Parte 8
Era de noche y un alegre Mate conducía por la calle, en compañía de sus amigos McQueen y Cruz. Ambos hombres habían decidido llevar a la chica a una aventura simplemente para pasar el rato y divertirse.
-¿Por qué tengo que acompañarlos?. -Preguntó Cruz bostezando, ella tenía sueño, pero fue arrastrada a esa actividad contra su voluntad.
-Dijiste que querías conocer a Frank, además será un buen entrenamiento, ya lo verás. -Mencionó McQueen con una sonrisa.
-¿Frank es entrenador?. -Preguntó con curiosidad la chica.
-¡Oh, sí, debiste ver cómo hizo correr a Rayo la primera vez que lo vio, su nombre le quedó como anillo al dedo. -Comenzó a carcajearse.
-Era obvio que debía correr, y eso no hubiese pasado si tú...
-Vas a arruinar la sorpresa. -Se rió Mate, interrumpiéndolo con una sonrisa traviesa.
Ellos seguían inmersos en su plática, Cruz dejó de prestar atención y miró hacia la ventana, notando unas luces en donde se supone no debería haber.
-Chicos, ¿es normal que haya luces en el desierto?.
-¡Ahhh, la luz fantasma!. -Gritó Mate y aceleró.
-¡Mate, detente!, ¡Nos vas a matar!, ¡Frena, frena!. -Gritó preocupado el ojiazul.
El chico de ojos verdes frenó de golpe, haciendo que Cruz se fuera de bruces sobre el tablero del coche y que McQueen se agarrara de lo que pueda.
-¡Ouch!, espero que no me salga un chichón. -Mencionó la chica mientras se sobaba la frente.
-Lo siento. -Se disculpó Mate, preocupado.
McQueen vio las luces que mencionaba la chica y escuchó música. Los tres bajaron del auto y comenzaron a caminar para ver de qué se trataba.
-¿Qué hacen esos coches y esa gente aquí?. -Preguntó curioso Mate. -¿Acaso es una fiesta?. Que mal, no vine preparado.
-No es una fiesta, son carreras de aceleración. -Mencionó McQueen.
-En mi país se les dice arrancones, una vez mi primo me llevó a uno, son entretenidos. -Añadió Cruz.
-Esta carrera debe de ser clandestina. Vengan, vayamos a investigar.
-¿Crees que sea buena idea?. -Preguntó Cruz.
-Nos mezclaremos con el resto de la gente, nadie nos notará. -Respondió con confianza.
Parecía una fiesta, había música, mucha gente disfrutando y tomando, además de una pequeña exhibición de coches modificados.
Cruz observaba el panorama con curiosidad, de pronto su semblante cambió a uno de sorpresa al reconocer a alguien entre la multitud.
-¡Sr. McQueen, es el novato que vi aquel día!. -Mencionó en tono de molestia.
-Es Samir Johnson. -Añadió el rubio. -Está remplazando a Ryan Laney desde mediados de agosto.
De pronto alguien los reconoció.
-¡Hey, pero qué tenemos aquí!, son mis pupilos fango apestoso y limonada. -Dijo en forma de broma, soltando una carcajada.
McQueen y Cruz se sobresaltaron al reconocer esa voz familiar.
-¡Miss Fractura!. -Exclamaron al unísono y voltearon para verla.
Se acercó a ellos y los rodeó con fuerza, abrazándolos por el cuello.
-Qué gusto verlos, los extrañé. Los chicos estarán igual de felices de verlos. -Dijo con entusiasmo.
-¡Arg!, ¡Suéltanos!. -Añadieron ambos, sintiéndose sofocados por el abrazo.
-¡Hey chicos, vengan!, ¡Miren a quiénes me encontré!.
Arvy, Dr. Daño y Faregame se acercaron. El reencuentro estaba generando bastante revuelo, tanto que el novato Samir se dio cuenta de ellos y se acercó.
