Supremo Amor.

[Crossover].

En una época en la que el equilibrio sufrió un gran quiebre con el nacimiento de gemelos híbridos, surgió un legendario amor.

Sinopsis.

Un encuentro imprevisto es el comienzo para dos hermanos, de una legendaria travesía que los guiará a su destino y así comprender el verdadero poder. Un amor decidido y uno incomprensible, son pieza clave para llevar a cabo la misión con la que Sakura y Touya fueron marcados desde su nacimiento como gemelos mitad humanos con habilidades sobrenaturales.

P.N: Los personajes de Card Captor Sakura y Tsubasa Reservoir Chronicles no me pertenecen. Sólo los he añadido para protagonizar esta historia que es de mi invención. Sus derechos están reservados por sus respectivos creadores: el grupo CLAMP.

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Supremo Amor.

En una época en la que el equilibrio sufrió un gran quiebre con el nacimiento de gemelos híbridos, surgió un legendario amor.

07. El poder oculto IV: El destino del sucesor elegido.

En la mañana del día siguiente...

El emperador daba vueltas por el salón de reuniones. Los miembros del consejo y de la corte lo veían con asombro. Ninguno decía nada, simplemente permanecían sentados en absoluto silencio, hasta que el emperador se detuvo para hablar.

—Tres meses han transcurrido desde que sabemos sobre la existencia de herederos de la familia Kinomoto —mencionó el emperador pensativo —Touya y Sakura ocuparán su lugar en la Corte, aunque tomará tiempo convencerlos

—Es justo para el reino saber que hay sucesores, pero ahora el príncipe Shaoran, es el heredero —comentó un hombre algo mayor, el ministro más antiguo de la corte, sacando al emperador de sus cavilaciones

—Sí, lo sé —el emperador asintió levemente, pensando —Por eso quiero que Sakura, quien es nieta del emperador Kinomoto, sea su prometida —declaró

—Entiendo vuestra decisión, alteza —dijo otro hombre, aparentemente de la edad del emperador —Pero, ¿qué hay del príncipe Touya?

—Le buscaremos esposa —respondió el emperador —aunque por ahora, no

—También vino otro muchacho con los príncipes —habló el primero de los ministros

—He pensado que sería bueno unirlo a las herederas del reino noreste medio, como príncipe honorario —declaró el emperador —Nos será de gran ayuda, ya que, según el príncipe Shaoran, su padre en vida, fue un valiente guerrero de nuestro reino

—¿Cuándo piensa hacer el anuncio, alteza? —preguntó un cuarto ministro

—Si todos están de acuerdo aquí, lo haré hoy mismo —afirmó el emperador —Que los hermanos Kinomoto, son los príncipes de la dinastía Xin, que Daiki Shinozuke es príncipe por ser medio hermano de ambos, y que Sakura es la prometida de Shaoran desde hoy

—Es una buena decisión, así el reino estará seguro de que habrá futuros herederos —alegó el primer ministro —¿Están todos de acuerdo?

—¡Aprobado! —asintieron todos los miembros a coro.

La decisión tomada por el emperador Hien Li, de inmediato fue comunicada al príncipe Shaoran, quien deseaba que se lo tragara la tierra.

—Es seguro, soy hombre muerto —murmuró el príncipe para sí, caminando por los pasillos, en dirección a los aposentos de Sakura.

Al llegar a las puertas, oyó el relato que Sakura le contaba a Chiharu. Sonrió, porque en esta ocasión, hablaba de la reina Sakura Amamiya, de quien cuyo nombre, posee. Llamó para anunciarse, y enseguida la puerta fue abierta por Chiharu.

—Príncipe Shaoran —dijo la joven sorprendida de verlo allí a esas horas

—Perdón por interrumpirlas —mencionó Shaoran desde la puerta —sé que estás ocupada, Sakura, pero debo hablar contigo, antes de tu audiencia con el emperador

—¿Audiencia? —inquirió Sakura, Chiharu fue junto a ella para terminar de arreglarla

—Sí —asintió el príncipe —Mi padre quiere hablar contigo y tus hermanos, antes de realizar algunos anuncios importantes —se quedó pensativo por un momento —Chiharu, ¿puedes dejarnos a solas un momento? Necesito hablar con Sakura

—Terminaré de acomodarle su cabello, y me iré —mencionó Chiharu, colocando algunas horquillas en el cabello de la princesa y dando los últimos toques —Está lista, señorita

—Gracias, Chiharu, puedes retirarte —expresó Sakura, poniéndose de pie

—Cuando me necesite, llámeme —asintió Chiharu, luego salió de la habitación, dejando a solas a los príncipes.

