Notas:

Aquí Vera con un capítulo más de este fic y más en un día especial como lo es este 29 de febrero ❤

Así que espero les guste este capítulo, donde conoceremos un poco más de la dinámica de Yuta con su hermana y sus padres. Y Para escribir este capítulo, me base en lo que dice el fanbook oficial de JJK, donde en el apartado sobre Yuta se hace la siguiente pregunta:

P: ¿Cómo su relación actual con su familia?

Gege: Mantiene contacto con su hermana pequeña como normalmente lo hace. Pero es más difícil con sus padres.

Al igual que para una conversación que hay en este capítulo, me base en el siguiente dato de Rika que viene en el tomo 0, el cual dice, y cito:

"Cuando Rika era humana, era muy amigable con la hermana menor de Yuta. Sin embargo, después de convertirse en una maldición vengativa, se volvió agresiva, razón por la cual se distinción de su familia."

Como pequeña advertencia, quizás vayan a terminar odiando a alguien de la familia de Yuta 👀

En fin, Disfruten el capítulo❤


16. 🍂 Las Hojas Empiezan A Caer En Septiembre

Otoño 🍂

"Los lazos de sangre no siempre son garantía de amor."


23 semanas de embarazo

Viernes 01 de septiembre

Dentro del tren bala.

11:48 a.m.

Septiembre había llegado a cambiar por completo la vida de Yuta.

Así como ese bebé iba a cambiar para siempre a ese padre primerizo. Y había una situación más que haría que Yuta cambiará internamente y lo haría cuestionarse sobre cómo quería ser realmente como padre una vez tuviera a su hijo en brazos.

La impaciencia era un tormento para Yuta mientras viajaba en el tren bala hacia Sendai, su ciudad natal.

Su pie no paraba de moverse.
Se notaba demasiado ansioso, incluso sus manos no se quedaban quietas, las cuales viajaban a su cara o se entrelazaban entre sí.

Sus pies no eran los únicos que estaban impacientes, sino también sus pensamientos.

—¿Como tomaran ellos la noticia? ¿A mamá le agradará? ¿Papá aceptara a su nieto? — se preguntaba mientras miraba a la ventana, con su codo recargado en el respaldo y su mano en su rostro mientras movía demasiado su pie, al grado que su esposa, tuvo que intervenir.

Maki, quien iba sentada frente a Yuta, noto todos esos movimientos de su esposo. Ella en ese momento tenía su codo derecho apoyado en el respaldo de su asiento, su mejilla estaba recargada en su mano derecha y su mano izquierda acariciaba su enorme vientre.

Pero estaba entrando en desespero al ver así a su marido, así que con su pie, le dio una suave patada en la pierna, la cual movía con desespero contra el suelo.

—¡Vaya, Si esto fuera una competencia entre tu y él bebé para ver quien está más inquieto en este momento, claramente quedarían en un empate!— comento Maki llamando la atención de su esposo.

—¿Eh?—A Yuta le tomo unos segundos procesar lo que su esposa había dicho.

Maki suspiro —No me hagas volver a repetirlo.

—Lo siento mi amor, es solo que ando muy nervioso— pasó su mano por su rostro e hizo su cabello hacia atrás — Esto de ir a visitar a mis padres de sorpresa me trae con los nervios de punta.

—Pues No eres el único que se siente así— comento ella, acariciando su vientre con ambas manos —Los tres estamos muy ansiosos por esto que tú quieres que hagamos con tus padres— parecía molesta al decir aquello —Además, diría que el bebé está tan inquieto como tú. Así que relájate que presiento que tu energía maldita es lo que lo está alterando — Apunto a su vientre.

Yuta suspiró profundamente y se inclinó un poco hacia adelante en su asiento. Extendió su mano derecha y rozó con ternura el vientre de su esposa. Por un momento, él pudo sentir cómo el bebé se movía bajo su toque. Un sentimiento de paz y alegría lo invadió momentáneamente al sentir a su hijo.

—Perdón, es que como dije, el que vayamos a ver a mis padres después de mucho tiempo y de paso, vayamos a darles esta noticia de que serán abuelos, me trae muy nervioso— suspiro y regreso a recargar la espalda a su asiento —Y la verdad, No sé cómo lo vayan a tomar.

—¿Realmente te da miedo el cómo vayan a reaccionar?— pregunto la peliverde mirándolo fijamente.

—Demasiado— Yuta paso su mano izquierda por su nuca.

Maki suspiro —Yo te daré la respuesta a eso — hizo una leve mueca —¿Que acaso no recuerdas cuando me conocieron? Presiento que tus padres harán esas mismas caras y comentarios que hicieron cuando me presentaste a ellos...— desvío su vista hacia la ventana.

Las caras de sorpresa y repulsión que pusieron sus suegros es algo que Maki nunca olvidaría.

Sobre todo su suegra, parecía ser la más asqueada con que su hijo se hubiera casado con alguien que tuviera muchas cicatrices.

En cambio, Maki escucho de su suegro un sutil comentario de "Bueno, supongo que ella era mejor que nada" y eso la hizo sentirse mal de ser ella misma.

Si Maki tuviera que hablar de un defecto de Yuta, era sin duda su persistente creencia en que sus padres aceptarían a su nueva familia. A pesar de la evidente falta de interés y contacto por parte de ellos, Yuta se aferraba a la esperanza de una reconciliación.

—Quizás esta vez sea diferente. He escuchado que algunas personas se suavizan al saber que van a ser abuelos y eso espero suceda con ellos— comento él con una leve sonrisa.

—Yuta, dudo mucho que el frio corazón de tus padres se suavice con esta noticia —Maki lo miro con seriedad—Además, siento como si estuvieras usando al bebé como excusa para acercarte a ellos. Y odio eso.

Las palabras de Maki crisparon a Yuta, quien las interpretó como un síntoma más de esos "días malos" que las embarazadas suelen tener, donde podrían estar de muy mal humor por los cambios hormonales y por los síntomas que se agudizaban más de lo normal.

—Algo me dice que esta vez será diferente— comento Yuta tratando de mantenerse positivo.

—¿Y Qué te hace pensar que está vez será diferente?— pregunto Maki con seriedad.

—Bueno, es un tanto difícil de explicar —dijo moviendo un poco sus manos— Pero tengo una corazonada que me hace pensar que esta vez lo tomarán de mejor manera. Por eso mismo, he pensado en una forma especial de darles esta sorpresa, por eso quiero que se lo digamos en el restaurante donde íbamos cuando mi hermana y yo éramos niños para hacerles especial esta noticia.

Maki suspiro e hizo una leve mueca. Ella no estaba convencida de aquello.

—Yuta ¿Estás seguro que tus padres irán? ¿Quién te asegura que no repetirán lo mismo que en nuestra boda y no se presentarán? — pregunto Molesta.

Su esposo suspiro.
—Yo sé que irán. Yuna me dijo que si irían esta vez o que eso fue lo que mis padres le dijeron a ella— Comento mirando su celular y después mostró aquella pantalla a su esposa—Igual, mi hermana acaba de avisarme que nos verán en el restaurante. ¿Vez? Eso es suficiente para saber que todo irá bien esta vez.

Maki apretó los labios al escuchar el nombre de su cuñada.

—Créeme Maki. Algo me dice que esta vez todo funcionará.

Maki acaricio su vientre con ternura. Un suspiro escapó de sus labios.
—¿Sabes? En estas situaciones, es cuando agradezco que mis padres ya estén muertos— Lentamente, dirigió su mirada hacia su marido, sus ojos reflejaban una mezcla de emociones— Así me estoy evitando tantos dramas y puedo concentrarme únicamente en los que ahora se supone son MI ACTUAL FAMILIA— Hizo una pausa, enfatizando cada palabra con un gesto firme.—O sea, TÚ— apuntó a su esposo con su dedo índice— Y nuestra pequeña semilla de soja—regreso su mano a su vientre.

Yuta bajo los hombros por aquellas pesimistas palabras de su esposa.

—Ya entendí, estas teniendo uno de esos "malos días" de embarazada ¿verdad?— se puso de pie, no quería discutir con ella —Ok, mejor te Iré a buscar algo de comer para ti y nuestro bebé Osaka, algo que no te cause agruras, ya regreso — se fue sin dirigirle la mirada.

Maki torció su boca, de nuevo su codo se recargo en el respaldo de su asiento y apoyo su rostro en su mano derecha mientras miraba hacia el paisaje.

—Tu padre sí que no entiende... — Dijo en voz baja mientras sentía a su bebé moverse.

Ella sabía que aquel martirio emocional apenas estaba comenzando.


03:16 p.m.

Tras un breve descanso en el hotel, donde Maki durmió por un rato, ambos se arreglaron y prepararon para acudir a aquel restaurante donde Yuta había citado a sus padres y a su hermana.

Para la ocasión, Maki se vistió con unos jeans negros y un suéter holgado en color beish. Su barriga de embarazada ya sobresalía por debajo de sus ropas y como sus pies ya se hinchaban con mayor facilidad, optó por usar unos cómodos tenis en color blanco.

