A/N: Nos tomamos más de un mes de descanso de aquí. Me esperaba unas tres semanas de hecho, pero la cosa se complicó… Demasiado. Pero por lo menos agradezco haber liberado dos capítulos más del segundo libro. Aun así, tal como lo prometi. Apenas termine este capítulo, estaré trabajando en el 29 y con suerte quizás solo me tomen unas dos semanas el poder soltarlo (Es masivo).
Comento de una vez, que estaré abriendo en este mes un Discord directo para el universo de este Fanfiction (Y otros). Fuera de discusión y otras cosas, también habrá un canal directo para aquellos interesados en ofrecer ayuda voluntaria en el proyecto de la Wiki.
Un P **** on está siendo planeado de igual manera. Pero no ofrecerá [capítulos] avanzados por el momento. Si llego hasta ese nivel, será hasta el tercer o cuarto libro. Lo que sí contendrá con cosas exclusivas que se verán en el futuro o en posibilidades alternativas.
Tengo justamente una cosa que estoy reservándome para el Shirou Day de este año, en la que llevo trabajando desde Enero. Pero ya hablaremos de eso a su tiempo.
Pasemos a contestar reviews:
- Gustavo IVS: Si Kohaku piensa que esto es malo, lo extrañara cuando le toque ver lo peor en el futuro.
- orocontra2012: No negaré que fue un metacomentario igual, pero si. Shiki simplemente tiene la intuición de que la "esgrima" convencional no parece encajar tan bien con Shirou.
Como todo lo que voy desarrollando a su tiempo, será lo mismo con este aprendiendo eventualmente a usar dos espadas al mismo tiempo. Pero para eso falta muuuuucho.
Sobre el enemigo, pues… Eh, yo creo que con este capítulo tienes la respuesta.
- NERO1002:
1) Lo experimentara por las malas aquí, eso puedo asegurarlo.
2) Viendo que Shirou eventualmente tendrá acceso a uno de los despliegues de Campo Delimitante más poderosos de todos los tiempos; un respeto saludable sería poco.
Sobre Araya. Ya lo verás.
3) ¿Touko x Kiritsugu? La verdad es que no es una posibilidad que se me hubiera ocurrido... Creo que la tomaré en cuenta.
Y respondiendo a la pregunta. Si, con ciertas condiciones.
- muramasa Alter 0.5:
La petición de Akiha es intentar encontrar a Shiki y decirle que su hermana de verdad quiere hablar con él. Y Shirou terminara por toparse con él... Eh, más cerca de lo que crees.
Y la respuesta a lo segundo, es un no. Shirou es el único con la sospecha. Y el capítulo que viene aclarara la cosa finalmente.
Habiendo terminado ya. Pasamos al capítulo. Como siempre, encontrarán una segunda nota hasta el fondo.
AVISO Obligatorio: La serie de Fate, sus personajes y todo elemento del Nasuverse presente en lo siguiente no me pertenece. Es propiedad de Type-Moon.
Clave:
'Pensamientos.'
"Diálogo."
Especial
"Voz sobrenatural/Resaltado"
"Taumaturgia."
Í͕̟͓̈́͑ǹ͛͒co͎͉̍̐n̨̼͔̤̉ͮ͊c̘̪̟͉e̖͐b̬̝̪͢í̡ͣ̏̄̚bͤl̗͙͕̘͠ͅͅe̟̝͓̘̘͍̮ͤ̿͒ͯ̽̒̀ ̺͕̇ͪ
Konton no Tatakai
Capítulo Treinta y Siete.
"Amigos en las Sombras."
Guarida Principal del Clan Isemi - Monte Okutama.
26 de Marzo de 1998, 8: 34 AM…
El resguardo del Monte Okutama tenía demasiados beneficios para el Clan Isemi. El espacio de sobra, al tener buena parte de sus instalaciones bajo tierra era uno de ellos. Los laboratorios y otros talleres, demasiado delicados como para tenerlos en alguno de los hospitales que manejaban, yacía cómodamente en aquellas cámaras, siendo atendidos ocasionalmente por personal de confianza que habían servido anteriormente a Shizuri Isemi, pero que Masao había sabido tratar lo suficientemente bien como para que le obedecieran sin ningún problema pese a su estatus como el mero regente.
Pero en esos momentos, Masao no estaba en esas estancias, trabajando en alguno de los encargos que recibiera o sus propios proyectos personales. Con mucho pesar, se adentro a la cámara fría donde tenía colocado un equipo especializado para poder comunicarse con sus co-conspiradores en caso de que no tuviera tiempo de reunirse de forma física con estos.
'Y hoy es una excepción, se supone.' No tomo asiento, prefería lidiar con cosas así con los pies bien plantados en el suelo y la espada lo más recta posible. Esperó a que el círculo mágico grabado en el suelo comenzará a dar señales de vida, y no tardó en canalizar algo de su propia energía mágica sobre este con tal de confirmar su asistencia.
Poco a poco, comenzaron a surgir las demás siluetas en torno a él. Pero sabía que no era el centro de la reunión; se trataba de un efecto visual donde cada uno percibia la aparición de la audiencia alrededor de uno. Y eso le parecía perfecto, no le era muy cómodo ser el centro de atención al final del día.
Mucho tiempo atrás, había dominado el fino arte de poder observar detalles sin que se notara que estaba mirando en aquella dirección. Y lo aprovechó para poder dar cuenta de lo que estaban haciendo los demás.
"¿Qué es lo que hay que informar ahora?" Profirió una voz añejada y sardónica que solo podía pertenecerle a Akane Yakou, quien estaba sentada de rodillas y luciendo uno de sus yukata más finos. 'Facilmente costaría tres veces mi auto.' Pensó Masao, limitándose a permanecer en silencio. La matriarca del Clan Yakou era una mujer bastante intimidante, como era de esperarse de alguien que llevara alrededor de cincuenta años dirigiendo a una de las familias más antiguas de todo el país, y de no ser por la carismática presencia del benefactor que había sido el arquitecto de semejante alineación, no le quedaba ninguna duda de que ella sería quien dirigiera las reuniones. "No hay nada nuevo de parte del Buró, fuera de que las Tres Regalías continúan buscando a este... Matasangre."
Y aquello último había sido casi escupido, mientras que le dedicaba una mirada de sumo desprecio a quien yacía del lado opuesto de su silueta.
"Hasta donde ellos lo saben, conseguí escapar a Corea. Pueden seguir el rastro que deje todo lo que quieran, jamas considerarán buscarme aquí." Masao realmente no tenía una opinión muy firme acerca de Chiasa Tokitou. Lo que había hecho, aprovechándose de la rivalidad acérrima de su familia con el Clan Myourenji, aun si había sido en confabulación de un ardid tramado ya por la señorita Miroku, había sido bastante monstruoso. Él no tenía las manos limpias de sangre de por sí, pero no podía imaginarse el haber causado la muerte de casi toda su familia con alevosía.
Pero por otro lado. Había sido la cubierta perfecta para apoderarse de esas escrituras tan antiguas como únicas.
La anciana difícilmente vio su carácter mejorar luego de aquella noticia, y estuvo a punto de hablar seguramente para soltar una nueva maldición contra él, solo para que la tercera silueta levantara una mano con tal de indicar silencio.
"Ninguna discordia entre nosotros debe interrumpir nuestros planes. Estamos todos en el mismo lado, por el momento." Masao tenía que admirar como el japonés del señor Wagner era casi impecable para ser un extranjero. Aquello sumado a lo sofisticado que era, ayudaba a inspirar cierta confianza en lo que decía. Que hubiera demostrado ser bastante generoso como representante directo del señor Araya, le daba más puntos en su libro.
"Masao. ¿Cómo van los preparativos de la nueva dosis?" La pregunta le tomó un poco por sorpresa, haciéndole titubear por un par de segundos cuando el reflector figurativo se enfocó sobre él.
"La producción continua, a su tiempo. A diferencia de lo que su... Asistente considera "Cócteles" sangrientos, la que usted me pidió que fabricara requiere de una mano delicada y mucho tiempo. Tengo cerca de tres laboratorios trabajando durante turnos de casi veinte horas, con tal de producir suficiente." Le informo con total honestidad. La otra droga había sido solo un experimento burdo y que encima podía ser replicada sin mucho esfuerzo con recursos no tan excéntricos. ¿La introducida directamente por el Señor Wagner, sin embargo? Tendría que ampliar su personal, arriesgándose a que alguien hablara o extenderse del lado mundo, y eso traía sus propios problemas encima.
Casi como si estuviera leyendo sus pensamientos, Wagner asintió. "Comprendo, en ese caso... Tendria que realizar algunos arreglos para proveerte de más personal. Yakou-dono aquí ya ha aportado demasiado a nuestros esfuerzos como para ceder más."
"Hmm. En tanto recibamos un buen paquete de lo que Yukinobu necesita, consideren las deudas del Clan Isemi, saldadas." Resoplo la mujer, muy para el alivio de Masao.
"A este ritmo, se necesitarán tan solo unos tres meses para cuando tengamos lo suficiente como para comenzar a distribuirla por las calles. Pero tengo entendido que el golpe para el que nos preparamos no puede ser hasta antes del año que viene." Continuó hablando, esperando a que le sacaran de la duda.
