Luego del encuentro casual con Elizabeth, Darcy alquiló las mejores habitaciones de la posada y encargó que le sirvieran una comida ligera a Anne y a la Sra. Flynn. A pesar de las protestas de Anne – que deseaba ver cuanto antes al capitán Harris – Darcy decidió ir solo al campamento de la milicia que estaba en las afueras de la ciudad.

Mientras recorría las dos millas a caballo, pensó todo el tiempo en Elizabeth. Deseaba verla ese mismo día; necesitaba conversar con ella y determinar si había posibilidad que tuvieran un futuro juntos. En esos pocos minutos que estuvo en su presencia, se había dado cuenta que estaba más delgada y sus hermosos ojos ya no brillaban tanto como antaño…, pero a pesar del paso del tiempo y los cambios en su apariencia, seguía tan enamorado de ella como hacia un año. Sabía muy bien que el último año había sido muy difícil para ella: su hermana había huido con Wikcham, su padre había muerto, su madre estaba enferma, había perdido su hogar y su situación era reducida.

Al llegar al campamento, el coronel del regimiento – coronel Thompson – con curiosidad lo recibió en su despacho. Si bien no conocía a Darcy, había escuchado hablar de él. Después de una breve introducción, el coronel le dijo, "Dado que asumo que esta no es una visita social, dígame, ¿en qué puedo ayudarle?"

Darcy miró al coronel detenidamente; era un hombre de semblante serio de unos treinta y cinco años, que había ascendido a coronel por mérito propio. Con franqueza le respondió, "Necesito hablar con el capitán Harris. Me informaron que forma parte de su regimiento."

El coronel ligeramente sorprendido respondió, "Efectivamente el capitán Harris forma parte de mi regimiento, pero lamentablemente no voy a poder ayudarlo ya que no está en este momento en Ramsgate."

Darcy frunció el ceño, y preguntó, "¿Podría decirme donde se encuentra?"

"¿Por qué desea verlo?"

"Necesito hablar con él de un asunto personal. ¿Podría decirme donde puedo localizarlo?"

"Pidió permiso para ir unas semanas a Londres por unos asuntos personales, y debe reportarse en una semana."

Darcy asintió; por un momento titubeó si viajar a Londres al día siguiente, pero finalmente decidió que era mejor quedarse en Ramsgate. No quería dejar sola a Anne y la Sra. Flynn en la posada, y el viaje a Londres iba a llevar dos días. No había garantía que el capitán efectivamente estuviera allí cuando llegara, ni sabía la dirección.

Después de despedirse del coronel, Darcy regresó a la posada. Seguramente tendrían que quedarse en Ramsgate unos días más.

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Durante el camino de regreso a su casa, Elizabeth no pudo evitar pensar en el Sr. Darcy. Si bien no se había casado con su prima, era extraño que estuviera viajando solo con ella. Además, notó que la dama de compañía de Anne no era la Sra. Jenkinson.

Varios sentimientos y recuerdos que yacían dormidos, acudieron con fuerza a su mente. Desde aquella fatídica noche que se vieron por primera vez en Meryton y el Sr. Darcy abiertamente declaro es tolerable, pero no lo suficientemente guapa como para tentarme, los días que pasó en Netherfield Park cuidando a Jane, los encuentros en sus paseos por los senderos de Rosings, su inesperada propuesta de matrimonio, la subsecuente carta, y por último los días que pasó en Pemberley recuperándose del accidente. Durante esos días en Pemberley, sus sentimientos por el Sr. Darcy cambiaron radicalmente.

Cerró los ojos tratando de contener las lágrimas. Tantas cosas habían pasado desde la última vez que había visto al Sr. Darcy..., y la mayoría de ellas habían sido muy tristes.

Respiró hondo; no debía llorar… no quería preocupar a Mary con sus problemas. Era consciente que su hermana estaba haciendo un gran esfuerzo cuidando a su madre y ayudando en las tareas de la casa.

En el camino, cortó varias flores silvestres de las que tanto le gustaban a su madre. Al llegar a su casa, vio que su madre estaba sentada en el pequeño banco del jardín con Mary.

Al ver a Elizabeth y sus flores favoritas, la Sra. Bennet sonrió y apretó cariñosamente la mano a sus dos hijas.

A pesar que faltaban solo un par de horas para que se ocultara el sol, Darcy decidió ir esa misma tarde a visitar a Elizabeth. El camino estaba relativamente bien mantenido y como hacía varios días que no llovía, estaba totalmente seco. En una de las principales confiterías de Ramsgate, compró galletitas y unos dulces, y un ramo de flores a una vendedora ambulante.

