Alguna vez has pensado que no encajas en un lugar, sientes que por más que lo intentes, ellos nunca te van a aceptar por mucho que te esfuerces, solo te verán como un bicho raro, sientes miradas qué te dicen que "No perteneces aquí", "Que te vayas", "Nunca serás como nosotros", y seguramente más cosas que podrían hacer qué uno se ponga peor de lo que ya está.
Volando de regreso a la tribu, me encontré con cientos de miradas de odio y de resentimiento de parte de la tribu. Pues debido a mi incompetencia hice que nuestra tribu perdiera contra la tribu de los escarlata, todo por anotar un gol en mi propia portería. Por culpa de mi estupidez es que ahora no pueden comer nueces de Brazil la tribu.
Siendo consciente de ello solo puedo agachar la cabeza con mucha vergüenza y sobre todo decepción en mí mismo por no poder ser como ellos, aumentando mi vuelo para poder llegar a casa.
- No pertenezco a este lugar.
Fueron mis palabras después de que haya echado todo a perder, aunque el líder de la tribu, Eduardo, mi suegro, pero a la vez el ave que quiso humillarme durante estos días fue piadoso conmigo, dejándome quedarme. Claro, eso ocasiono varias quejas de los de la tribu, aunque siendo sincero, solo lo hizo para poder humillarme más y echarme en cara de que no merezco tanto a su hija ni estar aquí con los demás.
Luego de estar por unos minutos en mis pensamientos, pude visualizar algo a lo lejos, era el árbol donde se encontraba mi familia. Al menos mis pequeños saben cómo animarme siempre que llego a casa.
Llegando al hueco del árbol, aterrizo sin ningún inconveniente ya que siempre que llego salgo herido al aterrizar. Veo a mis pequeños que estaban jugando entre ellos, o bueno, en realidad veía como Bia y Carla estaban correteando a Tiago, seguramente él les hizo algo a sus pequeñas hermanas, por eso lo andan persiguiendo.
- Hola niños, ya llegué.
Al decir esto con cierto nerviosismo, cosa rara, ya que nunca hablaba así con mis niños. Ellos al escuchar mi voz, voltearon a verme, para luego esbozar una sonrisa en sus rostros.
- ¡Papá!
Con ese grito de felicidad, se acercaron a mi volando, tumbándome en el suelo mientras me envolvían con sus alas en un gran abrazo.
- Hola mis pequeñines.
- ¿Dónde estabas? Te extrañamos mucho.
Dijo mi pequeña Bia con una sonrisa mientras ponía su cabeza en mi pecho.
- Solo salí a dar una vuelta pequeños, no es para tanto.
- Aun así, te echamos de menos.
Mi hija Carla con una sonrisa mientras se apartaba para que yo pudiera levantarme.
- Venga papá, juguemos, estaba por hacerles una nueva broma a mis hermanas.
Dijo mi pequeño Tiago con mucho entusiasmo mientras me jalaba del hombro con una sonrisa divertida.
Ahora si confirme mi sospecha de que Tiago estaba molestando a sus hermanas haciéndoles una broma, pero eso era de menos por ahora, lo dejare pasar, ya que quiero divertirme un poco con mis pequeños.
Cuando estaba por jugar con ellos para así despejar mi mente después de todos esos pensamientos negativos, escuché aleteos que se acercan al árbol, seguramente se trate de ella.
Al voltear mi mirada, no estaba equivocado, llego al árbol nada menos que mi esposa Perla, la guacamaya con la que estuve toda mi vida y amo con todo mi corazón. Una felicidad de verla nuevamente me inundó el corazón, me acercó a ella para saludarla, pero tan pronto como di el primer paso, me detuve abruptamente. Eso se debía a que alguien llego con ella, y era Roberto, el mejor amigo de Perla y la causa por la que siento celos al verlo junto a ella.
- Hola tío Roberto.
Dijeron mis pequeños viendo cómo se acercaban a saludar a su tío con un pequeño y corto abrazo.