-¡Vaya, vaya!, miren lo que tenemos aquí, es el famoso Rayo McQueen y su minion.
-¿Minion?.
-Seguramente lo menciona porque tu uniforme en las carreras es amarillo. -Comentó Mate.
-¿Están perdidos?, ¿Qué hacen por estos rumbos?. -Samir los vio de forma despectiva.
-La pregunta es, ¿qué haces tú aquí?. -Tiró altaneramente Cruz.
-¿Yo?. -Comenzó a reír. -Estoy aquí por diversión y las apuestas, cariño. -Hizo un ademán de dinero con las manos.
-Nosotros solo pasamos a ver, ya nos íbamos. -Mencionó McQueen.
-¡Oh, vamos!, quédense y participen. -Añadió Miss Fractura.
Cruz y McQueen abrieron los ojos sorprendidos.
-Qué buena idea. -Agregó Samir. -¿O acaso tienen miedo?.
-Es una pena, pero no traemos coche. -Mencionó McQueen nerviosamente, rascándose la nuca.
Arvy se metió en la conversación.
-Mi amigo Taco puede prestarles el suyo. ¡Hey, Taco, préstales tu coche!.
-¿Yo?, ¿Por qué?.
-Son corredores profesionales, tarado. Saben lo que hacen. Además, podremos ganar mucho dinero si ganan. -Explicó Arvy con entusiasmo.
-Eso suena bien. -Admitió Taco mientras le entregaba las llaves de su coche a Cruz. -¡Cuídalo, guapa!. -Le guiñó un ojo y le hizo un gesto para que le llame por teléfono.
Ella tragó en seco y volteó a ver a McQueen. Ahora estaba nerviosa.
De repente, Arvy gritó. -¡Se abren las apuestas!.
Taco lo secundó. -¡Hagan sus apuestas, amigos!.
-¿Qué haces Mate?. -Preguntó McQueen.
-Apostando por Cruz.
-Mate, eso está mal... y más si no me esperas. Yo también quiero apostar por ella.
-¿Qué?, esperen chicos, no voy a participar.
-Oh, lo siento. Creí que querías darle una paliza a ese tipo. -Comentó el rubio, señalando al engreído de Samir.
-¿Me tienes miedo, princesa?, seré gentil.
-No te tengo miedo. Acepto el reto, y si gano, me dirás por qué le hiciste una mala jugada a Storm.
-Me parece bien. Si yo gano, tendrás una cita conmigo y me darás un buen beso francés.
Cruz puso cara de desagrado. -No pienso perder contra ti.
Déjame decirte algo, preciosa. Aquí yo siempre gano. -La miró de forma arrogante y añadió. -Como es tu primera vez, seré bueno contigo. Serán 3 rondas, el que gane 2 rondas se llevará la gloria y el dinero.
Cruz volteó a ver a su mentor y mencionó en voz baja.
-Sr. McQueen, no sé cómo hacer esto.
-Oh, vamos, no es tan difícil.
-¿No prefiere participar mejor?. -E intentó darle las llaves del coche.
Él las rechazó con una sonrisa. -No puedo, ya aposté por ti.
Cruz lo vio con molestia.
-Bueno chicos, a sus coches. -Dijo Miss Fractura, ella daría la señal de salida.
Los dos estaban en los autos, a punto de comenzar la primera ronda. Cruz intentó tranquilizarse respirando profundamente.
Encendieron motores y Miss Fractura dio la señal de salida. Samir salió antes que Cruz, haciéndolo ganador de la primera ronda.
-¡Esto será fácil!. -Pensó Samir.
Regresaron a la posición inicial para la segunda ronda y McQueen se acercó a la castaña para intentar animarla.
-¡Nunca había hecho esto!. -Cruz estaba nerviosa de nuevo.
-¡Hey, tranquila!, es lo mismo que estar en la pista de carreras, solo que no hay vueltas, es una menor distancia, un solo oponente. Si no reaccionas a tiempo, podría suceder algo peor, pero por lo demás, es lo mismo. Y si pierdes, bueno, solo tienes que salir con él y darle un beso. Storm entenderá.
