Salvación desde las sombras

Acá les traigo el siguiente capítulo.

-idioma twili-

-idioma hylian-

-recuerdos del pasado-

La Bienvenida

-el muro- susurro con agonía y terror al ver la enorme masa negra que engullía a toda la ciudadela del crepúsculo –está aquí también-

Había llegado a su hogar, había viajado a través del desierto, de la oscuridad y del inclemente viento para llegar a su amada tierra. Se había devanado la cabeza con sus conjeturas, sus visiones y sus temores del estado en el que podría llegar a encontrar a su preciado reino rezando día y noche a las diosas pidiendo para que nada de lo que imaginaba fuera real. Sin embargo, ahí estaba en aquel valle que quedaba entre la ciudadela y el bosque crepuscular para ver con horror como sus miedos se volvían realidad al tener aquella masa negra de energía oscura consumiendo el corazón de su nación.

Aquel nefasto paisaje solo hacía que la portadora de la trifuerza del poder sintiera como su sangre quedaba gélida cual hielo al sentir su alma desprendiéndose de su cuerpo ante la tristeza, el horror y la sensación del fracaso. Ni si quiera los fuertes brazos de su amado quien la consolaba con cariño y preocupación hacia que la regente de las sombras pudiera salir de su estado de shock.

-¡majestad!- se escuchó el grito desesperado de uno de los soldados que llevaban a Ilia en la camilla –necesitamos ayuda ahora-

Al voltear su cabeza la hyliana vio como la de mirada esmeralda estaba temblando de manera errática mientras que se podía ver como de las sombras provistas por Midna salía espuma blanca. Los soldados que la habían estado cargando habían dejado con rapidez la camilla en el suelo para así intentar de sostenerla y hacerla reaccionar sin llegar a cumplir su cometido.

-apártense- exclamo la princesa del destino empujando con fuerza al soldado que había estado teniendo las manos de la castaña en un intento de detener su convulsión. Con rapidez Zelda coloco sus manos en el pecho de Ilia haciendo iluminar a la trifuerza de la sabiduría y empezando a emanar energía a través del cuerpo nívea de esta. –Link te necesito aquí ahora-

- ¿pero qué demonios…? - exclamo el heroe elegido por las diosas al ver como a pesar de la energía que la hyliana estaba transfiriendo a su amiga de la infancia esta seguía temblando a la vez que gemidos ahogados y agónicos salían del cuerpo de la castaña -¿Qué paso?- dijo este arrodillándose al lado de la ojiazul quien empezaba a fruncir el ceño ante la energía que estaba gastando.

-dame tu mano- ordeno con fuerza la hyliana la cual sin pedir permiso tomo la mano donde la bestia de ojos zarcos tenía la trifuerza para así ponerla en el pecho de la ordoniana haciendo que esta se iluminara al igual que la trifuerza de la sabiduría.

-vamos Ilia aguanta- susurro con desespero y preocupación el rubio sintiendo como parte de la energía empezaba a dejar su cuerpo. Después de unos agónicos y eternos minutos la ordoniana dejo de temblar y de retorcerse de dolor para así empezar a respirar lenta y pausadamente.

-se los advertí…- escucho a su lado solo para ver a la princesa del destino quien jadeaba y dejaba caer gruesas gotas de sudor de su perfilada nariz cortando el flujo de energía y apagando ambas partes de la trifuerza –usar los portales era demasiado riesgoso para ella- dijo la castaña mientras limpiaba el rostro de la ojiverde con un pañuelo blanco quitando los restos de espuma.

-mierda- exhalo con cansancio el elegido por las diosas mientras agachaba la cabeza al caer en cuenta de lo cerca que estuvo de matar a su mejor amiga ante su insensatez y su desespero.

-el muro- escucho Link atrás suyo para ver como la twili seguía arrodillada en el suelo sin despegar su mirada carmesí de la estructura negra que tenían al frente.

Con rapidez el heroe se levantó dejando a su amiga en manos de la princesa de Hyrule solo para acercarse a la hechicera de ojos escarlata. Con lentitud se arrodillo al lado de su amada reina solo para tomar con cariño y delicadeza el rostro pálido de la twili.

