-Ya no puedo más...
Aquellas palabras habían dolido más que las anteriores, todas aquellas palabras mostraban todos los sentimientos que ella sentía, que él le había provocado. Ese era su límite, nunca la había visto triste por su culpa, siempre fingía que estaba bien y le mostraba una sonrisa, a pesar de haber estado rota ella aún le daba la poca felicidad que le quedaba. No podía pensar con claridad, la tenía en frente y lo único que podía hacer era verla, ver cómo rompía en llanto, sus hermosos ojos color lila ahora estaban llenos de lágrimas. Justo como cuando la conoció.
-¿Porque?.
Era lo único que salió de sus labios. Nisiquiera sabía porque hacía esa pregunta, pero el cambio de expresión de Hinata lo hizo sentir como que hizo la pregunta incorrecta.
-¿Cuando fue la última vez que me demostraste que de verdad sientes algo por mi?.
Su mente comenzó a recordar aquel momento que ella pedía. Pero nada llegaba a su mente, no podía recordar, hasta que como un rayo de luz, recordó la última vez que habían hecho el amor.
-El mes pasado...
No pudo terminar la frase, pues aquel momento solo había sido para bajar los deseos de tener sexo. Pero se había dado cuenta que solamente la había utilizado, nisiquiera fue tierno al momento de comenzar. Miró sus ojos nuevamente. Ahora su sonrisa mostraba burla y tristeza.
-¿Hablas del día en que terminaste y después te marchaste?. Sin decir nada, solo me usaste Sasuke-. Se limpió el resto de lágrimas de sus ojos -eso ya no importa, de cualquier manera me iré, en esa carpeta están los papeles de divorcio, mi abogado vendrá por ellos después.
No hizo nada, ninguno de sus músculos se movió para intentar detenerla, quedó completamente paralizado. Escuchó la puerta de afuera cerrarse y un auto dando marcha.
Por fin sus piernas perdieron la fuerza, se estrelló en el suelo y su pecho comenzó a comprimirse. Se le dificultaba respirar y sus mejillas comenzaban a mojarse.
Flashback
Hinata se acercó a su cuerpo, aferrandose a su pecho con fuerza después de que el atravesó la puerta, se sentía cansado, al sentir los brazos de ella rodear su torso sabía que iba a comenzar a ponerse cariñosa y eso le molestaba. Con un suspiro de cansancio la intentó apartar de él. Sin embargo, Hinata poseía demasiada fuerza. Alzó la cabeza y tomó sus labios, no pudo hacer nada y no lo hizo, simplemente se había quedado estático. Hinata comenzo a mover sus labios pero sin lograr que el contrario hiciera lo mismo. Sin más tomó sus manos entrelazadas detrás de él y la apartó sin ninguna delicadeza, se alejó de ella y subió a su habitación.
Nuevamente otro recuerdo llegaba a su cabeza, Hinata acostada en su cama, vistiendo un conjunto de ropa interior sexi, de color rojo con negro, lleno de encajes y figuras de flores, hacían relucir su bien formado cuerpo, era preciosa, su piel blanquecina la hacía ver cómo una muñeca de porcelana. Pero aún si tuviera deseos de poseerla lo único que hizo fue meterse a la ducha e ignorarla. Salió y lo único que vió fue una cama vacía. No le tomo importancia y se acostó a dormir.
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Leyó los papeles que Hinata le había dejado, con un sentimiento que no lo dejaba respirar bien, después de aquellos recuerdos que estaba seguro de que no eran lo únicos, sino los más recientes. Al llegar al final estaba la firma de Hinata, sus trazos limpios y pulcros como solo ella podía hacerlos demostraban que ella estaba segura de separarse de él. No sé había dado cuenta de que las lágrimas no paraban de salir de sus ojos hasta que alguien llamo su puerta. Con la esperanza situada en su pecho y mente corrió hacía la puerta, esperando con ansias que sea ella, su mujer. Esperaba que se hubiera retractado.
Sin embargo, todas esas esperanzas desparecieron como si un tornado se las hubiera llevado, pues al abrir la puerta vió a una mujer completamente diferente a Hinata.
-Sasuke-san.
Era su secretaria, Sakura, tenía dudas del porque estaba ahí Pero no estaba dispuesto a escuchar lo que quisiera decirle, lo único que quería era formar un plan para recuperar a su esposa. Porque estaba seguro de que no quería dejarla ir.