Yuta, por su parte, optó por un look más informal con un pans en color gris claro, una camiseta blanca y sobre esta una camiseta de mangas largas en color negro.


04:20 p.m.

El matrimonio llevaba alrededor de 20 minutos esperando fuera de aquel establecimiento cuando una linda voz les llamó la atención.

—¡Hermano!

El rostro de Yuta se iluminó cuando una chica de bellos cabellos largos y negros al igual que los de él se acercó a ellos.

—¡Yuna!— dijo Yuta con gran emoción.

—¡Cuánto tiempo! ¡En serio me alegra verte hermano!

Aquella chica era hermosa, tenía una piel blanca y su cutis se veía muy bien cuidado. Además, para aquella ocasión, esa chica vestía una linda falda larga en tono blanco, acompañada de una camiseta de manga larga en color negro y cuello blanco y unos cómodos zapatos de piso en color negro.

Aquella chica solo era dos años más joven que su hermano.

Ambos se abrazaron fuertemente ya que llevaban cerca de un año completo sin verse.

Maki observaba en silencio la emotiva escena familiar que se desarrollaba ante sus ojos, con una leve sonrisa en los labios. La nostalgia la invadió mientras acariciaba su vientre. En el fondo, anhelaba abrazar con fuerza a Mai una vez más, aunque solo fuera en sus sueños.

—¡Maki san!—Yuna la nombro con demasiada sorpresa que hasta sus manos fueron a su boca por un momento —¡No puede ser! ¿Esto es verdad? ¡¿Voy a ser tía?!— rápidamente se acercó a su cuñada.

—Yuna san, que agradable es verte...— contesto Maki entre dientes y con algo de pena al ver a esa chica muy cerca de ella.

—¡En serio me alegra verte! ¡Y más con esta sorpresa! —la joven movió un poco su mano en el aire, conteniendo la tentación de tocar esa barriga— Yuta me había dado leves pistas sobre esto, ¡Pero no le creía que serían padres!

—¿Yuta ya te había dado pistas?— Maki elevo una ceja mientras sentía las manos de su esposo sobre su vientre, ya que Yuta la estaba abrazando por la espalda.

—Jeje, bueno algo así. Le había hecho algunas bromas sobre yo teniendo hijos y ella siendo niñera — comento con una sonrisa nerviosa.

—En serio, estoy muy feliz por ustedes dos, sobre todo por ti Yuta, al fin estas formando tu propia familia— comento Yuna con una gran sonrisa y después se dirigió a su cuñada —Maki ¿Puedo acariciar tu vientre? ¿Puedo?— pregunto insistentemente.

Maki soltó el aire con pesadez, fingió una leve sonrisa porque odiaba que le tocaran el vientre cuando estaba de mal humor, pero esta vez haría una excepción con su cuñada.

—Adelante, en este momento el bebé está pateando— dijo ella poniendo sus manos en sus caderas.

—¡Muchas Gracias!— contesto Yuna muy emocionada, primero puso su mano en el vientre de su cuñada, para después agacharse un poco y recargar su oreja —¡Hola bebé! ¡Soy tu tía Yuna! ¡Ya quiero conocerte! Y Prometo que te consentiré demasiado y te daré muchos regalos a escondidas de tu padre— Susurró tiernamente y se emocionó más al sentir que ese bebé se movía un poco.

Al principio, aquello le pareció incómodo y hasta ridículo a Maki, sobre todo por la personalidad tan alegre de su cuñada. Sin embargo, en parte, sentía que Mai haría lo mismo de hablarle a su barriga y hasta se emocionaría al sentir a su sobrino moverse. Incluso Maki dudo si debía acariciar el cabello de su cuñada.

Aquella escena entre esas dos fue interrumpida por Yuta

—Por cierto Yuna ¿Dónde están papá y Mamá?— pregunto mirando el reloj en su celular—Pensé que vendrían los tres juntos.

—¡Oh, cierto! —Su hermana se puso de pie y miró a su hermano— Ellos comentaron que llegarían un poco tarde porque fueron a comprar unas cosas. Dijeron que mejor nosotros fuéramos ordenando y comiendo mientras llegan —comentó con una sonrisa.

—¿Que fuéramos ordenando? ¿Pero por qué tenían que ir a comprar en este momento? ¿No podían dejarlo para después? —preguntó Yuta, mirando a su hermana con el ceño fruncido.

—Ya sabes cómo es papá—respondió ella moviendo los hombros con desinterés.

Yuta apretó levemente los labios al escuchar eso. Maki en cambio, se le empezaba a hacer extraño todo aquello. Sentía que esa era una gran bandera roja que le decía que sus suegros no se presentarían. Sin embargo, pensaba que quizás la esperanza moría al último, y que tal vez la familia de su esposo era siempre impuntual y eso explicaría el porqué de la manía de Yuta por llegar tarde.

—Bueno, yo digo que los esperemos unos minutos más antes de entrar — comento Yuta mirando hacia todos lados para ver si veía a sus padres.

Pero su hermana se negó a esa idea.

—¿En serio quieres esperarlos aquí a fuera con este clima? ¡Ya está empezando a hacer frio!— Yuna fingió temblar de frio, cruzando sus brazos sobre su pecho y acariciando sus antebrazos —Además, Yuta Que desconsiderado eres con Maki y con tu bebé.

—¿Desconsiderado? ¿Por qué lo...— Yuta fue interrumpido por su hermana.

—¡Además, es un delito matar de hambre a una embarazada! Yo digo que entremos y vayamos ordenando mientras nuestros padres llegan — comento su hermana abriendo la puerta de cristal de aquel establecimiento.

—¡Pero!

—Yuna chan tiene un punto, además el bebé y yo ya tenemos hambre — comento Maki apuntando a su vientre.

—Las embarazadas primero — dijo su cuñada amablemente, moviendo su mano invitando a Maki a pasar.

—Gracias Yuna chan — dijo Maki siguiéndole la corriente a su cuñada.

Yuta suspiro y así sin más, entro detrás de esas dos en aquel restaurante.


05:00 p.m.

Una vez estando ahí dentro, esos tres empezaron a ordenar y a comer varios platillos que ambos hermanos recordaban comer en ese restaurante cuando eran niños.

—Maki san, prueba estas hamburguesas de arroz ¡Yo sé que te van a encantar!— comento Yuna con una gran sonrisa.

—Gracias por la recomendación— Maki trato de ser cortes.

—Amor, también prueba este Omirice, sé que a ti y al bebé les van a encantar— respondió Yuta besando la mano de su esposa para después, poner su mano sobre el vientre de esta.

—Como tengo tanta hambre pediré ambos platillos— respondió Maki con un leve sonrojo, no le gustaba ser el centro de atención cuando otra persona veía como su esposo la consentía.

Ante aquella escena, Yuna no pudo evitar sentir una ternura abrumadora al ver a su hermano completamente enamorado. Suspiró, y sus ojos, por alguna razón, se llenaron de un ligero brillo cristalino, el cual Maki observó en silencio.

Yuta había pedido una mesa cerca de la entrada de aquel restaurante, esto para estar al pendiente de cuando sus padres llegarán. Pero los minutos pasaban y aún no había señal de esos dos.

Yuna no podía ocultar su emoción mientras conversaba con su hermano y su cuñada durante la comida. La noticia de aquel embarazo la había llenado de alegría y de una curiosidad irresistible.

—Maki san y ¿Cuantos meses tienes de gestación?— preguntó su cuñada con emoción.

—Estoy en la semana 23, así que estoy a punto de terminar el sexto mes —contesto Maki mientras acariciaba su vientre y en sus labios traía una sonrisa radiante.

—¡6 meses! ¡Vaya, Se ve que este secreto lo tenían bajo llave! — comento Yuna lanzándole una mirada de sorpresa a su hermano.

Yuta solo rio levemente por ese comentario mientras rascaba su mejilla.
—Lo siento por tardar tanto en decírtelo.

—En sí, fue idea mía no revelarles antes esta noticia a todos ustedes— Maki miro a su cuñada —Más que nada, queríamos asegurarnos de que todo estuviera bien con el bebé para no ilusionarlos en vano. Así que prácticamente tu al igual que todos nuestros amigos apenas se enteraron.

—Entiendo, bueno, solo por ese detalle los perdono por no habérmelo contado antes —tenía una gran sonrisa en el rostro, la cual se fue apagando poco a poco, como si se sintiera decepcionada— Aunque personalmente me hubiera gustado ser la primera en saberlo. En fin.

Continuó hablando, ahora con un tono lleno de curiosidad —Y díganme, ¿voy a ser tía de uno o dos bebés? —sus manos se movieron con rapidez para posarse sobre la barriga de su cuñada— Lo digo porque, si no me equivoco, tú eres una gemela, ¿verdad, Maki san? ¿Hay posibilidades de que tengas gemelos? ¡Oh y hablando de hermanos! ¿No extrañas a tu hermana? ¿Es cierto eso que dicen, que los gemelos sienten la presencia de sus hermanos fallecidos?