Shaoran la observó en silencio, admirando su belleza única y peculiar, pensando en el destino que les esperaba a ambos por sus diferencias.

—¿Para qué querías que Chiharu saliera? —preguntó Sakura, Shaoran volvió a la realidad

—Sólo tú debes saber esto, Sakura, por el momento

—Tu actitud me desconcierta, Shaoran, ¿qué sucede?

—Sakura, debes recordar que por ley, estás prometida a este reino —Shaoran pasó por su lado y se acercó al ventanal, mientras ella lo siguió con la mirada —Mi padre ha tomado una decisión y el consejo está de acuerdo con él —hizo una pausa, antes de darse vuelta para mirarla —sin embargo, necesito saber tu respuesta, no me dijiste nada al regresar del este, y quiero estar seguro de que estás de acuerdo con esa decisión

—Sé mi deber con este reino y el de mi madre, pero aún no entiendo tu inquietud, Shaoran —aclaró ella viéndolo interrogante

—Te haré una pregunta, y quiero seas sincera. No importa cuál sea tu respuesta

—Házla de una vez, Shaoran

—¿Quieres...? —el príncipe respiró profundo antes de continuar —¿Quieres ser mi prometida, Sakura?

La princesa quedó en silencio, mirándolo con asombro. Esperaba la pregunta se tratara sobre algún otro asunto, menos de eso. Shaoran se sintió un tonto, al no recibir la respuesta. Suponía que no aceptaba la decisión. Suspiró con decepción, y volvió a hablar.

—Entiendo que no es la mejor idea del mundo, Sakura, conozco tu deseo de regresar al territorio sur de tu madre y te apoyo —expuso Shaoran —Pero necesito que me respondas, no importa lo que sea, lo necesito, para poder enfrentar a mi padre y al consejo —presionó los puños —Para soportar el hecho de que estoy enamorado de la princesa heredera, pero que no podré... ser correspondido

—Llegaste a conclusiones erróneas, príncipe Shaoran —alegó Sakura —No he rechazado tu petición, ni he expuesto un desacuerdo a la decisión del emperador

—Pero... pero, me mata tu silencio, Sakura, ¿no lo entiendes? Estoy enamorado de ti, algo que es favorable dada las circunstancias, más no sé tu respuesta

—Perdona, no lo sabía —Sakura bajó el rostro —No soy humana y no puedo entender los sentimientos que tienes, ya te lo he dicho —levantó la mirada hacia él y le sonrió discretamente, sorprendiéndolo —Dije que te daría una respuesta al regresar del este, aunque al principio, dudé que sirviera de algo la decisión que tomé al escuchar la voz de mi madre que salía del báculo —se acercó a él —Sin embargo, me confesaste tus sentimientos, pero como sucedieron tantas cosas, no pude responderte —alzó su mano y acarició su mejilla —Sí, príncipe Shaoran, acepto ser vuestra prometida, en contra de todo lo que se oponga a esta decisión. Yo te protegeré cuando esté en mi entera capacidad, y tú me protegerás, cuando yo no pueda hacerlo. Nos cuidaremos el uno al otro

—Sakura...

—Prometo que lucharé con todas mis fuerzas, me haré más fuerte, para así pasar la prueba y obtener la túnica celestial que te mantendrá a salvo de por vida —declaró Sakura.

Shaoran no lo resistió más. Tanto tiempo conteniéndose, que al escucharla decir a su manera que le correspondía, cerró distancia y la besó. Fue un beso casto y suave que les llenó el alma a los dos. Ahora ambos sabían que ya no podrían separarse jamás, o al menos hasta que la vida de uno de ellos llegara a su fin. Se apartaron un poco, debido a la necesidad de respirar, y unieron sus manos en un enlace que les pareció eterno. Sakura eligió su camino, conociendo ya su destino y los peligros que conllevaba. Luego de alejarse un poco, Shaoran se encaminó a la puerta, sin soltarse todavía, aunque ahora les costaba mucho más separarse.

—Te espero en el salón del consejo —dijo el príncipe al abrir la puerta —Mi padre se alegrará cuando sepa tu respuesta

—Sí —asintió Sakura, soltándole poco a poco la mano —Me hago una idea de ello.

