Soy el secuaz del Duque Demonio

¡Hola! Antes que nada, Batman, el universo DC y todas las historias isekai o parecidas donde la (o el) protagonista termina en una novela y cambia el curso de la historia, NO PERTENECEN (sólo por si quedaba alguna duda), esta historia se escribe con fines de entretenimiento y sin lucro alguno. Las marcas que lleguen a ser mencionadas, así como las descaradas versiones baratas de las mismas, no me patrocinan para seguir haciendo esto. Lo contenido en este archivo es ficticio y surrealista, no tiene ni una pizca de realidad y no, sigue sin agradarme Tim Drake, pero la historia original necesita un protagonista.

Conozco los rumores sobre Jonathan Kent -que ya fueron confirmados, para disgusto de muchos fans y mi hermana Rut-, pero no habrá romance hasta nuevo aviso... o quizá en el segundo capítulo, no tengo regalada la certeza pero si la incertidumbre y la ansiedad.

Sumario: -Déjame ver si lo entendí: El hijo adoptivo del duque, que a pesar de ser ignorado por su padre heredó el título de Conde gracias a su difunta familia materna, se pelea con el único hijo biológico del duque que lo adoptó, quien solamente desea formar parte del ejército real, por responder de forma sarcástica a una pregunta estúpida hecha por la hija de un barón, quien en realidad es la princesa heredera del reino entero. ¿Me equivoqué, o terminaste más confundido que yo?


Capítulo uno: ¿¡Es en serio!?

-Curiosidad, es pura curiosidad.

Sería por la detención que parecía prolongarse con cada segundo que pasaba, por haberse quedado dormido en clases y accidentalmente haber llamado a la profesora de idiomas "abuela" en su estupor.

Ahí estaba ante él, compilado en un tomo de pasta dura, la única fuente de entretenimiento en ese cuarto de castigo. El maestro encargado de llamarle la atención había salido a responder una llamada, y aún no regresaba. Sólo hojearía un par de páginas, después de todo, esa novela gráfica, "El Petirrojo y la Princesa", no sonaba muy interesante.

Mas eso fue lo que creyó...

-¡Vaya!

Ese mismo día, durante la noche...

-...y el hijo del duque le arrojó el té caliente en la cara al conde, pero el conde fue más rápido y lo esquivó, y no entendí bien lo que dijo, pero el hijo del duque se fue muy molesto...

-Y no me importa. Calla.

Damian Wayne odiaba dos cosas en este momento: el incesante ruido durante una misión delicada, y la terquedad de quien no aprecia el silencio, ni comprende directas ni indirectas.

Tres si contamos que Superboy estaba completamente inmerso en una ridícula novela llena de clichés e inconsistencias. No quiso investigarla por dos razones, la primera, la persona responsable de crear semejante ofensa a la literatura, y la segunda, el joven Kent no dejaba de hablar de ella.

-Déjame ver si lo entendí: El hijo adoptivo del duque, que a pesar de ser ignorado por su padre heredó el título de Conde gracias a su difunta familia materna, se pelea con el único hijo biológico del duque que lo adoptó, quien solamente desea formar parte del ejército real, por responder de forma sarcástica a una pregunta estúpida hecha por la hija de un barón, quien en realidad es la princesa heredera del reino entero. ¿Me equivoqué, o terminaste más confundido que yo?

-Ehm... Algo así, pero es que el hijo del duque es malo, hasta lo apodan el Duque Demonio.

-No me interesa. Mira, Luthor y Scarecrow están entrando a la guarida del Joker.

-¿Esa no es una dulcería abandonada?

-Es sólo una fachada, Superboy. Guarda silencio, debemos averiguar qué traman... Después de golpear discretamente a sus secuaces.

-¿A quiénes?

Y en ese momento, ambos se vieron rodeados... Y momentos después, colgaban sobre un caldero con caramelo hirviente.

-...¿quieres saber qué pasó con la Marquesa y su supuesto amorío con...?

