Disclaimer: Nada de esto me pertenece, la saga crepúsculo es propiedad de Stephenie Meyer y la trama es del webtoon y la novela "La emperatriz divorciada" de Alphatart y con arte de Sumpul, yo solo busco entretener y que más personas conozcan esta historia.


Capítulo 218. Warner y Edward (1)

Caminé hacia él con una sonrisa. Sin embargo, en el momento que noté su rostro retorcido, di un paso atrás.

¡¿Los efectos de la poción aún no han desaparecido?!

Su expresión se retorció aún más cuando retrocedí. Ahora, estaba completamente segura. Sin duda, los efectos de la poción no han desaparecido.

Pero, ¿por qué? Ya ha pasado mucho tiempo, ¿no?

Mientras pensaba en eso, el Gran Duque Warner parecía querer venir hacia aquí.

No puede ser.

Volví a dar un paso atrás.

La expresión del Gran Duque Warner se oscureció notablemente, pero no podía hacer nada al respecto.

Porque la forma en que hablaba el Gran Duque bajo los efectos de la poción era realmente extraña. Aunque nadie pensaría eso.

Leah, que estaba siguiéndome, me llamó, "¿Su Majestad?" Y luego me preguntó,

—¿Qué ocurre?

—Vayamos por el otro lado. Parece que hay mucha gente por aquí.

Rápidamente me giré hacia el otro lado, fingiendo estar tranquila.


Ah...

Warner inconscientemente estiró sus manos antes de avanzar, como si quisiera aferrarse a alguien. Luego, cerró sus manos y las bajó, quedándose allí aturdido, mirando la falda de su vestido mientras se alejaba.

Era como una mariposa que se alejaba volando, revoloteando en el viento.

—¿Gran Duque?

El escudero que lo había seguido desde Rwibt, iba a dar instrucciones para que sacaran el equipaje del carruaje cuando llamó a Warner.

—¿Qué sucede?

—Mariposa…

—¿Una mariposa?

El escudero miró a su alrededor con una mirada desconcertada.

No había polen, mucho menos mariposas.

[¿El Gran Duque está viendo cosas extrañas de nuevo?]

La voz perpleja del escudero resonó en la cabeza de Warner.

—... no.

Warner se dio la vuelta contra su voluntad.

—Bueno, ¿a dónde debo ir?

Entonces preguntó, y el funcionario que había salido a darle la bienvenida respondió rápidamente.

—Debe ir al Salón de las Estrellas. Yo le mostraré el camino.

Warner asintió y lo siguió.

El 'Salón de las Estrellas' era un lugar que hacía honor a su nombre. Al llegar al salón bajo la guía del funcionario, Warner levantó la vista hacia el techo negro.

Infinidad de diferentes tipos de joyas brillaban como estrellas en el firmamento.

¿Es para mostrar la riqueza del país que el lugar donde se recibe a los invitados distinguidos es así?

En el medio, una larga alfombra roja se extendía por el suelo, con varios funcionarios de pie a cada lado.

El Rey Edward también estaba de pie delante del trono en el otro extremo de la alfombra.

—Mis disculpas, Gran Duque. Debe dejar su espada.

El funcionario que lo había guiado hasta aquí le dijo en voz baja. Warner sacó la espada de su cintura y se la entregó, luego caminó hacia el Rey Edward.

Deteniéndose a unos seis pasos de él, inclinó ligeramente la cabeza en señal de saludo.

—Felicitaciones por su coronación, Su Majestad.

Edward sonrió y respondió—Gracias.

Por un momento, los dos se miraron fijamente sin decir una palabra.

Warner estaba recordando la ocasión en que se vieron por última vez antes de separarse. Ese día golpeó al Emperador Jasper, pero el enfrentamiento había comenzado con Edward, en ese entonces un príncipe.

Las comisuras de los labios de Warner se elevaron.

Podía saber lo que otras personas estaban pensando, por eso se dio cuenta que el Rey Edward estaba recordando exactamente lo mismo que él.

Sin embargo, en el momento en que el Rey Edward sonrió y dijo—También, me gustaría escuchar tus felicitaciones por la boda.

La leve sonrisa de James desapareció por completo. Luego, levantó las cejas.

Una persona ordinaria en esta situación se sentiría incómoda y se dejaría llevar por esas palabras.

[¿Qué puedo hacer si se acerca demasiado a Reina?]

Pero Warner había escuchado claramente el pensamiento de Edward.

Además, tan pronto como escuchó 'Reina', hubo una tormenta de calma en su mente. Una vez que fue arrastrado por la tormenta, su boca se abrió por sí sola.

—Felicitaciones por la boda.

—Gracias.

—Sería como un sueño verla con su vestido de novia.

—¿?

Frunciendo el ceño, Edward gritó—¿Qué demonios estás diciendo? —Su voz se extendió por el salón.

—No tiene por qué preocuparse. Olvide mis palabras.

Warner añadió torpemente.

No quería causar problemas nuevamente e irse como si estuviera siendo echado del Reino Occidental.

¿Cuánto se arrepintió de haber golpeado al Emperador Jasper en ese entonces? Fue reconfortante en el momento, pero esa sensación no duró mucho.

Al final, se convirtió en un gran problema. El acuerdo comercial no se concretó y no pudo quedarse más tiempo al lado de la Emperatriz Isabella.

No podía repetir lo mismo esta vez.

Sin embargo, Edward ya parecía sentirse ofendido.

[Debo contenerme. Debo contenerme. Debo contenerme.]

Estas palabras fueron repetidas por el sonriente Edward en su interior, revelando sus verdaderos pensamientos.

[Soy diferente del Emperador Jasper. No me dejó llevar por los celos. Reina me dijo que era adorable.]

Pero el arrepentimiento de James desapareció nuevamente ante la mención de 'Reina' en los pensamientos de Edward.

—Fueron palabras vacías.

¿Quién le dijo adorable a quién?

Los efectos de la poción, que parecían haberse estabilizado por un momento, se dispararon repentinamente.

—... ¿qué dijiste?

—Gracias por la invitación.

—No fue eso.

—Felicitaciones por la bo…

Warner se mordió los labios.

Lo había dicho antes sin problemas, pero esta vez no fue capaz de felicitarlo por su boda.

Al verlo reaccionar así, la expresión de Edward se oscureció.


En ese momento. La expresión de Jasper también era oscura.

Estaba revisando la invitación enviada por Edward para que asistiera a su boda en el Reino Occidental.

—¿Está en su sano juicio?

Jasper murmuró mientras miraba la carta espléndidamente decorada, con encajes color marfil.

Incluso había una frase en la carta que decía— 'Por nuestra amistad.'

Jasper arrugó la carta y la tiró cuando se dio cuenta de que no fue escrita por Isabella.

—¡Su Majestad!

El Marqués Karl abrió la boca sorprendido.

Se suponía que las cartas enviadas por los gobernantes de los países vecinos debían guardarse. Sin embargo, la arrugó hasta convertirla en una bola y luego la tiró al suelo.

Era importante conservarla, no sólo por el escriba, sino también por las futuras generaciones.

El Emperador Jasper se disgustó enormemente al recibir la carta del Rey Edward. Esto se podría saber en el futuro.

Jasper se levantó con frialdad e incluso pateó el papel arrugado.

—¡Su Majestad!

El Marqués Karl lo llamó de nuevo para intentar detenerlo. Pero enseguida, guardó silencio y dejó que Jasper hiciera lo que quisiera.

Ahora que lo pienso, las futuras generaciones que pudieran leer esta carta aprenderían sobre la relación entre el Emperador Jasper y el Rey Edward

Al menos eso creerían ellos.