Mi vida sin μ's


Sinopsis: [AU] El camino a la escuela fue el mismo de siempre. El anuncio del cierre sorprendió a menores y a mayores. "La preparatoria Otonokizaka cerrará sus puertas a nuevos ingresos a partir del próximo año". El destino no favoreció el rescate de la antiquísima institución, aunque puede que si a cierta chica se le hubiera hecho tarde ese día todo hubiera cambiado

¿Qué es un sueño que nunca se soñó? ¿Qué es lo que sucedió en el cielo que nunca llenó el espacio para sus nueve nuevas estrellas? Y más importante, ¿qué fue de ellas?


Parte 1. Jardín dicotómico


Capítulo 2: Invierno


Pasó algo raro. Llevaba ya un buen rato despierta cuándo lo noté. En esta época del año, la nieve ya no era tan común y las hojas de los árboles eran más bien pocas, porque todavía no llegaba la abundante primavera a ayudarles a renacer. Era una buena época del año para barrer, pues era sencillo. Un movimiento hacia el frente, un movimiento hacia atrás. Y repetir. Polvo y algunas persistentes flores de cerezo muertas eran lo único que se dejaba empujar por la escoba. Me divertía empujando de un extremo a otro una basurita de esas cuando lo sentí.

No es común que haya mikos a esta hora, y por eso mismo se me hizo tan extraño. Un estruendo, como el ruido de un florero, invadió mis oídos para interrumpir la armoniosa melodía de la escoba. Se me hizo raro. A esta hora no debía haber nadie en el santuario. Además, el ruido no parecía venir de ahí. De hecho, no parecía venir de ningún lado. Era como si viniera de mí misma.

El ruido se comenzó a extender en un cosquilleo. Tenía frío. E incluso si era muy temprano y sólo traía puesta la ropa de miko, no me era familiar esta esta gélida sensación. De hecho, era antónima a algo familiar. Se sentía raro.

Una inexplicable y a la vez conocida sensación de soledad se apoderó de mí. ¿Por qué me sentía así una vez más? Cerré los ojos un momento y ante mí apareció una luz brillante. Eran varias luces de hecho, una pantalla entera de ellas, con foquitos blancos haciendo un fondo y, al centro, escrito con foquitos rosas "μ's". Abrí los ojos con sorpresa y, al intentar volver a visualizar la imagen, ya no estaba. Había desaparecido. Ni siquiera podía recordar exactamente lo que acababa de ver. Ese μ's acababa de desaparecer tan fugazmente como llegó a mi mente. Y me hizo sentir sola.

Sin poderme explicar qué había pasado, continué barriendo. Esperé que esta madrugadora hora pasara volando para poder llegar a la escuela. No quería sentirme así más tiempo.


—¿Cómo es posible que el consejo estudiantil apenas se esté enterando de esto? —dijo la rubia, indignada — Una noticia de esta magnitud tuvo que haber sido considerada, o por lo menos comunicada a nosotras antes de que se hiciera del conocimiento de todo el cuerpo estudiantil.

La mujer frente a ella permaneció impasible, con una mano en el mentón y en la otra reposada en su escritorio de roble. Su sonrisa amable no desapareció ni un segundo.

—Ayase-san, es cierto que debí haberte informado antes. Lamento haber publicado el anuncio tan repentinamente. Sin embargo, la presión por parte de los otros accionistas de Otonokizaka ya es insostenible, y, con el número de solicitudes previstas para el próximo año, el presupuesto no alcanzará para obtener siquiera un punto de equilibrio. No tenemos manera de seguir sosteniendo la escuela un año más.

—Eso no puede ser, como institución tenemos una historia muy larga entre la localidad.

—Creo que eres consciente del desempeño que hemos tenido en los últimos años, dime tú, Eli-san, ¿qué esperanza puede tener nuestra escuela comparada con todas esas nuevas preparatorias modernas en ascenso? Creo que nuestra situación era un escenario que sospechábamos ya era posible.

La presidenta del consejo estudiantil chasqueó la lengua, evitando darle la razón a la directora de la preparatoria, cuya sonrisa amable por fin cedió ante la gravedad de la situación.

—Eli-san, cuando entraste a Otonokizaka hace dos años, ¿cuántas clases había?

—Tres clases, Minami-san.

