Disclaimer: Nada de esto me pertenece, la saga crepúsculo es propiedad de Stephenie Meyer y la trama es del webtoon y la novela "La emperatriz divorciada" de Alphatart y con arte de Sumpul, yo solo busco entretener y que más personas conozcan esta historia.
Capítulo 98. ¡No Puede Ser De La Familia Real! (1)
Irina parecía ajena a la reacción que habían causado sus palabras. Bajó la cabeza y observó débilmente el suelo, pero no fueron sus accidentales palabras las que causaron su tristeza.
Jasper le lanzó una reprensión silenciosa a la Vizcondesa Clearwater quien se encontraba cerca. No obstante, ella negó con la cabeza. No hablaba con Irina a menudo, mucho menos tenía conversaciones en profundidad con ella, por lo tanto, no tuvo oportunidad de decirle que su bebé no podía ser de la realeza, e incluso si se lo hubiera dicho, considerarían que estaba provocando a Irina.
Ese era el caso para la dama de compañía. Sin embargo, Jasper, no tenía tal excusa.
Reacio a seguir tratando ese tema frente a los nobles, Jasper intentó llevarse a Irina lejos del sofá.
—Irina, ponte de pie.
Ella fue traída de vuelta a la realidad, y lo miró con los ojos llenos de lágrimas.
—Su Majestad...
—Volvamos.
—Oh, Irina está bien, Su Majestad. Puedo manejarlo.
—Vámonos.
—No quiero huir, Su Majestad. Irina puede superarlo.
Jasper estaba en un aprieto. Lo primero que aprendían los jóvenes nobles al hacer su debut en la sociedad era a tragarse su orgullo y retroceder. Podrían estar en lo más alto de su jerarquía en sus casas y propiedades, pero al entrar en la alta sociedad, eran lanzados a una situación en la que todos los demás eran más ricos, de posición más alta, y más poderosos. Lo mismo ocurría incluso con la descendencia de un duque, y solo la familia imperial era la excepción a esta cadena alimenticia.
Sin embargo, Irina no sabía nada de la aristocracia, y como resultado, testarudamente intentó preservar su orgullo, dejando a Jasper en un dilema.
Él caminó delante de ella, con una mirada firme indicándole que debía seguirlo. Solo entonces se dio cuenta de que él no iba a apaciguarla. Parecía querer decirle algo que no podía expresar en público.
Así que lo siguió apurada.
—… ¿por qué haría eso?
Mientras murmuraba para mí misma, Jessica me miró con curiosidad y luego giró su cabeza en la dirección que yo estaba mirando. El Duque Riddle estaba sentado junto a Irina en el sofá, inclinándose hacia ella y hablando.
—Increíble. ¿Pueden sentarse así de cerca?
Jessica chasqueó la lengua. Mientras observaba, la distancia entre el Duque Riddle y Irina que era casi inexistente. Jessica no era la única; otros nobles echaban miradas curiosas al par sentado en el sofá. Jasper los había mirado de reojo, pero dirigió su mirada hacia su secretario en jefe y continuó su conversación.
—El Duque Riddle debe tener los ojos en los pies si sigue socializando con ella.
Jessica refunfuñó en voz baja y se giró hacia su amiga, reacia a seguir mirando. Casi al mismo tiempo, el Duque me miró, y sonrió ligeramente cuando nuestros ojos se encontraron. Era una sonrisa amistosa, pero no logró engañarme. Hablaban mientras tocaban el regalo que le di a Irina.
Riddle dijo algo, y el sonriente rostro de Irina se endureció rápidamente. No sé lo que dijo, pero ciertamente le provocó una reacción.
¿Ese hombre acababa de sonreírme? Ridículo, puede sonreír todo lo que quiera.
Sonreí gentilmente a modo de respuesta.
El Duque Riddle se notó sobresaltado por un momento, pero pronto sonrió y miró hacia otra parte.
Jasper llevó a Irina a su dormitorio para explicarle, con calma, algunas cosas.
—Irina. Tu bebé no puede ser un príncipe o una princesa.
—¿Qué?
Lo observó sorprendida.
—¿De qué estás hablando? ¿Por qué?
—Los hijos de las concubinas no reciben ese título.
—¿Qué?
Continuó observándolo desconcertada.