Aquellas últimas preguntas hicieron que el rostro de Maki se pusiera muy serio.

—¡Basta Yuna! —Yuta interrumpió con un tono tajante, fulminándola con una mirada de desaprobación. No quería ver a Maki afligida por ese tema tan sensible.

—¿Qué? —su mirada viajo hacia su hermano—Solo son unas simples preguntas, ¡No estoy preguntando nada malo u ofensivo! — contesto molesta porque Yuta le llamo la atención mientras quitaba sus manos del vientre de su cuñada.

Yuta miro a su esposa rápidamente, temía que ella se sintiera mal por todas esas preguntas y tampoco toleraría que la torpeza de su hermana hiriera a su mujer de esa manera.
—Amor no tienes que contestar a eso.

Maki tomó un respiro y tomó la mano de Yuta para conservar la calma. La pobre estaba temblando de coraje, pero debía concentrarse en responder educadamente.

—Tranquilo amor, estoy bien — contesto ella con serenidad.

—Desde el primer ultrasonido solo hemos visto a un solo bebé, ¡Así que por suerte solo viene uno! —su voz sonaba firme—. Si fueran dos, en este momento estaríamos presionados por buscar un departamento más grande y por comprar doble de todo —Acarició su vientre con ternura mientras miraba fijamente a su cuñada— Aunque la doctora mencionó que en un segundo embarazo existe la probabilidad de que tengamos gemelos o mellizos, pero por ahora Yuta y yo hemos decidido que este bebé será hijo único

Yuna dirigió su mirada hacia su hermano.
—¿Hijo único, eh? Me imagino que lo dicen porque ambos son hermanos mayores y no quieren que su pequeño tenga que lidiar con hermanitos traviesos como ustedes lo hicieron— fue directa.

Yuta, sin perder la compostura, le respondió con una leve sonrisa.
—La experiencia habla por sí sola. Simplemente queremos disfrutar y ver crecer feliz a nuestro primer hijo, además ya sabes cómo son los hermanos menores, pueden llegar a ser muy traviesos.

Yuna puso los ojos en blanco ante las palabras de su hermano.
—Aun así, yo diría que un hermanito haría muy feliz a su hijo en un futuro— insistió con una sonrisa pícara.

En el fondo, la idea de tener otro hijo no le desagradaba del todo a Yuta. Pero también le daba miedo porque apenas iban a tener a su primer bebé, y la experiencia ganada con el primer hijo, siempre determina de una u otra forma si podrán o no con otro.

Yuta suspiró y se cruzó de brazos.
—Como dijimos, Maki y yo por el momento queremos que sea hijo único — respondió con evasión.

Aquella decisión no era definitiva del todo, pero aquel matrimonio de hechiceros prefería esperar a ver cómo se desenvolvían con la llegada del primer bebé antes de plantearse tener otro.

Yuna solo chasqueo la lengua por esa respuesta.

En cambio, Maki escucho aquello en silencio. Lo que había dicho su cuñada le había molestado, pero decidió no prestarle atención a ese tema.

Suspiro un poco y respondió a la anterior pregunta que Yuna le había hecho momentos atrás —Y sobre Mai...— guardo un momento de silencio y trago saliva para quitarse el nudo en la garganta —Todos los días la extraño y una que otra vez la he visto en mis sueños. Así que supongo que si tenemos una conexión incluso en el más allá— miro a su cuñada con frialdad.

El rostro de Yuna se suavizo un poco, incluso sus hombros bajaron
—Eso es muy lindo, Maki-san. Me hubiera gustado conocer a tu hermana. Tal vez ambas nos hubiéramos llevado bien, aunque no dudo que a ella le hubiera encantado ser tía. —Miró el vientre de Maki con ternura— Así que prometo que le daré mucho cariño multiplicado al doble a ese bebé en nombre de tu hermana.

—Gracias... que amable...— Contesto Maki entre dientes antes de tomar de su bebida.

—Y Cambiando de tema, ¿Ya saben el sexo del bebé?— preguntó Yuna con demasiada curiosidad mirando a ambos.

A Maki le molestaba explicar aquel tema sobre la fiesta de revelación, así que solo recargo su codo derecho en la mesa y su rostro lo recargo en su mano mientras escuchaba a su esposo hablar del tema con entusiasmó, mientras ella se llevaba más comida a la boca.

—De eso también quería hablar contigo y con nuestros padres cuando estuvieran presentes, pero creo que podemos ir adelantándote algunos detalles mientras ellos llegan. — Yuta empezó a explicar muy feliz —Verás, una amiga de nosotros nos está organizando un baby shower. Y en ese mismo evento, también se revelará el sexo del bebé. Está previsto para dentro de dos semanas, en la ciudad de Tokio. Te enviaré la invitación con el día y la hora exactas para que tú y nuestros padres asistan.

—¡Perfecto! ¡Cuenten conmigo para estar ahí! ¡Que emoción, así sabre si tendré un sobrino o una sobrina!— dijo Yuna poniendo de nuevo sus manos sobre el vientre de Maki sin su permiso.

Aquella madre primeriza hasta dio un leve brinco al sentir que su cuñada invadía su espacio personal.

—Y Hablando sobre si será un niño o una niña ¿Ya han pensado en algún nombre para él o la bebé?— Yuna siguió acariciando el vientre de su cuñada. Quien estaba incomoda.

Maki soltó el aire con molestia y quito la mano de Yuna de su vientre.

—Yuta y yo hemos pensado en algunos nombres — hizo algunos círculos sobre su barriga—Si es una niña estamos entre los nombres de Yurika, Mika u Oyuki. Pero si es un niño, estamos entre los nombres de Yuudai o Ryusei.

Desde que inició su sexto mes, Maki había empezado a hojear un libro de nombres para bebés que había comprado por impulso un día que estaba paseando por la sección de maternidad.

Esto porque al parecer, su "miedo" a esa rara superstición que tenían en el clan Zenin sobre "que era de mala suerte nombrar a un bebé antes de su nacimiento" parecía haberse ido desvaneciendo conforme la doctora Azami le decía que su embarazo iba avanzando muy bien medicamente, confirmando así que tanto ella como su semilla de soja estaban fuera de peligro y que de paso, ya había sido posible ver el sexo de ese bebé. Detalle del que Nobara ya estaba enterada.

Maki empezaba a creer que quizás en el extinto clan Zenin se decía aquella superstición simplemente para que los padres no se ilusionaran en vano con un nombre y más que no permitían que a sus mujeres se le practicarán ultrasonidos para saber el sexo del siguiente Zenin que estaba por nacer, dejando así que los padres se llevaran una bendición o una desgracia el día del alumbramiento.

Y también habían hecho aquello de elegir un nombre por recomendación de Utahime sensei, ya que esta les dijo que deberían irle hablando por su nombre a ese bebé y no por aquellos apodos por los cuales ambos le nombraban. Semilla de soja y bebé Osaka.

Así que Yuta y Maki habían elegido esa lista de nombres una vez leyeron sus significados y de paso, los eligieron pensando también en si serían dignos del primer bebé nacido en el nuevo clan Okkotsu. Ya que todos ellos combinaban con dicho apellido.

Aunque también Maki había elegido ciertos nombres de aquella lista que le había dicho a su cuñada, debido a que se había dejado llevar un poco por lo que le decía su "corazonada como madre" sobre cual sería el sexo de esa semilla de soja

—Son unos lindos nombres — Yuna dijo con una gran sonrisa, aunque después miro a su hermano con rapidez —Ahora que lo pienso, Yuta, recuerdo que mencionaste que elegirías el nombre de Rika si tu primer hijo fuera una niña. Incluso nos dijiste a mamá y a mí que lo habías elegido en su honor —arqueó una ceja— ¿No sería mejor ponerle ese nombre a tu bebé si resulta ser niña?

Yuta odiaba que su hermana hablara más de la cuenta, escuchar aquello casi hizo que escupiera su bebida y más al sentir la mirada de molestia de su esposa sobre él por ese tema.

—Bueno jeje con el tiempo cambie de opinión. Además no sería justo nombrar a mi primera hija con el nombre de Rika— contesto rápidamente.

Maki se aclaró la garganta.
—Yuta y Yo decidimos que si nuestro primer bebé es una niña, acordamos en que NO usaríamos ni el nombre de Rika ni el de mi hermana Mai por respeto a sus memorias ¿Verdad?— lo miro muy seriamente.

—Así es amor. Preferimos respetar sus memorias y sus nombres no usándolos en nuestras hijas — Yuta rasco su nuca.

—Entiendo y está bien — Yuna movió con desinterés sus hombros— igual, no me sorprende que tú siempre te dejes llevar por lo que dicen tus novias, hermanito.

Maki solo entrecerró los ojos, estaba empezando a perder la paciencia con su cuñada.

En cambio, Yuta suspiro y miro aquel restaurante, parecía tener buenos recuerdos en aquel instante ya que una sonrisa se formó en sus labios.