"La paciencia es clave." Confirmó Wagner. "Nuestros preparativos son demasiado complicados, y tenerlos listos sin que el ojo del Buró del Onmyou caiga en cuenta de ellos, así como otros grupos, vuelve el proceso aún más lento. Pero no necesito prometerles que los resultados habrán valido la pena, especialmente viendo que les depara a cada uno de ustedes como recompensas."
Todos guardaron silencio ante ello, reflexionando para sus adentros aquel prospecto tan seductor para algunos, y tan necesario para otros.
"Con el exterminio de las Tres Regalías, el dominio del Buró del Onmyou recaerá en la última de las familias distinguidas que están afiliadas a este. Los Yakou." Una leve reverencia a Akane para reconocerla, y un gesto idéntico le fue devuelto antes de que el hombre se dirigiera a Masao a continuación. "Por supuesto que el Clan Isemi no se quedará atrás. Con los Reiroukan sufriendo un destino similar y sus dos vasallos directos que conforman su triada de poder no gozando de la misma alcurnia que los Barthomeloi les dieron hace siglo y medio, los Sajyou no tendrán de otra que mezclarse directamente con ustedes, dando inicio a una nueva dinastía a ojos de la Asociación de Magos."
'Si piensas que eso es lo que deseamos realmente, no seré yo quien te corrija.' Pensó Masao a la par que asentía. 'Además, veo más probable que sean los Aozaki quienes ocupen el asiento de los lobos.'
"Hmm." Un resoplido de parte de Chiasa interrumpió aquel intercambio. "La sangre de los Seigen corre sobre mis venas. Y es mucho más reciente que cualquiera de las otras familias en esa línea. El legado de Abe no Seimei me pertenece, por derecho."
"Dirás pertenecería a tu último hermano, Matasangre." Akane ni siquiera se molestó en dejar en claro que el último Tokitou que no estaba manchado a ojos de las leyes del Buró del Onmyou, tendría que morir para que las ambiciones de los Yakou fueran cumplidas. "Renunciaste a cualquier derecho que tendrias cuando apuñalaste a tu hermano mayor por la espalda y huias como un buitre mientras que a tu padre lo asesinaban."
"Suficiente." El tono de Wagner se cargó entonces en una advertencia, dando a entender que no toleraría un enfrentamiento más. "Chiasa, ten por seguro que mis patrones te ofrecerán algo mucho mejor que un cargo que solo te volvería subordinado a este país. La reliquia que nos entregaste era la única que no podíamos obtener por nuestra cuenta. Eso no es algo que se olvidara."
Si bien aquello pareció pacificar al traidor de los Tokitou, la tensión permaneció en el aire. Y a Masao se le ocurrió una sola cosa para poder disiparla.
"A propósito, señor Wagner... En uno de mis hospitales, justamente donde permiti el acceso para soltar esos cadáveres, he alcanzado a detectar una presencia que ha tejido una red por algunas partes de la ciudad... Que corresponden a las noticias de suicidios de los últimos días. ¿Es algo que corre a cuenta de él?"
La tensión fue reemplazada por un silencio casi escalofriante que envolvió el aire, hasta que Wagner meramente asintió.
"Se trata de un experimento suyo." Y con ello daba por concluido el tema, no había por qué involucrarse.
La reunión finalmente concluyó minutos después, haciéndole desear a Masao el que se hubiera sentado para esta. Y la incomodidad que le había invadido, continuó acompañandole incluso tras cerrar la cámara de comunicación y caminar por el pasillo en dirección hacia su laboratorio más cercano.
"Cariño." Se detuvo al escuchar entonces a su esposa. Ella apenas se había retirado el cubrebocas que llevaba, revelando su rostro un poco demacrado y las ojeras que se habían asentado en este. Estaba seguro de que no había dormido la noche anterior, y la anterior a aquella de igual manera.
"Hitomi..." La saludó mientras se acercaba y la envolvió en un abrazo. Su única semblanza de felicidad en su vida, y la verdadera razón por la cual continuaba con lo que hacía.
"¿Cómo te fue en la reunión?"
"... No hay necesidad de que intentemos acelerar el proceso. Y el señor Wagner comentó que nos encontrara más gente para que nos ayude." Le informo, casi recargando su cabeza en su hombro. "Pero suficiente tenemos con los Jinga y los Kuruoka prestandonos a sus primos y sobrinos."
"Podemos irnos... ¿Sabes? Dejar todo esto atrás. No es demasiado tarde aún." Pero por más que lo decía, Masao podía reconocer un intento de autoengaño sin ningún problema. No, no podían hacerlo. El problema no era que tan largas eran las cadenas que los tenían sujetos ahí, sino el tipo de estas. Podían correr todo lo que quisieran, pero gracias a la ceguera de sus ancestros y la arrogancia de su tío, recibirian tarde o temprano una cuenta que no podrían llegar a pagar.
"Esta es nuestra única esperanza, Hitomi... La única que tenemos." Y mientras tanto, debían de mantener aquella farsa de normalidad. "¿Cómo está Aro?"
El semblante de Hitomi se arrugó un poco ante la mención de su sobrino. "Está sedado aun. La operación de hace tres días lo mantiene durmiendo mientras verificamos que no haya rechazo en el órgano nuevo."
"Esperemos siga bien, entonces." Masao suspiro, antes de rodear con sus brazos a su esposa y apoderarse de sus labios en un gesto que fue correspondido casi al instante. Una vez que terminó sin embargo, solamente pudo sonreír con un poco de tristeza. "Descansa un poco, amor. Yo tengo que hacer unas cosas todavía."
Hitomi asintió, antes de caminar hacia otra puerta que conducía a los niveles superiores del refugio. Pero Masao no permaneció estático; sus pasos lo dirigieron hacia un cuarto no muy grande cuyo interior era ocupado por una estantería repleta de libros de variados temas; y no necesariamente todos endémicos de la taumaturgia. Había un tanque de agua fangosa en otro costado, donde podían verse ciertas siluetas vagas nadando a las cuales Masao ignoró, mientras se acercaba al escritorio de madera negra y metal al que varias veces había encarado cuando era un niño.
Para él, siempre sería el escritorio de Shizuri Isemi. Nunca el suyo y tampoco aspiraba a sentarse legítimamente detrás de este. Yaciendo justamente en medio del pendón colgado donde el símbolo del Clan Isemi podía apreciarse, acompañado de su credo.
"Aun si el destino nos odia." Recito, antes de sentarse y abrir uno de los cajones, extrayendo una libreta suya que había guardado anteriormente ahí. Los Isemi habían comenzado a adoptar ciertos aspectos de la tecnología y ciencia modernas desde a inicios del siglo, y tenía sus ventajas.
"Aquí está." Sabía que había guardado bien aquel correo que le había pasado. No podía intervenir en algo que estaba siendo supervisado por ese hombre, y no debía. Pero había cosas en su consciencia que no le permitirían vivir con tranquilidad si no hacía nada.
Había limites, que no quería cruzar.
xXx
Garan no Dou - Mifune.
26 de Marzo de 1998, 17: 33 PM…
'Tendré que pedir ayuda con lo de meter un hechizo de viento en las alas, aprovechando lo que compre el otro día.' Pensó Shirou mientras terminaba de ajustar el mecanismo de aquella parte del primer modelo de su marioneta. Ya había comprobado que estas pudieran moverse bien con anterioridad, y hecho lo mismo con las garras. Eso dejaría el pico y parte del cuello como lo que faltaba, pero estaba seguro de que podría verlo después.
'No está mal... Aunque ahora tendré que pensar en cómo hacer unas alas más grandes que funcionen de la misma manera.' Más difícil de hacer que de idear al final, e intento dibujar un plano a escala basado en los que había hecho antes. 'No debo olvidar tomar en cuenta los anillos de las garras de esas comadrejas.' Pero la imagen dibujada no le daba una idea tan cercana, de ahí a que tomara un par de placas de madera cercanas a las que comenzó a darle forma con un poco de Alteración.
Era cierto que esta permitia "moldear" algo como si estuviera hecho de arcilla, pero no era tan fácil con cualquier material. En cierto modo, la madera era hasta un poco más tosca de tratar que el metal o la piedra. Se lo había comentado una vez a Caster, y este había respondido que estaba en la naturaleza de ambos el ser fundidos y por ende, no encontraba tanta resistencia a la inyección de energía mágica como debería de haber porque esta se adaptaba a un principio encontrado ya en estos.
'Hmm...' Lentamente, las placas de madera comenzaron a adoptar la forma de un par de alas recubiertas de plumas. Era un proceso bastante lento, que consistia en rellenar los "huecos" en la estructura tal y como sucedía en el uso del Reforzamiento. La diferencia radicaba en que en lugar de tener aquello como último paso, uno debía entonces de "mover" dichos huecos en la forma de líneas, extendiendo entonces las imperfecciones y ampliandolas también.
Esa era la razón por la cual Alteración era algo que no podría usarse en uno mismo a diferencia del Reforzamiento. Los efectos de lo último eran efímeros, y se mantenían en tanto hubiera un suministro de energía mágica. Mientras que los del primero eran mucho más duraderos, a consecuencia de dañar lo que terminaban por tocar. Un ladrillo sujeto a Reforzamiento podría soportar una fuerte explosion sin ningún problema y solamente alcanzaría a fragmentarse si el hechizo colocado iba fuera de sus límites. Uno sujeto a Alteración por otro lado, sería frágil como el vidrio apenas terminaran los efectos de la Taumaturgia.
