Este One-Shot participa en el evento #Flufftober que organiza #Esdefanfic
Corresponde al día: Dia 2. Atardecer
Y corresponde a un caso línea de tiempo diferente
Espero que les guste.
Para esta Shipp también les dí tres días del flufftober24
El sonido del reloj resonó en la habitación, solo basto un pequeño toque para que callara; ni siquiera hacia falta la alarma para que despierte. Desganada se levanta tomando asiento en la cama, su cabello parecía haber tenido su propio campo de batalla.
Toda la noche no pudo dormir, su mente había estado divagando en las palabras de Gray, aún lo recordaba, la cito a las cinco de la tarde en el muelle.
Su mente se inundó de varias imágenes, desde propuestas de novios a nupcial, su corazón palpito con fuerza, y emocionada soltó un grito que lo cubrió con su almohada.
— Juvia debe estar lista para el gran día — señala de buen humor.
Se levanta la cama para comenzar con su preparación. Está vez usaría el cuarto de sauna para embellecer, debía estar preciosa para Gray. Tenía todo el día hasta el atardecer para lograrlo.
...
Al llegar al cuarto de sauna, tímidamente busco con la mirada si alguna de las chicas se encontraba en el lugar, suelta el aire al no encontrar ningún alma, entra más confiada y se relaja en uno de los asientos.
Su mente nuevamente se encamino en su imaginación, en ella podía ver la catedral del pueblo, tan imponente y hermosa, las campanillas sonaban advirtiendo la nuevas nueva. Las enormes puertas de mármol se abrieron al mismo tiempo que los recién casados salian dichosos, bajaban los escalones abrazados, mientras los bañaba una lluvia de petalos. Los invitados aplaudían y los felicitaban; y su Gray-sama le miraba con tanto amor.
— Oh, Gray-sama — soltó un suspiro.
— Este cuarto está muy caliente, al punto que te está haciendo delirar — la voz de alguien más la despierta, abre los ojos de golpe encontrando a una mujer de cabello castaño.
— ¡Ah! — grito avergonzada, la castaña tenía la toalla sobre su hombro, cubrió sus ojos — Juvia pensó que estaba sola, Juvia ya se retira — titubeó aún abrumada, su rostro parecía estar más caliente.
Kana ríe y se sienta a su lado, deja caer un brazo en los hombros de ella, asustada dió un brinco y la miro.
— Anda, tengamos un día de solo chicas — propone con una sonrisa perversa.
La maga de agua ríe nerviosa.
— A Juvia no le interesa eso — rechaza mientras se levanta, agarrando el borde de su toalla — Juvia debe prepararse para su cita con Gray-sama.
— ¿Una cita? — la duda y sorpresa ahora estaba pintada en la otra mujer — ¿Con Gray?
— ¡A sí es! — Juvia cerro los ojos enamorada, una sonrisa boba apareció en su rostro, todo en ella se respira aún más amor por el otro mago — Gray-sama le pidió a Juvia encontrarse en el atardecer. Al parecer Gray-sama le pedirá a Juvia casarse.
La castaña no pudo evitar soltar una carcajada.
— Que yo sepa, primero se hacen novios y luego viene la propuesta — aclara una vez que calmo su risa.
Juvia dejo de sentirse ofendida por su carcajada, las palabras de Kana tenía cierta razón. Y recordó que no tenía un atuendo adecuado para ese evento.
— ¡Juvia debe darse prisa!
La castaña vio marcharse a la mujer de la lluvia, tan veloz que no supo cuando cruzó la puerta.
— De seguro que solo será para hablar — conocía muy bien al otro mago de Fairy Tale, aunque la duda estaba aún en ella, habia notado un gran cambio en Gray.
...
Juvia ocupo casi todo el día para alistarse, después de la ducha, decidió colocarse un vestido veraniego de tono azul claro, y no dudo en llevar su sombrilla, y una cesta de mimbre con bocadillos.
— Luego de la propuesta de Gray-sama, Juvia quería festejar — risueña sonríe mientras sale de la casona donde habitaban todas las magas de Fairy Tale.
Camino despacio, sin evitar mencionar a sus conocidos cuando se encontraba en el camino, que tendría una cita con Gray-sama y que él le pediría ser su novia, o tal vez su esposa, o la madre de sus hijos. La fantasía de ella nunca tenía límites.
Al llegar al puerto, su corazón se precipitó, cada latido resonaba palpitando en su pecho, como en algún momento quisiera escapar para encontrarse con él. Su respiración se volvió irregular, y su fantasía revolteaba cuál mariposa en su mente.