-Middy mírame- ordeno con suavidad girando lentamente el rostro de la monarca quien dejo de ver aquel cumulo de magia negra para así mirar al mar que tenía su lobo en la mirada.

-el muro está aquí- jadeo en un susurro tomando las muñecas del heroe quien acariciaba su rostro azulado con preocupación y ternura –otra vez le falle a mi gente. Link les falle- gimió con tristeza la reencarnación de Hela mientras buscaba refugiarse en el amor que los ojos de su amada bestia le reflejaban.

-lo sé- dijo el portador de la trifuerza del valor sin dejar de acariciar el rostro de su amada –pero recuerda que esto aún no ha acabado- exclamo con convicción el heroe sin dejar de ver las llamas escarlatas de la twili –recuerda cuantos sobrevivientes llegaron a Ordon. Si en Hyrule se salvaron tantas personas en el Crepúsculo pudo ocurrir lo mismo- con aquellas palabras dichas por el elegido, el corazón de la protegida de Din dejo de martillar contra sus costillas con la misma fuerza que antes empezando lentamente a calmar a la monarca acongojada – vamos Middy, que esto aún no ha acabado-

-tienes razón- dijo la de piel pálida mostrando una ligera sonrisa intentando de despejar aquel terror que le había nublado la mente –puede que hallan sobrevivientes al igual que en Hyrule- y así su sonrisa creció al igual que la de la reencarnación del heroe del tiempo quien sintió alivio al ver como Midna salía de aquel estado en el que había caído cuando llego.

No obstante, y a pesar de que por fin estaba recuperando las fuerzas de aquella terrible y trágica noticia, aquel reconfortante y cálido momento fue roto por el grito que se escuchó en aquel valle del crepúsculo.

-¡asquerosa bruja!- se escuchó el rugido gutural en idioma twili de una voz conocida para la regente de las sombras.

-¡cuidado!- escucharon el grito de la coronel de Hyrule en advertencia, sin embargo, antes de que los elegidos pudieran reaccionar o tan si quiera voltear a mirar, ella y el heroe de cabello rubio fueron golpeados por una ráfaga de magia sombría que los separo y los lanzo con fuerza a la distancia. Para mala fortuna de la regente de las sombras, esta fue recibida por una roca que al chocar con ella le saco todo el aire de su pálido cuerpo haciendo que no se pudiera recuperar del mareo por un par de segundos. Cuando alzo su rostro para ver quien había sido su atacante vio como 10 soldados twili se materializaban en el aire mientras salían del hechizo furtivo que los mantenía camuflados.

-Kira- susurro el nombre de la espadachín la cual encabezaba aquel convoy de soldados. El mareo que sentía no dejaba que esta pensara con claridad al no procesar con rapidez que había sido su guardiana y la persona que consideraba una madre quien la había atacado con aquel hechizo.

-mátenlos- escucho el comando de su maestra en twilian mientras esta desenfundaba su espada delgada de su espalda –la bruja es mía-

Y así como había ordenado la de cabello platinado y de mirada violeta, los twili se habían lanzado con fuerza contra los hylianos desenfundando sus dagas, sus lanzas y sus espadas.

-prepárense para pelear- grito la princesa del destino después de escuchar la orden de la twili. Al haber estado unida a la princesa del crepúsculo durante casi todo un año aun albergaba recuerdos de esta lo que le ayudaba a entender el idioma twili. Con rapidez Zelda materializo una flecha de luz la cual disparo contra los hechiceros quienes se desintegraron en las sombras para así reaparece al frente del batallón hylian. Con rapidez la reencarnación de hylia se colgó el arco de luz a la espalda al mismo tiempo que desenfundaba su florete para así desviar la cimitarra de una hechicera quien había aparecido al frente de ella con intención de degollarla.