'Lo que describe Ryougi me recuerda demasiado a eso...' Pensó, mientras veía otra línea de imperfecciones. Sin embargo, pasar su dedo sobre una de estas no causaba nada. 'Debe ser algo muy único, entonces.'
Eso le daba mucha esperanza. 'Quizás... Quizás pueda ser capaz de matar esa cosa.'
Sin embargo, aquel breve lapso de distracción, especialmente al estar manejando taumaturgia terminó por cobrárselo cuando una astilla se desprendio antes de clavarse en uno de sus dedos, obligándole a soltar la placa con un quejido. "Agh."
"¿Sucede algo?" Había visto a Touko en la otra mesa, con una especie de gafas con múltiples lentes acomodados, intentando escribir algo con un cincel de tamaño miniatura.
"Nada, solo me distraje." Respondió mientras agitaba un poco su mano en un intento por retirar la astilla. Viendo que no podía revelar exactamente que conocía lo que ella había optado por mantener en secreto sobre los ojos de Shiki, no podía hablar de ello, naturalmente. Sin embargo, tras ver como Touko se sentaba al lado suyo, supo que debió de haber dado una excusa mejor.
Ella ni siquiera tuvo que preguntárselo, la mirada que le daba una vez que retiró las gafas que estaba usando fue suficiente para hacer que considerara otra ruta.
"... Ah..." Como no podía mentir, tuvo que incluir un poco de verdad en lo que diría. "Estaba preocupado por Kiritsugu, solo eso... Ya ha pasado un tiempo, y pues." La reacción que tuvo no podía ser más honesta. Aunque del lado de Touko, ella meramente se limitó a asentir con un dejo de simpatía, aunque ofreció también sinceridad en su respuesta.
"No te mentiré y diré que lo entiendo. ¿Si?" Su mano derecha se movió de puro reflejo hacia su boca como si quisiera mover un cigarro de ahí. Chasqueo sus labios en desaprobación al no encontrarlo, antes de volver a mirarlo. "Mis padres... Jamás tuve una buena relación con ellos. Sigo sin tenerla, realmente." Un toque de amargura llegó a teñir su voz. Cosas que habían pasado y ella ni siquiera había intentado cerrar aquella brecha antes de que se expandiera todavía más, hasta el punto de volverse una fosa que dividía ambas partes. No tenía ni idea de donde estaban o si seguían vivos siquiera. Aoko posiblemente jamás se lo diría si llegara a ocurrir; teniendo de por sí una mala relación, se creería perfectamente que ella asumiera que no sería de su interés.
"Trabajas con máquinas porque a esas puedes repararlas cuando les fallas."
Controlo su respiración entonces. No, no debía de alterar su calma por algo así.
"Pero, hay algo que he encontrado bastante inteligente en casos así." Le ofreció una pieza más de sabiduría, notando como Shirou le ponía atención. 'Más diligente que Azaka, eso es seguro.' "Si hay un problema solamente hay una pregunta que puede considerarse. ¿Es algo que puedas manejar? Independientemente de la respuesta, es lo mismo. Tanto puedas o no... ¿De qué te preocupas?."
Era una filosofía bastante sencilla, que le había ahorrado mucho estrés. Otra cosa que agradecer de ese viejo murciélago de su maestra.
"Si puedo hacer algo, pero es que es demasiado lento..." A esas alturas, debería de unirse también a la búsqueda que Kiritsugu hacía. Porque de nada le servía aprender otras cosas si al final el resultado que esperaba permanecía fuera de su alcance. "No sé cuánto tiempo queda..."
Touko suspiro, mientras consideraba como lidiar con aquello. Sus intentos de acercamiento a Shiki en el hospital, había sido un desastre si tenía que ser honesta consigo misma. Pero una cosa era una joven con una mentalidad bastante distorsionada, y otra era un niño con uno que otro trauma por ahí. Requería de más cuidado.
"Entonces... ¿Qué es lo que has pensado hacer si ocurre lo peor?" Paso directamente al otro extremo. Darle falsas esperanzas, no era algo a lo que ella estaba acostumbrada y no planeaba cambiar aquello. Pero viendo como el niño se había tensado en su asiento, casi le hizo desear el haber considerado otra opción.
"No pasará." Respondió casi en automático Shirou, con una firmeza que le hizo levantar una ceja. "
"¿Y si lo hace?" Había picado demás e intentar sellar el hoyo no sería mejor que abrirlo, por lo que presiono un poco más, estudiando su reacción nuevamente. "¿Entonces que?"
"No lo hará." Si bien no había gritado, el volumen de su voz alcanzó a escucharse un poco más fuerte de lo normal, mientras que notaba como una de sus piernas se movía temblorosamente, un impulso de estrés que había pasado desapercibido a ella. Hubiera creído que llegaría a más, hasta que Shirou se detuvo y palideció. "Ah... Lo lamento."
"Estás atrapado en una contradicción." Le ofreció Touko, para nada contrariada con lo que acababa de ver. "Aterrado por pensar que no tienes tiempo, pero tampoco quieres reconocer lo que podría llegar a venir." Le gustaría poder ayudarle mas con eso... Pero estaba fuera de lo que conocía.
"Si rompes a una persona, ya no puedes arreglarla."
"Yo..." Shirou apartó la mirada, antes de mantener su silencio. Algo que fue suficiente para que Touko tuviera algo más de compasión.
"Tomate un descanso. Estamos cerca del tiempo de tu almuerzo, al menos." Le sugirió gentilmente, y no apartó la mirada de su silueta hasta que salió de la estancia. Hubiera sacudido su cabeza si tuviera la energía suficiente para hacerlo, y agradeció el hecho de que no tuviera a la simulación de la consciencia del Espíritu Heroico activada en aquellos momentos. La situación hubiera terminado por ser volátil, de eso estaba más que segura.
"Hay algo terriblemente mal en ese niño." Suspiro, dándose el gusto de poder fumar en el lugar aprovechando la ausencia de quienes podrían salir afectados. Pasados unos minutos, salió del taller rumbo a su oficina para trabajar en otras cosas. Uno de sus contactos en la Central de Praga le había comunicado el otro día que habría un desabasto de puntas de oricalco puro hasta nuevo aviso, lo que le obligaría a tener que comprarlo directamente de algún otro alquimista.
'No de la Asociación, eso es seguro.' Paso por sus pensamientos, mientras que entraba a su computadora. '¿Quizás en la Casa? Hay muchas familias con una tradición bastante fuerte ahí y no me extrañaría que haya más de una entre ellas que pueda refinar el metal lo suficiente para que pueda usarlo.'
Si no, siempre podía esperar y dedicarse a otros proyectos o trabajos. Y hablando de ello...
"¿Hmm?" Frunció el ceño tras ver una notificación en su bandeja, y toparse con un correo nuevo. Justamente el que utilizaba para ese tipo de "encargos."
'Vamos a ver que tenemos aquí.' Y al darle click, procedió a leer el mensaje desplegado una vez. Y entonces otra, y otra, y otra.
'Maravilloso.'
xXx
Garan no Dou - Mifune.
26 de Marzo de 1998. 17: 57 PM…
No estaba ciego como para no notar la mirada preocupada que Kohaku le había estado dirigiendo desde que lo vio entrar ahí para su almuerzo. Se sintió mal cuando supo que ella le preguntaría eventualmente que ocurría, sin que supiera realmente que decirle y su estado de humor empeorando tampoco pasó desapercibido para ella.
"¿Qué ocurre?" Y entonces llegó la hora de la verdad, con Shirou casi deseando que pudiera detener el tiempo con tal de retrasar esa cuestión aún más. De ahí a que suspirase antes de prepararse para decir que no era nada. Algo que murió mucho antes de que pudiera abrir su boca una vez más. Podía hacer el intento de evadir si así lo quería... Sería lo mismo que no decir nada, para ella. Kohaku lo conocía demasiado bien. Y de todas formas, no sería justo para ella.
"... Tuve algo... Que no debí decir, pero..." De nada le servía intentar escoger palabras si ni siquiera estaba seguro de cómo comenzar. Entonces se detuvo y tomó un poco de aire antes de intentarlo de nuevo.
Lo había hablado ya varias veces con Kiritsugu y con Caster. Touko ahora se sumaba a la lista de personas, pero nunca antes había considerado soltarselo de esa manera a alguien más. Estaba su cansancio ante esos mismos testamentos; estaba su angustia ante el hecho de que no fuera lo suficiente. Estaba su molestia ante el reloj de arena invisible cuyos granos no dejaban de caer.
Cuando terminó, sintió la garganta más que seca y no tardó en querer empinar un poco de agua. Mientras lo hacía, algo de alivio lo envolvió un poco. ¿Quizás debió haberlo hecho antes? Se sentía mejor comparado a minutos antes. Ayudaba que justamente había sido con alguien en quien confiaba mucho y seguramente le entendería.
"Todos me dicen lo mismo... ¿Sabes? Que espero lo peor... Y es que lo entiendo, pero..."
"Y tienen razón."
Esas tres palabras fueron suficientes como para que sintiera un hueco en su pecho antes de voltear a mirarla fijamente.
"¿Tú también?" No era nada difícil darse cuenta del toque traicionado en su voz.
Sin embargo, no parecía que decir aquello hubiera sido fácil para Kohaku, quien terminó por apartar la mirada. "Nada es seguro. ¿Sabes? Si todos te lo dicen, es porque se preocupan por ti. ¿No puedes verlo?"