— Juvia — la voz de él atrajo su atención, la sonrisa se agranda y la emoción de volver a verlo, la agito para que de un salto estuviera a su lado.
— Gray-sama, Juvia siente que si le hizo esperar mucho — se disculpa con una sonrisa y con los ojos brillando de emoción.
— En realidad falta para el atardecer — señala nervioso, vuelve a recargarse en el barandal, mirando el mar, algunos barcos estaban descargando — Has venido también temprano.
Juvia suelta una risa apenada.
— Juvia no se dió cuenta, solo quería esperar a Gray-sama, Juvia está feliz de volver a verlo — Sus mejillas se volvieron a enrojecerse — Juvia no pudo dormir bien por la propuesta de Gray-sama.
— ¿Propuesta? — confundido le mira.
— Si, Gray-sama pidió a Juvia venir al puerto en el atardecer — le recuerda — Juvia estuvo pensando que le pediría — su mente se alboroto por la imagen de casamiento, por una noche juntos, un anillo de propuesta.
— En realidad no es nada — las palabras de Gray hicieron que la maga de agua pusiera los pies en el suelo. Miro con otros ojos a Gray, parecía tan diferente.
Preocupada se puso a su lado, él parecía distraído aún mirando el horizonte.
— ¿A Gray-sama le preocupa algo? — su pregunta provoca una leve sonrisa en él.
Lentamente niega con la cabeza.
— Conocí a alguien — sus palabras provocaron un celos en Juvia, ya podía imaginar a su nueva rival de amor, abrazando a su amado, invadiendo su espacio personal —, me recordaba mucho a ti — Gray suelta una leve risa, recordando a la Juvia del otro universo. Voltea a verla, su cálida sonrisa tranquiliza a Juvia —, me ha hecho ver lo que me importa realmente — la suave caricia en su mejilla, hizo temblar el corazón de Juvia —, aún debo volverme más fuerte, para protegerte — Juvia sonríe, apresa la mano de él en las suyas, dejando por más tiempo en su mejilla.
— Juvia siempre lo estará esperando — promete, una promesa que había estado cumpliendo desde que lo conoció y se enamoro perdidamente de él.
Gray pecaba de vanidoso, pero lo sabía, ella siempre estaría ahí para él. Y él se daría prisa para volverse tan fuerte, con tal de protegerla, no permitiría que nadie más dañe su cuerpo, un cuerpo que le pertenecía solo a él.
La atrae a él, en un abrazo. Juvia dejo de respirar al sentirlo tan cerca, podía oler su aroma, sentir el calor de su pecho, que traspasa la ropa. Su rostro se calentó.
— Gray-sama — musitó aún calurosa.
— Te he comprado algo — con una mano saca una cajetilla de su bolsillo, Juvia sintió desvanecerse, la emoción la estaba superando.
— ¡Juvia si acepta! — se abrazo a su cuello y le plantó un beso en sus fríos labios.
Gray se congelo por unos segundos, ahora se sentía tan culpable al romperle la ilusión. Las palabras no le salían y dejo que ella abriera la cajita, precipitada la tomo en sus manos y nerviosa la abrió, revelando un dije plateado en forma de corazón, al sacarlo, se encontró con un collar de dos cadenas.
— Juvia está confundida.
Gray tomo el collar y partió el dije en dos mitades de un corazón, tomo uno para colocarlo a Juvia.
— Es una promesa de que siempre estaré a tu lado.
— Gray-sama — Juvia sintió que está era la mejor fantasía que estaba viviendo, levantó la cabeza y observó que la otra mitad del corazón ya estaba colgado, al lado del collar que aparentaba una espada.
— Lamento si pensaba en algo distinto — soltó apenado mirando a otra parte.
— Juvia está muy feliz — vuelve a abrazarlo — Juvia siente que su corazón está a punto de explotar — ríe suavemente.
Gray sonríe al escuchar sus palabras, la vuelve a abrazar y acaricia su sedoso cabello.
— Juvia está feliz de ser la novia de Gray-sama — pudo escuchar a pesar de que lo dijo en un tono muy bajo.
Gray tenía intensión de corregir, pero tenerla en sus brazos luego de un largo tiempo de separación, lo sumergía en el deseo de compalcerla. Miro al horizonte, notando que el mar estaba apunto de teñirse de color naranja, a diferencia de las nubes que tenía una pincelada colorida. Se quedarían a ver el atardecer, abrazados.
