El partido de Seirin solo fue parte aguas para lo que se enfrentarían en el camino a las nacionales. Con Aomine siendo la estrella y el as de Too difícilmente los equipos contrarios tendrían una oportunidad en contra de ellos.
Aomine solo tenía un solo propósito y lo estaba cumpliendo con creses. Imayoshi estaba complacido con los resultados, Susa un tanto intrigado, Wakamatsu molesto por la actitud ególatra de Aomine y Sakurai con Momoi solo se preocupaban de más por el comportamiento de Daiki en todos los partidos que ganaron.
El ambiente en Too era... estresante, hasta cierto punto.
Pero...
-¿Qué haces con ese cuadernos, Ryou?- pregunto Aomine acostado sobre el hombro de Sakurai que estaba manejando un lápiz sobre la hoja blanca del cuaderno. Estaba revisando su celular pero le llamo la atención que Ryou no le prestara la atención que siempre le prestaba.
Y eso no le gusto.
-Estoy practicando dibujo, Aomine-san- explico Ryou sin dejar de mover el grafito sobre la hoja blanca -Momoi-san me mostro un video de dibujo con grafito, quiero intentar recrear lo que había en el dibujo- agrego Ryou sin prestarle mucha atención al par de ojos azules que le analizaban intensamente.
Comenzaba a acostumbrarse a la actitud de Aomine hacia él.
-¿Desde cuándo dibujas, Ryou?-
-Desde pequeño, gane muchos concursos durante mi etapa de primaria y secundaria pero lo deje a un lado después de conocer el baloncesto- expreso Sakurai cambiando de grafito por otro más delgado y fino. Aomine le vio con la ceja alzada quitándole un mechón de cabello castaño que amenazaba con cubrir sus ojos, poniéndolo tras su oreja.
Debía admitirlo, Ryou tenía paciencia y talento para esos dibujos.
Pronto la campana de la escuela se escuchó dando por finalizado el descanso. Pero Ryou no le tomo mucha importancia como en ocasiones pasadas.
-Las clases ya empezaron, Ryou-
-Lo sé- respondió Sakurai sin despegar su mano diestra y mirada de su dibujo.
-¿Y no te preocupa eso?-
-Me preocupa más Aomine-san- respondió Ryou dejando a un lado sus lápices viendo ahora a Aomine que de igual forma lo veía a el -quiero estar con Aomine-san al menos esta hora para saber qué es lo que lo aqueja- cerro su cuaderno junto con su estuchara, dejándolas a un lado de su cuerpo.
Aomine estuvo tentado en evadir ese tema, y claro que lo hizo después.
-Yo no tengo nada, Ryou- respondió Aomine rehuyendo de la mirada de Ryou -solo estas imaginando cosas-
-Y-yo no estoy imaginando cosas, Momoi-san y los demás se dieron cuenta de que algo le pasa a Aomine-san desde el partido que tuvimos con Seirin- explico Ryou con calma -a-además, cuando Aomine-san me besa últimamente me duele la forma en que lo hace-
Daiki estaba sorprendido por lo que escuchaba de Ryou.
-Creí que te gustaban mis besos, Ryou-
-Y me gustan Aomine-san- las mejillas de Ryou se pintaron de un bonito sonrojo cuando menciono aquello -pero... los últimos días solo su lengua se encarga de invadir mi boca, no es paciente conmigo... como al principio de... esto que sea que tengamos Aomine-san y yo-
Aomine se recargo en la pared donde estaba apoyada la espalda de Ryou sin dejar de ver al castaño que abrazaba ahora sus piernas encogidas sin atreverse a ver de nuevo el rostro de Aomine sin morir de vergüenza en el intento.
En realidad... nunca aclararon cual era el "tipo" de relación que tenían desde hace unos meses.