"... Si puedo." Respondió Shirou, terminando por imitarla al final. "Pero es que... ¿Porque no confían en que yo pueda? No veo por qué pensar en algo así cuando no es seguro tampoco. ¿Por qué tengo que aceptar seguir así?"
"¿Seguir así?" Repitió Kohaku primero con incredulidad, antes de regresar a mirarlo casi de manera severa. "Nadie niega tus esfuerzos Shirou. ¿Pero planeas quedarte pensando solamente en eso cuando tienes toda una vida por delante?"
Menos tacto hubiera sido casi gritarle que si no apreciaba su propia vida. Pero para ninguna de las dos cosas hubiera cambiado lo que casi le mordió la consciencia a ella.
'Hipócrita.' Pensó, y entonces tomó en cuenta como Shirou había permanecido en silencio por demasiado tiempo. Demasiado tiempo como para que ella se preocupara también. Hasta pudo ver como apretaba uno de sus puños en un intento por lidiar con todo lo que estaba pensando.
'Y tienen razón...' Repitió esas tres palabras en sus pensamientos una y otra vez. Y cada una siendo imitada por la voz de quienes habían ofrecido dicha opinión; ya fueran Caster, Kiritsugu, Touko y ahora Kohaku.
T̵̢̯̳͈̲̰̲̟̦̻̳͍͕̺̅̑̆̂̑̾̓̓͛͝ͅu̸͙͊͗̒̑̚ ̷̡̙̟̼͉͈̳̏͗̓̊̑ͅn̷̢̛̲͉̰͙̳̩̳̻̪͙̰̬͔̆̆͑̂͒̍̓͆͛̾̈̓õ̸̘̰̫̓̕.̷̨̡̡̙͚͕͕̺̫̱͙̬̹͙͎̒̔̾͒̈̇̽̈́̔̓͆̕͠͝ ̵̠̄͋͛̿͛̚T̷͍͓͉͍͇̩͚̺͆͂͗u̷̘̰̻̜̹̫̺̠̲̼̮̦͌̃̾̂̏͒͒̑̚͠ ̸̨̨̡̛̱͚̗̲͈̯̯̯̞̰̰̙̳̃͊͑̄̉̃̋̕͝ņ̶̯̱̻͖̘̘̙͔͚͕̠̼̠̿̂͊̈́͋͌̒̔͆̇͑͑̕͘͠ǫ̵̗̘͖̝̬͍̺̭̪̯͓̼̘̑͋͘.̷̬͙̩̣̥̹̼̆̀́͑̔̈̍̒̾͆̃͂͋ ̶͈̠̀́̃̔̽̂́̊̇̈́͒̽̚͝͠T̶̛͉̮̯̻͍̜͚̐͒̓u̷͕̫̙͍̺̯̝̠̗̞̭̩̣͙̝̾̿̑́̇͂͌͋̐̅̅̊͆̈́͘͘͜͠ͅ ̸̝̳̑͑̑ń̷̢̡̧̥̯̮̻̳͔̮̠̮̽̈́̑̓̚o̷̢̟̖̦̤̦͍̖̩͑̓̄̍͆͋.̸̨̨̢̪͚̠̺̰͙͛͗̔́͗̾̀̿ͅͅ
Por muy fuerte que fueran esas voces, no se comparaban en nada a la rafaga de panico que taladraba su consciencia desde casi dos años atrás. El terror sin forma que le atenazaba la garganta y ultrajaba sus pensamientos con una posibilidad que se negaba a aceptar.
T̵̢̯̳͈̲̰̲̟̦̻̳͍͕̺̅̑̆̂̑̾̓̓͛͝ͅu̸͙͊͗̒̑̚ ̷̡̙̟̼͉͈̳̏͗̓̊̑ͅn̷̢̛̲͉̰͙̳̩̳̻̪͙̰̬͔̆̆͑̂͒̍̓͆͛̾̈̓õ̸̘̰̫̓̕.̷̨̡̡̙͚͕͕̺̫̱͙̬̹͙͎̒̔̾͒̈̇̽̈́̔̓͆̕͠͝ ̵̠̄͋͛̿͛̚T̷͍͓͉͍͇̩͚̺͆͂͗u̷̘̰̻̜̹̫̺̠̲̼̮̦͌̃̾̂̏͒͒̑̚͠ ̸̨̨̡̛̱͚̗̲͈̯̯̯̞̰̰̙̳̃͊͑̄̉̃̋̕͝ņ̶̯̱̻͖̘̘̙͔͚͕̠̼̠̿̂͊̈́͋͌̒̔͆̇͑͑̕͘͠ǫ̵̗̘͖̝̬͍̺̭̪̯͓̼̘̑͋͘.̷̬͙̩̣̥̹̼̆̀́͑̔̈̍̒̾͆̃͂͋ ̶͈̠̀́̃̔̽̂́̊̇̈́͒̽̚͝͠T̶̛͉̮̯̻͍̜͚̐͒̓u̷͕̫̙͍̺̯̝̠̗̞̭̩̣͙̝̾̿̑́̇͂͌͋̐̅̅̊͆̈́͘͘͜͠ͅ ̸̝̳̑͑̑ń̷̢̡̧̥̯̮̻̳͔̮̠̮̽̈́̑̓̚o̷̢̟̖̦̤̦͍̖̩͑̓̄̍͆͋.̸̨̨̢̪͚̠̺̰͙͛͗̔́͗̾̀̿ͅͅ
Y si el familiar paraje de las llamas brillaba por su ausencia; el reemplazo no era mucho mejor en la forma de la inmensa telaraña donde otras víctimas se retorcían, presas de mutilaciones que transmitían una impresión semejante a una violación directa hacia el alma.
¿Porque eres tú quien vive?
Le preguntaban frenéticamente antes de que el fuego ardiera sobre la noche roja, y ambos infiernos se juntaran en uno solo cuyo propósito no era otro que atormentarle en particular.
"... Yo." Mantuvo sus ojos cerrados mientras pensaba realmente que podría decir. Aceptar que ellos tenían razon, era como tomar una cuerda que le sacaria de ese rio negro donde se movía contra la corriente en un intento desesperado por alcanzar la cumbre que no podía ver. Pero otro recuerdo más fue como encontrar una piedra en los rápidos a la cual agarrarse, rechazando aquella salida.
"¿Recuerdas esa vez que hablamos en los Touzaki?" Le dijo de pronto, provocando que Kohaku parpadeara entonces. No fue hasta que ella lo hizo, que entendió a qué ruta iba, pero Shirou se le había adelantado ya.
"Tuve razón al final... ¿No? Si te hubiera hecho caso a ti... ¿A todos? ¿Cómo hubiera terminado?"
Eran patadas de ahogados. Un intento más que desesperado de defenderse de unos embistes que habían dejado más que claro que ya lo habían desarmado antes.
"Eso fue distinto." El tono de Kohaku fue la primera pista de que no sería una respuesta amable. Y ni siquiera le dio tiempo de responderle. "Tuviste suerte, mucha suerte. Y no puedes esperar a que esta te funcione cada vez que hagas algo estúpido."
Incluso Shirou retrocedió ante el veneno cargado en esas palabras, mirando con cautela sus ojos color ámbar, casi como si quisiera mantener a raya a una serpiente.
"Algun dia, esta no te ayudara, idiota." Y ella sería la primera en lamentarlo; pero había llegado al colmo de su paciencia y demasiadas veces había sido sujeta por sus locuras.
'Hipócrita.' Se repitió nuevamente en su cabeza. Como si ella pudiera realmente considerar la noción de él no estando ahí. Fue entonces, que cayó en cuenta de lo que había hecho.
"..." El rostro de Shirou mostró una miríada de emociones que ella jamás había alcanzado a ver siendo dirigidas hacia ella. Hubiera sido casi igual a que la hubiera golpeado, y el hecho de que ni siquiera le alzara la voz lo volvió aún peor.
Apartó la mirada mientras escuchaba cómo se iba de la cocina y sus hombros cayeron justo cuando sentía algo húmedo bajando por una mejilla.
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Shinjuku - Tokyo.
26 de Marzo de 1998, 18: 10 PM…
Lo primero que pensó Kiritsugu al vislumbrar el lugar, era que no podía ser más perfecto como guarida de un magus. A simple vista un edificio abandonado que seguramente sirvió en su momento como un almacén compuesto de varias bodegas que serían alquiladas al mejor postor. Un espacio así de amplio parecía casi hecho a la medida de las necesidades de casi cualquier practicante.
"Hay algo aquí que me parece igual al Garan no Dou..." Escucho a Mikiya comentar a su lado, y no le extrañó para nada esa comparativa. La sensibilidad del joven a los campos delimitantes era algo a lo que se había acostumbrado ya. Y un ligero pulso de energía mágica al ambiente solamente confirmó aquel hecho.
"Hay una barrera arruinada por aquí. No parece que sea un sitio que esté siendo usado seriamente por el momento." Nadie que estuviera realmente asegurando su taller o un refugio dejaría un campo delimitante en ese estado; además de que era fácil poder "leer" con qué frecuencia "vibraban" de acuerdo a sus efectos.
"Hechizos, fórmulas rituales. Bah. Muchas bagatelas para algo tan simple." Le había dicho Natalia alguna vez. "Lo viste con Zepter en América. Utilizó solamente lo básico a gran escala y debido a lo que podía hacer, no le tocó un costo tan elevado."
