Hola!

¿No tengo nada mejor que hacer a la una de la mañana en martes? Aparentemente no.

¿Me dormí a las 8 y desperté a las 11 para ver dos horas de tiktoks con edits de Monster y Hazbin Hotel? Tal vez.

¿Y después de eso decidí que era buena hora para prender la lap y ponerme a publicar? Definitivamente.

¿Llevo tres días con Too Sweet Cover Version de Reinaeiry en loop? Hell, yes.

Con ustedes, quinto día del Kisspril 2021 (Fránces) y continuación de Blind Date.


Capítulo I

"Trazos de Normalidad"


Kuvira nunca se quedaba dormida...

Kuvira nunca se quedaba dormida en la cama de sus citas.

Kuvira nunca abrazaba una almohada esponjosa y se estiraba cual un gato entre sábanas vaporosas.

Kuvira nunca se despertaba en la cama de otra mujer con una sonrisa enorme.

—Parece que alguien pasó buena noche —fue el saludo de Korra, con su dulce pero ladina sonrisa.

Pero Kuvira estaba tan satisfecha que no le importaba. Se volvió a estirar y rodar para quedar ahora boca arriba para ver a Korra y seguir sonriendo.

—Espero no ser la única que pasara buena noche —le respondió en cambio.

—Te juro que fue excelente —dijo Korra estirándose para besar levemente a su compañera de cama en los labios. —¿Vamos a desayunar?

Entre más besos y abrazos, Kuvira se dejó consentir un rato, hasta que la llamada de las necesidades fisiológicas golpearon. Korra la esperaba ya en la barra, mientras el mismísimo Príncipe Heredero de la Nación del Fuego preparaba las típicas gyozas de cerdo y col de Fuego para desayunar.

Korra estaba sentada en la barra al lado de Asami, las dos platicaban, una en pantalón corto y playera de tirantes, la otra en una delicada pijama que parecía seda o satín, pero las dos riendo mientras el hombre les hacía un pequeño espectáculo. Un poco de los celos de Kuvira regresaron, no entendía del todo la relación tan íntima y cercana de estas dos mujeres. Y tampoco la facilidad con la que el Príncipe preparaba el desayuno.

—Kuvira, ¡buen día! —la saludó Asami nada más verla llegar al espacio común. —¡Cuánto tiempo sin verte! —le lanzó la mirada con intención hacia Iroh. ¿No se vieron en la noche que las encontró en la cama?

—Buenos días, Sato, príncipe Iroh.

—Eres toda una sobrina de Lin, ¿verdad? —se burló Korra.

—No, no, ¿Kuvira, verdad? Aquí solo soy Iroh, prometido de esta hermosa mujer y confidente de esta otra hermosa mujer —sus gyozas olían tan bien como amable era su sonrisa.

Kuvira en realidad no sabía relajarse en demasía y menos con personas que casi no conocía. Pero después de que Korra pidiera permiso anhelantemente con la mirada unas cuantas veces, ahora ya la tocaba casual, la tomaba de las manos y Kuvira casi tenía un cortocircuito cuando la besó brevemente en los labios, aunque ni Asami ni Iroh les hacían caso, más que alguna que otra broma. Todas las dudas que Kuvira pudiera tener sobre sí misma y su sexualidad se iban sin esfuerzo con la dulzura de Korra y la normalidad de sus amigos.

Tuvieron el desayuno en una pequeña mesa que daba a los jardines exteriores y donde Naga descansaba despatarrada al sol. Iroh y Korra se ensimismaron en una plática sobre entrenamientos que Kuvira no seguía del todo, mientras Asami se distraía un momento con su teléfono, antes de que la mayor pudiera igualarla, reparó mejor en las frescas flores que adornaban la mesa y se sonrió, para inclinarse hacia Asami.

—Fue un detalle agradable el de las flores —dijo seria, porque Kuvira no sabía ser de otro modo.

—¿Flores? —preguntó Asami, parpadeando imposiblemente bella sin maquillaje hacia ella, lejos la mirada del dispositivo.

—Para ayer, para la cita. Gracias por eso y la comida.

