buen entrenamiento — empezó a contar Emma — Deryn está como loca, dice que te va a ganar como cazadora, y Marth… bueno el detuvo todas las Quaffles de Deryn… recuerdas que ellos dos estaban muy acaramelados el año pasado?

—lo recuerdo — dijo Liam, cortando el pan con un encantamiento

—pues ahora se llevan fatal — continuo Emma — se odian! Marth me dijo que pelearon, aparentemente Deryn lo empezó a limitar, eso no le gusto y se lo dijo, Deryn tenía sus razones y no quería dejarlas atrás, fue una discusión muy grande!

—oh, que lástima — Liam suspiro un poco — se veían bien juntos

—algo así — Emma tomo un pedazo de pan — en fin, que no se soportan, los convencí de no renunciar al equipo, así que estoy a salvo por ahora, pero no puedo estar con esos dos a solas… ah, extraño a el equipo, me siento muy sola ahí… no sé, tal vez renuncie…

—renunciar?! — dijo Liam sorprendido — pero si tú amas el Quidditch!

—sí, pero… ah, no sé, no se — Emma bajo la mirada

—no renuncies — le dijo Liam — es tu último año como capitana, lo has hecho bien, seguro que el equipo de este año te recordará mucho después!

—no…

—y, además, tu podrías hacer el nuevo equipo! — Liam sonrió — y, no sé, tal vez reclutes a la próxima Emma Brown

—a… la próxima? — Emma miro a Liam

—sí, a la próxima — Liam tomo la mano de la chica — no te rindas!

—yo… — Emma bajo otra vez la mirada — lo voy a pensar

—está bien… — Liam apartó la mano, y los dos se quedaron en silencio

—y tú que hiciste? — pregunto Emma después de un rato

—yo… — Liam miro a Emma — nada

—nada? — Emma lo miro confundido — que hiciste con Amanda?

—la tarea — respondió

—y… — Emma hizo tiempo para que Liam continuará, no lo hizo — que más hicieron? Liam?

—n-nada — mintió Liam, contarle sus vivencias solo haría reír a Emma, o eso pensaba Liam, así que decidió dejarlo para sí mismo

—nada — gruño Emma — por eso querías verme, por eso me recibes tan cariñoso, ¿verdad?

—a que te…

—ya sé lo que hicieron — dijo Emma, y Liam detecto hostilidad en sus palabras — y-yo voy a entrenar y tú… claro, yo estoy ocupada y tú… tu… — la voz de Emma empezó a temblar, y sus ojos se humedecieron — y tú también me dejas sola

—que? ¡No! — Liam alego de inmediato — no te estaba engañando con ella!

—no, no — las lágrimas se empezaron a desbordar de los ojos de Emma — no soy tan tonta, Liam!

—pues tal vez si lo seas — le dijo Liam — tan tonta como para seguir creyendo que no te amo, tan tonta como para seguir creyendo que estoy enamorado de Amanda, tan tonta como para pensar que siempre estoy haciendo cosas a tus espaldas, TAN TONTA COMO PARA NO CONFIAR EN MI!

—b-basta — sollozo Emma, las lágrimas no dejaban de salir

—no, ya estoy harto, estoy harto de decirte que confíes! — gruño Liam — estoy cansado, Emma, yo confío en ti! Confío en ti ciegamente, porque te amo, porque eres mi mejor amiga, porque eres mi novia, y yo te respeto

—y-yo… — Emma bajo la mirada — vete

—pues… — Liam estuvo a punto de tomar sus cosas, pero entonces miro a Emma, suspiro y se acercó a ella, dándole un abrazo — no me voy a ir

—vete! — Emma se quitó a Liam de encima, pero el chico se volvió a lanzar a abrazarla

—DEJAME EN PAZ! — Emma se quitó a Liam de nuevo y le dio un puñetazo en la cara. Liam sintió, y escucho, la montura de sus lentes siendo dobladas, y el puente de su nariz empezó a arder, cuando Liam volvió a abrir los ojos, el cristal izquierdo estaba roto, pero no le importo, se volvió a lanzar — SUELTAME YA!

Se quitó de nuevo a Liam, le araño la cara y repitió el puñetazo. Liam cayó en la hierba, sus lentes también salieron volando, y Liam sabía que los dos cristales estaban rotos. Sin embargo, se apartó el cabello de la cara, se puso las gafas rotas y se acercó a Emma, que estaba roja de irá, y sin dejar de llorar. Liam volvió a abrazar suavemente a Emma, y dijo:

—no te voy a soltar

Entonces Emma lo entiendo todo. Ella estaba alejando a Liam, como él alguna vez lo hizo con ella, y Liam seguía renuente a seguir con ella, como ella lo había hecho con el aquella vez. Eso no hizo más que provocarle más lágrimas, y un lamento que Liam nunca había escuchado. Pero, al fin, Emma, con un hilo de voz, le dijo:

—no lo hagas

—no lo haré — respondió Liam — voy a estar contigo, siempre

Fue entonces que Emma por fin correspondido al abrazo, un abrazo fuerte y cálido, un poco húmedo. Se separaron un poco y los dos esbozaron una sonrisa, Emma saco la varita y susurro:

Reparo

Y las gafas de Liam se repararon al instante.