-¡no, deténganse!- ordeno Midna con desespero al ver como los hylian y los twili empezaban una cruenta batalla entre ellos. No obstante, antes de que pudiera intervenir para detener la pelea, vio un destello por el rabillo del ojo haciendo que por reflejo desenfundara la espada aciaga de su cintura desviando la estocada que venía directo a su pecho. A pesar de su rápida reacción ante el ataque con el arma, su mareo no dejo que reaccionara lo suficientemente rápido para detener la patada que recibió directo a sus costillas la cual la mando con fuerza varios metros lejos de su atacante.

-¡Middy!- escucho el grito de la bestia quien al ver el riesgo que corría la twili intento de acercarse solo para ser detenido por dos hechiceros atacándolo con su espada y su lanza obligando al heroe a defenderse con su escudo y con la espada maestra.

-tu oponente soy yo desgraciada- dijo la peliplata con veneno mientras giraba su espada en su mano. A pesar de la frialdad y la elegancia en su postura de combate, aquellos ojos violeta destilaban el más puro rencor en contra de la monarca de las sombras.

-Kira soy yo, Midna- hablo la de ojos escarlata teniéndose la zona en la que había sido golpeada mientras hablaba en su idioma natal –volví-

-no voy a caer de nuevo en aquel sucio truco- rugió con enojo la guardiana que en un parpadeo ya estaba enfrente de la reina atacándola con rapidez y precisión. Con agilidad y elegancia la twili más fuerte del crepúsculo bloqueo y desvió los ataques de su protectora solo para después empujarla con un ataque igual al que esta había usado en contra de ella haciendo que la esposa del general del crepúsculo clavara su espada en el suelo para frenar su cuerpo –por favor, no quiero pelear contigo- suplico la portadora de la trifuerza del poder.

-mejor para mi- respondió Kira con frialdad –así será más fácil matarte- y así esta se lanzó contra la reencarnación de Hela atacándola con furia.

Aquel valle en el reino del ocaso eterno se había convertido en el escenario de la cruenta batalla entre ambas razas. Los soldados de Hyrule demostraban toda su disciplina y su fuerza en el combate mientras que los twili hacían uso de su agilidad y su destreza en la magia. El combate de los soldados al ser los hylianos más fornidos y más pesados hacia que los hechiceros no pudieran mover o capitalizar tan fácil el terreno sobre estos ya que al estar altamente entrenados los caballeros peleaban en una unidad organizada que no les hacía fácil a los magos romper sus defensas. Sin embargo, la agilidad y la flexibilidad de los hechiceros hacia que los habitantes del mundo de la luz no pudieran seguir con facilidad a los de piel pálida y cubierta de sombras quienes gracias a su altura y la extensión de sus brazos lograban acertar uno que otro golpe.

-no vamos a aguantar mucho tiempo- exclamo el capitán del convoy quien detenía una estocada de uno de los soldados crepusculares solo para después bloquear con su escudo un hechizo que lo hizo retroceder unos cuantos pasos.

-mierda la falta de sueño nos está pasando factura en el peor momento- gruño Ashei quien en un rápido movimiento había tomado de la muñeca al twili con el que estaba luchando solo para darle un fuerte golpe con la rodilla, sin embargo, después de aquel golpe el hechicero se desvaneció entre partículas crepusculares solo para aparecer detrás de la azabache quien detuvo el tajo que le había lanzado el hechicero. Era una batalla de uno contra uno, no obstante, el cansancio de los hylianos y aquella ventaja de los twili con su destreza mágica hacia que cada vez más los moradores de la luz se vieran en graves aprietos a medida que se desarrollaba el combate.

-tenemos que resistir- exclamo el heroe quien protegía a su amiga de la infancia mientras peleaba con 2 twili a la vez obligándolo a usar cada gramo de habilidad en su cuerpo –no llegamos hasta aquí para ser asesinados-

Sin embargo, tenían un dilema. Si bien estaban dando todo en la batalla, no podían usar toda su capacidad en combate para así evitar herir a sus futuros aliados y no empeorar la situación. Venían para buscar refuerzos y no más enemigos, no entendían el porqué de la ira de los twili pero no podían dejarse llevar por el calor de la batalla para no lastimar a sus contrincantes, aquel era el inconveniente que tenían y que claramente no se compartía con los moradores del crepúsculo que estaban dispuestos a tirar a matar.