—¿Por qué esa cara? ¿Acaso viste a alguien conocido?— pregunto Yuna mirando como su hermano suspiraba y miraba a las demás mesas.

—Solo acabo de recordar cuando veníamos aquí con nuestros padres.

—¡Oh! Cierto, aquí veníamos a comer los fines de semana o sobre todo cuando papá estaba de buen humor.

—Si, era lindo venir los cuatro juntos a comer y después, cuando salíamos íbamos al parque que estaba a unas cuadras de aquí— comento Yuta con una sonrisa —Me pregunto si aún estará esa tienda de postres que tanto nos gustaba de niños, quiero que Maki san pruebe esos deliciosos postres— dijo tomando la mano de su esposa— Aunque una vez nazca nuestro hijo, también quiero que vengamos a comer de vez en cuando aquí.

La peliverde sonrió un poco ante esas palabras.

Yuna suspiró y recargo sus codos en la mesa y su rostro entre sus manos
—Incluso recuerdo que una vez invitamos a Rika a comer aquí ¿Lo Recuerdas hermano?

Maki dejo escapar un pequeño ruido de molestia, incluso pellizco suavemente el interior de su mejilla por el enojo.

—Ya casi no lo recuerdo en realidad jeje— comento Yuta rascándose la nuca al ver la reacción de Maki.

Yuna suspiró —Aunque ahora que hago memoria sobre ella, Rika me parecía una niña muy "misteriosa" para su edad.

Las palabras de Yuna impactaron a Maki, quien, intrigada, arqueó una ceja.
—¿Qué quieres decir con eso? Y de paso, puedo preguntar ¿Como era Rika cuando ustedes eran unos niños?

—Pues, a como yo la recuerdo, Rika era una niña muy hermosa para su edad. Supongo que si hubiera seguido con vida, ella hubiera llegado a ser una modelo— respondió Yuna mirándola fijamente.

Maki apretó un poco los labios al escuchar esas palabras.

—Pero cuando digo "misteriosa", me refiero a que siempre la rodeó un aura un tanto pesada. Sí, éramos amigas, jugábamos juntas e incluso llegué a quererla como a una hermana— explicó Yuna jugando con su tenedor sobre la comida que aún tenía en su plato— pero siempre la persiguieron sucesos extraños, incluso paranormales. Nunca nos mencionó realmente cómo murió su madre cuando ella solo tenía cinco años, ni qué pasó con su padre en aquel bosque donde la encontraron. Y su abuela... bueno, esa mujer me daba escalofríos. En fin, todo en Rika era un enigma, un misterio sin resolver.

—Por cierto, ¿Qué pasó con la abuela de Rika? Después de que me fui de casa y me mudé a Tokio, ya no supe nada de esa anciana — pregunto Yuta con seriedad.

Su hermana se encogió de hombros.
—Lo último que supe fue que esa vieja ya murió, oficialmente la familia Orimoto ha desaparecido— su semblante era frío al decir aquello.

—Ya veo...—Comento Maki arrastrando esas palabras. En el pasado, Yuta le había contado muy poco sobre Rika, pero escucharlo ahora de la boca de su cuñada, la hizo pensar en que ella de verdad fue importante para los Okkotsu.

—Aun así, espero que Rika chan este descansando en paz y que ahora con la llegada de este bebé, Maki y Yo podamos hacernos más cercanas— pronunció Yuna con un tono radiante, depositando una vez más sus manos sobre el vientre de su cuñada— Incluso podríamos llegar a ser como hermanas.

Maki forzó una sonrisa por escuchar eso —Si... cercanas...

Después Yuna miro a su hermano, en su mirada se veía un sentimiento de nostalgia combinada con esperanza.
–¿Rika de verdad ya se fue de tu lado? ¿Cierto? ¿Ella ya está descansando en paz?

Yuta afirmó con la cabeza.
—Si. Ella ya está en paz.

—Entiendo—Yuna suspiro de alivio— Me alegra escuchar eso...— llevo sus manos a su pecho.

Maki logro comprender aquello que esos dos hablaban. Sus ojos fueron de un lado a otro mirando a esos dos hermanos.

A los minutos de esa conversación, un mesero se acercó a la mesa donde estaban para asegurarse que no les faltara nada y para saber si iban a pedir algún platillo más, ya que esos tres ya llevaban más de una hora en aquel lugar.

—¿Gustan ordenar algo más? ¿Necesitan que les sirvamos alguna otra bebida?— pregunto gentilmente el mesero.

—Yo quiero un poco más de té y de paso tráigame otro de este platillo— ordenó Maki, apuntando a lo que quedaba de la hamburguesa de arroz que había pedido.

—¿Y para usted caballero?

—Bueno, la verdad no sé qué otro platillo elegir y más que seguimos esperando a dos personas más — comentó Yuta volteando a ver hacia la puerta principal para ver si ya venían sus padres.

En esa rápida distracción de su hermano. Yuna aprovecho para sacar su celular de su bolso, parecía teclear algo muy rápidamente que incluso miro de re ojo a Yuta. Después bloqueo su celular y lo puso sobre la mesa, pero con la pantalla hacia abajo. Parecía nerviosa, como si estuviera ocultando algo y todo eso lo notó Maki, quien miro con atención lo que hacia su cuñada.

—Me pregunto porque tardarán tanto— comento Yuta regresando su atención a su hermana y a Maki.

—¡Ya ves cómo es papá! No me sorprendería que haya decidido hacer una parada inesperada antes de llegar aquí — comento con una risita nerviosa.

Maki seguía atenta a lo que decía y hacia su cuñada, mientras comía y bebía lo que había ordenado.

Yuta trato de sonar comprensivo —Si, él suele ser así. — Miro a su hermana con curiosidad, era hora de que el hiciera las preguntas.
—Y dinos Yuna chan ¿Como te ha ido en la universidad? ¿Si sigues estudiando, cierto?

—En la universidad me va bien, ya voy a pasar a mi segundo semestre en administración y gestión empresarial y bueno, no me quejo, desde que me mude de casa de nuestros padres, la vida me ha tratado bien, incluso tengo un trabajo de medio tiempo en una tienda de ropa que me ayuda a pagar la mitad de mis gastos.

Yuta se quedó extrañado por lo que dijo su hermana.
—Pensé que seguías estudiando la carrera de leyes. Y tampoco me habías comentado que te habías mudado...

Maki levanto las cejas al escuchar aquello y notar como Yuna titubeaba.

—¿No te lo había dicho? ¡Qué extraño! Pensé que te lo había contado por teléfono. En fin, como sea... —movió sus manos con una sonrisa nerviosa—. Ya lo sabes, me fui de casa de nuestros padres desde hace unos nueve meses.

—¿Te saliste de casa? ¿Y abandonaste la carrera de derecho? ¿Por qué?— pregunto Yuta con una mezcla de sorpresa e incredulidad.

Su hermana se encogió de hombros —En cuanto a la casa, ya tengo 18 años Yuta. Era hora de volar del nido. Y sobre la carrera, simplemente no me gustó. Me atraía más el mundo empresarial, así que decidí cambiar de rumbo. —Tomó el menú una vez más, fingiendo leerlo, pero sus ojos reflejaban que algo no andaba bien.

Maki y Yuta se miraron extrañados por ese comportamiento. Parecía que ambos pensaron en lo mismo ya que intercambiaron una mirada de confusión.

—Y...—Cuando Yuta iba a preguntar más cosas, el celular de Yuna empezó a sonar con intensidad sobre la mesa.

Ella rápidamente lo tomo —¡Permiso, voy a contestar! ¿Si, Hola?— se levantó de la mesa y rápidamente salió del restaurante para atender aquel llamado.

Maki y Yuta se miraron una vez más con demasiada confusión por aquel comportamiento tan cambiante de Yuna.

—Esto es muy extraño, tu hermana está actuando muy sospechoso—comento Maki cruzando sus brazos sobre su pecho.

—No lo sé... no es normal de ella el no decirme lo que sucede — suspiro con preocupación.

—Yo digo que fue una mala idea esto... mi instinto me lo dice, tus padres no van a venir y tu hermanita nos está ocultando algo — comento Maki mirando a Yuta con seriedad.

—Ya habíamos hablado de eso... por favor no seas tan pesimista, sé que no querías venir a Sendai pero, haz esto por mí, por favor, quiero ver a mi familia aunque sea una última vez...— susurro con molestia.

—Yuta... a ver cuándo abres los ojos y notas que tu familia, ahora somos solo nosotros dos...— susurro con enojo antes de darle una probada más a su comida.

Su esposo solo la miro con seriedad ante tal respuesta.

—¡Perdón que me haya levantado así tan de repente! Era papá, dijo que ellos no van a alcanzar a venir y propuso que mejor los veamos en el centro comercial que está cerca de aquí — comento Yuna regresando a la mesa y sentándose con rapidez.