- ...Superboy... -Apenas se percató que Luthor, Joker y Scarecrow salieron de la habitación, Robin empezó a moverse en un intento de liberarse.- ¿¡Es en serio!? Podríamos haber muerto allá afuera y lo único que te importa es esa estúpida caricatura?

-¡No es una caricatura! ¡Es una novela de amor!

-¡Guarden silencio! -Gritó uno de los secuaces.

- ¡No! ¡Yo quiero saber en qué quedó el romance de la Marquesa pelirroja con el Pájaro Azul! -Gritó otro de los secuaces.

-Si les cuentas.- Le susurró amenazante a su compañero. -Te voy a partir la... cara.

-¡Hey! ¡El mocoso enano tiene razón! ¡Todavía no leo esa parte!- Gritó molesto un tercero.

Y en el Salón de la Justicia...

-¿Se ha reportado Robin?

-¿Cómo te lo explico, Bats...? -Flash estaba sorprendido por el contenido de la conversación entre los súper hijos.- Está discutiendo con Superboy sobre una novela o algo así... Aunque mencionaron algo acerca de Luthor, Scarecrow y el Joker... ¿Bats? -Lo siguiente que escuchó Barry fue el ruido del batimóvil arrancando a toda velocidad.- ¡Espérame!

Y de vuelta en la dulcería abandonada...

Una vez que Robin lograra romper sus amarres, la pelea dio inicio. Golpes, patadas, batarangs, utensilios sin uso, y hasta algunos dientes volaban en el lugar sin distinguir a quién pertenecían. Jonathan, confiado por su súper fuerza, no se percató de que alguien lo sujetó de la pierna, alzándolo de cabeza.

-¡No puedo más! -Le gritó el sujeto a Superboy. -¿Qué pasó entre la hija del comerciante, la Marquesa pelirroja y el Pájaro Azul?

-¡Se armó la grande! -Le respondió contento el mitad kriptoniano, feliz de que pudiera proseguir con el relato. -¡Se agarraron de los pelos, y que se aparece el Duque en ese momento...!

Y justo en ese momento Batman, junto con un par de miembros de la Liga de la Justicia, entró rompiendo los ventanales, haciendo que todos se detuvieran en seco.

-Nunca antes había estado tan feliz de verte, Batman... ¡PORQUÉ VOY A MATAR A ESE ENANO AZUL POR ANDAR CONTAR SPOILERS!

-¿En dónde se encuentran Luthor y el Joker?

-¡Yuju! -El Joker saludó agitando un pañuelo mientras con la otra mano sostenía una sombrilla. -Qué pena que llegaste tan tarde, Bats. Estaba a punto de irme sin ti. ¡AH, HA, HA, HA, HA, HA, HA!

Y antes de que alguien pudiera decir algo, el edificio comenzó a explotar y derrumbarse, obligando a que todos corrieran por sus vidas.

-Todo esto es tu culpa y de tu estúpida novela. -Gritó Robin exasperado de que, entre la confusión, los villanos se escaparan.

-¡Oye, no es estúpida! ¡Es una historia de amor! -Se defendió Jon.

-Suficiente. -Los interrumpió Batman. -Robin, Superboy. Dejen esto en manos de la Liga y retírense.

-¿Qué? -Exclamó indignado Robin. -¡Este es nuestro caso! ¡No es justo!

-Es asunto de la Liga desde que Luthor y Joker están involucrados. Así que obedece, Robin. -Le gruñó el Caballero de la Noche. -Recoge tu motocicleta y regresa a la baticueva. Lo mismo va para ti, Superboy.

Jonathan no dijo nada al respecto, ya que le tenía miedo a Batman, pero a contrario de él, Damian se había enfrascado en una batalla de miradas con su progenitor, perdiendo tras un instante.

-Tt. De acuerdo. -Dijo girando los ojos, irritado de que si no lo hacía, no podría salir a patrullar por un par de semanas como castigo. -Vámonos, panoli.

