Capítulo 12: Venganza
Diez meses antes de que Uraraka fuese a vivir con Bakugo y Kirishima la chica había estado en una misión encubierta. El plan era fácil, desmantelar una red de tráfico de una droga que incrementaba los poderes, que no estaba regulada por la federación de medicina y control de poderes.
Uraraka se hizo pasar por una chica compradora, que después se volvía una "adicta". Asistía a las reuniones que este grupo de traficantes hacía, fingiendo todo. Esta estrategia se llevaría a cabo prácticamente del otro lado del país.
Uraraka hizo bien su trabajo, demasiado bien, desmantelando por completo aquella red de drogas por completo, resultando pocos heridos y ninguna baja, ninguno de los héroes involucrados y ninguno de los traficantes perdió la vida en aquella batalla.
Fue recompensada por el gobierno, siendo de las primeras heroínas casi debutantes que logro un trabajo perfecto. Ese dinero de la recompensa se lo mando a sus padres para que invirtieran nuevamente en el negocio familiar y con lo que ganaba se lo mandaba a su madre para cubrir ciertos gastos.
Después Best Jeanist le dijo que viviría en un departamento sin pagar ninguno de los servicios al igual que Bakugo y Kirishima y fue como llego a la vida de ese par.
Su vida estaba mejorando en muchos aspectos, Mina ya no interfería en sus vidas, la relación con Bakugo y Kirishima mejoraba cada día más. Su poder de pelea incrementaba día con día al tener un entrenamiento muy riguroso por parte de los dos chicos que amaba. Y con certeza podría decir que era la mejor etapa de su vida.
Había pasado casi un año desde que comenzó esa relación, y ella estaba muy entusiasmada de celebrar el primer aniversario junto a ellos. Les tenía una sorpresa, una cena especialmente hecha por ella, pasar un día solos en casa los tres arreglando con Best Jeanist que los tres coincidieran en su día de descanso.
Quedaban pocos días para eso y cada vez que podía compraba cosas y adornos para decorar en su día especial. Pidió en la agencia dos días para preparar todo, y les dijo a Kirishima y a Bakugo que se sentía mal y que iría al doctor, pero Bakugo insistió en que el la acompañaría.
—No es nada, solo es un dolor de una lesión vieja—Mintió la castaña—Ya había avisado en la agencia que iría a que me revisaran.
—Pero puede ser algo grave—Insistió Kirishima.
—No te preocupes—Uraraka se acercó a darle un beso en la mejilla—Estaré bien.
—No me quedo convencido—Dijo Bakugo—Quiero ver los resultados cuando vuelva.
—Si jefe, le daré mi expediente médico—Uraraka fingió molestia.
Kirishima la abrazo y le menciono.
—Es que nos preocupas, y queremos que siempre estés bien.
—Lo sé, no se preocupen, es una lesión que me hice en mi trabajo encubierto.
—Está bien, pero llegaremos pronto a casa para ver cómo estas—Kirishima siguió insistente.
Al irse se puso manos a la obra, cocinando una estupenda cena que le llevo casi medio día, decorando la casa con hermosos adornos, eran casi las 5 de la tarde y ambos jóvenes llegaban a las 6 de la tarde, tenía poco tiempo para su arreglo personal. Pero se dio cuenta de que no había ido por la torta que había encargado en la pastelería.
Iría corriendo, la pastelería quedaba a 10 calles de ahí, y tendría tiempo para volver a casa para esperarlos.
—Mochi, llegamos que te dijo el...—Bakugo y Kirishima entraron al departamento y vieron todo adornado.
—Lo olvidamos...—Dijo Kirishima asustado.
—¿Qué demonios olvidamos? —Bakugo menciono algo asustado.
—El aniversario con Uraraka.
—Creí que era el mismo día que el aniversario contigo—Bakugo dijo asustado.
—Las chicas les importa más los aniversarios.
—¿Alguna vez hemos celebrado nuestro aniversario? —Bakugo dijo un poco preocupado.
—Solo el primer año, los otros dos no...
—Ha de estar molesta—Dijo Bakugo sintiendo un ardor en el pecho.
—Sera mejor que hablemos con ella, antes de que las cosas empeoren—Kirishima dijo buscando en la cocina—No esta...