Se sonrieron mutuamente, disfrutando la calidez de aquel nuevo y desconocido sentimiento que empezaba a crecer en el corazón de ambos. Shaoran se marchó, cerrando las puertas tras de sí al salir. Sakura, al quedarse a solas, llevó una de sus manos a la altura de su rostro, palpando con la yema de sus dedos, sus labios. Ese había sido su primer beso. Una sensación de cosquilleo invadió su estómago, ampliando la sonrisa al entender que aquello se debía a la interacción con el príncipe. La primera más cercana que jamás tuvieron en sus vidas. Sus emociones, a pesar de estar sometidas a su naturaleza híbrida, parecían remolinos de aire que estremecían todo su ser. Una indescriptible felicidad que no había experimentado nunca antes, mezclada con euforia y tranquilidad a la vez, junto al anhelo de volver a sentir los cálidos labios del príncipe sobre los suyos, agolpaban su mente. No fue sino minutos luego, al percibir el poder de la joya en su colgante contra su pecho que lo comprendió bien: se había enamorado de Shaoran. Lo entendió gracias a la información que le transmitió el báculo, que había sido testigo del gran amor que su madre le profesó a su padre en vida. Era eso lo que le hacía inmensamente feliz, y eso, difícilmente, cambiaría desde ese momento, no importaba cuál fuese su destino, estaba dispuesta a luchar porque siguiera así, de ser posible, eternamente.

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Después del mediodía, transcurrido el almuerzo, el emperador convocó a los gemelos, a Daiki y a Shaoran, asimismo a la emperatriz, ante el consejo. Cuando Todos estuvieron reunidos, el emperador se puso en pie e hizo seña a los gemelos y a Daiki para que se acercaran a él.

—Les presento a los gemelos Amamiya: la princesa Sakura y el príncipe Touya, hijos del príncipe Fujitaka Kinomoto —expresó el emperador —y así mismo, al joven Daiki Shinozuke, príncipe honorario, por haber crecido en compañía de los gemelos, y porque su padre fue uno de nuestros mejores guerreros

—Dejadme hacer un pequeño comentario, alteza —dijo el primer ministro

—Bien —asintió el emperador

—¿Cómo estáis seguro de que son hijos del príncipe Fujitaka? Su apariencia no se asemeja en absoluto —Touya frunció el ceño con disgusto

—Con el debido respeto —intervino Shaoran, pues sabía la mala intención del viejo ministro —La princesa Sakura y su hermano, sí son hijos de los Kinomoto; tenemos pruebas que obvian su legitimidad, lo cual preferimos guardar en discreción, debido a un contacto con los habitantes del territorio sur —alegó con dureza, a lo que el grupo de ancianos vaciló un poco para volver a hablar —No pueden dudar de las palabras del emperador, siendo que Sakura salvó a la familia imperial

—En eso tiene razón —comentó el segundo ministro, un poco atemorizado al recordar el hecho —Salvó a la familia imperial, y capturó a los asesinos del príncipe Fujitaka

—Ese es un hecho que afirma nuestro convenio —expuso el emperador —En ese caso, declaro príncipes a estos tres jóvenes, y haremos público este anuncio de inmediato

—Como ordene, alteza —alegaron todos los miembros, sin objetar nada más.

Nadie quiso oponerse a la decisión del emperador, más después de recibir la mirada dura del príncipe Shaoran. Así que, como había dicho el emperador, se comunicaría al pueblo, el título de los gemelos y el de su amigo esa misma tarde. Aunque después, los hermanos se fueron al patio posterior del palacio para conversar un momento. Los gemelos, más bien, estaban discutiendo, y Daiki, prefirió permanecer sentado en la banca, bajo el cerezo central, y observándolos.

—Esto es ridículo, Sakura —se quejó Touya yendo de un lado a otro, como tigre enjaulado —Un híbrido, príncipe entre humanos, no tiene sentido

—Deja de quejarte, Touya, al fin y al cabo, eres nieto de un emperador

—¡Pero no tiene gracia! —vociferó —No me queda ese "título" —remarcó esta última palabra —siendo hijo de una mujer guardián

—Te recuerdo que eres hijo de una princesa —reprochó Sakura —pero allá tú si no quieres aceptar tu origen, porque yo aceptaré mi destino por el bien de los reinos de mis padres —sentenció, Daiki se puso de pie y se acercó a ellos

—Oigan, ustedes no tienen porqué molestarse o quejarse —intervino Daiki —son hijos de príncipes, descienden de la nobleza por ambos lados de sus padres, en cambio, ¿yo? Un simple aldeano, hijo de un guardia imperial y una mujer de ascendencia desconocida, que fue criada en el palacio de los guardianes, ¿qué podría hacer yo como príncipe? No tengo ideas

—Tú eres humano, Daiki —alegó Touya —Podrías casarte con una humana para unir a otros reinos con este; pero yo no haré eso, y Sakura tampoco. Siendo híbridos, no nos aceptarán.

