Capítulo 2
Planeta Administrativo Número 69
Pocas semanas después…
"¡Eso es! ¡Trata de sentir de donde viene la energía!"
Sasuke miro con interés como su hijo Kaito y Fate entrenaban en la zona de preparación de la nave. Durante los últimos dias había podido ver porque Fate era Enforcer, su hoja de servicio era increíblemente limpia y perfecta y eso era evidente ahora, a pesar de sus problemas no estaba limitada en ningún sentido y no era solo por su dispositivo, sino también por su propia habilidad.
Cada dia que pasaba, Sasuke estaba más orgulloso de haberla convencido para que los ayudara, especialmente ahora que Kaito por fin podía tener una buena compañera de entrenamiento. Sasuke sonrió, Kaito era especial y no lo decía porque fuera su hijo si no porque sus habilidades se basaban en sentir la energía del enemigo de manera que no necesitaba ver para saber de dónde venían los golpes.
Eso era lo que trataba de enseñar a Fate ahora dado sus nuevas limitaciones y ella era una estudiante brillante, aprendiendo rápido. Sasuke solo podía imaginar lo buena que sería si alguna vez se recuperaba.
En aquel momento, vio a Kaito tener que usar su barrera para golpear un ataque directo del arma de Fate y volar hacia atrás, cayendo de manera elegante antes de detener el entrenamiento con una sonrisa.
"Muy bien, descansemos." dijo Kaito.
"¿Ya te has cansado?" pregunto Fate.
"Admito que no esperaba tener que esforzarme de esta manera, hermanita."
Fate rio, solo habían pasado unas semanas, pero el vínculo entre ella y Kaito era tan fuerte como el de un familiar. Fate era callada y a veces se perdía en sus pensamientos, pero cuando Kaito le llevo aquella pequeña bola de pelo que ahora guiaba a Fate por los pasillos de la nave, una conexión se había creado entre ellos.
Y poco a poco, la misma conexión se creaba entre Fate y Sasuke. El hombre sonrió con tristeza, él y su esposa siempre quisieron una hija y ahora parecía que por fin el momento había llegado, en forma de una joven que poco a poco se estaba ganando sus corazones.
"Woof!"
La bola de pelo de Fate, quien estaba a su lado, era un precioso perro-lobo que Kaito había rescatado pocos dias antes que a Fate. El animal era tan reservado como su dueña cuando llego, pero tanto Kaito como Sasuke notaron que el animal había estado inquieto cuando Fate llego y no fue hasta que Kaito lo llevo con ella, que el pequeño cachorro se calmó.
Era como si hubieran estado destinados a conocerse y ahora, el animal, que se llamaba Fenrir, y Fate era inseparables.
"Vamos, Fenrir." dijo Sasuke.
El animal, que realmente era muy obediente, siguió a Sasuke por la nave hasta que llegaron a la zona de preparación, donde Fate y Kaito hablaban y se reían. Los dos se giraron al mismo tiempo al escuchar sus pasos y un momento después, Fenrir ya estaba con Fate.
"¿Has sido bueno, Fen?" pregunto Fate.
"Woof!"
"Ha sido muy bueno." dijo Sasuke. "Pero creo que esta más contento por verte y porque le has dado una lección al Capitán."
"Papa, por favor, que estábamos entrenando." dijo Kaito, fingiendo estar ofendido.
"No mientas, esta vez te he hecho sudar." dijo Fate.
"Bueno… a lo mejor."
"Woof!"
Los cuatro rieron y quizá era el ambiente o el hecho de que Fate, a veces perdida y triste, ahora parecía reír más a menudo, como si hubiera encontrado un lugar de paz donde volver a ser parte de lo que era.
Una familia.
"Me voy a la ducha antes de que me hagáis sentir peor." dijo Kaito.