—En el cuarto tampoco—Bakugo dijo entrando a la habitación que compartían los tres.
La buscaron por todos lados y no la encontraban, dedujeron que tal vez había salido a buscar algo y que pronto volvería. Pero dieron las 7 de la tarde y Uraraka no volvió. Bakugo se preocupó y no dejaba de insistirle en llamar.
—Tal vez si se molestó con nosotros y se fue dejando todo esto—Dijo Kirishima algo preocupado.
—Le llamare al nerd a ver si esta con el—Bakugo siguió insistiendo en el teléfono.
Pero algo llamo la atención del pelirrojo. Se escuchaban demasiadas sirenas y ruido en la calle, Kirishima se inquietó mucho y salió al pasillo del edificio.
—Katsuki—Grito desde afuera—Hay un tumulto en la otra calle.
Bakugo salió corriendo de inmediato, el sintió un ardor nuevamente en su pecho.
—Idiota vamos—Grito Bakugo cerrando el departamento.
Esa calle les pareció kilométrica, corrían desesperadamente, ambos presentían que algo malo estaba ocurriendo en aquella esquina. Habían pasado hacia una hora ahí y no habían visto nada extraño. Un dolor en el estómago los invadió.
—¿Qué ocurre? —Pregunto Kirishima a uno de sus vecinos.
—Una heroína tuvo una batalla y salió gravemente herida—Respondió el vecino, pero esa respuesta no le sentó bien al pelirrojo.
Bakugo se abrió paso entre la multitud, viendo como una chica era llevada en camilla dentro de la ambulancia.
—¡¿Quién es?! —Pregunto desesperadamente Bakugo.
—Creo que es Uragravity—Menciono uno de los policías que hacían vaya.
—Es mi novia—Grito Bakugo intentando abrirse paso entre la policía.
—No puedes pasar, está gravemente herida. Ha perdido mucha sangre—El policía mencionaba.
Kirishima escucho eso, mientras veía como la ambulancia se alejaba y Bakugo hacia una escena para que lo dejaran pasar.
—Vámonos—Kirishima intentaba jalar a Bakugo.
—¡Que no vez que la mochi está herida, tenemos que ayudarla! —Grito Bakugo.
—Si pero no podemos hacer nada...
—¿Y quieres que me quede cruzado de brazos?
—No idiota, vamos al hospital, hay que llegar al hospital.
Bakugo se sorprendió de la fuerza de las palabras de Kirishima, por primera vez lo había dejado perplejo. Ambos preguntaron a la policía donde habían trasladado a Uraraka y él les menciono que al hospital más cercano. Ese hospital quedaba a dos kilómetros a pie, y perdieron mucho tiempo en encontrar un taxi.
Bakugo estaba demasiado alterado, pero Kirishima lo tomaba de la mano para calmarlo. Los dos estaban muy nerviosos que entraron corriendo al hospital.
—Está siendo operada en este momento—La enfermera en la recepción dijo.
—¿Qué ocurrió? —Kirishima pregunto bastante alterado.
—Recibió varios impactos de bala, y tiene dos costillas rotas por los impactos de bala—Menciono la enfermera.
Bakugo tenía el rostro pálido. ¿Quién demonios le haría eso? ¿Cómo era que de las mejores heroínas de todo Japón pudiese estar así?
Muchas preguntas recorrían en la cabeza del rubio, pero al sentir el abrazo del pelirrojo se tranquilizó un poco.
—Estará bien, saldrá librada de esta—Menciono Kirishima recargando su cabeza en su hombro.
—¿Cómo paso eso? ¿Tuvo...tuvo un llamado? —Menciono Bakugo.
—Son familiares de Uragravity? —Un policía se acercó a ellos.
—Si—Contestaron al unisonó.
—Soy el teniente Kisao, encargado de la investigación, quisiera hacerles unas preguntas.
—Lo que sea, queremos saber si está bien—Kirishima dijo ansioso.
—¿Uragravity menciono alguna vez que era vigilada? —Ambos chicos se sorprendieron demasiado.
—¿Vigilada? ¿Uragravity tenía enemigos? —Dijo ansioso el pelirrojo.
