Harry estaba decidido a no dar pie a una posible amistad con el rubio, sin embargo, no entendía por qué se había tomado el tiempo de hacer el dibujo qué le había prometido a Draco el día anterior y qué dadas las circunstancias no logró evitar mantenerlo en su mente toda la tarde y parte de la noche.

Harry estaba sumamente estresado con el tema, eran demasiados los pensamientos qué iban y venían, la cabeza le dolía de tanto sobre pensar pero no podía evitarlo, era exorbitante la cantidad de dudas e inseguridades qué lo atormentaban. En primer lugar no podía explicar cómo había terminado masturbándose pensando en un hombre y lo qué era peor, ese hombre era Draco Malfoy, lo segundo del caso era qué si llegara aceptar sus inclinaciones; ¿Lo rechazarían? ¿Sus amigos dejarían de hablarle? ¿Su familia lo aceptaría?, a él le habría encantado responder de forma positiva a la última pregunta pero no podía asegurarlo, una cosa era aceptar a su mejor amigo cómo parte de la comunidad LGBTIQ+ y otra muy distinta era qué su propio hijo fuera gay o bisexual. Harry detestaba añadir etiquetas a las personas según sus ideales, cada quién era libre de vivir su vida cómo le pareciera mejor.

Tal parecía qué en su caso todo consejo e ideas qué tenía no estaban resultando favorables, y tener a Draco en sus pensamientos no resolvía nada.

Tanta era la incertidumbre qué intentó deshacerse del dibujo camino a la universidad, todavía no tenía su coche de vuelta, por lo qué esa mañana llegó en bus, y se dijo así mismo qué era buen momento de perder el lienzo blanco con las manchas de colores de acuarela perfectamente dibujadas. No obstante, pareciera qué el lienzo formaba parte de su mochila pues no logró sacarla en los múltiples intentos por deshacerse de esa cosa qué le causaba molestia y dudas.

Harry era consciente de qué si le entregaba el regalo a Draco, no haría más qué aceptar sus sentimientos y él estaba muy lejos de querer hacerlo.

—¿Qué hago? —murmuró para sí mismo, su pie tamborileaba con nerviosismo.

El azabache se encontraba sentado sobre la piedra gris de las palapas, qué eran rodeadas por pequeñas jardineras, qué llegaban a la altura de su cabeza, lo cual lo escondía un poco, aunque a él le habría encantado desaparecer de la faz de la tierra, recordando su caliente noche ante una fantasía sexual qué nunca había experimentado, pero no sólo eso le tenía pensativo, Harry se avergonzaba en momentos al recordar qué era virgen a sus 21 años, se había masturbado cómo la noche anterior en múltiples ocasiones pero nunca llegó a tener sexo con alguien. Su ex novia Romilda Vane nunca tuvo iniciativa de algún movimiento detonante a una escena sexual, aunque Harry lo intentó, la chica parecía más interesada en sus logros personales y la posible incorporación de Harry al negocio de su padrino, y el chico de ojos verde brillante no tenía idea de cómo decirle abiertamente qué deseaba pasar una noche con ella, y ante la falta de interés de Romilda, lo complicaba más.

Sin embargo la deficiente comunicación de la pareja y el qué Harry no le hablara claro sobre tener un futuro asegurado, Romilda decidió regresar con su ex, al menos eso le había informado, y no de frente, sino mediante una carta y Harry no tuvo más qué resignarse y sentir una enorme frustración de no poderle decir un par de cosas a la cara.

No obstante fue cuando se le cayó la enorme venda de los ojos y vio claramente qué la chica sólo estaba con él por lo qué podría lograr, además de la fortuna y los negocios qué si él quería podría heredar. Harry agradecía qué Romilda no estudiara en la misma universidad qué él, o sería una tortura, cómo la situación qué vivía con Draco.

Y pese a su pequeño problema, Harry no dejaba de creer qué, en el momento qué decidiera hacer el amor con alguien, sería por qué se amaban lo suficiente cómo para dar ese paso y aunque la otra persona no fuera virgen, a él lo único qué le importaría sería el amor.

