Han pasado unas semanas desde lo ocurrido con el balón y Aomine Daiki en el entrenamiento vespertino de aquel día. Y él supo superarlo muy bien.
Ve a los ojos a Aomine sin morir de temor en el intento mientras explicaba algo que Momoi-san le pedía por favor le comunicara a su compañero.
Pero Aomine seguía viéndolo como si se tratara de su peor enemigo, bueno, no solo a él, también a Wakamatsu. Le gustaría preguntarle porque hacia eso su compañero de equipo pero no quería hacer enojar más a Aomine por su curiosidad.
¿Entonces debería morir con la ignorancia de no saber que pasaba por la cabeza de su compañero de equipo para que lo viera tan... feo?
-No te lo tomes personal Ryou-chan- comento Momoi esa mañana mientras ambos tomaban su desayuno en la azotea del edificio de los estudiantes de primer año. Alrededor de los chicos había varios papeles y tablas de anotaciones del equipo que le pertenecían a Satsuki y con los que estaba trabajando en su tiempo libre -Aomine no es de palabras, es de acciones y expresiones faciales. Desde ese día en el gimnasio ha estado más raro de lo normal, no te preocupes, él no te odia- explico Satsuki comiendo un poquito del arroz dulce que preparo Ryou para él y la chica.
Sakurai no estaba tan seguro de lo que decía la chica fuera cierto.
-¿Aomine-san siempre ha sido así con todos sus conocidos? ¿Cree que se deba su comportamiento hacia nosotros por nuestra reciente cercanía con Momoi-san?- dejo de comer de su teriyaki luego de esas preguntas.
Apenas conocía a Aomine de viva voz y no quería ser odiado por él.
Satsuki se lo pensó un momento mientras veía curiosa la forma de las nubes de esa mañana, luego soltó una pequeña risita por las preguntas de Ryou poniendo en alerta a Sakurai -no lo creo Ryou-chan. Hace tiempo a Dai-chan no le importa mucho las amistades que tenga o no, así que no creo que sea por mi nueva amistad con Wakamatsu-san y contigo su repentino y extraño comportamiento hacia ustedes dos- oh, bueno. Un consuelo para mí, pensó Ryou más tranquilo -pero sinceramente esto es interesante, ese ganguro no se comportaba así desde que inició su amistad con Tetsu-kun en Teiko-
El chisme se pondría bueno si sus conjeturas eran correctas.
-Pero... creí que eran amigos de la infancia Momoi-san y Aomine-san- susurro bajito Ryou comiendo un poco más de su arroz dulce.
-Y lo somos Ryou-chan- afirmo Satsuki -pero hace tiempo Dai-chan no hace mucho caso de lo que hago o no con mi vida-
Sakurai comprendió un par de cosas de la relación de ese par. Una de ellas era que Momoi creía que a Aomine no le importaba lo que pasara con ella, pero la realidad era distinta. Quizá con palabras afirmaba y pregonaba todo lo contrario, pero en sus ojos... con sus pequeñas e imperceptibles acciones que no notarias en el de no ser que lo estuvieras observando tanto tiempo de forma discreta y en los pasillos de Too como lo ha estado haciendo los últimos días la situación cambiaba bastante.
¿Debería decirle a Momoi que no era del todo cierto sus pensamientos con Aomine?
Pronto la puerta de azotea fue azotada de golpe asustando enormemente a los chicos que tomaban tranquilamente su desayuno. Ryou comenzó a temer por su vida cuando sus ojos caramelos chocaron con los azules de Aomine Daiki quien, como siempre, tenía el ceño fruncido y le veía como si quisiera atravesar su alma con algún arma. Después noto que su mirada estaba fija en su comida que comparte con Momoi y la chica que sin querer grito asustada por lo ocurrido hace unos segundos.