-Eso no me ayuda. -Puso una cara acomplejada.
-¿Terminaron de pintarse las uñas?. -Habló Samir, muy fastidiado de esperarlos.
-¡Vamos Cruz, tú puedes!. -Alentó su mentor.
-¡Vamos Cruz, demuestra las habilidades aprendidas en la escuela de la diva de la demolición!. -Alentaron los chicos de Thunder Hollow.
De nuevo se dio la señal de salida y ambos salieron iguales. Esta vez, Cruz resultó ganadora.
En la tercera ronda, los dos llegaron empatados.
-Falta el desempate, cariño. Ya quiero probar esos labios. -Se relamió la boca y comenzó a reír a carcajadas.
-Tranquila, solo quiere desconcentrarte. -Pensó y respiró profundamente. -¡Soy una nube esponjosa!. -Se repitió como mantra.
Todos los espectadores estaban ansiosos de ver quién sería el ganador. Se había movido bastante dinero y la competencia estaba muy reñida.
Cruz se encontraba en la línea de salida, su corazón latía muy rápido. Sabía que un movimiento en falso la haría perder. No era como en las carreras donde podía posicionarse en primer lugar en una de las muchas vueltas, esto se decidía en segundos.
En un momento, Miss Fractura dio la señal de salida. Los dos salieron igual de veloces, el público gritaba emocionado y apoyaba a su favorito. En menos de lo que se esperaba, se determinó al ganador.
Arvy y Taco se abrazaron, gritaron y comenzaron a dar vueltas mientras saltaban.
-¡Te lo dije!, ¡ganamos mucho dinero, ¡Sí!.
Samir bajó disgustado de su coche. No podía ser, le ganó una chica.
-¡¿Gané?!, ¡gané!. -Bajó del coche emocionada, se acercó a Samir y soltó.
-¡Ja!, en tu cara.
Samir hizo una mueca de fastidio.
-Hora de pagar tu apuesta.
-Bien. -Exclamó resignado. -Vamos a un lugar donde podamos hablar.
Se alejaron bastante del bullicio. Cuando se detuvieron, Samir sujetó suavemente la barbilla de la chica para contemplar su rostro.
-Vaya, que te ves delicada, pero eres muy ruda, me gustas. ¿Qué quieres saber exactamente?.
Ella apartó la mano del chico y lo miró molesta.
-Entiendo que quieras ganar la copa, pero ¿por qué de ese modo?, alguien pudo salir lastimado.
-¡Ay, por favor!, solo quería hacerlo dormir como un bebé unas horas. -Mencionó exasperado. -Lo conozco y dejarlo fuera lo volvería loco. Pero al parecer, alguien tomó su lugar e hizo que quedara en la final.
Él tenía razón, Storm se puso como loco cuando se enteró de que no participó y que alguien más tomó su lugar.
-Entonces, ¿ustedes se conocen de antes?.
-Tenemos historia, preciosa, y no es una buena. Por su culpa no pude debutar antes, él llegó tan arrogante y era tan bueno que quedé a un lado. Creí que cuando se fuera, yo estaría en la mira, pero no fue así, porque Reverham se fue con él, y ahora estoy como un estúpido suplente. Si gano la copa, algún patrocinador se fijará en mí. -Cuando terminó su discurso, levantó una ceja y preguntó. -¿Él te interesa?.
Ella se sorprendió con la pregunta.
-¡¿Qué?!, ¡No!, es solo que... lo que hiciste, estuvo mal, porque... alguien pudo salir lastimado... y...
Samir comenzó a reír y rodó los ojos.
-Deja tu discurso moral, no me engañas, él te gusta. La pregunta es, ¿por qué?, es un idiota arrogante y te hizo una mala jugada en tu primera carrera, que por cierto, fue muy peligroso, por eso lo suspendieron una temporada. ¡Deberías estar a mi favor!.