Kaito se marchó, dejando a Sasuke a solas con Fate y Fenrir y fue entonces cuando la idea que había tenido hacia dias volvió a él con fuerza. Ya lo había hablado con Kaito y al joven le parecía perfecto, pero por alguna razón, Sasuke estaba nervioso y Fate tuvo que notarlo porque se giró hacia el con una mirada preocupada.
"¿Pasa algo, señor?" pregunto Fate.
"Hay… bueno, tengo una pregunta para ti, Fate. Si tienes un momento." dijo Sasuke.
"Claro." dijo Fate, acariciando el lomo de su preciado animal.
Sasuke podía sentir la tensión del momento, lo que iba a preguntar era complicado para él y seguro que no sería fácil para ella, pero era lo que sentía de corazón y la verdad es que era una nueva dinámica que ya llevaban mucho tiempo entre ellos.
Puedes hacerlo, Sasuke.
La voz de su esposa, la madre de Kaito, lo lleno de ternura y le dio la fuerza necesaria para hacer la pregunta que llevaba dias queriendo hacer a la joven rubia.
"Fate, quería saber si… bueno, si te gustaría que te adoptara como mi hija." dijo Sasuke, nervioso. "Te llevas muy bien con Kaito y la verdad es que yo y mi esposa siempre quisimos una niña y bueno, Kaito es un regalo en el cielo, pero desde que murió su madre no había vuelto a ser feliz, no como ahora, que estás aquí y…"
"Señor." dijo Fate, seriamente.
Sasuke miro a Fate preguntándose si aquello había sido una buena idea, después de todo, quizá estaba cometiendo un error y Fate quería estar sola o cuando esto terminara querría marcharse al otro lado del universo o quizá…
"Sería un honor para mí convertirme en su hija, Sasuke Toshiba."
Las palabras resonaron con fuerza en el pasillo de aquella sala, pero mucho más en el corazón de aquel hombre que había tratado de esconderse en su dureza y había sobrevivido solo con el amor de su hijo.
Pero ahora era distinto, ahora ya no solo eran Kaito y el. Ahora tenía una nueva hija y Kaito una nueva hermana y casi pudo jurar que vio el espíritu de su mujer sonreír al nuevo miembro de la familia con aprobación.
"Bien entonces… bienvenida a la familia, Fate." dijo Sasuke, emocionado.
"Woof!?"
"Tú también, Fenrir. Claro que tú también." dijo Sasuke, con usa sonrisa.
Ninguno vio ni sintio a Kaito, escondido detrás la puerta del vestuario de hombres, visiblemente emocionado mientras su padre y Fate sellaban la unión de esta nueva en sus vida donde ahora, tanto el cómo su padre tenía una hermana y una hija que proteger.
Y lo harían, pasara lo que pasara, siempre estarían ahí para Fate. Nunca la traicionarían.
Nunca.
Base de la Unidad 6
Suspiro mirando la montaña de papeles delante de ella. Los rumores habían llegado de manera casi seguida, pero era lo que sus agentes habían descubierto lo que la había puesto en alerta, pues que Scaglietti siguiera vivo era un problema que no estaba segura de cómo solucionar.
Una llamada la saco de sus pensamientos y casi automáticamente, atendió la llamada de su asistente, Shari.
"Dime."
"La prensa está aquí de nuevo, esta vez, quieren saber si es verdad lo de Scaglietti." dijo Shari.
"No tenemos nada. Diles que convocare una rueda de prensa cuando tenga algo seguro, pero hasta entonces, necesito paciencia."
Shari no se marchó como su jefa esperaba, aunque eso tampoco le importaba, todos sabian el momento de tensión por la que estaba pasando, de hecho, no era la única que estaba así, enfadada, triste, nerviosa, todos lo estaban.
"Hayate, la prensa…"
"No voy a hablar con nadie hasta que sepa la verdad, Shari. Si quieren difamarnos que lo hagan, yo tengo una unidad preparar en caso de que ese hombre siga con vida."
