Sinopsis: Vaggie vuelve con Charlie tras resucitar después de su ultima desventura.
Despertar de la muerte siempre era una perra.
Cuando Vaggie abrió su ojo, todo su cuerpo crujió al más mínimo movimiento. No sabía si eso se debía a cómo murió o al frío suelo de piedra del páramo abandonado en el que se durmió por una horrible cantidad de tiempo.
Vaggie, por costumbre, aguantó. Inspeccionó a su alrededor y no vio nada más que los carmesís páramos del infierno que se extendían en todas direcciones durante kilómetros. Colinas rojas donde crecía poca o ninguna vida, le recordaban al desierto.
Ella esperaba poder ver a Ciudad Pentagrama al despertar, pero su suerte no le concedería ni siquiera eso después de morir y resucitar literalmente.
Estirando su brazo más de lo necesario, Vaggie invocó su lanza, su ansiedad subyacente se disipó, aunque solo un poco, y la usó como bastón para caminar.
Vaggie tardó media hora en caminar sin rumbo antes de poder ver finalmente Ciudad Pentagrama en el horizonte, después de haber subido a la cima de un acantilado y haberse parado en el borde. Ahora, si tan solo pudiera encontrar una forma de bajar que no le llevara una eternidad.
Vaggie consideró literalmente saltar desde el borde y arrojarse al vacío por puro despecho.
…
Había perdido la noción del tiempo cuando finalmente llegó a calles que reconoció.
Las piernas le pesaban como si fueran sacos de grava y le ardían los pies. Una parte de ella, una que no la había acompañado al infierno, le decía que podía—debería—tomarse un descanso. No era como si el hotel fuera a desaparecer, y Charlie ya la estaba esperando… por el tiempo que tardara Vaggie en reaparecer, podría esperar un poco más.
Pero, a decir verdad, Charlie era tanto la bendición como la maldición de Vaggie. Sólo Charlie era su cielo seguro. Ningún otro lado y nada más.
Después de lo que pareció una eternidad, Vaggie había llegado al territorio del hotel. Eso solo le permitió respirar mejor y mitigar su dolor.
Cuando se paró frente a las puertas del hotel, respiró profundamente y levantó el puño.
KNOCK-
"¡VAGGIE!"
La puerta se abrió de inmediato y antes de que Vaggie se diera cuenta, Charlie la envolvió en un abrazo que le levantó los pies del suelo con una fuerza comparable a la que la mató antes.
Pero ella no estaba en condiciones ni de humor para quejarse de ello y sólo trató de disfrutar el momento.
"¡Losientolosientolosientolosientolosientolosientolosientolosientolosientolosiento! ¡Lo siento TANTO TANTO TANTO! ¡Prometo que te escucharé más de ahora en adelante! ¡Todo fue mi culpa-Aghhhhh!" La voz de Charlie se quebró en un lloriqueo mientras bajaba a Vaggie y hundía la cabeza en el hombro de su compañera, doblando la espalda.
Como si fuera su segunda naturaleza, la pecadora puso su mano sobre la espalda del demonio y le dio palmaditas. "Tranquila, cariño. Ahora estoy aquí, eso es todo lo que importa." Vaggie apoyó el costado de su cabeza sobre la cabeza de Charlie mientras correspondía al contacto, disfrutando el momento. Charlie era como una cama perfecta, suave, relajante y tan malditamente cálida y cómoda. "Shh, shh, no llores, cariño. Ahora mismo-oooow…" Vaggie había levantado la cabeza de Charlie para poder ver su rostro.
Los ojos de Charlie todavía estaban cristalizados, con lágrimas a punto de estallar en cualquier momento. Sus mejillas estaban empapadas de fuertes y definidos rastros de lágrimas que rodaban por todo su rostro blanco, sin mencionar que sus ojos estaban rojos, pero no como lo estarían en su forma de demonio. Una clara señal de que ha estado llorando desde que Vaggie murió; probablemente sin parar.
"Ahora mismo estoy aquí," continuó Vaggie. "Puedes cuidar de mi todo lo que quieras, sólo si yo puedo cuidar de ti."
De alguna manera, los ojos de Charlie se llenaron aún más de lágrimas por un segundo antes de convertirse en un charco de lágrimas una vez más. "¿Qué hice para merecerte-eeeh-eh-eh-eh-eh!?"
"Más de lo que este lugar y yo merecemos," Pensó Vaggie, "Vamos a la cama, cariño. "Envolvió suavemente su mano sobre la de Charlie y caminaron hacia el ascensor, apoyándose una en la otra directo a su habitación.
Vaggie y Charlie no se soltaron ni un solo segundo durante toda la noche.
Realmente no tenía planes de escribir esto hoy, estaba trabajando en otro proyecto cuando me harte y escribí esto de puro coraje. Era una idea que ya tenía desde hace tiempo tras las cortinas. Lo escribí todo de una sentada.
Simple y logra su pequeño cometido.