Harry observó la hora en su reloj de muñeca y marcaban las 6:40 AM, enseguida levantó la mirada y observó a su alrededor; por los amplios pasillos del campus se veían transitar alumnos de todos los grados y carreras, directivos, profesores y el personal de limpieza qué en ese momento barrían las hojas secas qué caían de los árboles frondosos sobre el césped recién podado.

En ese instante, Harry miró de soslayo a una persona qué lentamente se acercó a él, por un instante creyó qué se trataba de Ron, sin embargo cuando se giró para encarar a la persona qué tomaba asiento a su lado, no supo exactamente cómo reaccionar.

—Buenos días —saludó Draco.

La boca de Harry se secó, sus nervios se crisparon y su rostro enrojeció, el chico optó por voltear hacía otro lado antes de hablar:

—Bu-buenos días —titubeó Harry.

—Pasaba por aquí, te vi sentado y me dije; ¿Por qué no pedirle de una vez el dibujo qué muy amablemente me prometió? —el rubio sonrió con burla y Harry lo miró sin poder evitarlo.

—¿No tendrías qué estar en la cafetería? —preguntó Harry.

—Sí, pero es temprano todavía, aunque no tengo mucho tiempo —confesó Draco.

Harry no respondió, soltó un suspiro y tomó su mochila negra para abrirla y extraer el lienzo de papel blanco con una muy bonita pintura de acuarelas de todos los colores.

—Lo prometido es deuda, no quedamos en una fecha de entrega pero no quería dejar de mantenerte asombrado —se burló Harry.

Draco intentó responder con un insulto tan locuaz cómo siempre, pero esa vez no lo logró, y es qué el dibujo qué le estaba entregando era demasiado bonito cómo para decirle algo negativo, sólo tomó el lienzo y quedó absorto en el dibujo, descubriendo cómo cada pincelada fue plasmada con precisión, Harry sabía lo qué hacía, no tenía dudas y por primera vez lo había dejado mudo.

—Es muy bonita —halagó el rubio.

—Gracias —respondió Harry—, ¿Ahora si me disculparás?

Draco despegó por un momento la vista del lienzo de colores para enfocar su mirada gris en Harry, el chico en cuestión sentía los nervios a flor de piel, pero no iba a permitir qué ante la mirada penetrante del rubio, descubriera sus sentimientos.

—Me habría encantado decirte qué no —confesó Draco.

Harry rodó los ojos.

—Pero el dibujo es bastante decente, además te tomaste el tiempo de hacerlo entre nuestras múltiples actividades —dijo Draco.

—Al menos aprecias el esfuerzo —respondió Harry—, y el arte —añadió medio segundo después.

—Sería un tonto si no, el arte es muy hermosa, de cualquier tipo, cómo cultural, musical, pintura y demás

—Estoy de acuerdo

—Quedas disculpado y espero qué valores más el trabajo de cualquier mortal cómo yo —dijo el rubio, al mismo tiempo qué guardaba el lienzo en su mochila—, Gracias

—Fue un gusto —respondió Harry.

Ninguno dijo nada más y Draco dio marcha a la cafetería dónde ya lo estaban esperando para comenzar la jornada, mientras tanto Harry se preguntaba; ¿cómo rayos le haría para tomar distancia de Draco?.

Suspiró pesadamente y se levantó de su lugar, de camino al salón texteo a Ron, para decirle qué pasara por el café del día y qué él lo invitaba, con tal de no pisar el lugar esa mañana, además él no tendría problema en pagar los dos cafés, su amigo lo merecía, y de esa forma mataría dos pájaros de un solo tiro.


La semana culminó entre los entrenamientos para el partido de la semifinal, el arduo estudio de todos los alumnos para obtener las mejores calificaciones en los exámenes y con ello el culminar su primer parcial.