Hayate corto la comunicación, sabiendo bien que debería disculparse con su asistente más tarde pero ahora, tenía otras que llamaban su atención como, por ejemplo, descubrir si Scaglietti seguía con vida o no y de nuevo, Hayate comenzó a mirar entre sus documentos cuando encontró un nombre que llamo su atención.
Fate T. Harlaow.
El dolor que ese nombre le provocaba era tan inmenso que Hayate se vio forzada a apartarse de su mesa, como si el documento con ese nombre la quemara. Hacía semanas que todo había pasado y, aun así, Hayate seguía con las mismas preguntas sin respuestas.
Su cabeza le decía que no había opciones, pero su corazón le gritaba una inocencia que no podía demostrar, especialmente cuando dias atrás, más pruebas se había presentado en su contra y esta vez, ni siquiera le habían dado a Hayate la opción de hacer preguntas que crearan alguna duda.
No había dudas, no podía haberlas.
Flashback
"Comandante Yagami, tenemos los resultados del ataque."
Hayate recibió los documentos del oficial Marcus Kyo con preocupación ya que no se había esperado un ataque así, normalmente, los civiles no se veían afectados por ataques al azar de magos, pero el hecho de que eran los padres de Nanoha levanto todo tipo de dudas que ella tenía que resolver.
Lo más raro del informe era que, por un lado, nadie había sufrido daños graves, solo unos pequeños cortes sin importancia que se habrían producido por la caída de algunos cristales de la casa. Luego, estaba el hecho de que los Takamachi no recordaban absolutamente nada y tanto Shamal como Yuuno coincidían en que porque habían usado un hechizo para que olvidaran el ataque.
Pero la última parte del informe era lo que Hayate más temía y lo que, fugazmente, se le paso por la cabeza, pero se negaba a admitir y a pesar de todo, los resultados estaban allí.
"Las marcas son las mismas, ¿estáis seguros?" pregunto Hayate, seriamente.
"Si, Comandante, los cortes que encontramos en la casa y en los alrededores pertenecen al dispositivo 'Bardiche' de la Enforcer Fate Testarossa."
Hayate suspiro y asintió, dejando el informe en la mesa. Por alguna razón sabía que el ataque y que Fate se hubiera escapado de la prisión donde estaba relacionados, pero, aunque estas pruebas solo contaban el hecho de que Fate había estado allí, Hayate no sabía que pensar.
Fate adoraba a Nanoha y quería mucho a la familia de la chica por lo que Hayate no imaginaba que pudiera atacarlos, pero tampoco podía pensar que Fate pudiera matar a nadie y bueno… había razones para pensar que había cometido tal acto, por eso estaba en prisión.
Por eso ahora Hayate estaba forzada a tratarla como una criminal, quisiera o no.
"Muy bien, avisa a todos para que estén atentos y que un equipo de elite empiece a buscar a Fate Testarossa enseguida." dijo Hayate.
El oficial asintió y se marchó mientras Hayate cerraba los ojos, mientras tanto, ella tenía que hacer unas llamadas para mover sus contactos, era algo rutinario, algo que debía hacer como Comandante.
Pero como amiga, se dio cuenta al levantar el teléfono que su mano temblaba y que algo que era rutinario, poco a poco se convertía en su peor pesadilla.
Fin Flashback
Hayate solo recordaba otro momento así, cuando los miedos la habían ahogado y eso fue la primera vez que apresaron a Fate, como sus ojos inocentes se habían quedado vacíos al ver que la gente que quería le daba la espalda.
Y una vez la llevaron a aquella cárcel, Hayate había tenido demasiado miedo de saber que había sido de ella, por lo que jamás pregunto y sabía que todos los amigos de Fate habían pensado lo mismo. Ella pensaba que quizá Erio y Caro había intentado ir a verla, pero era demasiado jóvenes y su rango no era lo suficientemente alto para verla.
Ellos creían en Fate, con pruebas o sin ellas e incluso Teanna, la alumna más guerrera de Nanoha había tenido sus dudas, pero ellos no entendían las pruebas y por más que dolía, Hayate y sus amigas tenían que confiar en el sistema.
