Harry Potter pertenece a J.K. Rowling
Bruja Llameante
42: Sueños a partir de reflexiones
Dumbledore era un hombre hambriento de información.
Por eso tenía tantos espías.
Espías en el Ministerio, espías en la sede de la Confederación Internacional de Magos.
Solía tener espías en Hogwarts, que le dieran información sobre los alumnos y sobre Harry Potter…
Espías que perdió, cuando todos se encariñaron con ella, al regresar a ser Beatrice Potter y al comprender que, en aquel momento, ella jamás tuvo una vida, sino que Dumbledore intentaba guiarla por un camino que solo él comprendía y que no podía tener un buen final, para la pelinegra. Así que cualquier información extra, que él estuvo recibiendo de esos espías, era información banal.
Información TAN banal, que era casi una telenovela adolescente romántica y absolutamente inútil, que solo le provocaba sueño.
Y su espía principal, quien solía estar cerca de Harry: Ronald Billius Weasley, jamás había madurado y seguía creyendo, que las niñas tenían piojos, así que se alejó asqueado de Beatrice Potter, siendo su último puente de información confiable, sobre la pelinegra y su crecimiento.
Crecimiento que solo se aceleró en cuarto año, pasando a ser la quinta mejor alumna, en su quinto año, pasó a ser la cuarta mejor y allí se estaba manteniendo actualmente, en su sexto año escolar. Y él desconocía, los nuevos conocimientos, que ella podría tener.
Para empeorarlo todo: NO SABÍA, QUE INTENTARÍA HACER VOLDEMORT A CONTINUACIÓN. Y no era únicamente, el hecho de haber perdido la confiable fuente del buen Severus, sino que también había conducido al encarcelamiento del pequeño e inocente Draco, quien solo lo hizo, para proteger a su madre. Pero no podía salir en su defensa, ni comunicarse con Moody, para intentar que él entrara en razón, pues ya lo habían acusado de ser un Mortífago de Alto Rango e incluso lo intentaron arrestar, la última vez, que intentó defender al heredero Malfoy.
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Algo que le alegró a Beatrice, fue que Dumbledore parecía haber dejado de asecharla; así que pudo centrarse mejor, en los planes para su viaje a Hogsmeade y… una especie de cita con Hermione, algo para fortalecer aun más, su relación mutua.
Así que mandó a Hedwig, con algo de dinero y una carta. Hedwig volvió a la hora del almuerzo, con una caja y todos dejaron de comer, para voltear a mirar a la lechuza blanca. Beatrice desanudó el paquete y rápidamente, le sirvió a Hedwig un plato de tocino. —Esto es para ti, Hermione —dijo la pelinegra, besando la mejilla de la chica castaña, quien tomó la caja en sus manos y la abrió. Las chicas que se inclinaron para mirar, ahogaron un jadeo, incrédulas ante la belleza del collar de piedras preciosas, con aretes a juego.
Y mientras que Hermione le daba a Beatrice, un beso de película; las chicas ennoviadas, comenzaron a lanzar maleficios a sus novios, quienes intentaban inútilmente defenderse, mientras juraban ir de compras con ellas, el próximo día de Hogsmeade.
El matrimonio de Minerva McGonagall y Rolanda Hooch, solo se sonreían burlonamente, mientras que los chicos, escapaban de los maleficios de las chicas, hasta que Minerva hizo que el sonido de un cañón se escuchara y todos volvieran a tener calma, sentándose en sus respectivas sillas, con MUCHOS chicos, mirando aterrados a las celosas chicas.
Minerva dio una rápida conferencia, sobre los mejores lugares de joyería, ropa y zapatos, respecto a Hogsmeade y el Callejón Diagon.
Dumbledore estaba bastante enfadado, por el revuelo del Gran Comedor y nuevamente, una vez más, maldijo sus planes para traer a Tom de regreso.
TODA SU MALA SUERTE, NACIÓ CON EL RENACIMIENTO DE SU EXALUMNO.
NO debió de haberle ayudado a regresar. No debió de haber conspirado, para que volviera.
Entonces, Beatrice seguiría siendo Harry, Harry nunca se hubiera vuelto el Lord de la Casa Potte a lo catorce años, Sirius Black jamás hubiera capturado a Pettigrew y jamás hubiera salido libre, Harry seguiría viviendo con los Dursley, Harry jamás hubiera adquirido los poderes de fuego, que causaron un río de sangre y actualmente, sin el ejército Sangre Pura y con Azkaban habiendo sido "exorcizada" de los Dementores y ahora teniendo guardias humanos, entonces la fortaleza era diez veces, más difícil de que Voldemort ingresara.
¿Y para qué querría Tom intentarlo siquiera? ¿Para perder aún más hombres? Él sabía que Tom no era tonto.
Era imprudente para ser un Slytherin, pero no era tonto.
No. Tom no lo intentaría.
Intentaría conseguir más Inferius y más criaturas oscuras a su favor. Y esa sería una clara ventaja para Voldemort y una desventaja para ellos…
Si es que Tom, no había muerto, tras la destrucción de los Horrocruxes.
Un escalofrío recorrió la espalda de Dumbledore, al imaginarse si acaso Tom seguiría vivo como un espectro. Si era así, entonces todo estaba perdido, pues no sabrían en donde estaría oculto Tom en estos momentos.
La otra posibilidad, era que Tom se hubiera… hubiera muerto, por la magia misma, cuando esta abandonó su cuerpo reconstruido, ante la destrucción de todos los Horrocruxes y de ser así, entonces él había concretado la profecía y ÉL era nuevamente, el gran Salvador del Mundo Mágico.
¡ESTE DÍA, NO PODÍA SER MEJOR, PARA DUMBLEDORE!
A pesar de que el pobre Severus y el pequeño Draco, estaban ahora en Azkaban, su sacrificio no fue en vano y finalmente, se habían librado de la oscuridad.