Por lo cuál, tomar distancia uno del otro había funcionado durante ese tiempo, no les había costado mucho mantenerse lo suficientemente ocupados estudiando, sobre todo Draco qué no sólo tenía qué ponerse al corriente con los apuntes, lecturas y tareas, el trabajo en la cafetería había sido demandante, entre tantos alumnos y profesores ordenando un café para sobrevivir no resultó favorable para ellos y para el viernes en la noche, Draco había terminado agotado, y todavía le faltaba memorizar un capítulo completo de su libro de "Las bellas artes de la música" qué, según lo dicho por el profesor Lockhart, la mitad del examen sería sobre dicho capítulo y gran parte su tiempo del fin de semana, lo utilizó para releer una y otra vez.

El día Lunes se presentó puntual a la cafetería, pero su aspecto no era el mejor, tenía ojeras pronunciadas y un cansancio físico, lo único qué lo reconfortaba era qué esa semana se dedicaría a terminar pendientes y presentar exámenes. No obstante, uno de ellos era el avance del proyecto el día viernes en la clase de Arte.

—No sé cómo sigo de pie, soy un zombi andante —murmuró Ginny, y dio un sorbo a su café, faltaban cinco minutos para abrir la cafetería y con ello esperaban un mar de clientes, lo cuál era bueno por las propinas qué recibían pero en esos días se volvía una tortura.

—Estamos igual —confesó Hermione—, Draco y yo pasamos la noche del viernes y sábado en vela, terminando tareas y memorizando páginas enteras de libros

—Para ella ha sido fácil, no tarda demasiado en aprenderlo todo, y yo he tenido qué terminar apuntes de seis materias, ha sido más pesado de lo qué pensé —confesó el rubio.

—¿quién te prestó los apuntes de música? —preguntó la pelirroja.

—Theo Nott, estamos en el mismo grado, lo conocí en el equipo de fútbol y por cierto esta semana tendremos el partido decisivo —expresó Draco con agobio.

—Ni qué lo digas, Ron ha estado muy presionado, ha llegado tarde a casa y no hace más qué tareas —comentó Ginny–, por suerte el practicar yoga me ha desestresado —añadió y soltó una pequeña risa.

—Te envidio —dijo Draco, medio en broma, medio en serio.

—Afortunadamente ya pasamos lo peor —animó Hermione.

Los tres chicos se sonrieron, terminaron de beber rápidamente su café matutino y fue Ginny quién abrió la puerta principal y cambió el letrero de "cerrado" a "abierto", transcurrieron alrededor de cinco minutos cuando el local tenía de nuevo una fila enorme. Los clientes pedían cafés y panecillos, todo con normalidad y fue hasta qué de nuevo aparecieron Ron y Harry, y con ello la estabilidad de Draco volvió a desbordarse.


—Llegué vivo a este día, espero qué mis hermanos no me exijan más, o enloquecería —musitó Ron.

—Estoy igual o peor, además no he comenzado el trabajo de arte —confesó Harry.

—Creí qué ya habías hablado con Draco —dijo Ron.

—No, la verdad no nos hemos visto mucho, y después de los entrenamientos hemos salido corriendo a casa a seguir estudiando —se quejó Harry.

—Supongo qué hemos tenido la suerte de no desmayarnos

Los dos amigos soltaron una carcajada algo floja.

—Bastante —concordó Harry.

—¿Iremos por nuestras bebidas favoritas? —preguntó Ron, deteniendo su paso sobre el pasillo de la entrada principal de la universidad.

—Sí, necesito un café urgente o moriré, además quiero hablar con él sobre el proyecto

—Vamos entonces —dijo Ron.

Harry le siguió el paso a Ron, mientras lo escuchaba hablar, o eso intentaba. Durante la semana no había hecho otra cosa qué pensar en Draco, había intentado hablar con él en la cafetería pero le había sido imposible al tener un mar de clientes en el lugar, y en los entrenamientos de fútbol la diferencia no era demasiada.

Pero no podía postergar más el encuentro, era ahora o nunca, al menos tenía qué pedirle reunirse con él al terminar su turno.

Llegaron a la cafetería y entraron cómo de costumbre, pero ese día, los últimos chicos formados para ordenar eran Blaise y Theo.

—Soy muy buena persona, pero nadie lo valora —se quejó Blaise en tono dramático.

—Sí, y por esa razón invitarás mi café —dijo Harry, uniéndose a la conversación.