Sakura se mantuvo en silencio, pues cuando su hermano se enterase de su decisión, querría morir, o tal vez, matarla a ella. Shaoran, acompañado de Chiharu, fue al patio, acercándose a los hermanos. Había oído las duras palabras de Touya, observando, además, el semblante de Sakura que demostraba burla hacia su gemelo, comprendiendo que le divertía la idea de contradecirle. Sonrió antes de anunciarse.

—Disculpen, excelencias —dijo Shaoran con solemnidad, llamando la atención de los tres amigos —Príncipe Touya, príncipe Daiki, el emperador requiere de vuestras presencias en el ventanal que da a las afueras de los muros del palacio, Chiharu los guiará hasta allá; la princesa Sakura y yo, los alcanzaremos en un momento

—¿De qué piensan hablar? —inquirió Touya, Sakura lo fulminó con la mirada

—¡Vete ya! —ordenó Sakura mentalmente, Touya frunció el ceño

—Bien —expresó Touya en voz alta, alejándose

—Permiso —asintió Daiki.

Chiharu hizo una reverencia y caminó junto al joven, para guiarlos al lugar señalado.

—Tu mirada parece dominar a tu hermano —comentó Shaoran

—Te equivocas, no es la mirada —negó Sakura —Como somos gemelos, mi hermano y yo compartimos un vínculo físico y psíquico; es decir, sentimos los dolores y emociones del otro, y podemos comunicarnos por telepatía, sin importar la distancia

—Entiendo —asintió el príncipe con asombro —Eso explica porqué reclamó tan de prisa aquel día que te traje al palacio. Ni siquiera se habían hablado, y él ya lo entendió todo

—Sí, fue porque se lo transmití por telepatía

—¿Y desde cuándo tienen esa habilidad? —preguntó con curiosidad

—Supongo, desde que nacimos —respondió Sakura —Hikari nos contó en una ocasión, que nosotros no fuimos los únicos gemelos en el clan Amamiya, sino que varias generaciones antes, nacieron gemelas, y ellas compartían ese mismo vínculo; y ahora Touya y yo

—Ya veo —el príncipe estaba asombrado ante tal revelación —Eso quiere decir, que es una habilidad poco común entre los guardianes

—Así parece —sonrió Sakura, Shaoran se quedó mirándole por unos instantes

—Creo que no le agrado en nada a tu hermano gemelo —comentó el príncipe

—Él detesta a los humanos, como ya te lo había dicho Shaoran —repuso —sólo trata cortésmente al emperador y a la emperatriz porque yo se lo exijo; por lo demás, prefiere mantenerse alejado, y también sabes la razón

—Sí, lo sé —asintió Shaoran —Sin embargo, me detesta porque yo fui el principal causante de vuestra separación

—Algún día se le pasará —expresó ella

—Mejor dicho, esto empeorará, Sakura, porque mi padre anunciará tu posición en la corte, así mismo, que tú serás mi prometida

—¿Por eso te preocupas, Shaoran? —agarró sus manos —Acepté ser tu prometida, ¿recuerdas? Y te dije además que no importa lo que se oponga: nada ni nadie podrá hacerme cambiar esta decisión, ni siquiera mi propio hermano, ¿entiendes? En absoluto, porque esto es lo que elegí cuando aún me encontraba en el este, cuando la joya se abrió y oí la voz de mi madre

—Sí, me queda claro, princesa Sakura —asintió sosteniendo con sus manos, las de ella, depositando un beso en los nudillos —Vayamos, que ya es hora

—Claro —asintió, sonriéndose mutuamente.

Los dos se dirigieron al salón ubicado al sur del palacio, el que poseía un ventanal que daba a las afueras del palacio, hacia la ciudad imperial. Allí, dentro del recinto, aguardaba el emperador acompañado de la emperatriz, Touya y Daiki. El emperador sonrió complacido al ver al príncipe Shaoran llegar junto a Sakura, lo que auguraba buen camino para su compromiso.

El emperador salió a la terraza, y el pueblo calló al verlo de pie haciendo ademán de pedir silencio. Luego habló con voz firme y potente.

—Pueblo Lang. Nuestro reino, el cual había sido protegido por la familia Kinomoto durante varias generaciones, hoy finalmente, ha reconocido a dos de los herederos del augusto emperador Kinomoto, hijos del príncipe Fujitaka, quienes por un desafortunado destino, habían permanecido ocultos en tierras del este; no obstante, gracias a la oportuna intervención del príncipe Shaoran, fueron encontrados y traídos a la ciudad imperial, donde verdaderamente pertenecen...

—No me gusta esto —se quejó Touya mentalmente

—No quiero que vuelvas a decir eso, Touya —recriminó por telepatía —Es mejor esto, que ser humillados como antes; así que, acepta y cállate.

