Descargo de responsabilidades: Slam Dunk no me pertenece, por consiguiente, todo lo que se escriba en este documento no tiene nada que ver con la serie como tal, sin mayores pormenores comencemos con esta obra.
Japón, país con una gran historia, tierra conocida por los samuráis, sus dinastías, cultura y por decir menos sus tradiciones, pero esta historia no se centrara en Japón o sus características ni tampoco en alguna de sus ciudades o bueno tal vez sí, esta historia se centrara en el baloncesto, pero en su totalidad en la vida y obra de Hanamichi Sakuragi, un japonés para nada común pero no por esas razones es fenómeno ni algo similar.
Hanamichi Sakuragi, criado en Estados unidos, la gran mayoría de las personas pensaría que Hanamichi se crio en ese país debido a que sus padres siguieron el sueño americano, la tierra de las oportunidades, pero no es así, el padre de Sakuragi, empresario respetado en su país de origen (Japón), padecía una enfermedad cardiaca que solo podía ser tratada con efectividad en , por lo tanto viajaron al país cuando Sakuragi tenía solamente 3 años, la madre de Sakuragi lamentablemente falleció al año de su nacimiento, al igual que su padre era una mujer de negocios, se podría pensar que la unión de Tobirama y Mikoto se llevó a cabo por motivos económicos, nada más alejado de la realidad, entre la pareja existía el amor, pero lamentablemente no todo en este mundo es felicidad, quizá algunas personas no tenían tanta suerte como otros, como se mencionó anteriormente, la madre de Sakuragi estaba muerta, el embarazo de Mikoto presento más de alguna complicación, ninguna de gran riesgo para Hanamichi pero si para Mikoto, la pareja sabia las consecuencias de traer una vida a este mundo pero aun así se arriesgaron, por lo tanto la muerte de Mikoto no fue ninguna sorpresa para el círculo más cercano de la pareja.
Tobirama sufrió mucho por la muerte de su esposa pero sabía que debía ser fuerte por su pequeño, el regalo y ser más preciado que le dio su esposa, Japón generaba en él malos recuerdos, otro punto por el cual irse del país, tenían los recursos además del tratamiento necesario para la enfermedad cardiaca, la mayor parte de su vida Hanamichi se desarrolló entre su casa, el hospital y las canchas de baloncesto, su genética privilegiada y una ética de trabajo constante inculcada por su padre a lo largo de toda su desarrollo infantil le permitieron desarrollarse de excelente manera en uno de los deportes más influyentes del país, sumado al hecho de vivir en Chicago, en más de una ocasión asistió a alguno de los partidos de los Chicago Bull liderados por Michael Jordan y Scottie Pippen, jugo en el equipo titular de su preparatoria, obteniendo grandes actuaciones tanto en puntos y defensa pero un aspecto en el que sobresalía por sobre el resto era en su increíble capacidad de tomar rebotes, su estatura lo ayudaba un poco pues a los 14 años medía 1.80 metros, su capacidad de salto era increíble, a todas esas cualidades se le debía sumar una resistencia sobrehumana y un instinto increíble para el deporte, Tobirama a pesar de tratarse a tiempo aun presentaba bastantes complicaciones pero siempre lograba asistir a más de alguno de los partidos de su hijo, le encantaba verlo sonreír mientras jugaba, la vida es un misterio y no sabes que te depara, a veces parece injusta, pero siempre se debe seguir adelante, el día anterior al partido más importante de Sakuragi a nivel de preparatoria, Tobirama mientras caminaba con Sakuragi, de vuelta a la casa sufrió un ataque fulminante al corazón, Hanamichi sostuvo a su padre mientras gritaba y lloraba por ayuda para su padre.
-papa….papa…papa-repetía una y otra vez mientras su padre tenía sus ojos puestos en él, como es bien sabido un ataque al corazón limita en gran medida el movimiento del cuerpo, pero Tobirama era obstinado tanto o más que su hijo logro pronunciar.
-vive…crece…nunca te rindas….-esas fueron las últimas palabras de Tobirama para Hanamichi.
Los gritos y lamentos ese día calaron profundos en los peatones que observaron el hecho, cuando llego la ambulancia era demasiado tarde, Hanamichi Sakuragi había quedado solo en el mundo, como es el procedimiento legal el cuerpo de su padre fue llevado a la morgue para su posterior autopsia, como la posibilidad de morir en Tobirama era alta los arreglos funerarios estaban hechos, su cuerpo seria sepultado junto a su esposa en Japón.
