—¿Por qué salimos tan apresuradamente del campo? —preguntó Draco al estar en los vestidores en compañía de Hermione.

—Por nada en especial —se apresuró a responder.

Aunque Draco no le creía nada a Hermione no hizo más preguntas, su actitud era muy extraña, miraba por detrás de su hombro por una razón qué él desconocía e intercalaba miradas con él mientras hablaba.

—¿Buscas a alguien? —preguntó sin poder contenerse, la chica observaba constantemente detrás suyo cómo buscando a alguien.

Hermione se planteó un par de excusas, no obstante sabía qué Draco no iba a creerle tan fácilmente, ella misma había estado dando motivos para qué su amigo preguntará el por qué de su falta de atención visual hacía él, por qué si lo estaba escuchando o eso creía.

La castaña bajó la guardia y se acercó un poco más a él para qué nadie a parte de Draco escuchara. Todavía no había demasiada gente en los vestidores y los pocos alumnos en el lugar, en ese instante tomaban una ducha a un par de metros de ellos, los dos amigos se encontraban de pie entre el área de regaderas y vestidores, escuchando el ruido del agua caer.

—Cómo te decía, el proyecto de artes qué nos encargó la profesora Mathilda Green tenemos qué realizarlo con alguien del contraturno y yo pensé en escoger a… Ron Weasley —murmuró el nombre tan bajo qué Draco no logró entender una palabra.

—¿A quién? —preguntó de nuevo, esta vez inclinándose un poco más hacía ella.

—A Ron Weasley —su tono de voz fue más claro qué la primera.

Hermione se apartó completamente colorada y nerviosa, Draco casi se echó a reír.

—¿Te gusta Weasley? ¿El hermano de Ginny? —preguntó Draco, mordiendo su labio inferior, tratando de no soltarse a reír cómo tenía ganas.

—No —se apresuró decir, pero luego se arrepintió de mentirle por qué añadió—: bueno sí, pero no se te ocurra decirle algo —lo amenazó la chica—, podrías llamarlo, tú estás en el equipo y sé qué quieres ayudarme desinteresadamente

Draco no se iba a negar a brindarle ayuda con uno de sus compañeros de equipo, ella era su mejor amiga, y lo estaba apoyando cómo nadie más lo hizo ni lo haría. Lo único qué no pasaba por alto era decirle a Hermione qué tuviera cuidado en quién se fijaba, sobre todo cuando el chico era amigo de ese tal Potter qué se había expresado tan mal de él.

—Está bien, te ayudaré, sólo ten cuidado con él —advirtió Draco.

La sonrisa de Hermione no se podía comparar, abrazó rápidamente a su amigo con efusividad pues sabía qué no le agradaban mucho los abrazos.

—Gracias Draco —dijo la chica sin quitar su sonrisa.

—Siempre es un gusto ayudarte —respondió el rubio.

En ese instante el resto del equipo comenzó a entrar a los vestidores y Ron no tardaría en hacerlo por lo qué Hermione se apresuró a salir del lugar, no sin antes darle el mensaje a Draco sobre lo qué tenía qué decir. El rubio se río y siguió con la mirada a su amiga, lo único qué esperaba era qué fuera feliz, y de eso él se encargaría.

—Me siento un poco inseguro al momento de dar los pases, y me da nervios saber qué el rival podría quitarme el balón —expresó Ron en su caminata a los vestidores para tomar una ducha.

—No pienses así, lo mejor es dejarte llevar por el juego y fijar la mirada en el balón, no en las personas a tú alrededor, te será más fácil concentrarte —sugirió Harry.

—Tienes razón, el próximo entrenamiento del jueves lo haré y para el viernes necesito ser un experto en fútbol —dijo y se rió, Harry le secundó la risa.

Harry aun riendo giró sobre sus talones para ir a su locker dónde encontraría sus cosas para ducharse, no habían dado ni tres pasos cuando una figura corpulenta y más alta qué él, pero no más qué Ron se interpuso en su camino, los chicos frenaron en seco, y cuando Harry logró distinguirlo casi se fue de bruces.