Cerró la puerta sin decir nada más y entró nuevamente a su casa con lo papeles en la mano.
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Había estado toda la noche viendo los papeles de divorcio, porsupuesto que no los iba a firmar, antes muerto. Cuando amaneció salió de su casa, iría a hablar con Hinata y la traería a su casa de regreso, estaba seguro de que estaría con su hermana, pues ella era su única familia. Llegó a los departamentos dónde vivía, Hinata lo había llevado un par de veces, casi siempre era su hermana la que los visitaba, Pero aún así sabía dónde vivía.
Tocó la puerta, esperó un poco y como lo había pensado, ahí estaba.
-Hola Kiba-kun, te estábamos esperan...
Al parecer estaban esperando a alguien más. A un hombre específicamente.
-¿qué haces aquí?.
Su rostro que antes demostraba una gran sonrisa ahora demostraba confusión total, su cuerpo se tensó y retrocedió, como si lo rechazara o como si le tuviera miedo.
-Vine por ti, ¿Que más haría aquí?.
Se sentía molesto, ¿Acaso el tal Kiba era su amante?¿Por eso lo estaba abandonando?.
-Crei haberte dicho que cualquier cosa sobre el divorcio lo tratariamos con nuestros abogados. No quiero verte Sasuke, tú y yo ya no tenemos futuro alguno.
-Eso no lo decides tú.
-No, si por mí fuera no hubiera tomado esa decisión, tu indiferencia y tus actos provocaron que esto pasara. Sasuke, no quiero seguir con esto, no puedo hacerlo.
-¡¿Acaso es por tu amante?!, ¿Me abandonas por alguien más?.
-¿Que dices?.
Él tono en sus voces aumentaba, Hinata estaba confundida y dolida, el que Sasuke creyera que lo engañaba le dolía más que nada. Incluso más que sus tratos hacia ella.
-¿Cómo puedes pensar que yo haría eso?. Lo único que he hecho estos últimos tres años es entregarme a ti, ser la persona que vive para ti, mientras solo recibo desinterés y malos tratos.
Había rompido en llanto nuevamente, se había prometido a si misma no volver a llorar por su culpa, pero no pudo evitarlo. Sus emociones salían a flote como nunca.
-Justo cuando abriste la puerta mencionaste un nombre, con una cara de felicidad.
Se sentía demasiado molesto, porsupuesto que nunca pensaría que Hinata lo engañaría, pero todas sus emociones estaban revueltas en su cabeza, lo que no le permitía pensar con claridad y dejarse llevar por cualquier pensamiento. Aunque fuera erróneo.
-Basta Sasuke, no debo darte explicaciones, piensa lo que quieras, solo vete de aquí por favor.
Estaba a punto de cerrar la puerta cuando Sasuke lo impidió.
-Vine por ti y no me iré.
Estaba decidido, se la llevaría con él. La tomó de la muñeca, pero ella intentó alejarse, no tenía suficiente fuerza.
-suelta a mi hermana.
A la escena se unió Hanabi, exigiendo que se apartará, porsupuesto Sasuke no le haría caso, acercó a su cuerpo a Hinata. Sin esperarlo el cuerpo de Hinata se desvaneció en sus manos, estaba inconsciente.
-¡Hinata!.
Ambos gritaron. Sasuke sin esperar la tomó en sus brazos y entro al departamento. La colocó en un sofá de la sala mientras Hanabi corría por alcohol y torundas.
Después de un par de minutos Hinata recobro el conocimiento. Los otros dos veían con atención a Hinata, esperando un movimiento por parte de ella. O algún signo que les indicará que volvería a desmayarse.
-Te llevaré a un hospital...
Sasuke se acercó más a ella viendo como seguía mareada. Hinata solo lo miró desganada, no tenía energía para discutir y menos si ya sabía que no iba a poder convencer a Sasuke de lo contrario. Sin rechistar Hanabi se fue con ellos, no iba a dejar a su hermana sola. Durante el camino nadie mencionó ni una sola palabra, el silencio reinaba aquel recorrido.
Mientras la cabeza de Sasuke no paraba de pensar cosas sin sentido. Probablemente la falta de sueño le estaría afectando. Llegaron por fin al hospital, Sasuke con sus influencias hizo que Tsunade, la médico familiar, los atendiera. Ambas mujeres de llevaban demasiado bien. Porque Hinata antes era su asistente hasta que se enamoró del Uchiha.
-Estás embarazada.