Esa noche Hanamichi lloro y maldijo su suerte en la oscuridad de su habitación, la encargada del aseo en la casa de los Sakuragi solo podía escuchar al chico llorar, sabía que ninguna de sus palabras servirían en esos momentos, al amanecer Hanamichi no había cerrado los ojos en ningún momento, aun así se bañó, preparo su equipo de baloncesto, tomo desayuno y se dirigió a su colegio, tenía un campeonato que ganar pues pasado mañana volvería a Japón.
Ese día, Hanamichi Sakuragi le dio una muestra al mundo de lo que era capaz de hacer en una duela de baloncesto, domino el partido en todo los sentidos, anoto unos increíbles 22 puntos, 15 rebotes, 2 asistencias y 5 robos en todo el partido, números de una estrella NBA que por casualidades del universo miraba el juego.
El equipo celebro, lloraron, gritaron de alegría, pero Hanamichi lloraba por otras razones, el entrenador cuando los ánimos se calmaron y quedo el solo junto a Hanamichi hablo.
-tu padre y madre ahora están juntos y te miran, es más que seguro que los sorprendiste con tu actuación esta noche, es bastante triste que no te tengamos para la próxima temporada con nosotros, ¿volverás a Japón no es así?-dijo y pregunto.
-si entrenador volveré a Japón, pero espero volver después de un año tengo una promesa que cumplirle a mi padre y madre-murmuro Hanamichi que aún no levantaba la cabeza.
-puedes llevarte el equipo que usas, te lo ganaste-comento el entrenador mientras salía del vestidor-en 10 minutos más nos vamos-sin más que decir el entrenador lo dejo solo.
Hanamichi suspiro y tomo su equipo de baloncesto para salir, cruzo la puerta y comenzó a caminar.
-una gran actuación la de hoy-felicito una persona a sus espaldas.
Sakuragi le agradeció por el halago sin levantar su cabeza, dio todo de si en ese juego, pero su mente no dejaba de pensar en su padre.
Se mantuvieron en silencio unos minutos, hasta que el hombre aún no identificado le tendió un papel con un número telefónico a Hanamichi.
-mi numero por si alguna vez quieres jugar y hablar de baloncesto-
Sakuragi se extrañó en gran medida, pero de todos modos tomo el papel, levanto su cabeza para identificar a la persona que interactuó con él, solo pudo verle la nuca pues este se había dado la vuelta y se alejaba del.
-disculpe, ¿cuál es su nombre?-quiso saber el pelirrojo, el hombre siguió caminando pero levanto una mano.
-todos me apodan Mike-dijo el hombre a la vez que se detenía y le volvió el rostro a Hanamichi.
Cuando ya estaba en suelo japonés no creía que tenía en sus manos el número de Michael Jordan y no solo eso sino que podían reunirse a jugar o conversar de baloncesto.
Eso lo alivio un poco pues para cualquier joven que creció mirando a quien se consideraba el mejor jugador de baloncesto que existía actualmente, su mente se centró en eso y no tanto en la reciente perdida de su padre.
Su tío Tatzuhiko se encargó de los trámites legales del transporte del cadáver de su padre y seria quien velaría en cierto modo por él, era un hombre amable pero a la vez estricto, viviría en la que fue la casa de sus padres o al menos eso sería lo más lógico, pero era una casa demasiado grande para un adolecente por lo que su tío arrendaría un departamento de soltero para el pelirrojo, también recibiría una mesada que le permitiera vivir cómodamente, el funeral se realizó de manera muy personal, su joven mente no asumió que su padre estaba completamente muerto hasta que el ataúd se encontraba a más de dos metros de profundidad, varias lagrimas cubrieron su rostro; se arrodillo frente a la tumba de sus padres y realizo una promesa.
-prometo que seré el mejor jugador de baloncesto que haya conocido el mundo-la promesa estaba hecha ahora debía llevarla a cabo y así comienza la Historia de quizá el mejor jugador del mundo o solo un chico que realizo una promesa a sus padres muertos, Slam Dunk…
Es bastante común leer historias donde el protagonista pierde sus padres, mueren de manera temprana, son asesinados, como Harry Potter o una gran cantidad de películas que no quiero mencionar por no recordar el nombre o simplemente no tengo ganas, veremos donde conduce esta historia, aclaro desde ya que no me agrada Rukawa para nada pero no se puede negar que el escritor de la serie era alguien del estilo de Kishimoto es decir darle algo especial al protagonista pero siempre resaltando de maneras misteriosas al personaje que más le gusta, enserio aun no comprendo por qué ponerle a la serie Sasuke en vez de Naruto.