—El año pasado, ya estabas en el consejo estudiantil, seguro que sabes perfectamente cuántas clases tenemos de nuestro ahora segundo año ¿verdad?

—Dos clases, Minami-san —dijo, chasqueando la lengua otra vez, entendiendo el rumbo que había tomado la conversación.

—Le diste la bienvenida a nuestra clase de primero hace unas semanas, ¿no es así? Es ahí donde se encuentra nuestro problema. ¿Crees que me puedas ayudar a saber cuántas clases prevemos para el próximo año? —dijo, en un tono ligeramente triste.

La directora tomó un bolígrafo de la mesa y comenzó a pasearlo entre sus manos. Su mirada, en un vaivén entre los ojos azules de Eli y el truco de su mano, optó por posarse en los zafiros.

—Por favor, no pienses que yo no he intentado evitar esta situación. Intenté alargar este predicamento hasta el último momento, aun cuando los otros socios me pedían hacerlo oficial desde hace varios meses. —carraspeó un poco, y dio sin desviar la mirada un sorbo a su taza de café — El número de solicitudes preliminares que hemos recibido para el próximo año no es alentador. No se armará ni media clase. No es rentable que Otonokizaka continúe con sus puertas abiertas, ¿entiendes, verdad, Eli-san?

Eli permaneció calma, intentando encontrar una respuesta para combatir el argumento de la directora.

Mientras tanto, por una de las ventanas de la oficina, debidamente acondicionada, se contemplaban los cerezos de Otonokizaka, que, al igual que los del templo, esperaban pacientemente la primavera que comenzaría en unas semanas, y que traerían una nueva oportunidad de vida.

—Entiendo que el problema es que el número de solicitantes es demasiado bajo; sin embargo, si consiguiéramos demostrar lo bueno de nuestra escuela, —dijo Eli, acercándose al escritorio con pasos cortos y una mano en el aire, haciendo un gesto pensativo— y considerando que el año escolar apenas comienza y tenemos un considerable número de meses, podríamos revertir la situación.

Eli hizo una pausa. Al ver que la directora continuaba escuchando atentamente, continuó:

—¿Qué pasaría si consiguiéramos, en su lugar, estudiantes suficientes para armar cuatro clases? Nuestra capacidad se restauraría y contrarrestaría el efecto de los dos años anteriores. Otonokizaka volvería a conseguir una matrícula completa y fondos suficientes para mantenerse con vida. Abrí la ventana ligeramente para permitir que el aire frío de afuera se mezclara con este bochorno artificial. Sentí que el ambiente comenzaba a volverse pesado, y no faltaba mucho para que medir fuera una necesidad.

La directora rio sin malicia y la miró con amabilidad:

—Me temo que esas no son las circunstancias en la que nos encontramos ahora mismo, Ayase-san. ¿Tienes alguna idea de que podríamos hacer para revertir esta mala racha? ¿Qué cosa crees que podría revertir la difícil situación en la que nos encontramos?

—Podemos volver a darnos a conocer entre la comunidad, podemos remarcar la relevancia histórica que como escuela tenemos, podemos presumir de nuestros logros recientes, podemos… —dijo la presidenta —¡Hacer algo! ¡No darnos por vencidas a la primera dificultad! ¡No hacerlo oficial y perder una batalla que ni siquiera quiso comenzar!

—Eli-chi —en todo el tiempo de conversación que llevábamos no me había permitido interrumpir, pero sabía que se había excedido. Era momento de estar en medio.

Eli entendió inmediatamente y agachó la cabeza, escapando del escrutinio de la directora. La peligris comenzó a reírse muy levemente, y de inmediato soltó su atención de Eli.

—Vicepresidenta, seguro que tienes algo interesante que añadir a esta lluvia de ideas, ¿no es así?

"Dame la razón, sabes que la tengo". Su mensaje era casi evidente incluso sin el mar de pensamientos que sentía en la habitación.

"Tenemos que hacer algo. No puedo dejar que esto termine sin ni siquiera haber intentado pelear por salvarla". Muy levemente susurró en mi oído lo que sabía que era realmente un huracán salvaje en formación.