—Permiso por favor —musitó Ron.

—Tengo qué decirte algo —dijo el rubio observando a Ron—, a solas —recalcó.

Harry quién no había prestado demasiada atención, salió de su transe cuando Draco pidió hablar a solas con Ron.

—¿Por qué? —preguntó Ron.

—Responderé todas tus dudas y no te quitaré más de dos minutos —aclaró Draco—, ¿Nos permites un momento? —le preguntó directamente a Harry.

El chico de anteojos asintió, rodeó al rubio por el lado contrario de Ron, pasando muy cerca del rubio e inclusive rozó ligeramente su piel, a Harry le dio un escalofrío y apresuró el paso lejos de ellos.

No podía creer qué ese chico le causara tantas emociones, y no tenía una respuesta clara, o tal vez sí pero prefería esconderlas muy en el fondo de su mente. Harry se abstuvo de pensar en él y se acercó a su locker el cual abrió para sacar la maleta qué llevaba los días de entrenamiento, iba decidido a uno de los baños sin mirar a nadie cuando su mejor amigo entró en su campo de visión, tenía la mirada pérdida y el semblante inexpresivo.

—Ron, ¿Qué ocurre? —preguntó Harry, caminando hacía él.

El pelirrojo se sentó en una de las bancas qué estaban en medio de los lockers, los cuales se encontraban alrededor, pegados a las paredes blancas.

—¿Qué te dijo ese idiota? —volvió a preguntar, tomando el hombro de su amigo, zangoloteándolo un poco.

Ron pareció volver a recordar qué el inhalar y exhalar le permitía respirar, tomó una bocanada fuerte de aire, tragó saliva y al fin logró posar su mirada azul en Harry.

—¿Recuerdas el proyecto de artes para la profesora Mathilda Green? —preguntó Ron.

Harry se golpeó mentalmente, no se acordaba ni por asomo.

—Es verdad, lo había olvidado —se lamentó el azabache.

—Bueno, resulta qué el chico nuevo me dijo qué Hermione Granger quiere trabajar conmigo, ¿Sabes lo qué eso significa? —preguntó Ron con cara de idiota, sonriéndole a la nada.

—¿Qué? ¿Estás seguro? ¿No será una broma verdad? —preguntó enfadado, si ese chico nuevo se atrevía a bromear de esa manera con Ron lo iba a conocer.

—Eso mismo pensé —respondió Ron al instante, cambiando su expresión a una más seria—, y le dije qué si ella quería trabajar conmigo ¿Por qué no me lo decía? y dijo qué le daba un poco de vergüenza, no le creí hasta qué señaló detrás mío y ahí estaba ella, tan linda cómo siempre —se expresó Ron con una amplia sonrisa.

—¿Y…? —alentó Harry a qué continuara su relato.

—Cuando me vio me saludó con la mano y luego se apartó de mi vista pero Malfoy dijo qué esperaría a qué terminara la ducha para hablar, además me recalcó qué si le hacía algo a su mejor amiga lo iba a conocer, ¡¿Puedes creerlo?! ¡Dijo qué era su mejor amiga! —hizo énfasis en la última oración.

—¿Cómo? ¿Has dicho qué es su mejor amiga? —preguntó Harry con desconcierto.

—Sí, le iba a preguntar si no era su novia pero la forma en qué lo recalcó lo dejó claro y no tuve oportunidad, además si lo fuera o tuviera interés en ella no me habría dicho nada, ¿No lo crees? —preguntó Ron con cierto ánimo, volviendo a sonreír ampliamente.

—Supongo —confirmó Harry todavía confundido ante la nueva información.

Algo dentro de él respiró con tranquilidad, si realmente Hermione y Draco fueran novios, no le habría permitido acercarse a ella por nada del mundo, y tomando en cuenta su carácter lo veía todavía más difícil, aunque fuera por cumplir un trabajo escolar, hubiera preferido tener a una compañera mujer y no un hombre.

—Y si no es su novio, quiere decir qué tengo una oportunidad —Ron estaba por saltar de alegría pero Harry lo detuvo.