—¿Pero, por que no van a venir al restaurante?— cuestiono Yuta con confusión —¡Yo había preparado esta sorpresa aquí!

Yuna se encogió de hombros y levanto las palmas de las manos.
—No sé, quizás es porque les queda lejos de donde anda.

Aquella respuesta no convenció para nada a su hermano y a su esposa.

Maki, con una mirada penetrante que buscaba leer el interior de Yuna, decidió intervenir. Su voz empezó a sonar, firme y tajante—Bueno, si era tu padre, no creo que hubiera sido una molestia que contestaras su llamada aquí dentro. ¿No crees?— miro a su cuñada con dureza.

Un ligero temblor recorrió el cuerpo de Yuna mientras tragaba saliva con dificultad. Encogiéndose de hombros una vez más, articuló una respuesta mientras titubeaba.
—Bueno, si salí... fue porque aquí dentro casi no hay recepción... y allá fuera se escuchaba mucho mejor... jeje.

Evito el contacto con la mirada de Maki.
—Pero como les acabo de decir, Papá dijo que los veremos en ese centro comercial que está cerca de aquí — tomo el menú con rapidez y llamo al mesero con voz temblorosa.

—Mejor... comamos un poco más... y de ahí vayamos los tres a ese lugar. Quiero ir a comprarte un regalo para ti y para el bebé de mi parte, Maki-san.

Las palabras brotaron de su boca en un torrente, como si intentara ocultar su nerviosismo bajo una fachada de amabilidad. Su insistencia en el regalo sonaba casi como una súplica.

Ambos esposos se miraron una vez más. No tenían otra opción que hacer lo que Yuna les había sugerido a pesar de que era muy notorio que algo extraño estaba pasando.


06:50 p.m.

Así como había dicho Yuna, una vez acabaron de comer, esos tres fueron a aquel centro comercial.

Los tres caminaban por ahí, yendo a varias tiendas y entrando a los baños públicos con frecuencia debido a las constantes ganas de orinar de Maki.

Después de ir al baño una vez más, hubo un momento donde ese matrimonio se quedaron ellos dos solos, estaban esperando a que Yuna regresara ya que ella había ido a comprar algo rápidamente.

Ambos estaban esperando a fuera de una tienda de aparatos electrónicos.

Maki, con el ceño fruncido, consultaba su celular una y otra vez. La tardanza de sus suegros la estaba poniendo nerviosa, además que sentía que ellos nunca llegarían ya que era muy tarde.

Yuta, en cambio, se encontraba absorto mirando las pantallas y los demás objetos de aquel aparador, estaba fascinado por los últimos avances tecnológicos.

La peliverde suspiro y rompió aquel silenció —Yuta, me duele decirlo pero no creo que tus padres vengan, solo ve la hora que es... — acaricio su vientre — Mejor ya regresemos al hotel, el bebé y yo nos sentimos cansados.

Yuta torció levemente su boca
—Yo sé que ellos vendrán y una vez les demos la noticia, regresaremos al hotel.

A su esposa no le agrado aquella respuesta —¿No era más sencillo comunicarles esta noticia por teléfono o por mensaje de texto, en lugar de hacer este viaje? Un simple mensaje de "Van a ser abuelos" nos hubiera ahorrado todo esto.

—Ya lo habíamos hablado Maki, quiero que esta sorpresa sea especial— Yuta la miro con molestia —Yo quiero dárselas en persona. Además cada que intento comunicarme con ellos, el teléfono de la casa suena fuera de servicio y Yuna no ha querido pasarme sus números de celular.

Maki suspiró con exasperación ante esa respuesta. —¿No sería más fácil simplemente pedirle a Ijichi-san que te investigué sus números de teléfono? La excusa de que "Yuna no te los quiere dar" no me convence... presiento que en realidad son tus padres los que no quieren que los encuentres...

Yuta no dijo nada ante tal respuesta de su esposa.

Maki, con evidente molestia, continuó hablando— ¿Sabes? Esto no tiene nada de especial. Y odio que nos estés usando a mí y al bebé como excusa para que tus padres se compadezcan de ti. Además, confieso que yo no quería venir hasta aquí por esto mismo. Solo mira la hora que es, y tus padres aún no hacen acto de presencia.

Yuta suspiro.
—Se que no querías venir, pero por favor Maki, hazlo por mí una sola vez— suplicó —Quiero acercarme a mis padres y hacer las cosas diferentes, además también quiero que ellos dos nos acepten como la familia que somos. Además, si tu estuvieras en mi situación, sé que tu quisieras que yo te apoyara...

Su esposa torció la boca.
—Yuta, claramente ellos NO nos aceptan, porque si así fuera, desde cuando los hubiéramos visto y desde cuando nos hubieran dado su bendición— suspiro y se giró molesta para mirar al otro lado— En fin, estoy cansada... hoy no es uno de esos "buenos días" de embarazada— sobaba su vientre ya que sentía algo de malestar.

Yuta se acercó a ella y le acarició los brazos con cariño.
—Se que con este mes de gestación todo te ha empezado a fastidiar más de la cuenta, también sé que te estas empezando a cansar más rápido y algunos síntomas como tus náuseas han empeorado y aun con todo esto me estas acompañando.

—Y parece que aún con todo eso, no estás valorando el esfuerzo que estoy haciendo por ti— contesto Maki muy molesta.

—¡Claro que lo valoro amor! — elevo un poco la voz— Y te prometo que hoy solo les daremos esta noticia y de ahí nos regresamos al hotel. Y si quieres, mañana podemos pasar un lindo día aquí en mi ciudad natal solos tú, yo y el bebé — acaricio su vientre con ternura —Podríamos tomarlo como otras mini vacaciones, así como lo pasamos en Atami. ¿Qué te parece si vamos los tres al acuario? Dicen que el de esta ciudad es más bello que el de Tokio, y podemos comprobarlo mañana.

Maki suspiro mientras acariciaba la mano de su marido sobre su vientre.
—Escúchame, solo por esta vez voy a cooperar contigo, pero a cambio, quiero que tu hermana ya no me toque más el vientre. Me molesta que lo haga sin preguntarme y solo me estoy aguantando de no darle un golpe solo por ti.

Yuta sonrió un poco por ese comentario.
—Está bien, lo prometo, le diré que ya no te toque sin tu permiso— sintió una patada de su bebé.

—¿Sientes? Hasta el bebé está de mi lado— dijo Maki apuntando a su vientre.

De nuevo, la voz de Yuna llamo la atención de esa pareja.

—Perdón por la demora — comento está regresando con una bolsa que parecía ser de una tienda en especial.

—Maki san, te he traído esto de parte mía para ti y para el bebé — dijo en una leve reverencia mientras le entregaba aquella bolsa —Espero te guste.

Aquella peliverde tomo aquella bolsa, la cual era una de una tienda de maternidad —Muchas gracias Yuna san, no te hubieras molestado — respondió con una leve sonrisa.

—Eres mi cuñada y próximamente me darás un sobrino o una sobrina, así que quiero darte esto como un regalo porque somos familia ¿No es así?— comento su cuñada con una dulce sonrisa.

Maki la miro con detenimiento y pudo notar que Yuna tenía levemente los ojos hinchados. Parecía que había llorado hacia minutos atrás porque incluso veía su delineador un poco corrido.

—Me alegra que tu si te estés llevando bien con Maki san...—Yuta suspiro— No puedo decir lo mismo de nuestros padres, creo que se están tardando demasiado en llegar — Comento mirando hacia todos lados.

—¡Ah! Sobre eso, papá me volvió a Marcar y me dijo que ellos nos verán en Jozenji-dori Avenue. Ya sabes, ese lugar al que nos llevaban cuando éramos niños e íbamos en esta época del año cuando las hojas empezaban a caer— comento Yuna con algo de entusiasmo y después miro a su cuñada —Así podríamos aprovechar para que Maki conozca ese lado de la ciudad. Además, no queda muy lejos de aquí

Yuta suspiro con desánimo. Realmente empezaba a impacientarse debido a todos esos "llamados" y ausencias de sus padres.
—Está bien, vayamos a encontrarnos con ellos en esa zona.

—¿Jozenji-dori Avenue? ¿Qué es eso?— pregunto Maki extrañada.

—Se le conoce como la "ciudad del bosque". Cuando veas el lugar te va a gustar sobre todo porque es un lugar simbólico para nuestra ciudad— comento Yuna con una gran sonrisa.

Maki no respondió a eso. Simplemente tenía un mal presentimiento con aquel lugar.


07:30 p.m.

Septiembre extendía su manto fresco sobre la tierra, acortando los días y envolviendo las noches en un velo de oscuridad prematura.

Aquel bulevar se encontraba en una de las avenidas principales de aquella ciudad. Rodeado de árboles que se vestían de gala otoñal, exhibiendo una paleta de colores que iba del dorado al carmesí y del ocre al marrón.

