Inmensa Decepción

Parte tres

Tsukasa había maldecido un poco a Senku por pedirle algo tan difícil sin casi nada de anticipación, pero accedió a su petición de salvar a esa mujer y ese niño, más al saber que eran simples personas inocentes cuyo único crimen fue tener a una pariente sicaria.

Ibara era un pez gordo, pero no tan gordo, y Senku solo tuvo que cobrarle unos favores a Xeno para que lo apoyara en la misión.

En solo doce horas tuvieron todo el operativo listo. El sigilo era su prioridad, ya que si eran detectados podrían matar a los inocentes y arruinar todo.

Senku no estaba preocupado, realmente, confiaba en la excelencia de Tsukasa, y más bien se reunió con Ukyo, Ryusui y Gen para comunicarles que había encontrado esposa.

—¡¿TE VAS A CASAR CON LA ASESINA?! —Gen pareció a punto de desmayarse—. ¡Y yo que pensé que ya no podías sorprenderme!

—¡JA, JA! ¡Sabía que ella te había gustado! —Ryusui chasqueó los dedos.

—No sé si puedas confiar en ella. —Ukyo ajustó su sombrero con una mirada pensativa—. ¿Qué tal si es un elaborado plan? Aunque no nos contaste bien cómo fue su conversación pero no puedo evitar desconfiar.

Senku hizo una mueca.

—Mira, no les daré detalles, pero confió en ella… siempre y cuando salvemos a su hermana y su sobrino… aun así, no es que vaya a bajar mi guardia completamente alrededor de ella, no se preocupen, siempre tendré una forma de defenderme.

Ukyo no pareció convencido, preocupado por su seguridad, mientras que Ryusui y Gen intercambiaron miradas, intrigados por sus sentimientos por la linda sicaria.

—Sea como sea… La razón por la cual tu padre te exigía una esposa era para que tuvieras hijos, porque la familia Ishigami solo está dispuesta a aceptar a un adoptado como tú siendo líder si garantizas que el apellido continuara en el poder, así que más pronto que tarde tendrás que tener hijos y… ¿estás dispuesto a que sea con ella?~ —indagó Gen.

—Sí, y dijeron que aceptar un adoptado ya fue suficiente, que no aceptarían dos, así que es inevitable que debes tener hijos biológicos, y una sicaria no parece ser la opción más… maternal. —Ryusui rio un poco—. En el fondo te gusta el peligro, ¿eh? —Rio más fuerte.

—Eso será problema mío, sé dónde me estoy metiendo. —Bufó, rascando su oído con fastidio.

En ese momento, recibió una llamada de Tsukasa.

—Tengo a la mujer y al niño, están a salvo, pero deshidratados y débiles, así que los llevaré a tu casa para que se atiendan con tus doctores, en caso de que Ibara quiera insistir en perseguirlos, ya que alguien alcanzó a escapar, así que puedes estar seguro de que Ibara ya sabe que fuiste tú quien salvó a estas personas.

—Bien, déjalos con los doctores y luego ven a escoltarme para ir a buscar a la señorita Hizashi y reunirla con su familia. —Colgó la llamada sin más y luego llamó a sus abogados—. Ya pueden traerme el contrato que pedí.

Después de media hora, Senku se reunió con Tsukasa y fueron a la bodega donde Kohaku estaba atada ahora a una silla, sus ojos ojerosos y preocupados.

—¡¿Los salvaste?! —preguntó apenas abrieron la puerta.

—Tsukasa los salvó, sí, no hubo problema, están con mis doctores ahora. —Le hizo una seña a Tsukasa de que la desatara y él sacó su celular para mostrarle una foto de su hermana y su sobrino en una camilla rodeados de algunos doctores y enfermeros.

Kohaku observó la foto con sorpresa y alivio, y apenas fue libre de las cadenas se lanzó hacia Senku y Tsukasa sacó una pistola, pero todo lo que ella hizo fue abrazarlo con fuerza, casi haciéndolo perder el equilibrio.

Senku le hizo una seña a Tsukasa de que tranquilizara y se llevó las manos a la cintura, esperando a que la chica calmara su ataque de sensibilidad.

—Lo siento… Digo… muchas gracias. —Se apartó, secándose los ojos—. ¿P-puedo verlos ahora?

—Puedes, pero primero necesito que firmes esto. —Le tendió el contrato que habían preparado sus abogados—. Es para acordar los términos de nuestro matrimonio, si hay…

Calló cuando ella lo firmó de golpe en todas las páginas necesarias, para luego devolvérselo.

—Te dije que seré tu esclava, ahora te debo mi vida, viviré por ti y mataré por ti si es necesario. —Se hincó en una rodilla frente a él, con una mirada increíblemente seria—. No me importa lo que me pidas, yo lo haré.

Él la miró algo perturbado, pero decidió mejor no decir nada frente a Tsukasa, rodó los ojos y le pidió que los siguiera al auto para reunirla con su familia.

La llevaron a la mansión, hasta el ala que habían dedicado como una pequeña clínica interna, y Kohaku de inmediato corrió a abrazar a su hermana y sobrino, llorando y todo, por lo que Senku decidió mantener su distancia y alejarse unos metros.

—Bien, parece ser que su lealtad hacia ti es sincera. —Tsukasa se veía algo más tranquilo, pero aun a la defensiva—. No me gusta del todo esta idea tuya de casarte con tu sicaria, pero respeto tus decisiones.