Touya hizo una mueca de descontento, más dejó de protestar.

—Esto es demasiado para mí —pensó Daiki —¿Cómo me metí en esto?

—Les presento a la princesa Sakura y al príncipe Touya —continuaba el emperador con su discurso —Hijos del príncipe Fujitaka Kinomoto, y de una joven de quien han obtenido sus rasgos —el emperador se apartó un poco para dejar ver a los gemelos —Gemelos que tienen el mismo espíritu de todos los miembros de la familia Kinomoto... y también al príncipe honorario, Daiki —se alejó otro poco para dejar ver al muchacho —por haber crecido junto a los gemelos, y por ser hijo de un gran guerrero —el emperador les hizo entrega de diademas imperiales a cada uno, colocándolas en la cabeza de los tres —Saluden a los príncipes imperiales —dijo al terminar de colocarles las diademas

—¡Larga vida a los príncipes de nuestro reino! —exclamó la multitud, el emperador sonrió complacido, luego hizo un ademán de silencio nuevamente

—La ley ha establecido lo que convenga a nuestro reino —se acercó a Sakura y sostuvo su mano, Shaoran se acercó y lo mismo hizo el emperador con él —Declaro, como lo determina la ley para unificar el reino —unió las manos del príncipe Shaoran y Sakura —Que la princesa Sakura será a partir de ahora, la prometida del príncipe Shaoran —levantó las manos unidas de ambos hacia el cielo, y las personas gritaron con voz de júbilo

—¡Larga vida al príncipe Shaoran y a la princesa Sakura!

Shaoran y Sakura se miraron, sonriéndose mutuamente, y luego volvieron la vista al frente. Ahora no había marcha atrás: estaban prometidos y nada de eso iba a cambiar ya. Aunque Sakura sabía de alguna manera, que debía enfrentar, al cascarrabias de su hermano gemelo, cuando eso llegara a su conclusión.

Pues así lo hizo. Salió al patio posterior del palacio, al caer la noche, donde se pusieron a hablar, bajo el cerezo central.

—¿Qué fue eso, Sakura? ¿En qué quedamos con esto? —interrogó Touya, molesto —Se supone que nunca nos uniríamos a los humanos, ¡somos híbridos! ¿Qué parte de la frase no entiendes?

—Tú qué sabes, Touya —alegó Sakura —Yo ya hice mi elección; incluso antes de cumplirse la primera luna llena de la décimo quinta primavera, lo supe: quiero proteger a Shaoran

—¿Acaso enloqueciste? ¿Cómo se te ocurrió algo así?

—Basta, Touya —intervino Daiki, luego miró a Sakura —Supuse algo obvio cuando llegaste a la aldea de nuevo —comentó —Te habías enamorado, por eso decidiste regresar al palacio imperial, sólo que preferí no decir nada hasta ahora

—Bien, ya lo sabes entonces —expresó Sakura —En efecto, yo acepté ser la prometida del príncipe Shaoran, porque estoy enamorada de él

—Ilusa —soltó Touya —Eres un ser sobrenatural, ¿en verdad confías en un simple humano? Puede engañarte a ti, pero no a mí

—Por supuesto, si fuese sencillo —mencionó Shaoran, interviniendo en la plática de los hermanos, pues había oído la mitad de la conversación —Sin embargo, debido a la naturaleza única de Sakura, jamás podría hacerlo, ya que ella lo sabría de inmediato

—¿Qué te hace pensar que eres digno frente a un ser sobrenatural?

—Puedo demostrarte que también soy fuerte, siendo humano —expuso Shaoran

—Te creeré cuando lo vea

—Un día lo verás, príncipe Touya

—Eso está por comprobarse —y tras decir esto, Touya se retiró.

—¡Vaya! —exclamó Daiki —No creí que se molestaría tanto

—Para mí no es nada nuevo, considerando el hecho de que los aldeanos nos trataban mal de niños —alegó Sakura

—Me considera responsable de lo que sucedió hace meses atrás —agregó Shaoran —Así que no lo culpo por odiarme, sin embargo, debe entender que aquí ya nadie los tratará como antes

—No digas eso —reprendió Sakura —Cada quien está en el lugar que le corresponde

—Sí, quizás, pero aún así no descarto esa idea —asintió Shaoran

—Bueno, al menos ustedes tienen algo de qué ocuparse siendo príncipes. Yo no tengo idea —comentó Daiki

—Ah, sí —dijo Shaoran al oírlo —Mi padre elegirá algunas candidatas para ser tu esposa; mencionó que eso unificará varios reinos con el nuestro, tú elegirás la que creas, sea de tu agrado