—Sí pero no te alteres demasiado, no querrás llamar la atención —murmuró sonriendo cómplice a su amigo quién parecía no tener intenciones de irse a las duchas, por el contrario él sí.

Harry dio marcha a una de las regaderas para ducharse, entró a la primera que vio desocupada. Junto a él otro chico hacía lo suyo bajo el agua, no le tomó importancia hasta qué lo escuchó cantar en voz muy baja; Borders de Zayn Malik, una canción qué en lo personal a él le encantaba. Harry paró la oreja para identificar quién era el dueño de aquella melodiosa voz y cuando identificó al chico del mostrador casi se iba de bruces sobre la pared de piedra por dos razones, la primera era: ¿Cómo diablos había identificado la voz del rubio? y la segunda, sus gustos musicales eran bastante buenos.

Ignoró por completo los ambos puntos y se dispuso a deshacerse de la ropa deportiva e interior, quedando completamente desnudo y listo para abrir el grifo de agua helada, estando bajo el chorro de agua se concentró el lo fría qué estaba y no en todo lo qué sentía respecto a Draco.

Harry salió de la ducha más repuesto, con una toalla enredada en la cintura y en la mano traía su maleta con la ropa sucia y lo qué en ese momento se pondría. Se acercó al área de lockers aun escurriendo agua por su cuerpo y su cabello, dejó la maleta negra sobre la banca y se colocó su ropa interior por debajo de la toalla, cuidando qué nadie lo viera, aunque eso era poco probable pues no había nadie cerca. Harry decidió deshacerse de la toalla y colocarse sus vaqueros azules antes de qué a alguien se le ocurriera aparecer, rebuscó en la maleta su playera lisa negra de algodón durante un par de segundos, cuando la encontró sintió una mirada sobre él, por acto reflejó levantó la cabeza, en búsqueda de la persona qué lo miraba y fue cuando se encontró de nuevo con él.

El rubio estaba completamente vestido y arreglado, su cabello lucía húmedo y su piel brillaba, al menos ante los ojos de Harry.

Draco le miraba divertido, mientras qué Harry frunció el ceño, rápido se terminó de vestir y se sentó dándole la espalda al rubio con la intención de terminar de arreglarse sin la necesidad de verlo, sin embargo el rubio no tenía intenciones de pasar desapercibido por lo qué rompió el silencio incomodo qué se había creado entre ambos:

—Espero qué tú amigo se tome en serio su trabajo con Hermione —comentó el rubio.

Harry rodó los ojos, aun de espaldas, soltó un bufido y se giró sobre la banca para encararlo.

—Yo espero qué esto no sea una broma tuya de mal gusto por qué entonces sí me vas a conocer —amenazó el azabache.

Draco se rió para su sorpresa o simplemente por la idea de hacerlo enfadar.

—Si fuera el caso me encargaría de hacerte pasar un mal rato a ti, no a él, quién me insultó fuiste tú —recalcó el rubio.

—Te pedí disculpas pero al parecer no sabes el significado de ser alguien maduro —dijo Harry en tono hostil.

Draco estaba comenzando a enfadarse pero no le iba a dar el gusto a ese cuatro ojos de verlo así, por lo qué decidió darle la vuelta a la situación.

—Ah claro, ahora lo vengo a entender —dijo Draco en tono comprensivo, lo qué causó confusión en Harry, el rubio casi se echó a reír—, querías pedirme ser tú compañero de proyecto de la materia de artes

Harry le miró perplejo, deteniendo sus movimientos de la maleta qué tenía sobre la banca de madera, y en ese instante soltó su kit de higiene personal al escucharlo decir eso.

—¿Qué? —preguntó Harry no estando seguro de haber escuchado bien.

—Acepto tú petición, podemos comenzar mañana con el proyecto, sólo no busques temas aburridos, sé creativo y original, yo haré lo mismo, bueno, nos vemos —dijo y sin dejarle replicar algo a Harry, se colgó la mochila sobre sus hombros y dio media vuelta dejándolo sólo en el vestidor.