Las hojas, como mariposas de alas tenues, se desprendían de las ramas con un suave susurro, danzando en el aire antes de caer sobre un tapiz de hojas crujientes sobre el suelo que era pisado por sus miles de visitantes nocturnos. Un halo mágico emanaba de las luces anaranjadas y amarillas que adornaban los troncos, creando un ambiente cálido y acogedor que contrastaba con la frescura del aire otoñal.

En el pabellón, la brisa susurraba entre las ramas, llevando consigo el aroma de la madera añeja, aquella que marca el fin del verano.

Aquel lugar era un espacio de contemplación dentro de la agitada ciudad, donde el tiempo parecía perderse entre las hojas que caían.

En este escenario de ensueño, la nostalgia se mezclaba con la esperanza, creando una atmósfera única que invitaba a la reflexión y a la introspección. Era un lugar perfecto para disfrutar de la belleza del otoño, para sentir la conexión con la naturaleza y para apreciar los pequeños detalles que la vida nos ofrece antes que el invierno llegue.

Para aquella hora de la noche, aquel bulevar estaba concurrido con Familias, parejas y amigos yendo y viniendo en aquel lugar.

Maki admiraba la zona, mientras comía una banderilla que se le había antojado antes de llegar ahí.

A su lado, iba caminando Yuna y a unos pasos delante de ellas, iba Yuta, ya que este quería que Maki conviviera más con su hermana. Pero era inútil, ya que ninguna de las dos se dirigía la palabra.

Maki observó a Yuna, quien caminaba cabizbaja y con la mirada empañada. Era evidente de que ella ocultaba algo desde hacía rato atrás, ya que hacia un gran esfuerzo por contener las lágrimas.

La peliverde suspiro y decidió romper el silencio que había entre ellas.
—¿Falta mucho para llegar a ese lugar donde dices que nos están esperando tus padres? Lo preguntó porque ya me cansé de caminar.

Yuna le dedico una leve sonrisa.
—Perdón por hacerte caminar tanto, pero si, ya casi vamos a llegar— dijo en un tono de tristeza.

—Eso espero... — comento Maki con una de sus manos en su espalda, mientras cargaba aquella bolsa donde estaba el regalo que su cuñada le había dado y con la otra mano sujetaba su banderilla.

De nuevo, ambas quedaron en silencio.

Maki contemplaba con fascinación los árboles, que poco a poco se desprendían de sus hojas en un nocturno baile otoñal, como si se prepararan para darle la bienvenida al invierno. Aquel paisaje era una imagen que le recordaba la inminente llegada de su bebé, un ser que también se encontraba en un estado de gestación y cambio, el cual, nacería en invierno.

Los tres habían llegado al lugar donde se supone, los padres de Yuna y Yuta los habían citado, en el mero centro de aquel bulevar, al lado de una estatua significativa de la zona.

Aquella gran estatua hecha de bronce, estaba compuesta por tres figuras de más de dos metros de alto, las cuales representaban a una familia compuesta por un padre, una madre y un hijo. Las cuales, según la inscripción en su base, significaba la "Paz y la felicidad del hogar"

Algo que al parecer, la familia Okkotsu no iba a encontrar en aquel lugar.

Esa peliverde estaba tan absorta mirando esas luces y ese monumento, que su cuñada fue quien la sacó de sus pensamientos, ya que esta empezó a hablar con una voz a medio romperse.

—Maki san...— Yuna la nombro.

La peliverde giro su rostro hacia ella —¿Qué pasa?

La joven tomo un respiró antes de empezar a hablar.
—Yo quiero darte las gracias.

—¿Las gracias? ¿Por qué me estas agradeciendo?— Maki pregunto extrañada, levantando una ceja y dándole una mordida más a su banderilla.

—Porque veo que Yuta es feliz a tu lado Y con la llegada de ese bebé, lo notó muy entusiasmado con todo esto de ser padre— miro hacia su hermano quien estaba delante de ellas y buscaba con la mirada a sus padres entre aquellas personas que estaban en esa tranquila zona.

Maki miro primero a su esposo y después bajo la mirada a su vientre mientras terminaba su banderilla—En realidad él es el más emocionado por todo esto— acaricio su vientre. —En cambio, yo aun lo sigo asimilando.

—Aun así, gracias por hacerlo feliz y darle la familia que le hace falta... aquella familia que de verdad lo ama y estará con él en las buenas y en las malas... porque eso es lo que son ustedes tres...

—¿Por qué dices eso como si tu no fueras parte de su familia?– Maki la miro con seriedad. La verdad ya había llegado a su límite y más ahora que traía las hormonas todas alteradas.

Yuna guardo silencio. Apretó los labios y sus manos se hicieron puños sobre su falda.

—Lo he notado desde hace rato, Yuna, ¿Qué está pasando? ¿Por qué estás actuando tan extraño?

Los ojos azules oscuros de Yuna se empezaron a humedecer demasiado.

—¿Qué nos estas ocultando?

—Yo...— la voz de Yuna se cortó por el nudo en su garganta.

—¿Qué está pasando?— pregunto Yuta al notar que su esposa estaba hablándole en voz alta a su hermana —Yuna ¿Por qué estas llorando? ¿Maki, qué pasó?— miro a su esposa con confusión.

—Creo que eso debemos preguntárselo a tu hermanita— Maki cruzo los brazos sobre su pecho.

Los ojos de su cuñada se llenaron más y más de lágrimas, las cuales se empezaron a derramar.

—Lo siento...

—¿Por qué te disculpas?— pregunto su hermano muy asustado.

Yuna sollozo— Yuta... yo lo siento, pero Papá y mamá no van a venir...

Aquella respuesta hizo que el corazón de Yuta se detuviera por un leve momento.

Yuna empezó a explicar.
—Les mentí a ambos— miro a Maki y a su hermano —En todo el día, ni papá ni mamá se comunicaron conmigo... fingí que ellos iban a venir para no hacerte sentir mal...

—¿Y la llamada que recibiste en el restaurante?— pregunto Maki con furia.

—Programe una alarma para que pareciera que recibía una llamada...

—¡¿Pero por qué?! ¡¿Porque ellos no van a venir?! ¿Por qué no me lo dijiste desde un inicio!— pregunto Yuta con demasiado coraje combinado con decepción —¡En serio, yo pensé que ellos vendrían!

—¡Ya sabes cómo son nuestros padres!, —exclamó Yuna con la voz entrecortada por la impotencia. —¡Intenté convencerlos de que vinieran, pero no quieren saber nada de ti! Te niegan como hijo desde hace años...

Las lágrimas siguieron brotando de sus ojos mientras continuaba
— Desde lo que pasó con Rika y las cosas extrañas que ocurrían a tu alrededor cuando vivías con nosotros, hicieron que ellos te tuvieran miedo, el cual te lo siguen teniendo ...Y ahora que te dedicas a lo paranormal... se niegan más a tener contacto contigo... además ellos ni siquiera quieren saber de...—observo a Maki con lastima.

—De verdad ... Lo siento...— bajo la mirada para evitar el contacto visual con su cuñada.

La peliverde entendió eso último a lo que se refería Yuna. Sabía que también se refería a ella como una causa de que los padres de ellos no quisieran a su hijo.

Los tres se quedaron en silencio ante aquellas palabras. Maki estaba impactada por lo que había revelado su cuñada. Yuna estaba llorando a mares.
Y Yuta sentía la sangre calentarse por esas palabras y sus manos se hicieron puños. Realmente no entendía porque sus propios padres hacían aquello.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Maki, sabía que su esposo estaba furioso y el estando en esa situación podría ser peligroso, así que le puso la mano en el hombro.

—Yuta... cálmate, estas haciendo un escándalo... y de paso... tu energía maldita es muy pesada — dijo Maki apretando el hombro de su esposo. No era la primera vez que lo veía así de molesto, incluso su energía maldita no solo le daba miedo a ella, sino también su bebé se veía afectado, ya que este pateaba con fuerza en ese instante— Estas asustando también al bebé...

Pero Yuta no le hizo caso.

—¡Iré a hablar con ellos! ¡En este momento voy a ir a casa a hablar personalmente con ellos!— comento Yuta muy molesto y girándose para empezar a caminar hacia el otro lado.

—¡Ellos ya no viven aquí en la ciudad!— grito Yuna para que su hermano ya no diera un paso más.

—¿Qué dijiste?— pregunto Yuta girándose para quedar de frente a su hermana, los ojos azules de este se habían abierto enormemente al escuchar aquello.

Yuna sollozo, aunque secara sus lágrimas, estas seguían bajando por sus mejillas.
—¿Recuerdas que te dije que me mude hace nueve meses? Eso es porque Papá y Mamá ya no viven aquí en Sendai... Yuta, perdón que no te lo haya dicho antes pero desde hace nueve meses nuestros padres se cambiaron de casa y yo me quede sola aquí para estudiar la universidad — miro hacia el suelo mientras se hacia adelante para hacer una reverencia de disculpas.

Yuta le grito muy molesto —¡¿Y por qué nunca me lo dijiste?! ¡Tú eres mi hermana! ¡Mínimo podrías habérmelo dicho antes!