—Los traficantes—Bakugo menciono—Ella había hablado un poco de su trabajo anterior, ¿Recuerdas?
—Sí, pero...pero muy vagamente, fue hace meses—Kirishima dijo un poco preocupado.
—¿Quedo algún maldito, que le hizo esto a mi novia? —Bakugo menciono algo molesto.
—Si, al parecer quedo una célula pequeña, que estuvo siguiendo los pasos de Uragravity, ya que fue atacada a pocas calles de la casa. Fueron arrestados al menos 5 personas, todas con graves heridas, también.
—Mi chica sabe patear traseros—Kirishima dijo orgulloso.
—Estas personas una de ellas podía crear balas a voluntad de su cuerpo, fue quien le hizo el mayor daño a Uragravity.
—¿Esta arrestado? —Pregunto Kirishima.
—Si, pero tendrán que mudarse, para que protegerlos—Best Jeanist se hizo presente en la sala de hospital.
—¿Sabías que Ochako estaba siendo vigilada? —Bakugo pregunto furioso levantándose de la silla.
—Realmente no, pero si escuche que había una pequeña célula que no fue arrestada, eso lo escuche después de todo el operativo, y mande a Uraraka a descansar, después de cinco meses desistimos de eso ya que no daban señales de que esa célula fuese real o no—El héroe profesional mencionó.
—¿Tendremos que mudarnos? ¿Ochako tendrá protección? —Kirishima estaba nervioso también.
—Sí, los reubicaremos a un edificio vigilado las 24 horas. Así que vayan a casa a empacar—Best Jeanist dijo.
—No—Bakugo dijo firme—No me moveré hasta escuchar que la mochi está fuera de peligro.
—Está bien. Pero según me informaron los doctores la operación tardara, ya que Uraraka perdió mucha sangre. Estuvo tirada ahí aproximadamente dos horas. Ambos chicos se sorprendieron demasiado con la noticia.
Dos horas tirada en el suelo frio o tal vez más.
Dos horas desangrándose.
Dos horas antes ellos habían pasado por ahí y no habían visto nada.
Kirishima quiso vomitar de la impresión causada. No podía ser cierto, él...él iba platicando con Bakugo...sin voltear...al callejón...
—Fue mi culpa—Kirishima dijo frustrado.
—¿Qué? No...no fue tu culpa.
—Si lo fue, venia distraído hablando contigo...que quería...comer... no me di cuenta de si alguien estaba en el callejón—Kirishima se sentó colocando sus manos en la cabeza.
—No, no fue tu culpa, ese callejón siempre está lleno de basura, y esta oscuro. Creíamos que Ochako estaba en casa—Dijo Bakugo abrazándolo por los hombros.
—No...si yo hubiese volteado a ver el callejón...a veces...a veces veo...una gatita...ahí con sus pequeños gatitos...y volteo a verlos—Kirishima decía frustrado.
Bakugo como pudo intento calmarlo, intento que no se culpara de voltear a aquel callejón, pero por dentro, sin querer decírselo para no angustiarlo más, el sentía exactamente lo mismo, una enorme culpa por lo que había pasado una enorme frustración. Quería regresar el tiempo para poder rescatar...no, ayudar a pelar a Ochako contra esos maleantes.
Pasaron horas, y a Uraraka la trasladaron a una habitación, y después de un tiempo la chica despertó confundida viendo el techo de la habitación del hospital.
—¿Y mi pastel? —Fue lo primero que pregunto con voz tímida.
—Lamentablemente no pudimos hacer nada por el pastel, pero si pudimos salvarlos a los tres—Dijo el doctor acercándose a ver los signos vitales de la chica.
—¿De qué habla doctor?
—Fue una operación difícil, y más porque de principio no sabíamos que tu condición, hasta que vimos que presentabas un ligero sangrado vaginal.
—¿Condición? ¿De qué me habla?
—Lo lamento, creo que no está enterada. Tiene 11 semanas de gestación, y es un producto doble.
La castaña se sorprendió demasiado al escuchar eso. ¿Cómo que estaba embarazada? Si había tenido el periodo...hacia poco.
Mis estrellitas, se viene lo bueno de la historia, un arco que me encanto hacer y que les va a sacar muchas lagrimas, los estare leyendo.