—Es muy pronto para tomar una decisión, ¿no les parece? —dije, intentando mediar la situación. —Señorita directora, usted menciona que nuestras solicitudes preliminares no están cumpliendo con la demanda que necesitan para mantener la operación. Sin embargo, aún es invierno y tenemos un largo camino por recorrer antes de que comience el ciclo escolar. Una buena campaña de la escuela conseguiría, tal vez no las cuatro clases que Eli-chi promete, pero sí dos. ¿Eso sería suficiente para que compremos más tiempo de sus accionistas? ¿Qué les parecería darnos un poco más de tiempo?

"¡Sí! ¡Tiempo! ¡Sólo necesitamos tiempo y esfuerzo y podemos salvarla!"

Me dio mucha ternura todo el mar de emociones que había al mi lado, e intenté mantener mi sonrisa serena contra la homónima de la adulta de la habitación.

—Dos grupos no son algo ideal. Sería lo justo para que no perdamos con la operación, pero minimizaría las ganancias que podamos recibir los socios en todo el año que entra. Desde un punto de vista frío, liquidar sería lo más óptimo.

—Liquidar tampoco sería posible inmediatamente. A partir de ahora, tendrían que esperar tres años antes de poder tener en sus manos el dinero. Tenemos un compromiso con las estudiantes que están inscritas. Hasta que no se gradué la última de ellas, no se pueden cerrar las puertas de Otonokizaka. —dijo Eli-chi, retomando el ímpetu. Decidí que esta vez la apoyaría a ella.

—Añadamos a eso que, con el arreglo actual, estarían perdiendo durante todo el último año de operación de Otonokizaka. Si conseguimos dos clases, eso podría revertirse, ¿eso no es de interés de sus socios, señorita directora?

Minami-san dejó de contener la risa que yo había percibido en sus comisuras. Su bolígrafo comenzó a bailar frenéticamente en sus manos

—¡De verdad son tercas como mulas ustedes dos niñas! —dijo, entre risas —No tiene sentido intentar convencerlas de lo contrario, ¿cierto?

—¿Nos dará la oportunidad? —insistí una última vez, sin perder la sonrisa.

—Ayase-san, has escogido perfectamente bien a tu mano derecha, ¿no es así? —su mirada se desvió de la mía y se posó en Eli, que recuperó los ánimos.

—Estoy muy conforme con el trabajo que hemos hecho juntas, sí —dijo, recuperando la compostura y parándose justo a mi lado. Mediar ya no era necesario y ella me acababa de hacer muy feliz.

"Vamos a dejar que se diviertan. Pase lo que pase, la que más sale ganando soy yo" Como un susurro llegaron a mí las intenciones de la directora Minami. No había sido difícil conseguir un rayo de esperanza para Eli. Y no podía hacer menos. Cuando ella estaba aquí, yo ya no estaba sola.

—Bien. Les daré una última oportunidad. Justo antes de las vacaciones de Pascua, en Otonokizaka celebramos, como ya sabrán ustedes dos, el campus abierto. Consigan una clase y media para ese entonces y yo me encargaré de que Otonokizaka no cierre. —dijo Minami-san, recuperando una vez más su tono de directora, elocuente y educado. —Sin embargo, si para ese entonces no tenemos estudiantes suficientes, voy a oficializar el cierre y no habrá marcha atrás. ¿Eso es adecuado para ti, Tojo-san?

—Eso es extremadamente justo y adecuado para mí, señorita directora. —le dije con una ancha sonrisa en labios.

—¿Tú qué opinas, Ayase-san? —dijo con amabilidad la directora, viendo a la que hasta hace unos momentos había dejado de parecer la respetable presidenta del consejo estudiantil.

—La voy a salvar. No voy a dejar que Otonokizaka termine así, directora Minami.

La mencionada aplaudió jovialmente, y, después, resopló en sus manos como una niña pequeña.

—Tojo-san, cierra la ventana por favor. El aire frío lastima a las articulaciones de una persona de mi edad. —comenzó a reírse levemente— Estoy ansiosa por ver sus resultados. Por favor, siéntanse en confianza de recurrir a los clubes, a las estudiantes, a sus profesores y a mí para cualquier cosa que necesiten. En estos tiempos difíciles Otonokizaka tiene que estar unida, ¿no es así?

Caminé hacia la ventana. El tenue sol comenzaba a salir conforme la iba cerrando. Ya me habían dicho que esta primavera sería una oportunidad para renacer. Parecía que no se referían únicamente a los cerezos.

—Trabajen duro, diviértanse y hagan su mejor esfuerzo —dijo la directora, haciendo un ademán para que nos fuéramos.

