*~Inmoral~*

¡Advertencia, este episodio es un Darkfic, contiene lemon y violencia sexual!

Había repasado su plan una y otra vez, si lo descubrían estaría en serios problemas, pero ya no había vuelta atrás, su plan estaba en marcha.

Lo primero que hizo fue evitar que ella o el ganasen la final, de ese modo no tendrían que ser obligados a ir a entrevistas, ni a sesiones de foto, lo segundo fue boicotear su viaje y ahora solo faltaba la cereza del pastel, ir por su amada.

Storm había estado vigilando a Cruz una semana, su mentor se había retirado a su pueblo junto con todo su equipo, dejando sola a la chica para que pueda realizar el supuesto viaje que tenía planeado.

Era de noche, la hora rondaba cerca de las 12:00, cuando vio a la chica saliendo a caminar, al parecer no podía dormir. Storm sonrió, eso le facilitaría las cosas, comenzó a seguirla hasta llegar a un parque, estacionó su auto y se acercó a ella.

-¡Vaya!, ¿que tenemos aquí?, una linda perdedora.

Cruz frunció el ceño y volteó a ver al dueño de la voz. -¿Qué quieres?. -Mencionó con un tono arisco.

Storm sonrió al molestar a la chica. -¿Estás de malas?.

Ella se percató que no fue muy amable y se disculpo. -Lamento mi tono de voz, solo estoy un poco cansada.

-Si estás cansada, ¿por qué no estás en casa durmiendo?.

-Es que, no puedo dormir. Se supone haría un viaje mañana pero de la nada mi boleto fue cancelado y ahora debo resolverlo sin que ese viaje se atrase por días.

Storm se le quedó viendo.

-¡Oh, lo siento!, creo que te aburro con mis problemas.

-Puedes continuar.

-No entiendo que fue lo que sucedió, los de la aerolínea no me dan una solución y ¡arrrg!. -Mencionó exasperado Cruz. -Por eso decidí salir a caminar, necesitaba despejar mi mente. -Cruz suspiró y luego volteó a ver al chico. -¿Tampoco puedes dormir?.

-Así es.

-¿Una carrera?. -Preguntó en forma divertida Cruz.

-Voy a barrer el piso contigo muñeca.

Ella se sorprendió, no pensó que Storm aceptará, lo vio y sonrió. -Ya lo veremos.

Storm iba ganando hasta que Cruz aceleró su paso y lo rebaso, haciendola ganadora de la carrera improvisada.

Storm respiraba agitadamente por el ejercicio, volteó a ver a la chica y la admiró, se veía tan sensual sudando e intentando recobrar el aliento, de pronto pasó algo por su mente. ¿Qué tan adorable se vería debajo de el bañada en sudor, gimiendo de placer y gritando más por su toque?. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la chica comenzó hablar.

-Fue una buena competencia, igual a la del fin de semana pasado. Eres un buen rival, lástima que ninguno de los dos ganó. -Dijo Cruz aún recobrando el aliento. -Diantres, no traje agua y muero de sed.

-¿Tengo una botella de agua adicional la quieres?, solo que la tengo en el auto.

Ella sonrió y aceptó. Lo acompañó hasta su auto que no estaba tan lejos, cuando Storm le dio la botella, la chica la tomó de golpe.

-Gracias, en verdad tenía sed. -Luego vio su hora y decidió despedirse. -Es bastante tarde. Creo que debería irme, fue un gusto platicar contigo.

-¿Quieres que te lleve?.

-¡Oh!, no te preocupes, caminaré. Pero gracias por tu amabilidad. -Ella le sonrió en forma adorable.

Esa sonrisa le fascinaba, cuando la chica se volteó para irse, Storm la jaló del brazo haciendo que ella se sorprenda.

-Jackson, tu agarre me está lastimando.

Storm le dío una sonrisa maquiavélica y mencionó. -No puedo dejarte ir.

-Jackson, suéltame o gritaré. -Estaba entrando en pánico, forcejeo para zafarse de ese agarre hasta que el la soltó, ella lo vio con desconfianza y comenzó a correr, de pronto se sintió mareada y con el cuerpo pesado, tropezó y se fue directo al piso.

Cruz no comprendía que estaba pasando, ¿por qué de pronto se sentía de ese modo?. Vio la sombra del chico acercarse y antes de que pueda voltear a verlo se había desmayado.