-¡Dai-chan!- regaño Satsuki soltando el brazo de Ryou después de ver que el que hizo todo ese escándalo era su amigo de la infancia -¿Qué te he dicho de azotar puertas?-
-Ya, ya, no te sulfures Satsuki- le restó importancia al asunto mientras se acercaba al par de chicos, Ryou por su seguridad se alejó un poco de Aomine que ahora se sentaba a un lado suyo sin despegar su mirada de Sakurai, okey... esto era malo -¿Tu hiciste esto, Satsuki? ¿Desde cuándo aprendiste a cocinar sin morir en el intento por tu propia comida?- pregunto Aomine mientras le arrebataba de las piernas a Ryou el apetitoso bento del que estaba comiendo.
Antes de comerlo sin permiso alguno lo olfateo, definitivamente eso huele bien y tiene hambre.
-¡No seas aprovechado y grosero con Ryou-chan, Ahomine!- regaño de nuevo Momoi tirando de la oreja de Daiki que tal gato no soltaba el bento que estaba comiendo -ese bento no lo prepare yo ni es mío, es de Ryou-chan- agrego Satsuki sin soltar el agarre que tenía en Aomine.
Daiki dejo de comer en cuanto escucho eso de los labios de su amiga, pronto sus ojos azules vieron con rapidez a Ryou que se asustó por el repentino cambio de Aomine hacia él.
-¿Tu cocinas?- pregunto Aomine, Ryou relajo un poco los hombros al ya no notar tan a la defensiva a Aomine, luego asintió en silencio a la pregunta de su compañero -pues contrario al baloncesto, la cocina si se te da-
-¡Aomine!-
-¡Lo siento!- grito Ryou disculpándose con Aomine y Momoi -¡me esforzare más! ¡Me asegurare de no ser una molestia para Aomine-san!-
Daiki le vio extrañado y con ceja alzada ¿este chico estaba loco o qué?
-¿Ya viste lo que provocas por tu nula capacidad de entendimiento humano, Ahomine?- y soltó su agarre en la oreja de Daiki para después acariciar suavemente los cabellos de Ryou que amenazaba con comenzar a llorar -ya, ya Ryou-chan, no le hagas caso a este idiota insensible. Tus habilidades en el baloncesto y cocina no tienen punto de comparación-
-Por supuesto que no, nadie me llega ni a los talones, este chico llorón no es la excepción- respondió Aomine seguro de sus palabras terminando de comer el bento de Sakurai.
-¡Ahomine!-
Ryou limpio sus lágrimas con el pañuelo que Satsuki le había ofrecido para después ver con sus ojos irritados a Aomine que se burló del estado vulnerable del castaño -yo no quiero ser igual que Aomine-san, menos con la personalidad grosera y ruin que tiene. Prefiero ser un llorón que alguien grosero y mal educado con sus compañeros de equipo- y le saco la lengua a Aomine tomando sus cosas que había tomado sin permiso alguno Daiki y camino a la puerta de la azotea de la escuela con paso apresurado.
De pronto el hambre se le fue.
-¡Espera, Ryou-chan!- grito Momoi a su amigo, recogió a la velocidad de la luz sus cosas viendo feo a su mejor amigo -lo último era algo innecesario, Aomine-
Daiki se alzó de hombros -mentiras no dije, Satsuki-
-No, solo fueron estupideces- respondió Satsuki enojada dejando a su amigo con la palabra en la boca pues debía apresurarse a alcanzar a su inocente amigo.
Aomine vio por donde se había ido Momoi atrás de Sakurai. No hizo mayor caso a las palabras de Satsuki, la chica siempre exageraba cuando se trataba de él.
"Yo no quiero ser igual que Aomine-san, menos con la personalidad grosera y ruin que tiene"
Chasqueo la lengua molesto mas no sabía por qué o por quien. Intento ignorar la molestia en su pecho que todos esos días ha tenido, especialmente desde que coincidió con Sakurai el primer día de clases.
Se quitó el saco escolar y formo una almohada deforme con ella, recargo su cabeza sobre ella y se hecho en el suelo, sinceramente no tenía ganas de lidiar con las clases restantes del día luego de lo ocurrido con Sakurai y Satsuki.
En pensamiento personal, el no hizo nada malo.
¿Verdad?
