Capítulo 7: Almuerzo
La conciencia del rey del infierno comenzó a volver lentamente, lo primero que sintió fue un frío pero a la vez reconfortante abrazo en su espalda y una presencia familiar y cálida, él estaba apoyado en alguien. Abrió los ojos abruptamente para encontrarse con la mirada de su hermano mayor, a pesar de usar antifaz, podía notar que lo miraba con cariño.
-¡¿Qué está pasando?!- grito exaltado con las mejillas doradas y sentándose abruptamente.
Joel levantó una ceja -Cálmate, te quedaste dormido-
-¡¿Y qué haces tú aquí?!- lo interrumpió.
- Como decía- lo miró serió para que no lo interrumpiera nuevamente- Te quedaste dormido, Rafael te examinó, dijo que sufriste una crisis de pánico aunque no creo que eso explique que hayas dormido tanto- le puso un dedo en la frente -Dime ¿Qué fue lo que hicieron para que padre se enfadara con ustedes?- su hermanito abrió la boca con sorpresa, no esperaba eso -¿Crees que no lo había notado?, fue evidente que padre los seguía a ustedes, no se que les dijo pero ustedes dos se tensaron y ahora mismo estás nervioso-
-Yo- desvió la mirada -No te lo diré-
-Hmp, como quieras- Se encogió de hombros -Padre, desea que te quedes un poco más, tu hija ya está al tanto de que te quedarás pero aún así deberías llamarla para que no se preocupe, ella desconoce los detalles-
-No soy un niño, así que no me digas que hacer Joel- lo miro amurrado.
Su hermano le revolvió el cabello con dulzura -Lo que digas… Por cierto, me gustaría hablar contigo a solas, si es posible-
-Si, si, como quieras, de todas formas estoy atrapado aquí hasta que el viejo lo decida- trato de sonar casual e indiferente.
-No le digas así- le dio un suave golpe en la frente con los dedos -se más respetuoso con padre- lo regañó, se estaba divirtiendo -Además si no quieres que te trate como a un niño, no te comportes como tal-
-Yo… no me comporto como un niño- inflo los cachetes, si lo hacía -¿Ella está bien?-
-Sí, se durmió en el hombro de Leroy un poco después de traerte aquí- Se levantó de la cama y se acercó a ella por el otro extremo de la cama -¿Qué sabes de esto?- apuntó sus brazos.
Observó los antebrazos de su hermana con detenimiento, a pesar de que sabía que lo hacía, solo había visto un par de cortes pequeños, noto que él mismo no tenía sus guantes y sus cortes estaban al descubierto, trató de ocultarlos con la ingenua esperanza que su hermano no los viera -Sinceramente no sabía que eran tantos, en una de sus visitas descubrí por casualidad un par, pero eran pequeños aunque recientes. No logré que me dijera nada al respecto-
-También encontramos unas pastillas- su hermano abrió los ojos con preocupación -Rafael cree que ha estado tomando una sobredosis de pastillas para dormir, por alguna razón-
-¿Quién más lo sabe?-
-Claramente Rafael, tú, yo y Azrael. Habíamos acordado que lo resolveremos entre los tres, pero ustedes son evidentemente cercanos- Le acarició el cabello a su hermana -Además tú también tienes lo tuyo- Levantó una ceja, su hermano bajó la mirada avergonzado, era evidente que ya lo sabía. Le entregó sus guantes -colocatelos, no te deseo exponer, sólo quiero que lo hablemos-
La puerta se abrió con suavidad, Azrael ingresó con indiferencia, al ver a Lucifer despierto levantó la mano a modo de saludo -Hola enano… ¿Te encuentras mejor?-
-No me digas enano, Az-
-Hmp, pero si te quedaste chaparro- se burló.
Un tic se formó en su ojo "¿Pero qué le pasa?, ¿Cómo me puede hablar así? con tanta naturalidad, como si nunca hubiese pasado nada", aunque su hermano siempre ha sido un descarado, suspiro -Ya estoy bien-
-Excelente- Sonrió -Con Leroy preparamos pasta fresca y tres tipos de salsas diferentes y ensalada, ya está listo- Les informo -Les envié sus porciones a Gabs, Leo y Mike, comerán en el palacio que le pertenecía a Sera. Quieren terminar con la investigación- Informó mirado a su hermano mayor -Además les envié a padre y a Galim comida- se puso la mano en la cintura -Sólo quedamos nosotros, ya está puesta la mesa, así que bajen mientras la despierto-
-No es necesario que hagas eso- Le comentó Joel.
