En un mundo blanco con pronóstico desconocido, Yohane queda perdida mirando a un horizonte sinuoso, el habla le falta, no sabe lo que ocurre mientras su cuerpo tembloroso lucha por moverse. Insensata, carece de sentido a que su visión se agudiza, un escalofrío recorre su cuerpo y de la nada unas manos salen del blanco suelo sujetando sin firmeza. No es tentador, pero aquellas manos que se elevan trepando por sus piernas arrastran un calor reconfortante, agradable que casi hacen que su cuerpo quisiera dejarse llevar. Son caricias delicadas que muy en el fondo de su confundida memoria parece recordar, que son entre muchas las sensaciones productos del placer que se eleva en los recuerdos y yace cansada de visiones borrosas de un cuerpo que se abraza junto al suyo brindándole serenidad y una pisca de pasión.
Pero a lo lejos ve que algo se acerca, cómo una capa de fuego se arrastra cual marea, lleva tiempo, se pregunta y ¿si terminara con su vida? Más sin moverse aun grita sin decir nada, el silencio que el acompaña sólo es opacado por suspiros apasionados, ¿de dónde vienen? No lo sabe y no le importa. Mientras el fuego la abraza y encuentra en él más de mil emociones placenteras que no sabe identificar, ¿qué importancia tiene ya cuando la marea parece querérsela llevar?
"Yohane-chan…"
Ve que no hay escapatoria, que sus suplicas no serán escuchadas, y que de aquel fuego cruel brotan de su ser melodías lujuriosas que la hacer estremecer. Grita otra vez, más por compromiso que por otra cosa, mientras su cuerpo siente espasmos por doquier y avienta una maldición, le acompaña el fuego a su revelación y de pronto en un suspiro más que satisfecho la suave caricia bañan sus labios y del fondo de su garganta un gemido ahogado qué placido ha sido permitiéndole volver al mundo real.
"buenos días dormilona" alguien anuncia, entre quejidos bajos se acomoda dejando caer su peso sobre una confundida chica.
Yohane trata de acostumbrarse, de adaptarse y en su mente buscar el punto real de aquella situación "¿Lailaps?" la ve ahora ya despierta, con aquella sonrisa genuina y cabello erizado que oculta media mirada socarrona
"¿dormiste bien?" dice la chica loba "parece que tenías un sueño bonito"
Yohane por fin está consciente y no es para menos sentirse prisionera, pues Lailaps yace sentada sobre sus caderas con un buen puñado de semilla ya en su interior y con un buen tapón que hace el sello correcto del nudo de Yohane. ¿Podría ser aquello una violación? qué más da, nadie le creería si dijera que su mascota la monta mientras duerme incluso podrían tomarla a ella como una chica de gustos extraños.
"pudiste haberme despertado antes" dice Yohane ahora sin opción más que permanecer bajo Lailaps hasta que una de las dos decida que es suficiente y suelte a la otra. Pero cómo va la cosa y los masajes insistentes de Lailaps, sabe Yohane que su polla es más que feliz por recibir dicha atención.
"lo hice, pero noté que alguien ya estaba levantado antes y preferí no molestarte mientras pasaba el rato con este chico" dijo Lailaps moviendo las caderas de adelante hacia atrás en un movimiento atrevido que sacó una mueca de dolor en Yohane
"no hagas eso" le reprochó sin olvidar lo que ocurrió el día anterior cuando Ruby las cachó
"¿Por qué? ¿te duele?" dijo Lailaps e hizo el intento de levantarse un poco haciendo que la mueca de Yohane se hiciera más grande "a ver si así aprendes a cómo tratar a una loba"
"¡ay maldición eso duele! ¡detente detente!" Lailaps se compadeció de sus súplicas, aunque también le estaba doliendo a ella hacer esa gracia, y volvió a su posición reconfortando a la chica con un dulce apretón "perdona lo de ayer, yo no sabía, además, lo dices como si esto fuera algo que hago con frecuencia ¿Cómo iba yo a saber?"