Robin se dio media vuelta y se fue en dirección a donde había escondido el vehículo. Jonathan, ignorando el insulto a su persona, mas que nada porqué no sabía qué significaba como siempre, sólo lo siguió.

-¡Qué bueno que la Liga de la Justicia se haga cargo! -Exclamó algo emocionado el hijo de Superman. -¡Llegando a casa me pondré a leer otro capítulo!

Casi se estrella con el hijo de Batman cuando éste se detuvo de golpe, se giró en 180° sobre su eje y le picó el pecho con su dedo índice.

-¡Nosotros hubiéramos atrapado a esos villanos si no te hubieras puesto a contar sobre esa aberración de pretención de novela gráfica, y platicar tan entusiasmado como una colegiala sin cerebro con esos sectarios de tercera!

-¡Es una buena novela! -Defendió Jon a la que se había convertido en su historia favorita. -Además, ¡es histórica!

Mas que responderle, Damian se dio una fuerte palmada en la cara, pensando en más de media docena de groserías.

-*Kikirimiau*

- N-No, ¡no digas malas palabras, D! -Completamente colorado del rostro, Jonathan lo regañaba. -Mis papás dicen que es malo hacerlo.

Damian miró a un lado, luego a otro, y sonriendo de manera maliciosa, dijo otra grosería. Haciendo que Superboy se escandalizada.

-¡Ya deja de hacer eso! -Le gritó molesto y lo tomó de los hombros para sacudirlo.

-¿Qué cosa? ¿Esto? -Sonriente, y haciéndose el que no sabía, volvió a decir otra grosería, provocando que Jon se pusiera morado como un higo. -Eres una niñita, Kent. -Se mofó de Superboy. -Haciendo cosas de niñas, como leer novelitas rosas de amor.

-¡Hey! ¡No sólo las niñas leen novelas románticas de acción! -Defendió el medio kriptoniano. -¡Mi papá también las lee!

Hubo un momento de silencio, el cuál Robin rompió.

-Ustedes los aliens tienen gustos muy raros.

-¡Mi papá y yo no tenemos gustos raros! -Molesto, Superboy lo tomó del uniforme, acercándolo a él. -¡Retira lo que dijiste!

-¡No lo haré! -Damian también lo sujetó de la ropa.- ¡Y tengo toda la razón!

-¡CÁLLATE!

-¡CÁLLATE TÚ!

-¡BEBÉ LLORÓN!

-¡IMBÉCIL!

Y por estar los dos discutiendo y peleando, no se dieron cuenta del camión que iba a toda velocidad en dirección a ellos. Creánlo o no, el conductor de susodicho vehículo tampoco se dio cuenta, ya que se encontraba leyendo la novela del momento, "El Petirrojo y la Princesa", así sobra decir que fue lo que pasó.

Momentos después...

-¡AAAAAAAH! -Jonathan se despertó gritando y sudando frío.

¿Y cuándo no, si lo último que recordaba fue abrazarse a Robin cuando las luces del camión estaban demasiado cerca para su gusto?

-¿F-fue...? ¿Fue un, un sueño? -El chico se dejó caer en la cama, respirando hondo para calmarse. -S-Sí, eso tiene qué ser... Ja, ja. No pasó nada anoche. Batman no nos mandó de vuelta a casa, ni nos atropelló un camión... Je, je.

Se quitó la sábana de encima y se estiró, cerrando los ojos.

-¡Ah! ¡Estoy listo para otro día...!

Justo en eso, al abrir los ojos, observó sus alrededores, y se dio cuenta de algo.

-¿... nuevo?

Algo muy grave.

-¿Eh? ¡ESTA NO ES MI HABITACIÓN! -Gritó a todo pulmón. -¿¡DÓNDE ESTOY!?

Continuará.


Y así andamos, con trabajo, con pendientes y con tantas historias isekai (japonesas, chinas, coreanas, etc) que no descansé hasta que armé una trama base y obligué a mi hermana a qué me ayude a publicar. Gracias por leer hasta aquí y nos vemos pronto.