El "tejer" una red con energía mágica sobre una superficie y entonces comandarla de acuerdo a tus pensamientos (O usando Alteración) a tener ciertos efectos era suficiente si se tenía tanto práctica como experiencia en extender justamente aquellos que aislaran el sonido, desplegaran un reflejo erróneo de lo que realmente cubrían o incluso provocaran una sensación de pánico o incomodidad en aquellos que atravesaran la barrera invisible. Y si uno pasaba un buen tiempo familiarizandose con esas sensaciones, podía darse cuenta de que efectos hubiera tenido uno en ese estado en caso de que pudiera funcionar nuevamente.
'Este solamente hacía que quienes cruzaran, perdieran interés en el interior.' Alcanzó a deducir mientras que se fijaba en aquello. Al cabo de unos minutos, consiguieron adentrarse por una ventana de la cual no quedaba ni la mitad del marco, y entonces la penumbra.
Alrededor de unos tres niveles parecía componer el sitio, siendo el primero tan solo un complejo de cuartos que podrían haber sido utilizados como oficinas a juzgar por uno que otro panel desperdigado. Los otros dos por otro lado, directamente mostraban las bodegas; pero resultó ser una mina vacía.
"Ninguna tiene una puerta." Mikiya terminó por decir lo que rondaba en la cabeza de ambos apenas observaron la hilera de hasta cinco entradas apostadas en torno al acceso al segundo nivel. Las bodegas por sí solas, tampoco contenían nada llamativo.
Algunos muebles demasiado pesados para ser transportados y una que otra botella rota decoraban el interior de estas. Sin embargo, ningún remanente era reciente y los intrusos anteriores quizás habían estado ahí hasta años antes de que quien movía los hilos de todo el movimiento que estaban investigando decidiera usarlo.
No hubo ningún cambio en el tercer nivel, cosa que les obligó a descender directamente hacia el primero con tal de revisarlo nuevamente, y entonces...
"¡¿?!" Kiritsugu estuvo a punto de pisar algo que había pensado originalmente que se trataba de otro trozo de vidrio, solo para observarlo mejor y entonces recogerlo con su mano libre. "De las mismas que estaban en el auto..."
"Y que mencionaste que habías visto antes de la mano de ese traficante fallecido." Añadió Mikiya, habiendo recibido una explicación más anteriormente. "Debe haber más en alguna parte, pero si no es arriba eso solo dejaría..."
'Por supuesto. Un sotano.' Kiritsugu llegó a la misma conclusión apenas le vio mirar directamente hacia el suelo.
Les tomó casi una hora encontrar la entrada a este, oculta como estaba detrás de un armario bastante pesado en una zona sospechosamente cerrada, y el prospecto de descender no fue muy animado. Especialmente cuando un fuerte hedor alcanzó a desprenderse desde ahí y los dos reconocieron muy bien que era.
"Detrás de mí." Advirtió Kiritsugu, esgrimiendo su revólver y estando preparado para desenfundar un segundo si era necesario mientras que Mikiya alumbraba.
El espacio era inmenso y sombrío. Con un espejo de hilera que tenía buena parte de su superficie estando fragmentada y múltiples anaqueles en armazones de metal estaban en exhibición, así como una serie de mesas delgadas del mismo material que serían comunes de ver en una cocina.
En más de una, estaba la fuente del olor nauseabundo que se filtraba por toda la estancia. La distintiva capa de un carmesí teñido en marrón se extendia de manera irregular sobre la superficie, y un par de gotas se habían filtrado hacia el suelo.
Al acercarse más, Kiritsugu alcanzó a advertir tenues marcas apenas cubiertas por la sangre seca que ponian en evidencia que alguien había estado cortando algo sobre esta, y no precisamente con delicadeza. Viendo tal cantidad de sangre que seguramente había sido derramada por otro lado, le daba una buena idea de que había sido.
"Emiya-san." La voz de Mikiya le distrajo. "Venga a ver esto."
Frunciendo el ceño, Kiritsugu desvio su atención desde donde le hablaba y no tardó en observar lo que estaba siendo iluminado con la linterna de su compañero, casi soltando un respingo al hallar docenas y docenas de ampollas de las que buscaban en el suelo, casi como si hubieran estado siendo usadas una y otra vez.
No supo si por la forma en que Mikiya acomodaba su suerte era debido a un escalofrío, o la temperatura del lugar le estaba comenzando a afectar ya.
Y ninguno de los dos alcanzó a notar como en el espejo fragmentado varios metros atrás que mostraba el reflejo de la estancia, no había dos figuras expuestas, sino tres. Especialmente una que estaba bastante fijada en uno de ellos.
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Garan no Dou - Mifune.
26 de Marzo de 1998, 18: 25 PM…
Shiki no vio el punto de preguntar qué le pasaba al niño ese dia. Apenas este le había pedido un duelo, se lo había concedido sin ningún miramiento. Y en cierto modo, le pareció que fue una decisión de lo más acertada al final. A través del intercambio, podía notar más que bien que se encontraba bastante frustrado por algo, hasta el borde del enojo. Y aquello aumentaba ligeramente su ferocidad al descargar tajo tras tajo contra ella, que podía contrarrestar sin mucha dificultad.
'Su concentración flaquea cuando está así.' Eso era cierto, pero en cambio adquiria como compensación una resistencia todavía mayor. Puesto que ciertos golpes que debieron de haberle derribado si hubieran llegado a conectar habían logrado ser bloqueados por Shirou.
Pero habían terminado ya, luego de casi media hora. Y encima con ella no pudiendo afirmar que había ganado todos los encuentros al final. En tres ocasiones, el pelirrojo había logrado tocarla primero.
"Ah, ahí están." No pasó nada desapercibido para Shiki como Shirou pareció tensarse un poco con la voz de Touko escuchándose a la distancia. Y la mujer no tardó en salir desde otra puerta para encararlos. "¿Qué les parecería ir a visitar una casa embrujada?"
"¿Una que?" Shiki fue la primera en hablar, y hasta la incomodidad de Shirou terminó por disiparse ligeramente ante la pregunta.
"Es un encargo nuevo. Alguien avisó de manera anónima que hay cierto edificio con actividad anormal no muy lejos de aquí que ya se ha cobrado un par de vidas. Aparentemente por suicidios." Continuo Touko. "Y ahora que lo pienso, recuerdo haber leído vagamente una cosa asi en el periodico desde hace unas semanas."
"... ¿Eso no es normal en lugares así, verdad?" Estaba la "Casa" embrujada que había explorado junto a Waver en Fuyuki, pero en esa no recordaba que hubiera nada más allá del sótano.
"Bueno, bueno. Es verdad que hay algunos lugares con una historia algo... Turbia, donde terminan por ocurrir sucesos funestos. Y estos no terminan ahí." Un gesto con su dedo índice solamente incitaba a seguir escuchando. "Pensamientos residuales de quienes murieron ahí se quedan grabados en el propio lugar y si se cumplen algunas condiciones, terminan como apariciones. Los fantasmas que todo el mundo cree conocer, por así decirlo."
"¿Y son peligrosos?" Shirou no creia que fuera lo mismo que las cosas en el bosque negro del Monte Kurama.
"Normalmente no. Son existencias muy vagas que sólo pueden repetir ciertas acciones. No son la persona completa que fueron cuando vivían. Encima, casi nunca pueden verse directamente a menos que haya una fuerte concentración de energía mágica u alguna otra distorsión en el ambiente." Continuó explicando Touko mientras que le dirigía cierta mirada a Shiki, quien meramente puso sus ojos en blanco. "Ya sea de manera consciente o no, algunos asustan a otras personas que entran al sitio donde viven y se mantienen existiendo gracias a ello. Son los espectros por otro lado, de quienes uno debe de preocuparse."
"¿No son la misma cosa? ¿Fantasma, espíritu, espectro?" La risa que soltó Touko casi hizo que Shirou se sintiera avergonzado por realizar aquella pregunta.
"Para nada. Un fantasma es un residuo. Un espectro es algo más completo y si se logra mantener aún en este plano pese a encontrarse en aquella forma... Bueno, por algo hay que tener cuidado con ellos. A diferencia de sus primos menores, estos si pueden interferir de manera física con el resto del mundo." Y aquello le hizo recordar entonces a la masa abultada y grotescamente retorcida que había salido de aquel cadáver en el hospital. Y cuando pregunto sobre ello, Touko negó con la cabeza.
"Un Praeta, cosa distinta. Además de que solo alcanzó a manifestarse así porque lo que le disparaste tenía éter contenido. Ya deberías de saber a estas alturas que esa sustancia ayuda a los cuerpos espirituales a tomar forma física."
'Ah, es verdad.' Menos mal Caster había estado desactivado en aquellos momentos o se hubiera terminado por llevar un regaño.
"Otra vez me desvié." Se quejó Touko. "Ah, si. La verdad es que muchas de las llamadas "Casas Embrujadas" en realidad son solo talleres de magi que se esconden a simple vista. Algunos directamente emplean apariciones para mantener esa reputación. Es una razón por la cual jamás pude tomarme en serio alguna película de fantasmas, porque siempre que veía una no podía evitar imaginarme al magus escondido detrás de una ilusión partiéndose de risa mientras que un fantasma que no lastimaría ni a una mosca está haciéndole la vida imposible a una pobre familia que acaba de mudarse a una casa muy sospechosa."
Era un área gris dentro de las normas de la Asociación de Magos, la exposición de ciertos espíritus a las personas comunes gracias al auge del espiritismo del siglo pasado. En tanto no fuera taumaturgia directa, no había ningún problema en teoría.