"pues para eso fue el libro que te dio Mari-san" dijo Lailaps reprochándole
"en mi defensa, no leí todo ese maldito libro" dijo Yohane pues básicamente entendió que no habían más especies como Lailaps y eso fue toda la información que retuvo en su cabecita hueca "por otro lado, jamás hubiera imaginado que terminaría cogiéndome a mi hermana que también es mi mascota que es una especie de lobo casi extinto"
Lailaps le iba a discutir, pero pensándolo mejor no era muy bonito de su parte molestarla aun cuando solo quiere seguir apareándose con Yohane. Ella tampoco estaba en capacidades para ser la voz de la razón que siempre fue, es más, se notaba el esfuerzo que debía de hacer para no pensar en tener siempre la banana de Yohane pegada a su papaya.
"bien, dejemos ese asunto de lado" dijo rindiéndose por el momento, pero si le inquietó un pequeño asuntito "por cierto ¿ya pensaste lo que harás?"
"¿hacer que?" Yohane ladeo la cabeza confundida, no espera hacer nada especial ese día, además, empezaba a sentirse cómoda estar dentro de su hermanita loba.
"a ver ¿Cómo se supone que revestirás el hechizo que nos trasformó en esto?" preguntó Lailaps sin creerse que Yohane no estuviera pensando ya en un plan para revertir el hechizo.
Yohane cae en cuenta de que más que pensar en algo dejó el asunto completamente de lado, además, de que no todo es culpa suya, según recuerda justo cuando despidieron a Ruby y Hanamaru, Lailaps quería volver a estar en cuatro patas recibiendo lechita de Yohane. Pero viendo el panorama que tenia adelante, además de la chica desnuda con grandes tetas, Yohane se preguntó si era necesario apurar ese asunto.
"¿tenemos prisa?" le preguntó a Lailaps quien solo quedó pasmada esperando que dijera la idiotez que crea necesaria "¿es conveniente?" pero Yohane soltó otra pregunta a lo que Lailaps no le quedó otra que responder con otra pregunta.
"¿Qué estas queriendo decir?" la verdad estaba algo perdida y eso que se supone debería ser más inteligente que Yohane.
"bueno espera un momento…" Yohane se estiró sobre la cama y a un lado sobre la mesita de noche tomó el libro que Mari y Riko les dieron el día anterior "bien déjame ver… aquí dice… la época de celo de esta especia puede durar entr días…" dijo leyendo la información "no creo que sea buena idea revertir el hechizo, no aun"
Yohane tenia un punto allí, si revertía el hechizo volverían a estar como al principio y Lailaps se volvería loca. Algo de razón hay sin embargo estamos hablando de Yohane, seguramente si encontraba una solución mañana, esta debía haber empezado a buscar hace meses.
"la verdad a mí no me importaría volver a ser yo misma, tu te puedes quedar así y seguir cogiéndome" propuso, algo que a Yohane no le hizo gracia "bien bien esta bien, pero al menos intenta buscar la solución con antelación ¿de acuerdo?" Yohane asintió aceptando la propuesta.
"hoy iré a ver a Mari-chan, le devolveré el libro y de paso le preguntaré si conoce una solución" dijo Yohane mientras se estiraba y dejaba el libro donde lo encontró en primer lugar "pero antes tendré que arreglar mi ropa, la cola me estorbaría y me vería rara, si alguien me ve con ella… jaja ¿te imaginas la cara que pondrá Mari cuando…" Yohane detuvo en seco mientras su cara se volvía roja.
"¿Cuándo qué…? ¿oye por qué estás roja?" preguntó Lailaps hasta que ella también se quedó pasmada al recordar un pequeño detalle de la reina demonio.
Resulta y pasa que Mari no se sorprenderá ni espantará al ver a Yohane o Lailaps convertidas en semihumanos, pues era conocimiento de sus amigas mas cercanas que la reina demonio tiene un jodido super oído que todo lo escucha. Si, era más que obvio qué Mari había escuchado a Yohane gemir mientras se cogía a Lailaps y a Lailaps suplicar por más mientras era llenada de lechita, y ni hablar de un sinfín de palabrotas sucias que tal vez no se acuerden que una vez dijeron en el calor del sexo.