—¡No te lo dije Por qué papá y mamá me lo habían pedido de favor! — dijo en voz alta y llorando — Además yo en ese tiempo aun te tenía... — fue interrumpida abruptamente.

—¿Miedo? ¿Me tenías miedo?— pregunto Yuta con seriedad.

Yuna bajo la cabeza sin decir nada. Parecía que no podía hablar por el nudo en su garganta.

Maki sentía demasiada lástima por Yuna, ya que sentía que esta no podía expresar todo lo demás que quería decir.

—Yuta, cálmate... por favor...— Maki volvió a nombrarlo y a tomarle del brazo, pero su esposo no parecía escucharla.

—Lo siento... de verdad lo siento hermano— dijo Yuna llorando demasiado — pero puedo explicarlo...

Yuta permaneció en silencio unos segundos, sus manos se aflojaron y suspiro con desánimo.

—Yuta— Maki volvió a nombrarlo. No sabía lo que podría hacer en aquel estado.

De nuevo se quedaron momentáneamente en silencio.

Pero como si aquello fuera una broma del destino. En aquel momento, cual jugada sucia e irónica de la vida. El celular de Yuna empezó a sonar.

Esta saco su celular para silenciarlo, pero Yuta alcanzo a ver de quien era aquel número que le marcaba.

Rápidamente le arrebato aquel teléfono. Aquello fue un movimiento tan rápido y brusco que Maki no tuvo tampoco tiempo de intervenir.

—¡No Yuta! ¡Por favor no hables con él! — suplico su hermana, ya que del otro lado de la bocina, escucho la voz de su padre.

Rápidamente Yuta deslizó la pantalla para poner la llamada en altavoz.

—¿Yuna, ya estás en tu departamento? ¿Por qué no nos has avisado donde andas? Tu madre está preocupada — pregunto su padre por aquella bocina.

Yuna tenía la costumbre de avisar a sus padres que ya había llegado a casa de la escuela o del trabajo, y siempre lo hacía a cierta hora de la noche y cuando esta no se reportaba, sus padres le marcaban.

—Papá, Soy yo... Yuta...— contesto el hechicero con seriedad.

Yuna y Maki se quedaron paralizadas mientras veían aquella escena.

—Oh... eres tú...— dijo su padre con molestia.

—Si soy yo... tu hijo...— respondió Yuta con frialdad.

Hubo un leve silencio por aquella bocina.

—¿Y Qué haces en Sendai? ¿Dónde está tu hermana? Espero no le hayas hecho nada malo — comento con seriedad.

—Vine a visitar a Yuna y de paso, venía a visitarlos a ustedes dos porque les tenía una sorpresa. ¿Acaso mi "hermana" no les paso mi recado de vernos este dia?— pregunto mirando molesto a su hermana.

Por aquella bocina, su padre soltó un suspiro.

—Tu hermana si nos comentó que tu querías vernos, pero yo personalmente no iba a conducir por seis horas para ir a Sendai...

—¡Para algo existen los trenes balas! ¡Tú y mamá podrían llegar aquí en menos de dos horas! ¡Hasta existen aviones para que ustedes dos pudieran venir! — comento Yuta furioso.

—Aún haya trenes o aviones, ¿Crees que iríamos a verte? Yuta por favor no hagas más difícil esto...

Yuta grito por aquella bocina —¡Les tenía una sorpresa acompañada de una gran noticia!

—Yuta... no me importa lo que sea eso que nos tenías preparado, ya que viniendo de ti, solo podemos esperar desgracias... ¿Dónde está tu hermana? ¡pásame a tu hermana!— dijo su padre con molestia e insistencia.

Yuta sintió la furia invadir su ser. Así que decidió revelarles aquella noticia.

—¡Van a ser abuelos! ¡Maki y yo vamos a ser padres! ¡Esa es la noticia que quería darles!— grito por aquel celular—¡Voy a ser papá!

Ante aquella revelación, no salió ruido alguno de aquel celular.

Maki y Yuna estaban inmóviles, al igual que Yuta sentía el corazón en la garganta.

Un fuerte suspiro pudo escucharse por aquella bocina.

—No puede ser... ¿Y Acaso ese niño será como tú y tu esposa? Porque si es así, ese niño solo será una maldición...— soltó su padre con furia.

Aquellas palabras hirieron a Yuta hasta lo más profundo de su alma. Incluso Maki sintió la sangre hervir.

—No te permito que insultes a si a mi hijo y a mi esposa...— comento Yuta con voz firme y llena de furia.

—Pero eso es lo que será ese bastardo. No sé qué Karma estaremos pagando tu madre y yo para que mi único hijo varón haya salido maldito...

—¡Ese bastardo es tu nieto! ¡Es sangre de tu sangre también!— grito Yuta por aquel teléfono.

—¡Nunca aceptaré a ese engendro como parte de mi familia! ¡Ni a él, ni a tu esposa! Para mí, mi hijo dejo de existir hace más de diez años atrás... ¡Ahora pásame a Yuna!— soltó con furia.

—¡Te desconozco como mi padre!— antes de que Yuta dijera algo más, ya que las palabras también maldicen, Maki le tomo del hombro y su hermana le arrebato el teléfono.

—Luego te marco padre...— dijo Yuna apurada y terminando aquella llamada.

En cambio, Maki se puso en frente de su esposo, estaba demasiado preocupada por él y más que parecía desencajado con la realidad.

—Yuta— lo nombro con temor.

—Hermano...

El hechicero de grado especial, tomó un respiro profundo y llevo sus manos a su rostro. Tanto su esposa como su hermana estaban esperando asustadas una respuesta de este.

Era irónico y cruel que de bajo aquella estatua titulada "familia" Yuta acabara de ser rechazado y hasta negado por su familia de sangre.

Después de un minuto en completo silencio, Yuta retiro sus manos de su rostro.

—Maki san, tienes razón — comento él fríamente mirando a su esposa primero— A veces es mejor cuando tus padres y hermanos están muertos para uno, Así nos evitamos tantos dramas y problemas familiares — dijo seriamente.

Yuna abrió los ojos de sorpresa al escuchar aquello.
—Hermano, puedo explicarlo— comento llena de lágrimas.

—Yuta, solo escúchala, ella tiene algo más que decirnos — comento Maki con seriedad mirando todo lo sucedido.

—No está vez...— suspiro Yuta —No quiero escuchar a nadie más por el momento... así que Maki vámonos a nuestro hotel... estoy cansado— dijo dando unos pasos para alejarse de ahí.

—¡No puedes dejar a tu hermana en este estado!— contesto Maki alcanzando lo y deteniéndolo por la mano.

—Pediré a un asistente que venga por ella... aunque la verdad, en este momento no me importa más...— contesto con frialdad.

Yuna al escuchar esas palabras solo siguió llorando.
—No es necesario que me envíen con alguien... yo puedo volver sola a mi departamento...— se dirigió a su cuñada.— Maki san, cuídate, de verdad, a mi si me alegra saber que seré tía... aunque es muy probable que después de esto, me sea imposible conocer a mi sobrino... o sobrina... — hizo una leve reverencia — con permiso...— empezó a alejarse, mientras seguía llorando completamente destrozada.

Maki estaba en un dilema en aquel momento, sobre a qué hermano debía seguir. Si a su marido o debía alcanzar a su cuñada porque le preocupaba que se fuera de esa manera y más que sabía que Yuna, no era como sus suegros.

—¡Agh! ¡Mierda!— soltó Maki entre dientes ante aquel dilema. Acaricio su vientre, incluso se sentía bastante estresada en aquel momento y lo que menos quería era que algo le pasara de nuevo a ella y a su bebé.

De verdad, odiaba los dramas familiares.


08:30 p.m.

Maki y Yuta regresaron a su habitación del hotel. La cual era muy cómoda, esto a petición de ella ya que con aquel mes de embarazo, todo se le empezaba a hacer más pesado de lo normal y de paso, empezaba a sentirse cansada más rápidamente, como si su bebé le consumiera toda su energía física.

Así que para sentirse cómoda, pedían las habitaciones con mejores camas.

Una vez entraron, Maki se quitó los zapatos y automáticamente fue a acostarse a la cama, ya que no soportaba los pies, debido a que todo el día se la pasaron caminando.

Acomodo las almohadas detrás de su espalda baja para estar semi sentada mientras estiraba los pies y recargaba la espalda.

En cambio, Yuta se despojó de los zapatos y se dejó caer al otro lado de la cama. El pobre estaba destrozado por aquella situación con su familia, que ni palabra alguna había pronunciado en todo el camino de regreso al hotel.

En el cual, fue su esposa quien llamo a un asistente director para que los llevaran hasta ahí.

Maki suspiro al ver a su esposo mirar al techo. Parecía deshecho, sus ojos estaban muy cristalinos y sus labios se apretaban demasiado.

Suspiro —Que día...— dijo ella levantando su camiseta hasta descubrirse su abultado vientre y empezó a hacer círculos sobre este con sus dedos. Parecía que esas caricias calmaban a su pequeña semilla de soja—Si que fue un día agotador para los tres... pero lo fue más para ti ¿Cierto, Yuta?

