*~Estrella fugaz~*
-¡Solo te pedí una maldita cosa Jackson y era traer a Cruz a tiempo para su fiesta sorpresa!. -Hablaba furioso McQueen. -¿Dónde carajos están?.
Storm rodo los ojos. -Tranquilo, ella llegará, tarde pero lo hará. -Y los dos siguieron enfrascados discutiendo.
Era el cumpleaños de Cruz y sus amigos le organizaron una fiesta sorpresa. McQueen le pidió a Storm mantenerla ocupada para que no sospechara nada, así que decidió llevarla a un día de campo y ella le pidió quedarse hasta el atardecer para verlo juntos, así que iban tarde para la fiesta, para su mala fortuna cuando iban de regreso el auto se quedó sin batería gracias a alguien que había olvidado apagar el estéreo.
Ahora solo debían esperar a que alguien pasará por ahí o que McQueen llegará para ayudarlos.
Storm colgó el móvil y volteó a ver a Cruz, ella estaba apoyada en el capirote del coche viendo las estrellas, se veía tan linda con ese vestido color salmón y esa cursi corona de flores que el mismo le hizo.
-¿Qué te dijo?.
-Muchas palabras altisonantes que no repetiré.
Ella lo vio en forma preocupada.
-Tranquila, todo esta resuelto.
-Lamento haber dejado el estéreo encendido.
El chico se acercó y la abrazo. -Solo por que es tu cumpleaños, no te diré nada.
Ella restregó su rostro en el pecho del chico y lo abrazo con mucha fuerza.
-¡Gracias!, me la estoy pasado muy bien. -Dijo de la nada la chica.
Storm bajo el rostro para verla y mencionó asombrado. -¿Te la estás pasado bien?, ¿en serio?, ¿aún que estemos barados en la carretera, sin que ninguna alma nos ayude?, por que como habrás notado, nadie ha pasado desde que estamos aquí.
Ella subió el rostro y lo vio con ojos de amor. -Jackson, podríamos estar en una apocalipsis zombie y me la pasaría bien mientras estés a mi lado.
Storm lo vio en forma divertida. -¡Estás loca!.
-Eso si, te aclaro que si debo salvarme te dejaría atrás.
Storm echo una carcajada por tal ocurrencia. -En verdad estas loca. Luego le acarició la mejilla con cariño y añadió. -Siempre me haces sonreír y vez las cosas positivas de la vida. ¿Cómo te fijaste en mi?.
-Me fije con estos lindos ojitos. -Cruz comenzó a parpadear en forma rápida.
-¡Ja!, que graciosa. Lo pregunto en serio.
Ella lo tomó del rostro y lo vio a los ojos. -Eres muy cariñoso, adorable, protector, persistente y aún que no lo notes cada día me motivas a ser mejor.
-¿En serio?. -Dijo en forma de sorpresa Storm.
Tienes muchas virtudes, puede ser que no lo notes, pero he visto como has ido mejorando y volviendote un gran hombre.
-No se que haría sin ti mi hermoso rayo de sol.
-¡Te amo!, mi devastadora tormenta.
-¡Oye!, eso no suena nada lindo. -El. Entrecerro los ojos.
Ella se rio. -En resumen eres un gran hombre y te amo.
-Eres un ángel, ven aquí. -Storm le dio un beso lento y luego ella le pidió que se siente a su lado para apreciar el manto estelar.
-¡Jackson, mira!, una estrella fugaz. -Dijo emocionada la chica, cierra los ojos y pide un deseo.
-¿Para qué?, si desde que estoy contigo ya lo tengo todo.
Ella volteó a ver al chico con ojos de amor y le sonrió.
-¡Jackson, eres demasiado adorable!.
Storm se estaba derritiendo ante esos hermosos ojos cafés. La tomó de la barbilla y le dio un beso cargado de amor, cuando se separó de ella le preguntó en forma curiosa.
-¿Pediste un deseo?.
-Si. Deseé que esta linda mano pronto tenga un anillo.
-Bueno, talvez tu deseo se haga realidad. Por cierto aún no te he dado tu regalo de cumpleaños.
Storm se levantó y fue en busca de algo dentro del coche.
Ella sonrió, después de tres años, ella ya le había lanzado varias indirectas al chico de que quería ser su prometida y futura esposa.
El chico regresó y le pidió cerrar los ojos, le tomó la mano izquierda y colocó algo en su dedo anular.
El pulso de Cruz se aceleró, estaba emocionada, aún que era una propuesta de matrimonio muy extraña.
Abrió los ojos, vio el pequeño anillo de en su dedo con un diamante en el centro en forma de corazón y a los costados tenía 3 diamantes circulares.
-¡Dios mío, Jackson!. -Había quedado perpleja pero no dudo en aceptar.
-Mi respuesta es un rotundo si, ¡te amo demasiado!.
Storm comenzó a reír. -Es un anillo de promesa, no de compromiso.
El semblante de la chica cambio a uno serio. -Me siento estafada. -Volteó a ver a Storm y le dio un golpe en el brazo.
-¡Ouch!, si no te gusto, solo devuélvemelo.
Ella vio su mano con el anillo y sonrió. -Es un avance.
-¿Te gustó o no?.
-¿Tu que crees?. -Ella lo jaló de la Solopa de su camisa y lo beso en forma demandante, luego comenzó a ponerse más cariñosa.
Storm comenzó a subir la falda de Cruz y acarició esa tersa piel de sus piernas.
-¡Mmm!, ¡Jackson, espera!. -Habló agitada. -Alguien... ¡ah!, puede vernos.
-No ha pasado nadie en más de una hora. -Dijo Storm mientras besaba y mordía el cuello de la chica.
-Vayamos dentro del coche, porfavor. -Cruz se estremecía con cada caricia que Storm le daba en el interior de sus muslos.
Ahora ella se encontraba sobre Storm en el asiento del copiloto agasajando.
El claxon del coche sonó y ambos se asustaron, Cruz se golpeó la cabeza con el techo por tener el impulso de querer levantarse.
-¿Podrían bajarle a su calentura?. -Habló molesto McQueen.
-¡Oye, campeón!, es su cumpleaños déjala disfrutar, además si tu ya no tienes acción es tu problema.
McQueen entrecerro los ojos y lo mal miro. -Bajen y terminemos con esto.
Mate al ver a Cruz la abrazo y le dio vueltas en forma alegre para felicitarla. Luego McQueen se acercó a felicitar a Cruz, abrazándola con fuerza y ella les presumió su anillo.
-¡Vaya!, ¡ya era hora!. -Mencionó McQueen.
¡Felicidades, Cruz!, ¿puedo ser tu dama de honor?. -Mencionó Mate en forma alegre.
Storm se acercó y les aclaró que no era un anillo de compromiso.
-Rayo igual le dio uno a la señorita Sally y ella aún sigue en espera del anillo de compromiso.
-¡CÁLLATE, MATE!. -Habló molesto McQueen.
Cruz volteó a ver a Storm.
-No pienso hacer lo mismo que él.
Le pasaron corriente al auto y se encaminaron de regresaron a la ciudad para celebrar el cumpleaños de la chica.