Mientras tanto la hechicera más fuerte del crepúsculo estaba en su batalla contra su guardiana y mentora la cual usaba cada gota de habilidad y experiencia adquirida con los años para así acabar con su contrincante. La espada de los sabios recibía y bloqueaba con fuerza las estocadas y arremetidas por aquel sable delgado pero resistente que era blandido con ira y a la vez agilidad por la peliplateada de ojos violeta. Al no querer herir a su protectora y amiga, la de mirada escarlata solo se limitaba a bloquear y desviar los ataques de su maestra quien ante su habilidad y velocidad había logrado hacer un corte debajo del ojo y en el vientre de la hechicera haciendo que esta empezara a sangrar en finos hilos carmesí de sus heridas.

Con rapidez Midna lanzo un rayo crepuscular hacia la espadachín quien detuvo el ataque de la twili con un escudo crepuscular solo para ver como la de cabello anaranjado se materializaba a su lado con cadenas a punto de atraparla. Antes de poder retener a su maestra esta desapareció en una explosión de humo negro solo para aparecer al lado de la de ojos escarlata con un tajo descendente dispuesta a partir a su estudiante en dos. La espada luminosa choco con fuerza contra el sable plateado quedando las dos hechiceras forcejeando para ganar terreno.

-Kira ya basta- grito con desespero la portadora de la trifuerza mientras intentaba de desestabilizar a la espadachín del crepúsculo.

-te hare pagar engendro por la sangre twili que derramaste- bramo con ira la esposa del general sin darse cuenta que, de todos los hechizos, de todos los ataques, patadas, tajos y estocadas aquellas palabras habían sido las que habían golpeado con más fuerza a la reencarnación de la guardiana del inframundo.

-¿Qué..?- susurro con dolor Midna intentando de procesar lo que la de cabello plateado dijo sin darse cuenta que había dejado de forcejear. Aprovechando la distracción de la monarca, la hechicera de ojos violeta empujo con fuerza haciendo retroceder a su oponente y en un movimiento fluido y veloz barrio con una patada circular los pies de la portadora de la trifuerza. Antes de que esta tocara el suelo la trenza plateada de la de ojos violeta se movió cual serpiente para después golpear como látigo a la elegida por la diosa Din mandándola contra una roca y haciendo que esta de la fuerza se agrietara al recibir el cuerpo de la reina del crepúsculo.

Desde el suelo, sin aire y con dolor la doncella de mirada escarlata se arrastró para poder recuperar su espada, sin embargo, cuando estaba a punto de tomar la empuñadura resplandeciente sintió como el pie descalzo de su maestra le pisaba su mano con fuerza haciendo que un grito de dolor saliera de su boca azulada.

-hasta aquí llegaste sucia y asquerosa arpía- dijo con frialdad Kira mientras en su mano libre cargaba un hechizo que agitaba el viento a su alrededor y hacia iluminar las gemas y los tatuajes de color verde azulado que esta poseía. Al ver como en los ojos violeta de su protectora no desprendía ni la más mínima chispa de reconocimiento o empatía, la monarca de las sombras se limitó a cerrar los ojos esperando lo inevitable. No obstante, aquel hechizo que la iba a aniquilar en vez de darle de lleno se estalló un parte metros de ella solo para sentir como la presión en su mano desaparecía.

-aléjate de ella- escucho la voz de su amado solo para ver al heroe erguido e imponente mientras se interponía entre ella y su guardiana quien estaba un par de metros alejada de donde estaba originalmente.