"Y ahí la razon por la cual los envio. Si se trata de algo siniestro, habrá que mandar a algún exorcista ahí o en su defecto a Shiki para que se encargue." Shirou comprendió rápidamente porque ella, pero no tenía que aparentar estar confundido después de la entrega del otro día. "¿Y si se trata directamente de un taller? Bueno, las autoridades tendrán que manejar eso. ¿Lo aceptan?"
No demoró tanto en convencerlos de ir, y varios minutos después supo que habían salido ya del edificio en dirección al sitio que les había indicado. Salió al pasillo del segundo piso para poder verlos desde la ventana, sólo para sorprenderse ligeramente al ver a alguien más ahí observando.
'Y por eso se veía todavía más tenso.' Rápidamente adivinó Touko mientras que se acercaba, topándose con el rostro serio de la aprendiz de su inquilino nuevo.
'Si que se parecen'. Comentó para sus adentros, tomando nuevamente nota de sus facciones similares. Pero aquello lo dejó de lado al tomar en cuenta la expresión que tenía. 'Oh, es buena. Pero Alice era mucho mejor cuando tenía tu edad.'
"¿Aozaki-san?" Le preguntó entonces la aprendiz de curandera, con algo de su melancolía siendo reemplazada por curiosidad.
"¿Gustas una taza de té?" Le ofreció Kohaku, a lo que ella asintió.
Minutos después, la tenía frente a ella en su oficina. Y no se había equivocado en compararla con su vieja amigo, en vista de que en manierismos si que eran parecidas cuando Alice había sido una niña.
"No espero que me digas que fue lo que mi aprendiz mas problemático te dijo para que ambos terminaran asi." Comentó amablemente en un intento por sembrar confianza. 'Me puedo hacer una idea de por sí.'
"No es solo eso." Murmuró la niña, encontrando bastante llamativo el piso. 'Un reflejo bastante interesante...' Había pensado Touko, tomando nota de que sería el segundo síntoma más fuerte de lo que había sospechado. "Yo también dije algo."
"Es un niño demasiado complicado." Le comento entonces la titiritera. "Quizás puedan hablar cuando regresen."
Kohaku ni siquiera respondió. En un intento por distraerse más, terminó por fijarse en un curioso tablero en un costado del escritorio. "¿Es de verdad?"
"¿Ah, esto?" La mujer se encogió de hombros. "No existe realmente tal cosa como una verdadera o una falsa. La tableta solo funciona realmente en manos de un Médium Espiritual. Es decir, yo no."
"Oh." Kohaku puso su mano sobre el juego y acarició la silueta del sol grabada en una de las esquinas mientras que Touko se levantaba, habiéndose terminado su te.
"Me largo a mi taller. Shiki y el chico deberían regresar en un par de horas." Y entonces la dejó sola con sus pensamientos, y algo que nunca había tenido oportunidad de ver de cerca.
'No se parece en nada a las de los dibujos.' Pensó Kohaku, recordando las imágenes grabadas en el libro de su familia en su posesión. Encogiéndose de hombros, comenzó a examinarla.
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Edificio Fujou - Mifune.
26 de Marzo de 1998, 18: 44 PM…
El edificio recordaba a una caja de cereal. Una caja de cereal de alrededor de siete pisos con un buen trabajo de cristalería sobre la fachada y un armazón de metal rodeando una parte de este como si se tratara de una falda. Pero donde normalmente debería de tener varias luces encendidas detrás de sus ventanas, evidenciando la presencia de múltiples oficinistas u otros ocupantes, estas brillaban por su ausencia. Y viendo cuantos carteles marcaban las entradas como un lugar clausurado, no era de extrañar al final del día.
"¿Puedes oler algo?" Shirou salió de sus pensamientos luego de escuchar la pregunta de Shiki y entonces se concentró un poco en el ambiente, solo para entonces negar con la cabeza.
Nada de campos delimitantes. O al menos no lo suficientemente cerca como para que pudiera detectarlos por medio de su olfato a través de la ligera distorsión que plantaban en el aire.
Sin embargo, sí que podía sentir algo extraño independientemente de su habilidad. Estaban en plena Primavera y aun así, mientras más se acercaban al edificio más terminaba por experimentar un frío que se intensificaba poco a poco. Eso no podía ser natural.
"¿Entramos ya?" Sugirió, mientras que la joven asentía y prácticamente apuñalaba uno de los armazones que impedía que alguien forzara una de las puertas, causando que este terminara por deshacerse. Y no contenta con ello, cortó del mismo modo las tablas que reforzaban aquello hasta que solo quedaban astillas en el suelo.
"Sól." Murmuró Shirou mientras trazaba la runa en el aire, improvisando una linterna como aquella vez en las alcantarillas. Una vez teniendo un medio por el cual moverse por las partes del lugar donde la luz de afuera no alcanzaba a penetrar, terminaron por entrar.
Les esperaba un extenso pasillo que comunicaba a un elevador en el fondo que seguramente no servía ya. Justamente del lado derecho, se abrían unas escaleras hacia el piso superior con un nicho donde seguramente había descansado alguna decoración.
Sniff, sniff.
Shirou sintió como sus ojos se entornaban al poder oler algo más que parecía querer mezclarse con el ambiente. Si tuviera que describirlo, no sería muy diferente al hedor emanado por una sábana empapada tanto en sudor como por agua de lluvia. No era un campo delimitante, de eso estaba seguro y tampoco podía sentir la corriente familiar de la energía mágica.
"Hay algo aquí..." Susurro, antes de señalar a las escaleras. "Y esta por ahí."
Los ojos de Shiki mantenían aquel brillo tan ominoso que le hacía sentir un ligero escalofrío cada vez que estos se fijaban en él, y entonces fueron reemplazados por la mirada tan distante a la que estaba acostumbrado de ver.
"Te sigo." Le dijo mientras jugaba con el cuchillo que no había soltado desde que lo había esgrimido contra la puerta.
Tras asentir, Shirou condujo a ambos hacia el segundo nivel, cuya entrada era virtualmente idéntica al primero salvo por el hecho de que la puerta de la entrada era reemplazada por un ventanal que parecía acompañar un pasillo bifurcado. Las paredes que conducían a este tenían algunas puertas, que seguramente debían de conducir a otras áreas.
Sniff, sniff.
Nuevamente, Shirou olfateó el aire en busca de la sensación que había encontrado antes de sacudir su cabeza. Estaba ahí, pero no estaba ahí. El olor permeaba en aquel nivel pero no parecía tenerlo como su fuente.
"Nada aun." Dijo, echándole un vistazo hacia el ventanal antes de pasar la luz que sostenía por el sitio y entonces subir los siguientes escalones, seguido por Shiki. Pero apenas doblaron la esquina, una de las puertas comenzó a abrirse ligeramente como si estuviera siendo empujada por una corriente de aire.
Cosa curiosa, porque todas las ventanas estaban cerradas.
El tercer nivel era diferente ya. Un área extensa, con pocas paredes que estaba recubierta de incontables escritorios con sus respectivas sillas abandonadas. Múltiples papeles arrugados y roídos descansaban en el suelo en compañía de más utilería de oficinas, y algunas secciones del techo estaban arrancadas, revelando así una maraña de cables y tubería que seguramente había conectado el aire acondicionado. Un par de paneles que habían querido simular ser las bases de algunos cubículos yacían resquebrajados y apilados sobre una pequeña colina de sillas rotas, con un teléfono viejo descansando encima.
"¿Y ahora?" Le pregunto Shiki mientras que Shirou repetía lo de los niveles inferiores y entonces frunció el ceño.
El hedor era fuerte; bastante fuerte... Pero actuaba más como una especie de red que mantenía dentro de este 'algo más' que tampoco podía identificar.
"... No está aquí, pero si hay algo." Terminó por informar mientras alumbraba los alrededores para poder identificar la fuente directamente, y casi se sobresaltó al escuchar como algo caía sobre el suelo. "¡¿?!"
La luz de la runa entonces reparó en un pisapapeles que se había caído desde el borde de una mesa.
Chiiiiiiiink.
Ambos tuvieron que voltearse hacia atrás, solo para ver como una de las sillas móviles se había girado desde su posición original hacia su dirección.
Sniff, sniff.
Shirou inmediatamente dio un paso hacia atrás cuando terminó por oler la ausencia de algo ahí mismo y no tardó en sentir un nuevo escalofrío.
Por su parte, Shiki activo nuevamente sus ojos y le soltó una mirada dura hacia la silla, encontrándola vacía pero apenas está descanso sobre el pelirrojo no tardó en reparar a la forma que estaba por...
"¡¿Ugh?!" Shirou sintió una arcada formándose en su garganta a la par que un aguijón helado terminaba por clavarse en su espalda; un carámbano sirviendo de puñal que le hizo retorcerse donde estaba mientras que cosas que no estaba pensando corrieron por su mente.
'¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?'
"T-Trace On..." Gruño, mientras que sus circuitos comenzaron a cargarse de energía mágica y recorrer todo su cuerpo en un intento por defenderse de la intrusión. Por un breve instante, la silueta distorsionada de algo brilló de manera etérea en su espalda antes de despegarse a una velocidad prodigiosa y entonces desaparecer a la distancia.
"¿Te encuentras bien?" Le preguntó Shiki, frunciendo el ceño por su parte.