—Pero son los hijos del emperador, ¿no es así? ¿No cuentan todos los hijos del emperador como parte de la realeza?
—Solamente los hijos con la emperatriz tienen ese título.
—¿Q-Qué?
Incluso después de escuchar su explicación, aún no podía comprenderlo. ¿El hijo del emperador podía no ser considerado un príncipe o una princesa?
—¿Entonces como llamarás a mi hijo? ¿No será parte de la familia imperial?
Jasper estaba consternado. Había disfrutado contándole a Irina historias de los nobles y la familia imperial, pero no podía hacerlo ahora, mucho menos decirle que sus hijos podían intentar hacerles daño a los hijos de la Emperatriz.
—Se convertirán en parte de la alta nobleza. No serán de la realeza, pero serán bien tratados.
A pesar de sus esfuerzos, Irina comenzó a llorar.
—Esto no está bien, Su Majestad.
—Irina.
—Mi bebé y el bebé de la Emperatriz llevarán tu sangre. Ella se convirtió en Emperatriz solo a través del matrimonio de todos modos, y la emperatriz no es el emperador. Entonces, ¿por qué solo los bebés de la emperatriz son considerados de la realeza?
Irina continuó aferrándose a esa idea obstinadamente.
—Así es la ley.
—Es una ley falsa. Tú puedes cambiarla.
—Irina.
—El emperador es la ley. Puedes hacer lo que desees.
Jasper fue forzado a ahondar en una extensa explicación acerca de la razón y la historia de la ley, pero Irina permaneció impasible.
—Mi bebé será privado de su identidad debido a otro bebé que todavía no ha nacido y que podría nunca nacer. Irina jamás podrá entenderlo. No tiene sentido.
Al final, Jasper se vio obligado a trazar una línea.
—Incluso si no lo entiendes, es una ley que está escrita en la gran iglesia, e incluso el emperador no puede cambiarla por sí mismo. Así que, de ahora en adelante, no hables de príncipes o princesas en frente de los demás. ¿Entiendes?
—Su Majestad...
Se atragantó a causa del impacto.
—El bebé de Su Majestad...
—Lo amaré y le daré una vasta riqueza y poder. Incluso si no es llamado príncipe o princesa, todos sabrán que es mi hijo. Lo único que no tendrá es sucesión legal, así que no hay razón para decepcionarse. ¿Está bien?
Irina apretó sus labios y no respondió. Le dio la espalda a Jasper y él suspiró.
—Si la emperatriz es estéril y no puede tener hijos, entonces la historia sería diferente.
—… ¿Cómo?
—Quizá el bebé sea adoptado por la Emperatriz, y entonces sería reconocido como parte de la realeza.
Jasper no podía quedarse mucho tiempo más porque tenía que regresar al banquete. Después de haberse ido, Irina se acurrucó en un rincón, abrazando sus piernas y dejando caer su frente sobre sus rodillas.
Ella llevaría el hijo del Emperador, pero no sería considerado de la realeza. Era demasiado injusto. Todo porque ella no era una emperatriz.
Irina estalló en lágrimas. Sandry, una sirvienta que había estado esperando y escuchando la conversación, se acercó para consolarla.
—No llore, Señorita Irina.
Sandry había reemplazado a Cherily, quien había renunciado después del escándalo con el Príncipe Edward.
—Pero las lágrimas siguen saliendo.
Habló con tristeza, limpiándose las lágrimas con sus mangas.
—Irina es una plebeya, y estoy agradecida de ser amada por Su Majestad. Pero el bebé... Este es el bebé de Su Majestad. ¿Qué tan molesta estarías si tu hijo no fuese tratado como si fuera suyo?
—Señorita Irina...
—Incluso si la Emperatriz tiene un bebé, será más joven que el mío. Su hijo será tratado como un príncipe o princesa, y mi hijo estará triste de vivir a su sombra...
—No se preocupe demasiado, Irina. Muchos años han pasado desde que la Emperatriz se convirtió en adulta, y aún no le ha dado un hijo al Emperador.
—Pero Irina tiene un bebé, ¿cierto?
—Bueno, se ha demostrado que no hay nada malo con el Emperador, así que es muy probable que la Emperatriz sea estéril. Como el Emperador dijo, el bebé de Irina podría, eventualmente, ser adoptado por la Emperatriz.
