Tres días antes del partido entre Seirin y Too.

-¿Te han dicho antes que tienes pómulos muy bonitos y definidos, Ryou-chan?- pregunto Satsuki a Sakurai mientras frotaba suavemente el rostro de Ryou con una toallita húmeda de bebé. Esa tarde había terminado el entrenamiento de Too y la jornada escolar, oportunidad que uso a su favor Momoi para "limpiar" de sudor y cedulas muertas el bonito rostro de Ryou.

Solo estaban ella, Sakurai, y, para sorpresa de Momoi, Aomine Daiki.

Los tres se habían quedado a terminar de guardar las cosas utilizadas para el entrenamiento y Aomine aprovechando la distracción de Ryou con Momoi se había acostado a dormir al menos 15 minutos antes de seguir hasta su casa a Sakurai.

-Mi mamá me lo dice constantemente cuando tira de mis mejillas antes de que ella y papá salgan al trabajo todos los días- explico Ryou cerrando un poco sus ojos por como frotaba su rostro Satsuki con la toallita húmeda.

Aomine vio de reojo a Satsuki y a Ryou luego de la nueva información obtenida.

-Debes cuidar mucho tu bonita piel y rostro, Ryou-chan. Te pasare las marcas de cremas exfoliantes naturales que uso para que te las pongas todas las noches, si sigues sus indicaciones te aseguro que serás la envidia de muchas chicas por el bonito rostro que tendrás- afirmó Momoi dejando a un lado la toallita húmeda utilizada haciéndola una bolita y guardándola en su chaqueta azul acua -¿Tu qué piensas, Dai-chan?- pregunto a su amigo de la infancia que fingía estar "dormido" pero oyendo atentamente su conversación.

-El rostro de Ryou ya es bonito sin necesidad de todas esas cosas que te pones en la cara, Satsuki- afirmo Aomine sin quitar la revista que cubría su rostro -con o sin cremas ya es envidia de muchas de mis compañeras de clase-

-Gra-gracias, Aomine-san- las mejillas regordetas de Ryou se sonrojaron tiernamente por lo que comento Daiki.

Satsuki sonrió enternecida por la imagen que le regalo sin querer Ryou, quito con cuidado la banda en forma de osito que ayudaba a levantar los cabellos castaños de Sakurai de su rostro y la guardo de inmediato en su mochila.

-Ya termine contigo, Ryou-chan- afirmo la chica terminando de guardar sus cosas en su mochila.

Ryou parpadeo un par de veces confundido mientras intentaba arreglar sus alborotados cabellos.

Aomine se levantó de su lugar notando el "desastre" de cabello que tenía Ryou, sin evitarlo soltó una buena carcajada, Ryou parecía pollo desplumado.

-No te pases Satsuki, el cabello de Ryou parece nido por tu culpa- y se sostuvo del estómago por la imagen que tenia de Ryou.

Otra vez, las mejillas de Sakurai se pintaron de rojo, esta vez avergonzado por lo que había dicho Aomine.

Satsuki hizo un puchero ofendida -no es mi culpa, Dai-chan-

-Claro que lo es, Ryou tenía bien arreglado su cabello hasta que le pusiste las manos encima- y a su manera intento arreglar el cabello de Sakurai no consiguiéndolo al primer intento.

-Pu-puedo hacerlo yo, Aomine-san-

-No, quiero hacerlo, Ryou-

Satsuki sonrió complacida.

Esas escenas protagonizadas por su mejor amigo no se veían todos los días.


El camino a casa de Ryou fue silencioso por parte de ambos jóvenes. Aomine estaba entretenido jugando con su balón girándolo con los dedos mientras Ryou caminaba al lado de Daiki abrazando su mochila donde transporta casi todos los días la comida para el equipo y la que le prepara a Aomine.

El ambiente entre los dos era tranquilo... casi rayando a lo pacifico.

Y esa sensación le gustaba a Aomine, le hacía olvidarse de que en tres días volvería a ver a Tetsu y enfrentaría a su equipo.