—¿Qué? ¿Esposa? —inquirió Daiki, con desconcierto —Pero si yo no tenía planes de casarme todavía

—No te preocupes. No puedes casarte antes que el heredero principal, eso es un hecho —mencionó —debes tomarte el tiempo y conocer a una de las damas que mi padre te presentará

—¿Qué hay de Touya? —preguntó Daiki, considerando las palabras del príncipe, sin querer entrar en detalles

—Bueno... —Shaoran dudó un momento —él es un caso completamente distinto, así que lo dejaremos tranquilo; ya lo hablé con mi padre y en la corte, y todos están de acuerdo

—Touya cambiará de parecer un día, ya lo verás, sólo que no te garantizo que elija a alguien de la nobleza; lo más seguro y por cómo te habló, escogerá a una mujer con poderes espirituales

—¿Por qué piensas eso Sakura? —preguntó Daiki

—No sé, es sólo una suposición, ya que él quiere probar la fortaleza de los humanos

—Sí, tiene sentido tu teoría —admitió Shaoran —Dejémoslo así por el momento

—Tienes razón —concordó Sakura, Daiki asintió y se quedaron meditando un rato más sobre aquel asunto.

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Tres días más tarde, mientras Sakura recorría el mercado junto a Chiharu, vio a unos hombres que acorralaban a Takashi. Se acercó al grupo y los enfrentó con molestia.

—¿Qué es lo que estáis haciendo? —preguntó Sakura

—Oh, pero miren nada más —dijo uno de los hombres, dando aires de superioridad —unas bellas damas vienen a nuestro encuentro —se acercó a Sakura amenazante e intentó agarrarla del brazo, más sin embargo, ella dio un giro y le torció el brazo hacia atrás, ejerciendo algo de presión

—¡Ay! —gritó el hombre por el dolor, los demás se pusieron en guardia

—Sakura —mencionó Chiharu queriendo acercarse, la princesa negó con la cabeza

—¿Qué pretendéis? —inquirió con seriedad —Takashi es mi súbdito y ordeno que lo dejéis en paz

—¡Este infeliz nos debe! ¡Ay! —gritó el hombre, Sakura miró interrogante al muchacho quien asintió levemente, avergonzado; Sakura forzó el agarre —¡Ay!

—¿Cuánto? —preguntó

—¡Ay! ¡Mil quinientas piezas, ah... de... de plata, y quinientas de... oro! ¡Ay! —Sakura empujó al hombre junto a los demás, soltándolo bruscamente

—¿Es cierto eso Takashi? —indagó, el joven se echó a sus pies, de rodillas y con el rostro a tierra

—Perdóneme, señorita Sakura, me daba vergüenza decírselo —respondió llorando, Sakura frunció el ceño —pero cuando mi abuela murió, necesitaba dinero y no tuve otro recurso más que pedir prestado. ¡Lo siento mucho!

—¡Levántate! —ordenó —No eres un esclavo para humillarte así, y menos ante mí

—Pero... señorita...

—He dicho que te levantes —expresó Sakura con autoridad, Takashi obedeció de inmediato —Decidme, ¿cuánto pensabais esperarle?

—Le exigimos que pague su deuda hasta mañana —contestó el líder con algo de temor

—Takashi pagará su deuda, pero no podrá hacerlo mañana —alegó Sakura —Primero tendrá que reunirlo, y eso tomará días

—Señorita Sakura... —quiso hablar Takashi, a lo que Sakura alzó una mano indicándole que calle

—Si tenéis paciencia, dentro de dos semanas reunirá lo que debe y al atardecer del último de esos días, antes de oscurecer, frente a la puerta de la ciudad imperial, os entregará su deuda, yo misma me encargaré de que cumpla —dijo Sakura con firmeza —Hasta entonces, manteneos alejados de este lugar y de los demás; si causáis problemas, os entregaré a la guardia imperial en nombre de su excelencia, el emperador Hien Li, ¿habéis entendido?

—Clara... claramente... señorita —respondió el líder, atemorizado por la actitud imperativa de Sakura

—Bien. Marchaos —y tras oír la orden, los hombres se fueron como relámpago que anuncia un temporal.

—Gracias, señorita Sakura —dijo Takashi

—Es muy pronto para agradecérmelo —expresó Sakura sin mirarlo, el joven se sorprendió —Tus problemas aún no han terminado, así que prepara provisiones para varios días y acude al palacio imperial de inmediato. Chiharu y yo prepararemos todo para salir

—¿Salir? ¿A dónde? —preguntó Chiharu con asombro

—He oído que varias aldeas del noreste hasta el sureste, son atacadas por monstruos —respondió, suavizando su expresión —La señora Yuuko me encargó una tarea en especial, y esta es mi oportunidad de cumplirla —explicó —Iremos a exterminar a esos monstruos —se dirigió a Takashi —Te ayudaré esta vez, pero ni se te ocurra endeudarte nuevamente, de lo contrario, ordenaré a los guardias, azotarte

—Yo le debo mucho, señorita, ¿por qué?