-Buenas noches cariño. -La cargo tipo nupcial y la llevó a su auto, depositándola en el asiento de atrás y tapándola con una frazada.

Storm había puesto algo en esa botella de agua sin que ella lo notase, no lo tenía planeado de esa forma pero fue muy oportuno.

La chica despertó con un pequeño dolor de cabeza y en ropa interior, sus muñecas estaban atadas y tenía las piernas separadas. Cruz se sobresalto e intentó zafarse del amarre, haciendo que se lastimará en el proceso, intentaba gritar pero tenía la boca tapada.

Storm entró a la habitación y vio a Cruz, se veía tan adorable, tan indefensa, tan sexy. Con tan solo verla en esa situación le había causado una erección.

-Si supieras cuantas noches he tenido que satisfacerme por que no te tengo, pero ahora estás aquí, conmigo. -La vio de pies a cabeza y se relamio los labios. -Pienso tomar cada parte de ti cariño.

La chica abrió los ojos grandes, comenzó a forcejear y mientras más se acercaba Storm ella comenzaba a llorar, él se acercó a su rostro y le limpio las lágrimas.

-No llores preciosa, te prometo que seré gentil y que te gustará.

Le destapó la boca y sonrió.

-¡SUÉLTAME, MALDITO ENFERMO!.

El echó una sonora carcajada, dejando a la chica más molesta y temerosa.

-Estaría loco si lo hiciera.

-¡Ya lo estás!, ¡suéltame!, ¿acaso quieres ir preso?.

-Cariño, ya acepté que me voy a refundir en la cárcel, pero al menos voy disfrutar de cada maldito minuto contigo.

Storm no perdió más el tiempo, se subió sobre ella y comenzó a besarle el cuello y así fue descendiendo hasta llegar a ese abdomen plano.

-¡BASTA!, ¡SUÉLTAME!.

El chico llegó a ese lugar anhelado, subió la vista para ver esos preciosos ojos cafes que denotaban temor y le acarició la intimidad, ella intentó cerrar las piernas pero sin lograrlo.

-¡Porfavor Jackson!, ¡no lo hagas!. -Dijo sollozando y temblando.

Le rompió las bragas, le sonrió en forma seductora y comenzó a lamerle la intimidad. Ella sentía esa legua húmeda acariciar entre sus pliegues y en su sensible perlita.

-¡Detente!. -Dijo con voz temblorosa.

Storm se levantó y vio ese adorable rostro bañado en lagrimas, humedeció sus dedos y los adentro en la hendidura de la chica, comenzó a moverlos en forma lenta de arriba hacía abajo.

-¡Ah!, ¡no, porfavor!.

Flexionó sus dedos en forma de retroceso, haciendo que Cruz se muerda el labio inferior para evitar soltar gemidos.

El la estímulo en forma más rápida, penetrandola con movimientos de entrada y salida al punto de simular unas embestidas.

-¡Dios!... ¡ahh!... ¡no!... ¡Porfavor!... ¡ah!... ¡detente!.

Ella respiraba en forma pesada y acelerada, comenzaba a sentir como su vientre se calentaba y de un momento a otro grito de placer y sintió como un líquido bajaba en abundancia por sus pliegues. Storm se deleitó con ese néctar prohibido y aún que ella había terminado el seguía lamiendole la intimidad.

-¡AH!, NO, YA, ¡AH¡, DÉJAME!.

Storm se levantó de entre las piernas de la chica y la vio respirando pesadamente con la boca abierta y con los ojos cerrados. Ya había logrado su cometido, hacer que la chica lubrique naturalmente, ahora podría disfrutar plenamente de ella sin lastimarla.

Se quitó la ropa en forma rápida, tomó la cadera de la chica, haciendo que ella se asuste y lo vea, el chico estaba desnudo y pegando ese miembro ancho y amplio en su entrada húmeda, comenzó a soltar lagrimas y a suplicar que no lo hiciera.

El sólo le dio una sonrió pícara, haciendo caso omiso de sus súplicas y en una estocada la penetro, ella gritó y el comenzó a mover sus caderas contra las de ella. Su interior era tan cálido, húmedo y abrazaba bien su miembro.

-Eres una delicia.