Destruiría, quiso pensar, pero no.

Ha visto los videos de Seirin y aunque definitivamente no se comparaban en nada a Too y al propio Aomine, debían tener cuidado.

No es como si pudieran ganarles, ni en sus más locas fantasías pasaría algo así.

-¿Aomine-san?- llamo bajito Ryou al moreno que había salido finalmente de sus reflexiones -y-ya llegamos a mi casa-

-¿Tus padres llegaran hoy, Ryou?-

-¿Aomine-san quiere pasar la noche conmigo?- pregunto dudoso Sakurai, aun no llegaban a ese extremo de intimidad entre ambos pero... no es como si le molestara, prefería pasar la noche con un amigo que en completa soledad porque sus padres no estarían en casa hasta pasado mañana.

-¿Es una invitación, Ryou?- pregunto Aomine con otras intenciones levantando la ceja sugestivamente.

Aunque Ryou no lo vio así, era demasiado puro e ignorante en las relaciones humanas para siquiera mal pensar lo que inquirió Aomine.

-Puede quedarse a dormir conmigo si quiere, Aomine-san- explico el castaño con calma -solo que no iré a dormir todavía, quiero adelantar un poco de tarea para concentrarme mejor en los entrenamientos del fin de semana antes de nuestro encuentro con Seirin- explico el castaño buscando algo en su mochila, seguramente sus llaves.

-Relájate un poco Ryou, a este paso colapsaras- y Ryou abrió la puerta de su hogar invitando a Aomine a pasar sin hacer mucho caso a las palabras de Daiki -no pasara nada si entregas un poquito tarde tus tareas-

-Es una costumbre mía, no quiero descuidar mis notas por mi amado deporte- explico Ryou caminando hasta la cocina -puede dejar sus cosas en el sofá, Aomine-san. Iré a buscar algo para que pueda usar Aomine-san y después preparare algo ligero para la cena- explico Sakurai dejando en libertad la curiosidad de Aomine.

Era la primera vez que iba a la casa de otra persona que no fueran los chicos de la Generación de los Milagros, el ambiente dentro de la casa de Ryou era cálido. Saco su celular y le envió un mensaje de texto a su madre informándole que pasaría la noche con un compañero de equipo.

"Solo no rompas nada que parezca lujoso, mocoso"

Aomine sonrió, su madre era igual que él.

-Aomine-san- Daiki dejo su celular de lado y le prestó atención a Ryou quien llevaba una playera negra sin mangas y una bermuda de color verde militar, se las extendió a Aomine -es ropa de mi papá, espero le sirvan a Aomine-san- y Daiki las tomo con recelo pero agradeciendo el gesto de Ryou -iré a preparar algo para cenar, puede cambiarse en mi habitación, es en el segundo piso, tercera puerta a la derecha- y dejo a Aomine sentado en la sala de su hogar.

Aprovechando su soledad y que nadie le observaba, Daiki se puso a buscar algo en los bolsillos de su uniforme, lo saco con cautela y después lo abrió.

Era un bálsamo labial olor cereza, que además de humectar los labios secos, dejaba un poco de pintura roja, resaltando y dando volumen sin exagerar los labios de su portador. Se lo quito a Satsuki en un momento de distracción de la chica aprovechando que estaba ocupada limpiando el rostro de Ryou.

No supo porque asalto de esa forma la cosmetiquera de Momoi, ni porque el primer pensamiento que se le vino a la mente luego de tener ese bálsamo en sus manos era que Ryou lo usara cuando se besaran en cada oportunidad que tenía Aomine de soledad con Sakurai.

O incluso sin que estuvieran haciendo aquella actividad que empezó por culpa propia.

"Los labios de Ryou se verán más bonitos con este bálsamo ¿tendrá algún sabor en particular o solo es su aroma?".

Lo descubriría en tres días, cuando terminaran con el equipo de Tetsu.


Se viene desarrollo de personaje para Aomine... Y no va a ser tan bonito para el, tómenlo en cuenta para futuras actualizaciones.