—¿Y qué sucede con su anuncio en el tablón escolar? —dijo Eli, intentando ocultar su molestia ante la aparente burla de la directora.

—Pueden retirarlo. Reemplázalo con algo que te parezca adecuado. Después de todo, ahora está en tus manos salvarla, ¿no es así Eli-san? Todo lo que suceda con Otonokizaka a partir de ahora puede descansar en las hábiles manos de tu consejo estudiantil.

—Gracias por su atención, señorita directora.

—No, no. Gracias a ustedes por su preocupación. Hagan su mejor esfuerzo.

Salimos las dos y cerramos tras nosotras la puerta. Apenas salimos, el frío del pasillo calmó el bochornoso aire que había dentro.

"Gracias, Nozomi". El ciclón se deshizo y ahora lo que quedaba era un arroyo de pensamientos.

—Es un día muy lindo, ¿no te parece Eli-chi? —le dije, mientras recorríamos el pasillo. Seguía asomada a la ventana, mientras el sol se rendía en su juego el escondite y traía la luz a nuestros jardines. —¿Qué vamos a hacer?

—Lo mismo que le dije a Minami-san. La voy a salvar, no voy a dejar que la escuela dónde estudió mi abuela desaparezca sólo porque las jóvenes han sido maravilladas por algo novedoso. Aún hay mucha gloria que se puede desenterrar de esta escuela, y no me interesa que incluso nuestra directora ya se haya rendido.

"Tengo que salvarla. No puedo fallarle nuevamente".

—¿Estás segura de que eso es todo?

—Lo que no te diga lo leerás de mi cabeza, ¿o no? —dijo intentando permanecer a la altura de la situación.

—Tal vez ya lo hice, mi presidenta.

—Tengo mucho trabajo por delante, Nozomi. —dijo Eli-chi seria. —Este año no habrá lugar a distracciones. No puedo descuidar la misión primero del campus abierto, y después del resto del año. Necesito conseguir gente suficiente para que armemos dos clases.

"No voy a fallar"

—Oye, no sé por qué sigues diciendo que "tienes, que "puedes, que "necesitas". —dije, alcanzándola y chocando mis hombros contra los suyos a propósito —Minami-san dijo que escogiste a una perfecta mano derecha, ¿no? ¿Tú piensas que no soy perfecta? —hice un falso puchero tomándola de la mano.

Aunque quise avergonzarla haciendo una broma, su respuesta era muy importante para mí. Desde que había llegado por mí a las puertas del templo, la soledad que ese jarrón dejó en mí había desaparecido. De hecho, desde que nos habíamos vuelto amigas hacía ya dos años, yo ya no estaba sola. Eli-chi era todo para mí. Y yo no iba a dejarla sola. No podía hacerle eso.

—Deja de jugar, Nozomi —dijo intentando disimular lo avergonzada que estaba. No necesitaba un espíritu susurrándome sus pensamientos para saber que había cumplido mi cometido. Y ahora ninguna de las dos estaba sola. No se negó a que le tomara la mano y tampoco intentó soltarse. Caminamos el resto del pasillo a la sala del consejo estudiantil siendo una sola.

—¿Estoy jugando, Eli-chi?

Dejé que esta vez fuera ella la que leyera mis pensamientos. No necesitaba de un espíritu que se los confirmara. Me gustaba tanto poder ser transparente con ella. Sentía su compañía.

—Vamos a hacer esto juntas. Vamos a dar nuestro mejor esfuerzo y un poco más, y cuando estemos conformes con lo que logramos, ¿qué te parece si lo celebramos? —le dije con una sonrisa.

—Es mucho trabajo el que tenemos por delante. ¿Qué te parece si lo discutimos más tarde en la sala del consejo estudiantil? —dijo Eli, por fin dejándose ir del agarre. —Tenemos que llegar a nuestra siguiente clase. Ya hice demasiado mal robándote toda la primera.

—Prometo estar a tu lado. —le dije, sin saber de dónde venían mis palabras. Me puse colorada al volver a pensar las implicaciones de lo que acababa de decir.

Y así, ya no había un jarrón que me aterrara. Ya no había ruidos que me hicieran sentir sola. Íbamos a hacer esto juntas. Y aún si no lo lográbamos, fracasaríamos unidas. No iba a estar sola.