"¿Qué? " Harry repitió esa pregunta en su cabeza. Tuvo qué tomarse unos segundos para asimilar lo qué acababa de ocurrirle, ¿Por qué Malfoy le había dicho eso? ¿quería hacerle pasar un mal rato?. ¡Sí, era obvio!, respondió la voz de su conciencia. Ese güerito no era más que un sangrón, bipolar y no entendía cómo podría sacarlo de sus casillas con tanta facilidad qué él mismo se sorprendía.

Esa bromita suya le iba a costar muy caro, antes prefería hacer equipo con cualquier otra persona, aunque ni siquiera le hablara. Harry no era ningún tonto cómo para deducir qué Draco ya tenía pareja para el proyecto y esa era una forma de fastidiarlo o hacerle quedar en ridículo cuando llegara a preguntarle por el trabajo, Harry se había enfadado con sólo imaginar la gran risotada qué soltaría en su cara por haberse creído todo ese cuento. Ya vería la forma de vengarse más tarde, por ahora prefería pensar en una pareja para su proyecto, tal vez podría decirle a Luna, Ginny, Katie, o cualquier persona qué no tuviera pareja, debía apresurarse con eso, el avance se entregaba la próxima semana y no se daría el lujo de reprobar.

¿Qué le había pasado? ¿En qué momento se había metido en un lío cómo ese?, tenía qué estar muy idiota o gravemente enfermo. Lo último qué se podría haber imaginado era terminar de compañero de trabajo con el imbécil qué se había atrevido a insultarlo y qué además de ser miope tenía unos hermosos ojos verde brillante qué…

—¡Basta ya de pensar eso! ¿Qué mierda me ocurre? —bramó Draco, despeinando las hebras de su rubio pelo con sus dedos.

Draco caminaba a toda prisa hacía la salida dónde Hermione lo esperaba después de haber tomado una merecida ducha de agua fría, qué siendo sinceros no le había servido mucho.

La única explicación qué encontró mientras caminaba, era qué, con su honorable presencia le haría lamentar haberse metido con él, pues, ¿De qué otra manera podría explicar lo qué hizo?. A vista de qué él sólo se había metido en un lío, no lo iba a desperdiciar.

Draco llegó al lugar de encuentro a los pocos minutos, Hermione tenía la espalda recargada sobre las gruesas rejas negras de la universidad, con una sonrisa boba en el rostro, observando todo a su alrededor con suma alegría, por el contrario de Draco quién iba con los nervios crispados y una furia qué seguía sin tener sentido y mucho menos respuesta.

—De verdad qué Weasley te pone mal —se burló Draco estando a pocos centímetros de ella, intentando olvidar ese debate con él mismo.

La chica no dejó de sonreír y se limitó a reír con falsedad.

—Draco cómo los amigos qué somos me gustaría decirte qué nunca dejes de amar, porque el amor es lo más bonito del universo —Hermione le detuvo con un ademán cuando estuvo a punto replicar—, no digas nada sólo piénsalo, algún día llegará alguien a ti qué te hará sentir todo y a la vez no sabrás cómo describirlo

—Eres una cursi —respondió fingiendo estar molesto.

—Lo qué digas, pero ya verás —dijo y tomó su mochila del suelo para colocarla sobre su hombro.

Draco rodó los ojos y no le respondió, él estaba muy seguro qué nadie le haría sentir todo eso qué ella decía, no después de lo qué vivió, y qué no lograba olvidar, si había salido adelante era por el hecho de recuperar la poca dignidad qué le quedaba.

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¡Hola! estamos un viernes más disfrutando de un nuevo capítulo, ya sé qué el misterio de lo ocurrido con Draco es confuso y todavía falta un poco para descubrir lo qué sucedió, se que podrían darse una idea de la situación, de momento nos concentraremos en nuestra pareja favorita, después vendrá el drama, ya saben qué aparece de la nada, jajaja.

Muchas gracias por el apoyo y por leer 3, los tqm 3

Nos vemos en la próxima 3

Ale 3