—En este perfil no damos donaciones —bromeó Blaise, observando a Harry con fingida molestia.

—En realidad es un acto de bondad —terció Harry.

Blaise rodó los ojos, los cuatro chicos soltaron una carcajada sin poder evitarlo.

—Quisieras —dijo Blaise.

—¿Cómo te ha tratado la vida esta semana? —-preguntó Harry cambiando el tema.

—Mira, este soy yo —dijo Blaise alzando su mano izquierda—, y esta es la vida —alzó la mano derecha, formó un puño y le dio un par de golpes suaves a la palma de su mano.

—Igual qué a mi —confirmó Theo.

—Somos —dijo Ron.

—No hay mejor forma de describir mi situación actual —se quejó Harry.

—Lo único qué me mantuvo cuerdo fue la gran fiesta qué estamos organizando para el campeonato —dijo Blaise.

La fila avanzó un poco y los cuatro chicos dieron un par de pasos.

—¿Campeonato? pero si no hemos clasificado a la semifinal —terció Harry.

—Pero lo haremos, nos tengo fe, además en un incentivo, fiestas cómo estas sólo en las finales —dijo Blaise.

—¿Y quién la organiza? —preguntó Ron.

—La idea era qué fueran Fred y George cómo los años anteriores pero con su nuevo puesto de capitanes nos ha dejado hacerlo a nosotros junto a Collin Creavy, su padre es dueño de un club nocturno y es el lugar perfecto para celebrar el pase a la semifinal —respondió Blaise muy animado.

—Ya nos imagino gozando de un pub para nosotros solos, ¿No es genial? —preguntó Theo con entusiasmo.

—Magnífico —dijo Harry en tono sarcástico—, supongo qué ya han invitado a media universidad

—Todavía no, pero…

Blaise pasó su mochila al frente suyo, la abrió y de esta sacó una bolsa de papel blanca de la qué extrajo un par de tarjetas.

—Son las invitaciones qué mandamos a hacer, para qué no digan qué no nos hemos esforzado —dijo el moreno.

Harry negó con la cabeza ligeramente divertido, tomó una de las tarjetas y observó su contenido.

¡CELEBRA CON NOSOTROS EL GRAN PASE A LA SEMIFINAL DEL CAMPEONATO INTERESCOLAR DE FÚTBOL!

The London Team tiene el honor de invitarlos a la gran fiesta de celebración del pase a la semifinal del campeonato Inter escolar.

Para nosotros es un orgullo decir qué estamos dentro, sabemos qué tenemos todas las capacidades de ganar y esta vez el trofeo final será nuestro.

Estamos seguros de qué desean tanto como nosotros pasar una noche inolvidable en uno de los sitios más increíbles para los jóvenes estudiantes qué apoyan arduamente al equipo (personas no aficionadas no podrán acceder, sabemos quienes son).

La cita será en el club nocturno "Clímax Fest", ubicado en Carnaby Street #315 en Londres. A las 8:00 PM.

Guarda este volante por qué será tu pase de entrada a la fiesta.

Nota: el Cover será de 5 libras, no lo olviden.

¡Nos vemos pronto!

Harry casi se echó a reír al terminar de leer el contenido mientras avanzaban en la fila, sin embargo no era el lugar para atacarse de risa. No quería hacer el ridículo frente a… Y hablando de él… ¿Draco asistirá a la fiesta?, sería extraño y a la vez divertido verlo por primera vez fuera de la universidad, conviviendo cómo los jóvenes qué eran en un lugar diferente, no obstante desconocía si le gustaba ese tipo de ambiente.

—Menuda invitación —dijo Harry.

—Es increíble, nos tomó horas redactarla —recalcó Blaise.

—No lo dudo —concordó Harry.

—En fin, ¿contamos con su presencia? —preguntó Theo.

—Claro ahí estaremos —respondió Ron por ambos.

Antes de qué alguno agregara algo más a la conversación, llegó el turno de pedir su café, ese día se encontraban tras el mostrador, Ginny, Hermione y Draco.

—Buenos días, ¿Qué desean? —preguntó Ginny.

—Aprobar los exámenes —respondió Ron.

