Capítulo 12: Nos vemos luego.

El corazón de Jooin se detuvo por un instante, incapaz de creer lo que estaba escuchando. Cain sufría el mismo mal que él; era imposible para ambos olvidarse mutuamente.

"¿Por qué pretendiste lo contrario?"

"Jooin, tú… amas a otra persona. ¿Cómo podría cargarte con el peso de nuestros recuerdos?"

"Entonces, ¿decidiste cargarlo tú solo?"

"Supuse que sería lo mejor para ambos. Han pasado muchos años y no pretendía volver a encontrarte. Las cosas ya no son iguales, Jooin".

"Esto tiene que ver con la persona que amas, ¿verdad? ¿Te parece desleal lo que sucedió entre nosotros?"

"No es eso".

Jooin no podía más con la intriga; quería escuchar todo sobre Cain. Sentía una curiosidad inconmensurable, acompañada de la necesidad de saber todo lo relacionado con la persona que amaba. Sabía que era egoísta tratar de acaparar la atención de Cain ahora, cuando el tiempo había transcurrido y este ya no estaba en sintonía con sus sentimientos del pasado, pero no podía evitar querer más.

No sabía cómo abordar las dudas que no lo dejaban dormir por las noches, pero se atrevió a insistir en el tema, todo con tal de aligerar un poco su corazón.

"Cain, lo lamento".

"No tienes por qué…"

"No, no me refiero al beso. Me refiero a todo. Lamento mucho haberte despedido de aquella forma hace cinco años; lamento haberte hecho esperar por una respuesta que no pude darte. Lamento que nos encontráramos nuevamente y que eso trajera incomodidad a tu vida. Jamás quise que sufrieras por mi culpa, y pensé que las decisiones que había tomado contribuirían a la felicidad de ambos. No imaginé que terminaría arrepintiéndome y que te heriría".

"Jooin, nada de lo que pasó es tu culpa. Es verdad que te amaba mucho, pero fue mi decisión quedarme a tu lado, aun sabiendo que amabas a otra persona".

"No lo hacía..."

Cain quedó descolocado. ¿Qué era lo que Jooin estaba tratando de decir?

"Yo… en el fondo siempre esperé que volvieras. Sabía que tus sentimientos eran lo suficientemente profundos como para abandonarte a ti mismo con tal de mantenerte a mi lado. No podía hacerte eso, Cain; merecías mucho más. Tuve miedo de volver a buscarte, a pesar de lo mucho que te extrañaba".

"Jooin, ¿a qué te refieres?"

En ese momento, las lágrimas empezaron a brotar descontroladamente, regando las mejillas de Jooin mientras este sollozaba suavemente. Trató de controlarlas con todas sus fuerzas, pero fue imposible.

Cain no soportaba ver la tristeza de Jooin; le partía el alma el estado en que se encontraba, pero no sabía si era lo correcto tratar de consolarlo. Estaba seguro de que Jooin tenía sentimientos hacia otro hombre, que quizás todavía seguían juntos. Sabiendo esto, ¿cómo podría esperarlo nuevamente, como lo hizo en aquel tiempo? ¿Cómo podría atreverse a plantar una duda en su corazón o causar incomodidad? Su felicidad siempre había sido su máxima prioridad. Además, aún lo amaba ciegamente.

Jooin seguía sollozando, tratando de reunir el coraje para decir aquello que llevaba tantos días apretándole la garganta, pero no lograba articular más palabra que el nombre de Cain. Lo mencionaba repetidamente intentando calmarse, pero era inútil.

Cain no pudo soportarlo más. Con delicadeza rodeó los hombros de Jooin, atrayéndolo hacia sí mientras lo envolvía en un abrazo y acariciaba su cabello con ternura. Jooin respondió abrazando su cintura con fuerza.

"Jooin, no tienes nada de qué arrepentirte. Agradezco haberte conocido y haber pasado aquel tiempo contigo. Ni una sola vez pensé lo contrario".