—Yo sabré lidiar con ella…

—En fin, me reuniré con el resto del equipo de seguridad para cuidar la mansión y a tu familia ahora que Ibara seguramente querrá vengarse.

—Bien, cualquier cosa dime. —Encogió los hombros, nada preocupado.

Después de hacer unas cuantas llamadas, volvió a la sala de la clínica donde Kohaku ahora conversaba a susurros con su hermana mientras su sobrino dormía en su regazo.

—¿Él es Senku? —preguntó la hermana, a lo que Kohaku asintió—. Gracias por salvarnos, pero… Kohaku dice que se van a casar por conveniencia ahora… y no creo que sea justo que usaras su desesperación para aprovecharte de…

—¡Ruri-nee! —Kohaku miró mal a su hermana.

—Entiendo tu disconformidad, pero Kohaku ya firmó un contrato, y a cambio tú vas a tener toda la asistencia medica que necesites y los tres contaran con mi protección ahora que Ibara va a seguir buscándolos para vengarse por esto, así que vivirán aquí… También, ofrezco la mejor educación posible para el niño, y para el hijo que tendré con Kohaku.

—¡¿Hijo?!

—Estaba en el contrato que no quisiste leer. —Senku sonrió burlonamente.

—O-oye, pero… te dije que te entregaría mi vida, un hijo ya no es solo mi vida. —Cruzó los brazos, no del todo contenta con eso.

Senku sonrió complacido.

—Ah, ya no te gusto tanto la idea de ser mi esclava, ¿eh? ¿Volverás a ser una leona rebelde? —Rio cuando ella se sonrojó de la furia.

—Ja, no me retractaré a mi palabra, pero si voy a tener un hijo contigo quiero tener voz y voto en su vida.

—Yo nunca dije que no tendrías voz ni voto, tú eras la que estaba con todo ese circo de ser mi esclava. —Rascó su oído con fastidio—. Mira, deberías dejar descansar a tu hermana, mis doctores se encargarán de ella. Tú y yo podemos discutir esto en mi oficina y luego te mostraré tu habitación.

—De acuerdo… —Kohaku se despidió de Ruri y lo siguió hasta su oficina.

Una vez solos en la oficina, Senku se sentó sobre la mesa de su escritorio y le hizo una seña a Kohaku de que se sentara en cualquiera de los dos sofás del lugar, pero ella se mantuvo de pie, a pocos pasos de él.

—En verdad te agradezco que los salvaras, y que nos protejas ahora… pero un hijo es algo muy serio, y si voy a tenerlo quiero criarlo yo, no que me lo quiten para convertirlo en una especie de heredero mafioso multimillonario o lo que sea que seas tú…

—Te dije que no soy un mafioso. —Frotó sus sienes—. Simplemente pertenezco a un clan con mucho poder, y si es necesario hacer algunas cosas ilegales para que nadie nos moleste, las haremos, pero no creas que hacemos contrabando o alguna basura inmunda, somos un imperio tecnológico, quimico y farmacéutico, debería encantarte que tu hijo heredará todo eso. Tampoco pienso quitártelo, no serás una incubadora y ya, te prometo que podrás criarlo mientras lo críes bien.

Ella hizo una mueca.

—¿Qué hay de ti?... ¿Serías un padre presente?

—En la medida de lo que mi trabajo me lo permita. —Encogió los hombros.

—Y… ¿para cuándo quieres a este bebé?

—Lo antes posible, mientras más pronto, mejor, porque tengo prisa en obtener el liderazgo de la empresa, y el único pero que me ponen en el clan es que quieren que aseguré la continuidad del apellido. Nos casaremos este mes, y mientras antes salgas embarazada, más pronto podré exigir el mando de la empresa.

Ella se mordió el labio con fuerza.

—Muy bien. —Y entonces, de repente, se quitó por completo su vestido.

Senku se quedó mudo por un largo rato.

—No dije que debamos concebirlo ahora… —Tragó saliva, repasando sus curvas una y otra vez, con sus ojos oscurecidos.

—Mejor ir directo al grano —murmuró con voz monótona, llevando las manos a desabrochar su sujetador.

—Tampoco dije que debía ser mediante relaciones sexuales, podría ser reproducción asistida… —masculló, pero en ese momento el sujetador de ella cayó y el cerebro le dejó de funcionar.

—Oh… —Ella pestañeó lentamente, apartando la mirada—. D-de hecho, me gusta la idea de que sea reproducción asistida… c-creo…

—Sin embargo, la reproducción convencional tampoco me molestaría. —De repente él estuvo a tan solo un paso de ella, que retrocedió, nerviosa.

—Yo… te dije que haré todo lo que me pidas, así que… t-tú elige… —Evitó mirarlo.

Como toda respuesta, él apresó su cintura entre sus manos, atrayéndola hacia su cuerpo y besándola profundamente.

Ella cerró los ojos, gimiendo por lo bajo, derritiéndose casi instantáneamente ante su toque.

Kohaku estaba haciendo esto porque se lo debía, pero… lo que pensó que tendría que ver como un mal necesario, se convirtió muy rápidamente en un placer culposo.

Pero bueno, se supone que tendría que soportarlo toda la vida, así que era mejor así.

Fin.

¿O no?

Holaaaaa :D

Muchas gracias a mi querido Aigamy por comisionar este cap :'D

Podría continuarlo, o quizás no, no sé xP No prometo nada ;D

Ojala q les haya gustado owo

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!