Cruz soltaba pequeños gemidos entre su lloriqueo, llegó un momento en que su llanto paro y fue cambiado por solo gemidos y jadeos.

Storm levantó el top de la chica para poder tener acceso a esos preciosos montículos delicados, comenzó acariciando y amasando, luego su boca descendió a ellos, besando, lamiendo, mordiendo y amamantandolos con pasión.

Detuvo el movimiento de sus caderas y subió su mano hasta el cuello de la chica haciendo un poco de presión. Ella lo vio asustada.

-¡Dime, que eres solo mía y que me perteneces!.

-¡Jackson!, ¡porfavor!. -Mencionó con voz trémula.

Ella sentía cómo el agarre se intensificaba y las lágrimas volvían a descender de sus ojos.

-Si quieres que te suelte solo dilo. -Habló en forma severa.

Cruz comenzó hablar entre sollozos y con la voz quebrada. -Soy... tuya... Yo... Yo... te pertenezco.

-Dilo en forma clara, preciosa.

Ella intentó controlar su llanto y habló nuevamente en forma clara y audible para el chico. -¡Soy solo tuya, yo te pertenezco!.

El sonrió complacido, soltó su agarre y atacó el cuello de Cruz, besando, mordiendo y dejando pequeños chupetones en esa piel apiñonada.

Storm retomó su vaivén de forma lenta y poco a poco subió el ritmo de las envestidas haciendo que la chica grite de placer al sentir que llegaba profundo en ella. Sus manos comenzaron acariciar delicadamente el torso y los pechos de la chica, jugando por momentos con esos pezones erectos.

Cruz se estaba perdiendo en el placer que le estaba generando ese hombre,
cerró los ojos y se dejó llevar por las caricias y el toque placentero que eran impartidas en su cuerpo. Su corazón comenzó a latir fuertemente, su vientre se calentaba de nuevo, los dedos de sus pies se encrispaban y su cuerpo temblaba, arqueo la espalda y gritó placenteramente al tocar el cielo.

Storm no le dio descanso, siguió embistiendola con ímpetu.

-¡JACKSON!, ¡AH!, ¡ES... ESPERA!...

Ella se retorcía, jadeaba y gemia descontroladamente. El chico estuvo dándole placer por un buen rato, tocaba, acariciaba, besaba, mordía y disfrutada cada parte de esa exquisita figura femenina.

Cruz necesitaba que se termine ese suplicio, se sentía desfallecer, no sabía cuantos malditos orgasmos le había generado esa noche, ahora se sentía tan sucia por estar disfrutando de ese placer exquisito y del toque de ese hombre.

Storm apretó la piel de la cadera de la chica y aumentó el ritmo en sus embestidas llegando a ser impetuoso.

A Cruz se le enchino la piel, sintió como una corriente eléctrica recorría toda su columna, mientras se estremecía y su vientre se calentaba, en un momento gritó de placer al llegar a su clímax.

Unas estocadas más y él disfrutó de culminar en el interior de la chica, llenándola de su esencia, se separó de ella respirando en forma apresurada e intentando recobrar el aliento.

Estaba lleno de júbilo, tener a la chica para si era maravilloso, la admiró acostada intentando recobrar el aliento, con el cuerpo perlado en sudor, el cabello revuelto y con los labios hinchados ya que había estado jugueteando y mordiendolos en varias ocasiones.

-Jackson dejame ir. -Habló cruz con voz cansada.

-No lo haré.

-¿Qué más quieres?, ¡ya abusaste de mi!, ¡ahora déjame ir!, ¡porfavor!. -Ella estaba echa un mar de lágrimas.

El la vio en forma severa y comenzó acariciarle el cabello con delicadeza, verla llorar lo hacía sentir tan culpable. Sabía que era un desalmado y un egoísta por querer tenerla a la fuerza.

-Déjame sola. -Dijo en voz baja y entre sollozos la chica.

Le soltó las muñecas y las piernas, al final si intentaba escapar no llegaría muy lejos y había ocultado todo lo que puediese hacerles daño a ambos.

Al principio Cruz comía muy poco o no comía, se la pasaba llorando y no hablaba. Había intentado escapar varias veces sin tener éxito, la única ocasión en que intentó enfrentarse a Storm en forma violenta, ella terminó llorando y suplicando que no lo volvería hacer. Él la había castigado tomando su primera vez por su parte perineal rectal, no fue el dolor la que la hizo llorar, si no la impotencia y la vergüenza de haberlo disfrutado.