Se encogió de hombros -Con todo respeto hermano, tú encargate de tu mocoso y yo me encargo de la mía-
-¡No soy un mocoso!- le gritó su hermano menor, se tapó la boca, su hermano pelinegro sonrió. Cometió un error, aceptó que se seguía considerando "el mocoso de Joel" -Quiero decir- miro hacia un lado sonrojado e inflando sus cachetes -Ya no soy su mocoso-
Los mayores se rieron, lo que provocó que su cara se pusiera más dorada -Si, si lo que digas mocoso… Ahora levántate y váyanse… Nosotros iremos enseguida-
-¡Ok! Arriba- Joel miró a su hermano menor, "¿Cómo debía decirle?, había quedado que Samy ya no y Lucifer era muy distante, su hermana le decía Lu o Lulu" Se restregó la barbilla y lo decidió -¿Te puedo decir Luci?- él asintió algo desconcertado- Ok, entonces… ¡Arriba Luci!, vamos con Leroy- el rey del infierno obedeció, no muy animado y aún con sus mejillas doradas, se colocó los zapatos y lo siguió hasta el comedor.
Caminar por su antiguo hogar era extraño, todo era similar y distinto a la vez, había una mezcla de lo antiguo con lo moderno, notó que aún se iluminaban con esos cristales de su infancia que reaccionan con la energía, eso le gustaba quizás le pediría a su hermano un trozo, sólo para satisfacer su curiosidad, siempre quiso saber cómo funcionaba.
Todo el castillo transmitía cierta luz y una cálida energía reconfortante, casi sanadora. Bajaron dos plantas hasta el comedor familiar, ahí estaba Leroy de espaldas a ellos, ordenando la mesa y colocando los alimentos, se detuvo un instante como presintiendo que estaban, se volteó con una cálida y genuina sonrisa, sus rasgos seguían siendo infantiles e inocentes. El rubio se acercó a él con timidez, no era mucho más alto que él, sin previo aviso lo abrazó, capturandolo por sobre los hombros, eso lo desconcertó pero no tanto como las lágrimas que sintió en su rostro.
-Me alegra que estés aquí- Le susurro al oído -Espero que algún día puedas perdonarme por no defenderte como debí haberlo hecho hermanito y por abandonarte-
Sus palabras le impactaron en lo profundo, todos estos años de soledad y de culpa, había pensado que sus hermanos lo detestaban y lo odiaban por lo que hizo. Enterró su rostro en el cuello de su hermano y también lo abrazó -No necesito perdonarte porque nunca te he culpado de nada Leroy, era algo que estaba fuera de tu alcancé- Le respondió en voz baja.
No podía decir cuánto tiempo se habían abrazado, era algo reconfortante, su hermano siempre había sido cálido y amable, era su hermano mayor favorito, no podía considerar a Joel en eso porque para él siempre fue un hermano/padre y estaba en una categoría distinta, guerra de la de "hermanos mayores".
Después de soltarlo, Leroy se secó las lágrimas y lo guió de la mano hasta la mesa y lo ubicó a la derecha de la cabecera. Su hermano mayor se sentó en la cabecera y su otro hermano a la izquierda de la cabecera, pero dejando el puesto al lado de Joel libre, para Azrael.
En la mesa había cuatro fuentes con tapas de vidrió, una con fetuccinis y tres con diferentes salsas, y una fuente de vidrio con una ensalada mixta de hojas verdes y tomates cherrys.
-Hicimos tres salsas: una clásica boloñesa, una margarita con diferentes mariscos y una espinaca con champiñones- Les explicó el rubio -Buen provecho-
Joel extendió la mano hacia el plato de Lucifer, este se lo entregó y colocó una porción de pasta, hizo lo mismo con el plato de Leroy para finalmente servirse a él mismo. Cada uno escogió sin ponerse de acuerdo comenzar con una salsa diferente.
Lucifer eligió la margarita, al probarla sintió que se derretía, su sabor era sublime -mmm- dejó escapar con satisfacción -realmente es lo mejor que he comido en años-
-ji ji- Su hermano le sonrió con orgullo -Azy y yo hemos hecho diferentes cursos de cocina en la tierra, sin querer una vez coincidimos en uno de comida italiana-
-¿De verdad?-
-Sí, nos gusta cocinar, es relajante y explorar en los sabores, olores y en las sensaciones que deja la comida es muy satisfactorio-
-Los humanos han desarrollado diferentes técnicas y estilos de gastronomía- Comentó Azrael incorporándose a la mesa, efectivamente se sentó al lado izquierdo de Joel, su hermana se sentó en silencio al lado de Lucifer -Como recordarás hace milenios que entre nosotros nos encargamos de preparar la comida, prácticamente casi todos cocinamos muy bien, pero con Leroy decidimos profesionalizar eso-
-Vaya, eso está… súper- Comentó el rey del infierno -Yo también sé cocinar, bastante bien, aunque claramente no creo que pueda alcanzar este sabor -observó a su hermana menor que se servía fetuccini con la salsa vegetariana, desde el inicio de los tiempo ella nunca había comido carne. Sólo una vez la probó para demostrar porque no lo había hecho antes, era extraño pero era alérgica a la carne -Creo que nunca te he visto cocinar-
Azrael casi se atraganta -estas loco, o ¿te quieres intoxicar?- Se burló -mi "casi" la excluía- ella rodó los ojos -Lo intentado varias veces, con cada uno de nosotros, pero algo sucede que lo que prepara es incomible-
-Que exagerado eres hermano- Ella se quejó avergonzada.