—Ya. Solo por la comida, Kuvira. Yo no preparé flores para ustedes —le respondió Asami en voz baja con una sonrisa enigmática. Ambos pares de ojos verdes se miraron un momento y después, con diferentes emociones, miraron al de ojos dorados y la de ojos azules seguir platicando.

—Es agradable estar todos juntos para un desayuno —dijo casual Asami, sorbiendo su té. —Ya tenía mucho tiempo que no teníamos un domingo libre al mismo tiempo.

Y Korra se le fue encima, quejándose sobre que ellos eran los que estaban muy ocupados, sus expresiones, su actitud juguetona y belicosa, la forma en la que Asami se hacía la desentendida de pronto y los suaves intentos de Iroh por reconciliar la situación, permearon en Kuvira una sensación de familiaridad. Era cómo ver pelear a sus hermanos. Una sonrisa pintó su faz y Korra la miró sonrosada.

—Kor, disimula un poco —se rio Asami y se ganó unas gotas de agua en la cara.

Al cabo, Asami y Iroh se fueron a su habitación y Korra y Kuvira se quedaron en la sala principal.

—Entonces... ¿Todavía no tienes que irte? —preguntó Korra esperanzada.

—No, Korra. De hecho, tengo libre todo el día —y la de ojos azules le sonrió ladina pero brillante.

Miraron otra película, esta vez una comedia romántica que ninguna de las dos prestó demasiada atención por seguirse besando de a poco, hasta que Korra quedó en el regazo de Kuvira. Después la maestra agua quiso quemar energía y fueron al gimnasio del edificio y Kuvira le demostró lo que puede hacer una maestra tierra, para evolucionar la tarde a un tranquilo paseo por los jardines del pent house, jugando con Naga. Comieron los cuatro juntos otra vez.

—¿Esto sigue siendo una sola cita o ya es la segunda? —le preguntó Korra moviendo las cejas mientras bajaban en el elevador.

Kuvira, mucho más relajada, le sonrió.

—Yo diría que ya es como la cuarta.

—Eso me gusta. Nunca había tenido tantas citas en la primera cita —y Kuvira volvió a reírse. —¿Sabes cuál sería el mejor modo de terminar este día? —volvió a mover las cejas sugestivamente, divertida.

—No...

Y Korra se lanzó a besarla con la fuerza de un torrente. Kuvira apenas podía contra ella, las manos de Korra fueron asertivas hasta su cuello y la maestra tierra enlazó las propias a la espalda tonificada, pronto los labios no fueron suficientes y las lenguas se reconocieron otra vez. Todavía no lograban sincronizarse pero que Kuvira se volviera un maestro rayo porque Korra la electrificaba completamente. Terminó arrastrándola hasta la pared, donde quedo con un muslo en medio de los propios. El beso creció hasta que el elevador se detuvo.

Esto podía ser un gran final o un increíble comienzo.


N.A.

Espero que les haya gustado uwu

Parece que estoy entrando en un espacio "maniaco" de los estados depresivos v: Por lo que tengo multitud de trabajos en proceso y casi no puedo terminar nada XD

Las Gyozas de Fuego son parte del libro de cocina oficial de Avatar. Pero no lo encuentro completo por ningun lado, tocara comprarlo.

Gracias por leer!

Notas extendidas: (en serio esto ya no es necesario).

Porque a la una de la madrugada es la mejor hora para escribir todo menos los trabajos que tengo pendientes jaja pero ahí van.

Recuento para el que quiera!

1500 palabras para el nuevo cap de Segunda Ronda

148 palabras para el siguiente cap de esta historia de 4 capitulitos jaja

8k+ para otra "historia corta" catradora omegaverse con algo de trama para variar.

3k+ para ootro one shot catradora lleno de cliches.

Ultimas ediciones para Balada de amor.

Y probablemente lo que más me está quitando el sueño y la cordura.

9k+ para Vuelve, continuación de Adora no está. Eso ya es casi todo el primer cap uwu pero! todavía no sé cuándo subirlo.

Saludos cordiales a todos.

Carpe Diem