-No creí necesario ponerle una etiqueta o nombre a lo que tenemos tú y yo, Ryou- expreso Aomine tentado en abrazar a Ryou pero no lo haría, demasiado meloso y suave para su gusto -y sigo diciendo que no quiero ponerle una etiqueta a lo que hago contigo, Ryou-
Entonces el castaño alzo el rostro de sus piernas por lo que dijo Aomine.
-¿Eso significa que lo que hace Aomine-san conmigo... lo hará con alguien más con el tiempo?-
Daiki no respondió, solo se dedicó a ver el paisaje a su alrededor.
-Oh- algo parecido a decepción se escuchó de los labios de Ryou -entiendo, Aomine-san-
-Ryou-
-Está bien, no pondremos etiquetas entre nosotros, Aomine-san- aseguro Ryou sintiéndose repentinamente mal consigo mismo -cre-creo que iré a la biblioteca, no quiero estar aquí dos horas-
-Ryou- Aomine no lo pensó dos veces y volvió a besar los labios de Sakurai que, como al principio no abría sus labios, esta vez más por incertidumbre que por otra cosa -no hagas esto más complicado de lo que es, por eso no quería ponerle etiquetas a esto que tenemos tú y yo-
-Y voy a aceptarlo, Aomine-san- respondió Ryou poniéndose de pie mientras sacudía su uniforme y tomaba sus cosas -al menos estamos siendo claros desde el inicio ¿cierto?- se fue en silencio de la azotea más callado que de costumbre.
Aomine se quedó en su lugar viendo como Ryou abandonaba la azotea. Chasqueo la lengua molesto, por eso mismo no quería tocar ese tema.
Él no quería algo más, pensó que Ryou estaba de acuerdo con eso y por eso no tuvo la necesidad de aclarar este punto desde el inicio.
-Maldición- se quejó mientras se acostaba sobre el suelo viendo el manto cielo azul de esa mañana.
Esto solo se complicaría con el pasar de las semanas.
-En dos semanas jugaremos con Kaijo- anuncio Imayoshi con Susa a su lado. Momoi ladeo la cabeza intrigada, es decir, no esperaba menos de su amigo Ki-chan y su equipo pero incluso ella se sorprendió de lo rápido que llego Kaijo hasta con ellos -ya saben lo que significa eso-
-Entrenamiento intensivo, órganos afuera por el excesivo ejercicio al que nos someterán Imayoshi y el entrenador y por supuesto, la maravillosa comida y postres que las manos angelicales de Sakurai preparara para todos nosotros- todo el equipo se rio por el comentario de Yoshinori.
Excepto Ryou que solo sonrió levemente abrazando un balón de baloncesto.
Siendo visto de reojo por Wakamatsu y un par de salvajes ojos azules desde las gradas más alejadas del gimnasio de Too.
-¿Ryou-chan?- llamo Satsuki al castaño que se mostraba más callado de lo normal, detalle que no paso por alto Kosuke -¿está todo bien? Hace días que te noto distante-
-Lo siento yo... no quería preocupar a Momoi-san-
-No solo preocupas a Momoi, a mí también, Sakurai- secundo Wakamatsu revolviendo los cabellos castaños de Ryou crispando los cabellos de la nuca de Aomine que solo estaba de espectador por lo que le hacían a Sakurai -hace tiempo que no te veíamos tan callado ¿paso algo con Aomine?-
-No, Aomine-san no tiene nada que ver- respondió Ryou con calma -solo estaba sobre pensando unas cosas que no valen la pena pensar- agrego mientras soltaba el balón que estaba abrazando hace un momento -no quiero ser una molestia para el equipo y Wakamatsu-san con Momoi-san-
-Ryou-chan...- Satsuki entonces noto como las puertas de emergencia del gimnasio se abrían de golpe notando que Aomine había salido de ahí sin mayor escándalo.
Ahí había gato encerrado.
Lastimosamente no podría hacer nada hasta que fuera el partido con Ki-chan y Kaijo.
Solo esperaba que no fuera demasiado tarde para Dai-chan.