Ese era el momento. Jooin supo que, si no lo decía entonces, la frase que tanto le había costado formular moriría sin llegar a su destinatario, y no podía dejar que eso sucediera.

"Te amo… te amo muchísimo".

Jooin levantó la mirada hacia la cara de Cain y repitió sus palabras.

"Te amo tanto que me duele. Yo… nunca sentí algo así. Jamás debí decirte adiós. No debí despedirme de ti de esa forma. Debí decirte que te vería luego. No "adiós", sino "nos vemos luego"."

Aquellas palabras retumbaron en la cabeza de Cain y, sin darse cuenta, también empezó a llorar. Abrazó a Jooin con más fuerza mientras inhalaba su aroma y descansaba su cabeza en su hombro. Necesitaba un momento para procesar lo que estaba sucediendo y quería aferrarse fuertemente a él para asegurarse de que no se trataba de un sueño. Jooin estaba pronunciando las palabras que llevaba tantos años anhelando.

Se quedaron así por un momento, hasta que Cain salió de su estupor y le pidió a Jooin que repitiera lo que acababa de decir.

"Yo… te amo. Te..."

Cain lo interrumpió a media frase, tomando su cabeza para guiarla y así poder reclamar sus labios. Lo apretó con fuerza mientras lo besaba con insistencia, al mismo tiempo que Jooin lo agarraba por los hombros y lo acercaba más a él. No pudieron separarse hasta que les faltó el aire y Cain materializó las esperanzas de Jooin.

"Jooin, no ha pasado un solo día en que haya dejado de amarte".

Nuevamente se abrazaron fuertemente, hasta que un golpe de realidad y confusión atravesó a Jooin, obligándolo a separarse.

"Espera, ¿quién era la persona que mencionaste que amabas? ¿Aquella persona amable y considerada con la que no podías estar?"

Cain lo miró con incredulidad.

"Por supuesto que eras tú... siempre has sido tú".

"Pero, entonces... ¿quién es el hombre de la oficina con quien siempre ríes?"

Cain soltó una carcajada que resonó en la calle donde se encontraban.

"¿Te preocupaba que fuera esa mi persona amada?. Es mi hermano, Aaron. Está de pasante encubierto en la compañía".

Jooin rió junto con él. No podía creer aquella confusión y no daba más de felicidad. Ambos conservaban preciosamente aquellos recuerdos que compartieron y se amaban con la misma intensidad. Sus destinos nuevamente se entrelazaban, otorgándoles una segunda oportunidad para hacer las cosas bien. Aunque todavía quedaba una duda por resolver.

"¿Por qué pretendiste olvidarme?".

"No quería que te sintieras incómodo con mi presencia. Tampoco quería irrumpir en tu relación ni en los sentimientos que tenías por él…"

"Eso no funcionó. No hay nada en qué irrumpir ni sentimientos por otra persona. Te amo a ti".

Cain lo acercó y besó su frente con ternura. Había algo que conservaba celosamente desde el pasado, y sintió que había llegado el momento de que retornara a su dueño original.

Con cuidado se separó de Jooin y sacó de su cuello un collar del que colgaba un anillo que hacía juego con el que él usaba. Con cuidado desprendió el anillo y lo sostuvo en su palma, mientras miraba a Jooin expectante.

"¿Puedes aceptar mis sentimientos?"

Jooin tomó el anillo y se lo puso.

"Solo si tú aceptas los míos".

Mientras se abrazaban, Cain susurró al oído de Jooin.

"No podría decirte que no jamás. Después de todo, siempre he sido tuyo para reclamar. Esta vez, ¿puedo quedarme?"

"Por favor, quédate y no te vayas nunca".

Entrelazaron sus manos y caminaron por aquella calle mientras reían, esperando ansiosamente lo que el futuro les deparaba juntos.

FIN.