-Mas rapido-
Vocifero la enorme figura parda, era como un enorme oso de hocicó cortó midiendo casi los 4 metros totalmente erguido
-Mas fuerte-
Continúo dándole un zarpazo que lo mando hasta la pared del dojo.
-Pero maestro mi doctor dijo-
Se quejo león.
-¡Sin peros!-
Gruño su maestro, Kai como se hacía llamar.
-Me contrataron para que pudieras manejar todas tus fuerzas-
Replico su maestro.
-Si te vas a estar comportando como niña solo harás mi trabajó mas difícil niñato-
Escupió con un leve gruñido gutural.
-Pero que tal si llego a dañarlo-
-¡Jajajaja!-
Se rio efusivamente su maestro.
-Estas a décadas de poder lastimarme niñato-
Respondió levantándolo del suelo antes de propinarle un derechazo que le hizo sangrar la nariz.
-No lo repetiré otra vez, me contrataron para que pudieras medir y controlar mejor todas tus fuerzas-
Siguió con una patada a sus costillas mientras aun se estaba incorporando.
-Si en verdad crees que podrás hacerme algo, te voy a quitar esa arrogancia a golpes-
Prosiguió alzándolo con agarre por la cabeza con una sola mano antes de propinarle un golpe al abdomen mandándole de nuevo contra la pared del dojo.
-Vamos eso es todo, que decepción-
Seguía hablando mientras su imponente figura se acercaba a un león gimiendo de dolor mientras intentaba reincorporarse.
-Si quieres maldecir a alguien hazlo con el bastardo de tu padre-
Dolor era todo lo que pasaba por la mente de león en aquellos momentos, era su única emoción mientras veía la imponente figura de su maestro acercándose.
-El fue el que me permitió total libertad con tu entrenamiento sin importar que-
Veo entendía el punto el era un peligro para aquellos que lo rodeaban ahora mismo y tendría que cambiar eso si quería volver a la escuela dentro de unos meses y mas si quería seguir jugando con su hermana seguir siendo el buen hermano como debería ser o creía que debía ser.
La fría lógica reemplazo el dolor y así decidió darlo todo, levantándose con un rápido y fuerte oppercut, el golpe fue tan imprevisto tan rápido que no le dio tiempo a su maestro a esquivarlo ni defenderse.
¡¡Bam!!
El fuerte golpe resonó por toda la habitación, la cabeza de su maestro se hecha para atrás y una fina línea de sangre broto de su hocicó, el tiempo que se habia ralentizado por la adrenalina en su sangre, parecía volver a correr con normalidad.
-Buen golpe mocoso-
Dijo Kai quitándose la sangre con el dorso de su peludo brazo.
-Asi es como debería ser, ahora sigamos-
Y con eso dicho su entrenamiento continúo.
………………
Himiko Toga veía con curiosidad y simpatía el pequeño pájaro herido en su patio trasero la pequeña ave tenia un ala rota, pues habia sido atacado por un gato callejero, su vida se estaba escapando lentamente de su cuerpo, ¿que podría hacer ella para ayudar? Fue su cuestionamiento, con resolución decidió pedir ayuda a sus padres. Tomando a ave con suavidad y cuidado de no dañarlo de mas, corrió por los pasillos de su casa hasta el segundo piso al estudió de su padre.
-¡papa! ¡papa!-
Canto antes de entrar al estudio de su padre, su padre Himiko Ryu se encontraba de espaldas a ella trabajando en su computadora como ingeniero de sistema independiente que era.
-Que-
Le dijo en un tono cansado antes de voltear a verla.
-¡Mira!-
Fue la respuesta de toga, mostrando al pajarito en sus manos.
-Necesita ayuda-
Prosiguió, su padre miro entre ella y el pájaro herido por unos segundos antes de comprender la situación.
-Veo-
Dijo su padre al llegar a un entendimiento.
-El señor pájaro esta herido-
Fue lo que anuncio antes de levantarse de su silla e ir al pequeño armario en la habitación.
-Veamos debe estar por aquí-
Murmuro su padre mientras rebuscaba en el armario.
-No te preocupes señor pájaro, papa te ayudara-
Musito toga al pequeño pajarito que solo piaba con las pocas fuerzas que le quedaban.
-Aquí esta-
Dijo su padre por fin terminando su búsqueda, en sus manos habia unos palillos de dientes y un poco de cinta de papel.
-Ven aquí cariño déjame verlo-
Haciéndole caso a lo que le dijo toga le entrego el pequeño pajarito a su padre y este último prosiguió a entablillar el ala del pájaro con los palillos de dientes y la cinta de papel como lo habia hecho ya en su juventud.
-Habla que darle algo de comer y beber-
Era lo obvio puesto que se veía cansado, Ryu entonces decidió posponer su trabajo por una hora o dos para poder comprarle el alpiste.
-Bueno será mejor que le des algo de beber cariño, mientras voy a la tienda para comprarle algo de comer-
Ryu vio la sonrisa de su pequeña, una sonrisa de jubilo, feliz y colmilluda.
-Después de eso lo llevaremos a un veterinario cariño-
-Si gracias papi-
Dejando solo a su hija cuidando el ave Ryu se marcho a la tienda de conveniencia mas cerca, sin percatarse de la sonrisa anti natural de su hija.
Toga cogió un pequeño tazón y lo lleno de agua dejándolo cerca de sr pajarito para permitirle beber.
-Vamos bebe no seas tímido-
Arrullo toga dándole pequeños toques al sr pajarito, varias ideas pasaron por su cabeza viendo al sr pajarito, pero uno de esos pensamientos intrusivos resaltaba mas sobre los demás.
-¿Cómo se vera por dentro?-
Un pensamiento intrusivo, una idea nacida de algo dentro de ella, una curiosidad innata, que debía saciar con urgencia como la sed del sediento en un desierto.
Yendo al despacho de su padre tomo un cúter y se dispuso a saciar su mortal curiosidad.
-Espero que le guste-
Dijo Ryu viendo el helado junto al alpiste que habia comprado, caminando de regreso a su casa, no estaba preparado para lo que vio.
-Mira papa el sr pajarito es delicioso-
Fueron las palabras de su hija con la boca cubierta de sangré y el pájaro muerto abierto en dos en sus manos, "que demonios" solo pudo pensar eso.