-¡Él no me gusta!. -Exclamó. Su relación debía mantener un perfil bajo.
-¡Ajá!, ¿entonces?.
-Storm ha cambiado, y todos necesitamos una segunda oportunidad. Tal vez tú podrías dársela.
-Qué ilusa, la gente no cambia.
-Claro que sí, pero depende de uno mismo querer hacer el cambio.
-Si, como no. Bueno, como sea, él no te merece.
Ella rió, recordando que Storm le había dicho lo mismo. En ese instante de distracción, Samir la atrajo hacia sí, la besó y le mordió el labio, causándole una herida. Cruz le dio un golpe en el estómago.
-No vuelvas a hacer eso. -Se dio la media vuelta y se marchó.
Samir se incorporó, sintiendo el dolor del golpe. -Así me gustan, bravas.
A Cruz le dolía el labio; ese idiota la lastimó. Si Mate o McQueen preguntaban, diría que se lo hizo en la carrera. Tomó su móvil para llamar a los chicos cuando notó que tenía varias llamadas perdidas y mensajes de Storm. Había olvidado que lo había puesto en modo silencio por indicación de sus amigos. Antes de que el chico volviera a contactarla, decidió devolverle la llamada.
-¿Por qué no respondías las llamadas?. -Preguntó un indignado Storm.
-Estaba ocupada.
-¿Haciendo qué?.
-Oye, yo no te interrogo.
-Lo siento, pero te extraño. Me gustaría estar contigo ahora.
-Ya me imagino para qué, ¡pervertido!.
Él comenzó a reír. -No sé qué te imaginas, pero yo no estaba pensando en nada de eso. Aunque si me lo pidieras, te complacería, no me opongo.
Ella se puso roja por ese comentario.
-¿Te puedo ver el sábado?. -Preguntó Storm.
-Debes descansar. Es mejor si te veo después de la carrera.
-Solo una hora, ¡por favor!.
No podía decirle que no. Tenía tantas ganas de verlo y desearle suerte. -Está bien. -Le dijo dulcemente.
En un momento se escucharon los motores y el acelerador de unos coches. Acababa de comenzar otra carrera.
-¿Qué fue eso?. -Preguntó Storm.
-¿La tele?. -Mencionó dudativamente.
-¡Cruz!.
-Adiós. ¡Te amo!. -Y colgó.
-¡Maldición!, ahora, ¿dónde están Mate y el Sr. McQueen?.
~§~
Cruz encontró a McQueen y preguntó por su amigo Mate.
-Te lo perdiste, Mate le acaba de ganar a Miss Fractura. Fue increíble, ganó en reversa. -Dijo eufórico.
-¡Whooooooah! ¡Detengan a ese tipo, voy a matarlo, atrápenlo!. -Gritó molesta Miss Fractura. No podía aceptar que Mate le haya ganado, y menos en ese modo.
-¡Nos hizo perder dinero!. -Gritaron Arvy, Taco y Faregame.
-¡Se robó mi goma de mascar!. -Gritó Dr. Daño.
-Hora de correr. -Anunció Mate mientras pasaba velozmente a su lado.
-¡Vámonos, Cruz!. -Mencionó McQueen y la jaló para que corriese.
Ahora los tres corrían desesperados para alejarse del lugar.
~§~
Habían vuelto al pueblo, los tres se encontraban muy cansados.
-¡Vaya!, esto sí que fue una buena aventura, mejor que asustar vacas y correr para perder a Frank. -Dijo Mate.
Lo hiciste muy bien Cruz, estoy muy orgulloso de ti. Y nos hiciste ganar dinero. ¡Ka-chow!. -Y comenzó a contar el botín.
Sally los vio y preguntó. -¿Por qué están tan sucios?, y ¿de dónde sacaron ese dinero?.
Los tres voltearon a ver a la chica y empezaron a reír.
-¿De que se ríen?. -Preguntó Sally.