Nanoha y Vivió le dieron la espalda a Fate y con el ataque a la familia de Nanoha, las cosas no habían hecho más que empeorar. Nanoha no quería saber nada mas de Fate, aunque Hayate todavía podía ver el efecto de la falta de Fate en Nanoha, aun así, sin una razón de peso para dudar, las dos creyendo que Fate era culpable de todo lo que había pasado y es que, por más que Hayate quisiera seguir su corazón, las evidentes marcas de 'Bardiche' eran irrefutables.
Hayate negó con la cabeza, ya tenía a gente trabajando en apresar a Fate de nuevo y ahora ella tenía que centrarse en Scaglietti, quien era un problema incluso mayor. Si todo esto se confirmaba, Vivio estaría en peligro de nuevo y con ella, Nanoha también, por no hablar de que Fate podía estar en peligro también o que incluso podía estar relacionado con Fate y lo que había pasado en los últimos meses.
Seria una cosa muy retorcida, si, pero Hayate sabía que la única persona que podía compararse a Fate era Nanoha y una lucha entre las dos acabaría con una y destrozaría a la otra, por desgracia, Hayate estaba segura de que Scaglietti también conocía esa verdad y eso era peor que tener que enfrentarse a él directamente. Hayate frunció el ceño, queriendo olvidar esa imagen y se centró en su trabajo, contactando con sus agentes para que le dieran un informe más detallado.
Se calmo y respiro hondo antes de llamar a Signum, quien había ido a la escuela con la intención de pedir ayuda a Carim y Yuuno y localizar cualquier cosa que pudiera decirles si Scaglietti estaba vivo o no.
"Hayate, ahora mismo iba a llamarte." dijo Signum al ver su imagen.
"¿Descubrieron algo nuevo?" pregunto Hayate.
"Carim puede que tenga algo."
Hayate miro a la joven con algo de confusión mientras Carim le mostraba una imagen, era algo borrosa, pero Hayate pudo reconocer la nave, ella sabía quién estaba allí, pero eso solo hizo que sus miedos se confirmaran.
"Así que era verdad." dijo Hayate.
"Si, Scaglietti está vivo, Comandante y puede que Vivio este en peligro de nuevo."
Hayate ya podía sentir el dolor de cabeza que comenzaba a amenazarla, pero tenía que centrarse. Vivio era de las pocas cosas que mantenían a Nanoha en pie ahora mismo y ninguno de los que estaban en la base dejaría que le pasara nada a la joven, pero no era solo eso lo que atormentaba a Hayate y antes de poder detenerse, escucho las palabras salir de su boca sin control.
"¿Hace cuanto se tomó esta imagen?" pregunto Hayate.
"Hace meses." dijo Carim, mirando a un lado, avergonzada. "Hemos tenido que aumentarla varias veces hasta distinguir la nave y nos ha llevado mucho tiempo, discúlpame."
Hayate asintió, era una imagen complicada de descifrar, pero la confirmación de Carim solo trajo más dudas que, al parecer, Signum también sentía cuando la miro y vio que una de sus amigas más cercanas la miraba con una expresión seria pero que se sentía más como una duda que iba creciendo.
"Tú también lo piensas, ¿no?" pregunto Signum.
"Si…" respondió Hayate. "Pero ahora debemos centrarnos en esto. Signum, reúne a todo el mundo, tenemos que formar un plan para cuidar a Vivio y que ninguna de las dos diga nada de la imagen por ahora."
"Hayate…" dijo Signum.
"No todavía, Signum, primero tenemos que saber que está pasando y esta vez, necesitamos todos los datos." dijo Hayate.
Porque no podían equivocarse, fuera cual fuera el resultado, no podían fallar, demasiadas vidas estaban en juego entre ellas, todas las que Hayate quería proteger más que nada en el mundo.