Ginny rodó los ojos.

—No hacemos milagros —objetó Ginny con intención.

Los chicos se rieron, excepto Ron.

—Un moka, un capuchino… ¿Y ustedes? —les preguntó Blaise a Ron y Harry—, no se preocupen qué yo invito, no quiero qué tengas una mala impresión de mi primo querido

—Esa ya la tenía —bromeó Harry.

Ginny se río sin poder evitarlo, Theo Ron y Harry se unieron a la flamante felicidad.

—Muy gracioso —se quejó Blaise.

—Yo quiero un macchiato —ordenó Harry.

—Otro capuchino por favor —dijo el pelirrojo.

Ginny corroboró la orden, realizó el pago, generó el ticket qué entregó a Hermione y ella se encargó de pasarle el pedido a Draco y ayudarle a preparar los cafés.

Harry le prestó atención por primera vez en ese rato. Draco tomaba los vasos de cartón con mucha más agilidad qué el primer día qué lo conoció, a su vez la velocidad qué vertía el líquido de la máquina era impresionante, nunca lo había visto trabajar con tanta destreza, era cómo si Draco fuera elegido para el puesto.

—Señoritas y joven —dijo Blaise tomando tres invitaciones de la bolsa de papel—, estas son las invitaciones para la fiesta del viernes por el pase a la semifinal de fútbol

—Pero si todavía no tenemos el lugar asegurado —objetó Hermione.

—Lo estamos dando por hecho y de alguna manera lo atraemos —explicó Theo.

—Vaya forma —habló Draco por primera vez, el corazón de Harry comenzó a latir con frenesí.

—Estamos seguros qué lo haremos, además ya tenemos el lugar, la fecha y todo listo, por un pequeño cover de cinco libras —explicó Blaise.

—¿Cinco libras? —preguntó Ginny confundida mientras imprimía el ticket de la próxima orden.

—El lugar lo cedió el padre de Collin Creavy, el asistente de Hooch, nuestra entrenadora —respondió Theo—, y ese fue el precio especial para nosotros, además el pub estará disponible sólo para los alumnos, y queremos llenar el lugar

—Suena interesante —dijo Ginny.

—Irás bajo la supervisión de un adulto, es decir yo —dijo Ron a su hermana.

—Me se cuidar sola hermanito muchas gracias —respondió Ginny entregando a Hermione el ticket del pedido siguiente.

—Es por tú bien —dijo Ron.

—Prefiero qué me cuide Harry o su primo Blaise, son cómo de la familia —bromeó Ginny.

Los chicos se rieron sin poder evitarlo. Ron por el contrario rodó los ojos.

—Estaremos a la orden, o lo intentaremos —dijo Blaise y el resto de los chicos se rieron.

—Entonces, ¿Contamos con su presencia? —preguntó Theo

—No se preocupen, ahí estaremos —Hermione recibió las invitaciones y las guardó en la bolsa de su delantal.

—No las pierdan, es su pase de entrada y vienen todos los datos —dijo Blaise.

—Entendido y anotado —respondió Hermione antes de dar media vuelta y tomar los dos cafés restantes para entregarlos.

Draco les había llevado los primeros dos y después les entregó los sobres de azúcar, el palito de madera y las tapaderas negras de los vasos.

—Gracias —dijo Harry cuando recibió su café, no obstante no quiso desperdiciar ese instante para hablar con el rubio—, Draco, tenemos qué ver lo del proyecto de artes

—Lo sé, esta semana tuve mucho trabajo —respondió Draco—, pero podemos vernos hoy después de mi turno

—Claro, ¿a la hora de siempre?

—Sí, al medio día —corroboró el rubio.

Harry asintió, terminó de preparar su café antes de tirar lo qué había utilizado al bote de basura qué había a un costado del área de entrega.

Los cuatro chicos salieron del lugar rumbo a su primera hora de clase. Blaise caminó junto a Theo al edificio dónde impartían música, por el contrario de Ron y Harry qué dieron marcha al edificio de artes.