"Otra vez dices cosas raras, ¿no?" sentí su susurro como un riachuelo feliz. Y dentro de mí, me hacía igualmente feliz que la hiciera feliz tenerme a su lado.

Valdría la pena revivir juntas los cerezos esta primavera.

Fin del capítulo


Hola a todos,

Bien. Han pasado muchísisisisisimos meses desde que publiqué la primera parte de esta historia en febrero. Confieso que iba a escribir más el fin de semana después, porque me hizo muy feliz ver el apoyo que tuvo esta historia, pero más de un factor me lo impidió. Me enfermé de COVID justo el fin de semana después de publicar la parte cero, luego me atacó con todo mi semestre y cuando me dio la oportunidad de respirar me atacó con toda la fuerza una descubierta pasión por el Honkai Star Rail, que estuvo de hecho impidiéndome escribir incluso ahora en mis vacaciones.

No hay nada que me disculpe, hice un plan detallado para cómo quiero que salga esta historia en abril y ni así me he sentado a escribir un capítulo en serio hasta el día de hoy. He pensado en sí varios fragmentos en mi cabeza y he de decir que una de las principales razones por las que no he publicado nada es porque muchos de esos fragmentos tienen que ver con las parte de la historia.

Ahora que ya he publicado por fin la parte 1 y he revelado las identidades de sus protagonistas, les permitiré teorizar, pero igual les daré una pista. La razón por la que comencé con la parte de Nozomi y Eli es porque, aunque cada parte cuenta una historia independiente, algunas cosas de la parte 2 pueden hacer spoilers de la parte 1, y algunas cosas de la parte 3 pueden hacer spoiler de la parte 2. Con esto, creo que ustedes pueden ir deduciendo un poco de qué tratará cada parte.

Ahora bien, quiero comentar por qué es que he decidido justamente superar el bloqueo que me ha tenido amarrada desde febrero justo el día de hoy. Para quién no me conozca tanto, hoy, 31 de julio, es mi aniversario en FanFiction e igual mi aniversario como escritora. Llevo 6 años en la plataforma y 7 años escribiendo, y quería festejar que, aunque ya no sea tan constante como antes, sigo teniendo el privilegio de expresarme a través de las palabras.

No les voy a mentir. Este capítulo no particularmente mi favorito. Me gustó lo que representa el personaje de Nozomi y es por eso que lo publicaré, porque es exactamente como me siento el día de hoy y cómo me siento con la escritura, pero no sé cuándo podré volver a publicar el siguiente capítulo de esta parte. Igualmente me gustó que pude retratar un lado un poco más abierto y coqueto de Nozomi, que nunca me había salido natura hasta este momento. Se lo atribuiré a que yo misma soy ya un poco mayor a lo que era cuando comencé a escribir hace ya tanto tiempo.

Aún no decido si Nozomi narrará todos los capítulos de esta parte. Aún así, es muy probable que así sea. Desde la primera vez que escribí a Nozomi hace ya casi 6 años, me gusta mucho darle "poderes" en un sentido más literal de la palabra. En mi historia original ella puede leer pensamientos de una forma muy literal gracias a los espíritus. Aquí lo he rebajado un poco, pero igualmente es algo a lo que me gustaría darle significado. Espero que puedan seguir leyendo y acompañando a la pelimorada en su viaje.

¿Ustedes qué piensan? ¿Qué posibilidades tienen nuestra rubia y nuestra pelimorada de salvar Otonokizaka sin su grupo de nueve? ¿Qué va a pasar con el campus abierto? ¿A ustedes igual lees desagradó la directora Minami? Está escrita a propósito para ser desagradable sin llegar a ser directamente una villana. Quise dejar claro que no las va a ayudar aún si no piensa interponerse en su camino. Es simplemente indiferente, como tanta gente en este mundo puede llegar a serlo.