En media hora, llegó a destino. Comprobó que la cabaña estaba en buen estado, tenía una pequeña huerta con varias hortalizas plantadas, un pequeño jardín con flores, unos corrales con animales y un pequeño granero. Ató su caballo a la cerca y se acercó a tocar la puerta.

Mary fue la primera en verlo por la ventana del comedor, y sus ojos se abrieron muy grandes por la sorpresa. Elizabeth no había tenido ocasión de contarle que ese día había visto a Darcy en Ramsgate. Mirando a Elizabeth, Mary le preguntó, "Lizzy, ¿no es ese el Sr. Darcy?"

Elizabeth se sonrojó levemente; se sentía nerviosa por la visita de Darcy. Nunca le había contado a Mary que el Sr. Darcy le había propuesto matrimonio, y tampoco le había contado que le había escrito una carta previniéndola sobre Wickham. Tratando que su voz sonora normal, respondió, "Efectivamente, es el Sr. Darcy. Me olvidé de contarte que me encontró con él y su prima, la Srta. De Bourgh, en Ramsgate. Conversamos por unos minutos, y preguntó por nuestra dirección ya que deseaba darle el pésame a nuestra madre."

Aun relativamente sorprendida, Mary asintió, pero no contestó ya que en ese momento Darcy golpeo la puerta, y Elizabeth fue a abrir. Los dos se quedaron mirando a los ojos por unos instantes sin decir palabra. La intensidad de la mirada de Darcy era tal que, Elizabeth se sonrojó levemente, y fue la primera en bajar la mirada. Recordando donde estaba y los motivos de su vista, Darcy sonrió levemente y la saludó cordialmente.

Mary le dio la bienvenida cortésmente, y posteriormente fue a buscar a la Sra. Bennet que estaba descansando en su habitación.

En esos pocos minutos que Elizabeth y Darcy quedaron a solas en el comedor, mirándola a los ojos, Darcy le dijo, "Srta. Bennet, no se imagina lo contento que estoy de verla nuevamente. Si me permite, me gustaría hablar con usted de varias cosas, preferentemente a solas." Hizo una pausa y preguntó, "¿Aún sigue saliendo a caminar en las mañanas?"

Elizabeth negó con la cabeza, "No, no tengo tiempo para salir a caminar con frecuencia. Por lo general en las mañanas me encargo de varias de las tareas de nuestra pequeña granja. Pero, si desea podemos conversar en la parte de atrás del jardín y dar un corto paseo."

Darcy sonrió y asintió; pero no pudieron seguir conversando ya que en ese momento entró la Sra. Bennet del brazo de Mary. Darcy se sorprendió muchísimo al ver a Fanny Bennet, ya que estaba mucho más delgada y parecía al menos diez años mayor de los que realmente era. Era un pálido reflejo de la mujer robusta de unos 40 y pocos años que había conocido hacia un año y medio.

Con dificultad al hablar, la Sra. Bennet lo saludó cortésmente, y posteriormente, Mary la ayudó a sentarse en un pequeño sillón. Darcy sacó de adentro de su bolso el ramo de flores, y los dulces para la Sra. Bennet, que los aceptó con una sonrisa.

Mientras Darcy conversaba con la Sra. Bennet, Elizabeth preparó té, y una bandeja con pan, queso, conservas y los dulces que había traído el Sr. Darcy.

En la media hora que duro la visita, Darcy y Elizabeth no tuvieron ocasión de a hablar a solas, pero fueron quienes más conversaron mientras tomaban el té. Elizabeth – al igual que Mary y su madre – se enteró que Darcy había estado recientemente en Hertfordshire, pero no había visto a los Bingley.

Al escuchar esa noticia, Elizabeth se sonrojó nuevamente. Estaba casi segura que había ido a Hertfordshire para verla a ella. Además, notó, que Darcy se comportó en forma muy cortes con su madre y hermana.

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A la mañana siguiente, después de desayunar y asegurarse que Anne estaba bien, Darcy fue nuevamente a ver a Elizabeth.

Al llegar a la cabaña, vio que Elizabeth y su hermana estaban conversando animadamente con una dama de mediana edad. Después de saludar a las dos hermanas, Elizabeth le presentó a la Sra. Holmes. La buena señora abrió levemente los ojos por la sorpresa y con curiosidad le preguntó, "¿Usted es familiar de la Srta. Georgiana Darcy?"