Una enorme oleada de celos se apoderó de mí, sinceramente el amigo de Perla es alguien que presume demasiado, un ave que revolotea sobre mi esposa siempre, como si intentará coquetear con ella, y lo malo, es que Perla lo ve como si fuera lo más normal del mundo.
- Pequeños, Perliux y yo les tenemos una sorpresa.
Dijo el mejor amigo de Perla con una sonrisa en su rostro.
- ¿En serio?
Preguntaron mis pequeños con cierto toque de emoción. Ciertamente tenía mucha curiosidad por saber qué clase de sorpresa le tenía guardada a mis niños.
- ¿Pero antes de eso, les parece si damos una vuelta por el Amazonas?
Dijo mi esposa con una sonrisa.
Mis niños con toda la felicidad que tenían se alegraron mucho, por lo que se juntaron con mi esposa y con Roberto. Tal vez este sea un buen momento para pasar tiempo de calidad en familia. Cuando me estaba acercando, Roberto me detuvo con sus palabras.
- Lo siento Blu, pero solo quedamos en que Perliux, los niños y yo pudiéramos dar el paseo.
Esas palabras me dejaron en shock por unos segundos. ¿Acaso me está impidiendo salir con mi familia?
Los niños se quedaron sorprendidos al escuchar esas palabras del amigo de su madre.
- Lo siento, pero si papá no va con nosotros, entonces no quiero ir.
Dijo mi hija Bia mientras retrocedia y se ponía a mi lado.
- Hija, papá debe de estar cansado, por eso quiero que vayamos con Roberto.
Esas palabras que dijo Perla hicieron que rápidamente hablara.
- Pero si no estoy cansado Perla, puedo ir dar ese paseo tranquilamente.
- Blu, te entiendo, pero ya había quedado con Roberto para hacer este paseo con los niños.
Esas palabras hicieron que un pequeño enojo se notará en mí.
- ¿Y no me lo dijiste?
Perla solo soltó un suspiro para luego mirarme sería.
- Escucha, no quiero comenzar a discutir contigo, solo quiero pasar un día tranquilo con mis hijos y con Roberto para que conozcan más cosas, así que, si nos disculpas, nos iremos a dar un paseo.
Con eso dicho, se llevó a Bia, quien, a pesar de no querer ir sin mí, se la llevaron junto a Carla y Tiago.
Al ver como mi esposa se iba con mis hijos y a su lado se encontraba Roberto, una enorme tristeza se inundó en mí. Se supone que yo debería estar en ese lugar acompañando a mi esposa con mis hijos en ese paseo, pero ella quiso ir con Roberto antes que conmigo.
¿Acaso seguirá molesta por la discusión que tuvimos en la fosa de la perdición después del partido contra los escarlatas?
Me dijo que dejara de pensar en mí mismo y pensar en ellos. Pero yo, siempre pensé en ellos, o tal vez no lo vi de esa manera.
Con mi mente en caos se me puse en el suelo mientras unas cuantas lágrimas de impotencia salían de mis ojos. Estoy sufriendo en estos momentos, me tomo la cara con mis alas mientras sufría ahí solo.
Un pequeño dejavu salió en mi mente, así me encontraba cuando era un polluelo, totalmente solo, sin familia, sin mis padres y, sobre todo, sintiendo que fui abandonado de nuevo en medio de un árbol.
- ¿Qué estoy haciendo mal?
Dije mientras seguía atormentándome, llorando ahí solo sabiendo que nadie estaría allí para al menos consolarme.
...
Muy buenas a todos mis lectores, aquí estamos de nuevo con una nueva historia. La puedes encontrar tanto en Wattpad y Fanfiction para que lo puedan disfrutar todos juntos.
Esta historia será inspirada después de los sucesos luego de la fosa de la perdición y también de la escena eliminada de Rio 2.
Esperemos que les guste para celebrar mi regreso a las Historias de Rio.
Incluso quien sabe, tal vez volvamos a estar tendencia, así como la Cadena que nos Une.