"Eso fue..." El ácido sabor de algo en su boca hizo que tuviera que pasar saliva de más para poder ahogarlo. "¿Un fantasma?"
"Pasaba en el hospital a veces." Ofreció Shiki antes de sujetar su cara desde la barbilla como si quisiera comprobar si realmente había terminado intacto. "¿Dices que no es lo que estás oliendo?"
"No, ni siquiera lo podía oler..." Respondió Shirou mientras que intentaba recuperarse de la impresión. "Creo que hay más arriba."
Ella solo asintió antes de esperar a que se recuperara lo suficiente para continuar y pasaron al siguiente nivel, donde ambos supieron de inmediato que algo estaba mal; demasiado mal.
"... Frío." Murmuró Shirou a la par que alumbraba la zona. No era muy diferente a la anterior; también parecía haber sido una gran oficina grupal que ahora yacía en un estado de completo abandono. Pero la atmósfera estaba demasiado cargada, y el como la temperatura llegaba hasta el punto de ser gélida no se le escapó a ninguno de los dos.
CRASH!
Otro objeto había terminado por caerse, obligándoles a mirar en la dirección donde les parecía que se había originado el escándalo. La luz de la runa de Shirou ni siquiera pudo encontrarlo, y ambos salieron finalmente de las escaleras, con los ojos de Shiki brillando nuevamente para no dejar nada hasta el último momento.
Si ella hubiera tenido nervios más débiles, hubiera deseado no haberlo hecho. Especialmente tras poder observar a las hileras. Hileras y más hileras colgando del techo que se zarandeaban ligeramente, empujados por una brisa inexistente.
'Colgando no...' Pensó Shiki, mientras que esgrimia su cuchillo. 'Flotando.'
Y al dar un paso hacia atrás, tropezó con algo que le hizo voltear y entonces mirar hacia arriba donde estaba otra de la siluetas cuyos ojos muertos terminaron por hundirse en dos fosas oscuras mientras que su boca se ampliaba en un abismo horrido del cual brotaba un alarido espeluznante.
El cual Shiki corto brutalmente al descargar una puñalada en el primer punto que vio en el cuerpo de la aparición, la cual terminó por desvanecerse justo cuando el resto enfocaron sus miradas en ella.
"Detrás de mí." Fue la única advertencia que le dio a Shirou, quien ni siquiera podía verlos.
El enjambre de fantasmas pulularon como polillas en el aire mientras que sus expresiones se deformaban todas de una manera no muy distinta al primero que había matado. Y entonces se abalanzaron contra ambos, mientras que Shiki comenzaba a repartir tajos contra el aire a diestra y siniestra con tal de mantenerlos a raya.
aAaAhhhh
OoOoHhH
uHhHhHh
Un coro de gemidos desdichados se convirtió en una cacofonía fúnebre cuando las apariciones se enfrentaron a los ojos de la percepción mortal, siendo escuchados también por Shirou quien comenzó a murmurar mientras sostenía aún la luz producida por la runa y comenzaba a trazar un duplicado encima de esta.
"¡SÓL" Exclamó al arrojar el orbe por encima de Shiki, y casi sonrío con satisfacción cuando los alaridos se tornaron en chillidos agonizantes apenas la luz alumbró furiosamente el lugar. Desde el punto de vista de la joven sin embargo, fue como si las apariciones estuvieran compuestas de servilletas a quienes alguien había prendido en fuego.
"¿Podías hacer eso desde el inicio?" Comento con una mirada muerta.
"... No sabía que iba a funcionar. Touko-sensei solo dijo que esa podía servir un poco." Murmuró Shirou. Sól aparentemente podía ser usada a veces para "repeler" cosas de la noche, incluidos algunos fantasmas. Sin embargo, al no contar con un hechizo especializado, Shirou se había ido por lo más simple que tenia a la mano.
Shiki apenas resoplo en respuesta, antes de esgrimir nuevamente su cuchillo apenas observo como algunas de las apariciones que no había alcanzado a apuñalar comenzaban a recuperarse de aquel ataque. Y este parecia haber hecho algo mas; aun cuando les faltaban algunas partes, algo de color habia regresado a sus siluetas siendo ahora suficientes para que ella pudiera ver algunas de las facciones que tenían.
"... Son personas." Y entonces parpadeo al notar que Shirou también podía verlos. Algo que no pudieron discutir mucho, pudiendo observar como los fantasmas bramaron nuevamente en rabia muerta antes de abalanzarse una vez más sobre ambos.
"¡Agh!" Desgraciadamente para Shirou, más de uno se arremolino en torno a él en desquite, obligándole a correr desde donde estaba y encima en la penumbra. Donde Shiki pudo enfrentarlos sin problemas gracias a sus ojos místicos, el pelirrojo no contaba con las mismas facultades y ni siquiera tenía tiempo de trazar una nueva runa.
El problema era... Que la alternativa no era mucho mejor. Proyectar directamente una espada y entonces grabar la runa sobre esta para poder hacerle daño a sus perseguidores directamente. Pero primero tendría que...
'¡Ugh! La primera que tenga...' Pensó antes de saltar sobre una pila de desperdicio, la cual fue atravesada sin problemas por las apariciones tras de él. 'La idea.. La idea...' El registro de algo que había tomado del mercado el otro día fue extraído desde sus circuitos rápidamente mientras que moldeaba la forma con energía mágica. No plástico y menos metal, sino que madera lacrada en un filo quebrado y una guarda en un estado no menos pobre. Pero con que fuera sólida, era suficiente para...
'Oh no...' Otro fantasma aullante emergió desde el techo como una pesadilla rastrear y se precipitó contra él mientras que abría una bocaza que un pez pelícano hubiera envidiado. Por puro instinto, busco asestar un golpe con la espada proyectada antes de maldecir su reacción. Era una espada de madera normal. ¿Qué demonios le iba a hacer a un...?
"¡aaAHAhaHhAhh!"
Como si lo hubiera golpeado con hierro al rojo vivo, la aparición se apartó de inmediato antes de abrazarse así misma mientras que del sitio donde el borde de la espada le había alcanzado se abría como una herida cualquiera de la cual brotaba un líquido gelatinoso plenamente visible.
'¿Ah?' Shirou descargo otra acometida sobre una aparición más, consiguiendo un resultado no muy distinto al anterior. '¿Puede dañarlos?' Así lo parecía, y tal cosa había terminado por ser advertida por el resto quienes se mostraban más reacios a atacar a Shiki que a él y se lanzaron a un último asalto, mientras que Shirou lograba defenderse mucho mejor al haber contrarrestado la ventaja que habían tenido inicialmente.
Al cabo de un rato, no parecía que hubiera más por el lugar debido a la ausencia de los gemidos. Y tampoco era tan necesario que prendiera una nueva runa; la substancia derramada por las "heridas" de las apariciones hacía un buen trabajo iluminando una parte de la habitación. Ectoplasma.
"... ¿Son todos?" Pregunto a dónde estaba Shiki, quien se había detenido ya a observar con curiosidad el cómo había manejado a los de su lado. Curiosidad que entonces se transformó brevemente en una incredulidad bastante marcada al observar lo que estaba blandiendo.
"... Una espada de durazno. ¿En serio?" Comentó, sacudiendo su cabeza. "No parece que haya mas. ¿Aun puedes oler lo que decías?"
Y hablando de eso, Shirou se concentró nuevamente en el aire solo para soltar una mueca de disgusto apenas "olfateo" el hedor, esta vez mucho más cerca. Y dado que habían cubierto cuatro niveles ya, eso dejaba pocas opciones.
"Arriba." Indico, y no tardaron en pasar al siguiente piso.
Fue un lapso de casi una hora más en la que exploraron los siguientes, topándose ocasionalmente con una que otra aparición que ni siquiera intentó atacarlos. Fue entonces que dieron arribó a una sección hermética que solo podía conducir a un solo lugar y que los ojos de Shiki les permitieron el acceso.
La noche afuera había sido un poco fresca. Pero definitivamente no lo suficientemente fría como para justificar el ambiente casi glacial que se cernía sobre la inmensa azotea del edificio, y de donde provenía lo que Shirou llevaba oliendo desde el primer piso.
"¿Y bien?" Escucho como Shiki le preguntaba mientras que se cruzaba de brazos.
Pero Shirou solamente intentaba revisar el sitio, hasta rendirse y hacer trampa directamente.
"Trace on." Colocando su mano sobre el suelo, extendió su energía mágica hasta donde pudo con tal de toparse con lo que fuera que pudiera decirle que había ahí. Era como conducir un carrito a control remoto a ciegas, solo para tropezar entonces con... ¿Un charco?. Detuvo el análisis al no poder atisbar más allá de ello. ¿Era un campo delimitante o algún otro hechizo?
"No se que puede ser, pero..." Shirou solamente alcanzó a ver como Shiki palidecía mientras señalaba detrás de él; sin tener la menor idea de que justamente varias siluetas permanecían suspendidas en el aire a sus espaldas. Y ella tampoco pudo ver cómo algo se alzaba detrás de ella y entonces extendió su mano hacia su cuello...
"¡Trace Bullet!" Aun si no había sido proyectada en el preciso instante. La espada de madera seguía teniendo aquel vínculo y no le fue difícil dispararla al soltarla contra la nueva aparición que apenas retrocedió cuando una parte de esta consiguió rozar su cuerpo.