Fue lo que le dijo, estando ambos Uchiha solos con ella, Hinata no supo reaccionar, en cuanto procesó esas palabras sus lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. Mientras Sasuke también había quedado en Shock.
-¿Cuánto tiempo?.
Fue lo único que pudo salir de sus labios. Sentía que aquel rayo de esperanza se hacía cada vez más amplio.
-Un mes.
Sasuke no pudo evitar voltear su mirada hacía Hinata, una gran sonrisa en su rostro demostraba lo feliz que estaba, sin pensarlo tomó a Hinata y la abrazó. Pero el movimiento que Hinata realizó después del contacto lo descolocó.
-Basta Sasuke.
Tanto Tsunade como Sasuke quedaron impresionados por el actuar de Hinata. Creían que estaría felíz por la noticia pero su expresión mostraba todo lo contrario, mostraba tristeza y molestia a la vez, había empujado a Sasuke hasta alejarlo unos pasos de ella.
-No dejaré que le hagas daño a mi bebé. Él no merece a un padre como tú.
-Hinata...
No sabía que decir, escuchar esas palabras le dolían demasiado, quería compartir esa felicidad con ella pero hasta ese momento no había caído en cuenta. La forma en como la trataba por fin traían las consecuencias consigo.
-Lo siento Sasuke, pero no te quiero cerca de mi bebé, no quiero que lo hagas sufrir como a mi.
Hinata se puso de pie y salió del consultorio, Tsunade no sabía que decir, simplemente se quedó en su asiento, mientras veía como Sasuke derrotado se sentaba en aquella silla y colocaba sus manos en su cabeza.
En cuanto Hinata salió se encontró con su hermana y a su lado estaba Kiba, por fin había llegado. Les contó sobre el embarazo y ambos la abrazaron, porsupuesto que la comprendían. Regresaron a la casa de Hanabi, Hinata se quedó dormida en cuanto llegaron, habían sido demasiadas emociones por ese día.
Habían pasado dos semanas desde aquel acontecimiento, Hinata creyó que por fin Sasuke había entendido que no lo quería cerca, sin embargo, ese pensamiento se esfumó de su mente cuando tocaron la puerta. Al abrirla se encontró con un repartidor, el cuál le dijo que todas aquellas cosas eran para ella.
Sin entender nada, solo aceptó lo que el repartidor le llevó y al analizarlo pudo ver demasiados muebles y artículos de bebé. Tomó la nota que había en una esquina de aquella caja y con letra pulcra y bien definida la leyó.
"El bebé que está en tu vientre también es mío, no importa lo que pase, haré lo que sea para que me perdones y vuelvas a mí lado.
Siempre tuyo U.S"
Sus ojos comenzaron a derramar nuevamente lágrimas, amaba demasiado a ese hombre, lo habia amado con locura desde que lo conoció, y lo seguía amando con esa intensidad. Pero tenía miedo, si volvía con el cabía la probabilidad de que volviera hacerle lo mismo. Y no podía soportar eso de nuevo.
Sin esperarlo se quedó dormida en el suelo abrazando una cobija que le habían entregado junto con otras prendas de bebé.
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-Lo siento mucho, Hime, por favor perdóname.
Abrió los ojos al escuchar aquellas suaves palabras, sentía una enorme calidez abrazar su cuerpo, el tacto en su cabello era demasiado gentil.
Al abrir completamente los ojos se topó con unos negros, la miraban con un extraño brillo, creyó que era un sueño, pues nunca en su vida habia visto a Sasuke mostrar sus emociones y mucho menos pedirle perdón. Al despertar por completo se dió cuenta de que estaba acostada en el pecho de Sasuke como un bebé. Por eso sentía esa calidez. Se sentía muy cómoda, sin más tomó la mejilla de Sasuke con la palma de su mano y comprobó que era real. Sonrió para si misma y volvió a acurrucarse en su pecho. Aquella sensación no la cambiaría por nada.
-¿Cómo quieres que se llame?.
Sasuke se sorprendió por aquella pregunta. Con una gran sonrisa volteó su mirada hacía abajo.
-Hay una gran variedad de nombres hermosos, ¿Te parece si lo decidimos cuando Nazca?.
Recibió una afirmación con su cabeza, su sonrisa se hizo más grande y su agarre en su cintura se volvió más fuerte. Se quedaron por mucho tiempo ahí, solamente sintiendo su calor y su presencia. Llenando aquella habitación con paz y felicidad.