El hyliano a pesar de tener su propia batalla no había dejado de estar al tanto de cada uno de los integrantes del batallón, pero, sobre todo no había dejado de ver a su amada quien peleaba contra la contrincante que sin duda era la más fuerte, más rápida y más experimentada de todos los twili que los estaba atacando. Cuando la bestia de ojos zarcos noto que su pareja estaba en peligro dejo todo intento de no herir a sus oponentes para así golpear con fuerza la cabeza del twili que tenía la espada con el borde de su escudo hyliano dejándolo inconsciente al instante en el suelo sangrando un rio de líquido carmesí. Con rapidez hizo un gran ataque circular partiendo en dos la lanza del hechicero que quedaba y antes de que este pudiera responder el hyliano pateó la rodilla de este hacia atrás haciendo que se escuchara como la extremidad se quebraba para después ser precedido por el grito de dolor del morador del crepúsculo. Al haberse librado de sus dos contrincantes corrió con todo lo que su cuerpo le daba para abalanzarse sobre la twili de pelo plateado golpeándola con su escudo y lanzándola lejos de su amada princesa.

-Link-susurro con alegría y alivio la monarca mirando a su lobo quien la volteo a mirar ligeramente por un momento con su ojo atravesado por la cicatriz que le había dejado su contraparte.

- ¿estás bien Middy? - pregunto con preocupación el elegido por las diosas solo para recibir como respuesta un leve asentimiento. El hyliano de cabello rubio giro su cabeza con sus ojos zarcos destilando muerte y dolor contra la protectora de la doncella quien estaba saliendo de su estupor ante el ataque de la bestia. Con fuerza el heroe se puso en posición levantando su escudo y apretando su espada con fuerza haciendo que esta se encandilara con el poder del taiyo que había absorbido un año atrás sorprendiendo tanto a la maestra como a la aprendiz. Con fuerza este corrió contra Kira quien se puso en guardia a la espera del ataque del hyliano.

El heroe cuando estaba a un par de metros de la twili salto con un rugido de batalla y su espada en alto destellando con fuerza obligando a la protectora de Midna a retroceder al ver como aquella espada resplandeciente bajaba con fuerza sobre ella. El portador de la trifuerza del valor arremetía con velocidad y maestría a la guardiana del ocaso eterno quien no se quedó atrás empezando a contraatacar al heroe con la misma fuerza, agilidad y ferocidad con la que estaba siendo atacada. La batalla era brutal, cruda, pero sobre todo llena de experiencia y habilidad a tal punto que los hylian y los twili que habían estado peleando minutos atrás quedaron atónitos ante la velocidad a la que se estaba desarrollando el combate.

-por las diosas- exclamo Ashei al ver la batalla que se desarrollaba a unos metros de ella.

La espada maestra y el sable chocaban con furia mientras que sus portadores se movían con fluidez y majestuosidad en cada uno de sus ataques. Aquella danza mortal en la que ambos participantes no daban su brazo a torcer en ningún momento se desarrollaba cruenta y salvajemente, y a pesar de que ambos estaban dejando cada gramo de conocimiento y habilidad en el combate empezaba a ser notorio como la balanza se ponía del lado del heroe de Hyrule. Cada golpe, tajo y estocada con la espada maestra de parte del elegido desestabilizaba a la espadachín del crepúsculo que empezaba a perder los movimientos del hyliano ante la estela luminosa que dejaba la espada con cada ataque que hacía. En un movimiento ágil el protegido de Farore salto sobre la guardiana para así girar con fuerza haciendo un rompe yelmos que logro hacer perder el equilibrio a la hechicera, sin embargo, antes de poder atacarla la de ojos violeta en un movimiento rápido desapareció entre las sombras para aparecer a unos metros a la espalda del heroe cargando un poder que lanzo con rapidez. Lo que Kira no espero fue como la bestia de ojos zarcos uso su escudo para devolverle el hechizo golpeándola de lleno en el pecho empujándola con fuerza y haciendo que esta perdiera su sable.

-estas acabada- rugió la reencarnación del heroe del tiempo corriendo con fuerza contra la twili, sin embargo, esta junto sus manos a la altura de su pecho haciendo unos símbolos con las mismas para después apuntarlas hacia el frente haciendo que Midna abriera con preocupación sus ojos.

-¡Link es una trampa espejo, todo el daño se te reflejara a ti!- no obstante, el heroe ya se había lanzado en un mandoble volador el cual cuando la hoja estuvo a centímetros de tocar a la esposa del general, el espacio al frente de Link se fragmento como cristal solo para después explotar y mandar por los aires al hyliano.