Llevaba casi dos meses junto a él y ella se había adaptado, podía andar libre por la casa, el chico ya no la amarraba a la hora de tener intimidad y ella participaba más, comenzaba hablar, a comer e interactuar mejor.

Storm estaba más que feliz, en verdad no esperaba que ella le corresponda. Ahora el sabía que debía luchar para que esa realidad no termine en ningún momento.

En otro lugar una persona ya había notado la desaparición de la chica, ella no respondía llamadas, solo respondía con mensajes de vez en cuando y su manera de responder era distinta, Cruz tenía una relación muy cercana con todo su equipo y con su mentor, así que la conocían bien. Fue a casa de la chica y notó que nunca se fue de viaje, el boleto de avión estaba ahí, investigó en la aerolínea y fue cancelado antes.

-Mate me preocupa Cruz, creo que le ha pasado algo, ¿podrías hablar con Holley para que nos ayude ubicarla?.

Holley ayudo a encontrar a la chica, se encontraba en una residencia en el bosque bajo el apellido de los Storm.

-Esto me huele muy mal. -Mencionó McQueen.

-Lo siento, fui yo. -Dijo Mate apenado.

McQueen mal miro a Mate. -Esto es serio, nada de chistes.

-No lo fue amigo.

McQueen les explicó la situación a Holley y a McMissile, les dio a entender que la chica debía estar contra su voluntad ya que ella y Storm no tenían relación alguna y si hubiese algun indicio el lo hubiese notado ya que Cruz era pésima mintiendo. Ambos agentes acordaron ayudarlo.

Habían llegado al lugar en dónde se ubicaba la chica, entraron sigilosamente a la casa, caminaron un pequeño tramo y luego escucharon la voz de Cruz en una habitación.

-Espera, ¡no!, ¡no hagas eso!.

McQueen estuvo apuntó de ir corriendo para ayudarla y McMissile lo detuvo.

-Tranquilo o arruinaras todo.

Abrieron la puerta en forma sigilosa y se encontraron con algo que ya temían. Storm estaba sobre Cruz en la cama, la tenía agarrada del cuello mientras embestida contra ella.

-¡SUÉLTALA, MALDITO BASTARDO!. -Grito colérico McQueen y McMissile lo detuvo antes de que haga alguna imprudencia.

La pareja se asustó, interrumpiendo su actividad íntima. Storm tapó a Cruz y mencionó molesto.

-¿Qué diablos hacen aquí?, esto es propiedad privada.

-Aléjate de la chica y vístete. -Habló McMissile en forma tranquila y apuntando con la pistola al chico.

Antes de que los separen Cruz volteó a ver al chico en forma preocupada y lo abrazo, él le acarició el cabello con dulzura y la beso, haciendo que los presentes se asombren.

-Tranquila cariño, no nos separaran.

Luego volteó a ver a McQueen y le dio una sonrisa astúta.

~§~

-Estoy seguro que fue contra su voluntad, sus mensajes, ella no responde de ese modo y nunca tomó ese viaje por que alguien, que no fue ella, lo canceló.

-Lamentablemente los dos sostienen la misma versión Rayo. El representante y entrenador del chico comentan que estaban al tanto de esa relación secreta, dicen que no podía salir a la luz, ya que siendo rivales venden más que siendo pareja. -Mencionó McMissile.

-Todo es una maldita mentira, ella nunca me ocultaría algo importante.

-Si ella no testifica contra el y acepta que fue secuestrada y violada no podemos hacer nada. -Dijo McMissile en forma seria, luego de eso salió del lugar.

Holley se acercó a McQueen y le apretó el hombro como apoyo.

-Yo te creo.

McQueen levantó la vista y vio a Holley.

-En su revisión sale que esta baja de peso, tiene marcas de haber sido atada en las muñecas y tobillos, se nota que no son de algo reciente o pasional.

-Entonces, ¿si podemos hacer algo para mandar a Jackson a prisión?.

-Lamentablemente ella tiene el síndrome de Estocolmo y no nos querrá ayudar.


Me voy a ir al infierno por escribir estas cosas.