Capítulo 2
Azize se miró al espejo tantas veces que creyó que lo gastaría… logró dejar a su hijo con la tía Efsun, porque no sabía bien en qué condiciones volvería, luego de confesarle la verdad a Cevdet y entonces se preparó para la cena…
Habían quedado en encontrarse en un restaurante relativamente nuevo por decisión de ella, porque él, claramente, hacía tiempo que no vivía en la ciudad, recién se estaba mudando…
Ella entró apurada, lo había dejado esperando un rato por no querer parecer desesperada por verlo…
-Lo siento…- le dijo y él giró para mirarla y no se privó de observar cada detalle.
Azize no vestía de forma despampanante, no era su estilo, pero estaba bien arreglada y él también…
-No te preocupes, no hace tanto que llegué…
-Bien… ¿te gusta el lugar? Luego de elegirlo, comencé a pensar que quizás no era de tu agrado…
-Sí, por supuesto…- dijo él y ella se sentó a su lado.
Pidieron la comida y mientras ella le preguntó sobre lo que había hecho esos años…
-Bueno… básicamente me dediqué a hacer negocios e inversiones… mi vida cambió radicalmente desde que dejé el ejército…
-Es evidente que así fue…- comentó ella en voz baja.
-¿Extrañas al general? - preguntó él y luego rio, como si solo se tratara de una broma.
-Te he visto en revistas y programas de espectáculos… tu vida ha cambiado… es cierto… aunque siento que tu mirada sigue siendo la misma…
-Supongo que eso es bueno…- dijo él y ella bajó la vista, un poco incómoda.
-Puede ser que un poco lo extrañe al general…- le dijo y cuando volvió a mirarlo, sus ojos se veían más oscuros, como encendidos.
-Me alegra… yo también te extrañé, Azize…- le dijo y ella se quedó muda unos instantes. Tenía que hablar, pero no le salían las palabras…
-Parece que te ha ido bien con los negocios y las inversiones…- cambió de tema ella, todavía no...
-No me quejo… fue un gran cambio y me fue bien… pero reconozco que extraño mi país, mi gente… por eso decidí volver…
-Creí que no lo harías… digo… cuando tomaste la decisión, creí que era para no volver… eso habías dicho… ¿recuerdas?
-Así es... también creí que no lo haría… quería olvidarme de todo lo malo… de las traiciones, de todo aquello que me traía sufrimiento…
-Lo se…
-Pero tengo que admitir que luego de nuestra despedida… estuve a punto de quedarme…- le dijo, sus ojos en los de ella y Azize sintió que su corazón se detenía… ¿qué hubiese pasado si él no se iba?
-No lo hiciste…- dijo finalmente ella.
-No me atreví…
-Se que no importa ahora… pero ¿por qué no lo hiciste?
-No lo se… quizás tuve miedo de preguntarte si todo lo que nos pasó ese día era cierto o una ilusión…
-Entiendo…- dijo ella y volvió a bajar la vista.
-¿Entonces?
-¿Entonces qué?
-Ya que estamos hablando del tema… quisiera preguntártelo ahora…
-¿Y si te digo que no era solo una ilusión? ¿qué cambiaría?
-Me sentiría un tonto… y te preguntaría si te parece que ya es muy tarde…- Azize sintió un nudo en la garganta.
-Cevdet…- dijo luego de dudar un poco y en ese momento les trajeron la comida.
Azize pensó que como la conversación se había interrumpido, había podido escapar de la incomodidad, pero, aunque él se tomó un momento, volvió a la carga…
-Lo se… lo siento… no tengo derecho… ya no…
-No es eso…- dijo sacudiendo la cabeza.
-¿Qué es?
-Pasaron tantas cosas… no tienes idea… ¿cuándo regresaste?
-Llegué hace dos días…
-Y hoy me preguntas si es muy tarde…
-Lo siento… yo… he pensado en esto durante bastante tiempo… se que no es bueno presionarte…- dijo y gesticuló para que comenzaran a comer.
Azize se sintió agradecida por el respiro. Realmente toda la situación la hacía sentir incómoda, ¿cómo haría ahora para confesarle la verdad luego de que él intentara reavivar esa vieja historia?
Cevdet cambió de tema y le preguntó hacía cuanto trabajaba en el hospital.
-Creí que lo sabías por el doctor Hasan… estoy aquí hace 3 años…
-Dejaste la guardia…- dijo él buscando sus ojos, tenía tantos recuerdos.
-Así es… los horarios eran muy complicados- dijo y no aclaró que era para tener más tiempo libre con su hijo.
-Entiendo… aunque si estabas en la guardia hubiera podido encontrar más excusas para verte…- le dijo con una sonrisa.
-Como cuando inventabas heridas…- le dijo ella riendo, sin darse cuenta más distendida...
-No las inventaba… estaban allí… pero eran más antiguas… y en mi defensa debo decir que dolían mucho…
-Claro…- dijo ella y él levantó la mano y cubrió la de ella con suavidad- y eso te hacía ir a verme casi todos los días…- le dijo temblando levemente…
-No parecías estar molesta…- dijo y entrelazó los dedos de ella con los de él.
-Cevdet…- trató de detenerlo, pero se sentía tan bien esa caricia suave.