Finalmente, llego a la parte que más me ilusionó cuando volví a escribir. Sé que emocionarme por leer comentarios de otra gente puede sonar infantil, pero desde que comencé era mi parte favorita de estar aquí y cuando llegaron a mi bandeja de entrada hace tantos meses igualmente me hicieron mi día. Valoro mucho los comentarios que se toman el tiempo de dejar y créanme que por estos dos comentarios es que me dio tanta vergüenza haber tenido un bloqueo tan largo. Quería generar algo lindo para ustedes, y espero que el resultado les haya por lo menos, motivado a esperar al siguiente capítulo de esta parte.

nadaoriginal: Alo! Agradezco muchisisimo tu comentario y espero que no hayas perdido el interés después de varios meses de sequía. Sí habrá unos cuantos tragos amargos, y los primeros vendrán particularmente de esta primera parte. Como mencionas, Honoka ha decidido ser feliz con sus amigas y, por lo que resta de este fic, ya no tendrá un rol protagónico (o un rol en sí), por lo que puedo dar su arco por concluido apenas comenzó. Por otro lado, creo que este capítulo demuestra que la primera parte estará muy orientada a las chicas de tercer año, pero sólo a dos de ellas. No te preocupes, tengo planeado algo muy importante para Nico cuando llegue su parte, espero que puedas imaginar qué es lo que se está cocinando para ellas. Ahora bien, te puedo adelantar que la parte más amarga la estoy guardando para el final y creo que una vez llegue, la respuesta te puede llegar a sorprender un poco. Espero que puedas seguir acompañándonos en este viaje e igualmente espero no volver a desaparecer tanto tiempo. No se viene un semestre sencillo pero si se viene una época del año que particularmente me parece un poco más idónea para que fluyan las palabras.

Biso47: Bisooooooo. Tengo que culparte a ti por haberme introducido al Star Rail. En tu último fic pusiste una canción que me hizo enamorarme de Luciérnaga. Luego me di cuenta de que Luciérnaga era Tomori. De ahí estuve viciadísima en conseguir suficientes recursos para que esta chica no pudiera escapar de mí ni siquiera con mi mala suerte. ¿Me dejas atribuirte un poco de mis razones de desaparecer?

Jeje, miento, no te imaginas lo feliz que me hizo ver tu review. Ya habían pasado varios días de que había publicado el capítulo y comenzaba a pensar que no aparecerías. Cuando llegaste a mi bandeja de entrada me hiciste muy feliz. Desafortunadamente poco después de eso llegaron mis vacaciones de Semana Santa y con ello muchísisisisisimo trabajo (que se supone que no tenía que haber) de la escuela. Una disculpa por haberme tardado tanto en recuperar el ritmo.

Definitivamente, en este capítulo quise dejar claro por segunda y última vez que podemos olvidarnos del grupo que conocemos. Y considero que como protagonista de toda la franquicia de Love Live, nadie se merecía el derecho a plantearlo tanto como Honoka. A su vez, para no mentirte, me pareció una excusa inteligente para deshacerme de un personaje en particular con el que se me hace demasiado difícil trabajar en mis historias (creo que sabes quién es), y en mi cabeza cuadra bien que ninguna de las chicas de segundo juegue un rol prominente una vez que su Honoka decidió quedarse conforme con la decisión de la directora.

Ya tengo pensada cada una de las partes, y cada una de ellas está relacionada con un concepto en particular. Como podrás haber notado, la parte cero estuvo llena de metáforas relacionadas al cielo, esta primera parte hace muchas alusiones a las flores y a las estaciones del año. La siguiente parte es una alegoría muy fuerte a la gastronomía, y terminaré con un viaje musical. Creo que esto puede ser una pista un poco más directa de quiénes serán las protagonistas de cada una de las partes.

Me alegra confirmarte que tanto Nico como Maki llegarán a narrar varios capítulos importantes de esta historia, y el camino, me temo que tomará un poco más de tiempo que sea tan claro.

Me hace muy feliz saber que sigas por acá después de ya 6 años acompañándome. Me da ánimos para no dejar esto permanentemente que, aunque pueda sonar un poco egoísta y creído, haya alguien que se alegre de mis poco recurrentes apariciones por aquí.

Ya tiene bastante tiempo que no te apareces por aquí así que espero poder leernos pronto. Te envío un abrazo fuerte.


Y bueno, con esto termina este capítulo. Si me siento inspirada, puedo traer uno más esta misma semana. Si no, intentaré que el que sigue no sea dentro de otro medio año. Muchas gracias a quienes hayan llegado hasta aquí y a quiénes me están acompañando en este sexto aniversario como escritora en esta plataforma. Espero que tengan un excelente descanso.

Yo soy Aramaru. Y. Nos leemos cuándo nos leamos porque si nos leyéramos antes no nos leeríamos bien. Oyasuminassan