Harry estuvo puntual en el punto de reunión, qué más bien era el lugar qué él mismo había elegido cuando Draco no había sido claro sobre dónde tenían qué verse. Suponía qué el rubio no debía de tardar, y tuvo razón pues el chico salió exactamente cinco minutos después de las doce del día.

Draco salió junto a sus dos compañeras Hermione y Ginny, era perceptible el agobio qué los envolvía, sin embargo estaban más animados qué la semana anterior. Cuando el rubio vio a Harry se despidió rápidamente de sus amigas, las chicas avanzaron por el pasillo, perdiéndose de vista.

—¿Vamos a las palapas? cuento con media hora de mi valioso tiempo —dijo el rubio en cuanto llegó con Harry.

Harry rodó los ojos.

—Sí, yo también tengo clase, gracias por preguntar —comentó Harry con sarcasmo.

Draco soltó una risa divertida en lugar de responderle.

Los chicos caminaron hasta las palapas, tomaron asiento en una banca de piedra vacía, colocaron sus mochilas a un lado y fue Draco quién sacó el cuaderno con la bonita pintura de Harry cómo portada.

—Veo qué la pintura la usas para la materia de artes —mencionó Harry.

—Sí, me di cuenta qué era la mejor opción —habló el rubio.

Enseguida abrió su libreta de apuntes y detuvo el pasar de las hojas en una muy bonita tabla, Harry se percató de lo ordenados qué eran sus apuntes, además su letra cursiva le aportaba elegancia, no tenía dudas de lo mucho qué se esforzaba.

—Los puntos qué incluye el proyecto son: portada, índice, introducción, desarrollo del tema con los puntos qué tendrá, las conclusiones y bibliografías —dijo Draco.

—-Podemos empezar con la portada, el índice, la introducción y los dos primeros puntos del desarrollo, será un avance decente, ¿no crees? —preguntó Harry.

—Supongo, además tenemos hasta diciembre para terminarlo —Draco se encogió de hombros—-. Yo haré la portada y el índice, tú la introducción y los dos puntos del desarrollo

—¿Y por qué yo lo más difícil? —se quejó el azabache.

—Por qué tú no tienes qué trabajar además de estudiar, te mandaré mi parte por Whatsapp o por correo —indicó el rubio.

Harry sabía qué tenía razón, además no quería discutir y perder la oportunidad de tener su número de teléfono por lo qué aceptó intercambiar números.

—Te mandaré el archivo lo más pronto posible, espero tenerlo hoy —-dijo Draco.

—Perfecto —respondió Harry.

—Oye, ¿Eres primo de Blaise? —preguntó Draco cambiando el tema.

—Sí, ¿por qué? —preguntó Harry, ligeramente confundido ante el cambio tan abrupto de tema.

—Curiosidad, los escuché hablar hoy en la mañana y él te llamó primo, y Ginny también lo mencionó

—Sí, su madre es mi tía, y es hermana de mi madre —explicó Harry.

—Oh —divagó el rubio—, bien, nos vemos después —se despidió Draco guardando sus cosas y tomando su ya conocido camino al edificio de música.

Harry analizó la última parte de su conversación con el rubio, ¿por qué le preguntaría si Blaise era su primo?, tal vez habría creído qué se trataba de una broma y no lo culpaba por cómo se expresaba el moreno, además no los había visto interactuar de esa forma. Intentó dejar de lado sus pensamientos qué no hacían otra cosa qué confundirlo más, Harry suspiró y se levantó de su lugar, colgándose la mochila en el hombro y dio marcha a su próxima clase.

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¡Hola! aquí estamos un viernes más disfrutando de un gran capítulo, debo admitir qué soy fan de escribir las partes de Blaise, me divierto mucho y siento qué va mucho con su personalidad, además en el fandom le hemos dado tan peculiar personalidad qué le queda totalmente y me divierte mucho, jajaja.

La situación entre Draco y Harry está en el proceso de qué quieren algo pero a la vez ninguno se dice nada (tan ellos verdad, jajaja), pero en el siguiente capítulo se verá una transición interesante y con ello la trama comenzará a dar más frutos y todo ese drama qué nos gusta 3

Muchas gracias por leer, nos vemos en la próxima 3

Ale 3