—Tómalo como un favor de amigos, Takashi, así que, no lo olvides —le sonrió, el joven se sorprendió al ver una expresión como esa en el rostro, generalmente serio de ella

—No lo olvidaré. Tiene mi palabra

—Bien. Nos vemos allá —asintió Sakura, marchándose.

Takashi sólo se quedó pensando un momento, hasta que se apresuró a prepararse para partir.

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En el camino, Chiharu se sintió inquieta por algo que Sakura, al parecer, dejó pasar.

—Sakura... dentro de dos semanas es el preludio de luna nueva, ¿cómo piensa estar presente en el momento del pago? —preguntó Chiharu mientras caminaban

—Por eso mencioné que lo haría antes de oscurecer, de ese modo será sencillo para mí, estar presente —contestó Sakura

—Ahora entiendo —sonrió Chiharu —Es una táctica muy inteligente

—Viajaré porque debo fortalecer el báculo de mi madre y obtener nuevos poderes, y esta es una ocasión perfecta para conseguir mi objetivo —empuño su mano derecha en señal de esfuerzo, frente a ella misma

—Estoy segura que lo lograrás —afirmó Chiharu con una gran sonrisa.

Sakura llegó al palacio imperial, y en una pequeña reunión, le contó sus planes a sus hermanos, algo que les desagradó, especialmente a Touya.

—¿Qué? —la voz de Touya resonó por todo el palacio —¿Cómo está eso de que saldrás a recorrer el imperio? ¿Estás loca?

—Ayudaré a Takashi, y tú deberías ir conmigo —el joven la observó, por completo, desconcertado —La señora Yuuko me dejó en claro lo que debemos hacer: tú debes derrotar a un guardián completo de agua, para dominar la Hoja Celestial, si no lo haces, te quitarán la espada

—No digas tonterías, ni siquiera sé quién es esa tal Yuuko, ¿cómo puedes confiar en ella? Y ayudar a un humano... a excepción de Daiki, jamás he hecho eso

—La señora Yuuko, me enseñó a dominar el báculo de nuestra madre —lo miró seriamente —Además, no todos los humanos son iguales. Hay quienes nos aceptan; Chiharu y Daiki son un ejemplo

—Ya, está bien —refunfuñó Touya —Es imposible contradecirte, Sakura

—Vamos juntos, hermano, a recorrer el imperio desde el noreste hasta el sureste —propuso Sakura entusiasmada.

Touya sólo suspiró con derrota.

Chiharu preparó las provisiones para los viajeros, en lo que la princesa hablaba con el emperador.

—No es correcto que una princesa recorra los pueblos de nuestro imperio —alegó el emperador —Sin embargo, como tú eres hija de un ser sobrenatural, no veo porqué deba privarte de realizar tu viaje, al fin que irás a fortalecerte y a ayudar a tu gente; lo que te servirá para ir conociendo mejor a los aldeanos, y así ganarás su favor —el emperador se quedó pensando por unos segundos; justo en ese instante, Shaoran hizo aparición, abriendo las puertas del salón del trono —En vista de que eres la prometida del príncipe Shaoran, él te acompañará en tu viaje

—¿Viaje? —preguntó Shaoran sin comprender, al acercarse

—Está decidido: Tú y el príncipe Shaoran irán a explorar los pueblos desde el noreste hasta el sureste —decidió el emperador —Supongo que ha quedado claro, Sakura

—Por supuesto, majestad —asintió Sakura

—Bien, Shaoran, prepárate para acompañar a tu prometida —dicho esto, el emperador salió del salón.

Ambos jóvenes se quedaron solos en el salón del trono. Shaoran pensativo, Sakura en silencio, llena de seriedad.

—¿Recorrerás el reino? —preguntó Shaoran, desconcertado

—Te lo había dicho desde un principio: soy híbrida guardián y este es el destino que me ha tocado —alegó Sakura, Shaoran bajó la mirada

—Lo sé, al menos, podré ir contigo a ese viaje —levantó la mirada y le sonrió —Es lo único que realmente quiero

—Gracias —dijo Sakura, correspondiéndole la sonrisa.

Antes del atardecer, Sakura, sus hermanos, el príncipe Shaoran y Takashi, salieron camino al noreste. En el momento que cruzaron el portal, Eriol y Yue llegaron.