Su marido al escuchar eso, se acercó a ella, recargo suavemente su cabeza sobre aquel vientre donde se gestaba su hijo.

Maki soltó otro suspiro al ver así a su marido, y empezó a pasar sus manos por el negro cabello de este para darle consuelo.

—Tenías razón...— susurro Yuta con la voz a medio quebrarse.

Las lágrimas de ese hechicero empezaron a desbordarse, cayendo contra el vientre de su esposa.

Maki sentía esas lágrimas en su piel, eran cálidas, pero definitivamente eran saladas y llenas de tristeza. De verdad le dolía ver así a su esposo.

—¿En qué?— pregunto mirando como Yuta seguía llorando contra la piel de su abultado vientre.

—En que mi actual familia son solo ustedes dos... tu y nuestra pequeña semilla de Soja...— dijo elevando su vista para ver el rostro de su esposa.

Maki suspiro mientras seguía acariciando y haciendo a un lado los mechones del cabello de Yuta, los cuales caían en su frente.

— Simplemente debí acerté caso en esto de que presentías que mis padres nunca iban a presentarse, debí escucharte y nunca debimos haber venido hasta aquí — sollozo un poco, mientras su cabeza estaba en el regazo de esta y su mano derecha acariciaba aquel vientre, escuchando y sintiendo a su bebé.

Maki bajo los hombros al escuchar eso, mientras lo seguía mirando.

—Y ahora entiendo que la familia, no se mide ni por la cantidad de miembros, ni por las personas con las que te une la sangre—Beso la mano de su esposa— sino que la verdadera familia es la que tú eliges y es la gente que te ama y te acompaña en los buenos y malos momentos, como tú en este momento.

Maki le dedico una pequeña sonrisa al oír aquello, seco las lágrimas de las mejillas de Yuta y empezó a hablar.

—Yuta Odio decir que "Te lo dije" pero creo que esta vez debo decírtelo. "Te lo dije"— repitió con un tono de orgullo y molestia en su voz.

Yuta suspiro.
—Lo sé, mi esposa me lo advirtió, pero no le hice caso. Perdón por eso— le beso la barriga.

—No debes porque disculparte, simplemente tenías la esperanza puesta muy alto sobre que quizás tus padres ya habían cambiado. Pero como puedes ver, incluso una vez le dijiste a tu padre de que serán abuelos, nos ofendió, nos rechazó y definitivamente se nota que NO quieren saber de nosotros...— llevo su mano izquierda sobre su vientre, donde iniciaba su pecho y su barriga— Y si tus padres te temen a ti, supongo que también le tendrán miedo a nuestro bebé y la verdad, no quiero que ellos le teman y mucho menos quiero que lo desprecien y le hagan sentir mal de venir a este mundo— ella le siguió acariciando el cabello— Créeme Yuta, si tu padre hubiera dicho todo eso en nuestra cara, juro que lo hubiera molido a golpes.

Yuta suspiro ante esas palabras de su esposa.
—Tienes razón... lo que menos quiero es que ellos te hagan sentir mal a ti o a nuestro hijo...— le dio más besos en la barriga.

—Desde que me hicieron sentir mal conmigo misma aquella vez cuando me conocieron — lo miro con seriedad— Yo desde ahí supe que nunca les agradaría a tus padres...

—Lo siento de verdad por lo esa ocasión y también lo siento por todo lo que tuviste que escuchar por teléfono — Yuta suspiro y se llevó el brazo hacia la frente — Pero ahora siento que mi pensar ha cambiado— tomo la mano de su esposa y le beso en el dedo anular, aquel donde debería ir el anillo de bodas que le dio hace un año atrás —Ahora entiendo que ustedes dos son mi familia.

—Nosotros somos tu familia porque así nos elegiste y nunca olvides que nosotros siempre te apoyaremos y amaremos, en las buenas y en las malas — Maki le dio un leve golpecito en la frente.

En aquel momento, Yuta abrazo con cuidado a Maki, sin aplastarle, únicamente quería sentirse protegido entre sus brazos.

Así duraron varios minutos, en los cuales, Yuta siguió llorando. Desahogándose por todo lo que había vivido aquella tarde.

Cuando Yuta por fin se calmó, tomando un respiro profundo, este se acomodó al lado de su esposa, para mirarla fijamente a los ojos.

Maki siguió acariciándole el cabello, quitando aquel flequillo de su frente, ella quería tocar un tema más.
—Aunque nosotros tres oficialmente estamos formando nuestra propia familia — le dio un leve golpecito con su dedo índice en la nariz—Creo que hay un miembro de tu familia de sangre directa a la que deberías escuchar y esa es tu hermana.

Yuta suspiro y puso los ojos en blanco.
—La verdad, me cuesta perdonarle por haberme mentido y ocultado algunas cosas desde un inicio...

—Pero tu ni siquiera la quisiste escuchar para saber sus motivos y más que ella te demostró que si quiere convivir conmigo y con el bebé.

Yuta guardo silencio ante esas palabras de su esposa.

—Deberías escucharla, aunque sea una vez— comento Maki con seriedad.

—No lo sé...— miro hacia el techo— Además, estoy muy cansado por todo lo sucedido este día...— se puso de pie — Iré a tomar una ducha para después tratar de dormir. También una vez salga de bañarme, le marcare al señor Ijichi para que nos cambie la salida tanto del hotel como del tren para irnos lo más pronto posible de aquí.

Maki torció la boca, sabía que su esposo ya no querría tocar el tema, pero aun así no podían dejar las cosas de esa forma.

11:30 p.m.

De todos modos, Maki no se quedaría con los brazos cruzados con esa situación. Una vez Yuta se quedó completamente dormido, ella se levantó con cuidado de la cama y fue a abrir aquel regalo que su cuñada le había dado horas atrás.

De aquella bolsa sacó una linda camiseta de maternidad y de paso, sacó dos lindos mamelucos, ambos en color blanco.

A Maki se le había hecho lindo aquel detalle, porque no solo encontró aquellas prendas, sino también entre ellas venia una pequeña tarjeta con un lindo mensaje para ella.

Suspiro al ver todo eso. También sentía que ella debía poner de su parte ante esa situación porque de una u otra manera, ambas eran parte importante de la familia de Yuta.

Así que con cuidado salió a hacer una llamada al balcón.

—Ijichi san, perdón que sea muy tarde, pero necesito que me hagas un gran favor, quiero que me consigas unas entradas a cierto lugar en especial y de paso, me investigues un número telefónico en específico de la persona a la que te nombraré — comento Maki acariciando su vientre mientras miraba hacia la ciudad.

Era hora de planear su salida familiar y de paso, tratar de reconciliar unos hermanos.

Continuara...


Notas:

Espero les haya gustado el capitulo 👀

Y díganme ¿Qué les esta pareciendo esta historia?

¿Qué les pareció este drama familiar? Como dije me basé en lo que dice Gege sobre la familia de Yuta. Aunque veces creo que ese gato ciclope es mitad latino, solo vean al clan Zenin jaja en fin.

También, para comentar que el nombre de la hermana de Yuta, lo elegí en base a lo que varios de ustedes me contestaron en la encuesta que hice en twitter sobre que nombré le gustaban más para ella. Así que al final, gano Yuna, el cual significa "Luna" además, que combinaba con el nombre de su hermano jaja

En fin, si quieren seguirme por allá (twitter), pueden encontrarme con el nombre de usuario de Vera1794, la verdad hablo más allá que aquí ❤

Y Como había dicho anteriormente, el otoño siempre es una estación nostálgica y siempre tiene un impacto importante en el ambiente debido a que es la época que nos avisa y de paso nos prepara para la llegada del frio invierno, osea la última estación del año. Así como este embarazo que pronto entrara en su recta final.

El otoño nos recuerda que después del invierno llega la primavera, un renacer de la naturaleza. El final del embarazo nos recuerda que el nacimiento del bebé es un nuevo comienzo

Y como pueden notar, la temporada otoñal en este fic estará marcada por cierta dualidad. Será una temporada para que Maki y Yuta atesoren los agradables recuerdos que vivieron antes de la llegada de ese bebé, pero también servirá para desprenderse de las situaciones y de las personas que les han causado alguna tristeza o angustia.

Así como las hojas marchitas que caen de los árboles, simbolizando la necesidad de dejar ir lo que ya no nos sirve o lo que ya no nos hace feliz.

También, en el siguiente capitulo descubrirán que planea Maki.

Al igual que quizás tengamos flashbacks del como Yuta le pidió matrimonio a Maki y cómo fue que ella primero lo rechazo y que tuvo que pasar para que ella le diera el definitivo "si me quiero casar contigo".

Espero pronto traerles otro capítulo, pero por el momento me voy a tomar unos días para descansar de escribir.

Los quiere Vera ❤

Pd: si me van a ofender, háganlo por mensaje privado a mi twitter