-demonios- gruño el de ojos azulados mientras se levantaba y se limpiaba la sangre que le salía de la comisura de la boca.

-trampa crepuscular- recito en twilian la protectora de Midna extendiendo una de sus manos y haciendo que un circulo negro como la noche encerrara al protegido de Farore. Cuando la de cabello platinado cerro la mano de aquel circulo negro salieron miles de partículas crepusculares al igual que este se llenaba de humo negro haciendo gritar de dolor al hyliano.

-¡no!- se escuchó el grito desgarrador de la reina del ocaso eterno quien veía como su amado desaparecía entre la magia de las sombras. La princesa del destino, la monarca del crepúsculo, la coronel y los hylianos no daban crédito al ver como el salvador de su mundo y esperanza de su futuro era devorado por la magia de la hechicera de cabellos platinados haciendo que sintieran como las esperanzas que tenían abandonaban sus cuerpos.

Fue entonces que de aquella masa de magia y partículas crepusculares destellos de luz empezaron a romper la espesura haciendo que todos miraran asombrados la escena.

- ¿pero qué diablos? - susurro Kira al ver como la luz que empezaba a salir de la trampa mágica crecía empezando a enceguecer a los presentes. De un momento a otro esta exploto con fuerza dejando una nube de humo del cual no se podía ver nada en su interior. Fue entonces que la figura de un enorme lobo lleno de cicatrices salió disparada de entre el espesor de la explosión embistiendo a la twili posicionándose sobre esta mientras le gruñía y derramaba saliva sobre el rostro sorprendido de la de ojos violeta.

-la bestia sagrada- susurro atónita y con los ojos como platos la guardiana del ocaso eterno al ver el rostro furico del licántropo quien mostraba una enorme cicatriz atravesando uno de los ojos zarcos.

-la bestia sagrada- dijeron los twili a la vez que se arrodillaban en una pierna reverenciando al lobo y dejando conmocionados a los hylian que veían como sus oponentes se rendían ante el canino.

-lobito- susurro con alegría la protegida de Din al ver como su amado estaba en su forma lobuna sano y salvo mientras gruñía con ira a su maestra. Con lentitud la doncella de cabello anaranjado se levantó mientras se sostenía el costado para así tomar la espada de los sabios y acercarse a la bestia de pelaje gris oscuro mientras se agachaba y lo acariciaba – ya puedes dejarla Link, ya entendió- dijo separando al lobo de su amiga el cual obedeció a la fuerza sin dejar su ceño fruncido y su posición de caza.

-majestad- susurro con sorpresa al ver como Midna le ofrecía la mano en la que tenía la trifuerza del poder y que no había notado hasta el momento –de verdad es usted- dijo abalanzándose con lágrimas en los ojos abrazando a la hechicera de mirada escarlata –de verdad ha vuelto-

-volví Kira- dijo correspondiendo el abrazo –de verdad volví-

Con aquel gesto entre la reina de las sombras y la protectora en turno del crepúsculo fue que aquella cruenta batalla entre la luz y las sombras termino. Tanto hylianos como twilis guardaron sus armas para acercarse a las dos doncellas que no habían roto aquel momento entre ellas aun estando abrazadas la una con la otra entre sonrisas y suspiros de alivio. Fue entonces que un gruñido gutural se escuchó haciendo que ambas hechiceras voltearan a ver al lobo que estaba unos metros atrás de ellas viendo con desconfianza a los soldados crepusculares que se acercaban a ellos.