—¿A dónde os dirigís? —preguntó Eriol

—Al noreste —respondió Sakura —He oído rumores de que monstruos atacan las aldeas. Iré a purificarlos para aprender a dominar el báculo de mi madre

—Nosotros os acompañaremos —dijo el guardián

—Prefiero que os quedéis a vigilar el palacio en nuestra ausencia —alegó Sakura

—Los guardianes a mi servicio lo harán, porque ahora estamos a vuestras órdenes —afirmó

—Bien. Si confiáis en ellos, entonces no habrá problemas.

Eriol asintió a las palabras de Sakura, y llamó a los guardianes que estaban a su servicio con un silbido.

—Ella es la princesa Sakura —mencionó Eriol a los guardianes, todos se sorprendieron al ver su apariencia —Es la nieta de la reina Mika Amamiya, la hija de la princesa Nadeshiko y el príncipe Fujitaka Kinomoto; a ella debéis obedecer de ahora en adelante, ¿ha quedado claro?

—¡Sí! —todos se inclinaron ante Sakura y sus hermanos

—El príncipe Touya y el príncipe Daiki Shinozuke, son sus hermanos, os exijo respeto a ellos como a la princesa; asimismo al príncipe Shaoran Li, y a los amigos de la princesa, ¿queda claro?

—¡Sí! —asintieron los guardianes

—Saluden a la princesa Sakura y a sus hermanos —ordenó Eriol

—¡Plenitud sea con vuestra presencia!

—No es necesario que os afanéis demasiado en formalidades... Un respeto sencillo y vuestra colaboración es todo lo que os pido, por favor; sed amables así como entre ustedes, con otros seres que no sean una amenaza para los demás —ordenó Sakura

—Pero señorita... —expresó Yue —esas son las reglas del clan

—Durante el reinado de mis antepasados, mas eso quedó enterrado el día que falleció mi madre; tan sólo buscad la seguridad de aquellos que lo necesiten, esas son mis órdenes a partir de ahora —Sakura hizo una reverencia —Velad por la ciudad y el palacio imperial hasta que regresemos

—Como usted ordene —asintieron los guardianes.

Sakura y sus amigos emprendieron con seguridad su viaje hacia el noreste. Su recorrido tomaría días, y tendrían que cruzar varias aldeas, incluyendo aquella que está en el este, donde ella y sus hermanos habían crecido. Les esperaban grandes retos y emocionantes momentos, así que darían lo mejor de sí mismos para avanzar.

Continuará...

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Hola. ¿Cómo están, mis estimados lectores? :)

Aquí está el séptimo capítulo de esta historia.

Sé que tardé bastante en actualizar, pero casi no cuento con internet ilimitado para otros sitios que no sean facebook o WhatsApp. No obstante, espero les haya gustado.

Originalmente, este debería ser el cuarto capítulo de esta saga, pero opté por dividirlo, y que además fueran varias partes de un mismo tema principal.

Comenzamos con el drama de Touya. Jamás se imaginó a su hermana enamorada de un humano, y lo que es peor, el que despreció al principio; pero sabe que no puede cuestionarla, ya que su propia madre amó a uno. Aunque casi le dio un paro cardíaco al enterarse del compromiso. :D

Daiki, por su lado, tendrá privilegios y responsabilidades como príncipe al haber crecido con los gemelos, sólo por mantener la unidad. Como verán, no mencioné a las posibles hermanas de Shaoran, ya que en el original el príncipe heredero es hijo único (no pregunten la razón, sólo se me ocurrió así, porque el emperador fue un simple general de ejército antes de ascender al trono por decreto del abuelo de los gemelos). Se habló de otro futuro compromiso, ¿a quién le tocará el destino de ser la pareja de Daiki? Sólo imaginen, y la sorpresa les vendrá. ;)

También salió a colación el destino de Touya... ¿Quién será la afortunada que conquiste el corazón de este príncipe del drama? Hagan sus especulaciones y déjenme saber sus ideas al final. _

Recuerden que, en mi página «Mi Mundo en FanFics» de facebook, estaré dejando los próximos avanced, algunas aclaraciones e ideogramas que utilicé para los nombres de los personajes de esta historia y el cambio que hubo con la adaptación (tardaré un poco más en actualizar debido a la presión de la edad adulta).

Por cierto, para los que leen «Convenio de Noviazgo», posiblemente habrá actualización en mi próxima conexión ya que le hice algunos avances; mas de ser posible, estén atentos a las notificaciones de la página de facebook.

Sin más que decir de momento, esperaré sus opiniones y sugerencias al final de la lectura.

Hasta la próxima actualización.

Saludos. :)

... Lady Sigh. ...