No quedandose atras, Shiki se volteo para descargar un corte directo a lo que Shirou había atacado y entonces abrir una línea sobre su pecho, provocando un respingo de parte de la mujer.
Inmensa. De cabello largo y oscuro que tapaba buena parte de su rostro, y que sumado con la túnica blanca y la piel pálida que tenía, bien que recalcaba la forma que parecía evocar de un fantasma. Si ella hubiera salido de un pozo, Shirou no se hubiera extrañado para nada.
"Jejeje..." Una risa espectral surgió de la aparición mientras se desvanecía. Solo para reaparecer nuevamente, esta vez al lado de Shirou e intentar sujetar su hombro... Con este evitándolo al hacerse para atrás en pánico, notando también a las apariciones plenamente visibles sobre el borde del edificio, como si todos estuvieran a nada de saltar.
"... Tu eres quien está provocando esto." Dijo Shirou en voz alta una vez que unió los puntos. "¡¿Qué rayos te pasa?!" Prácticamente demandó, mientras que la mujer espectral se mantenía en silencio, como observándolos detrás de su cabellera.
"Vuelen, vuelen..." Murmuró, antes de desvanecerse una vez más como si ni siquiera hubiera estado ahí en primer lugar.
Shirou y Shiki solamente compartieron una mirada. Mejor era salir de ahí y regresar al Garan no Dou.
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Garan no Dou - Mifune.
26 de Marzo de 1998, 20: 20 PM…
"Y eso fue lo que encontramos, básicamente." Terminó de narrar Shirou mientras que Shiki se distraía empujando una y otra vez una esfera sobre un péndulo que estaba cerca de donde yacía parada. Detrás del escritorio sin embargo, Touko tenía un semblante bastante serio y lo compartía con Caster desde su proyección. Viendo que la puerta había estado abierta, los dos habían entrado y sorprendido a la mujer con el remanente del alquimista, teniendo que darle una pequeña explicación a Shiki, quien realmente no le había tomado tanta importancia.
"No cabe ninguna duda, entonces." Su cigarro se había terminado ya hace tiempo. "Literalmente, la creación de apariciones por medio de homicidio es algo grabado como ilegal a nivel internacional desde los Tratados de Wewelsburg. Mejores formas hay de querer ser sentenciado a muerte."
'¿Los que?' Shirou ladeo su cabeza hacia un costado, pero antes de que pudiera preguntarlo directamente, Caster comenzó a hablar.
"Y como me llena de alivio que tal medida fue tomada finalmente como una ley. No era una práctica bien vista en mi tiempo y antes, pero siempre es preferible que sea criminalizada." Sentenció amargamente el alquimista, de brazos cruzados. "Los nigromantes de hábitos más viscerales eran repudiados, pero la profanación que realizan estos no es más vil que las de los especialistas en Evocación Espiritual."
"¿A qué te refieres?" Cambiando la pregunta, Shirou alzó una ceja.
"La Necromancia es una escuela taumatúrgica muy vasta que lidia con la manipulación de los muertos. Esta puede ser de forma física o espiritual y donde la primera consiste en manejar restos muertos para ciertos propósitos, la segunda busca comunicarse y controlar lo que quede de sus almas y mentes." Caster murmuró algo por lo bajo que ninguno alcanzó a distinguir. "Manipular espíritus es algo demasiado general. Pero los practicantes de ese tipo de Necromancia van un paso más allá y esclavizan directamente a las apariciones, sin importarles el tipo de manifestación que tienen o que voluntad guardan aun."
La mueca que Shirou realizó no fue un impedimento para que continuara. Realmente no había sido nada agradable imaginar el cómo después de morir, estabas atrapado por alguien más y plenamente consciente de ello.
"Y ese es el problema. Quienes empiezan por esa espiral comienzan a descender mas y mas. Lo que comienza siendo un par de enemigos que han enfrentado pasa a rivales menores, y entonces inocentes completamente ajenos a la vida de uno. El fenómeno se manifiesta también con aquellos con varios familiares conscientes aún, pero con un nigromante es mucho peor dada la presión de las mentes de los espíritus... ¿Y al final?" La forma en que Caster hablaba se tornó todavía más solemne. "Hubo una vez un magus que se obsesionó con explorar esos límites y comprobar realmente cuánto podría resistir un hombre ordinario semejante presión. El resultado fue una historia realmente horrenda, que culminó con todos aquellos conectados a éste de una forma u otra muriendo con tal de satisfacer su obsesión por contener en su interior a una vorágine de almas. Y no tengo palabras suficientes para describir cuán alegre me sentí al enterarme que fue abatido por el brazo armado de la Iglesia doscientos años después de mi partida de este mundo."
Naturalmente, solo Touko de los presentes pareció reconocer de qué estaba hablando.
"Ah, el Duque de la Depredación." Resoplo de una manera algo sardónica. "Si... Ese chupasangre en particular fue uno de los muchos que salió de su escondite en la Guerra de los Siete Años. Pero la Agencia de Entierro estaba preparada para él y se encargaron de matarlo finalmente en la Batalla de Zorndorf. Aunque solo destruyeron su cuerpo, su espíritu debe de andar por ahí, afortunadamente sellado."
'¿Chupasangre?' Eso solo podía significar un vampiro de la clase que Kiritsugu había mencionado ya varias veces. Y por la forma en que hablaban de él, albergaba la sospecha de que no era otro que uno de... "¿Ese era un Ancestro?"
"El onceavo de la lista. Uno de los más antiguos y temidos, con suficientes nombres para dar cuenta de ello encima." Comenzó a recitar Touko. "Stantia, el Primer Espectro, el Devorador de Ciudades. Este último no es de extrañar. Ignoro que te están enseñando de historia universal donde estudias, pero si alguna vez llegas a escuchar sobre una ciudad llamada Constantinopla... Bueno, esta fue atacada por el hace casi unos setecientos años."
Los ojos de Shirou se abrieron como platos ante aquella revelación. ¿Una ciudad entera? Y pensar que había otros veintiséis como ese en todo el mundo. Los Servants eran una cosa, pero estos vampiros por otro lado…
"La Casa Eulyphis naturalmente ha de mantener sus notas en el Departamento de Evocación Espiritual." Fue lo último que mencionó Caster, antes de sacudir la cabeza. "Pero regresando al tema... ¿Encontraron solamente apariciones y lo que parecía ser una proyección de la responsable, verdad?"
"Hmm." Shiki finalmente se había aburrido de jugar con el péndulo. "Solo fantasmas. Hasta esa mujer, que corte pero no se fue. No estaba muerta."
"Lo mismo." Confirmó Shirou mientras que asentía, y mostraba el frasco que había proyectado en el lugar y contenía aún bastante del líquido gelatinoso que había recolectado luego de que la espada de madera de durazno destruyera a varias de las apariciones que les habían atacado. "Aunque conseguí mucha ectoplasma."
"En ese caso... Buscare como contactar anónimamente al Buró del Onmyou o a los Reiroukan para avisarles del problema. Esto es algo que debería de manejar alguna autoridad." Terminó por sentenciar Touko, una decisión que nadie realmente quiso disputar al final. "Oh, llegaron ya."
Teniendo especial interés en ver a respectivamente su padre adoptivo y su amigo/acosador estimado. Tanto Shirou como Shiki tomaron el elevador hasta el primer piso, donde este soltó un respingo al ver a Kohaku sentada en uno de los sillones mientras leía algo. Las miradas de ambos se cruzaron por unos instantes, antes de que él la apartara.
'... No se ni como hablarle ahora.' Pensó, mientras que veía por el rabillo del ojo a Kiritsugu acercarse en compañía de quien Shirou casi llamaba en su cabeza su nuevo asistente.
"¿Qué tal tu búsqueda?" Le preguntó inmediatamente a su padre.
"Encontramos... Algo." Fue lo único que dijo Kiritsugu, antes de preguntarle un poco extrañado. "¿Desde cuando te lle..?"
Se detuvo entonces al observar como un poco atrás de ambos, Mikiya había comenzado a ponerse pálido antes de desplomarse contra el suelo.
A/N: Shirou tiene once años ahora y pese a todo lo que ha transcurrido con él, sigue siendo bastante inmaduro. De hecho, lo que le ha pasado ha hecho muy poco por mejorar su estado mental y la verdad es que este solamente empezará a empeorar a medida que crezca. Puedo asegurar que desde los catorce en adelante, tendrá una mentalidad no muy diferente al de Stay Night (Puede que incluso que peor).
Pero para martillear eso, primero hay que quemarlo. Y lo que pasó este capítulo junto con lo que vendrá el siguiente será solo una advertencia de que las cosas no se pondrán mejor en el arco final donde tendrá que tomar una decisión demasiado difícil… Y esta vez quien pagará los platos rotos es el.
Y no será muy distinto en los libros que vienen. Incluso si no es muy evidente en lo que ahora he mostrado del segundo… Comenzarán a ver desde el arco que viene de este, como está empezando a trotar ya en la senda al infierno.
Son casi seis libros los que están planeados. Uno siendo tan grande que tuvo que ser dividido en dos partes y el tercero siendo relativamente corto. Pero todos y cada uno de ellos estaran siendo escritos con el propósito de incinerar, templar, forjar, quebrantar y reforjar el personaje de Shirou.
Ustedes me dirán qué tan adecuado resulta ser al final.
Espero que lo hayan disfrutado. Nos veremos en la siguiente entrega y ojalá no se demore mucho.
- Melqart. 02/09/2024