-Lobito ya deja el drama- se rio la hechicera de mirada escarlata al ver la actitud desconfiada de su pareja quien no dejaba de estar agazapado mirando a sus súbditos con aquellos ojos zarcos fijos en estos –ven te quiero presentar a la que prácticamente me cuido y me crio cuando mi madre no tenía tiempo – Y así se acercó a la vez que señalaba con su mano libre a la doncella de cabello platinado –ella es Kira, mi maestra y guardiana desde que tengo memoria. Kira él es…-

-la bestia sagrada- hablo la de ojos violeta con un fuerte acento marcado más de lo que la regente lo tenía en sus palabras al hablar en el idioma hyliano. Cuando la maestra de Midna estuvo al frente del canino este retrocedió incrédulo al ver como esta se arrodillaba en una pierna a la vez que llevaba una mano cruzándola sobre su pecho y agachaba la cabeza en un gesto solemne digno de un caballero ante su rey –Heroe de la luz le doy infinitas gracias por habernos librado de la tiranía del usurpador y le pido mis más sinceras disculpas por mi comportamiento hace unos momentos- dijo la twili con sentimientos de culpabilidad tintando cada una de las palabras. Al ver como la espadachín del crepúsculo mostraba tal respeto y arrepentimiento relajo la postura que tenía solo para asentir en gesto de aceptación.

-él es Link el cabeza hueca que me ayudo el año pasado a recuperar el trono de las manos de mi hermano- dijo recibiendo un gruñido de reproche de parte del licántropo al haber sido referido de aquella manera –es el heroe de Hyrule y del Crepúsculo y además es mi pareja- afirmo haciendo que la bestia de ojos zarcos se removiera incomodo al no estar acostumbrado al título que la hechicera de las sombras le daba.

- ¿pareja? - pregunto alzando una ceja la protectora de la reina mientras se levantaba para estar otra vez a la altura de su estudiante –al menos me alegro de saber que no tendré que estar vigilando la cava de vinos por un amor no correspondido- se burló la mayor de las 2 twilis haciendo que Midna se sonrojara al recordar aquel episodio después de haber vuelto a su reino.

- ¡KIRA! – regaño la de cabellos anaranjados mientras escondía el rostro entre sus manos haciendo reír a su guardiana y al protegido de Farore quien dejo salir unos gimoteos similares a una risa ahogada – y tú no te rías o te ato a un árbol como castigo- exclamo apuntándole con un dedo a la frente del canino solo para recibir una pequeña mordida del mismo haciendo que la monarca retirara la mano con rapidez –¡ahora si vas a ver!-

-disculpen la interrupción- se escuchó a sus espaldas deteniendo a la regente de las sombras la cual estaba a punto de lanzarse sobre el licántropo quien estaba ya en posición para aquella jugarreta. Al voltear vieron a la protegida de Nayru con su capa negra junto a la coronel de Hyrule y sus soldados con la camilla de Ilia listos para emprender la partida –no obstante, estamos con el tiempo en contra-

-Kira ella es Zelda la princesa del reino de Hyrule en la dimensión de la luz- presento la twili a su maestra y su mejor amiga quien hizo una leve reverencia siendo correspondida por la guardiana –y la que está a su lado es Ashei una de las guerreras más fuertes de la luz y coronel del ejército hyliano-

-la más fuerte- corrigió con un aire de superioridad la azabache mientras se acomodaba la venda sobre su cabeza.

-tenemos mucho de qué hablar Lady Kira, incluyendo el tema del muro negro- dijo la reencarnación de Hylia señalando al cumulo de magia negra que se encontraba a sus espaldas –pero necesitamos partir lo antes posible, una de los nuestros está gravemente herida y necesita atención inmediata- explico la castaña siendo apoyada por el lobo de pelaje gris el cual gimoteo con dolor y tristeza viendo a su amiga de la infancia inconsciente sobre la camilla.

- ¿podrías llevarnos al campamento en el que están instalados? - pregunto la portadora de la trifuerza del poder mirando con suplica a su guardiana.

-será todo un placer majestad- y así volteo a mirar a sus soldados para hablar en voz potente –recojan a los heridos y formen un perímetro de defensa. Tenemos que llevar a su majestad y a nuestros aliados al refugio- seguido de aquello los hechiceros del crepúsculo saludaron con solemnidad a su líder y a su reina solo para después ayudar a los dos soldados incapacitados por el heroe elegido.

Tanto twilis como hylianos emprendieron rumbo por lo que sería el sureste alejándose cada vez más de la masa negra del muro oscuro.

Y hasta aquí el capítulo.