Ligeramente sorprendido, Darcy respondió, "Si, es mi hermana. ¿Usted la conoce?"

La Sra. Holmes sonrió, "Si, la conocí hace unos dos años. Es una jovencita encantadora y tan bien educada. Nos encontramos varias veces en el centro de Ramsgate. Su dama de compañía, la Sra. Younge, era muy amable." Hizo una pausa y preguntó, "¿La Srta. Darcy está con usted?"

Darcy frunció el ceño al escuchar el nombre de la Sra. Younge, pero contestó amablemente, "No, mi hermana se quedó en Londres en esta ocasión."

"¡Es una pena! Me encantaría verla nuevamente. Por favor, mándele mis saludos" Suspiró, y le preguntó, "¿Hasta cuándo se queda en Ramsgate, Sr. Darcy?"

"Mis planes aún no están definidos; pero seguramente voy a quedarme al menos una semana más."

La Sra. Holmes miró a Elizabeth y a Mary, y entusiasmada ante la posibilidad que el Sr. Darcy estuviera interesado en una de sus jóvenes amigas, comentó, "¡Que buena noticia! Justo mañana es el baile mensual de Ramsgate. Si desea, puede ir con nosotras y mi esposo."

Elizabeth se sonrojó ante la invitación de la Sra. Holmes, pero antes que pudiera decir palabra, Darcy respondió, "Muchas gracias por la invitación. Estoy hospedado a pocos pasos del salón de baile, y será un placer verlas allá."

Con una gran sonrisa, y unas pocas palabras más, la Sra. Holmes se despidió de sus jóvenes amigas y del Sr. Darcy. Posteriormente, Mary, que sospechaba que el Sr. Darcy tenía interés en su hermana, entró a la casa con la excusa que debía ayudar a Molly a cocinar.

Al quedarse solos, Darcy la invitó a caminar por los alrededores de la casa, y Elizabeth gustosa aceptó. Al principio, caminaron del brazo varios pasos en silencio; Darcy quería decirle tantas cosas, pero no encontraba las palabras adecuadas.

Elizabeth fue la primera en hablar, pero solo hizo un comentario poco relevante sobre Ramsgate y la Sra. Holmes. A raíz de ello, Darcy comentó, "Me sorprendí muchísimo cuando me enteré que se había vendido Longbourn, y que ustedes se habían mudado de Hertfordshire."

Elizabeth suspiró con tristeza, "Mi madre no quiso quedarse a vivir en una pequeña cabaña en Hertfordshire. Fue muy duro para ella quedarse sin casa, con un ingreso reducido, sumado a que está enferma."

A pesar que los Lucas habían afirmado que Bingley no les había dado dinero por la venta de Longbourn, para sacarse por completo las dudas, Darcy le preguntó, "¿Los Bingley no les dieron parte del dinero de la venta de Longbourn?"

Con tristeza, Elizabeth negó con la cabeza. "Vivimos con los intereses de nuestras dotes." Sonrió levemente y tratando de sonar convincente, agregó, "no nos podemos quejar; la cabaña es confortable, la renta es baja e incluso hemos podido ahorrar dinero. Además, los Holmes son muy amables con nosotras, y nos tratan como si fuéramos familiares."

Darcy asintió, "La Sra. Holmes parece ser una dama muy agradable y sociable." Hizo una leve pausa y mirándola a los ojos agregó, "Dado que voy a asistir mañana al baile, me gustaría que me reservara las dos primeras piezas de la noche."

Elizabeth lo miró a los ojos por unos instantes. Aún tenía muchas dudas sobre sus intenciones, sumado a que Darcy estaba en Ramsgate con su prima. Armándose de valor, le preguntó, "¿No debería bailar esas dos piezas con su prima?"

Darcy titubeó por unos instantes, pero finalmente decidió contarle toda la verdad. "Srta. Bennet, antes que saque conclusiones equivocadas, si me permite, me gustaría contarle varias cosas en estricta confidencia."

Elizabeth lo miró intrigada y asintió; Darcy suspiró y agregó, "No hay una forma fácil de decir esto: mi prima está embarazada." Elizabeth abrió muy grande los ojos y enseguida soltó el brazo de Darcy, pero Darcy agregó rápidamente, "El padre del niño es un capitán de la milicia de Ramsgate."

Por unos minutos más, Darcy le contó la historia de Anne y el capitán Harris y su decisión de casarse con él.