-Ahora mismo deberías revisarme, doctora… mis latidos se han disparado sensiblemente…
-Cevdet… por favor…- ella no quiso reconocer que los de ella también.
-¿Qué tiene de malo? Ambos estamos solos… no le hacemos mal a nadie…
-Pasaron casi 5 años…
-¿Me dirás que no sientes nada? - dijo y apretó su mano.
-¿Cómo me encontraste? - ella decidió cambiar de tema…
-El destino… llamé a Hasan, como él dirige el hospital… creí que quizás sabría donde encontrarte… me sorprendí cuando me dijo que trabajabas para él…
-Yo también lo hice cuando me pidió si podía atenderte…- dijo y ambos sonrieron.
-¿Qué más has hecho de tu vida?
-Me dediqué a trabajar…- dijo ella y a continuación escuchó algunas historias de él, que parecía tener anécdotas en todas partes del mundo…
Cuando terminaron de comer, ambos estaban más distendidos. La tensión había cedido lugar a una charla más informal y Azize se sorprendió de cómo había cambiado él, que había sido más tímido e introspectivo cuando se habían conocido…
Mientras disfrutaban un café para terminar la comida, él le agradeció haberle hecho conocer el lugar…
-De verdad disfruté mucho la comida… creo que lo habría hecho igual si íbamos a un local de comidas rápidas… pero me gustó mucho…
-Me alegra…- dijo ella y sonrió cuando dio el último sorbo al café.
-¿Puedo acompañarte a casa? - le preguntó él, mirándola con un poco más de intensidad. Azize sintió que su corazón se aceleraba.
-Pero… vine en auto…- dijo ella, sin saber qué responderle...
-Te diré qué haremos… quizás podrías llevarme al hotel… y…
-Cevdet…
-Solo quiero pasar un rato más contigo…- dijo él y ella inspiró hondo.
-Te llevaré…- dijo ella y él sonrió.
Llegaron a la puerta del hotel y como Azize imaginaba, él hizo el intento de invitarla a subir a su habitación…
-Cevdet… escucha… necesito que hablemos… esto… yo se que te interesa revivir lo que pasó aquel día… y te juro que la idea me agrada… pero necesito que hablemos antes…
-Bien… ¿aquí? Porque siento que estaremos más cómodos en la habitación…
-Está bien…- dijo y bajaron.
Entraron a la habitación y cuando él encendió las luces, ella se quedó mirando el lujo del lugar un momento…
-No lo conocías…
-No… de verdad es un muy lindo lugar…
-Azize…- dijo y la buscó con sus brazos, para acercarla a su cuerpo. Ella miró sus labios, preguntándose si recordaba como eran sus besos…
-Cevdet… hablemos…
-¿No podemos hablar después? Hace mucho que espero este momento…- dijo y se inclinó suavemente para testear sus labios.
-No… por favor no lo hagas… Cevdet…- le rogó ella, su voz baja, casi rogándole.
-Déjame besarte, Azize… luego hablaremos…- le dijo y cerró la distancia entre ambos, para besarla con intensidad. Ella murmuró algo en su boca, que ninguno de los dos entendió.
Azize luchó con todas sus fuerzas para mantener la cordura. Los recuerdos la avasallaban, las caricias de él la llevaban a lugares a lo que había fantaseado con volver… con él…
-Cevdet…- dijo mientras lo empujaba un poco.
-Azize… ¿qué quieres decirme? ¿qué es eso tan importante que no puede esperar?
-Escucha…- dijo ella, tratando de encontrar las palabras...
-Dime…- dijo él y buscó con sus labios el cuello de ella, besándolo con suavidad.
-Cevdet por favor…- le rogó ella, su voz grave, plena de deseo...
-Está bien…- dijo él y la soltó. Se quedó mirándola y supo que algo no estaba bien- ¿me dirás qué pasa?
-Es… complicado…
-Dime… yo intentaré comprenderte…
-Yo… no pensé que las cosas serían así… no creí que volverías… creí que… que harías tu vida… y que no te importaba…
-Azize…
-Cevdet… la noche… esa noche en la que nos despedimos… en la que… saldamos nuestras cuentas pendientes… que compartimos y ambos disfrutamos… la que quieres revivir ahora…- dijo y él asintió- tuvo consecuencias…- Cevdet arrugó el entrecejo.
-¿Consecuencias dices? ¿qué consecuencias? - preguntó con un hilo de voz.
-Esa noche… quedé embarazada… y tuve un hijo…- dijo y él la miró con una expresión mezcla de sorpresa y confusión, pero luego la confusión se desvaneció, y le dio paso al enojo.
-¿Cómo?
-Tuvimos un hijo… Cevdet…- se corrigió y él achicó los ojos, como si hiciera cuentas mentales.
-Si es una broma, no me gusta…- le dijo y ella sacudió la cabeza cuando algunas lágrimas se deslizaron por sus ojos.
-No lo es… te estoy diciendo la verdad…
-Azize…- su voz tembló y se tocó el pecho, quiso seguir hablando pero no pudo…
Bueno... finalmente le dijo la verdad... veremos como él la toma. Prometo seguir pronto! Gracias por esperar cuando me atraso y por seguir leyendo! Nos vemos!