-Az no la molestes- intervino Joel -Es cierto que nos hemos intoxicado con su comida pero no es su culpa- el pelinegro se rió aún más fuerte.
-¡Joel! eso no me ayuda-
-¿Eh? je je, perdón-
Ella jugó con su comida un poco antes de probarla, no tenía ganas de comer, al menos no después de enterarse que su secreto, ya no era secreto y que tenía una conversación pendiente con su pseudo papá, Azrael. Sintió que su celular vibraba, no estaba permitido contestar en la mesa o sacarlo si quiera, pero su instinto la instó a hacerlo, era Charlie -¿Lullu, por casualidad llamaste a Charlie?-
Su hermano se puso incómodo -Pensaba hacerlo después de comer… ¿Por qué?-
Ella lo miró feo -Que negligente eres- él se puso dorado -ella ha estado preocupada por ti, de hecho ahora me está llamando- Le mostró el celular - Lo siento, pero debo contestar- Se disculpó mirando a sus otros hermanos, sobre todo a Joel - Hola Charlie, ¿Qué tal?- Puso cara de desconcierto -¿Angel?... ¿Qué haces con el celular de Charlie?- Abrió sus ojos y se levantó abruptamente -¡¿Qué?! ¿Me estás jodiendo? Sinceramente espero que sea una puta broma… Esa maldita perra no debería estar ahí- estaba enfadada, sus hermanos la miraban extrañados por ese vocabulario tan vulgar -¿Dónde la tienen?... ajá… ajá… No te preocupes, iremos enseguida… Sólo no se involucren, no quiero que salgan lastimados -Le hizo a Lucifer una señal con la mano para que se levantara -Esto sonará extraño, pero puedes enviarme un vídeo… ok, muchas gracias… Nos vemos en unos minutos- Colgó, reviso su celular y reenvío el video a su padre, no tardó en llegar la respuesta y una extraña sonrisa apareció en su rostro.
-¿Qué sucedió hermana?- Preguntó Leroy, mientras ella se levantaba y creaba un portal.
Su cara se puso sería -Lute y todas sus exorcistas están en el infierno, masacrando a los pecadores que encuentran a su paso- miró a Lucifer -Tienen a Charlie- Sólo la bomba-
-¡¿QUÉ!?- los cuatro gritaron sorprendidos.
-La tiene retenida en la embajada celestial, debemos ir ahora Lulu, le informe a padre, ya tengo sus órdenes directas- le puso una mano en el hombro -No te preocupes, ella estará bien, pero no debes intervenir- Su portal se abrió y lo arrastró con ella, llegaron al frontis de la embajada junto a Angel y Vaggie -Hola chicos- los saludo seria-
-Su majestad, Sally- Los saludo desanimada Vaggie, estaba herida, de hecho todo el grupo del hotel lo estaba. No eran los únicos pecadores que estaban frente a la embajada, los caníbales también estaban ahí al igual que algunos overlord. La vista general era que algunos exorcistas estaban en el aire, sólo vigilando, otro grupo estaba en tierra frente a la embajada, otras estaban exterminando pecadores. En el aire dos exorcistas sostenían a Charlie y Lute la amenazaba con la espada.
-Hasta que el fin aparece su majestad-
-No jodas ahora Alastor- Respondió serió.
-Recuerda lo que dije- La menor le dio la espalda a su hermano, mientras avanzaba -No intervengas- Ella avanzó sin esperar respuesta, separándose del grupo, notó los drones de Vox en el aire, esto se estaba transmitiendo, podía sentir las miradas de todo en ella, era un momento tenso. Las exorcistas la apuntaron con sus lanzas, estaba a sólo un metro de ellas.
-¡No avances más niña!- Le gritó Lute, con su espada más cerca del cuello de Charlie, Salael se detuvo y la miró seriamente.
-Realmente eres estupida Lute- su voz era clara, todos podían escucharla a la perfección a pesar de que no gritaba, su voz angelical pero sería con una pizca de burla -¿Realmente crees que se saldrán con la suya? Lo único que han conseguido con esto es el enfado de mi padre-
Lute, lejos de preocuparse se rió -Oh, pequeña princesita… ¿Realmente crees que tiene oportunidad contra todas nosotras?- Las exorcistas se rieron.
-¿Qué quiere decir con princesita?- Escucho a lo lejos que preguntaba Angel, posiblemente a su hermano.
Ella la miró con indiferencia -Lo que realmente me sorprende es que creas que puedes salirte con la tuya-
